sábado, diciembre 17, 2011

Fraudes en la Tv



LUIS ALFONSO GÁMEZ
ELCORREODIGITAL
MAGONIA
Sábado, 25/03/2006

Niñas fantasma, mentiras y peritajes inexistentes 'made in' Iker Jiménez

Las niñas fantasma del cementerio de Navalperal de Pinares (Ávila) debutaron en Internet en mayo de 2005, en sospechosa coincidencia con la campaña de promoción de Camposanto, primera novela de Iker Jiménez. El periodista publicaba la imagen "después de un año de estudios minuciosos"."La fotografía de las niñas ha causado gran asombro a los profesionales de la informática y la fotografía que la han estudiado. Si bien en un principio todos, por lógica, pensamos en un fraude o en algún tipo de ilusión gráfica, a lo largo de este año los detalles observados en el lugar y el estudio exhaustivo de éstas tomas nos demuestran que estamos a un 99% de posibilidades de admitir que eso efectivamente estaba allí", decía Jiménez hace casi un año. Sin embargo, por esas fechas, nada sabían de la imagen ni los dos peritos que salieron en Cuarto milenio el pasado 22 de enero ni la Guardia Civil, cuyo coronel jefe del Servicio Criminalística, José Antonio García Sánchez-Molero, fue, según Jiménez, "una de las primeras grandes autoridades que tuvieron acceso a estas fotografías".

Para empezar, la carta del coronel García Sánchez-Molero -mostrada en televisión de forma confusa- tiene fecha del 27 de julio de 2005, dos meses después de que Jiménez asegurara que había expertos que llevaban estudiando las imágenes un año. Además, la misiva -como puede comprobarse en la transcripción adjunta- tampoco es la conclusión de un examen pericial, sino una carta de agradecimiento por el envío de un libro y un cederrón, en la que el militar indica a Jiménez que, "en principio, es bastante difícil determinar la autenticidad de una fotografía digital, sobre todo si el supuesto montaje se ha realizado con el necesario cuidado". Y añade: "En cualquier caso realizaremos sobre ellas un primer estudio que nos indique el camino a seguir". Seis meses más tarde, el pasado 22 de enero, el misteriólogo de Cuatro decía en televisión: "Después de muchos análisis, (los expertos de la Guardia Civil) no han llegado a una determinación concreta. No saben cómo se ha hecho exactamente ese montaje. Tengo que decir también que gran parte de los analistas que han visto las fotografías coinciden también en que, si es un montaje, es un montaje excelente, un montaje en el que se ha trabajado mucho y durante mucho tiempo para dar ese efecto. Pero ¿es o no es (un montaje)?", se preguntaba Jiménez sin dar, claro, el nombre de ningún experto y atribuyendo al instituto armado algo que no había hecho. Además, como ha demostrado Mauricio-José Schwarz, fabricar una foto de fantasmas es algo sencillo con unos mínimos conocimientos.

La Guardia Civil no hizo ningún análisis

Tras la emisión de Cuarto milenio, escribí al instituto armado. Me interesé por su implicación real en los hechos y pedí una copia del informe del examen de las fotos. "Se han presentado los hechos como si la Guardia Civil hubiera hecho un análisis de esas fotos, y no es así", me ha explicado recientemente un portavoz la Dirección General del cuerpo, después de consultar con sus colegas del Servicio de Criminalística. "No existe ningún informe ni nada parecido. La Guardia Civil no ha analizado esas fotos. Eso es una tergiversación", ha añadido la misma fuente. Así pues, Jiménez mintió en su programa sobre la participación en el caso de la Guardia Civil, cuyos expertos se limitaron a apuntar lo que dice el coronel García Sánchez-Molero en la carta: que siempre es posible falsificar una fotografía digital. El periodista esotérico ocultó, además, información clave a los dos peritos que aparecieron en su programa de televisión el 22 de enero. Javier Pagès ni Eugenio Picón no supieron de los hechos de Navalperal de Pinares hasta que a principios de enero se pusieron en contacto con ellos desde Cuarto milenio, según han declarado
ambos a Schwarz y a mí, que hemos trabajado juntos en este caso y compartido todos los datos. Los expertos no tuvieron acceso tampoco a toda la información. Sólo recibieron de Jiménez la foto en la que se ve a las niñas fantasma. Hasta que Schwarz y yo no se la enviamos, no conocían la otra imagen del cementerio sin fantasmas, cuya información interna prueba el fraude.

Los datos EXIF -como se denomina esa información técnica- demuestran que las dos fotos fueron tomadas a las 4 horas, 14 minutos y 2 segundos del 29 de agosto de 2004. La cámara Sony DSC P92, que fue la que utilizaron los protagonistas, no puede, sin embargo, sacar dos instantáneas en un mismo segundo. Además, las dos fotos fueron manipuladas posteriormente con el programa Adobe Photoshop CS. Todo esto lo demostró Schwarz -que hoy también publica sus conclusiones sobre esta escandalosa historia- el 20 de diciembre del año pasado a partir de copias digitales de las imágenes que llegaron a su poder y de las que Pagès y Picón sólo conocieron la que no tiene fantasmas cuando se la mandamos nosotros. ¿Por qué Jiménez escamoteó información a los peritos? Porque, si hubieran comparado la información EXIF de las dos fotos se habrían dado cuenta de que todo era un fraude, de que alguien había ampliado la instantánea el cementerio de Navalperal sin fantasmas y pegado a las niñas en ella. Sin esa información, todo lo que podían decir los peritos es lo que dijeron, que la fotografía fantasmal había sido manipulada con un programa de retoque fotográfico y, por tanto, no podía descartarse el fotomontaje.

Sin originales que examinar

Los dos expertos que aparecieron en Cuarto milenio pidieron desde el primer momento a Jiménez que les enviara los archivos originales, las fotos grabadas en la tarjeta de memoria de la cámara a partir de las que se habían obtenido las manipuladas con el Adobe Photoshop CS. "Yo reclamé al programa las fotografías originales, tal como salieron de la cámara, y parece ser que no las tenían, que no existen", dijo Pagès días después de la emisión del programa. Al no conocer la foto del cementerio sin fantasmas y no tener acceso a los archivos digitales originales, los peritos no podían pronunciarse sobre la autenticidad de las instantáneas. Cuando Pagès fue informado por nosotros de la existencia de la foto sin niñas y accedió a la información EXIF, concluyó que todo parecía indicar que la imagen con los fantasmas era un recorte de la foto sin ellos en la que se habían pegado las niñas. Él ya había plasmado ya antes sus dudas en su bitácora y no le sorprendió ni la existencia de la foto sin espectros ni el reciente anuncio, en la web del periodista esotérico, del hallazgo de la imagen original de la que se habían recortado las niñas para pegarlas en el cementerio abulense.

Iker Jiménez aseguró, en Cuarto milenio el 22 de enero, que había puesto en su web las fotos "a disposición de todo el mundo para que pudieran analizarlas. Nuestra opción era clara: absoluta presencia de luz y taquígrafos para saber qué era eso". Mentira. Una cosa es lo que anunció en Internet -y repitióen la tele- y otra lo que en realidad ha hecho. Porque el reportero paranormal de Cuatro no ha enviado las fotos de las niñas fantasma a todos los que se las han pedido, además de inventarse un análisis de la Guardia Civil y ocultar información a dos peritos. Nunca creí que fuera a mandar copias de las fotos a cualquiera y por eso no me tomé en serio hace unos meses su oferta en Internet. Sin embargo, cuando repitió el ofrecimiento en el canal de televisión de Sogecable, decidí pedirle por correo electrónico los archivos digitales de dos imágenes: la del cementerio sin fantamas y la del camposanto con ellos.

Le pedí los originales el pasado 29 de enero, en un mensaje que le volví a mandar el 3 de febrero. En ambos casos, advertí a Jiménez de que tenía ya los archivos digitales de las imágenes mostradas por él en la tele y en Internet -los mismos sobre los que había trabajado su equipo-, pero que prefería disponer de los originales tal como salieron de la cámara. "Mi intención es someter esas dos imágenes a diversos análisis por especialistas y dispongo ya de dos ficheros que corresponderían a esas fotos. Sin embargo, para no hacer perder el tiempo a
los peritos ni que luego haya quien diga que no son las mismas fotos, me interesaría contar con archivos procedentes de ti", le expliqué en un mensaje que acababa diciendo: "Imagínate que los expertos consultados por los malvados escépticos, descartan el fraude, ¿no sería todo un aval para este misterio? Naturalmente, si consigo algún peritaje, daré a conocer los resultados del mismo sean cuales sean". Jiménez ha dado la callada por respuesta a esta petición, como hizo antes con la cursada por Schwarz en diciembre.

La oportuna 'aparición' de las niñas

El pasado sábado, Jiménez anunció en su web el hallazgo de la foto de la que se habrían recortado las niñas y que no habían contado nunca con los originales porque la cámara y la tarjeta original se habían averiado. ¿Por qué el director de Cuarto milenio ha tardado casi un año en contarnos que las fotos originales no existen? A mí, me suena a la típica justificación para encubrir un fraude. Además, no es casual que Jiménez revele ahora la existencia de la foto antigua de la que se recortaron las niñas. Estudiosos honrados de lo paranormal buscan desde hace meses esa imagen en Internet y en libros, y hace nueve días Lois López Vilas publicó un anuncio al respecto en El Ojo Crítico, un fanzine publicado por el misteriólogo gallego Manuel Carballal, que tiene de escéptico lo mismo que Jiménez, pero con el que no puede ni verse. ¿No es mucha casualidad que Jiménez haya dado con esa foto un par de días después de ese anuncio? Para mí, sí. Tras la sistemática manipulación y ocultación de información por parte de los equipos de Milenio 3 y Cuarto Milenio -los programas que dirige y presenta en la Cadena SER y Cuatro, respectivamente-, resulta difícil de creer que estemos ante una simple coincidencia.

Jiménez sostiene en la actualidad que la foto de las niñas fantasma de Navalperal es lo que ya concluyeron hace meses en sus análisis López Vilas, Schwarz, Macías Pajas, Gerardo García-Trío y Rafael Cabello: un fraude. Da así la razón a quienes desde el principio sospecharon de la autenticidad de la foto. Y eso que él hace un año decía: "El estudio exhaustivo de éstas tomas nos demuestran que estamos a un 99% de posibilidades de admitir que eso efectivamente estaba allí". ¿Dónde está ese "estudio exhaustivo"?, ¿cómo justifica el haberse inventado un análisis de la Guardia Civil que nunca existió?, ¿pensó en serio alguna vez que nadie iba a darse cuenta de que había escamoteado información vital a Pagès y Picón? ¿desde cuándo tiene en su poder la foto antigua de las niñas?, ¿quién pegó a las pequeñas en la instantánea del cementerio de Navalperal de Pinares?, ¿ha visto y examinado alguien la cámara averiada o tenemos que seguir creyendo en su poco fiable palabra? Éstas son algunas de las preguntas que quedan todavía por responder de lo que se vendió hasta hace unos días como un gran enigma y que, en realidad, se sustentaba en una chapucera -en el mejor de los casos- investigación, en la ocultación a los expertos de información que demostraba el engaño, en la mentira y en la tergiversación. Todo, con el único objetivo de que los ingenuos pasen por caja, como ha hecho nuestro protagonista en el caso de la leyenda de Ochate y la de las caras cambiantes de Bélmez. ¡Es el negocio de lo paranormal y una nueva muesca en el extenso historial de Iker Jiménez como vendedor de falsos misterios!