lunes, diciembre 01, 2008

Entrevista a Javier SIERRA


Javier Sierra nació en Teruel en Agosto de 1.971 -es Leo con ascendente en Géminis-.
Ya desde muy niño mostró inclinaciones hacia la comunicación, introduciéndose en el mundo de la radio a los doce años y comenzando a publicar sus primeros reportajes con apenas dieciséis. Más tarde, se trasladó a Madrid donde estudió Ciencias de la Información en la Universidad Complutense y estableció los contactos necesarios que después le permitirían desarrollar su profesión de informador, viajero e investigador.
Hasta la fecha lleva recorridos casi una veintena de países y ha dado el equivalente de veinte vueltas al mundo "en busca de mis desafíos", como gusta llamar a los misterios a los que se enfrenta.
Fruto de esa intensa actividad, en 1.990 fue --junto con Enrique de Vicente, José León Cano y Ángel García-- fundador de la revista Año Cero. Entre 1.996 y 1.998 ocupó el cargo de subdirector de la revista Más Allá, para ser nombrado director en septiembre de ese último año, justo el día en que La dama azul, su primera novela (Martínez Roca, 1.998) se presentó en Madrid. Es, por tanto, uno de los directores de una revista de gran difusión más jóvenes de Europa, pese a que, insiste, lo suyo es viajar, estudiar y escribir.
Ha publicado ya cuatro ensayos --Roswell: Secreto de Estado (Edaf, 1.995); ¿Qué se oculta tras los Expedientes-X?, con E. de Vicente (Aguilar, 1.996); Los guías del cosmos (Aguilar, 1.996), y la España extraña, con J. Callejo (Edaf, 1.997)-- y dos novelas: La dama azul (Martínez Roca, 1.998) y Las puertas templarias (Martínez Roca, 2.000). Ha colaborado asiduamente en programas de radio y televisión relacionados con los enigmas de este y otros mundos, siendo en la actualidad asesor del espacio Crónicas Marcianas que dirije Javier Sardá en Telecinco. En estos momentos reside a las afueras de Madrid, junto a un mágico bosque de encinas, y tiene otros siete libros en preparación.

¿Quién es Javier Sierra?
Por encima de todo, un curioso. Un ser humano que, desde muy niño, disfrutó buscando respuestas por sí mismo y al que la Providencia -sea ésta lo que sea- terminó empujando a la arena de la divulgación. Cargo a mis espaldas seis libros (el séptimo está ya en camino y tiene que ver mucho con Egipto), cuadernos de viajes por una veintena de países, decenas de reportajes y la dirección de la revista Más Allá desde hace un par de años.
¿Por qué llama tanto la atención del público en general una cultura milenaria como la de Egipto?
Porque está emparentada íntimamente con nosotros. No hay más que visitar el Museo Egipcio de Turín para darse cuenta de que los antiguos egipcios vestían, se perfumaban o comían casi de la misma manera que nosotros. Bebían cerveza, sus mujeres fueron las primeras en maquillarse por pura estética y su vida social presentaba tremendos paralelismos con la nuestra.
¿Crees que sería necesario revisar toda la historia de la humanidad, o por el contrario eres de la opinión que poco o muy poco de lo que aparece en los libros de textos se aparta de la realidad?
Lo que verdaderamente hará revisar los libros de historia respecto a Egipto es la cuestión de su origen. Cuando los egiptólogos acepten las pruebas presentadas por la geología y la arqueoastronomía acerca de la edad de la Esfinge y la función de las pirámides, habrá que plantearse que el origen de Egipto reside en una época "mítica" que arrancó hacia el undécimo milenio antes de Cristo.
Soy de la opinión -gracias a los análisis de la erosión de la Esfinge conducidos en 1.991 por el profesor Robert Schoch de la Universidad de Boston- que ese león de piedra fue tallado hace entre 7.000 y 12.000 años, mucho tiempo antes del nacimiento de Egipto. Que fue esculpido allí para marcar los equinoccios y el este geográfico, al igual que tiempo después se levantarían las pirámides para marcar la situación de Orión en el Sur geográfico. Se trata de verdaderos puntos geodésicos de gran antigüedad.
¿Qué crédito concedes tú a la mitología y a las leyendas de las antiguas culturas, a la hora de investigar nuestro pasado?. ¿Son sólo folklore?
Se trata de una valiosísima herramienta para un investigador. Por ejemplo, mientras que para los egiptólogos modernos la historia de Egipto arranca con el reinado del rey Menes (el faraón Escorpión), para los propios egipcios esa historia arranca mucho antes: durante el reinado de los dioses -los neteru- y más tarde con el de sus descendientes, los Compañeros de Horus, que rigieron el país durante once mil años... Su presencia explicaría algunas singularidades egipcias como su avanzado desarrollo en los primeros estadios de su cultura... Pero los egiptólogos desdeñan ese dato como "mito".
Después de numerosos viajes por todo el mundo, ¿qué es lo que siente un hombre como tú cuando contemplas la Gran Pirámide?. ¿Se ha exagerado su grandiosidad?.
No existe -en tierra firme, al menos- ninguna construcción humana en la Tierra tan impresionante como la Gran Pirámide. Cuando uno piensa que mientras se edificaba ese prodigio de ingeniería, nuestros antepasados ibéricos se refugiaban aún en cavernas y pintaban gacelas sobre sus paredes... no puedes evitar que un escalofrío te recorra las entrañas.
Diferentes investigadores ponen en duda la construcción de las Pirámides de Gizeh por parte de los gobernantes de la IV Dinastía. ¿Cuál es tu opinión al respecto, y qué otros lugares de Egipto señalarías como claros ejemplos de circunstancias anómalas en la historia de Egipto?
Tampoco yo estoy seguro sobre la datación oficial de las pirámides en tiempos de la IV Dinastía. Las obras de ese periodo son anacrónicas respecto a las pirámides erigidas antes y después. El salto entre la pirámide de Zóser, de la III Dinastía, a la Gran Pirámide es el equivalente a pasar del coche de caballos al último modelo de BMW con ordenador a bordo. Y la involución posterior a las pirámides de la V Dinastía -casi todas desfiguradas o hundidas en el desierto- convierte esa datación en un verdadero desafío al sentido común.
Algo parecido sucede con el Templo de la Esfinge. ¿Por qué construyeron un recinto sólo con bloques de 200 toneladas, y abandonaron después esta técnica de construcción?.
Lo dicho: no tiene sentido... A no ser -como sugiere John Anthony West- que esas construcciones fueran un legado de un remoto y espléndido pasado.
¿Existen indicios que nos hagan sospechar de la utilización de sofisticada tecnología por parte de los antiguos egipcios, o más bien son producto de la imaginación calenturienta de diferentes investigadores?
Indicios hay. La misma orientación de la Gran Pirámide precisa de instrumentos ópticos de precisión para lograr tal exactitud. Fíjate sólo en un detalle: observa un muro cualquiera de ladrillos, o los azulejos de tu cuarto de baño. Verás, si los miras atentamente, que presentan una desviación. Se trata de piezas de poco peso, que se manejan con una mano. En la pirámide esa desviación es imperceptible en los bloques de revestimiento, sin ir más lejos. Eso demuestra que pusieron un cuidado extremo, casi sobrehumano, para ejecutar su obra. Por no entrar en cuestiones como la energía eléctrica, la astronomía... De todo eso me ocuparé en un libro que aparecerá en noviembre.
¿Cuál crees que es la razón para que la egiptología oficial mantenga cómo un "tabú", la existencia de una metrología aplicada por los antiguos egipcios en construcciones como la Gran Pirámide, o la increíble destreza a la hora de trepanar y cortar la piedra, y que un egiptólogo de la talla de Petrie denunciase en su momento en obras como "Egiptian Metrology" y "Pirámides y Templos de Gizeh", donde incluía el "Informe Baker"?
No es que sea "tabú". Un egiptólogo bien informado conoce esos datos. Lo que ocurre es que se trata de datos incómodos, que se arrinconan para no tener que replantearse su visión reduccionista de Egipto. Además, debe considerarse que esa destreza en el trabajo de la piedra es extraordinaria sobre todo durante el periodo de las grandes pirámides, y se perderá después.
¿Por qué desde el año 1.993 permanece sin traspasarse la supuesta puerta que descubrió el ingeniero alemán Rudolf Gantenbrink, en el canal sur de la Cámara de la Reina?
Ese es un misterio político. Creo que a los egipcios no les gusta que los grandes descubrimientos los hagan extranjeros -eso por un lado-, aunque creo también que en ese asunto tiene mucho que ver el miedo escénico a enfrentarse a un descubrimiento arqueológico ¡en la Gran Pirámide! ¿Y si lo que se descubre tras la "puerta de Gantenbrink" contradice lo que se cree de ese monumento?
Dos buenas razones, ¿no?
Pongámonos ahora "conspiranoicos". ¿Crees que hay alguna mano oculta a la que no le interesa descubrir nuevas cámaras y otros hallazgos, como los de Gantenbrink o los realizados por los técnicos de la Universidad japonesa de Waseda?
¿Mano oculta? Recomiendo que leas el libro "Secret Chamber" de Robert Bauval -el ideólogo de la "teoría de la Correlación de Orión- que Nacho Arés está traduciendo en estas fechas y que antes de navidad se publicará en español. Ahí descubrirás que casi todas las grandes empresas de investigación relacionadas con la Gran Pirámide fueron financiadas por Rosacruces y seguidores de Edgar Cayce. Ellos buscaban confirmar sus tesis "espiritualistas" y cuando rozaron un hallazgo... se les detuvo.
Después de haber escuchado diferentes teorías sobre quién construyo la Gran Pirámide, ¿podrías decirnos con cual te quedas?
Creo que fue construida por antiguos Egipcios, siguiendo una tradición milenaria y preegipcia, con una "tecnología" -entrecomillo la palabra, pues no es rigurosamente exacta aquí- que heredaron.
¿Cómo explicarías la existencia en diferentes partes del mundo de construcciones piramidales, cuál crees que es el nexo de unión?
Pertenecen a esa tradición milenaria a la que me refiero, cuyas obras se dejaron sentir siglos después de acabarse la última pirámide en Egipto y que se perpetuó hasta en la época de construcción de las catedrales. Investigué a fondo este asunto para mi último libro "Las puertas templarias", y novelé los resultados... porque son ciertamente increíbles.
Gran parte del tesoro cultural del antiguo Egipto permanece repartido entre numerosos museos del mundo entero. ¿Serías partidario de devolver al gobierno egipcio todo este patrimonio, o por el contrario piensas que está mejor conservado en sus actuales ubicaciones?
El legado de Egipto es Universal, por lo tanto creo que es bueno que puedas acceder a los tesoros de este pueblo en todo el planeta. La historia es como es. Otra cosa es que a Egipto le faltan recursos para preservar su patrimonio y seguir investigando. ¿Por qué el primer mundo no se conciencia de ese tesoro y aporta dinero a ese fin? ¿No le debemos todos buena parte de nuestra esencia como civilización a ese pueblo? ¡Pues hagámoslo!
Hablemos de sueños. Imagina que eres nombrado el sustituto de Zahi Hawass, y que tienes todo el respaldo necesario del gobierno egipcio para llevar adelante el proyecto que quieras. ¿Qué es lo primero que harías?
¡Abrir la "puerta de Gantenbrink"!