Los desequilibrios emocionales provocan estrés y afectan al tono vascular, concretamente a nivel de las vías respiratorias superiores, que albergan bacterias o virus saprofitos. El estrés a su vez influye en la bajada de defensas. El estado mental interviene de forma indirecta, pero real, en la resistencia a las enfermedades infecciosas, influyendo sobre el terreno en el que los gérmenes patógenos ejercen su acción.
La interrelación entre lo psíquico y lo biológico lo podemos constatar, ya que no existen trastornos psicoafectivos que no afecten al cuerpo en sus manifestaciones, por ejemplo la angustia, la excitación, la depresión, la rabia. Pero también ocurre al revés: vemos que las enfermedades orgánicas también provocan trastornos psicoafectivos, como por ejemplo preocupación, temores, tristeza, angustia, etc.
En todo caso, hay que distinguir esta interrelación de una forma rigurosa, distinguiéndolos de los acontecimientos que forman parte de la normalidad.
Cuando ocurre un acontecimiento inesperado, siempre es necesario un periodo de duelo, desahogo, contención emocional y de afrontar el conflicto. Luego de cinco días debe aplicar ejercicios de interrupción del pensamiento negativo para pasar al pensamiento positivo y seguir adelante por usted y por la gente que lo rodea. Por ejemplo la cultura occidental no está preparada, en vida, para afrontar la muerte ni la perdida afectiva de un ser querido como algo natural que ocurrirá hoy o mañana...
Debemos seguir tres pasos: Primero interrumpimos todos los procesos mentales negativos. Segundo condicionamos nuestros pensamientos positivos y tercero construimos una autoestima positiva.
Primero, interrumpir el proceso mental negativo
Este ejercicio no debe considerarse como una terapia de la depresión, dado que las terapias son procedimientos mucho más completos que, entre otras cosas, deben incluir: una exacta identificación del tipo de depresión, un programa de actuación basado en dicho diagnóstico y, finalmente, una serie de directrices acerca de los cambios necesarios para llevar una vida más normal, sin depresiones, después de la terapia.
La Interrupción del Proceso Mental Negativo despliega su mayor efectividad en aquellas personas que sufren una depresión severa con serias ideas de suicidio. El objetivo de nuestro ataque son los pensamientos que el subconsciente envía a la mente consciente, debido a la gran intensidad de las emociones negativas asociadas a problemas pendientes de resolución. Con esta técnica se estrangula, en cuanto aparece, el pensamiento automático generado por el subconsciente.
Los pensamientos e ideas de suicidio, rabia, desesperación, degradación propia, los traumas emocionales del pasado, las imágenes de un futuro negro, etcétera, todo ello se aniquila y suprime en el momento de su aparición en la mente consciente.
• Vamos a intentar protegernos durante un período de tiempo, de las emociones negativas resultantes de dichos problemas.
• Vamos a recuperar el control sobre nuestras emociones.
• Vamos a protegernos de la desesperación y de las ideas de desolación en relación con el futuro.
• Vamos a disminuir y debilitar de forma sustancial las ideas de suicidio.
La persona que, en estado depresivo, permite la entrada de semejantes pensamientos en la mente consciente, irremediablemente los reforzará e intensificará. Y el intelecto no podrá hacer nada por evitarlo. Si llevamos un tiempo intentando librarnos de las emociones negativas, siempre de manera infructuosa, no cabe la menor duda de que con cada fracaso la emoción negativa habrá salido reforzada y, el subconsciente, dispuesto a seguir enviándola.
• NO a la auto compasión
• SÍ PUEDO ESTAR BIEN
• NO al sentimiento de auto culpa
• ME PERDONO
• NO al auto castigo
• SOY LIBRE
• NO al auto sufrimiento
• QUIERO VIVIR MEJOR
• NO a la auto inferioridad
• COMO HUMANO SOY MUY IMPORTANTE, NI INFERIOR NI SUPERIOR A OTRO
Lo primero que debemos expulsar enérgicamente del consciente, en el mismo instante de su aparición, es cualquier idea o pensamiento que tenga que ver con el suicidio. Los pensamientos negativos que se me ocurren a mí los devuelvo al subconsciente -en el mismo instante de su aparición- con un firme grito interior: ¡FUERA! Si el pensamiento negativo reaparece, lo vuelvo a expulsar más enérgicamente aún.
Hay que seguir así un día completo. Desde el primer despertar hasta el sueño de la noche siguiente se ha evitado el refuerzo de todo pensamiento negativo y ni uno solo ha sobrevivido más de un instante. El momento clave será justo antes de caer dormido esa primera noche. Los resultados de este ejercicio empiezan a notarse durante la fase "REM" ("rapid eye movement" fase de movimiento ocular rápido) del sueño.
¡ FUERA ! ¡ Yo no me merezco esto !
¡ FUERA ! ¡ Quie-ro-con-tro-lar-me !
¡ FUERA, FUERA Y FUERA !
Descarga en tu orden toda la energía de tu rabia. Dirige toda la fuerza de tu desesperación contra la misma depresión de la que nació.
¡ FUERA ! ¡ QUIERO VIVIIIIIIIIIR !
A continuación, o quizás a la vez, empiezan a detenerse en su carrera los pensamientos relacionados con los problemas de la vida o los que ha generado la depresión.
¡ Merezco la muerte ! ¡ FUERA !
¡ Nunca encontraré trabajo ! ¡ FUERA !
Si al menos hubiera... ¡ FUERA !
Ese maldito que... ¡ FUERA !
Lo que a mí me deprime es... ¡ FUERA !
Nunca superaré este dolor... ¡ FUERA !
Pero es que... ¡ FUERA !
El pasado está ahí y nada puede cambiarlo, pero durante dos días no vamos a permitir que ningún recuerdo negativo del pasado llegue a la mente consciente. Es posible que esto requiera tanta energía como la que necesitamos para deshacernos de los pensamientos suicidas... pero ¡merece la pena! Durante dos días vamos a vivir en el presente, aquí y ahora, sin que nos agobie un futuro incierto ni nos atormenten los recuerdos del pasado.
Por el momento se debe suspender todo plan de futuro a largo plazo. La lista de prioridades debe servir para planificar y llevar a cabo actividades sencillas y agradables, y para llevar una mejor organización a la hora de acometer otro tipo de tareas más problemáticas.
Se trata, simplemente, de evitar que las emociones negativas asociadas con el futuro salgan reforzadas. El futuro no debe ir más allá de la ducha caliente o del relajante baño de dentro de un ratito. Y una vez dentro de la bañera, o en la sauna... la mente sólo se ocupa de lo inminente, nada más; y el futuro consiste únicamente en esa sensación agradable que se siente después de un baño reconfortante en el que, además, no ha habido emociones negativas. Así debemos actuar durante un par de días, pensando en ese plato especial que haremos para la comida, o en ese libro que nos apetece leer... O, según los casos, en hacer algo de ejercicio.
Se debe suspender la resolución de los problemas pendientes hasta que podamos atacarlos desde una posición de fuerza y no desde la debilidad propia del estado depresivo.
Hay que aprovechar la energía de la rabia y la desesperación, así como la energía que surge en el estado maníaco, para ganar fuerzas que nos ayuden en la Interrupción del Proceso Mental Negativo. Pero no se debe utilizar para escondernos o burlarnos de las dificultades de la vida.
No se debe forzar la entrada de pensamientos positivos y de autoafirmación en el subconsciente. La combinación entre la Interrupción del Proceso Mental Negativo y la realización satisfactoria de tareas sencillas debe bastar para que el subconsciente empiece a enviar, sin necesidad de forzarlo, emociones y pensamientos positivos. Podremos disfrutar de estos pensamientos positivos mientras el subconsciente no vuelva a producir pensamientos negativos.
Si este ejercicio no resulta una experiencia positiva o si, por cualquier otro motivo no da buen resultado, debe dejarse inmediatamente y buscar ayuda profesional.
Segundo, condicionar los pensamientos positivos
Cuando comprendemos y manejamos a voluntad esta forma de pensamiento, podemos ser dueños de nuestra vida, produciendo aquellos "frutos" que nos dan la máxima felicidad. La motivación no sólo es tener ganas, es tener convicción y seguridad en lo que se hace. La autoconfianza es una sensación o un saber que nos dice que podemos hacer algo bien. La conciencia del AHORA no debe estar perturbada por un pensamiento de lo que podría ser, o lo que ya pasó.
Tenemos una buena concentración cuando lo que hacemos es lo mismo que lo que pensamos. Se tiene que aprender a controlar el grado de excitación que puede generar gran ansiedad y angustia, afectando negativamente a los procesos fisiológicos y cognitivos, de forma que su energía pueda canalizarse a favor de la ejecución de una tarea. Establecerlos los objetivos y metas de manera clara y realista constituye una estrategia motivacional que mejora el desempeño, ya que enfoca la atención y promueve el incremento en la intensidad y persistencia. Aprender a establecer correctamente objetivos y metas a corto, mediano y largo plazo es una herramienta poderosa en la búsqueda del éxito.
Como deberíamos pensar y actuar en positivo ? Para reemplazar los pensamientos y actitudes negativas por sus antónimos en positivo debe imaginar y visualizar algunas situaciones vividas en contraposición.
Sinónimos de haragán: vago, improductivo, zángano, holgazán, perezoso, ocioso
Antónimos de haragán: obrador, trabajador, productivo, empeño, gestionar
Sinónimos de pesimista: abatido, triste, desilusionado, melancólico, desanimado
Antónimos de pesimista: optimista, animado, alegre, satisfacción, dicha, regocijo
Sinónimos de angustia: tristeza, pena, agobio, ansiedad, congoja, zozobra
Antónimos de angustia: tranquilidad, alegría, serenidad, placidez, felicidad Tercero, construir una autoestima positiva
La autoestima corresponde a la valoración positiva o negativa que uno hace de sí mismo. Se refiere a cómo la persona se ve a sí misma, lo que piensa de ella, cómo reacciona ante sí. Es una predisposición a experimentarse como competente para afrontar los desafíos de la vida y como merecedor de felicidad.
Proceso externo de construcción de la autoestima
El proceso externo está dado fundamentalmente por la influencia que los demás, en general, tienen sobre el aspecto emocional de la persona. Cuando sea necesario que la persona mejore aspectos de su conducta, será más adecuado que el planteamiento del problema se exprese de manera clara y precisa, haciendo respetar normas y límites, pero considerando evitar algunos aspectos que claramente afectan la autoestima.
Como ya se ha dicho, la crítica es uno de ellos. Otros son las reglas y los deberes inflexibles, así como el perfeccionismo. Estos también inciden negativamente en la autoestima, porque no dan libertad y hacen que nos sintamos agobiados y con la sensación de no haber logrado nunca las metas. Es adecuado realizar los planteamientos y observaciones sin generalizar el problema hacia aspectos de la personalidad. Debemos centrarnos en la conducta, no en la persona.
Otro factor muy negativo para la autoestima, es el hecho de repetir reiteradamente las características negativas de la persona. Es decir, los demás pueden o no ayudar a tener una buena autoestima –especialmente las personas con las que se está involucrado afectivamente, alguien a quien se admire o a quien se considere mucho– haciendo aportes para que se tenga una evaluación positiva de uno mismo y de sus actos. Esto sin dejar de mencionar que este entorno es también el que ofrece oportunidades adecuadas y precisas para obtener éxitos y, en general, experiencias que permitan hablar bien de uno mismo y con las cuales uno se sienta satisfecho.
Proceso interno de construcción de la autoestima
La persona también realiza una construcción interna según sus propias experiencias. Esta construcción va a ser positiva o negativa según lo sean esas experiencias y el criterio de evaluación que se haga de ellas, es decir, va a estar en estrecha relación con decirse a sí mismo: "yo pude", "lo hice bien", "merezco quererme". Es como un premio hacia sí mismo, que a su vez se va a convertir en la energía para hacer otras cosas bien hechas, de manera acertada.
Una buena autoestima es el motor que desencadenará asertividad en las funciones afectivas y sociales, la cual va a permitir que se obtenga como resultado: agrado, satisfacción, gusto y amor por lo propio. A su vez, estas últimas sensaciones generarán una retroalimentación que recaerá nuevamente sobre la construcción de la autoestima positiva que se ha generado, aumentando de esta manera su potencial también positivo. Incluso, y gracias a esto, podrá ser el mismo individuo quien mejore luego sus resultados como desafío propio y para una mayor satisfacción personal. Sin embargo puede pasar también lo contrario: que el individuo se vea enfrentado a resultados o experiencias desagradables, a errores e insatisfacciones, provocando repercusiones con una carga afectiva negativa, acompañada de autoacusaciones y autocastigos que le aportan y le provocan una información muchas veces distorsionada y que le conduce a un actuar deficiente, con resultados de las mismas características o incluso peores.
De esta manera se generará un círculo vicioso que, si daña la autoestima, habrá que interrumpir atendiendo determinados aspectos, como incentivar que el individuo valore más el proceso que el resultado y que aprenda de sus errores. Esto se ve favorecido si va acompañado de palabras positivas que el sujeto se diga a sí mismo (diálogo interno), como "lo hice bien", eludiendo frases de negación, es decir, en vez de decir "no debo volver a hacer tal cosa", decir "de ahora en adelante debo procurar hacer tal otra", y evitando también las frases negativas, cambiándolas por aseveraciones positivas. Es decir, cambiar una frase como "lo hice todo mal" por otra como "debo mejorar" o "haré lo posible por mejorar".
Otro aspecto que favorece el desarrollo de una autoestima positiva, es facilitar alternativas con objetivos más adecuados al nivel de desempeño y capacidades. Para ello será necesario conocer a la persona, para que de esta manera podamos ayudarla a conocerse a sí misma a través del descubrimiento gradual de sus potencialidades, que serán el motor para la superación y para poder emprender nuevos desafíos. Así, al desarrollar dichas potencialidades será posible disponer de nuevas herramientas y de más posibilidades para hacer nuevas cosas. Con ello también podrá adquirir nuevas experiencias y, como consecuencia, más conocimiento del entorno y de sí mismo, factor fundamental para realizar acciones futuras en forma asertiva.