miércoles, febrero 16, 2022

Fraudes y Estafas en la Parapsicología Española

Manuel Carballal

En toda profesión existe el fraude, y en el mundo paranormal este es especialmente abundante. Nuestro compañero Manuel Carballal asesora a la policía española en las técnicas y tipos de estafas esotéricas más habituales, y ha tenido acceso a los informes policiales sobre falsos videntes y timadores esotéricos. Sepa cuales son los timos más habituales y como defenderse de ellos.

El teniente Antonio L. nos había facilitado ya otras informaciones sobre casos similares. Expedientes policiales directa o indirectamente relacionados con el mundo de lo paranormal. En esta ocasión se trataba de una orden de búsqueda contra un individuo -Alfonso Lorenzo- relacionado con fraudes y estafas esotéricas por valor de siete millones de pesetas. Su esposa, una conocida vidente gallega, había sido denunciada en tres comisarías diferentes por sendos delitos de estafa y tanto ella, como él, habrían de comparecer ante el juzgado de instrucción número 2 de La Coruña. Yo no pude menos que sonreír. Había investigado intensamente el caso, y poseía un abultado dossier sobre las estafas esotéricas del matrimonio. Más aún, había terminado localizando al susodicho individuo que ahora se dedicaba a vender pañuelos y caramelos en un semáforo del extrarradio de La Coruña. Lo más divertido del caso es que el semáforo en el que ahora se gana la vida el marido de la vidente estafadora se encuentra a escasos 50 metros de Comandancia de la Guardia Civil en la que ahora me encontraba, así que con una sonrisa de oreja a oreja crucé el despacho y me asomé a la ventana. "Pues el hombre que están buscando -dije al Teniente- está ahora mismo ahí delante". Dos agentes de la guardia civil abandonaron la comandancia para cruzar la calle en dirección al semáforo, y poco después acompañaron al vendedor de caramelos a disposición judicial. Días después el fiscal Antonio Piñeiro se haría cargo de la acusación contra la falsa vidente y su cómplice marido.

Lamentablemente esta anécdota es un caso aislado. La mayoría de delitos, estafas y fraudes esotéricos que se producen en España no tienen tan fácil resolución. El vacío legal, el creciente paro, la ausencia de una parapsicología académica, y la falta de escrúpulos de algunos videntes han convertido el mundo paranormal en un terreno fértil para que todo tipo de sinvergüenzas, y crueles estafadores se lucren de las ilusiones, esperanzas y temores de ingenuos ciudadanos de todo estrato social.

Uno llega a la conclusión de que hay algunos fenómenos paranormales que existen sin lugar a dudas; los fantasmas -pero no están muertos, sino muy vivillos-; los vampiros bi-dentes (dos dientes) que con afilados colmillos chupan la sangre de sus clientes; y los Parasitó-logos (parásitos de la parapsicología y del misterio).

Fraudes y estafas esotéricas...

El extraordinario interés social que despierta el mundo mágico y esotérico ha posibilitado el creciente número de delitos que se comenten en este contexto. La proliferación de augures, videntes y adivinos, que se anuncian en todos los periódicos del país, ha multiplicado el número de denuncias sobre estafas y fraudes esotéricos. Un nuevo tipo delitos que, a ojos de expertos criminólogos, como el comisario Viqueira Hinojosa, están llamados a acaparar la atención policial en los próximos años. Para el veterano policía y criminalista, uno de los mayores expertos españoles en el tema, los delitos esotéricos se multiplicarán a medida que se acerque el fin de milenio, y continúe el vacío legal que ampara este tipo de delitos.

Hasta junio de 1989, el Código Penal podía perseguir a todos aquellos que "por interés o lucro interpretasen sueños, hicieren pronósticos o adivinaciones, o abusasen de la credulidad pública de manera semejante", pero la Ley Orgánica 3/89 derogó dicho artículo.

La ley derogada en 1989 jamás fue empleada por iniciativa judicial, ya que la sociedad española acepta estas actividades esotéricas como normales. Por otro lado, si un ciudadano cree que entregando 100.000 ptas. a un adivino va a tener más suerte en la vida, está en su derecho. Eso no es ilegal. Y sólo podría procesarse a ese adivino por delitos fiscales en el caso de defraudar a Hacienda, pero no por recibir ese dinero.

Y si en 1989 la "ley de los videntes" era derogada, en 1990 los españoles se gastaban más de dos mil millones de pesetas en adivinos y videntes. Sin embargo esa cifra, basada en el control fiscal, probablemente sea mucho mayor, ya que no todos los videntes profesionales mantienen una licencia de "trabajadores autónomos" y muchos de ellos forman parte de la economía sumergida que escapa al control de Hacienda.

Cierto es que existen, como en toda profesión, creyentes e idealistas sensibilizados por los problemas ajenos que llegan a consultar gratis, o a recibir fuera de consulta, a clientes desesperados que necesitan un poco de consuelo y de atención. De hecho, probablemente el trabajo de los consultorios esotéricos tiene bastante mas de psicoterapia que de paranormal. Pero también es cierto que se multiplica año tras año el número de "embaucadores del misterio" que, tras leerse dos libros y comprar un juego de tarot en unos grandes almacenes, montan un nuevo chiringuito esotérico. El acuciante incremento del paro es directamente proporcional al número de consultorios ocultistas que se crean en una ciudad. No existe ni una sola ciudad o pueblo en toda nuestra geografía que no cuente con uno o varios adivinos capaces de conocer nuestro futuro y solucionar todos nuestros problemas por un módico --o no tan módico-- precio. La ignorancia, la angustia y la credulidad son las herramientas que utilizan numerosos videntes para ejercer su trabajo.

Esos videntes estafadores tienen nombres y apellidos. En informes policiales sobre videntes españoles tan conocidos como Marita de Oxun, o Tata Elio Yemayá, supuestos "sacerdotes de la religión Yoruba", llegados a España desde Argentina, en los que se relatan casos auténticamente increíbles. Estafas millonarias y una cruel explotación de las esperanzas humanas que no puede ser tolerada por ningún investigador de lo paranormal y que no hacen más que ensuciar aún más la ya poca credibilidad de la parapsicología. Obra en mi poder además un documento del consulado argentino que desautoriza a los citados videntes como tales "sacerdotes" afirmando que "ni trayectoria ni prestigio en el ámbito de la comunidad religiosa umbandista".

Y lo mismo ocurre con el esoterismo, la ufología o la brujería. Contactados que cobran grandes sumas de dinero por un pasaje en OVNI cuando llegue el fin del mundo -como el caso de Juan Ester-; curanderos que especulan con la esperanza garantizando una cura "espiritual" al SIDA o al cáncer terminal -como Carlos Jesús; "maestros espirituales" que garantizan la limpieza del aura en dos sesiones, o la evolución karmica en cursos de fin de semana -como el grupo I AM-; brujos que diagnostican un hechizo y cobran sumas millonarias por "limpiar" del embrujamiento la casa o el cuerpo del cliente -como Paula Dosanjos López- aunque sólo le limpien la cartera, etc. Vergonzoso. Insisto, si alguno de los videntes, contactados o "Parasitó-logos" (parásitos de la parapsicología) cuyos nombres menciono se siente agredido, le invito a que tome medidas legales contra mí y a enfrentarnos en los tribunales. Asumo toda la responsabilidad de este escrito.
Los fraudes esotéricos más habituales

El pasado año 1995 se realizó un estudio sobre los fraudes esotéricos coordinado por la publicación gallega El ojo crítico. Tras publicar una serie de anuncios en revistas y programas esotéricos solicitando la colaboración de ciudadanos que considerasen haber sido víctimas de una estafa esotérica se recibieron docenas de cartas y llamadas telefónicas desde Madrid, Mataró, Almería, Bilbao, Murcia, Santander, Córdoba, Salamanca, Málaga, Tarragona, Barcelona, Zaragoza, toda Galicia e incluso México. Un pequeño e informal estudio estadístico sobre las denuncias recibidas se publicó en el número 9 de El ojo crítico, y resulta sumamente ilustrativo. Según este informe es sorprendente observar que, a pesar de las sumas de dinero estafadas, un 25% de las cartas recibidas son anónimas. El denunciante se limita a remitir su queja, en muchos casos acompañada de recortes de prensa, o anuncios clasificados de periódicos, sin facilitar su nombre ni dirección. Desde el punto de vista legal estas denuncias carecen de todo valor.

Por otro lado, casi la mitad de los denunciantes que facilitan sus datos exigen total anonimato, especificando que no estarían dispuestos a declarar ante un tribunal ni ante medios de comunicación por temor a que el vidente denunciado tomase represalias mágicas, como un hechizo, mal de ojo, etc. (dato este muy interesante).

Nos ha sorprendido que en un 15% de los casos el estafado consiguió, por sus propias presiones al vidente, recuperar el dinero invertido.

Las sumas estafadas oscilan entre las 40.000 pesetas (en los "timos menores") aumentando el número de denuncias de timos a partir de 80/100.000 pesetas. El algunos casos la suma supera el medio millón.

Respecto a la causa del timo, problemas de pareja y de salud se reparten, a partes iguales el 73% de los fraudes, en el 27% el cliente acudió a la consulta del vidente por problemas económicos o de trabajo.

En cuanto a las técnicas de fraude, el "timo del trabajito" es la estafa esotérica más usada, sumando el 60% de las denuncias recopiladas. Un 15% se quejaba de timos a causa de anuncios de "videntes a distancia", un 5% se refiere a "videntes nómadas" y otro 5% a amenazas directas del vidente, y el 15% restante a otros tipos. También nos ha sorprendido observar que en el 25% de cartas recibidas el estafado pedía que se les aconsejase "un vidente auténtico" (?), e incluso escribió un profesional "serio y auténtico" ofreciendo sus servicios...

Ante tan desalentador panorama no es extraño que algunas asociaciones de esoteristas, como la Asociación de Ocultismo de Galicia, que lideran Rosa Alonso y Manuel Aneiros, se hayan movilizado para ser los primeros en denunciar a los colegas profesionales que realicen fraudes.

Tres timos típicos

La picaresca que rodea el mundo del misterio es muy variada, y muchas son las argucias ideadas por los falsos videntes para estafar a sus víctimas. El "timo del trabajito", los "videntes nómadas" y la "limpia del dinero" son tres ejemplos sumamente gráficos para situarnos ante el problema de las estafas esotéricas.

Uno de los timos esotéricos más practicados, y que ha conducido a más videntes ante un Tribunal de Justicia, es el "timo del trabajito". La descripción esquemática de este abundante fraude es la siguiente:

El cliente acude a la consulta del cartomante, quirólogo o astrólogo, que le cobrará entre 1.000 y 5.000 pesetas.

El diagnóstico, entre vagos aciertos debidos a deducciones lógicas (tez pálida = enfermedad o angustia; alianza en el dedo = casado, etc.), será el de un hechizo, mal de ojo o "trabajito" que es el origen de todos los males del consultante.

A continuación, se le ofrecerá un pequeño remedio (plantas, amuletos, talismanes, etc.) por el que pueden cobrar de 5.000 a 50.000 pesetas, aunque algunos listillos regalarán ese amuleto para ganarse la confianza de la víctima.

Como el problema no se soluciona, el vidente le dirá que el "hechizo" es demasiado fuerte, y es necesario realizar un "contra-hechizo" o "trabajito". Este puede consistir en un ritual mágico en su propia casa, en un bosque o cruce de caminos, etc. Esto le costará entre 50.000 pesetas y 1.000.000.

Si el cliente pica y paga, este puede ser el inicio de una larga serie de "trabajitos", cada cual más caro porque "hace falta más energía para luchar contra un hechizo que es más poderoso de lo que creía". Este sangrante proceso durará lo que la paciencia del consultante o su cuenta bancaria.

Otro de los timos esotéricos que se han puesto de moda en los años noventa es el de "la limpia del dinero". Especialmente indignante en este tipo de fraude fue una serie de timos efectuados en humildes poblaciones rurales catalanas por una falsa vidente que, tras averiguar qué familias tenía problemas económicos o de salud, se ofrecía a ayudarlos. Durante varios días visitaba a sus víctimas, ganándose su confianza con actitudes amistosas y consultas mánticas gratuitas. Cuando los incautos confiaban en las buenas intenciones de la bruja "que no cobraba nada por las visitas", ésta planteaba que la solución de todos los problemas estaba en "limpiar el dinero, las joyas y todos los objetos de valor" de la familia para purificar las malas vibraciones energéticas de dichas riquezas. Cuando la ingenua familia accedía al ritual, la despiadada estafadora cambiaba el dinero o las joyas por otros previamente preparados, desapareciendo seguidamente para viajar a otro pueblo en busca de nuevos incautos.

Otro tipo de estafas, cada vez más numerosas, se deben a los "videntes nómadas". Estos individuos operan de la siguiente manera. Alquilan una habitación de hotel, o una pensión, y establecen allí su consulta. Anuncios en la prensa local atraerán a los incautos clientes. Como prueba "de buena voluntad" el vidente dará total garantía de sus resultados, y solo cobrará la mitad del importe por adelantado y la otra mitad cuando se verifiquen sus poderes. "En caso de que mi magia no funcione, le devolveré el dinero". Ante este planteamiento el cliente no desconfiará de la buena intención del brujo, y con gusto entregará sumas, que oscilan entre las 100.000 y las 350.000 pesetas como primer pago por un servicio mágico. Cuando pasa el tiempo, y los servicios contratados no han funcionado (tales servicios pueden ir desde la curación de una enfermedad a la solución de un problema laboral), el cliente decide acudir a reclamar su dinero, y para su sorpresa descubrirá que el brujo ha abandonado la consulta y ha desaparecido con su dinero. El falso vidente habrá abandonado la ciudad, llevándose las "mitades de su minuta" de docenas de personas -lo que suma cifras millonarias-, habiéndose emplazado ya en otra ciudad en la que abrirá una nueva consulta, y seguirá cobrando "la mitad por adelantado" de centenares de incautos a los que estafar.

Es estos tres ejemplos, como en otros muchos tipos de fraude, es posible que el falso brujo utilice técnicas de ilusionismo para encandilar a sus clientes, "demostrando" sus "poderes mágicos".
La ilusión de la "magia"

El término "mentalista" se ha utilizado con frecuencia como sinónimo de paragnosta, dotado o sensitivo, sin embargo también se refiere a una especialidad dentro del ilusionismo, la dedicada a reproducir fenómenos parapsicológicos, fundamentalmente telepatía, clarividencia, pre y retro cognición y psicoquinesis.

El mentalismo tiene su origen en aquellos cruzados que a finales del siglo XIX se dedicaron a perseguir a los falsos médiums que tanto proliferaron en Europa y USA a la sombra de las hermanas Fox.

Desde el legendario Harry Houdini, al manipulador James Randi, pasando por John N. Maskelyne o el español Anthony Blake, son numerosos los ilusionistas de prestigio que han dedicado buena parte de su trabajo a desenmascarar fraudes parapsicológicos, sin embargo es fácil caer en el extremismo, considerando todos los fenómenos paranormales como fraude solo porque pueden ser reproducidos a través de la magia. Y este es un mal abundante en el mundo del ilusionismo.

Es cierto, como dicen los escépticos, que todo fenómeno paranormal puede reproducirse a través del ilusionismo. Yo mismo he "doblado" llaves con y sin contacto, he "movido" objetos a distancia, he "leído" el pensamiento, he "pronosticado" hechos futuros, he "materializado y desmaterializado" objetos, he "contactado" con espíritus, etc., a través de efectos de mentalismo, pero siempre dentro de un margen. Existen una serie de limitaciones que el ilusionista no puede sortear, y ahí es donde han de demostrarse las facultades de los auténticos paragnostas.

Una de las claves de la magia es que no crea fenómenos paranormales, sino ilusiones de esos fenómenos. El empalme, el forzado y el salto, por ejemplo, son tres herramientas básicas con las que cualquier prestidigitador puede hacerse pasar por el más fabuloso sensitivo ante parapsicólogos inexpertos. El "forcing", obligar a elegir al sujeto lo que él cree escoge libremente; el "stealing", técnicas para obtener información del sujeto, que el mago "no podría conocer"; y el "facting", hacer aparentar predicción algo que ya se conocía antes, son las tres armas del mentalista para convertirse en un perfecto "paragnosta". Por eso es importantísimo, a la hora de evaluar un supuesto fenómeno paranormal, que el investigador tenga conocimientos de ilusionismo, o se asesore de mentalistas expertos. Sin embargo el cliente de un vidente no es un experto investigador, sino un sujeto, más o menos angustiado por un problema, que está predispuesto a creer en lo mágico. Y si de pronto el vidente cae en trance y hace levitar un objeto, se "atraviesa" un ojo o "lee" su pensamiento, el desafortunado consultante creerá a pies juntillas en todo lo que afirme el brujo, y pagará por ello.

Un buen ejemplo es el "mentalista y metapsicólogo" argentino Ricardo Schiaritti. Con sendas y lucrativas consultas en Málaga y Madrid Schiaritti utiliza trucos de ilusionismo -que descubrí tras acudir a su consulta- para ganarse la confianza, y la cartera, de sus abundantes y adinerados clientes.

No es por tanto extraño que no sólo ciudadanos humildes, sino incluso populares personajes de la cultura hayan sido estafados por falsos videntes. Famosos como el cantante Diango, el director de cine Paul Naschy, o la presentadora de TVE Isabel Borondo, son algunos de los famosos que se las han visto con falsos videntes.

Cómo evitar las estafas

La experiencia acumulada en el estudio de este tipo de estafas nos ha permitido formular nueve medidas de precaución para intentar evitar las estafas, en caso de acudir a un vidente. No se trata aquí de enjuiciar las creencias mágicas o esotéricas, amparadas por el artículo 16 de la Constitución Española, sino de proteger al ciudadano creyente -el escéptico obviamente no acude a videntes- de posibles fraudes. Que un vidente sea honesto significa que cree en lo que hace, aunque eso no es garantía de que posea ningún poder extrasensorial, y ningún profesional honesto de la videncia -que los hay- se opondrá a estas medidas de precaución:

1. Desconfíe del vidente que pasa consulta en un hotel o habitación alquilada. Procure siempre que la consulta sea un lugar "controlado". Cuando acuda a reclamar puede que el "bi-dente" haya levitado -volado- con su dinero.

2. Los precios por una consulta mántica (tarot, lectura de manos, astrología, etc.) en el mercado esotérico español oscilan entre las 3.000 y las 10.000 pesetas. Una tarifa mayor puede indicar un abuso y una intención de estafa.

3. En caso de que le diagnostiquen un "mal de ojo" y le propongan un "trabajito" recuerde que, según la ley, un cobro injustificado de más de 30.000 pesetas está contemplado como delito de estafa; si la cifra reclamada es menor solo esta tipificado como falta.

4. Desconfíe de aquellos videntes que por iniciativa propia se pongan en contacto con usted para advertirle de terribles desgracias que le esperan, de las que dicen pueden protegerles a cambio de dinero. Si es el vidente el que acude a usted no tiene garantías de que no le haya investigado para sorprenderle con "videncias mágicas" sobre su vida.

5. Jamás someta su dinero en efectivo, o joyas a rituales de purificación mágica, y si tiene el capricho de hacerlo utilice bolsas transparentes y no pierda el dinero de vista. De lo contrario puede que realmente le "limpie" el bolsillo.

6. Siempre que sea posible acuda acompañado de un amigo a la consulta. Además de contar con algún testigo presencial -que podría declarar en un juicio-, tendrá el consejo de alguien menos afectado por su problema, y por tanto más objetivo a la hora de detectar un posible timo.

7. Caso de entregar una gran suma de dinero a cambio de un trabajo de magia, exija un recibo o factura. Solo así podrá demostrar el pago si se trata de una estafa. Si no le pueden expedir un recibo no pague en efectivo, hágalo con un cheque nominativo a nombre del vidente. Esto podría ser utilizado ante un tribunal como prueba.

8. Aceptando que lo paranormal exista estos fenómenos son aislados y escurridizos. Desconfíe del profesional que ostente alegremente supuestos poderes sobrenaturales y haga gala con soltura y exhibicionismo de poderes psicoquinéticos, telepáticos, etc., y si le es posible consulte a un ilusionista.

9. Y sobre todo, no tema denunciar una estafa. Ningún falso brujo que recurra al fraude tiene poderes mágicos reales para hacerle daño. De tener poderes no necesitaría recurrir al fraude.

Noticia aparecida en los diarios de tirada nacional poco antes de ser publicado este artículo:

LANZAROTE: VIDENTE DENUNCIADA POR ESTAFA

La astróloga vidente de origen brasileño conocida popularmente por Dina, que venía ejerciendo en Arrecife desde hace algún tiempo, ha sido denunciada en la comisaría de la policía por varios clientes que se consideran estafados, después de entregarle joyas y dinero por un montante aproximado de 4.000.000 Pts con lo que ha desaparecido.

Fuentes policiales informaron que al menos cuatro personas han denunciado haber sido objeto de la presunta estafa, después de haber entregado a la vidente entre seis y diez mil pesetas por la primera consulta y, posteriormente, joyas y otros objetos de valor.

Según las investigaciones, el modo de operar de la denunciada consistía en reclamar a sus víctimas una cantidad económica en la primera consulta a la que asistían, y posteriormente pedirles la entrega de joyas y objetos de valor a los que debía someter a rituales para alejarlos de todo mal. (¿?)

Las víctimas de la presunta estafa se percataron de que estaban siendo objeto de engaño después de que fueran citadas por la vidente en plena noche con el fin de observar, desde la localidad de Playa Honda, en el municipio de San Bartolomé, el paso de una estrella (?¿ovni?).

Según informó la policía, los denunciantes aseguran que después de acudir al domicilio de la vidente se encontraron con que Dina no se hallaba, y después de que el casero abriera la vivienda comprobaron que la misma estaba deshabitada.

La astróloga desaparecida disponía, hace algún tiempo, de una consulta en un edificio situado en una zona céntrica de Arrecife, y anunciaba sus servicios profesionales en los medios de comunicación.

Dina se anunciaba como astróloga y vidente, y aseguraba que en su consulta se encontraba la solución para "hacer volver a la persona amada, estar desanimado, mal de ojo, comercios, industrias o cosechas que no marchen bien", entre otros.

Fuentes de la comisaría de policía local señalaron que en estos momentos se realizan gestiones para localizar a la vidente desaparecida, al parecer de nacionalidad brasileña, cuya presunta estafa podría superar los 20.000.000, ya que existen otros estafados que no presentan denuncia.

NOTA DEL AUTOR: Si alguno de los videntes, contactados o curanderos cuyo nombre menciono en este artículo se siente agredido, le invito a que me denuncie y a enfrentarnos en los Tribunales de Justicia. Asumo toda la responsabilidad de este artículo.