martes, noviembre 18, 2008

Notas de una Charla de Carlos CASTANEDA


Estableciendo el camino del guerrero: Un nagual es una persona con una doble configuración energética. Hubo 27 naguales en la línea de Don Juan.

Él lo llamaba brujería, yo pienso que podría llamarse de alguna otra forma: ¿nagualismo quizá?

Don Juan enseñaba una forma de romper el condicionamiento psicológico de la clasificación cognitiva, que nos mantiene aislados de nuestro origen. El mundo, tal como lo percibimos fue formado a priori, fue dado a nosotros.

La cosa más importante que Don Juan decía es que toda nuestra energía está comprometida en defender nuestro yo, todo nuestro esfuerzo se va en esto.

Estamos involucrados en defender nuestro concepto de yo-mismo desde hace tanto tiempo que ya no recordamos que un día empezamos a actuar así.

Es hora de que empecemos a averiguar por nosotros mismos. Empiecen a recapitular sus vidas, cualquier acción, cualquier evento, pera encontrar la "bisagra" que representa nuestra vida; nuestra bisagra es la forma en que nos relacionamos con la gente.

Cuando empecé a recapitular encontré que me relacionaba con el mundo como un bebé. Mi vida por entero no era otra cosa que una repetición incesante de este hecho. Don Juan me hizo recapitular mi vida y vi como la había desperdiciado defendiendo esa postura; fue un darse cuenta horrible, ya que todo lo que yo quería era encontrar a alguien que escuchara mi triste historia y me compadeciera.

Estas ideas de la importancia personal nos ciegan tanto que no podemos ver nada más; pero es posible sacar esas ideas de nosotros mismos.

Otra manera de permanecer ciegos, es pensar que la plenitud llegará cuando encontremos un compañero/a; podemos estar incluso casados y todavía seguiremos buscando algo que colme nuestras necesidades: "ella es sólo mi esposa".

Nosotros, los seres humanos, no queremos dar. Somos increíblemente egoístas, sólo queremos recibir. Los guerreros, videntes, naguales, aman sin preguntar, en este mundo o más allá, a cambio de nada. Nosotros no percibimos la importancia personal que gobierna nuestra existencia, si lo hiciéramos no trataríamos a nuestros cuerpos como lo hacemos. La idea del yo no es nuestra, es hora que nos deshagamos de ella. Don Juan nos dio una serie de premisas para que empecemos a ver qué nos ha ocurrido, que nos han hecho, no como una comparación, pero si como una investigación.

Una vez trabajé para un psiquiatra como asistente de investigación transcribiendo historiales de cintas. Él tenía unas tres mil. Cuando las escuché descubrí que todas eran yo, sus historias eran mis historias. Don Juan solía preguntarme cuál era mi peculiaridad para sentirme único. No había nada único en mi, había tres mil personas diferentes en esas cintas y todas ellas eran yo. La comprensión fue brutal para mi.

No hay nada único, pero sí hay algo mágico en nosotros, todos vamos a morir. Esto nos está destruyendo, ¿por qué adherirnos a este absurdo orden social que sólo nos guía a la destrucción? Afecto, amor, son una necesidad.

Si examinamos el orden social a través de nosotros mismos, veremos que no nos conduce a ningún lugar; observen el orden social no como una comparación pero sí como un examen.

Una comprensión total y veremos que el orden social no tiene significado ni finalidad. ¿Tiene realmente valor el dinero u otras cosas? ¿O es el imperativo biológico?

Recapitular es el camino para atacar a la importancia personal. Necesitamos la energía que nos provee un examen sin grietas, de nuestra liberada "mierda de caballo", nuestra importancia personal.

¿Drogas recreativas, éxtasis de San Pedro?, (planta alucinógena), esto no tiene ningún significado, el dopaje nos hace incapaces de soportar la presión. Don Juan usó plantas para curar y entrenar mi atención porque yo no tenia una pizca de ella.

En lugar de usar drogas para encontrar lo mágico de la vida, hay algo mejor: autodisciplina; es la única salida del orden social. Con autodisciplina podemos hacer maravillas.

El guerrero que es consciente de su muerte, es consciente de la trampa del orden social, y de la trampa de la importancia personal y la razón, y sólo quiere la libertad. La libertad es un salto a lo inconcebible.

La autodisciplina no es un concepto del catolicismo, es un fluido y libre gozo que viene de veinticinco horas de conciencia al día.

Estos son los modelos básicos de responsabilidad para un guerrero: no hacer preguntas estúpidas, no decir que no entiende o no preguntar por qué, no hay explicación racional. Si quieren conocer, tienen que probarlo, experimentarlo.



1.- Acepten la responsabilidad de que van a morir, y que la muerte no es negociable: todo lo que vive muere. Grábense esta idea y asuman la responsabilidad de que van a morir. Decirlo en voz alta es la fuerza primordial que obedece nuestro llamado y que nunca usamos. Díganlo en voz alta: "¡¡Quiero la responsabilidad de que voy a morir!!" Esto debe ser dicho en voz alta, no puede ser pensado; el poder no es un lector mental.

Conforme progresen habrá un ajuste. Hagan que sus palabras sean finales. Un guerrero tiene la consistencia de cumplir su palabra. Comprométanse a hacer algo por una vez en sus vidas aunque eso suponga su muerte. Un guerrero muere por su palabra.

Decir algo en voz alta es misterioso y mágico, pero muy sutil; el grito alto y claro de nuestro intento es el secreto de los secretos. Háganlo.

Busquen en sitios desconocidos, no lo hagan débilmente. Asuman la responsabilidad de permanecer frente a lo ilimitado. El intento no responde a súplicas, si le suplican, los meará encima.

No importa, sólo con la primera premisa pueden tener una experiencia estupenda. Nunca hemos sido capaces de explicar con palabras solamente. Debemos demandar el término índice. Nosotros cargamos el mundo con nosotros; la respuesta debe ser construida y debemos aceptarla. Un guerrero debe parar justo aquí.



2.- La cosa más importante para un guerrero es expresar la responsabilidad de percibir. No tenemos objetivos, nada que esperar salvo la senilidad.

Todo es posible, somos verdaderos magos. Vayan al nivel más bajo y formulen el mundo que hay ahí. En lo más bajo está la muerte.

Soy un ser humano, por lo tanto soy sublime. Expresen el intento de ser algo más para curarse a ustedes mismos.

Cuando yo estaba enfermo simplemente salté. Hice lo que Don Juan me dijo, la enfermedad es simplemente una indulgencia, y yo amaba mi sufrimiento.

Cambiamos de canal expresando nuestro intento, entonces viene el manto de confianza.

La timidez y la rigidez son nuestros enemigos, no es razonable creer que las alas son el único camino para volar; hay otras opciones, búsquenlas , pregúntenle al ser que va a morir, pregúntenle al espejo, algo sucederá.



3.- La tercera premisa para un guerrero es el endeudamiento, ¿por qué ahora estoy endeudado con esto? Tienen que ser responsables de lo que se les ha dado, deben adquirir un nuevo equipo.

Al adquirir una nueva enseñanza somos responsables de eso, estamos endeudados para el resto de nuestras vidas, sólo algo fuera de nosotros puede cancelarlo. Somos responsables de ver qué nos sustenta, en pago nos volvemos libres; si lo rechazamos nos veremos enredados en esto.

Un ser que se va a morir asume las responsabilidades, sin esas responsabilidades, sólo somos egomaníacos.

En la próxima charla les hablaré sobre el ensueño, después acerca del acecho y finalmente del hombre etéreo. No quiero dejar nada atrás. Lo digo como testigo, he estado allí. He visto cosas increíbles. Son como lágrimas en la lluvia.

Los gurús necesitan tener un trabajo.

No razonar.