jueves, diciembre 04, 2008

San ISIDRO LABRADOR: Benefactor de los Campos, las Cosechas y los Frutos


15 DE MAYO


Paradójicamente, el patrón de Madrid no es un ciudadano, sino un campesino, este santo labriego de vida muy nebulosa (que conocemos gracias a un texto del siglo Xlll de Juan Diácono) que inspiró a Lope de Vega una infinidad de versos con más inspiración y fervor que sustancia histórica.

Debió de nacer en Madrid, en torno al año 1080, quizás en la parroquia de San Andrés, era jornalero en los alrededores de aquella diminuta población del siglo Xll, tal vez en Torrelaguna contrajo matrimonio con una joven llamada María Toribia (santa María de la Cabeza según la tradición), tuvo por hijo a san Illán y se cree que estuvo al servicio de un tal Juan de Vargas.

Ya desde niño hubo de aplicarse a las labores del campo, toda vez que su familia, si bien rica en dones de piedad y virtudes cristianas, se veía sumamente apurada de los bienes de fortuna. Afirma de él Gregorio XV que «nunca salió para su trabajo - sin antes oír, muy de madrugada, la santa Misa». Este espíritu de piedad y unión con Dios no le abandonaba en su trabajo - si bien en modo alguno le servía como freno, antes, al contrario, el trabajo era al mismo tiempo plegaria, fue motivo aparente para que sus compañeros de faena, envidiosos le acusaran de descuido ante su señor, cuya confianza se había granjeado la entrega de Isidro. Soportó reiteradamente semejantes humillaciones correspondiendo siempre a ellas con el perdón y regando en verdad cada vez más "la tierra con el sudor de su frente". Dios premió tal humildad y constancia con no pocos milagros que han llevado a aureolar a San Isidro con un nimbo de taumaturgia. Pero acaso su mayor gloria, junto con esa piedad a la que hemos aludido más arriba, radicara en la fidelidad a sus amos, su consagración desinteresada al trabajo y una insondable caridad para con los más pobres que él, con los que a diario compartía su mesa.

Próximo a expirar, tras recibir al Señor en Viático, era el año 1170. exhortó a los suyos al amor de Dios y del prójimo, antes de rendir cumplida cuenta de los talentos que el dueño de la granja del mundo le había confiado.


Su cuerpo incorrupto se conserva en la iglesia de San Andrés.

Junto a la ermita del Manzanares está la fuente milagrosa. La devoción popular ha colocado estos versos ingenuos: "Pues San Isidro asegura que si con fe la bebieres y calentura tuvieres volverás sin calentura".

El 12 de mayo de 1622 fue un gran día para España. Gregorio XV canonizaban con San Isidro, a tres españoles más: Ignacio de Loyola, Francisco Javier y Teresa de Jesús.
Es patrono de todos los hombres del campo españoles
Oración a San Isidro: (se le puede pedir que dé más fruto nuestros esfuerzos en el trabajo)

Oh San Isidro que mi sudor sea ofrenda para ti, que mis esfuerzos sean recompensados con toda justicia, que mi hogar, (o negocio, o forma licita de ganarse la vida) se llene de tu protección para recibir de ti la luz, buscaré en tu caridad cristiana la llama que me haga sentir útil a Dios y a mi familia, Seguro estoy que seré escuchado por tí. Amén