Una maleta es una buena metáfora para explicar un poder especial del alma: el poder de empaquetar. ¿Cuál es su significado simbólico? ¿Qué es empaquetar? De la misma forma que un viajero experimentado sólo lleva aquello que es útil y necesario para poder viajar ligero, igualmente, debemos aprender el arte de empaquetar todos los pensamientos innecesarios acerca del pasado, el presente y el futuro y permanecer constantemente
livianos y positivos.
Con la habilidad de ir al interior, aprendemos a empaquetar todo el desperdicio de pensamiento en un segundo. ¿Cómo? El poder o capacidad de empaquetar es simplemente la habilidad de controlar nuestra mente, nuestro intelecto y nuestros recuerdos. En el núcleo de nuestra conciencia se encuentran estos tres sirvientes que son muy valiosos.
Desafortunadamente, sin embargo, son sirvientes que han disfrutado de mucha libertad, y ahora se comportan a ratos como nuestros amos. Es conveniente de nuevo convertirlos en nuestros amigos y ascender a estos sirvientes a ministros de nuestro gabinete interior.
Alentemos a nuestra mente a darse un descanso, un tiempo de vacaciones. Detengamos la línea de producción por una hora y descansemos. Empaquetemos y regresemos al hogar.
Démonos el lujo de la calma, démonos esa satisfacción.
Cuando nuestro intelecto, nuestro a menudo inquisidor, examinador y analítico intelecto nos pregunte porqué deberíamos estar en quietud, silencio, y también ser pacientes, ayudémosle a comprender que las respuestas las encontrará sólo cuando escuche y observe; no cuando busque y cuestione. Invitémosle a relajarse y simplemente observar la película. Y cuando esas incesantes cadenas de pensamientos vengan corriendo desde
nuestra memoria hacia este nuevo espacio de quietud, simplemente dejemos que vengan y dejemos que se vayan. Neguémonos a seguirles la corriente y pronto aparecerán con menos frecuencia y más lentitud. Así, cuando hayamos recobrado el dominio de las facultades del intelecto, podremos regresar a nuestro centro con total respeto y un sentido de integridad en nosotros mismos. No olvidar: somos amos y dueños, pero no tiranos déspotas. La maestría verdadera está basada en un liderazgo basado en la actitud de
servicio. En otras palabras, sirvamos a nuestra mente, cuidemos nuestro intelecto, respetemos y valoremos nuestras experiencias como si fueran nuestros profesores, y éstos nos devolverán el favor multiplicado por cien.
El poder de empaquetar es la habilidad de eliminar todo el desperdicio de pensamientos en un segundo, para permanecer livianos y libres de toda carga o preocupación. Aunque pueda haber muchas responsabilidades, dejamos de verlas como preocupaciones. Al ir hacia dentro del ser nuestras preocupaciones sobre actividades externas – del pasado, presente o
futuro – son “empaquetadas” dentro de su tiempo limitado de actuación y experimentamos una nueva dimensión de la percepción en la forma de una conciencia ilimitada.
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