viernes, noviembre 21, 2008

Se Prepara un Golpe de Estado Mundial??


Autor: Bruno Cardeñosa

No son rumores, sino informaciones que parten del propio poder norteamericano y que indican que podría estar tejiéndose una especie de golpe de Estado antes de octubre.

Al Qaeda podría recompensar al presidente de EEUU con un ataque destinado a mantenerlo en su puesto”. Tan atrevida información proviene de un alto funcionario de los servicios de inteligencia que en los próximos días publica un arriesgado libro en los Estados Unidos titulado Imperial Hubris. En una entrevista concedida al periódico británico The Guardian, este agente secreto dijo que serán “necesarios 10.000 muertos estadounidenses para que nos preguntemos qué está pasando”.

Y es que no pocos sospechan que el poder norteamericano maneja, controla y se aprovecha las redes terroristas de Bin Laden hasta el punto de poder estar implicado en un inminente atentado brutal que perpetúe en su cargo a George Bush: “Una manera de mantener a los republicanos en el poder, es montar un ataque que una al país alrededor del presidente”, añade el autor de Imperial Hubris.

Personajes tan destacados como Vicent Cannistraro, ex jefe de operaciones de contraterrorismo de la CIA, asegura que el anónimo autor es un destacado agente de los servicios secretos especialista en redes islamistas.

Pero no es el único en advertir sobre la posibilidad de que se esté gestando un nuevo ataque terrorista, de gran magnitud y que influiría de forma decisiva en las elecciones que se celebrarán a primeros de noviembre en Estados Unidos, y en las que se decidirá si Bush sigue o no como inquilino de la Casa Blanca. De hecho, las informaciones al respecto circulan desde comienzos de año. ENIGMAS se hizo eco del asunto en un reportaje titulado La sorpresa de octubre –núm. 101, abril de 2004–, en el que reflejábamos la posibilidad de que algo ciertamente importante pudiera ocurrir días antes de la cita electoral.

La posibilidad más terrible es que la “sorpresa” estallara en forma de atentado terrorista. Ahora bien, también reflejábamos en ENIGMAS que las huestes del Partido Democrático podrían tensar la cuerda hasta el extremo y urdir algún tipo de artimaña para provocar de forma artificial la derrota de Bush.

En este sentido, el multimillonario George Soros, enemigo declarado del presidente, podría estar tramando una hecatombe bursátil para dicho mes, cuya consecuencia no fuera sino el descrédito de Bush.


Presagios de atentado

En ENIGMAS advertíamos que durante el año 2004 podría producirse un incremento de la amenaza terrorista que extendiera el miedo a Bin Laden por todo el planeta. Todos estos temores quedaron confirmados muy pocas horas después de que nuestro reportaje entrara en máquinas. Nos referimos al atentado ocurrido en Madrid el pasado 11 de marzo, en el que perdieron la vida 192 personas. Como consecuencia de la tragedia, la población norteamericana volvió a sentir el miedo al terror que transmitían las autoridades.

Nuevamente, se reforzaron las medidas de vigilancia y el discurso del inquilino de la Casa Blanca volvió a girar en torno a la amenaza terrorista, su mejor baza de cara a la opinión pública. Así, en cuestión de días, los sondeos dieron un inesperado vuelco. Antes del atentado de Madrid, la expectativa de voto otorgaba la victoria –con diez puntos de ventaja– en las presidenciales al candidato del Partido Demócrata, John Kerry.

Pero los crímenes de los “trenes de la muerte” hicieron que Bush se situara en pocos días siete puntos por encima de su oponente. Los asesores electorales de ambos candidatos tomaron nota: la aparición del terrorismo favorece a Bush. ENIGMAS acertó en su análisis…

Nuevas informaciones como las ya expuestas –y otras que en adelante desglosamos– vienen a incidir sobre este riesgo y añaden nuevas referencias que nos obligan a ampliar lo que publicamos. Sin ir más lejos, el pasado 26 de mayo, John Ashcroft, fiscal general del Estado, y Robert Mueller, director del FBI, convocaron una apocalíptica rueda de prensa durante la cual anunciaron que Al Qaeda podría intentar actuar entre el verano y octubre. Sólo unos días después, Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, insistía en lo mismo y advertía de posibles atentados en Europa y EEUU.

Desde entonces, la amenaza terrorista no ha hecho más que crecer, pero esta estrategia sufrió un duro varapalo a comienzos de junio, cuando George Tenet dimitía de su cargo como director de la CIA. Su segundo de a bordo, James Pavitt, hizo lo propio. De inmediato, se asociaron los ceses al resultado de la comisión oficial que investiga los atentados del 11-S, en el que se denuncian serios fallos en los servicios de inteligencia.
Pero las razones parecen ser otras: “Tenet y Pavitt no quieren verse involucrados en un atentado que podrían estar planeando los halcones del Pentágono para favorecer en las elecciones a George Bush”, escribe el periodista mexicano Alfredo Jalife-Rahme. La “segura” aparición del terrorismo antes de las elecciones norteamericanas –piensan en el Partido Demócrata– hace que sólo exista una posible forma de vencer a Bush: provocar una serie de escándalos que le obliguen a no poder presentarse.
De este modo, fuentes bien informadas como Ray McGovern, ex funcionario de los servicios secretos, sugieren que se estaría gestando en EEUU un pseudogolpe de Estado contra Bush que le obligaría a salir de la escena política antes de su posible reelección.

En suma: antes de octubre podría producirse un contra-golpe en Norteamérica destinado a impedir que se produzca otro golpe. Uno de los primeros en defender esa tesis fue el periodista Michael Ruppert, de cuyos atinados análisis ha dado buena cuenta en sus escritos. Explicaba en un reportaje publicado por FTW que ese golpe de Estado encubierto podría estar relacionado con una grave acusación contra George Bush relacionada con la filtración de la identidad de una agente de la CIA llamada Valerie Plane, muy relacionada con los planes políticos de la Casa Blanca.