Por: Editorial Phronesis - (Editada en colaboración con los Servicios de Salud Mental Extrahospitalaria de Gipuzkoa y de las Unidades de Educación para la Salud del Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco, enero, 2002)
En la vida diaria, puede considerarse hasta cierto punto normal, experimentar angustia o miedo ante algunas situaciones, este tipo de reacción en determinados sucesos que pueden parecerte difíciles de resolver o amenazantes se tratan de un estado emocional conocido como ansiedad.
El problema es que presentar angustia, miedo o preocupación en forma desmedida puede ser indicador de que algo no anda bien y derivar en enfermedades o, incluso, afectar tu rendimiento laboral y profesional, así como la capacidad de relacionarte con los demás. De ahí que los especialistas determinen que, en estos casos, se padece un trastorno de ansiedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que, en el mundo, existen casi 450 millones de personas con algún tipo de trastorno psiquiátrico, entre los cuales el trastorno de ansiedad es el de mayor prevalencia en los países desarrollados.
Señales que indican ansiedad
Cuando se padece una crisis de ansiedad, se pueden presentar varios síntomas. Entre los más comunes, se encuentran:
•Taquicardia (el corazón late muy rápido).
•Dificultad para respirar u opresión y dolor en el pecho.
•Visión borrosa.
•Sudor excesivo.
•Sensación de temblor generalizado, que se nota principalmente en manos y piernas.
•Náuseas.
•Calambres, sensación de hormigueo o entumecimiento.
•Insomnio
¿Qué causa la ansiedad?
De acuerdo con la doctora Ana García Díez, especialista en Medicina Interna del Hospital Central de Asturias, España, entre los factores que suelen provocar ansiedad, se listan:
•Situaciones estresantes de la vida diaria como conflictos laborales, la pérdida de un ser querido, problemas con la pareja, enfrentar una enfermedad crónica o una larga convalecencia, entre otras.
•La genética: Aunque los trastornos de ansiedad pueden presentarse en cualquier persona, unos estarán más predispuestos que otros dependiendo de su personalidad y su genética, así como del ambiente en el que se desenvuelven.
•Toma de medicamentos: Algunos fármacos como los antidepresivos tienen como efectos secundarios los estados de ansiedad.
Cabe mencionar que las adicciones también suelen generar estados de ansiedad, no solo en el caso, por ejemplo, del consumo de determinado tipo de drogas, sino por el hecho de la codependencia, es decir, el apego enfermizo u obsesivo a una sustancia o actividad. Asimismo, tomar sin moderación sustancias como té, café o bebidas energéticas pueden producir ansiedad.
¿Qué hacer para controlar la ansiedad?
La doctora Kontxi Báez Gallo, en la Guía de Educación Sanitaria 2 titulada: “Ansiedad. Cómo controlarla” (*) la doctora recomienda, sobre todo, evitar que la ansiedad aumente. Para ello, sugiere que la persona realice algunos cambios en su estilo de vida, tales como:
•Realizar actividad física, como hacer caminatas o practicar algún deporte.
•Programar prioridades, evitar hacerse cargo de todo a la vez.
•Dedicar tiempo para sí mismo, como tomar un baño agradable, ir al spa, salir con los amigos o visitar a familiares.
•Plantearse objetivos realistas, con la seguridad de que es posible conseguirlos.
•Realizar los cambios necesarios, una vez que se descubre que algún acontecimiento está haciendo crecer la ansiedad.
•Relajarse, ya sea a través de la meditación o de sencillos ejercicios en casa para disminuir la tensión.
•Pensar de manera clara y positiva, aprendiendo a calmarse ante las situaciones difíciles.
•Tomar control de las preocupaciones irracionales.
•No huir de las situaciones, no esperar a que el miedo ceda.
•Ser perseverante, pues es normal tener altibajos al tratar de superar algún trastorno de ansiedad. Lo importante es no desanimarse.
En Phronesis nos interesa tu bienestar, por lo que, también te recomendamos dormir bien, pues una buena calidad de sueño disminuye el estrés. Asimismo, procura mantener una alimentación saludable y respetar los horarios de comida, para así evitar el aumento de la tensión y la ansiedad.