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domingo, octubre 05, 2025

Los Colores y sus Energías

Blanco:
Protección, purificación, paz, espiritualidad, armonía, entendimiento, tranquilidad, pureza, castidad.
Rojo:
Fuerza, valor, vigor, sexo, pasión, amor apasionado, peleas.
Rosa:
Enamoramiento, amor, amistad.
Anaranjado:
Estimulación, adaptación.
Amarillo:
Dinero, atraccion, estudios, inteligencia, adivinación.
Verde:
Dinero, amor, esperanza, fertilidad, suerte, trabajo.
Morado:
Espiritualidad, curación, meditación.
Azul claro:
Curación, contacto con el Más Allá espiritualmente, trabajos dirigidos al Cosmos.
Azul oscuro:
El subconsciente, psiquismo, curación, contacto con los espíritus del mar.
Negro:
Recoge y destruye energías negativas, devuelve trabajos malignos, cierra conductos.
Gris:
Para trabajos neutrales, jueces, abogados, etc...
Marrón:
Trabajos relacionados con la tierra, el hogar, la estabilidad.

¿Nos influyen los colores?
Sus efectos sobre las emociones, la mente y el cuerpo. Cuando alguien se encuentra muy feliz, y exclama "Veo la vida de COLOR de rosa", ¿está haciendo algo más que repetir una frase hecha?
Quien está deprimido tiene la sensación de que todo es opaco, sin brillo, su vida se le presenta sin estímulo, pesada como el plomo, gris, en una palabra el lenguaje está lleno de alusiones a las influencias que ejercen los COLORES.
Verlo todo de COLOR negro, está rojo de ira, ponerse verde de envidia, son formas de expresar ciertos estados de ánimo.
La vida es en COLOR, y de forma natural, nos servimos de los COLORES para interpretar sus aspectos: Un paisaje verde: Habla de naturaleza y primavera. Un semáforo rojo: Nos advierte del peligro. El COLOR rosa de un bebe: Despierta la ternura.
Los COLORES se relacionan directamente con las emociones y ejercen una influencia directa y decisiva sobre la mente y el cuerpo, tiene mucho que ver con la forma de reaccionar de las personas, y actúan tanto en el plano físico, como en el mental y el emocional.
La cromoterapia es el uso del COLOR de forma terapéutica para corregir los desequilibrios energéticos. Merece la pena aprovechar el poderoso influjo del COLOR para ayudarse a uno mismo, utilizándolo según nuestras necesidades. Sus Aplicaciones, son infinitas:
Los verdes y azules son relajantes, fríos y calmantes y los cálidos rojo, naranja y amarillo estimulan, y se pueden aplicar a la decoración de la casa y a la hora de vestirnos alguien tímido que necesita un empujón de vitalidad puede utilizar el rojo.
Un niño hiperactivo, los suaves y el verde para estimular la creatividad. El amarillo y el turquesa, da un giro positivo a nuestras vidas, además cada día de la semana tiene su propio COLOR, los griegos y los romanos, relacionaban cada día con sus dioses mitológicos, atribuyéndoles unas cualidades.
Téngalo en cuenta, a la hora de vestirse y así podrá reforzar sus influencias positivas.
Lunes: La luna el verde, blanco y plateado.
Martes: Marte el rojo.
Miércoles: Mercurio el gris metalizado.
Jueves: Júpiter el azul.
Viernes: Venus los cobrizos.
Sábado: Saturno el negro.
Domingo: Sol el amarillo intenso.
Significado de los COLORES: Los COLORES que todos conocemos, tiene su significado, conócelos:
Rojo: De la actividad y la pasión, es cálido y excitante, se relaciona con las iniciativas y la vitalidad y en su aspecto negativo con la cólera y las aptitudes agresivas.
Azul: Transmite una sensación de pureza, protección y calma. Amarillo: Se asocia con la luz la alegría y la prosperidad, estimula la inteligencia emocional.
Verde: Simboliza la fecundidad y la naturaleza, es curativo y renovador, induce a la pasividad.
Turquesa: Se relaciona con el desarrollo espiritual y mental, con la capacidad de orientar positivamente cualquier iniciativa.
Naranja: Color estimulante para el trabajo en equipo, ideal para todos aquellos que tengan dificultades para relacionarse con los otros, ya que propicia la recuperación y la unión.
Rosa: expresa la ternura y los afectos espontáneos, atempera la agresividad.
Violeta: Simboliza la espiritualidad y el sacrificio, COLOR tradicional del duelo.
Además de todo esto le interesará saber que el "rojo", el "azul" y el "amarillo" son tres COLORES primarios, decir que no se obtienen de la mezcla de otros COLORES.
El blanco es la fusión de todos los COLORES y la absoluta presencia de la luz.
El negro es la ausencia del COLOR y de toda impresión luminosa.
El dorado es un COLOR raro en la naturaleza, simboliza la perfección, los místicos de todos los tiempos en esos estados alterados de conciencia, que conocemos como iluminación, hablan de una gran luz dorada

 

sábado, octubre 04, 2025

Liberando Emociones

Viviana Blas
A medida que nuestra vida va avanzando, vamos viviendo un sinnúmero de experiencias, tanto buenas como malas, que van dejando su huella en nuestro ser. Algunas de esas vivencias han dejado una huella mayor que otras, por lo cual, el quantum emocional involucrado en las mismas es mayor y más intenso que en aquellas experiencias que se han transformado en simples recuerdos intrascendentes.
Esas emociones que, por diversos factores, muchas veces no han podido ser expresadas en su momento (en general ocurre con las emociones negativas), han quedado acumuladas en nuestro interior. Cuanto más antigua sea la data en que se engendraron esas emociones, mayores raíces habrán echado en nosotros. El hecho de que las defensas las mantengan "contenidas" o, como comúnmente se dice "tapadas", no significa que no existan.
Aunque no lo reconozcamos, esa carga de energía acumulada, de alguna manera, se mal canaliza a través de los denominados "síntomas". Es así como comenzamos a enfermarnos física o psíquicamente, ya que esa energía negativa va al cuerpo (por ej. úlcera, tensiones), o a la mente (en forma de miedos, inhibiciones, etc). Los síntomas mantienen deformado y disfrazado al contenido que les dio origen.
Por eso no reconocemos cuál es la verdadera causa del mismo y, muchas veces, resulta que cuando el médico nos dice que orgánicamente "no tenemos nada", nos está diciendo también que el origen de nuestro síntoma corporal es, en estos casos, psicológico.
Así, nos encontramos con que nuestros síntomas (ya sean limitaciones, somatizaciones, etc.), están denunciando una problemática latente que es la que les está dando origen. Lo cual nos lleva a revisar, dentro de un ámbito terapéutico, a las diversas etapas de la vida por las que hemos pasado, para así poder conectarnos con nuestras propias emociones y poder encontrar una explicación que nos permita hallar una solución a nuestros problemas. Empezamos así a rebobinar nuestra historia y, a medida que lo hacemos, nos sorprendemos reiteradas veces culpando a nuestros padres por todo lo que nos pasa.
Esta etapa se elabora, muchas veces, con gran dolor pero, en vez de culparlos, avanzamos más en nuestro propio crecimiento si los comprendemos y si entendemos que ellos nos dieron (o no nos dieron) hasta donde pudieron hacerlo de acuerdo, también, a la propia historia de cada uno de ellos.
Así, al poder comprenderlos, podemos ir auto superándonos para poder avanzar hacia nuevas sendas. Pero, al recorrer este proceso, nos encontramos con que hay algunas situaciones que nos ocurren y que no sabemos por qué nos pasan. Por lo que, al continuar procesando nuestra propia información, podemos comenzar a recordar acontecimientos que estaban totalmente reprimidos y que, justamente por estar reprimidos, nos manejaban ellos a nosotros creando nuestras limitaciones, trabas, nuestras repeticiones de lo mismo que nos hace sufrir y tropezar siempre con la misma piedra, como si fuese un destino del cual no podemos escapar.
Así, podemos ver que estamos repitiendo historias pero, en realidad, lo que estamos repitiendo es la forma particular en que nosotros las hemos incorporado en nuestro interior. Además, la forma en que nos vinculamos con los demás es la que hemos aprendido desde nuestra temprana infancia, y que ahora las interactuamos con las distintas personas que vamos conociendo a lo largo de nuestra adultez.
En esta búsqueda interior, cada vez que hallamos ese "algo" que nos estaba faltando, experimentamos un verdadero "insight" o "darse cuenta" que nos permite avanzar en segundos lo que no hemos avanzado en años. Ese "algo" es una información que nuestra mente inconsciente se estaba guardando y que, al enterarnos, pasan a nuestra mente consciente, ampliando así nuestro campo de conciencia.
El "guardar" las emociones negativas da origen a enfermedades físicas y psíquicas. Pero si, dadas las circunstancias de la vida, ya están contenidas en nuestro interior, lo más sano es, dentro de un marco de protección terapéutica, tratar de atreverse a sentirlas, enfrentarlas, descargarlas y elaborarlas. Cuanto más las evitemos sentir, tanto más crecerán dentro nuestro, ejerciendo presión por salir y expresarse.
Además, al modificar terapéuticamente un estado emocional, también estaremos modificando a las ideas que lo acompañan, ya sean éstas recuerdos, fantasías, creencias, etc, y viceversa. Los procesos emocionales necesitan ser experimentados. Así, por ejemplo, si nos tocó vivir una pérdida, tendremos que pasar, más tarde o más temprano, por el denominado proceso de duelo, sintiendo el dolor que nos provocó tal pérdida. Si dicho proceso ha estado contenido de alguna manera, es necesario revivirlo, descargarlo (emocional) y elaborarlo (intelectual) para poder ir despidiéndonos y desprendiéndonos del recuerdo de la persona que hemos perdido.
Al seguir los procesos emocionales naturales, podremos alcanzar nuestra paz interior. De lo contrario, estos procesos se vuelven patógenos. Cuanto más al día estemos con nuestras emociones, menos carga tendremos, seremos más valientes por habernos enfrentado y por no haber tapado, saldremos más sólidos y fortalecidos de dicha experiencia, tendremos menos predisposición a somatizar una gran gama de enfermedades, podremos avanzar en nuestros proyectos sin inhibiciones ni miedos, y habremos acrecentado nuestra confianza en nosotros mismos.
Para no quedar atrapados en el destino que nos hace construir nuestro pasado, podemos modificar nuestros pensamientos presentes, sabiendo que nuestros pensamientos son nuestro destino.