jueves, julio 02, 2015

Cómo tener "Paz Interior" y ser Feliz superando 6 estereotipos emocionales??

Daniel

Existen muchas creencias erróneas o estereotipos acerca de las emociones, un ejemplo: “los hombres no lloran. Si lloras te considerarán débil y vulnerable”.
Estas creencias o mitos transmiten mensajes sutiles pero potentes acerca de cómo debemos expresar nuestras propias emociones y sentimientos. Estos estereotipos pueden instalarse en el inconsciente y afectar el bienestar emocional de la persona.

Te voy a dejar con 6 estereotipos o creencias erróneas que pueden afectar tu vida emocional para que veas que no tienen fundamento y puedas volver a construir tu paz interior y ser feliz expresando libremente tus sentimientos:

1) Creencia errónea: “Hay una forma correcta de sentir en cada situación.”
Mal. No hay una manera correcta o incorrecta de sentir. ¿Tenemos que sentir alegría cuando vemos a un payaso, asco por una rata, asombro por un espectáculo de magia,…? Pues no… si no sientes la emoción que “deberías” tener frente a una circunstancia no te sientas un bicho raro por ello.
Todos procedemos de diferentes orígenes y tenemos experiencias muy diferentes que nos llevan a percibir las cosas con una visión única. Dos personas pueden experimentar el mismo acontecimiento y dar lugar a reacciones muy diferentes.
No te preocupes si consideras que tus respuestas emocionales no concuerdan con las que deberías tener en una determinada situación. Mejor preocúpate si las emociones que expresas no concuerdan con lo que verdaderamente sientes.

2) Creencia errónea: “Dejar que los demás sepan lo que siento es una debilidad.”
Es probable que algunos de vosotros provenga de un ambiente familiar que no expresa abiertamente sus emociones. Gritar no era tolerado y el llanto era una actividad clandestina. Debido a esto puede que hayas aprendido que la expresión de emociones en público no es apropiada y demuestra debilidad.
Todos podemos ponernos esta armadura emocional a veces pero es contraproducente cuando nos relacionamos con personas que nos importan. Si hemos llegado a creer que la expresión emocional es una debilidad, nuestros amigos o familiares tendrán problemas para contactar con nuestro verdadero yo.

3) Creencia errónea: “Los sentimientos negativos son malos.”
Todos, incluso el Dalai Lama o el Papa, experimentamos gran variedad de emociones humanas. ¿Te has sentido culpable alguna vez por tus sentimientos? No seas tan crítico contigo mismo cuando te sientas enojado, triste o celoso.
Emociones como la ira y la tristeza están allí para luchar por nuestra supervivencia. Por ejemplo, la tristeza nos ayuda a obtener el apoyo social.Sin embargo, el problema aparece cuando el dolor y la tristeza lleva a la depresión.
Las emociones están allí para ayudarnos a navegar por la vida, siempre y cuando no dejes que te incapaciten.

4) Creencia errónea: “Las personas emocionales suelen perder el control.”
Me imagino que hay ocasiones en las que has perdido los estribos. A mi me ha sucedido.
Sin embargo, esto no significa que las personas muy emocionales estén abocadas necesariamente a perder el control de sus vidas de manera habitual. La razón puede regular las emociones y las personas emocionales pueden aprender a ser más racionales en el control de sus emociones.

5) Creencia errónea: “Las emociones pueden irrumpir en nuestra mente sin ninguna razón.”
Las emociones siempre tienen un desencadenante. Cuando no prestamos atención a nuestras emociones no nos damos cuenta de dichos desencadenantes.
Sin embargo, cuando aprendemos a ser conscientes de cada emoción podemos ver sus desencadenantes, los cambios corporales que producen y lo que estamos pensando en esos momentos. Así es como desarrollamos la inteligencia emocional y empezamos a dominar nuestros sentimientos en vez de que ellos nos dominen a nosotros.

6) Creencia errónea: “Las emociones dolorosas deben ser ignoradas y reprimidas.”
Si reprimimos o ignoramos nuestras emociones, especialmente las dolorosas, podemos llegar a al punto de ebullición máximo y explotar. Lo adecuado es aceptarlas y buscar una solución o un aprendizaje.