La leyenda negra de los masones volvió a ocupar titulares de prensa recientemente en Reino Unido.
El diario The Guardian informó a principios de este mes de febrero de la existencia de dos logias (las asociaciones en la que se agrupan los masones) que operan en secreto en el Parlamento de Westminster y que están integradas por políticos y periodistas.
Además, el hasta ahora presidente de la principal asociación sindical de las policías de Inglaterra y Gales denunció que los círculos masones dentro del cuerpo están bloqueando reformas que ayudarían a corregir las desigualdades que todavía sufren en las mujeres, los negros y otras minorías.
Estas noticias reabrieron el viejo debate sobre la supuesta influencia entre las élites dirigentes de la masonería, de la que en su día llegó a formar parte el ex primer ministro británico Winston Churchill.
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Y si bien originariamente se constituyó como una sociedad secreta, ahora opta por defenderse públicamente de las acusaciones.
La Gran Logia Unida de Inglaterra publicó anuncios a página completa en varios periódicos británicos pidiendo el fin de la "discriminación" que sufren sus miembros, quienes se quejan de la representación "tergiversada" que se ofrece de ellos.
David Staples, líder de los masones de Inglaterra y Gales, negó las informaciones de The Guardian y dijo que ninguno de sus miembros era parlamentario o periodista político.
"No somos una sociedad secreta", le dijo a la BBC, a la vez que calificó de "ridícula" la noticia sobre el supuesto bloqueo a reformas por parte de masones dentro de la policía.
Ceremonias secretas...