Extracto del libro Temponautas
por MANUEL TORREIRO & LUIS R. VAAMONDE
www.temponautas.com
Aquél invierno quizá no sea recordado como uno de los más duros, pero para nosotros fue más que suficiente.
El gélido viento que circulaba sin cesar por las gargantas del río Indo, acariciaba nuestra cara agrietando poco a poco la delicada y blanca piel de dos occidentales que caminaban por la carretera de Baltistán en marzo del 83.
Himalaya, eterno reducto de misterio y leyenda en donde se conjugan los deseos más anhelados de cualquier ser de espíritu buscador e inquieto.
En estas montañas, donde las dimensiones cobran proporciones desmesuradas, se esconde la fantasía hecha realidad, la utopía desmenbrada y re-creada para ser vivida, los héroes de otro tiempo y las experiencias de exploradores atraídos por la magia del lugar. También los Avatares, mensajeros de doctrinas inmortales, encaminaron sus pasos hacia aquí desapareciendo tan misteriosamente como aparecieron.
En la ciudad de Srinagar, maravilloso valle en las estribaciones de Himalaya Hindú, existe la creencia del paso de Jesús por estas tierras e incluso, en el centro de la ciudad, se puede visitar lo que para los musulmanes es sin lugar a dudas, la "tumba" del profeta de Palestina.
La tradición cuenta que el "Hijo del Hombre" no murió en la cruz, sino que después de su ministerio por tierras de Oriente Medio se trasladó hacia el Himalaya, ubicando en la ciudad de Srinagar su residencia. Allí continuó su obra con otros discípulos y "supuestamente" murió a edad avanzada. La tumba de Issa ( nombre por el cual es conocido entre los musulmanes ), se encuentra en el Rozabal, mausoleo especialmente venerado entre la gente de la ciudad.
El primero en hacerse eco de tal tradición fue Nicolás Notovitch, el cual encontró en el monasterio de Hemis situado cerca de Leh, en la región de Ladak, unos manuscritos que hacían referencia a Issa y sus enseñanzas entre las gentes de estas montañas.
En nuestra visita a la región de Cachemira y Ladak en el invierno del 83, tuvimos la oportunidad de investigar estos hechos en colaboración con el profesor Fida M. Hassnain, eminente antropólogo y una autoridad en el estudio de religiones comparadas y lenguas antiguas.
Sus valiosos conocimientos de la región, de sus gentes, cultura y tradiciones, nos hicieron ahondar en el doble misterio de la persona de Jesús. Y decimos doble porque en sí mismo y para el dogma eclesiástico ya lo es.
Si ahora resulta que no murió en la cruz, sino que su vida continuó por estas montañas, nos encontramos con un enigma añadido.
Después de largas horas de estudio y reuniones con el profesor Hassnain consultando sus numerosas notas, llegamos a la conclusión de que Jesús o Issa, simplemente paso por la región y que su destino final se hallaba más al norte.
El Himalaya ha guardado desde siempre el misterio que atrapa, que seduce, que fascina; es la tierra de los aventureros buscadores de lo trascendental, de valles perdidos donde residen los inmortales, de gentes que como ellos, han llegado antes a donde siempre habían deseado llegar.
¿ Donde esta el Valle de los Inmortales ? - Hacia el norte - contestaba el anciano brukpa.
¿ Donde está Shambhala ? Y el lama miraba hacia el norte alzando el brazo y señalando con el dedo.
Lagos y valles escondidos florecen en las leyendas monásticas y en los recuerdos de los montañeses. En esos enclaves enigmáticos que bien podrían confluir todos ellos en Shambhala, vive el Rey del Mundo, Rigden Jyepo, según la tradición budista. De Shambhala saldrá Maitreya, el avatar que reunificará a los hombres y a las religiones cuando esta civilización toque a su fin.
¿Cuantos habrán encontrado Shambhala en su constante búsqueda, a veces por los sinuosos caminos de estas montañas y otras veces campo a través, por allí, por donde nadie había pasado antes ?
Roërich se reconoce como el más insistente de todos. Buscó desde las montañas hasta Mongolia, pasando por el desierto del Gobi y llegando incluso hasta los montes de Altai.
Un día en una de sus expediciones por el desierto nos cuenta lo siguiente:
"Mañana de sol, sin nubes: el cielo azul resplandece. Por encima de nuestro campamento vuela un enorme buitre negro. Nuestros mongoles y nosotros lo observamos. De pronto uno de los lamas buriatos apunta al cielo azul:
- ¿ Qué es eso? ¿ Un globo ? ¿ Un aeroplano ?
Advertimos algo brillante, que vuela muy arriba, de noroeste a sur. Sacamos de la carpa tres poderosos anteojos de campaña y los dirigimos hacia el gigantesco cuerpo esferoide y brillante, que se destaca contra el sol, claramente visible sobre el cielo azul y que avanza velozmente. Vemos enseguida que cambia de dirección al sud-sudeste y desaparece tras los picos nevados de la cadena de Humboldt.
Todos los acampantes seguimos la aparición inusitada y los lamas susurran:
- ¡Es el signo de Shambhala! -"
No cabe la menor duda, para los lamas buriatos no existen los extraterrestres, los OVNIs que ellos han visto a lo largo de los años, tienen su origen en Shambhala.
¿Que encierra entonces este misterioso valle tan huidizo como atrayente ? Los Temponautas lo han utilizado como vínculo entre ellos y su pasado. Tal y como hemos expuesto en el apartado del Fenómeno OVNI, la clave para desvelar el misterio del valle de Shambhala, se halla nuevamente en el "viaje a través del tiempo".
¿ Cuantos personajes históricos de importancia relevante en el transcurso de la historia, han dirigido sus pasos hacia el Himalaya ?
¿ Cuantos de estos personajes fueron determinantes para la evolución de las sociedades, del pensamiento, de la filosofía, de las religiones... ?
Los Temponautas no solo estaban en el espacio, también estuvieron con el hombre, con sus circunstancias, con sus problemas, con sus alegrías, y con todo aquello que fue en cada época de su existencia.
Como decíamos anteriormente, han pasado por la historia de la humanidad seres que parecían de otro mundo, pero no por su aspecto físico, tampoco por sus necesidades vitales, sino más bien por su "humanidad" llevada al plano más extraordinario de todos.
¿ Como sino alguien puede penetrar tanto en lo más hondo de las conciencias ?
¿ Como es posible entonces que lo que se dijo hace dos mil años, sobreviva en millones de personas ? Avatares.
Hombres de otro tiempo que han comprendido la necesidad de sus antepasados. Bodysatvas del budismo que van allí a donde se les necesita en cualquier tiempo, en cualquier lugar y en cualquier situación. Pero siempre regresan a su origen, a ese origen que el hombre ha buscado desde que tiene memoria, para luego volver a salir a una espiral infinita de tiempo-espacio.
El Valle de Shambhala es la puerta del planeta Tierra, está abierta desde el otro lado y por ella acceden los Temponautas; esta cerrada por nuestro lado, pero no con llave. Así pues, todo es cuestión de buscar la puerta y el modo de abrirla.
