
Facundo CABRAL
La satisfacción más grande es ser dueño de mi vida, seguí a mi sueño y soy dueño de mi vida, siempre lo fui, esa libertad que me llevó a la tranquilidad de hoy... sin la libertad no puedes vivir nada, todos nacemos gente pero pocos llegan a ser 'seres humanos', el ser humano lo consigue teniendo toda su vida a su mano, siendo totalmente libre, y la reflexión es que cuando estás en libertad y si sos valiente la vida es una fiesta, de lo contrario vas a ir de conflicto en conflicto y de problema en problema. Pero la libertad te da la chance de que vivas la vida merecedora de ese nombre, un verdadero banquete que te prepara Dios, donde tenés de todo, donde aun sin nada sos rico, ése es el arte, el arte es una religión muy generosa, ni siquiera te impone mandamientos".
Me crucé con todas las dictaduras de América del Sur, pero todas, mi país ha sido siempre el más duro para mí, dictaduras atroces para quienes uno era realmente un enemigo, todas las que quieras, caprichos de frontera que te están estudiando como si fueses un delincuente para que entres dos horas, por ejemplo, hasta se llega a hacer muros...
El arte pasa sobre todos los muros, en todo el mundo suceden cosas tan caprichosos, algunos que se creen dueños del planeta, dueños de la verdad, el arte pelea contra esas cosas, pero después viene la tranquilidad porque vivís con la gente con la que podés vivir, con la que compartís ideas, que tenés fervores en común, debería poder ser lo lindo de la vida. A esta edad ya no se pelea, ya uno sabe lo que quiere, entonces uno está en lo que ama... ahora ya no tengo problemas para ir a algún país, será porque estoy viejo, dirán 'bueno, dejálo al abuelo que diga lo que quiera'...".
La frontera siempre es muy excitante, se juntan dos culturas tan diferentes, entonces siempre es muy excitante eso, es fantástico, a mí me encanta cuando voy a Ciudad Juárez, ahora que estoy en Reynosa, pero Tijuana ha sido un punto fundamental en mi carrera, yo voy a Tijuana desde el año 72, imagínate, hace 36 años. La primera vez canté en la arena Tijuana, me acuerdo que un día antes había una pelea y canté en el ring, fue muy lindo. Todavía la calle Revolución era de tierra. Mi primera carrera de galgos la vi en Tijuana, por ejemplo. Siempre la he pasado muy bien, son tan gratos los recuerdos que uno vuelve con entusiasmo".
La protagonista de mis conciertos es la vida, es la experiencia de uno en el mundo, yo ando llevando esa buena noticia por ahí, nunca sé qué voy a hacer porque dejo que en ese momento aparezca lo que dice el corazón, así que no sé si canto 10 canciones, 15 ó 4, de qué voy a hablar, pero siempre es la vida, es como el amor: podés ordenar un encuentro con la mujer amada, vas ahí y pasa de todo lo que tiene que pasar".