domingo, noviembre 30, 2008

La Invasión de los "Fugos"


Por Fran García


En 1.944, Japón lanzó una enorme flota de "globos-bomba" cuya misión era atravesar el Océano Pacífico y hacer estallar sus cargas explosivas dentro del territorio de los Estados Unidos. La idea era provocar gigantescos incendios en los bosques estadounidenses para causar el pánico general entre la población...

Después del ataque japonés a Pearl Harbour, las incursiones americanas de bombardeos en Tokio y en otras ciudades de Japón iban a provocar una respuesta única del ejército japonés: bombardear el propio territorio de los Estados Unidos.

Corría el año 1.942, el año siguiente al ataque japonés contra Pearl Harbour, y un científico japonés, el doctor Fujiwara, propuso un plan de ataque a Estados Unidos tan sencillo como destructivo y mortífero: hacer viajar globos aerostáticos hasta el territorio de Estados Unidos, los cuales transportarían bombas incendiarias de fósforo, junto con cargas explosivas, dispuestas a sembrar el terror y la muerte indiscriminada entre la población norteamericana. Así nació el extraño "Proyecto Fu-Go" y con él la creación de una nueva unidad militar japonesa: El "Regimiento Especial de Globos", que disponía entre otros medios, de instalaciones de hidrógeno.

En realidad, el doctor Fujiwara aprovechó con fines bélicos un descubrimiento atmosférico que ya conocían los científicos japoneses. Fué durante la década de los treinta, cuando en el Observatorio Meteorológico de Takao, en la isla de Formosa, se descubrió que una corriente ascensional de aire unía a Japón con Norteamérica a través del Pacífico. A ese etéreo pasadizo se lo bautizó como "Jet stream" ("Corriente de chorro"). Este peculiar fenómeno atmosférico es perfectamente conocido y explicado hoy día por todos los meteorólogos, pero entonces, durante la segunda guera mundial, era algo totalmente desconocido por la sociedad norteamericana.

Los mortíferos artefactos voladores pesaban 70 kilogramos, y medían aproximadamente entre 10 y 20 metros de diámetro por 21 metros de altura. Primeramente se fabricaron con papel parafinado y después con latex y seda. La carga útil de a bordo consistía en 36 bolsas de arena para lastre; unos barómetros conectados a unos dispositivos de transmisión; 5 bombas incendiarias y 1 bomba de fragmentación, es decir, de alto poder explosivo con metralla, de 15 kilos. Las naves-bomba, llenas de gas hidrógeno, viajaban a una altura de unos 11.000 metros y a una velocidad de 200 y 300 kilómetros/hora, tardando el vuelo entre 80 y 120 horas.
Las bolsas de lastre se iban soltando una a una, cada vez que el globo descendía por debajo de los 10.000 metros, programado por un barómetro aneroide. Los ingenieros japoneses calcularon que para cuando las 36 bolsas hubieran sido soltadas, el globo se encontraría sobre los EEUU. A continuación entonces, el fusible se disparaba a 20 metros de altura sobre tierra, con un tiempo de retardo de 1 hora y 22 minutos.

Se calcula que en total se lanzaron unos 10.000 globos entre noviembre de 1.944 y abril de 1.945; otras fuentes hablan de 15.000 naves; en cualquier caso, la ofensiva de los Fugos fué masiva. Es casi imposible precisar los datos exactos, pero se cree que solamente unas 1.000 de estas naves-bomba alcanzaron el territorio de Estados Unidos. El primer "regalo con sorpresa" de la gran ofensiva de Noviembre de 1944, se envió el 3 de noviembre de 1.944, día de cumpleaños del Emperador Meiji.

Muchas de aquellas bombas volantes explotaban en el aire y en el mar. Las tremendas deflagraciones producían grandes bolas de fuego de color anaranjado. Otras no llegaron a funcionar debido a fallos en su mecanismo interior. Algunos globos japoneses alcanzaron distintos países aleatoriamente, como Alaska, Canadá, y México. En Estados Unidos, se sufrieron los bombardeos sobre todo en la parte oeste y centro de toda la Unión. En total, 16 Estados fueron bombardeados, entre ellos algunos tan lejanos de la costa del Pacífico como Texas, Iowa, y Michigan, en la región de los Grandes Lagos, cerca ya de Washington y Nueva York. Varios fuegos arrasaron bosques enteros como los que se produjeron en aquellas fechas en los estados de Oregon y California, pero la causa de esos incendios fué algo que nunca se pudo demostrar por completo.

En cuanto a las razones de por qué muchos de estos globos fracasaron, se apunta el uso de una solución débil de anticongelante que no pudo evitar que en ocasiones sus baterías se congelaran, junto al escenario poco propicio de las montañas nevadas y los bosques fríos y húmedos de Norteamérica, durante el invierno de 1.944.

El primer globo-bomba, tal vez uno de los primeros prototipos experimentales, anterior a la ofensiva de noviembre, que se descubrió en tierras de Estados Unidos fué cerca de Thermopolis, Wyoming, el 12 de Junio de 1.944, seis días después del desembarco de Normandía. Cuando las autoridades concluyeron que se trataba de una arma japonesa, impusieron la censura a los medios de comunicación, ya que si se aireaban aquellas noticias, conseguirían animar más a que el enemigo siguiera con la misma táctica.

El ejército del Aire de E.E.U.U. aumentó las patrullas aéreas de vigilancia con aviones P-51, para intentar avistar los globos y tirarles abajo antes de que alcanzaran la costa. Muchos de los "objetos visitantes" fueron derribados cuando viajaban por el mar, por aviones estadounidenses. Al mismo tiempo se apostaron "vigilantes" a lo largo de toda la costa oeste para informar de cualquier avistamiento sospechoso.

El secreto continuó incluso después de que un globo causara una calamidad cerca de los trabajos de ingeniería de Hanford en el estado de Washington, afectando a los lingotes de uranio para la bomba atómica que destruiría Nagasaki. Uno de los globos que descendían en el área de Hanford se enredó en las líneas eléctricas de la transmisión, y causó un cortocircuito temporal en la energía para las bombas que se refrescaban del reactor nuclear. Los dispositivos de seguridad de reserva restauraron energía casi inmediatamente, pero si el sistema de enfriamiento hubiera estado algunos minutos más, un reactor podría haber estallado, causando estragos inimaginables, comparables al desastre de Chernobyl.

Sin embargo, la censura militar no se pudo mantener demasiado tiempo, debido al acontecimiento trágico ocurrido el 5 de mayo de 1.945. Un globo-bomba explotó en la tranquila y alejada zona de Bly, en el Estado de Oregón, matando a una mujer y 5 niños durante una comida campestre de iglesia. La mujer se llamaba Elsie Mitchell, de 26 años de edad, era la esposa del predicador de la iglesia y estaba embarazada. El grupo había organizado una excursión a las Montañas Gearhart. La niña Joan Patzke fué quien advirtió la figura del objeto intruso. Aquel extraño artilugio había descendido suavemente a tierra. Cuando uno de los muchachos, se aproximó al misterioso ingenio y tocó una de las bombas, se produjo una violenta explosión. Sus nombres eran: Edward Engen, de 13 años de edad; Jay Gifford, 13; Dick Patzke, 14; Joan Patzke, 13; y Sherman Shoemaker, de 11 años. El reverendo Archie Mitchell, el único superviviente de la tragedia, escapó milagrosamente, al encontrarse a una cierta distancia del grupo.
La arena que viajaba en los bolsos del lastre del globo fue llevada a que los científicos la analizaran. Por el estudio microscópico de los granos, se pudo saber que aquella arena, dadas sus características, había venido desde Japón.

Estas muertes eran las únicas fatalidades sabidas por el público, dentro del continente de los E.E.U.U., provocadas por ataques enemigos durante la Segunda Guerra Mundial. Al principio se divulgó oficialmente que las muertes fueron debidas a una explosión de un "objeto desconocido", pero después de mucha discusión, y viendo que esa versión indefinida provocaba aún mayor alarma y desconcierto, finalmente se decidió que el público fuera informado acerca de la existencia de los "globos-bomba". Se pensó que era mejor decir la verdad a los ciudadanos, aunque los japoneses pudiesen sacar cierta ventaja militar.

Precisamente uno de los secretos mejor guardados de la Guerra fué el "Proyecto FireFly", ("Operación Luciérnaga") protagonizado por la Unidad 555, y destinado a proteger el Estado de Oregon y a toda la costa oeste de los Estados Unidos de la ofensiva de los globos-bomba japoneses, sobre todo después de la tragedia de Oregón. Igualmente, esta unidad militar, operaba y mantenía todas sus actividades en secreto, de forma que ninguna información al respecto pudiera llegar nunca a manos japonesas. También conocidos como "Triple Nickless" o "Smoke Jumpers", los miembros del 555 Batallón de Infantería de Paracaidistas, hombres todos de color, iban provistos de materiales contraincendios.

De todas formas, el período de censura que tuvo lugar a propósito de los globos, dió sus frutos, puesto que más tarde se pudo saber que el alto mando japonés había puesto fín al "Proyecto Fu-Go", desanimados ante la falta de noticias al respecto en la prensa norteamericana. El Estado Mayor japonés, en Tokio, consideró como ineficaz el plan, puesto que habían oído hablar muy poco sobre globos que hubiesen alcanzado el territorio de los Estados Unidos.

Sin embargo, si tenemos en cuenta que cada mes se declaraban cientos de incendios en los bosques de Estados Unidos, en realidad el "Proyecto Fu-Go" tuvo más éxito que el que los mandos japoneses nunca llegaron a imaginar.

En 1950, el general W.H. Wilbur, declaró: "Podemos considerarnos afortunados... Si el asalto de los globos hubiera continuado durante el seco verano de 1.945, y si se hubieran equipado con centenares de pequeñas bombas incendiarias, habríamos sufrido grandes estragos".
Fugos y Ovnis

Es necesario hablar del parecido que estas naves volantes tuvieron con los conocidos ovnis "objetos volantes no identificados", porque de hecho, algunos de aquellos globos, captados en fotografías o presenciados por testigos, serían después confundidos con ovnis. Las windships japonesas de 1944 y 1945 parecían una variante, más macabra, eso sí, de las conocidas airships, extrañas naves con forma de globo o dirigible supuestamente avistadas también en Estados Unidos durante el siglo XIX.

Texto Foto: En los dos últimos años de la 2ª Guerra Mundial, pudo resultar fácil confundir a los "globos-bombas" japoneses con ovnis. En esta secuencia de imágenes, las dos primeras fotos corresponden a fugos; las dos fotos de abajo corresponden, supuestamente, a ovnis.

Curiosamente, la versión oficial norteamericana responsabiliza a un globo (se habló de un globo sonda) como el causante del denominado Caso Roswell. Pero hay un dato elemental que no cuadra con la hipótesis de que un globo japonés "fugo" pudiera haber sido el protagonista del incidente de Nuevo Méjico: ¿cómo explicar entonces que el Caso Roswell tuviera lugar el 3 de julio de 1.947, si el último fugo fué lanzado por los japoneses en el mes de mayo de 1.945?.. ¿Tanto tiempo había tardado el último fugo japonés en llegar a América?...

Con todo, ahí no acabó la cosa del bombardeo intercontinental japonés hacia Estados Unidos, porque otro plan paralelo al de los Fugos se puso también en marcha desde 1.942, el mismo año en el que el doctor Fujiwara diseñara el "Proyecto Fu-Go", y que además se cebaría también, una vez más, con el Estado estadounidense de Oregón, con el que los japoneses parecían haberla tomado.

Submarinos japoneses atacaron el territorio de Estados Unidos
El 23 de febrero de 1942, el continente americano fue bombardeado por primera vez, aunque sin muertes, por un submarino japonés cerca de la costa de Ellwood, en California.

En el verano de 1942, el Alto Mando japonés desarrolló un plan para atacar los densos bosques del noroeste norteamericano. Los japoneses esperaban que los grandes fuegos de los bosques desviaran la atención de los americanos y protegieran la costa oeste de E.E.U.U. , colocando a su marina de guerra de nuevo cerca del continente americano y por lo tanto, retirándola del Oceáno Pacífico. El submarino I-25 fue el encargado de llevar a cabo esta operación suicida.

El 21 de junio, el submarino I-25 bombardeó con su cañón de cubierta, hasta 17 veces, el emplazamiento de Fort Stevens, en la costa norte de Oregón, cerca de Astoria.

El 9 de septiembre 1942, el mismo submarino imperial japonés, el I-25, emergió al oeste del Cabo Blanco y lanzó un pequeño hidroavión, diseñado especialmente para aquella operación, y pilotado por el oficial jefe de vuelo, Nobuo Fujita. Fujita voló sobre el sureste de la costa de Oregon, descargando bombas incendiarias en Mount Emily, al este de Brookings. Después, el I-25 se sumergió debido a ataques de aviones estadounidenses, forzando al submarino a buscar un refugio bajo el Puerto de Orford. Los ataques americanos fracasaron, y el submarino nipón siguió acechando las costas de América.

No contento con aquella incursión, el capitán del submarino I-25, montó una segunda tentativa de provocar un gran incendio en los bosques de Oregon. Después de la medianoche del martes, 29 de septiembre de 1.942, el submarino emergió de repente, a unas 50 millas al oeste de Cabo Blanco. Y momentos después, el hidroavión que pilotaba Fujita volvió a despegar. Aunque la costa entera del oeste de Oregon no ofrecía ninguna visibilidad, el faro del Cabo Blanco todavía se conservaba operativo. Usando la luz del faro como referencia para la navegación, Fujita voló al este sobre la costa durante 90 minutos y descargó sus bombas incendiarias. Los expedientes japoneses de la Marina Imperial indican que Fujita observó las llamas en tierra después de este ataque.

En realidad, la misión del submarino japonés I-25 era complementaria del plan de los globos-bomba. La ventaja que tenía el submarino sobre los globos era que un piloto experimentado de hidroavión se aseguraba de ver caer las bombas incendiarias sobre los bosques de Estados Unidos, mientras que muchos de aquellos globos se perdían por diversas causas y no llegaban nunca hasta América. Pero por otro lado, el plan de los globos tenía sus buenas ventajas, porque no arriesgaban la vida de militares japoneses ni sus aviones o submarinos. Además, se podían enviar miles de globos-bomba, no tripulados, sin riesgo alguno.

Regresando ya a aguas japonesas, el I-25 asestó de paso varios golpes certeros y hundió con sus torpedos varios buques, como el SS Larry Doheny, el SS Camden, y el submarino soviético L-16.