miércoles, noviembre 19, 2008

Vida después de la Muerte


Qué es la muerte? La muerte no es más que desechar el cuerpo físico, la revestidura externa del Ego o sea el hombre real, el cual continúa viviendo en su cuerpo astral hasta que se agote la fuerza generada durante su vida terrestre por sus emociones y pasiones. Entonces tiene lugar una segunda muerte y, al separarse el cuerpo astral del hombre, se encuentra éste en cuerpo mental, en lo que se llama el mundo celeste. Allí permanece hasta que se agote la fuerza de los pensamientos inegoistas que hubiere egendrado durante sus vidas física y astral. Desechando también este tercer cuerpo, el hombre permanece por algún tiempo como un Ego, en su propio mundo, en el cuerpo causal, antes de retornar a la encarnación.
Durante el lento proceso de morir, el doble etéreo, va deslizándose fuera del cuerpo denso, al cual queda conectado por un hilo magnético. El ego revive entonces toda su vida pasada en estos pocos segundos antes de la muerte.

Durante el proceso de morir, debería guardarse en la habitación del moribundo una extrema quietud y control de sí a fin de no perturbar al Ego que está absorto en la contemplación de su vida pasada; y no debería permitirse ningún llanto ni lamentaciones que implique la idea de una egoísta pérdida personal.

Lentamente el hombre se retira así del cuerpo físico, envuelto en el doble etéreo color gris-violeta, hasta que el hilo magnético se rompe. Entonces, se sume en una pacífica inconsciencia mientras el doble etéreo flota sobre el cuerpo denso.

Los actos de morir y entregarse al sueño son similares, excepto en muy pocos detalles,. En ambos casos, el hombre se desliza fuera del cuerpo físico. cuando se entrega al sueño, deja el cuerpo etéreo con la envoltura física sobre el lecho y el se separa dentro de su cuerpo astral. Aquel se conserva con vida debido a las corrientes de vitalidad que fluyen a través de ambos; pero a la hora de morir, él retira tambien consigo el doble etéreo, y como tal doble no es un vehículo, el hombre, preso en él, permanece inconsciente, y no puede funcionar ni en el mundo físico ni en el astral.

Después de algún tiempo, el cual varía desde unas pocas horas, días y aún semanas, el hombre queda residiendo en su cuerpo astral, listo para la vida astral.

En casi todos los casos, el instante de morir es indoloro, aún cuando haya habido largos sufrimientos durante una enfermedad.. Esto se demuestra por la apacible expresión que tan a menudo aparece sobre la faz después de la muerte.

La duración de la estancia de un hombre en el mundo astral después de la muerte, depende de dos factores: la naturaleza de su vida física pasada, y su actitud mental después de la muerte.

Toda la vida astral después de la muerte es un proceso constante y firme de retrotraerse del Ego dentro de sí mismo, y cuando a su debido tiempo llega el alma al límite de aquel plano, muere para él de la misma manera que murió para el mundo físico, es decir, desecha el cuerpo de la materia de aquel plano y lo deja tras de sí, pasando a una vida más elevada y más plena en el mundo celeste.

El mundo astral se halla dividido en siete subdivisiones que se agrupan en tres clases. Y contando desde la más elevada, la subdivisiones, 1, 2, 3 forman una clase; las 4, 5, 6, otra clase; y la 7 sola, la tercera clase.
Una persona que no haya permitido el reajuste en su cuerpo astral, puede flotar en cualquier región a voluntad, pero el hombre que consistió en tal reajuste se encuentra confinado a un nivel solamente, no porque no pueda elevarse a lo más alto, o sumirse a lo más denso, sino porque tan sólo está capacitado para sentir claramente lo de aquel subplano cuya materia esté, por entonces, en la parte externa de los cascarones concéntricos de su cuerpo astral.