Defender es SER, no atacar.
Si te atacan, DEFIÉNDETE SIENDO lo que llevas dentro.
“Cuando te ataquen, sonríe y sigue trabajando”, me decía Madre Teresa de Calcuta.
Desde que la cultura patriarcal insertó la normalidad -no natural- del ataque como herramienta de defensa, de poder, de estar mejor, de ser inocente, de tener razón. La visión guerrerista de un mundo bárbaro, legitimó el que se repita la creencia generalizada acerca de que “en la guerra, la mejor defensa es el ataque”, argumento de un general norteamericano de apellido Fosh, copiado y usado para violar la vida desde el instante en que se acepta como necesidad exterminar para tener seguridad, matar para sobrevivir, saquear para prevalecer, exterminar para competir, ocupar para ganar, enajenar para mandar, esclavizar para organizar, desechar para ascender, culpar para ser inocente. Dogmatismos erigidos sobre el no ejercicio ni lealtad a lo que se dice defender, sin siquiera Ser.
Defender sin atacar, es ABORDAR la lógica patriarcal que sitia el cerebro humano con la impronta de la “neurona única”, bloqueo que paraliza la vida en un triunfalista atacar que simule defender, en un cerrazónico sí o no, en un inexplicable en contra o a favor, en un manipulable conmigo o contra mi. PARA RECUPERARLA al Magnificante reUnir y reSurgir incesante de Magia Indi-In-visible (interiormente-visible) sin juicio que la clasifique; sustancia devenida del Sentido que aupa la VIDA nutrida de coProcesos convenientes a la Mente del UNO que la contiene e integra. Lógica holística sapiente de que toda Presencia trae la trascendencia de un para qué, energía cuántica en pro de la reevolución de toda forma de vida.
Defender sin atacar, es impulsar el desarrollo individual por ende colectivo al cumplir (se) destinos, metas, objetivos y sueños de un aquí y ahora sin violar principios, almácigo divino significado en no dañar a nadie, ni dañarse por nadie.
Defender sin atacar, es DISCERNIR desde el Espíritu sin juicio, culpa ni miedo en la manifestación de toda forma de ataque, una expresión de vacío existencial, un pedido de amor, una exclamación de carencias vitales, una muestra del estado de separación de la criatura de su Creador; ansiedades, todas, a ser rehabilitadas desde el Espíritu Sanador de sí mism@s. En vez de un motivo de ofensa y castigo, como el sistema fabricado por el ego impulsa se ejecute desde un bando u otro (revolución sin rebelión); arenga usada por la barbarie inquisitorial para lograr enmendar lo que solo la toma y aplicación de consciencia (reevolución interior) del UNO consigue.
Defender sin atacar, es la mirada reevolutiva de una vida que reConoce en el amor omniversal la metodología, herramienta, escudo y espada que sin herir, atacar ni asesinar consigue Ser expresión de Justicia Divina, principio remedado por una justicia humana que justifica dañar, torturar, prontuariar, perseguir. Sentir supremo de luz encarnada en el alma como principio del Principio de no - violencia y no – agresión.
Defender sin atacar, es néctar fortaleciente y fortalecido de nuestra misión/visión de Ser Paz como un natural valor de vida, no como un transitorio estado de ánimo. TRASCENDENCIA floreciente, cuando coAprehendemos a limpiarnos del ego/apego y/o adicción a querer tener la razón (vibración de 3ra. dimensión). Al extremo de que por sobre nuestro destino de vida: ser libres manantiales de felicidad sin cercas, estuches, limitaciones ni formas, sostenemos la razón como eje separatista de una sobrevivencia alienada del Centro Confluyente [1] que somos. Al respecto cito lo que Mariela [2] acercara a mi horizonte de contemplaciones: “ La Paz comienza cuando querer tener la razón termina”, imprescindible premisa de AMOR multidimensional tomada de Un Curso de Milagros.
Defender sin atacar, es potencializar el conocimiento venido de saber que nacemos a la Tierra completamente provistos del bouquet de herramientas imprescindibles para, acompañados por la sincronía -sin cronómetro, ACTIVAR en ella la fuerza del Amor DivinoHumanado: Dar Luz a la materia hasta hacerla Uno con el Espíritu. Destino de tod@s l@s unigénit@s de Dios/a Padre Madre Espíritu Eterno.
Defender sin atacar, consiste en Ser/Siendo Valor ejercido sin temor ni favor; devenir consagrado a recolectar un rosario de Victorias Secretas vertidas del trono de la práctica de valores universales, sin excepción que los degenere. Semilla de Paz, cuyo fruto reconoce en la guerra el nivel más primitivo de su plegaria, Semilla de Amor, cuyo fruto vislumbra en el odio la expresión menos evolucionada de la luz.
Defender sin atacar, es discontinuar un sistema montado para sostener la creencia de personas divididas en un campo de batalla, escenario confrontado entre lo inferior y superior, lo material y espiritual, lo de este mundo y del otro mundo, lo bueno y malo, lo de Dios y del Diablo, lo de ustedes y nosotros. Estructura fabricada para obstruir el potencial de poder humano integrado en la diversidad del Espíritu. Estratagema concebida para disociar al hombre auto-atacado/atacante como especie, con el concepto de dos creaciones paralelas: la del "esto o aquello", del eres materialista o espiritualista. Impronta que lo desvía de ser el UNO en ambos: cuerpo/alma.
Laborar para superar la violencia en la humanidad, significa situar a la reacción del ataque, como el reflejo de quien en nombre de la paz se concede el derecho de violar el principio de lo que quiere erradicar, ignorando que es desde su interior de donde primero lo debe hacer. Disfuncionalidad de quien (es) se resiste a reconocer que el otro le recuerda lo que por dentro lleva y no quiere activar y/o desactivar; o, que el haber logrado lo utiliza para autorizarse a juzgar en vez de comprender los móviles de su manifestación, para sanarlos. Por ejemplo, quienes promueven discursos y campañas “antis….”, como el menú con el que violan la Paz, la Verdad, la Igualdad , la Libertad y la Fraternidad por la que dicen bregar.
Defender sin atacar, contempla el reAsumir la responsabilidad de diluir el burka del alma con el que una patriarcal mentalidad disimula su cacareado slogan de paridad creyente de que el “empoderamiento” necesario para cambiar el estado de las cosas, proviene del aumento de cargos o puestos de decisión política, social, económica en una sociedad etiquetada de discriminatoria. Toma de consciencia que aplicada desde la integralidad de espíritu, cuerpo, mente, corazón cumple el destino para el que nació, si no funge de lo que aún teoriza sin practicar, dice sin sentir, buscando en el afuera lo que en el adentro se encuentra.
Defender sin atacar, es detectar el florilegio de congéneres gobernad@s por su ambición personal hinchada de traición social. Fractura psíco espiritual de un pensamiento rector de seguridades provenientes del ataque a lo desconocido por distinto, fundamento de que "en la guerra la mejor defensa es el ataque". Premisa constituida en excusa, soporte y justificación de un sistema que elige encubrir con honor y valor la actitud involucionada e improductiva de depredar en nombre de desarrollo, justicia, libertad, moral; ACTITUD exhibiente de doble moral –germen nato de todas las formas de corrupción-. Por ejemplo, cuando opta "castigar" con la cárcel, cadena perpetua, o pena de muerte a quien quita la vida a un individuo, etiquetándolo de asesino, desprestigiándolo como violador del orden social, declarándolo como desecho humano. Mientras de otro lado ese mismo sistema proclama como digno de condecoraciones, gloria y posteridad a quien mata a millones de personas, amparado por lo que el interés e intelecto humano denomina como guerra.
Defender sin atacar, es ejercer la contundencia surgida del trono de la praxis del principio universal de Paz como estado del alma a ser multiplicada –sin ser mutilada-. Es saber que por más hondo que sea el dolor ocasionado por la injusticia, el desamparo, la persecución, la indolencia, el abandono, nada justifica violar el supremo mandamiento del Amor defendido al afirmar su Esencia de Bondad, negada al aceptar la agresión como mecanismo de defensa. Energía que ACTIVADA en cada criatura, coposibilita el ascenso y recuperación de la consciencia Crística de la humanidad.
Defender sin atacar, es vencer ante la provocación urdida por un mundo exterior que nos induce a reaccionar con violencia. Circunstancia que la prueba -vista como oportunidad para adiestrar nuestro potencial divino para toma de decisiones- significa para quienes optamos SER/Siendo amor universal sin bandos, separatismos, dogmas, divisiones ni templos.
Defender sin atacar, es la alternativa luminosa develada en Un Curso de Milagros comParido (omito la “t” para departir sin partir) por Wanda [3]; del que recupero mi memoria Crística: saber que el mundo dominado por el ego divide a su prójimo entre enemigos (odio especial) o salvadores-ídolos (amor especial). Cocausa de que la verdadera Identidad de Cristo en los demás se obscurezca. Transito en el que el juicio basado siempre en el pasado, no en la aceptación del presente, hace de principio orientador del ego. Lo cual explica que por medio de relaciones especiales (odio especial: enemigos; amor especial: salvadores, ídolos), el ego mantenga su existencia al perpetuar la culpa, puesto que utilizar a otros (depredación) para que satisfagan nuestras necesidades constituye un ataque, y el ataque en la forma que sea refuerza la culpa. Lo que pone en marcha el ciclo culpa-ataque, en el que a mayor culpa, mayor es la necesidad de proyectarla y de atacar a otros por medio de relaciones especiales, lo cual simplemente incrementa la culpa, y aumenta la necesidad de proyectarla, o sea de atacar.
Defender sin atacar, es aprehender a contactar con nuestra sabiduría interior, la que sin juicio ni culpa es canal del SER palpitante de intuición, ilustración e instrucción luego convertida en opinión, más tarde en conocimiento brotado de la convicción del corazón. Templanza que arrecia ante la adversidad desde la divinidad traducida en SER embajadores del Cielo. Autonomía y Autoridad vertida sin asomo de separatismos. Latir del UNO en toda la creación, que encuentra en el ataque al prójimo el ataque al Dios/a. Circunstancia que muestra la razón de ser de una creología estructurada entorno al ego -niega o culpa a Dios-, como una divinidad de excepciones sin principios. Origen primigenio de no poder visualizar a Cristo en el otro.
Defender sin atacar, es Discernir que en la "Constitución del Amor" cada ser elige defender/defendiéndose de no ceder ante la seducción de condenar, juzgar, justificar en vez de Observar, Contemplar, Recordar el Compromiso de comprender, compadecer y aprehender desde dentro, lo que afuera sucede.
Defender sin atacar, es activar el omniverso de diversos e iguales, UNO de diferencias y semejanzas espiritualmente leídas desde la conciencia reevolutiva y sus matices. Disponiéndonos a hacer de este don otorgado por Dios/a Padre Madre, un espacio de cocrecimiento y reUnión, nunca de jactancia, ataque personal y/o división.
Defender sin atacar, es USAR la consciencia de que SOMOS SERES de LUZ, sin excepción, con igual software de arranque, radicando su diferencia en el uso, desarrollo y destino que cada hij@ Soberan@ elija dar a las facultades, talentos y virtudes divinas concedidas por el Creador, e inéditamente aplicadas en esta experiencia humana.
Defender sin atacar, es DEFENDER principios universales, no violándolos. Multidimensionalidad en la que el reto es no reproducir el modelo que se limita a declarar, escribir, denunciar y exhortar sobre el cumplimiento de valores, descuidando lo sustancial: encarnar su contenido/cometido/espíritu. Ideal no codependiente de ningún interés ideológico.
Defender sin atacar, es parir, en consecuencia comParir (omito la “t” para departir sin partir) SIENDO testimonio de la reevolución germinada del ejercicio unificado de la conciencia de cada convencido. Éxtasis semejante al de la luna durante una noche estrellada; al brillo del oro o el diamante ante las inclemencias de un temporal. Poética opción que alumbra el enigma de la oscuridad como coparte de la luz. Señorío poseedor de las propiedades de resistencia, riqueza y fortaleza propias de los materiales preciosos de la naturaleza. Eje, no accesorio, en nuestra forma de concebir y asumir la vida.
Defender sin atacar, nos suministra la inmortalidad de la vida, materia prima precisa y perfecta que usa todo lo bueno y perfecto que la Creación nos dona para sembrar/gestar nuestro Resucitar Espiritual. Siendo nuestra responsabilidad divina humanada multiplicar lo confiado por el Creador. Por ejemplo, experimentar pruebas dolorosas nos renace a la oportunidad de meditar sobre el contenido que en ellas se envuelve; nos concede la Gracia de divisar la lección, elección y comprensión que su apariencia esconde. Hacerlo denota el superado analfabetismo espiritual presente en quien en su lugar elige culpar “al otro”, “al afuera” de lo que dentro de sí no quiere despertar, aún.
Defender sin atacar, es Ser más que decir y hacer. Es atender para invertir el error (sin voluntad ni conciencia), o equivocación (con voluntad y consciencia) presente en la pereza espiritual que gobierna a quien elude cobijarse en el manto amoroso de la enmienda. Transfiguración mostrada en lo sostenido por Jesús: "Conocéd la verdad y ella os hará libres". Verdad que al recuperarnos nos inmuniza y empodera para ante el error y la equivocación, elegir no ajusticiar ni culpar a nadie de lo ocurrido. Forma camuflada de atacar, agredir, violentar con el pretexto de defenderse.
Defender sin atacar, es esparcir semillas de coherencia, no disparar balas de inconsistencia. Es defenderse/defendiendo principios, no personas, práctica que constituye el mejor negocio de exportación, por las divisas generadas del principio supremo de SER Amor sin el virus devastador que el atacar representa. Prosperidad que mientras más la entregamos, más ric@s nos vuelve; que mientras frutos de mejor calidad dona, más divisas de Paz multiplica a favor de todo y de tod@s.
DEFENDER PRINCIPIOS sin atacarlos, no depende de averiguar si alguien es culpable o inocente para manifestar la Actitud de Oración permanente: trigo de no justificación de agresión ni persecución contra nadie, ni contra nada. Coproceso en el que poco a poco –tod@s- vamos avanzando. Sendero opcional de vivir siendo ejemplo de defensa de los ideales – más que ideologías - legados por Jesús de Nazareth. Sabia manera de comprender que nadie puede dar lo que aún no tiene despierto o descubierto en su corazón, bloqueo temporal que nos impide amar como él nos amó.
Defender sin atacar, proviene de saborear el néctar de la intimidad recomendada por Madre Teresa de Calcuta, comunión consciente de que la proximidad, intimidad, emanada como una actitud de ternura hacia los demás, es base del AMOR fraternal sin excepción. Intimidad traducida en devoción ante el CRISTO interno que cada ser ES; magia diluyente de cualquier intensión de ataque. Sustancia diferente a la mentira teorizada por un pensamiento de "intimidad" entendida como el hábito de compartir rumores, chismes, confidencias, críticas, secretos en detrimento de uno y el prójimo. Normalidad, no natural, impuesta por el dogal de una costumbre que merced a la intencionalidad de sus practicantes, termina contaminando a sus acólitos.
Una actitud de amor fraternal no asumido, causa la defensa de una verdad recurrente al ataque como método de su demostración y resolución de lo que creyéndose correcto, se permite. Por ejemplo, cuando la historia de 1857, cobijada por la razón de que éstos no eran personas, registró la vanagloria de agredir, combatir, degradar y atacar a nuestros hermanos negros, actitud de racismo hasta hoy vigente, con diferente vestuario.
Lo dicho por Ralph Waldo Emerson: “Lo que eres es tan fuerte que no escucho lo que dices”, muestra la OPCIÓN de DEFENDER sin atacar, como sendero de fondo, de prueba, de ejercicio, de DIGNIDAD….!!! No de una carrera de obstáculos, sufrimientos y/o vanidades. La cualidad de fondo de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, nos permite arribar a estadios cada vez más iluminados de la consciencia. Edén en el que aceptar SER auténtico maestro, hacedor y aprendiz del Creador, quien según cita el periodista español J.J. Benítez nos dice que la VERDAD "es un simple CLIC". Chispazo visible a los sentidos del Espíritu, como una inyección que sacude, enciende y amplía nuestra consciencia Crística nutrida de la placenta omniversal.
Defender sin atacar, es SER ola de amor curvo que envuelve, acaricia y fusiona la vida, en vez de reacción lineal, rígida y grotesca que rompe, separa y la fragmente. Por ejemplo, observemos el movimiento acogiente de una caricia física, curva que acaricia el alma de lo que toca; observemos el movimiento partidor de un chirlazo, que de un tajo rompe y hiere lo que toca. Observar el comportamiento multidimensional colmado de naturalidad, nos lega el GRIAL de VIVIR para DEFENDER ideales practicándolos cuando resolvemos –sin excepción- no atacar a nadie ni a nada, por nada.
Defender sin atacar, es tomar la opción de SER por sobre el decir o hacer. Opción de DEFENDER la felicidad desde un estado de Paz interior; Amor que progresivamente enciende ese estado de Gracia concedido por ser ejemplo. Disposición que elige ser, hacer, decir y dar con el ingrediente que lo vuelve ÚNICO: el amor, SIENDO lo fundamental no lo que defendamos, sino con cuanto amor lo defendamos.
Defender sin atacar, es aplicar los frutos del Espíritu a la realidad cotidiana que nos visita, diferencia entre un soñador desvaído y un realista soñador responsable de SER evangelio vivo de lo que predica. Ejecutor natural de soluciones nutridas de sabiduría, cariño, ternura, equidad y bondad aplicada al día a día estelar por el que se transita.
Defender sin atacar, es SER/siendo ideal de AMOR y CARIDAD UNIVERSAL. Paraíso en el que desde el cenáculo del corazón se disipa el ímpetu de guerra y confrontación en nuestras relaciones, Amanecer a una ACTITUD descubridora de ternura en quienes nos rodean. Acariciar autor del milagro que sustituye la estancada inquietud, por la vocación aprehensora en quietud. Estilo de vida iluminado de templanza divina, en el que calza a la perfección lo testimoniado por Jesús: “Pasarás por momentos en los que nada podrás hacer ni decir, simplemente SER, porque ello por añadidura dirá y hará”.
Defender sin atacar, conlleva dolencias de lo elegido, consecuencias del sendero parturiente del ejército de Amor ejercido. Significa incorporar amorosamente y de un modo consciente, los matices vestidos de dificultad y soledad sumida en un para qué es y está. CLIC de bienvenida a experiencias humanas nuevas, luego convertidas -por Obra y Gracia del Dios/a que nos habita- en ejercicio formador de mayores destrezas espirituales.
Defender sin atacar, es un estilo de vida y estado de conciencia simplificado en DEFENDER lo que se Es/Siéndolo. Transparencia acunada por el cosmos, para ser testigo presencial y vivencial de la dulzura y fortaleza invencible del PODER del UNO en acción, el que sin catálogo externo, sí con inspiración interna, hace que cualquier cosa experimentada vaya en pro del amor universalmente ofrendado.
Defender sin atacar, obra el milagro que elige manifestar aquello que el ojo se detiene a mirar, LUZ de cristal encendido desde dentro. Alquimia explicativa de que como se ve el mundo así se lo concibe. Supremacía yaciente en nuestra Opción de Vida: ser manantiales DEFENSORES de la VERDAD, desde el ejercicio pleno de principios universales, sin ceder a ser charcos desertores dispuestos a delatar, culpar y denunciar al prójimo, para conservar la paz que justifica hacer justicia, sin Ser justicia; preservar la moral y las buenas costumbres, sin Ser evangelio puro de la Ética legada por Cristo. Diamante que supera la norma con la responsabilidad divina humanada de amar a su prójimo por sobre todas las cosas de este mundo. Potencia Ética usada para Defender/Siendo revolucionarios en acción de Amor, sin castigar ni atacar. Diferencia de SER sin parecer.
Defender sin atacar, proviene de que un día sintonicé el sonido hallado en un letrero que decía: "primero Se ÉS Luz; luego Se ÉS fuerza". Entonces, tomó forma la savia interior que me susurrara: la fuerza sin luz destruye y precipita, la luz sin fuerza con paz+ciencia (ciencia de la paz) se empodera. Savia conciente de que solo podemos reconocer aquello que contemplamos con los ojos del Alma, no del intelecto. Sí no vemos, no sabemos, así de simple.
Defender sin atacar, desarrolla los dones concedidos por Dios/a Padre Madre Espíritu, cuando elegimos ver ejerciéndolos para fructificarlos. De ahí la promesa bíblica acerca de que "los ciegos verán", Chip cósmico que nos destina a Ser Fuente de vida que limpia la presencia de estacas, piedras y contaminación encharcada.
Defender sin atacar, es atender y fluir en aquello que nuestro ojo multidimensional ve, distingue e incorpora para reencontrarse con la Esencia anhelada. Realidad que discierne la nocividad de una comunicación sin bondad -sentimiento superior a la inteligencia-, como vehículo fomentador de primitivismo pasional.
Defender sin atacar, resuelve ELEVAR la historia de una humanidad postrada en alimentar consignas de bandos “despojados de toda respuesta” distinta a la de creer que triunfo es atacar y ganar guerras que dejan vencidos en el camino. Vandalismo revestido de bien, justicia, desarrollo, modernidad, tecnología para desviar el crimen que significa su ocupación económica – social - política en lo mental, territorial, cultural de pueblos. HACIA la Realidad Real de una historia tejida de Victorias Secretas nacidas de saber que si para vencer, la honra estuviera en juego, es mejor perderla, ya que haciéndolo habremos vencido, puesto que la honra no proviene de afuera, sino del UNO.
Defender sin atacar, es triunfar ante la provocación gestada por una conciencia meramente carnal, incrédula y criticona a lo que del ESPÍRITU proviene. Inspiración que multiplica el Amor de DIOS/A, sin pretensiones de pasar a la historia por ello. Sí, de trabajar para recuperar la historia de nuestra individual experiencia humana, convivida desde la FUENTE que la origina: la LUZ.
Defender sin atacar, enciende la compasión que quienes eligen atacar inspiran y necesitan, cuya reacción transparenta el hecho de que viven y experimentan su propia violencia. Siendo su mundo elegido, el de la in-eficiente teoría del bla – bla intelectual sobre no-violencia, atajo con el que se cree superar a nivel mundial, lo que a nivel individual no lo consiguen, a pesar del promovido circuito de seminarios, conferencias, campañas, talleres sobre no – agresión. Jornadas en las que se proclama su erradicación, sin darse cuenta de que la violencia hallada en el afuera es producto de la violencia que bulle dentro de cada persona partícipe de ella – ¿como excepción?- para la consecución de Paz, Amor, Equidad, Verdad, Justicia.
Defender sin atacar, ubica la doble moral tangible en limpiadores de sepulcros blanqueados con discursos de no - violencia, no – agresión, mientras a la par multiplican la actitud de violencia psicológica más atroz, la de inacción y acción depredadora lacrada por la indolencia, desencibilización, acostumbramiento, justificación y/o legitimación del más cruel de los ataques, el del mobbing a quien un pensamiento en la sombra decide debe ser acosado porque no piensa del modo social y públicamente considerado como correcto, cierto o verdadero. Víctimas de la inconciencia de un sistema con vocación de caza a todo lo que tenga vida, para matar, devastar, saquear, dañar, estigmatizar. Cuyo dolor es benéficamente asistido en los efectos dejados por el ataque, mientras a la par se exhibe una cínica permisividad ante la causa –miedo, culpa, violencia, juicio- de esta barbarie civilizada inflada de odio, fanatismo, prejuicio, segregación, perversidad.
Defender sin atacar, es una filosofía de vida que acciona desde el podium divino que nos faculta ser "amos y señores" de nuestras circunstancias, no sus esclavos. Natos arquitectos de nuestra actitud ante las experiencias. Creadores que diseñamos ejercer el mundo, según como lo concebimos. Grandiosidad y belleza nutrida de no señalar con el dedo de la crítica aquello que observamos fuera de nosotros, sino de integrar el significado otorgado a todo lo que del afuera provenga. GUÍA invertida para que en unción con lo vivenciado e inspirado en la Maestría primigenia del Espíritu, SEA brújula de las diversas estaciones convividas desde el Centro de nuestro SER: la Esencia.
Defender sin atacar, es DIGERIR en lo que nos sucede la MARCA y HUELLA de su diferencia de fondo, esto es que su presencia convoca e invoca a nuestra FUENTE a ponerse a tono con la reevolución espiritual consecuente. Es ELEGIR reevolucionar la interpretación de las pruebas de vida vistas como motivo de estancamiento, autocompasión, crítica, queja, culpa, juicio, miedo. A recibirlas como los peldaños perfectos, precisos, preciosos y propicios para recuperar la memoria de nuestra Primigenia Maestría Espiritual. Energía cuántica de supremo enraizamiento con la Gaia ; Ensayo de reevolutivos despertares; Cuarzo de mágicas propiedades; Vertiente de práctica y destreza en ejercer el principio de Libre Albedrío. Sentido y Destino de nuestra encarnación divina humanada en este Planeta.
Defender sin atacar, es encender nuestra LUZ interior para sentir lo que somos: seres eternamente nuevos, sin divisiones, íntegros, enteros, no atacantes. Como Osho enuncia al “nuevo hombre”, sabiendo que la división y ataque interno, es causante de su igual externo.
Defender sin atacar, cohesiona lo dicho por San Agustín: “Dondequiera que te planten has de saber florecer”. Porque al son de mi latir, concreta el Milagro de que dondequiera y ante quienquiera que nos ataquen, hemos de saber DEFENDER/SIENDO Semilla del Espíritu que nos creó, de cuyos frutos somos l@s responsables directos ante el/ la Dios Padre Madre multidimensional…
"No hay necesidad de guerras, ni de celos, ni de odio...
La vida es corta y el amor es precioso.
Y sí, pudiendo llenar tu vida de amor de armonía, de felicidad.
Sí pudiendo ser tu vida una poesía en sí misma…
Te la pierdes...
Sólo tú eres el responsable de la pérdida; nadie más [4]"
Gracias por elegir dejarnos tu HUELLA de Luz y Amor, CRISTAL de DEFENSA de la VIDA sin ataque…
Génesis