Hernando ASENCIO
Acceder al plano astral significa atender a la realidad desde una parte del ser que permite observar y actuar de un modo diferente al usual.
Es dar cabida a la compresión de un universo más amplio del que normalmente se experimenta.
El acceso al plano astral, es la expresión del ser bajo unas condiciones específicas. Es una forma de experimentar la existencia.
Si suponemos la existencia en una dimensión y ésta puede ser experimentada por varios estados de conciencia que se diluyen comparten y cohabitan ampliamente unos con otros en sus límites, el viaje astral es uno de esos estados.
Acceder al plano astral, implica un cambio del estado de la conciencia que hace operativo al vehículo de acceso, al doble o cuerpo astral como comunmente se conoce en la cultura europea. A veces incluso con conciencia compartida en los dos vehículos
(físico y doble). Se sigue siendo, en esencia, lo mismo. El término "viaje astral" puede dar a entender que va implícito en esta experiencia un desplazamiento. Puede ir, pero no como única acción. Desplazarse es una consecuencia de la voluntad, pero no es un acto intrínseco al acceso. Un ser que accede a ese estado puede, sin duda, efectuar un desplazamiento, pero puede también permanecer cerca del cuerpo físico, incluso en el mismo. Observar la composición de lo que le rodea, la naturaleza de las personas, de los objetos, de los sentimientos, observados desde otro enfoque; Investigar, provocar cambios en la materia, practicar la comunicación con otros sujetos; observar los vehículos físico y doble de personas; practicar en el desarrollo de las propias capacidades y habilidades desde ese estado, aprender cuáles son los mecanismos para discernir, qué impedimentos aparecen y cómo resolverlos; aprender a movernos, a emitir ordenes coherentes y mantener las secuencias de las acciones...
Si se presta atención a este evento, se puede observar que hay algo que ocurre que es más significativo que el desplazamiento: Es el acceso. Ese preciso instante es el que separa el "mundo cotidiano" del "mundo astral". Si se desea acceder a ese plano, es ese instante el que lo va a hacer posible. Una vez se ha accedido, el hecho de desplazarse voluntariamente o no es una acción que dependerá de tres factores:
1.- El Objetivo de la entrada
2.- La cantidad de energía
3.- La práctica en darse órdenes de acción en el plano astral.
La calidad y duración de la experiencia vendrá determinada por los anteriores factores y por la práctica de atención.
El logro del objetivo irá de la mano de los factores anteriores más la complejidad del objetivo marcado.
El acceso es posible realizarlo utilizando un vehículo, el vehículo astral, el doble, como se comentaba anteriormente.
Saber cómo hacerlo operativo y de qué manera direccionarlo y fortalecerlo, es la clave para poder acceder, experimentar y llevar a cabo las acciones.
Por supuesto es posible acceder al mundo astral sin tener conciencia de todos esos factores que se han mencionado. Nuestra globalidad de ser actúa sin, a veces, percatarnos de ello, pero lo interesante y el verdadero logro del acceso es ser el director consciente de él. Decidir, una vez se ha accedido, qué se va a hacer mientras dure la experiencia.
El mundo astral no es un mundo ajeno a nosotros ni es sólo un lugar donde se va y se vuelve. Es mucho más que eso. Es un modo más amplio de entender la realidad donde nos encontramos.
Esto hace reconocer que el mundo en el que ordinariamente vivimos sólo es una interpretación, una de las muchas maneras que podemos percibir la realidad.
Podemos englobar en 5 grandes bloques los tipos de accesos más comunes:
Accesos parciales
Accesos inconscientes sin recuerdo
Accesos inconscientes con recuerdo
Accesos conscientes sin control de movimiento
Accesos conscientes con control
ACCESO PARCIAL
En este primer tipo de acceso, el sujeto que accede puede encontrarse con estos dos casos:
1- Experimentar las sensaciones de acceso y observar cómo parte del doble se desprende de su cuerpo físico. Normalmente sucede con las extremidades.
2- No experimentar las sensaciones de acceso. Por norma general, el sujeto cree que abre sus ojos físicos y ve alguna o algunas de sus extremidades perpendiculares al lecho. Pueden, por ejemplo, verse las piernas en perfecto ángulo recto con su cuerpo, sin control sobre ellas. Esta percepción se realiza desde el cuerpo que accede, desde el doble.
La experiencia finaliza sin haber accedido por completo con el vehículo de acceso, sin haber logrado un desprendimiento completo del físico, pero es una experiencia muy valiosa, pues la percepción de la situación es igual de válida que si se accede por completo. No se obtiene el mismo tipo de información que con un acceso con la totalidad del vehículo de acceso, pero se ha realizado un cambio en el estado de la conciencia. Se ha situado la persona en la frecuencia que permite operar al doble.
Características principales que pueden acompañar a un acceso desde un estado de relajación profundo o desde la hipnagogia (estado fronterizo entre el sueño y la vigilia):
Inusual falta de sueño sin motivo (noche)
- Rigidez del cuerpo físico
- Zumbido en la zona auricular
- Vibración ubicada en los límites del físico (piel) hacia afuera
- Aceleración del ritmo cardiaco
- Sensación de cese de respiración (sólo es una sensación pasajera, aunque intensa)
- Oír claramente una voz
- Imposibilidad de hablar
Posibles síntomas físicos de "regreso al estado ordinario de conciencia":
- Falta de movilidad que puede provocar angustia.
Generalmente, cuando se siente este síntoma, se intenta mover todo el cuerpo para salir de ese estado. Si se centra en mover una parte pequeña de su cuerpo (la punta de un dedo, por ejemplo) focaliza su atención y la salida de ese estado es rápida. - Sensación de falta de respiración. Desaparece cuando reaparece la movilidad
- Sabor de boca poco común, a veces parecido a algo químico e intenso
- Ritmo cardiaco acelerado
ACCESO INCONSCIENTE SIN RECUERDO
Ante un acceso al plano astral, se encuentra la necesidad de proyectar imágenes para identificar de algún modo aquellas configuraciones energéticas que se perciben, aunque existe algún caso en que la proyección es "tomada prestada" por la configuración que se percibe. En el caso del acceso de seres conocidos, es indiferente la imagen con la que se le perciba, pues de alguna manera se identifican independientemente del aspecto que tengan, siempre que se las conozca, aunque sea poco. Si se tiene una buena capacidad en sostener las imágenes, éstas se mantienen durante el tiempo que se esté fijando la atención sobre ellas, permitiendo ser analizadas si es necesario. Si no, la imagen cambia en poco tiempo, es posible perder el control de la situación y que se generen dudas acerca de lo percibido.
Si un "sujeto A" tiene una buena capacidad en sostener las imágenes y percibe a un ser conocido "sujeto B" y éste, no recuerda nada de lo sucedido al entrar en el estado ordinario de conciencia, el "sujeto A" puede asegurar que el "sujeto B" ha tenido un acceso al plano astral inconsciente sin recuerdo.
ACCESO CONSCIENTE SIN CONTROL
Los primeros accesos conscientes sin control de movimiento suelen ir acompañados de una fuerte sensación de desconcierto, debido a la falta de recuerdo de accesos a ese estado y más aún si no se sabe qué es lo que está ocurriendo. Las primeras sensaciones en los primeros accesos conscientes es posible que se observen acciones como la de oscilar rígidamente sin control, flotar sin control, falta de visión, intento fallido de hablar o falta de capacidad de movimiento, todo ello en referencia al cuerpo que accede, al doble. Es posible que en esta situación, nuestra autoprotección ante eventos ajenos a nuestro entendimiento racional, provoque el cese de estas sensaciones con el resultado del impedimento de la permanencia en ese estado y el consecuente regreso al estado común de conciencia o vigilia. En definitiva, en este tipo de acceso, el sujeto es consciente de lo que está ocurriendo, pero no es capaz de actuar.
ACCESO CONSCIENTE CON CONTROL
Es en este tipo de accesos en los que se dispone de un control tanto de movimiento y acción como de percepción. No obstante, pueden haber lagunas de recuerdo. Depende en gran parte del nivel de energía de acceso. Dentro de este apartado hay un a banico extenso de niveles de acceso: Desde el acceso donde puede haber dificultad de movilidad y en sostener la percepción durante unos segundos, pasando por completar una experiencia con cambios de conciencia del físico al doble y a la inversa a voluntad, hasta ¿...?. El nivel de energía de acceso y la práctica es lo que va a marcar el nivel de operatividad. Practicar significa trabajar con el doble haciéndole (haciéndonos) realizar ejercicios que permitan mantener el orden de las secuencias y percibir el entorno de una manera sostenida. Poco a poco la persona se va sintiendo cada vez más cómoda en ese entorno y con mayor capacidad de acción. A medida que “pasa el tiempo”, los actos pueden ser más complejos y lo más importante es que el traslado de la experiencia al regreso al estado normal de conciencia, se mantiene, sin lagunas. Por ello, si uno se quiere adentrar en la práctica del acceso al plano astral, es aconsejable “aprender a andar” antes de “aprender a volar”. Este es el tipo de acceso al que va dirigido el Módulo 1 .
Una variante de los accesos son los accesos inducidos en los que un sujeto activa el cuerpo de acceso de otro individuo y provoca un acceso al plano astral. Maniobra que permitirá el acceso de cualquiera de los tipos de acceso que se han mencionado en esta sección, dependiendo de las condiciones del sujeto al que se le provoca.