INTRODUCCIÓN
Hoy en día quienes nos relacionamos a diario con adolescentes, ya sea en el medio escolar o en el sector salud, nos vemos enfrentados cada vez con mayor frecuencia a consultas en relación a la conducta u orientación sexual provenientes de los mismos jóvenes, de sus padres o de otros conocidos o familiares. Es por eso que es necesario tener conocimientos que nos permitan otorgarles la información adecuada, responder a sus inquietudes u orientarlos adonde puedan recibirla de manera confidencial, sin juzgarlos ni estigmatizarlos.
Aunque la homosexualidad no es en sí misma un trastorno, los y las adolescentes que se consideran homosexuales o bisexuales o que presentan conducta homosexual o bisexual o que se encuentran confundidos/as en relación a su orientación sexual, pueden presentar necesidades especiales de atención, tanto en el sistema escolar como en salud, derivadas principalmente de la homofobia y discriminación que existe en nuestra sociedad.
DEFINICIONES
Muchas veces se confunden algunos términos y conceptos, por lo que es necesario comenzar por algunas definiciones.
Sexo biológico: está determinado por nuestros cromosomas, hormonas y órganos genitales internos y externos.
Identidad de género: es el reconocimiento internalizado de uno mismo de que se es hombre o mujer. Este aspecto se desarrolla entre los 18 meses y los 3 años.
Trastorno de la Identidad de Género: la persona internaliza un género distinto al sexo biológico. Ellos se describen a sí mismos como "un hombre en cuerpo de mujer" o "una mujer en cuerpo de hombre". En la adultez corresponde al transexualismo. Es una condición poco frecuente y su tratamiento consiste en la indicación de hormonas y cirugías que permitan la readecuación de las características físicas al sexo psicológico. Cuando esta condición es detectada en la niñez el tratamiento va dirigido principalmente a lograr una buena integración social, favoreciendo las conductas propias de su sexo biológico y en ningún caso el enfoque va dirigido al aspecto de orientación sexual.
Rol o papel de género: es la expresión conductual de masculinidad o femeneidad. Puede variar entre cultura y cultura.
Alteración en el rol o papel de género: corresponde a varones con conductas o preferencias más típicamente femeninas o mujeres con conductas o preferencias más típicamente masculinas, pero que se identifican con su sexo biológico. Los niños varones "afeminados" o las niñas "masculinas" no necesariamente a futuro corresponden a personas con orientación homosexual o bisexual. Como también sólo algunos gays son afeminados y sólo algunas lesbianas son masculinas.
Transvestistas o "travestis": corresponden a hombres que sienten placer al simular un aspecto femenino con vestimentas y accesorios ad hoc.
Orientación sexual: es la dirección de los intereses eróticos hacia otras personas. Al hablar de atracción sexual nos referimos a un patrón de excitación física e interés emocional o romántico y sexual que involucra fantasías, imaginación y sueños de contenido sexual o erótico. Los individuos heterosexuales se sienten atraídos por personas del otro sexo, los individuos homosexuales se sienten atraídos por personas del mismo sexo y los individuos bisexuales se sienten atraídos por personas de ambos sexos. Los hombres homosexuales también se denominan gays y las mujeres homosexuales, lesbianas.
Conducta sexual: es la manera en que se expresan los sentimientos sexuales. En un concepto más amplio va desde los besos y caricias, pasando por la masturbación mutua y llegando a las relaciones sexuales o actividad sexual propiamente tal. Las relaciones sexuales pueden ser vaginales, orales y anales. Entonces, conducta sexual no es sinónimo de orientación sexual. Puede ocurrir que una persona tenga una orientación heterosexual, pero incurra en conductas homosexuales. Esto puede darse en los adolescentes como una conducta exploratoria o cuando no hay acceso a personas del otro sexo, como en internados, cárceles, etc. También puede ocurrir que una persona de orientación homosexual presente una conducta heterosexual. Esto puede suceder en el caso de quienes no han asumido su homosexualidad o desean mantenerla oculta. Por lo tanto, el experimentar placer en una conducta homosexual no equivale a ser homosexual, como tampoco el experimentar placer en una conducta heterosexual equivale a ser heterosexual.
Identificación con una orientación sexual: es otro concepto distinto y en algunos casos puede estar precedida por una etapa de confusión o de negación. El conocimiento actual sugiere que la orientación sexual se establece generalmente, en la niñez temprana. La identificación con la propia orientación sexual puede ocurrir tanto en la adolescencia como en la adultez. Es perfectamente posible que un adolescente haya asumido su orientación sexual y se identifique como homosexual a esa edad. También es posible que las personas se identifiquen con una orientación sexual aunque no hayan experimentado una conducta sexual.
Salida del closet o "coming out": toma de conciencia o reconocimiento de la orientación sexual.
PREVALENCIA
La homosexualidad existe y ha existido en la mayoría de las sociedades. El grado de aceptación de la sociedad de la homosexualidad tiene un efecto directo en que los individuos oculten o den a conocer su orientación sexual.
También los porcentajes reportados en la literatura varían de acuerdo a si se ha preguntado por conducta homosexual o por identificación con una orientación homosexual, que como ya revisamos son dos conceptos distintos. En estudios de Estados Unidos los porcentajes varían entre un 3% y un 10% de población adulta homosexual.
ETIOLOGÍA
Los mecanismos de desarrollo de la orientación sexual no están aún completamente aclarados. Sin embargo, existe cierto consenso en que la orientación sexual no es una opción, es decir, no se elige entre ser homosexual o heterosexual. La orientación sexual, probablemente no está determinada por un solo factor.
Existe fuerte evidencia sobre la influencia biológica en su conformación, ya que se ha determinado que hay una alta concordancia en la orientación sexual de gemelos idénticos, hay evidencia de que la exposición hormonal prenatal influiría en la orientación sexual y se han encontrado diferencias neuroanatómicas en algunas regiones cerebrales entre las personas homosexuales y heterosexuales. Un estudio en hombres homosexuales que provenían de familias con otros parientes hombres homosexuales encontró diferencias en el cromosoma X.
Por otro lado, no hay evidencia científica de que formas de crianza, tipo de colegio, abuso sexual u otros eventos vitales causen homosexualidad. En el caso de hombres homosexuales que han sido abusados sexualmente cuando niños por otros hombres, pareciera corresponder mas bien a niños vulnerables que son detectados por los abusadores. Es también importante en el caso de quienes han sido abusados sexualmente el diferenciar la homosexualidad de una confusión en la orientación sexual. Esto puede ocurrir, por ejemplo cuando las víctimas han experimentado placer sexual en un abuso homosexual. Otro ejemplo es cuando hay evitación de relaciones heterosexuales producto de un Trastorno por Estrés Postraumático, secundario a un abuso heterosexual.
El hablar del tema de la homosexualidad y el estar expuestos a ver conductas homosexuales, ya sea a través de los distintos medios de comunicación o en distintos ambientes como discoteques, familia, colegio, etc. podrían influir en la conducta sexual, pero no hay evidencias de que influyan en la orientación sexual. Es decir, podrían por imitación o por moda aumentar las conductas homosexuales, pero no la orientación homosexual. También podría influir en que los jóvenes homosexuales puedan identificarse con su orientación sexual más precozmente y en la medida en que el estigma disminuye, puedan con más frecuencia asumirlo públicamente.
NECESIDADES ESPECIALES DE ADOLESCENTES NO HETEROSEXUALES
El objetivo general es el mismo para todos los jóvenes: promover un desarrollo normal, un bienestar social y emocional y una adecuada salud física.
La principal tarea de la adolescencia es la búsqueda de la identidad, esto suele no ser muy fácil y en el caso de los adolescentes que no son heterosexuales o se muestran confundidos con respecto a su orientación sexual se hace aún más difícil. Pueden aislarse o ser rechazados por sus familias, padres o profesores y ser víctimas de burlas o violencia física o psicológica. Como consecuencia pueden incurrir en conductas de riesgo como deserción escolar, abuso de alcohol y drogas y conductas sexuales de riesgo. Además tienen más riesgo de presentar trastornos del ánimo, trastornos ansiosos e intentos de suicidio.
Otro grupo que puede también presentar necesidades especiales son quienes presentan alteración a nivel del rol o papel de género, o sea varones afeminados o mujeres masculinas y son víctimas de burlas y discriminación.
Al atender consultas de adolescentes es importante asegurarles la confidencialidad. Se debe crear un ambiente de confianza en el que él o ella no se sientan juzgados.
No se debe dar por hecho que todos los y las adolescentes son heterosexuales y, por lo tanto, las preguntas que se hacen debieran tener eso en cuenta. Por ejemplo, preguntar si ha tenido pareja o si le atrae o le gusta alguien, dando a entender que pudiera ser de su mismo o del otro sexo y preguntar con naturalidad tanto por conductas homosexuales como heterosexuales. Tampoco se debiera bromear acerca de la homosexualidad o realizar comentarios homofóbicos que desalienten al o la adolescente a plantear sus inquietudes.
Las terapias dirigidas a cambiar la orientación homosexual o heterosexual están desaconsejadas por la mayoría de las sociedades internacionales que trabajan con adolescentes, ya que no sólo no son efectivas, sino que además podrían ser perjudiciales. Sin embargo, un profesional puede ayudar a un adolescente a aclarar su orientación sexual cuando está confundido o cuando está en riesgo de presentar o está presentando alguna sintomatología o conductas de riesgo. Muchas veces sus necesidades se derivan del hecho de cómo enfrentar el tema con sus padres cuando no están enterados o, cuando están enterados, en el caso de que no estén pudiendo aceptarlo.
Cuando un padre se entera de que su hijo o hija adolescente tiene o ha tenido conductas homosexuales o se siente atraído por alguien de su mismo sexo o se identifica como homosexual o bisexual, suele vivir un proceso difícil y doloroso.
Muchas veces los padres pasan por un verdadero proceso de duelo. Buscan argumentos que contradigan la posibilidad de la homosexualidad o bisexualidad de su hijo o hija. Les dicen que probablemente es una confusión propia de la edad, que no pueden estar seguros de su orientación sexual si no han probado el tener relaciones heterosexuales, o que tal vez esa idea es producto de una mala experiencia heterosexual. A veces buscan la posibilidad de algún "tratamiento o cura" y consultan con distintas personas, pudiendo recibir una información u orientación inadecuada. Otras veces buscan explicaciones o se culpan o comienzan a presentar sintomatología ansiosa o depresiva.
Para los padres muchas veces es también un problema el decidir a quién contar y cómo contar lo que les está pasando.
LO QUE SE PUEDE HACER EN LA ESCUELA
Se han propuesto algunas medidas que se pueden implementar en la escuela para asegurar que en la escuela se enseñe a respetar a las personas que no son heterosexuales.
Garantizar la igualdad: protección en contra de la discriminación hacia los homosexuales.
Crear un ambiente de seguridad: crear políticas claras en contra del hostigamiento hacia los homosexuales.
Presentar modelos o referencias sociales: dar a conocer modelos adecuados homosexuales que sirvan como referentes.
Dar apoyo a los estudiantes: realizar alianzas "gay/hétero" que acoja a los estudiantes que estén preocupados por los temas de orientación sexual y homofobia.
Dar entrenamiento al personal docente y administrativo: capacitación para que puedan detectar las necesidades y brindar apoyo a los estudiantes homosexuales.
Reformular el programa escolar: incorporar el tema de la homosexualidad en las distintas materias.
Proveer atención y educación de salud adecuadas: en especial sobre la prevención de enfermedades de transmisión sexual en homosexuales.
Diversificar el contenido de la biblioteca, los medios audiovisuales y la informática: incluir la temática homosexual.
Ampliar los programas de entretenimiento: actividades extracurriculares que tomen en cuenta a los homosexuales.
No debe darse por sentado la heterosexualidad: recordar que puede haber homosexuales entre los que nos rodean.
LO QUE PUEDE HACER EL PERSONAL DE SALUD
El personal de salud debiera tener en cuenta los siguientes puntos al atender a adolescentes que no son heterosexuales:
Derivar a otro profesional si hay dificultades personales para atenderlos.
Asegurar al paciente que su confidencialidad está protegida. Discutir con ellos si es apropiado que sus padres se enteren y si quieren que esa información se registre en la ficha.
Ayudarlos/as a pensar acerca de sus sentimientos cuidadosamente, para clarificar si hay o no confusión con respecto a su orientación sexual.
Identificar conductas de riesgo (conductas sexuales, consumo de alcohol y drogas) y ofrecer consejería o tratamiento si está indicado.
Ofrecer apoyo ante los conflictos que se pueden presentar con sus familias en el proceso de "salir del closet".
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