martes, diciembre 14, 2021

El Sendero del Héroe y los Hexagramas del I-Ching

Lic. Yolanda Ohanna

LOS ESTADOS DE CONSCIENCIA DEL ARQUETIPO DEL GUERRERO - Un Enfoque Psicológico Transpersonal

Bien podríamos establecer un paralelismo entre los hexagramas y el “arquetipo del guerrero”. Consideremos que cada uno de los hexagramas del Libro de los Cambios constituye también una representación arquetipal en términos de Carl Jung.

“El Ejército” nos imparte una serie de patrones de conducta con los requerimientos necesarios para llevar a cabo un emprendimiento o situación vital. En este caso el héroe necesita de los consejos de un guía, de un ser evolucionado que lo pueda conducir acertadamente hacia la meta deseada. En principio las cualidades a tener en cuenta son una estricta disciplina y una adecuada organización de masas. Un buen líder sabe que su planificación debe incluir buenos colaboradores y la tarea debe ser conjunta.

Resulta interesante el enfoque de Carlos Molinero, (I Ching Personal, Ed. Longseller) acerca de los nuevos paradigmas del líder de nuestro tiempo: empresarial, político y psicológico.

Si bien el lecho del río (arquetipo) es el mismo desde tiempos inmemoriales, las aguas van tomando diferentes formas y tonalidades(cambios culturales). El antiguo guerrero disponía de un garrote, el actual de una botonera.

Las líneas de Shih revelan vicisitudes por las que atraviesa este guerrero que se está formando y sale al mundo para aprender y fortalecerse.

Asimismo señala diversas advertencias:
• Ser ordenado
• Alcanzar una adecuada organización • No delegar en colaboradores incapaces.
• Medir las fuerzas personales y retirarse a tiempo, (Hex.33, La Retirada) en tanto en un futuro próximo podrá fortalecerse y volver a intentarlo.
• No ser reactivo, cuidar las emociones densas y lograr dominio sobre sí mismo.
• Al cabo, si la misión fue exitosa saber seleccionar los colaboradores con los que formará su nuevo equipo, en especial recomienda no quedarse con los necios.

El guerrero de este hexagrama representa las primeras etapas del desarrollo de la consciencia, es el héroe que sale al mundo y realiza un aprendizaje de vida. Está dando sus primeros pasos, (adolescencia y primera juventud), al principio utiliza estratagemas. Es una etapa en la que pone a prueba sus fortalezas y debilidades, está reforzando el Ego. Su objetivo fundamental es ganar o morir y las ganancias son todas para él mismo. La estrechez de la consciencia es su nivel vigente. Más tarde nuestro héroe se irá sutilizando en su travesía. Con suerte habrá integrado su experiencia y desarrollará mayores escrúpulos y responsabilidades frente a los otros. Quizás ingrese en un segundo momento con ideales y reglas de juego más transparentes. Su estado de consciencia se habrá ampliado...

Hexagrama N° 8, La Solidaridad, Pi

Ahora bien, echemos una mirada a su simétrico, “La Solidaridad”, uno de los hexagramas más venturosos del Libro de los Cambios, cuya energía fundamental es el amor. El agua está en la superficie, para fecundar y multiplicar. Aquí la fuerza de las masas se centra en la firmeza y unidad de todas las cosas y todos los seres.

Si prestamos atención a la quinta línea, nos revelará los atributos de un líder transformado en un “guerrero de luz”, quien ha alcanzado un alto estado de consciencia. Ya no necesita competir, ni pelear con otros. Deja el camino abierto (4° cam ino en el coto de caza) para que todos elijan de acuerdo a su “libre albedrío”. Actitud de respeto y solidaridad por los que piensan en forma diferente.

Este líder responde quizás a la expresión del Tao: “El liderazgo tiene su poder en servir y no en dominar”.

Las primeras líneas adhieren a éste guerrero sabio, salvo la 6°, en la que se observa el concepto de separatividad; son los que fracasan por sí mismos. Simboliza la célula cancerígena que elige no formar parte de la unidad cósmica.

La más alta aspiración en la travesía del héroe la constituye el “guerrero de luz”, quien ya no necesita batallar para alcanzar sus objetivos. El adversario no siente temor, sino respeto y admiración. Su carisma está centrado en los valores y virtudes. Aquí la estratagema es la ausencia de estratagema. Su ser profundo irradia autenticidad y amor hacia la humanidad. Este líder se ha transformado en un guía y modelo para los demás.

Hexagrama N°33- La Retirada Estratégica, Tun

El buen guerrero/a sabe alternar las dos cualidades de energía: yang y yin.

Tun es un tiempo de espera reflexiva, de recogimiento, de aprender de nuestros propios errores, de rever los proyectos; el guerrero diseña una estrategia, mide sus recursos y sabe cual es el momento propicio para llevarlos a la acción. “Esperar que aclare”, como bien lo expresa el dicho campero.

Es el ejercicio de Hsu, La Espera, Hex. N° 5 . Se trata de una quietud productiva y llena de sabiduría, lo opuesto al abandono indolente y al tiempo gastado sin consciencia. Las líneas nos señalan diferentes formas de retirarnos con dignidad y como recurrir inteligentemente a estratagemas que se ajusten a las circunstancias. Se trata de no combatir como elección personal y no como una renuncia dictada por el miedo.

Nos insta a no guardar rencores en el alma pues intoxican y no permiten seguir evolucionando. Sugiere la solidaridad expandida hacia los otros y fundamentalmente hacia nosotros mismos, en un encuentro profundo con nuestro centro, como la mejor de las estrategias.

Algunos Artilugios y Estratagemas

Distintas tradiciones de sabiduría (griega y china) han llenado innumerables páginas tratando de transmitir “el arte de la estratagema” a fin de aplicarlo a la guerra, y porque no, a los obstáculos de la cotidianeidad. Podemos evocar a la mítica divinidad griega “La Metis”, quien simboliza la astucia y la habilidad para alcanzar determinadas metas en la vida.

Sus artilugios se inspiraban a partir de la observación de las conductas animales y sus estrategias para defenderse de los predadores o bien capturar a sus presas. Así también las mimetizaciones de la naturaleza (reino animal y vegetal) fueron tomadas como guías o modelos, perfeccionadas luego por la tecnología.

Ulises con su “Caballo de Troya”, figura como el más brillante estratega dentro de la tradición griega. Mientras “El arte chino de la guerra” se basa en la filosofía taoísta, cuya virtud consiste en la alternancia entre las polaridades y su principio de complementariedad.

En las artes marciales suaves, la estrategia del guerrero consiste en sintonizar con el adversario, usando las energías de éste y llevando así agua para su propio molino.

“Cabalgar el propio tigre”. ¿Cómo se puede convencer a un tigre para que se deje cabalgar? . Se trata de una tarea ardua y absurda. Giorgio Nardone en “El arte de la estratagema” expresa: Sólo si nos liberamos de la presión de la lógica aristotélica, de la racionalidad y del sentido común, la metáfora de cabalgar el tigre se convierte en posible y realizable.

“La paradoja”, por ejemplo, es una estrategia para inducir a las personas a cambiar; intenta romper con las conductas que se esperan comúnmente de nosotros. Se trata de colocarse en el lugar menos previsible y común. Ya lo expresó William James (psicólogo inglés): “El genio no es más que la capacidad de observar la realidad desde perspectivas no ordinarias”.

No obstante, si poseemos estructuras de personalidad un tanto rígidas nos resultará más difícil girar en torno al propio eje y mirar la realidad global desde diferentes puntos de vista. Al respecto Lao Tse nos dice: “El agua lo vence a todo porque se adapta a todo”. La mejor de las estrategias la constituye la capacidad de movimiento y cambio, cuando las circunstancias así lo requieren; pues lo que se estructura rígidamente se torna frágil y con riesgo de quebrarse.

El Sendero del Héroe y el Arquetipo del Guerrero.

Observemos las significativas coincidencias de las distintas tradiciones y mitos universales de la “Travesía del Héroe”.

Tal vez podríamos identificarnos con el hombre de Cro-Magnon, con diferente ropaje paseando por Buenos Aires; pues seguimos atravesando los mismos estadios que él hace 30 mil años. La partida, la iniciación y el regreso, son etapas esenciales del laberíntico viaje del héroe. Estamos sumergidos en el mismo misterio, es el mismo lecho del río (arquetipos), sólo van cambiando las aguas. El mito de los semidioses griegos se traslada al superman de nuestro tiempo.

El hombre transformado (viaje interior) se ve simbolizado en la ficción alegórica de la serpiente y el águila, amalgamados en el Dragón alado.

El “Buscador”- como lo denomina Carol Pearson- parte de un lugar seguro, su hogar, y se lanza al mundo de las dificultades y peligros. Sale en busca de un camino con corazón, que podrá hallar con suerte, si logra desembarazarse de los mandatos familiares y sociales.

En el idioma hebreo, se utilizan las mismas letras para las palabras “buscar” y “libertad”. El joven héroe es atraído por la aventura, cruza el umbral, e inicia su peregrinaje ignorando que la meta está adentro de él mismo y que el camino será parabólico (El Regreso del Hijo Pródigo- La Biblia).

El héroe es cada uno de nosotros cuando intervenimos espontáneamente frente a un acto de injusticia, por ejemplo evitando que un fuerte maltrate a un débil en cualquier circunstancia. Emerge la energía Yang, se ha activado en nuestro interior el arquetipo del guerrero.

Acerca de los atributos de nuestro guerrero

“Vencer el miedo, es lo primero”, dice don Juan en el texto de Carlos Castaneda, correr riesgos, respetar leyes y reglas, poner límites y actuar en el “aquí y ahora”.

Bajar el pensamiento a la acción, pues su poder se centra en la capacidad de tomar decisiones y elegir.

En cada elección se compromete, allí radica su “libre albedrío”, los optimistas podríamos sostener que es “dueño de su destino”.

Desarrollar “la confianza en sí mismo” es prioritario para un guerrero.

Tiene deseos que convierte en metas, no obstante cada vez que alcanza un objetivo queda atrapado en un “círculo de confort”, de “comodidad”, y en el mejor de los casos se preguntará:

¿Quién soy?, ¿Qué quiero?, y decidirá saltar el cerco una y otra vez (espiral de evolución). En una familia de abogados, por ej. Uno de los hijos decide no permanecer en el estudio de su padre y cambiar de profesión. Un médico alópata, quien ha logrado gran prestigio en su profesión, abandona toda su clientela y próspera situación y elige en cambio ser homeópata, comenzando a subir la cuesta desde otro lugar. Con seguridad cada uno de nosotros podrá dar muchos otros testimonios, como reflejo de nuestra libertad interior.

Cuando la fortaleza se irradia desde el interior

La confianza en sí mismo y la seguridad, a menudo evitan el enfrentamiento e infunden respeto en el adversario competente. El testimonio de Ezequiel es un claro ejemplo de ello, a este joven le resultaba muy angustiante concurrir a la escuela. Cada vez más sus compañeros se ensañaban con él, lo ridiculizaban y agredían verbal y físicamente. Le decían “gordo” y no era precisamente un obeso, tenía solo unos kilos de más. Quizás su condición de tímido lo fue tornando más inseguro hasta convertirse en el chivo emisario del grupo.

Al tiempo el muchacho ingresó en la práctica de las artes marciales, donde hizo rápidos progresos. Sus fantasías y esperanzas se centraban en las diferentes formas en que devolvería las agresiones a sus contrincantes. Pero para su sorpresa, cuando regresó de las vacaciones sus compañeros de clase ya no lo molestaron más.

Nadie sabía acerca de sus prácticas de “Karate”, no obstante no tuvo necesidad de usar las destrezas adquiridas.

Las habilidades y la confianza en sí mismo se convirtieron en un “poder personal” que irradiaba desde su interior.

Las diferentes etapas del guerrero

Los primeros pasos del héroe corresponden a la etapa evolutiva de su adolescencia y primera juventud. Está formando y reforzando su Ego. Es el tiempo en el que se activa este arquetipo. El principiante desarrolla un combate en la jungla, “todo para mí”, sólo ganancia personal. No mide riesgos: “matar o morir” es su lema.

Mas tarde, en otro momento evolutivo, nuestro héroe, ya más experimentado aprende a cuidarse de los peligros, sabe evaluar a su contrincante y retirarse cuando el nivel del otro lo supera.

Lucha para sí y para otros, ya posee valores e ideales éticos y su juego es limpio. Luego, en un tercer tramo de la travesía, si logra dar un salto cualitativo en un proceso de evolución importante, estaremos en presencia del “Guerrero de Luz”. Ya ha superado el Ego, se han sutilizado todas las áreas de su psique y alcanzó su “Self”, proceso de individuación (C. Jung). Nuestro guerrero de luz ya no necesita combatir. M.Gandhi es un referente válido de este estado de consciencia.

Distintas tradiciones ilustran este modelo.

Un antiguo cuento taoísta narra el encuentro de un maestro y su joven discípulo:
Maestro- “a tu criterio, ¿Cuál es el mejor guerrero?”
Discípulo- “el que logra salir victorioso en todos los combates”
Maestro- “el mejor guerrero es el que no necesita usar sus armas, ni combatir”.

Asimismo en el budismo, el Dammapada (sendero, en idioma pali) capítulo “De los Miles” expresa: “Mejor que vencer en mil batallas es vencerse a sí mismo”

En tanto una voz de occidente nos dice: “ni yo ni nadie podemos caminar ese camino por ti.

Tu debes caminarlo por ti mismo. No está lejos, está al alcance. Tal vez hayas estado en él desde que naciste y no lo sabías. Tal vez esté en todas partes, sobre el agua y sobre la tierra”. (Walt Witman, “Hojas de Hierba”)