lunes, abril 09, 2012

La Huella del Pajarillo en el Cerro URITORCO



La Huella del pajarillo, hecho sucedido en la Sierra del Pajarillo, sucedido en las cercanías de Capilla del Monte, Córdoba, Argentina. Por sus características es única en el planeta, y propone actualmente reflexiones profundas del porqué esa nave observada por testigos de Excepción: un niño de 12 años GABRIEL GOMEZ, y su abuela hoy fallecida la señora ESPERANZA GOMEZ.

En su momento los investigadores de campo dejaron establecido que algo tuvo que dejar el que una nave de estas proporciones pasara cerca de Capilla del Monte y nos dejara esta Huella.

Jorge Suárez, en su momento era Director de Turismo y Secretario de Gobierno. Ante el anuncio de un vecino se propuso ir, y frente a esto que era raro, asombroso y sin explicaciones, pensó en llevarlo a la prensa donde el tenía ingreso por su tarea en Turismo. Radio Universidad es la radio y da espacio a la noticia, en ese momento el señor CLAUDIO SALINAS, propone la nota.

Telan, Agencia de Noticias del Mundo, toma la noticia que estaba propuesta desde un estamento gubernamental.

Así comienza una propuesta en Capilla del Monte, que aún quienes visitan y viven en este bello lugar aún no han contemplado las bondades de el paso de esta nave. Recorra con nosotros este apasionante hecho y saque usted sus propias conclusiones.

Paso a paso vamos recorriendo lo sudedido y lo investigado. Dos fases importantes nos enmarca El hecho que trajo como consecuencia:

1. Una afluencia de turistas poco vistas en tan poco tiempo: en el año 1986 al Cerro Uritorco lo visitaban 400 personas por año. Hoy lo visitan 100.000.

2. En el año 2001, año de un grave problema económico de Argentina, en Capilla del Monte se duplica la población residente. Contaba con cerca de 5000 habitantes. Hoy Capilla del Monte la habitan 12.000 habitantes y en època de Temporada alta suma en alto porcentaje de visitantes que vienen interesados en la temática.

3. El turismo en Capilla del Monte lo convocaba la naturaleza, la tranquilidad, el Zapatao un monumento de Piedra y algo más. Desde el año 1986, por simplemente haber propuesto esta nota en Radio Universidad, los medios de Prensa y los muy buenos Investigadores de todo el mundo miraron hacia este caso tambien hubo de los otros.

4. Gracias a las investigaciones de Campo que se hicieron en su momento, URITORCO, pasó a tener primer plano, ya que desde la época ya se mensionaba este Cerro.

PRIMERA FASE

La noche del 9 de Enero de 1986,en una finca rural ubicada a metros de la ruta provincial 17 que corre paralela a la sierra del pajarillo y que une la ruta nacional 38 con el paraje conocido como las grutas de Ongamira, se encontraban tres integrantes de la familia Gómez Doña Esperanza, su hermana Sara que residía en Buenos Aires y su nieto Gabriel de 12 años de edad que vivía en la vecina localidad de Cruz del Eje y que como todos los veranos pasaba sus vacaciones en casa de su abuela.

Siendo, pasada las 22 horas se encontraban a la luz de un farol de kerosene, ya que por aquellos años la casa no tenía energía eléctrica, jugando una partida de naipes. La noche era muy calurosa como corresponde a la época estival de la región al norte del Valle de Punilla, por ello las puertas y ventanas de la modesta vivienda se encontraban abiertas; de pronto doña Esperanza cree escuchar el ruido de un auto que parecía llegar a la finca. Al fijar su atención en este sonido interrumpió el juego que también habían percibido Sara y Gabriel. A continuación vieron que una potente luz roja penetrando por ventanas y puertas, iluminó toda la habitación; ante el estupor de los tres, se incorporaron de sus sillas y se dirigieron hacia la ventana que da al frente de la casa y vieron una luz roja muy grande que corría de un lado al otro por las lomadas del Pajarillo y momentos después la vieron sobrevolar la chacra y luego se poso sobre el sauce que se encontraba a unos diez metros de la casa. Doña Esperanza sintió mucho miedo ya que pensó que esa luz podía dejarlos ciegos porque la luz era verdaderamente enceguecedora, y junto a Sara se retiró a las habitaciones interiores mientras llamaban enérgica mente a Gabriel que se había quedado inmovilizado en la ventana observando ese extraño objeto que tanto pánico le había provocado a su abuela y a su tía.

Doña Esperanza le dijo a Gabriel si quería cerrara la ventana. Cuando fue a cerrarla, a través de la reja vio la luz. De pronto esta prendió la luz roja y no la pudo ver bien, pero cuando se prendía la clarita, lo podía ver mejor. Lo primero que pensó era la luz mala, porque venía de la sierra y no podía ver bien que era. Se veía cada vez más grande y se movía balanceándose y cuando apagó la luz roja la pudo ver bien.
“Era una cosa redonda con esas ventanillas. A la altura de estas, alumbraba la luz roja y la de arriba era clarita, me dio mucho miedo y luego de cerrar la ventana me acosté pero la espíe por la ventana de mi habitación mientras pensaba que el ruido que escuchamos al principio pudo ser un auto pero nada tenia que ver con la luz que vi. porque esta no hacia ruido, si realizaba constantes cambios de luces entre la clarita y la roja; inclusive cuando esta se apagaba, se apreciaba una pelota achatada que mostraba desde los bordes externos unas líneas de luz blanca, como tubos fluorescentes que se dirigían a su centro. Mi abuela no cree en estas cosas pero lo que vi no era un avión y no hacia ruido.”-esto era lo que decía Gabriel.
A la mañana siguiente llegó a la casa el hijo de Doña Esperanza, Manuel Gómez, que regresaba de su trabajo nocturno y al pasar por la ruta frente al Pajarillo observo una extraña mancha ovoide de color negro sobre la ladera sur-este del Pajarillo. Al comentar luego con su familia esta circunstancia, estos le relataron la noche de miedo que habían pasado. Gabriel se interesó por la ubicación de la extraña huella y así pudo certificar que estaba en el mismo punto desde donde el creyó ver venir el objeto en dirección a la casa de su abuela.

Fue tanta la sorpresa de Manuel por el relato de su familia y la aparición de esa fracción de pastos quemados en la sierra, que decidió ensillar dos caballos y acompañado de Gabriel se dirigieron al lugar.
El primer intento del primer día fue fallido ya que equivocaron la senda por eso un tanto desilusionados regresaron, pero con la fiel promesa de volverlo a intentar al día siguiente. Así fue como por fin bien orientado llegaron al lugar. A Gabriel le pareció raro lo que veía. Estaba todo quemado en una gran superficie pero de una forma curiosa ya que la paja brava estaba quemada en la parte superior, de abajo nada; algo muy diferente a los acostumbrados incendios forestales que son tan frecuentes en la zona.

Días después, como Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Capilla del Monte, recuerdo:”Una mañana llegó a mi despacho un vecino relatándome que en la zona del Pajarillo había aparecido una extraña mancha quemada justo frente a la finca de los Gómez. Esto no se porque me llamó la atención y comenté el incidente con el señor Intendente, ,Don Diego Sez quien casualmente era amigo personal de la familia Gómez. Y de pura curiosidad organizamos una excursión a la zona. La comitiva se completó con la presencia del entonces Diputado provincial Andrés Argañaraz, el fotógrafo Municipal Don Raúl Ochonga, el señor Intendente, el menor de sus hijos y yo.
Cuando llegamos a la zona estaba lloviendo y las nubes tenían un plafón muy bajo. Llegamos a la finca donde nos recibió Doña Esperanza amablemente, a quien interrogamos sobre lo sucedido días atrás.

Doña Esperanza nos relató todo el miedo que habían vivido aquella noche, pero nos sugirió que habláramos con Gabriel ya que el era quien más sabía del suceso. Para ello teníamos que desplazarnos unos kilómetros hacia Ongamira, donde el niño se encontraba jugando con unos amiguitos y hacia allí nos dirigimos.
Hallamos a Gabriel jugando con sus amiguitos. Este era un niño común, con esa imagen de ingenuidad que tienen los niños de su edad en esta parte de Córdoba. Nos narró con total simpleza los hechos ocurridos en la noche del 9 de enero; inclusive dibujo en el suelo arenoso del lugar en donde nos encontramos, la forma del objeto que el vio aquella noche.

Nos narró también la excursión que realizó con su tío Manuel para comprobar aquella misteriosa quemazón sobre la ladera del Pajarillo y ante nuestra consulta se ofreció a llevarnos hasta el lugar donde según él, se podía ver con total propiedad esa extraña mancha. Subimos a los autos y nos dirigimos al lugar.
Cuando llegamos al lugar nos dimos cuenta que ya habíamos pasado por el sitio desde donde se observaba la misteriosa marca que no vimos por las nubes bajas que presentaba una pequeña tormenta de verano. Al descender del auto, la visión de esa especie de pelota negra que quizás alguien había olvidado sobre esa vegetación verde esmeralda, brillaba de una manera especial como consecuencia de la lluvia caída momentos antes.

El espectáculo era fascinante. Raúl, el fotógrafo municipal preparó sus cámaras y comenzó a registrar imágenes que al correr de los años se fueron convirtiendo en un documento formidable que luego recorrió todo el mundo. Mientras los demás nos interrogábamos con la vista ¿que era aquello?, estuvimos realizando distintas consideraciones quizás todas ellas tan absurdas, como equivocadas. Luego nos dispusimos a desandar el camino hacia Capilla del Monte.

Al llegar se me ocurrió informar a La radio de la Universidad de Córdoba este extraño hecho. El conductor del programa que se emitía en esos momentos me permitió salir al aire para contar lo sucedido en el Pajarillo. Este informe lo copió la agencia de noticias TELAM, que lo transmitió al País y a todo el mundo. Luego. a los pocos días una legión de periodistas, investigadores y curiosos, por que no?,comenzó a llegar al lugar.

Sin saber absolutamente nada ,un investigador del equipo de Fabio Zerpa, causalmente había elegido a Capilla del Monte para pasar sus vacaciones, el señro Hector Antonio Picco,(ahora vive en Capilla del Monte). Durante el viaje hubo de hacer una parada en Villa Carlos Paz y en una kiosco de venta de diarios se enteró desde los titulares de los matutinos que algo misterioso había sucedido en una Sierra llamada del Pajarillo. Enseguida su fino olfato de investigador le indicó que podía estar ante un fenómeno unido a la temática OVNI. Y para colmo el suceso había ocurrido cerca de el lugar donde pasaría unos días de descanso.
Al llegar a Capilla del Monte, se alojó en el camping Municipal y una vez instalado se dirigió a entrevistar a Jorge Suárez, funcionario de Gobierno municipal que había informado a la prensa sobre los detalles del acontecimiento. Luego de la reunión donde se interesó de los pormenores del caso, solicitó del funcionario ayuda para trasladarse al lugar, entrevistar a los testigos y si era lo que suponía comenzar con la investigación de campo.

Luego en la finca de los Gómez, y realizar la entrevista con los testigos, su experiencia en la investigación le hizo reparar en un detalle que los funcionarios habían dejado pasar. El sauce en donde Gabriel avistó detenido el objeto, 24 horas después comenzó a deshojarse como si algo misterios hubiera acelerado su tiempo biológico. El investigador recogió algunas de aquellas hojas, las puso en una bolsa de plástico, para luego ser analizadas en laboratorio. Pero mucho antes de estas conclusiones científicas, aquel añejo sauce protagonizó otro hecho sorprendente.
A los pocos días, comenzó a florecer nuevamente para recuperar todo su hojas y seguir su vida normal como si nada hubiera pasado. ¡ ¡Si!,...algo había pasado, meses después me envió un informe realizado en un importante laboratorio de Buenos Aires donde se pudo comprobar que aquella "cosa" que Gabriel vio detenida sobre la copa del sauce, por un método desconocido "chupo" toda la clorofila de aquel árbol. Esta realidad se comprobó tratando de hidratar las hojas, cosa que resulto imposible. Vale la pena puntualizar que esta circunstancias habían podido certificarse en otros descenso de OVNIs en distintas partes del mundo. Conclusiones atípicas, también ofrecieron los estudios realizados con los insectos, la tierra, las cenizas, la poca vegetación que quedó sin mientras la sociedad capillense después de este fenómeno se psicotisó de una manera tan sorprendente como natural. Los periodistas e investigadores siguieron llegando tratando de descubrir la verdadera entidad del fenómeno.

Quien llevó una inteligente y silenciosa investigación de campo fue el licenciado Ángel Díaz, reiteradamente y en solitario volvió al Pajarillo para rastrear todos los elementos que se pudieran recoger sobre el terreno. Esta paciente investigación fue dejando la conclusión que estábamos ante un hecho muy misterioso pero que encajaba con el fenómeno OVNI, máxime si se lo unía a los relatos de la familia Gómez.

Es honesto reconocer que otros investigadores elaboraron la hipótesis de que la huella la produjo un incendio natural que se inicio en la parte baja de la ladera del Pajarillo y que luego, tras un brusco cambio de viento se apago formando espontáneamente ese gran semicírculo de vegetación quemada. En lo personal me pareció una explicación absurda ya que tendríamos que ignorar la presencia del OVNI la noche anterior sobre la finca de los Gómez. Y un dato interesante es mencionar que esta conclusión se elaboro durante un día de trabajo. No obstante y en homenaje a la intención de descubrir la verdad auténtica, interrogamos sobre esta posibilidad a vaquéanos del lugar que habían visto quemar la sierra por incendio naturales en forma frecuente y estos nos miraban con una sonrisa irónica y contestaban:” mire don , yo no sé lo que produjo esa mancha pero un fuego que cambia de dirección por el cambio del viento, no me lo creo porque cuando el fuego arranca quema y quema. Puede apagarse por la llegada de un fuerte cambio de viento, pero por lo menos hasta ahora nunca dejó un dibujo tan perfecto.”

Una opinión muy calificada se recibió de un integrante del cuerpo de bomberos de Capilla del Monte: Raúl (Pancho) Lobos que como muchos otros llegó al lugar atraído por la curiosidad y con su amplia experiencia de hombre que había luchado contra el fuego con frecuencia en la sierra, expresó una serie de consideraciones que fueron muy útiles para la interpretación del fenómenos del Pajarillo. En principio consideraba improbable que la huella fuera producido por un incendio natural, sí pensaba que se podía haber provocado, pero hubiera exigido una serie de elementos como logística y un buen número de personas para lograrlo sin dejar de desconocer que los continuos vientos que se registran en la zona alta de la sierra, hacían la tarea casi imposible. Otro tema que le llamó la atención fue el cambio de coloración de las piedras que se ennegrecieron en la parte superior de una forma muy misteriosa. Hubiera sido muy dificultoso haberlo hecho con un soplete o con lo que fuera, una por una. Otro dato interesante que encontró, fue que la paja brava quemada que tapizaba el lugar, mostraba que la quemazón estaba por encima del terreno y que fue afectada por la onda de calor. La poca que quedó en el lugar, demostraba que se había quemado de arriba hacia abajo, diferente hubiera sido si el fuego se hubiera arrastrado por el terreno.

Los insectos encontrados dentro de la huella ofrecían unas particularidades sorprendentes, ya que los mismos estaban como momificados, en su parte exterior intacta pero estaban vacíos por dentro, como si algo misterioso hubiera vaciado todos sus líquidos vitales. Algo que sorprendió fue el hallazgo de un pequeño batracio que ofrecía las mismas características de los insectos pero además, su piel no había cambiado de coloración, situación que si hubiera ocurrido, si hubiera sido afectado por fuego, estábamos ante algo tan misterioso como sorprendente.
Si suponíamos que aquí había terminado la historia, la realidad nos demostraría que no era así.

Un año y medio después ocurrió otro hecho sobre el Pajarillo que agregaría a esta historia una dosis mayor de incomprensible misterio, y que HOY SE CONOCE A ESE HECHO COMO LA SEGUNDA FASE DEL PAJARILLO.

SEGUNDA FASE HUELLA DEL PAJARILLO

Decíamos al terminar de narrar la Primera Fase de la Huella del Pajarillo, que suponíamos por aquellos días que la historia había terminado, pero que la realidad nos demostraría lo contrario produciendo un hecho mucho mas sorprendente e inexplicable que la aparición de la huella el 9 de enero de 1986.

El hecho que vamos a narrar se produjo un año y medio después más precisamente en agosto de 1987. Por esos días yo estaba totalmente volcado al estudio de la temática ovni, por cuanto me había impresionado las historias que me contaron los investigadores que conocí en oportunidad cuando visitaran Capilla del Monte para realizar la investigación de campo sobre la primera fase de la huella.

Una tarde mientras tomaba café con unos amigos en un bar del pueblo, se acerca a nuestra mesa un conocido y me pregunta, ¿Suárez, hace mucho que no va por el Pajarillo? Y le dije que efectivamente hacia mucho tiempo que no iba por la zona. Entonces me sugirió, porque no va?¡¡¡. Me quedé interrogándolo con la mirada: vaya!!, se va a llevar una sorpresa, insistió y se fue. Me quedé pensando y preguntándome:
¿Que podía haber pasado?.

En un momento recordé que un voraz incendio de los tantos que se producen en la zona muchas veces provocados y otras en forma natural, se había llevado por delante muchas hectáreas de pastizales que tapizan las laderas del Pajarillo. Pero que podía significar esto?..Y decidí averiguarlo al día siguiente.

Luego de almorzar monté en mi camioneta para recorrer los pocos kilómetros que separan Capilla del Monte con el lugar donde encontramos la huella el año anterior. Luego de transitar por el tramo de asfalto de la ruta ingresé al camino de ripio que luego de pasar por Quebrada de Luna se llega a las enigmáticas Cuevas de Ongamira, no sin antes admirar una vez más las imponentes formaciones de los Terrones que se aprecian a la distancia desde el camino.

Durante el viaje pude apreciar la importancia del incendio ocurrido horas antes. Hacia la izquierda del camino se advertía sobre el faldeo de la sierra, solo tierra quemada con algún matiz de gris a los pies de algún árbol, producto de la ceniza de su propio tronco quemado.

Al llegar al lugar, al sitio desde donde habíamos avistado la huella el año anterior que se identificaba por la existencia de una alcantarilla. Detuve el vehículo y me bajé. Al levantar la vista hacia la Sierra me quedé congelado. Allí, en el mismo y exacto lugar donde habíamos descubierto aquella fenomenal "pelota negra" depositada sobre el verde esmeralda de la paja brava; ahora la encontraba, sobre un terreno de color negro profundo, producto del incendio, la misma "pelota”, pero en este caso de un color amarillo que contrastaba con lo negro del incendio. Fue tan grande la impresión que me causó, y no tengo vergüenza en confesarlo, lágrimas de emoción comenzaron a deslizarse por mi rostro.

Yo por esas fechas me había interesado muy especialmente en el tema OVNI como ya comenté, pero también había "otras experiencias" que me habían marcado muy profundamente, por lo que quizás, sirva para explicar mi estado emocional de aquellos momentos. O, por qué comenzaba a comprender que aquella huella, hoy conocida en todo el mundo como "La Huella del Pajarillo”, sugería algo mucho mas serio que el simple hecho de una marca, producto de la presencia de aquella nave que avistó Gabriel desde la casa de su abuela.

Quizá era la confirmación de la importancia de aquella Huella, ya que de ella se dijo que había sido quemada con fines turísticos, y entonces ahora la presencia de algo misterioso y desconocido nos desafiaba con esta segunda fase a que explicarnos lo inexplicable.

En lo personal siempre he dicho que si aceptamos la estupidez de que la huella se quemó con soplete de acetileno (¿) en ese rumbo podríamos aceptar la historia de que advertidos del incendio subimos corriendo con baldes de arena o agua para mojar la vegetación y así protegerla del fuego. Les recuerdo que el volumen de aquella huella era de 120x70 mts. aprox..., y quizás también aceptar en ese rumbo que alguien subió aquella noche al sauce de los Gómez y con una jeringa "chupó” hoja por hoja su clorofila para explicar el deshoje de aquel añejo árbol.

Días después que concurrimos al mismo lugar donde estaba la huella con Fernando Gabriel Sansó periodista de radio universidad de Córdoba y realizamos una prueba sobre el terreno. Encendimos fuego a la paja brava y la misma se quemaba con facilidad.... Y nos preguntábamos con Fernando ¿qué pasó durante el incendio? ¿Cómo se explicaba que no se hubiera quemado ese rubio pastizal que tenía la misma combustibilidad que su similar del exterior y se había consumido totalmente quedando sobre el terreno, solamente las piedras....

Esa pregunta, quizás encontró respuesta cuando el Ingeniero del equipo de televisión de la TV de España que con Juan José Benítez y el Dr. Fernando Jiménez del Oso en la parte periodística realizaban unas tomas en la huella, encontró a través de los equipos inalámbricos de grabación se comprobó una interferencia que entorpecía la tarea de Don Pepe Nogueira. En la opinión de los periodistas, como hipótesis para explicar esas interferencias, aquella nave ancló sobre el terreno una energía desconocida que como efecto de campana, protegió la huella del fuego.

Esta realidad la confirmó en enero del 89 el Ingeniero Guido Bassler durante un trabajo de campo de bioenergía que publicamos en detalle en nuestro libro "Uritorco, el Cerro mas misterioso de América".

Honestamente creo que ésta voluntad de las culturas extraterrestres que visitan nuestro planeta de dejar testimonios de su presencia de distintas maneras obedece a sugerirnos amorosamente:Que no estamos solos en el universo.

COSECUENCIAS DE UN HECHO OVNI

Es muy característico qeu un hecho catallogado como del FENOMENO OVNI, quedeen el catalogo y como unexpediente más.
Son pocos los que al pasar el tiempo nos muestre o podamos leer en el tiempo nuevamente el hecho con otras lecturas a las inicales.
Es el caso LA HUELLA DEL PAJARILLO, un hecho que aún nos propone una cantidad de preguntas continuamente y lo expresan los turistas que visitan el CIO año tras año:
Las vamos a proponer y de la misma manera que las respondemos en Nuestro CENTRO DE INFORMES OVNI de Capilla del Monte, nos ocuparemos de responderlas lo mas ilustrativamente posible.

*¿ LA HUELLA AUN SE ENCUENTRA EN EL LUGAR.?
*¿PORQUE LA HUELLA SE HIZO EN LA SIERRA DEL PAJARILLO Y NO EN EL URITORCO?
*¿PORQUE ES EL CERRO URITORCO , QUE SE NOMBRA Y NO LA SIERRA DEL PAJARILLO?
*¿QUE SUCEDIO EN CAPILLA DEL MONTE DESPUES DE LA HUELLA DEL PAJARILLO?
*QUE HACEN LAS AUTORIDADES DE CAPILLA DEL MONTE ANTE ESTE HECHO?
*USTEDES PORQUE SE OCUPAN DE HACER ESTA TAREA?

Cada pregunta contiene su respuesta.
Han pasado 26 años, y de la HUELLA DEL PAJARILLO, en Capilla del Monte a penas si es mencionada.
Como es nuestra intención hacer Docencia, paso a paso propondremos un antes y un despues DE LA HUELLA DEL PAJARILLO para describir la realidad actual de las consecuencias que este hecho trajo consigo y aun permanece vigente.
Jorge Suarez al haber estado cerca de la tarea que realizaron Investigadores de buen nivel, y de lrealizar la logistica para la prensa que aún hoy se motiva por el hecho,;es quien tiene AUTORIDAD para contar lo vivido por esos días, despues de haber comaprtido la sociedad desde aquel suceso.
ecíamos al terminar de narrar la Primera Fase de la Huella del Pajarillo, que suponíamos por aquellos días que la historia había terminado, pero que la realidad nos demostraría lo contrario produciendo un hecho mucho mas sorprendente e inexplicable que la aparición de la huella el 9 de enero de 1986.

El hecho que vamos a narrar se produjo un año y medio después más precisamente en agosto de 1987. Por esos días yo estaba totalmente volcado al estudio de la temática ovni, por cuanto me había impresionado las historias que me contaron los investigadores que conocí en oportunidad cuando visitaran Capilla del Monte para realizar la investigación de campo sobre la primera fase de la huella.

Una tarde mientras tomaba café con unos amigos en un bar del pueblo, se acerca a nuestra mesa un conocido y me pregunta, ¿Suárez, hace mucho que no va por el Pajarillo? Y le dije que efectivamente hacia mucho tiempo que no iba por la zona. Entonces me sugirió, porque no va?¡¡¡. Me quedé interrogándolo con la mirada: vaya!!, se va a llevar una sorpresa, insistió y se fue. Me quedé pensando y preguntándome:
¿Que podía haber pasado?.

En un momento recordé que un voraz incendio de los tantos que se producen en la zona muchas veces provocados y otras en forma natural, se había llevado por delante muchas hectáreas de pastizales que tapizan las laderas del Pajarillo. Pero que podía significar esto?..Y decidí averiguarlo al día siguiente.
Luego de almorzar monté en mi camioneta para recorrer los pocos kilómetros que separan Capilla del Monte con el lugar donde encontramos la huella el año anterior. Luego de transitar por el tramo de asfalto de la ruta ingresé al camino de ripio que luego de pasar por Quebrada de Luna se llega a las enigmáticas Cuevas de Ongamira, no sin antes admirar una vez más las imponentes formaciones de los Terrones que se aprecian a la distancia desde el camino.

Durante el viaje pude apreciar la importancia del incendio ocurrido horas antes. Hacia la izquierda del camino se advertía sobre el faldeo de la sierra, solo tierra quemada con algún matiz de gris a los pies de algún árbol, producto de la ceniza de su propio tronco quemado.

Al llegar al lugar, al sitio desde donde habíamos avistado la huella el año anterior que se identificaba por la existencia de una alcantarilla. Detuve el vehículo y me bajé. Al levantar la vista hacia la Sierra me quedé congelado. Allí, en el mismo y exacto lugar donde habíamos descubierto aquella fenomenal "pelota negra" depositada sobre el verde esmeralda de la paja brava; ahora la encontraba, sobre un terreno de color negro profundo, producto del incendio, la misma "pelota”, pero en este caso de un color amarillo que contrastaba con lo negro del incendio. Fue tan grande la impresión que me causó, y no tengo vergüenza en confesarlo, lágrimas de emoción comenzaron a deslizarse por mi rostro.

Yo por esas fechas me había interesado muy especialmente en el tema OVNI como ya comenté, pero también había "otras experiencias" que me habían marcado muy profundamente, por lo que quizás, sirva para explicar mi estado emocional de aquellos momentos. O, por qué comenzaba a comprender que aquella huella, hoy conocida en todo el mundo como "La Huella del Pajarillo”, sugería algo mucho mas serio que el simple hecho de una marca, producto de la presencia de aquella nave que avistó Gabriel desde la casa de su abuela.

Quizá era la confirmación de la importancia de aquella Huella, ya que de ella se dijo que había sido quemada con fines turísticos, y entonces ahora la presencia de algo misterioso y desconocido nos desafiaba con esta segunda fase a que explicarnos lo inexplicable.

En lo personal siempre he dicho que si aceptamos la estupidez de que la huella se quemó con soplete de acetileno (¿) en ese rumbo podríamos aceptar la historia de que advertidos del incendio subimos corriendo con baldes de arena o agua para mojar la vegetación y así protegerla del fuego. Les recuerdo que el volumen de aquella huella era de 120x70 mts. aprox..., y quizás también aceptar en ese rumbo que alguien subió aquella noche al sauce de los Gómez y con una jeringa "chupó” hoja por hoja su clorofila para explicar el deshoje de aquel añejo árbol.

Días después que concurrimos al mismo lugar donde estaba la huella con Fernando Gabriel Sansó periodista de radio universidad de Córdoba y realizamos una prueba sobre el terreno. Encendimos fuego a la paja brava y la misma se quemaba con facilidad.... Y nos preguntábamos con Fernando ¿qué pasó durante el incendio? ¿Cómo se explicaba que no se hubiera quemado ese rubio pastizal que tenía la misma combustibilidad que su similar del exterior y se había consumido totalmente quedando sobre el terreno, solamente las piedras....
Esa pregunta, quizás encontró respuesta cuando el Ingeniero del equipo de televisión de la TV de España que con Juan José Benítez y el Dr. Fernando Jiménez del Oso en la parte periodística realizaban unas tomas en la huella, encontró a través de los equipos inalámbricos de grabación se comprobó una interferencia que entorpecía la tarea de Don Pepe Nogueira. En la opinión de los periodistas, como hipótesis para explicar esas interferencias, aquella nave ancló sobre el terreno una energía desconocida que como efecto de campana, protegió la huella del fuego.

Esta realidad la confirmó en enero del 89 el Ingeniero Guido Bassler durante un trabajo de campo de bioenergía que publicamos en detalle en nuestro libro "Uritorco, el Cerro mas misterioso de América".

Honestamente creo que ésta voluntad de las culturas extraterrestres que visitan nuestro planeta de dejar testimonios de su presencia de distintas maneras obedece a sugerirnos amorosamente.

EL CABLE DE LA AGENCIA TELAM (Enero De 1986)

CAPILLA DEL MONTE, Córdoba, 18 (TELAM)

Un objeto volador no identificado de grandes dimensiones, cuyas evoluciones fueron observadas por espacio de una hora, descendió en la ladera de una de las lomas de la sierra del Pajarillo, a unos 12 kilómetros al noreste de Capilla del Monte. La nave luego de un tiempo no precisado, se elevó velozmente dejando la maleza totalmente quemada en un diámetro de 100 metros, según aseguró a Telam el secretario de Gobierno de la comuna local, Jorge Suárez. El fenómeno se produjo a las 23 del jueves último, ante la mirada de varios lugareños. Uno de ellos un chico de unos 8 ó 9 años, quien luego dibujó el extraño objeto, dándole forma circular, con numerosas ventanillas, despidiendo luces de colores brillantes que viraban entre el blanco, azul y naranja. Al trascender la insólita aparición, el intendente local, Diego Sez, acompañado por Suárez y el diputado provincial Heráclio Argañaraz (UCR), quien se encontraba de vacaciones en esa localidad serrana, se dirigieron al lugar, comprobando la veracidad de los dichos, en cuanto a la quemazón de maleza. Según relato de testigos, la evolución del objeto se produjo a unos dos kilómetros del camino que une Charbonier-Quebrada de Luna- Ongamira, a unos seis kilómetros a la derecha de la Ruta Nacional 38, cuyo cruce se encuentra a unos ocho kilómetros de Capilla del Monte. La zona se conoce como sierra del Pajarillo. Allí unos pocos lugareños -habitan la zona tres familias típicamente serranas- vieron que un inmenso “aparato” perdía altura y se mantenía por alrededor de una hora sobre una de las lomas, de vegetación muy baja y achaparrada, a unos dos kilómetros del lugar de observación. Luego de hacer evoluciones muy lentas, el objeto descendió aparentemente en la ladera opuesta y posteriormente se elevó velozmente para desaparecer en el firmamento. Desde su ubicación, los atónitos testigos notaron el incendio de la maleza y al llegar allí comprobaron que la misma estaba quemada en un diámetro casi perfecto de 100 metros. Asimismo, notaron que en otra loma vecina, dentro de un grupo de árboles típicos de la región se encontraba un sauce que -sin haberse quemado- había cambiado la coloración verde de su follaje tornándose rojizo y luego amarillento “como si le hubieran echado ácido”. El funcionario comunal, Jorge Suárez, confirmó a Telam que la maleza se encontraba quemada “de arriba hacia abajo, chamuscada, en un radio que medimos y nos dio entre 49 y 50 metros, por lo que resulta una circunferencia de 100 metros”. Luego agregó: “la gente del lugar no especula con estas cosas. Es muy tranquila, pero al abordar este tema se inquieta mucho. No es miedo, sólo temor a lo desconocido”.