martes, agosto 31, 2021

Psicología Transpersonal - Conferencia

Claudio Naranjo

En fin, y comienzo mi tema diciendo, así como en matemática se acostumbra a partir de lo axiomático, esa cosa indudable, quería comenzar por algo muy obvio no diciéndolo con tanto precisión como la precisión matemática. Yo creo que un buen punto de partida sería que hay algo que huele a podrido en el mundo y que es muy raro que haya pasado tanto tiempo y sigue oliendo cada vez peor.

Hace unos treinta años cuando un tal secretario general de las Naciones Unidas, un día dio un discurso en el que se lamentaba que los problemas mundiales de su tiempo seguían siendo los mismos de siempre. No se había logrado mejorar el asunto del armamentismo, ni el racismo, ni la tendencia de ciertos países a querer ser los dominantes, la violación continua de los D.D.H.H. No sólo continuaban estos problemas de siempre, los problemas antiguos, sino que se agregaban otros nuevos como: (...)inundación, el problema ecológico, el agotamiento de los recursos, y más aún ya en esa época se veía un problema nuevo, original, y es que en la miríada de problemas que ya se conocían muy bien, las interrelaciones, son tantas y tan complejas que arreglar una cosa es ya arreglar otra.

Bueno, el Club de (....) en el cual yo estaba asociado ha estado proponiendo hace mucho tiempo que solamente un enfoque multidisciplinario puede ser pertinente. Las especialidades ya no dan abasto frente a una cosa tan compleja como la problemática mundial. Pero incluso con las décadas que vienen transcurridas desde entonces, a pesar de ese “veranito de San Juan” que fueron los años Ž70, esa revolución de la conciencia que prometía que estábamos al borde de la Era acuariana, al borde del milenio, la visión utópica de los antiguos profetas. A pesar de eso, las cosas siguieron poniéndose más densas. Desde los Ž80 más o menos, ya estamos en descenso, en la caída del muro de Berlín, se ha afianzado el sistema capitalista mundial, ha dado un nuevo giro bajo la bandera neoliberal. 

Ha ocurrido que (...) ¿Qué es lo que ha ocurrido? Que sólo el dinero importa, que va (...) la política, la política estaba muy podrida ya, así uno podría verlo con cierta alegría, que las transnacionales están ya suplantando a la política. Pero de repente estamos viendo, que por lo menos en la política habría una voz de representación de los pueblos, habría algunos idealistas, pero la mano que maneja a las grandes empresas es una mano que solamente tiene la consigna de velar por la ganancia de las distintas empresas que están en la competencia, por ganancias (...) que va agotando los recursos de la tierra, que va estrujándonos a todos, vamos siendo más y más esclavizados... 

Al mercado de trabajo, el mercado de productos y trabajo que devora la vida humana, se puede decir, que arrasa con valores de comunidad, valores de familia, valores espirituales. No hay tiempo, no hay entusiasmo, se va poniendo apático el mundo, se va poniendo pasivo el mundo, ya no hay banderas con las cuales luchar contra lo que está pasando. Todo supuestamente en nombre del mercado, del “libre mercado” que naturalmente no lo es. Las grandes corporaciones en asociación unas con otras, están redactando “acuerdos” que sustituyen los acuerdos de las leyes políticas, pasan por alto, solamente hacen posible este control en nombre de la libertad de mercado. Se hace presente un control -como nunca centralizado- de la economía a nivel planetario, en el que no importa nada más que el dinero. Y sería fácil decir: “Bueno, este es el problema”, y yo creo que la razón principal de que tan misteriosamente el genio humano no haya podido ganar esta gran guerra contra la injusticia, contra la opresión, lo inhumano. 

Es extraño, son tantas conquistas y episodios de liberación, del Renacimiento en adelante, pasando por la Revolución francesa, la liberación de las colonias, la misma revolución de la conciencia, tantos triunfos y no se gana la gran guerra. Son batallas, pero en un proceso que implacablemente nos va envolviendo. ¿Cuál es el misterio? ¿Por qué ocurre esto? Y como (....) algo que quiero decir sobre la educación, quiero brevemente mencionar mi tesis de que todavía no se ha atacado la enfermedad, se han atacado problemas, pero no el meta problema. Se lamenta la falta de democracia, se lamenta la violencia que levanta la causa del pacifismo, se lamentan tantos grandes problemas, indudables, como la injusticia, como el hambre, en fin. 

Pero no se comprende cabalmente cuál sea el mal del cual éstos son los síntomas. Y, a mi juicio, es la esencia de la crisis que estamos viviendo, ya por varios decenios, pero como esos remolinos del agua que ya va saliendo del estanque cada vez más acelerada y más (...). La esencia de la crisis no es simplemente la crisis del capitalismo, no es simplemente la crisis del sistema industrial, no es simplemente esto o aquello de las cosas que se han dicho; sino que es la crisis de lo que llamamos la civilización. Estamos en el ocaso de esta manera de “ser” que aprendimos en la Edad de bronce, que se estableció en la Edad de Bronce, cuando ocurrió uno de los cambios más importantes de la historia la transmisión del mundo matriarcal al patriarcal. Y todo este sistema jerárquico, que lleva consigo la sociedad de clases, que lleva consigo el (militarismo?), que lleva consigo tantos males que hemos conocido siempre, empieza precisamente en la época de la edad de Bronce cuando según las excavaciones, es muy claramente, una sociedad (...), es decir una sociedad sin esclavitud fue reemplazada por esta sociedad, en la que el dominio del páter familias en la unidad familiar se generalizó a la sociedad a través de bandas masculinas guerreras como la de los arios, que con el dominio del caballo, del hierro, lograron el (impacto?) de otras culturas más pacíficas y más débiles. Imponiendo algo que tenemos muy glorificado (...), que la civilización es intrínsecamente bárbara, lo decía (...) más pequeña supongo. 

Llamamos bárbaros a las personas que son menos bárbaras que nosotras. Consideramos bestias a los animales, cuando nosotros somos más bestias que ellos. El animal más destructivo, objetivamente, es el animal humano. Pero no intrínsecamente por complicaciones de este mal muy antiguo y que el hecho de que esté en crisis el sistema patriarcal es una gran esperanza, no es solamente una mala cosa que se hunda ese sistema. Eso sí tenemos que ser muy inteligentes y ver cómo no morir con él. Si se hunde este navío, ¿cómo preparar los botes (¿a la orilla?). Bueno, a eso va lo que les quiero hablar sobre la educación. Pero, primero a la manera de puente, pienso que, si es cierto esto que estoy planteando de que este mal colectivo, el meta problema, es esto que llamo el régimen patriarcal o la organización patriarcal de la mente -no sólo de la sociedad-, una condición en que siendo nosotros estructuralmente, tanto en lo biológico como en lo psicológico, padre, madre e hijo, lo que Freud llamaba edípico, en lo que se refiere a esta tríada fundamental. Nuestro yo es un yo interpersonal internalizado (....) En el sistema patriarcal está dominando el padre a su hijo, está estableciéndose un régimen tiránico dentro de la mente, que podemos verlo en términos freudianos como la tiranía de superyó; o gestálticamente como la teoría del super(...), del top(...), del mandón; o como Norberto Levy dice, en Argentina, el rechazador y el rechazado. 

Naturalmente, todos estos lenguajes o de otras Escuelas psicológicas son variaciones en torno a una realidad que es el eco o la forma interna de esa otra realidad externa de que hay opresores y oprimidos y una mente esclava (...). Entonces, si es cierto que hay una condición de desequilibrio entre estos tres principios, es muy significativo porque inspira a considerar la alternativa. La buena sociedad sería, naturalmente, una en la que hay equilibrio entre los tres principios: el principio materno, el principio paterno, el principio niño, el principio filial, digamos, en la mente, en la sociedad. Y, ésta ha sido una ambición inspiradora de patrones de toda mi vida, y yo personalmente me debo, no a la influencia de la gente que hoy en día está hablando de la mente patriarcal porque el feminismo ha hecho muchas variaciones sobre esta idea. Va a imprimirlo solamente en términos de la política entre los sexos, de las oportunidades del trabajo, justicia para las mujeres. 

Pero más recientemente, entendiendo que lo patriarcal no es una cosa que afecta solamente a las mujeres, sino que nos afecta a todos, a los niños y a los hombres también, y que sostiene el problema del mundo. (nombra un autor) El cáliz y la espada, habla muy frecuentemente de esto, a mí no me ha llegado a través de estas voces contemporáneas, sino de la persona que más influyó en mi vida, (...) Albert, que probablemente no se conozca nada aquí, excepto si alguien leyó mi libro La agonía del patriarcado de años atrás. Un hombre que fue artista fue escritor en Chile, luego cuando empezó su viaje interno que fue espontáneo desencadenado por la muerte de su padre, un viaje (¿ólfico?) podría decirse, un viaje en que siguió a su padre en la experiencia de la muerte, una muerte interna, fue el comienzo de una nueva vida que digamos, llevó a término, lo que él llamaba el auto nacimiento. A través de eso se hizo poeta y su obra que no se ha publicado todavía, es una obra en alemán, que incluso yo conozco muy parcialmente, porque mi alemán sigue imperfecto a pesar de mi entusiasmo por el autor. Pero después de su trayectoria como artista su punto de llegada fue una condición más de profeta que de artista, y yo le conocí cuando él tenía como sesenta años y yo tenía veinte y tantos. 

Y fue como conocer en carne y hueso a alguien que encarnaba esas cosas sobre las cuales había leído, cuando leía los Upanishadas, o el Tao Te Kin (fon.) cuando oí hablar de cosas espirituales, sentía que aquí había uno que había hecho el camino y para él lo más importante era lo que él llamaba “el mensaje de los tres”. Había entendido a fondo el estudio de los tres principios internos, entendía todo lo que se había hecho de esta trinidad padre-madre hijo, entendió todo y sentía que si esto la gente lo entendiera eso haría una gran diferencia, y yo con toda mi voluntad, a mí me ha costado más de treinta años entenderlo. Una de las formas en que lo he ido entendiendo, una de las últimas cosas que me ha interesado, de la comprensión de esto que llamamos el amor y que nadie puede definir que es, que sea. Y yo he estado observando cómo se da el amor en tres distintas formas, el amor erótico o el instintivo que podríamos decir que es la función de nuestro cerebro primitivo que compartimos con nuestros arcaicos antecesores los reptiles. Luego nuestro cerebro mamífero tiene una calidad de amor que es el vínculo materno infantil, no es cierto que el amor al prójimo sea solamente humano, los animales tienen una gran lealtad a su cría, sólo que nosotros tenemos una inteligencia que nos permite ver la humanidad en el otro más allá de la familia (...) una potencialidad de expandir este impulso materno. Pero, el hecho del impulso del instinto materno es algo arcaico y primitivo también, y que (...) con el cerebro medio Y luego tenemos en lo que llamamos amor un aspecto que mira al cielo más que a la tierra, no el amor de la madre que mira hacia abajo mira hacia al pequeñito, mira a lo concreto, mira a la cría, mira a la necesidad del otro. 

Y, el amor paterno es un amor a los ideales, el padre quiere al hijo, pero le pide que se saque buenas notas; cuando tenemos amigos nos interesa en la amistad la persona que encarna ciertos valores, la persona que tiene algo que no tenemos, que podríamos adquirir a través del contacto. Hay algo como de un (...) sutil en la economía de la amistad. Estos tres amores que tienen nombres tradicionales: eros, ágape, y filia se llamaba en griego a este tercero. Eran vistos como un sistema de coordenadas en que constituyen el amor. Me parece que es una buena formulación del espíritu de nuestros tres cerebros, y que tiene una vieja relación muy inseparable con lo instintivo, lo emocional y lo intelectual.

Yo, personalmente tuve una importante influencia no solo de (...) Albert que hablaba en términos de padre-madre-hijo, sino de Guller que hablaba en términos de tres centros. Entonces, cuando pienso en asuntos sociales, el marco de referencia para mí ha sido ver cómo se podría llegar a un mundo en que se equilibrasen más estos tres amores, o estos tres modos de sentir y operar: el que mira al cielo, el que mira a la tierra y el que mira hacia delante, porque (...) Albert tiene una escultura que es un cóndor y que tiene al padre en una de sus alas apuntando al cielo y la madre apuntando a la tierra, sobre la otra y el hijo cogido de las garras apunta hacia delante. Aludiendo a que cada uno de nosotros puede sólo volar si tiene más que una de las dos. Generalmente, la gente no resuelve tan felizmente eso que Freud llamaba el problema edípico, quiere a la mamá, o quiere al papá, pero como entre los dos no se entendían tan bien, uno queda escindido. 

Es un trabajo muy grande llegar a hacer el abismo, llegar realmente a tener un yo integrativo, sintetizante, y tal vez ese perdón interno a uno de los dos que hemos denigrado de nuestras dos raíces psíquicas. Entonces, si uno piensa cómo sería tomar en serio esta idea de una sociedad de a tres, que sería una sociedad basada en el equilibrio, una sociedad de tricerebrados digamos, una sociedad basada en el equilibrio de esos tres principios. Una conclusión es que no se puede descuidar el paso a través de lo individual, la política siempre -desde que hay historia- se ha empeñado en darle mucho predominio a lo externo, sobre la transformación humana. Incluso, cuando en los tiempos del Comunismo, había los idealistas, sobre todo, no los soviéticos, sino los sudamericanos y los franceses, sobre todo como los que hablaban del hombre total. Idealistas, que hablaban de la necesidad de un hombre nuevo, para una sociedad diferente, pero en la práctica la mente del activista es una mente que no va hacia adentro y que se impacienta cuando se le habla demasiado de cosas psicológicas. Entonces, es algo que no se le ha dado mucha cabida en el mundo político, no se ha reconocido suficientemente el valor político, de lo terapéutico, de lo espiritual, del camino interior, de la transformación de la persona. Pero no se hacen sociedades sin personas, ese ejemplo sería una consecuencia, y los otros como corolarios normales, y la salida es un mundo de tricerebrados, un mundo de personas completas en que necesitan levantar esas partes oprimidas, esas partes eclipsadas de la naturaleza humana, que están eclipsadas no solo a escala individual, sino a escala cultural. 

Veamos, en el parte niño, la parte niño de nuestra naturaleza, en qué condición está en el mundo actual. Yo simpaticé mucho, hará unos treinta años será, cuando leí algo de (Rasovsky?) un (¿psicoanalista?) muy conocido entre los presentes seguramente, cuando alegaba él, que la universalidad del parricidio que Freud proponía era solo secundaria, a la universalidad del filicidio. Que se reconoce más la violencia contra los padres porque va más con el mandamiento cristiano de que “honrarás a tus padres”. Es más, nos escandaliza más, pero es más invisible la destructividad del mundo hacia los hijos, que los quiere tanto y tan sinceramente, pero no se da cuenta, la gente de cuanto se dañan, no hay suficiente conciencia para eso. Comienza el daño con las salas de parto –no se si hay alguien que se ha interesado en ello- pero les cuento por ejemplo para dar una idea de lo que quiero decir. Acá me imagino habrá muchos psicólogos que conocen cómo hay un reflejo de que el niño sigue al rostro de la madre y responde con una sonrisa, y recuerdan Uds. cuándo se establece, cuándo entra en acción este reflejo, a qué edad el bebé ... 

En los textos norteamericanos hasta hace poco se decía el sexto mes. Yo creo que tal vez aquí el segundo, en EEUU el sexto mes, porque es más tecnológico el parto allá. Cuando una investigadora norteamericana estaba haciendo un estudio en Uganda. Se dio cuenta que el reflejo este empieza el primer día de vida. Seis meses les cuesta a los bebés norteamericano recuperarse del shock del parto, la anestesia principalmente, la anestesia que es para la madre (...) y para el niño en el momento de la transición más importante de su vida en que se necesita la autorregulación con todas sus facultades. Un paso catastrófico, delicadísimo. Y todo eso se agrega, se (...) porque es muy delicado también el corte del cordón umbilical, ( ...) del cordón umbilical, en la sangre acumulada en el cordón umbilical está calculada por la naturaleza para que permita la respiración del feto recién nacido durante los minutos necesarios para su adaptación hasta que puede ya dar la primera respiración. Los médicos han hecho muy poco caso de eso, cortan muy prematuramente, entonces claro, no se respira tan prontamente, y entonces como no se respira, apresura todo porque parece que la medicina tecnológica, la medicina con su contaminación de la actitud tecnológica quiere ajustarlo todo a sus horarios, incluso los partos se hacen en las horas que más les conviene a los hospitales, a los médicos y no cuando quieren venir los bebés. Se les da unos palmoteos en la espalda a los bebés, y -no sé si saben Uds.- hay muchas muertes y que no se sabe por qué. 

No se toma en cuenta de cuán traumática es esta situación. A veces, las madres se deprimen tremendamente, depresiones misteriosas después del parto, porque se considera que el niño siempre es un objeto biológico, y no se considera mucho este misterio de lo que pasa cuando la madre pone el bebé sobre su corazón, no es simplemente su pecho, tiene algo de (...), y esa cercanía de corazón a corazón, hoy en día se sabe qué hace muchas cosas más misteriosas. 

El corazón no es solamente una bomba, a veces cuando se trasplanta el corazón se descubren cosas muy extrañas, que el que recibe el órgano empieza a sentir unos cambios de personalidad, y siente que tiene metida a otra persona en su cuerpo. El corazón es un órgano muy misterioso, y la mente más que una computadora. Entonces, ha habido una arrogancia muy grande de la actitud intelectual, de la actitud científica manipuladora del mundo, y ha sufrido mucho el niño, principalmente ha sufrido la separación de la madre que crea daños muy grandes. En E.E.U.U. la separación de los niños y madres no era tal entre los negros, y las negras tenían una gran capacidad maternal y redundaba en un gran sentido comunitario de toda la población negra. Pero cuando se les empezó a hacer tan difícil la pobreza por los cambios productivos, por la deteriorización colectiva, ya sabemos que mientras más dinero hay en el mundo más es la distancia entre ricos y pobres, no es nada claro que como dicen los economistas la riqueza vaya a llegarle a todos, es un cuento chino eso. 

Entonces, mientras más avanza la pauperización del mundo, incluso la tercera (...) del primer mundo. E.E.U.U. está aplicando ahora a sí mismo la misma política que hacía acá. Entonces, está llegando la pobreza a los negros allá especialmente. Entonces, empezaron las madres de esta población afroamericana a acudir a los hospitales porque si no era muy difícil y muy arriesgado. Eso diez años atrás, ahora ya no es tan bueno el sentimiento comunitario, se ha cortado de raíz la base de este vínculo amoroso que caracterizaba a esta parte de la población. Así que es una demostración empírica experimental de esto que quiero decir, que estamos dañando sin saber cómo, nuestra arrogante manera de no tener una natural reverencia a lo pequeño, tenemos reverencia sólo a lo grande, a lo sublime, miramos al cielo como (....) dice fines del siglo XIX: “Nos hemos preocupado tanto de no pecar contra el cielo que no nos damos cuenta cuánto estamos pecando contra la tierra”. 

Cuando los pintores antiguos representaban el pesebre en las magníficas natividades, como Boticelli por ejemplo, como vieron al pequeñísimo niño Jesús, el gran Papa, el gran emperador y todos sus nobles y su séquito, todos los grandes, el mundo de los grandes rindiendo homenaje, querían presentar el nacimiento del niño divino, el niño como representación de algo que viene puro de otra dimensión, deberíamos honrarlo como algo más cerca del misterio de nosotros mismos. Pero no tenemos eso, no tenemos el don de intuir el niño divino, entonces lo aplastamos muy fácilmente, es parte de la actitud patriarcal del dominio arrogante del autoritarismo intrafamiliar, ahora menos, pero ha sido parte. Ahora ya no está en la familia, pero está en la estructura de la sociedad. Entonces es muy (...) deberíamos tomar conciencia de eso.

Hace poco leí algo de Laura Huxcley -Laura Huxcley, la viuda de Arnold Huxcley- ha fundado el Instituto, ahora, para...cómo lo llama... “Los niños, nuestra inversión suprema”, nuestro capital, nuestra inversión mejor son los niños, dice ella; pero también, dice ella, “Pero también son la suprema inversión de las grandes empresas”. Entonces, dadas las estadísticas de cuánto tabaco se les vende a los jóvenes, cuánto alcohol, y cómo se utiliza la televisión, y cómo hay expertos para vender juguetes y cómo sutilmente dan sus mensajes, cómo les roban en cierto modo a los padres, a los niños para hacerlos comprar en el futuro, para reclutarlos de compradores. Entonces, entre los actos de aplastamiento se ha aplastado el espíritu del juego. (...) de cómo se aprende a ser persona a través del juego, la importancia del juego en el desarrollo psicológico y hasta neurológico, sobre el desarrollo de la espontaneidad, cómo sin espontaneidad no se es persona completa, casi toda la psicoterapia de una manera u otra es un querer rescatar la espontaneidad y querer rescatar el dolor que nace, la insatisfacción que nace de tener aplastado lo instintivo, “las vicisitudes de los instintos” decía Freud. Toda psicoterapia quiere deshacer este entuerto del niño aplastado. 

Pero es a la educación que les corresponde hacerlo de esa manera, en lugar de tener esta escolarización prematura patriarcal, que es una inculcación de obediencia, de “estate quieto o (...)”, realmente tener una –así como hay (¿terapia?) centradas en el cliente- educación centrada en el niño, en que se le enseña a la persona a valorarse, a ser oído, se le da la experiencia de ser oído, ser mirado, y no andar con el rabo entre las piernas por el resto de la vida. 

Y así como con los niños se hace eso, con lo materno, la educación es una profesión como la enfermería que deriva de una natural prolongación de la maternidad, y, sin embargo, habiendo tantas mujeres en la educación, ha ocurrido un poco como con la política: no tenemos matrias, tenemos patrias. El espíritu comunitario, diríamos, es un espíritu materno y los vínculos son cosa del mundo femenino, los vínculos pertenecen al desarrollo del amor, pero la política es una jerarquía patriarcal. Algo así surge en la educación también, todo ese recurso que es la presencia de las mujeres que tienen una vocación de ayuda, una vocación de oír al niño, de relacionarse con el niño, es desaprovechado porque todo eso está supeditado a un sistema que a su vez está regido por intereses económicos y políticos, y sirve a intereses no de educación sino a intereses de aculturación, de socialización digamos. 

Si tenemos el mundo que tenemos es porque tenemos la educación que tenemos. La educación es el órgano de interpretación de –entre comillas- la cultura. Pero si la educación no es culta, si la educación es ciega, si la educación es como yo pienso que es, lo más retrógrada de nuestras instituciones, aunque debiera ser la más culta, es la más dormida de nuestras instituciones, es algo muy trágico. Yo me he ido dando cuenta de esto muy paulatinamente. La educación ha venido a mí en cierto modo, yo no hubiera sospechado que terminaría ocupándome, interesándome, volviéndome un militante de la educación. M e han invitado a congresos aquí y allá, me han pedido que escriba esto lo otro, y a propósito de estos estímulos he venido cayendo en la cuenta de que aquí hay algo, está muy mal el órgano de desarrollo humano en la sociedad. 

Es la educación una educación, es algo donde no hay cabida para estas consideraciones de desarrollo humano porque la educación es para otra cosa, la educación es un modelo de transferencia de información para supuestamente, para el desarrollo del intelecto, pero más que nada es para otra cosa, ni siquiera es para el mercado de trabajo. Es cierto que las grandes empresas querrían que salgan de la educación personas que saben escribir y calcular y manejar la tecnología, pero más que nada la educación es para pasar exámenes. Se vende información para pasar exámenes, para que esa gente nueva tenga el ticket para entrar al mercado de trabajo, (....) como dicen aquí. Entonces, a mí me parece que es muy desastroso porque hay unos recursos, si se quisiera hacer una educación para el desarrollo humano y nos concierne a todos, ya uno no se conmueve por el hecho de que esto sea así, es porque se desentiende del futuro, porque está demasiado concentrado en el presente y no le toma el peso de que no hay otra vía de salida del presente. Yo no creo que se pueda hacer la guerra, enarbolar la bandera del pacifismo contra la violencia del mundo tan violento como el que tenemos, no creo que se pueda enarbolar la bandera de la justicia, es indispensable hacerlo en la medida en que se puede, es una respuesta humana. Fue hermosísimo lo que ocurrió el otro día aquí cuando la gente salió a las calles no con una consigna revolucionaria, sino que espontáneamente, es necesario. Pero el valor de eso frente a un sistema tan poderoso que no es un sistema local es un sistema global, un imperio. 

El imperio neoliberal, un imperio capitalista global opera a través de los gobiernos, pero solamente a través de políticos de turno, que no tienen muchas opciones. Entonces, yo creo que interesa que toda la colectividad se interese en que la educación es nuestra tabla de salvación, es nuestro puente de futuro mejor. Si estamos así porque estamos operando de acuerdo a un dicho inglés: “Cuida de los centavos y las libras se constituirán así mismas”. ¿Conocen el dicho? (...) Yo estudié en un colegio inglés y repetía mucho eso, y yo por mucho tiempo pensaba “ah sí, es cierto, hay que ocuparse de los detalles”. Y de pronto me di cuenta: “no”, eso es lo contrario de la verdad, es lo contrario de lo que dice el evangelio de: “Ocúpate del reino de los cielos...” y todo lo demás que Uds. verán por añadidura. Si uno se ocupa de la utilización de la conciencia, si se ocupa de lo más profundo, de lo más elevado de lo humano, ahí sí que entra todo en orden. En nuestro desorden de (...) se descuida eso, es tanta la prisa por solucionar los problemas locales que son todos parches, como si un parche está haciendo agua por aquí por allá. Y claro, hay que atender al problema de la sobrepoblación, hay que atender al problema ecológico, no se puede, no sé, sería inhumano desentenderse de todas esas cosas, deshumanitario. 

Pero si por estar tan ocupados haciendo parches no se ataca la enfermedad, entonces nuestra respuesta colectiva es como la medicina antes que se descubrieran las enfermedades, cuando se estaba curando los síntomas solamente. Empieza la medicina cuando Pasteur describe los primeros microorganismos, cuando empieza la asepsia, cuando empiezan los antisépticos, en fin, los antibióticos. No estamos en esa etapa todavía con respecto al mal colectivo, no se le da importancia todavía al meta problema. Incluso (...) con su posición tan de pionero habla de esta problemática que es sistémica y que todo está relacionado con todo, y que es un todo, pero no habla de que haya un centro a ese todo. Yo creo que merece ser considerado ese centro y que no entra en la mente de los que se ocupan de esas cosas porque son mentes más de economistas o mentes de ingenieros, mentes que tienen otro (...), los clarificadores, en fin. Yo, en mi caso, por ejemplo, (...) en la rama americana, veo que no les interesa mucho el factor humano, aunque se diga que, teóricamente, es el factor humano el que está en nuestra esperanza. No, no se entra a analizar eso. Entonces, yo creo que esto merece una chance que si estamos así porque no se atiende al desarrollo humano, que estamos como dormidos, que estamos como enfermos, que estamos subdesarrollados, que los que se dan cuenta de esto son o los neuróticos, los que sufren de lo que Jung llamaba “sagrada neurosis” porque es un sufrimiento que llama a empezar a arreglar algo, y que la enfermedad lleva a un descubrir cómo curarse, que después redunda en cierta capacidad de empezar a ayudar a la cura con otros. Todas las culturas primitivas tienen eso y todos tenemos algo de eso porque todos conocemos ese dicho de que “De médico, poeta y loco, todos tenemos un poco”. 

Yo creo que hay una gran esperanza en lo que yo llamo los nuevos chamanes. Todos los que están en un camino de transformación, aunque solamente estén buscando algo para sí mismos, en algún momento van a ser importantes para este mundo entero que necesita ser desarmado, van a ser una nueva influencia, pero me (¿guió?) con un paréntesis. La educación es una institución extrañamente inerte, cuando yo empecé a descubrir estas cosas, a interesarme, me pareció “ah, pero que simple, es cosa de hablar con las autoridades”, y me di cuenta de que las autoridades son como un elefante blanco que no se los puede mover, ellos mismos conocen la inercia burocrática de este sistema, como conocen las presiones políticas a las que el sistema está sometido (...) a través de que el Ministerio de Educación me ha abierto la puerta, tentativamente. Convocaron a gente de todas las universidades, a los formadores de los formadores, pero con mucha..., es como que no se atreven a mucho. Me han dado a entender que no se puede el Ministerio casar conmigo porque no sería prolífico demostrar demasiado entusiasmo porque es una cosa muy amplia. Así es la política, hay que (...) a todos, aunque después te saltan por la cabeza porque todos no pueden estar de acuerdo. Hay una inercia, entonces en Chile me decían (corte).

“(...) el sistema de exámenes, hay más tecnología educacional”, pero esto me lo decía alguien que estaba muy enterado, me decía: “Pero es equivocado esto que plantea el Banco Mundial, porque Cuba que no tiene nada que ver con esto y que no compra el sistema, Cuba está en segundo lugar después de Singapur”. ¿Por qué? Porque hay buenas relaciones humanas, a los estudiantes les gusta aprender. Aprender o no aprender, se aprende si uno tiene una buena relación, si le gusta el profesor, si tiene una relación grata, una relación verdadera, y eso los cubanos lo tenían, o sea ahí están las dos vías. Hay la vía, digamos ente comillas “tecnológica”, como los partos tecnológicos, educación americana con muchas clases de respuestas múltiples, con mucha evaluación a lo largo del camino, con la postergación de las materias irrelevantes como los textos de cosas humanistas, las artes, ¿no? En fin, todas esas cosas que no tienen nada que ver con la educación propias de (...), que no sirven para la vida.

Hay entonces, esta dificultad del sistema y... Pero yo celebro mucho que la UNESCO ha lanzado un documento que, hace poco el año pasado, yo creo que la UNESCO llega un poco tarde, debería haberse dicho antes, pero, en fin, esto es cerebral. Ahora dice que la educación debe tender a cuatro cosas: educar para hacer, no, aprender a hacer; aprender a aprender, aprender a convivir, y aprender a ser. Han tardado mucho, por lo menos ya están en el “repertorio oficial”, la idea de que pueda haber “una educación para hacer”, en cualquier nivel del término que se pueda entender el “hacer” como algo, según la dicotomía de Lévy-Strauss: ser o tener. La educación de ahora es más para tener que para ser, es más para hacer, hacer para tener; entonces, no para “ser”. Pero también se puede entender “ser” como “ser el que uno es” y eso implicaría educación de la autenticidad. Poco tiene esto que ver con la educación actual, no tiene nada que ver la educación con el mensaje del más grande educador de todos los tiempos. Yo creo que no ha habido educador más genial y (...) que Sócrates, y más desestimado en lo que hoy en día se llama educación, y que no tenga ninguna representación el autoconocimiento. Porque incluso si se quisiera enseñar psicología en la escuela, eso no tiene mucho que ver con el autoconocimiento. El autoconocimiento es un proceso vivo no es aprender cosas sobre la mente humana, ni invitación a una experiencia. 

A mí me parece monstruoso que no haya educación para el autoconocimiento, como que me parece monstruoso que no haya una educación interpersonal. Una educación para aprender a entenderse con otras personas del mismo grupo, y que se atiende a una clase. Los boyscouts tienen algo de eso, pero las escuelas no. Esto que ahora entra entonces con la educación para convivir. Pero yo creo que incluso la educación para “ser”, en el sentido más propio de la palabra, que es la educación de la conciencia es importante que llegara a ser (...). De momento está muy lejos el curriculum de considerar una cosa así que pudiera ser relevante a la educación la vida contemplativa, que pudiera valer la pena que la gente que pasa por la escuela supiera que no sólo ha habido muchas corrientes espirituales en el mundo, y (...) una presentación tan sistémica, transcultural de todo esto. De lo que decía Confucio, lo que decía Mahoma, lo que decía Lao-Tse, lo que decía Buda. Sino que no sólo en el mundo del pensamiento, de la visión del mundo, sino que ellos proponían como ejercicios espirituales, que hubiera como -así como hay lugares donde se prueban vino, pero hay que ver cuáles uno se lleva a la casa- lugares que se prueban experiencias para ver qué es lo que uno, qué le promete a uno como vehículo para más adelante en la vida acercarse a esta disciplina, a ese recurso. Sería la gran oportunidad de la educación de hacerle presente la existencia de tales recursos de trabajo de uno mismo. Yo creo que necesitamos, en estos tiempos de tanta polución psicológica, una ética de trabajo interno, una ética de trabajo y recursos para trabajar en uno mismo.

Ahora, a lo que yo me he dedicado dentro de la Escuela S.A.T., es una Escuela para que la gente aprenda a trabajar en sí mismo con la ayuda de otros. La idea de darle a los grupos una posibilidad más sofisticada, que es lo que se llama la (...) cómo se llama esto en castellano, que estuve tanto tiempo fuera de aquí, como que “causaly” entre iguales, generalmente se usa la actitud (...) entonces la gente sabe muy bien hacerse ecos: “Sí te escucho, claro”, como el que decía así: “Pero me está desesperando que siempre me dice lo mismo que estoy diciendo yo” así que (....) ataque de (...) se tira por la ventana y ¡plop!, y entonces el terapeuta dice ¡plop!. Yo no soy muy entusiasta de los recursos que se manejan en estos grupos de terapia mutuos, (..) un par más poderoso, un (...) tan poderoso como que he levantado, como que hay (...) un trabajo con el lema de “democratización con la terapia”. Yo creo que la psicoterapia es demasiado cara como para que los que la necesitan puedan tenerla, todos tenemos algo de terapeutas, pero algunos más y otros menos, y que hay muchos. Esto debería estar más difundido, es como un servicio, así como se están haciendo todas estas cosas de salud, la gente está tomando entre sus manos estas medidas preventivas.

Bueno, dicen los educadores (a ver si queda tiempo, nos queda una hora) que una propuesta de cambiar tan radicalmente la educación, porque tarda mucho el cambio de curriculum, de agregados, de mejoras, se gasta mucho tiempo, se gasta mucho dinero incluso, se hacen muchos congresos, se tienen buenas intenciones, y sin embargo se están haciendo muchas variaciones en torno a lo mismo. No hay un cambio radical, no hay suficiente revolución en la educación, entonces cuando se plantea una cosa tan revolucionaria que...Bueno, como que toman en serio lo que uno está diciendo y dicen: “Bueno, en primer lugar, lo espiritual...”, para la gente que está en el sistema, la cultura que está en el sistema dice que esto es irrelevante. La educación es popular porque (...) del conflicto con la iglesia, se tiró lo espiritual, se echó fuera en el intento de librarse de la autoridad eclesiástica, y habría que reinsertar lo espiritual de otra manera. 

En el orden terapéutico, hay un tabú en lo terapéutico en el mundo de la educación que también habría que hacerle frente, es como que les hace alergia lo terapéutico y entender que no hay una posibilidad de educación del corazón -sin atender a que los niños siguieran, por ejemplo, a los siete años ya el niño necesita algo de reparación, necesita como en el (..) terapéutico las armas- pero los que son educadores de verdad saben darle a un niño así una atención que lo cura, porque son muy agradecidos, es muy clásica todavía la mente del niño a esa edad. Pero el gran problema es económico, el cómo, de dónde vamos a sacar el dinero para reeducar a los educadores porque tendrían que, es como hacer la carrera de nuevo, lo que ellos hacen ahora sería irrelevante, sería como una porción minúscula casi se lo pueden dar a los ordenadores lo que hacen ahora los educadores, rebautizados por obligación. Entonces la tarea verdadera de la educación para que puedan hacerlo es un recibir mucho, deberían realmente hacer un proceso, un proceso vivo, que les dice en hoy en día que eduquen, que hagan una educación de los valores, que, a propósito de estudiar geografía, que, a propósito de enseñar biología, enseñen libertad, que admitan un sentido de lo que es la solidaridad. Está muy de moda la educación de los valores, y no se dan cuenta de que esto sólo puede ayudar a prédicas entusiastas, a sermones, sermones superyoicos. No hay educación en la libertad, si no la transmite alguien que es libre. No hay educación en la solidaridad si no la hace alguien que es solidario. La educación se hace por una corriente humana, se necesitan mentes transformadas para sostener una influencia transformadora. Entonces, el meollo de lo que yo tengo que decir es que tengo un “invento”, que se puede transformar a la gente mucho más rápido de lo que se piensa.

Bueno, yo vengo haciendo esto que ya mis colaboradores han anunciado, el Programa S.A.T., en varios formatos, y lo que llamé de pasada un invento, en realidad no es un invento porque se ha autogenerado, sería más exacto decir que se ha reinventado todo. Es el resultado de que yo recibí ciertas influencias, y sin miedo de mí, de tres corrientes, tres creencias. Una, la creencia de lo que se ha llamado “cuerpo tanino o el (...) esotérico”, -habrá gente que conoce a (...) o esa Escuela misteriosa- yo tuve influencia de esa Escuela de la cual se sabe poco aparte de que tiene o ha estado refugiada hasta hace poco en Afganistán. Me tocó una influencia muy potente de eso que fue lo que me desencadenó, lo que me empezó a liberar. He recibido una influencia muy fuerte y transformadora y decisiva del budismo, particularmente del Budismo tibetano. Y una tercera influencia del mundo de la terapia. Y era natural que, al hacer mi cosa, integrara estas tres cosas, terminara todo eso. 

La Psicoterapia cada vez tomó una forma menos estereotipada, menos con cara de los recursos y las cosas que se ven en la Psicoterapia. Yo prefiero decir ahora que la grandeza de la Psicoterapia es que encarna el espíritu dionisíaco, que encarna una corriente espiritual, que ni siquiera la consideramos espiritual porque es tan opuesta a todas las formas de espiritualidad del matriarcado, que es la espiritualidad de nuestro animal interior, de nuestra espiritualidad de la naturaleza, de lo natural. La Psicoterapia es una liberación de nuestro animal interior, de nuestra (...), de nuestra sabia posibilidad de autorregulación anímica, o de vivir de acuerdo al Tao, o como quieran que se llame. Entonces, tuve una etapa (...) en mi vida que fue hace unos treinta años, que fue una improvisación. Después quise hacer un programa de la improvisación que me salió, en realidad fueron personas que habían asistido a mi improvisación que fueron los que implementaron este programa con visita de distinguidos visitantes. Tuve la suerte de tener muchas ayudas, (...) en E.E.U.U., (...) un gran taoísta, el último patriarca taoísta que llegó de Taiwan; un gran maestro budista de meditación (...). Tuve la buena suerte de estar en el lugar propicio y entre el trabajo de mis colaboradores, y estas distintas disciplinas se armó un programa que era continuado de semana en semana en tres años. Después me invitaron a España a hacer un programa de verano, y probé a ver qué resultaba concentrar esto en la forma de un maratón de una por año, y asombrosamente con lo que yo había aprendido en treinta años de no hacer nada, y con la intensidad del proceso (...) en que la gente no se puede escapar de lo que está pasando allí. Es como cuando se está a bordo de un transatlántico y ocurren cosas tan intensas porque la comunidad..., y además que la gente sabe que está para eso y después se va a separar. 

Con eso vi que era posible un proceso muy intenso de un mes por año, tres meses, y eso fue hace quince años y se han ido disminuyendo los programas poco a poco. Yo digo que como los ordenadores que cada vez se ponen más potentes y más pequeñitos hasta que me encuentro que el viaje de un día tarda años, la causa funciona tan bien como antes y esto claro les ha salido un poco más barato para las personas interesadas del mundo de la terapia principalmente, algunos buscadores otros del mundo de la terapia, tanto aprendices como expertos. Tengo la suerte de tener, de haber pasado por esta Escuela los mejores gestaltistas de Europa, del mundo latino naturalmente. Y luego, han pasado a ser colaboradores también, han dado una gran contribución a la eficiencia de esto. Pero esto se ha extendido a grupos profesionales dentro de la terapia, y de pronto me doy cuenta de que esto quizá en la educación se debería dar no sólo a los educadores, sino que realmente a un mundo mucho más amplio que es potencialmente a la sociedad, y estoy muy entusiasmado con esta idea. 

Es como si, siento que tengo una pieza que está faltando, a los que dicen: “No se puede hacer porque es muy caro”, yo digo: “No, es relativamente económico”. Es que no entienden la importancia de hacerlo, y se comprende que esto es un proceso diseñado específicamente en misión de una concepción holística, de que involucra al cuerpo, a la afectividad, al espíritu, al horizonte mental, de que haya un equilibrio entre lo terapéutico y la meditación, que es un mosaico de muchos recursos en que el todo va más allá de las partes, en que no es sólo el curriculum sino que es una Escuela viva, es un hervidero en que se transmite algo por contagio, que se podría (..) digamos, llevar a las escuelas, llevar a las escuelas de educación, a las escuelas donde los equipos docentes podrían, infectados digamos por este virus, meterse en grupos psicológicos hermosos, que sería una bendición para los niños que pasarán por allí, que tuvieran un equipo docente, de gente que se entiende así, que habla con tanta transparencia, que se entienden en el nivel de las relaciones humanas y no relaciones de educación solamente por ser profesionales. Así que me he hecho, estoy de, una de las cosas que nunca había hecho en mi vida era la “venta”, salgo a vender mis productos (risas). Y que más les digo de ella, a ver eh, que los resultados son buenos, no debe faltar eso (risas).

Creo que, simplemente, repetir lo que ya dije al comienzo que es que siento que se está hundiendo un modelo social, un modelo de vida, están en crisis nuestras instituciones, nadie cree ni siquiera en las instituciones que antes creía, y que porque estamos (...) no se puede hablar de una educación “san(...)”, un título alternativo creo que puede ser esto de la posibilidad, de la urgencia de una educación diferente sería una educación “san(...)”. Y yo a esta altura de la vida, no me gusta mucho hablar por hablar, no me interesa en realidad, lo hice mucho cuando era académico, era como el niño que se quiere sacar buena nota y no me daba cuenta de lo que estaba haciendo, eran muchos años. Pero ahora voy a dar una conferencia, y está funcionando, quiero tener alguna influencia, me gustaría poder transmitir algún entusiasmo de que, algún interés en que, en propagar este sentido, esta conciencia de que hay que hacer algo porque en Brasil cuando estaba hablando de algo parecido, cuando hablé bajo auspicios de (...) en Brasilia, alguien de la Facultad me dijo: “Yo simpatizo mucho con tu idea, y hay otros aquí en la Facultad que se interesan en una educación para la transformación, pero los padres quieren otra cosa, los padres quieren las tres “R” tradicionales –es un poco divertido esto de las tres “R” porque: (nombra tres palabras en inglés), no se escriben las tres con “R” sino que es como una ironía de que solamente los que lo saben escribir, deberían saberlo. Suenan como tres “R”. 

Pero la verdad es que los que hablan tanto de las tres “R” no se dan cuenta que esto no tiene nada que ver con la educación, que el escribir es un instrumento de la educación, que el leer es un instrumento de la educación, que la aritmética es también instrumento, pero que los objetivos de la educación son de otro orden y que no hay ni siquiera esa cultura a sí que yo creo que los padres que tienen que empezar el colegio, los abuelos tienen aquí que darse cuenta de que su voz cuenta y que la revolución que cambia el mundo, yo creo que va a pasar por allí. La revolución de la educación tiene más posibilidades que las revoluciones políticas, que las revoluciones sangrientas, que las revoluciones de otra índole, que son hasta cierto punto pueden hacer sentir la voz del pueblo, pero para el cambio verdadero se necesita seres humanos completos, seres humanos que no cometan los mismos errores, que no tengan los mismos restos que se reproducen, de modo que lo que afecta a estos individuos se transforman en estos problemazos colectivos inmensos. Y eso es todo y les agradezco la atención que...(aplausos) CORTE.

(...) En principio, creer es cosa de opinión, saber es cosa de comprensión, las opiniones raramente derivan de una comprensión, las opiniones más derivan de cómputos, o de confianza en lo que dicen otros, o de preferencias emocionales, tiene muchísimas fuentes las opiniones. Pero claro que saber es cosa que puede tener distintos matices de acuerdo a qué clase de saber, un acto físico no tiene un saber, el saber en el terreno de la física no es un saber de la misma naturaleza, y cuando se trata de las realidades del proceso de la transformación, del viaje espiritual, entonces lo que allí se establece no es cosa de fe sino de experiencia también, de haber tocado y palpado ciertas cosas a través de un recorrido personal. CORTE.

Pregunta del auditorio: (...) y veo que los chicos son de once años tienen mucho miedo, están mucho menos contentos que otros años, bueno, tienen miedo. sin embargo, los chicos siguen pidiendo el cómo se hace, cómo es la práctica preguntan muchísimo. Mi pregunta es: ¿Por qué hablo Ud. de los niños sin partir de este tipo de sistema en las Universidades?

Claudio Naranjo: Claro que sí es mucho más fácil en las Universidades y hay que pasar por las Universidades. Yo creo, mi deseo sería que las escuelas de Pedagogía incorporaran golpe vitamínico para generar una forma de traducir eso en la forma en que puede llegar a los niños. Esto de que los niños pregunten cómo se hace, es resultado de que ya están programados, tienen que preguntar cómo se hace, no saben qué otra cosa preguntar, tienen que volver a enseñarles a ser niños, ridículamente hay como que valorarles que ellos descubran cómo se hace.

P.: Yo hablaba doctor, de los adolescentes
C.N.: Ah., ya

P1: Hola, soy docente del nivel inicial y bueno, me interesaría saber cómo, digamos, todo lo que es el marco teórico de este sistema nuevo. Bueno, me pareció muy interesante, me gustaría saber cómo se implementa a nivel concreto en la educación.
C.N.: Bueno, en el mundo de la terapia de dónde vengo, del mundo espiritual de dónde vengo también, una concepción muy importante es que la evolución implica un ir tomando conciencia y dejando de lado, llamémoslo, el ego. Yo les he dicho que esta escuela que ha dispensado mi trabajo es una máquina demoledora de egos, que uno aprende a comprender su aberración. Digamos que, en un grupo de niños de ocho años, hay uno que es un gritón, hay otro que le guata subirse en la silla para verse más que todos y hacer de líder, hay otro que lloriquea siempre. Cada uno tiene su neurosis particular, su carácter o apatía en potencia, hay uno que no habla que, que es huraño. Y si el educador entendiera de estas aberraciones habiendo pasado por la experiencia de reconocer en sí mismo su propio ego, de reconocer los egos en sus compañeros de trabajo, ya por extensión los reconocería en los niños. Pondría a los niños en una forma suave, haciéndoles saber que necesita del otro, es como viene el gritón a este grupo y un buen maestro diría: “Sí, si te oímos, pero mira, no necesitas gritar, haber prueba decirlo más calladito ahora” y entonces el niño que realmente te escucha empieza a aprender una forma alternativa, como que a los niños que tienen un ego, una máscara que no se les ha pegado al rostro todavía, un ego que no confunden con su propia identidad sino que están en esa transición en que la identidad postiza es visible para ellos, no han llegado a ese momento en que se enajenan a tal punto que ya no hay conciencia de un yo profundo, tiene que ser desenterrado donde está sepultado, como ocurre en muchos adultos, que porque es salida, por un síntoma reclama hay que hacer el desentierro. Entonces, se podría dar un proceso que es algo así como aprender a dejar sus máscaras a la entrada, colgar el traje del disfraz a la entrada, y tener un modo alternativo de ser que es el lugar, el establecimiento donde se educa no es como los lugares en donde se está estableciendo la neurosis porque hay un contagio de la neurosis de los padres, es una cosa trágica que los padres, a través de quienes nos tocan ese virus transmitible que viene de tiempos inmemoriales. Bueno, en fin, una educación psicologizada podría sin ponerle nombres a las cosas hacer algo de ese tipo, de enseñarle a la gente a vivir dejando de lado el funcionar, sería una parte de lo que yo llamo educación interpersonal, los niños tienen enorme conciencia de eso. Yo me he interesado mucho en el teatro terapéutico, una parte de este programa S.A.T., es el teatro terapéutico. Yo me interese a partir de la Gestalt, porque Fried Pearls era un actor aficionado que tuvo contacto con un gran director de teatro en Alemania, Benham (fon.). Pero en lugar de quedarme en eso de que la Gestalt tiene un elemento de dramatización, que es una terapia expresiva, quise al crear esta experiencia que el programa que estaba dirigido a un público de aprendices, sobre todo de e gestaltistas, quise ver qué podían aportar los directores de teatro. Entonces he invitado a muchos directores de teatro a través de los años, experimentado con directores de teatro diferentes y decirles: “Combinen Uds. lo que saben de su experiencia teatral, con su experiencia del drama, y con la experiencia de Gestalt, a ver qué les resulta”. Bueno, yo una vez, antes de que me interesara esta forma de incorporar la Gestalt, una vez alojando en casa de una amiga en Santiago, en Chile, me (...) de ella y tal vez podría yo decirle algo a los niños del vecindario porque formaban ellos un grupo de amigos, escuchar, tal vez yo también tenía algo que decir, y no me acuerdo muy bien cómo se planteó en realidad, y (..) hablé de los caracteres, esto debe haber sido casi toda la parte (...) de mis treinta años (risas) (...) cambié de rumbo. Al poco tiempo estaba haciendo escenas de teatro entre ellos, escribiendo escenas de teatro que después ensayaban en que veían con una agudeza increíble al padre, a los parientes, a todos los conocidos, y era realmente delicioso ver esas representaciones con una gran percepción, toda esa percepción se conoce desde el niño de lo grande, del adulto que nosotros no la cosechamos. Como un (...) que una vez vio a un pastor –yo creo que debió haber sido de Quino- que está muy molesto con unas ovejas que están, en vez de comer el pasto por todos lados, están comiendo unidireccionalmente, cavando como un túnel en el pasto crecido, entonces está muy descontento el pastor y no da cuenta que las ovejas están comiendo en una cierta dirección pero que la dirección, forman letras, no letras, está formando un dibujo, y el dibujo es una caricatura del rostro del pastor, pero el pastor tiene la boca para abajo y en las ovejas lo están dibujando con la boca para arriba (risas). Así que “oye hombre, más liviandad, ponte más alegre, ya estas pesado”. El pastor ahí ocupado con las ovejas esté comiendo parejo (risas) (...) de la inteligencia (...) está tan lejos él que las ovejas querrían decirle algo. Esa me parece que es la actitud que generalmente tenemos con los niños. Los niños tienen capacidades parapsicológicas extraordinarias en potencia, eso es normal, normal en el mundo animal también. Hace poco he leído que un zorro sacó los cachorros de su guarida, afanosamente se puso a escarbar en otra parte como 50 mts. más arriba en la misma ladera y más a la derecha. Y empezó a apresurarse, llevó a los cachorros, y apenas ha terminado la operación interrumpe (...) cómo. Están en la mente, el cerebro tiene la capacidad, no sé es como hasta hace poco, no se sabía cómo se estrenaban los (...) pero nadie dudaba que existieran los (...), pero ahora las cosas, ha progresado tanto la ciencia, ahora la ciencia es tan grande, no las entiende –debe ser porque no existen (risas).

P.3: Yo quiero preguntar por lo espiritual concretamente cómo se manejaría con un grupo de niños ¿no? Cuáles son las experiencias concretas, que no son una religión, que Ud. propone ¿no?
C.N.: Bueno Ud. pregunta qué es lo espiritual, una gran pregunta...Aproximaciones. Una aproximación, es decir: lo espiritual es lo divino, no necesitamos personificarlo, digamos lo sagrado, lo divino es lo sagrado, la sacralidad. Es una experiencia humana sagrada. Lo ideal sería cultivar mucho eso, a través de elementos, ritual, a veces. Puede ser, lo sagrado de la tierra, lo sagrado de la naturaleza. Yo creo que la educación religiosa, propiamente tal, es mejor no hacerla antes de los once, doce años, que son muy sabios los que nosotros llamamos primitivos, la iniciación de los guerreros, la incitación de las (...), ese rito de pasajes allí es donde se le arman los misterios, donde se les (...) la cabeza a los niños. Mejor no hacerles lavado cerebral antes porque todo lo que se les mete en la cabeza antes de que tengan un interés espontáneo, después va a ser un obstáculo para el aprendizaje. Las cosas que se aprenden artificialmente, después no se aprenden naturalmente. Así que cuidado con hacer lavado cerebral religioso. Mientras más se entiende lo espiritual más se cuida de que tiene que ser, en la medida en que hay un encuentro, que el otro viene a pedir algo, que viene porque pregunta algo. Pero lo sagrado es una dimensión de lo espiritual. Otra dimensión de lo espiritual es la conciencia, la capacidad de estar consciente, de ser consciente. En la educación, cuando se habla de concentración es concentración en el contenido, en que no se toma el peso de que la concentración importa más que el contenido, sobre todo cuando es contenido intelectual. La atención al aquí y ahora parecería que no vale, y es una dimensión muy importante de lo espiritual, la atención al cuerpo, la atención a la respiración, la atención a la propia experiencia, la atención a que en este momento me arde un poco la boca, la atención a que en este momento siento un poco de náuseas. Todo

Eso parecería que no es espiritual y es profundamente espiritual porque eso es realidad, y el espíritu tiene que ver con la captación de la realidad, la capacidad de ser testigo, de la realidad. Así que eso sería otra dimensión que no va catalogado con lo espiritual pero que tiene grandes explicaciones. La educación debería tener una vena que es la educación de la conciencia, la concentración de la conciencia empieza con la atención. La atención no utilitaria, la atención por la atención misma, la facultad de darse cuenta. Por ejemplo, me (...) una vena dionisíaca, una espiritualidad dionisíaca, la facultad de dejarse ir, y entregarse a lo que venga, que venga lo que venga, para lo que a uno se le presente. Eso es una dimensión de lo que después puede ser la sabiduría, de lo que puede ser la capacidad visionaria, la capacidad de trance, la capacidad de recibir mensajes que vienen del más allá, de lo que la pequeña mente, una tiene que ver con esa capacidad de abrirse. Y yo creo que eso se puede dar en un chico, de alguna manera, a través de contar cuentos, de repente dejarles algo en suspenso, a ver que dicen Uds., qué se les ocurre, la educación de la espontaneidad, a través del movimiento, a través del sonido, del canto. Por ejemplo, acá hay, es un buen motivo (...)una conferencia (...). Pero ahí va, no necesita ser lo clásico esto.

Coordinadora: (...) ¿Había más preguntas?

C.N.: Pregunten

P.3: (...)Doctor, la idea central. Ud. dijo que había creado este programa, que había (...), lo (...) eran: la corriente de (...), el Tao, y creo que la psicoterapia. Y Ud. había creado algo (...) pero no capté bien la idea central de su nuevo modelo
C.N.: No tengo idea central (risas). La idea central es que somos tricerebrados y que más vale que tratemos de ser completos porque estamos viviendo un mundo de la hegemonía de la razón. Y la hegemonía de un sistema implícitamente autoritario, interno, y a pesar de que ha disminuido la fuerza del autoritarismo en el mundo, está socavado, por lo menos está deslegitimizado. Pero todavía atávicamente nos lleva la corriente. Mi idea es que deberíamos ser más holísticos, más universales y para eso tenemos que levantar el espíritu, la parte madre de esta naturaleza que es el amor, el espíritu del amor, la parte niño de nuestra naturaleza que es la espontaneidad, que no se puede ser feliz sin la armonía de esas tres cosas. La razón sola lleva a un mundo utilitario, que hace agua, un utilitarismo que ni siquiera funciona, se puede decir que ni siquiera es un buen negocio darle prioridad exclusiva a los negocios, no funciona. Tenemos que ser sistémicos, y al ser sistémicos tenemos que reconocer que los negocios tienen un solo lugar, una provincia, pero que no se puede olvidar al ser humano. Y que la aspiración de búsqueda que viene con nosotros, que es parte de la naturaleza humana, debe ser oída, atendida, y comentada. Y que vivimos en una cultura en que no hay nombre para esto, el que tiene un ...empieza a despertar al “hacer” espiritual porque no tienen cómo llamarlo, lo pueden llamar terapia. Es decir, me siento mal, necesito arreglo; se puede llamar un interés espiritual, pero probablemente uno tiene la experiencia de que no sabe cómo llamarlo y no le gusta lo que le ofrecen porque no tiene que ver con el llamado y la educación cada vez es más irrelevante en la medida en que el impulso existencial es más fuerte, la gente necesita más y más respuesta a esta sed. Entonces, los niños de hoy reaccionan como los argentinos del 19 de diciembre cuando salieron con las cacerolas a la calle. Los niños salen a la calle con su violencia, no saben decirlo de otra manera, no saben reducirlo en palabras, salen solamente, “esto que Uds. nos ofrecen es irrelevante”, y las autoridades arrogantes dicen: “Los niños de hoy tienen problemas, se toman drogas, no son como los niños de antes”. No se dan cuenta de que es absurdo que se les esté enseñando lo que pasó en Grecia en el siglo de Pericles cuando hay un dolor tan intenso de la enajenación (...) cuando hay tantas cosas que se podrían hablar después de que la gente se hubiera (...). Pero no hay (...) de restablecer un “cómo estás, qué te está pasando”. Los educadores no tienen la capacidad de verdad, es decir, la capacidad de preguntar “qué te pasa” porque no tienen la capacidad de saber qué hacer después de que le contestan. Si me dice entonces el niño “estoy furioso por esto, lo otro”, entonces qué hago. Entonces se necesita un poco, los gajes del oficio terapéutico, que son ciertas cosas muy sencillas. No necesita leerse muchos libros, yo soy enemigo de la enseñanza tradicional de la psicoterapia, de todas las Escuelas. Y las escuelas psicoanalíticas, yo creo que hay demostración de que la capacidad de comprensión de una persona entrenada es menor que el principiante que llega, el de mirar tanto las cosas que ven (...) de hacer las cosas por libros le quita a la persona educada según una cierta doctrina la capacidad natural de oír a una persona ingenua. Como decía...quién era, para ser sepulturero como se debe cualquiera sirve, cualquiera menos... no, va a entrar a los muertos como se debe, cualquiera sirve, cualquiera menos el sepulturero porque tiene las manos demasiado encallesidas por el oficio, y si tiene el oficio que sea. hay que recurrir a mantener viva esa plasticidad, es parte de lo humano. (Alguien interviene, pero no se llega al grabador). Se necesita en primer lugar, reanudar ese amor (...). Si alguien ha pasado por una Universidad en que se forman educadores, ya esa persona antes ha perdido la simplicidad. Una persona, un educador profesional ya no sabe ser tan simple, cada vez tiene que ser más complicado, tiene que entender el Conductismo, tiene que entender el Estructuralismo, tiene que entender a (...), tiene que entender muchas cosas y no se atreven a ser tan espontáneos. Una buena (...) lo haría mejor, y los nuevos chamanes lo harían mejor, las personas que están buscando algo para sí mismos y si fueran (...) las escuelas de mañana podrían hacer un voluntariado muy importante, ayudarle a los educadores que están como los sepultureros con las manos encallesidas, como demasiado condicionados, a que tome más cancha, a contagiarle de otra manera, (...) de cintura como dicen en Brasil, flexibilidad.