domingo, noviembre 16, 2008

La Santería, esa gran Desconocida


¿QUÉ ES LA SANTERÍA?

La santería es un conjunto de creencias y practicas religiosas que surgió en el siglo XIX entre los miembros de la comunidad yoruba enviados a Cuba como esclavos para trabajar en las plantaciones de azúcar. Básicamente es una mezcla de elementos católicos y de elementos de las religiones traídas por los esclavos yorubas.

Durante la colonización española de Cuba los españoles se vieron en la necesidad de importar esclavos desde el continente africano para trabajar en las minas y en las plantaciones. Estos esclavos, pertenecientes a las tribus Yorubas trajeron consigo, además de sus cuerpos para trabajar, sus costumbres, lenguas, culturas, ritos y leyendas de sus religiones, así como los cánticos de invocación a sus dioses. Pero las leyes españolas exigían que los esclavos fueran bautizados y convertidos al Cristianismo obligándoles, además, a que abandonasen sus antiguas creencias. Los Yorubas se encontraron entonces ante un dilema: por un lado deseaban conservar sus creencias ante el temor de que sus dioses manifestasen la "Ira Divina" contra ellos por haber abandonado su fe, y por otro lado si no abrazaban la fe católica serían castigados duramente por el hombre blanco que trataba de imponérsela. Ante la presión de uno y otro lado y con el fin de contentar a todos para poder sobrevivir evitando males mayores, decidieron mezclar los panteones de ambas religiones, Cristiana y Yoruba. Es decir, hicieron una comparación de los santos del catolicismo con sus deidades africanas (orixas), teniendo en cuenta las características de cada uno de ellos para que la fusión fuese lo más adecuada posible. Esto dio como resultado un sincretismo religioso conocido hoy como Santería o Regla de Ocha. De esta manera podían seguir practicando su religión, oculta tras una fachada de catolicismo. Y así contentaban a todos: aplacaban la ira de sus dioses y evitaban los malos tratos del hombre blanco. Exteriormente aceptaron las enseñanzas católicas, pero interiormente seguían practicando su antigua religión.

Las deidades africanas, denominadas orixas, fueron equiparadas a los santos católicos, pero, como ya hemos dicho, no lo hicieron de una forma aleatoria. Tuvieron en cuenta alguna característica de la personalidad o aspecto de la vida de los orixas y los asimilaron a los santo con particularidades similares. Así fue como Santa Bárbara, patrona de los astilleros y los bomberos y protectora de las tormentas, fue identificada con el dios yoruba Changó, dios del fuego, del trueno y del rayo; la Virgen de las Mercedes, protectora de los desamparados, de los afligidos y de los cautivos, sincretizó con Obbatalá, dios protector, justo, misericordioso y amante de la armonía y la paz; Los Ibbeyis, hermanos mellizos en el panteón yoruba se compararon a San Cosme y San Damián, hermanos gemelos del santoral cristiano; y Orixá Oke, dueño de la tierra, la agricultura y las cosechas y patrono de los labradores se miró en el espejo de San Isidro Labrador a quien siempre se le representaba orando mientras dos ángeles realizaban sus tareas en el campo. En unas ocasiones fueron parecidos físicos los que dieron lugar al sincronismo, otras veces aspectos de la personalidad o similitudes de sus vidas.

Esta religión arraigó fundamentalmente en la Isla de Cuba y en otras islas caribeñas como Jamaica, Haití, Santo Domingo y Puerto Rico. También se desarrolló en Brasil y con menor fuerza en otros países de Sudamérica y Centroamérica. Durante el siglo XX se extendió también por algunas zonas de Europa. El origen de la Santería es bastante comprensible. Aquellos hombres fueron arrancados de su patria, de su tierra, de sus hogares y de sus familias para ser convertidos en esclavos. Se les obligó a practicar una religión cuando ni siquiera entendían el español. Era lógico que al ver a los santos católicos en las iglesias los identificasen con aquellos dioses yorubas con los que existía algún parecido. Así es como nació la Santería que posteriormente se fue extendiendo entre personas de diferentes orígenes y razas.


Sus divinidades: los orixas

Aunque la Santería reconoce a Olodumare como el dios supremo y creador de todo lo que existe, la comunicación de los hombres con el resto de los dioses se realiza por intermediación de los orixas. Los orixas son las divinidades de la religión yoruba que nacieron, según la leyenda de los yorubas, al unirse en matrimonio Obbatalá (orixa del Cielo) con Odudua (orixa de la Tierra). Estos engendraron a sus hijos Yemayá y Aggayú que unidos en matrimonio engendraron a Orungán. Cuando este creció se enamoró de su propia madre y le declaró su amor prohibido. Yemayá lo rechazó y le censuró su forma de actuar. Sin embargo Orungán loco de pasión persiguió a su madre con la intención de poseerla. Yemayá, desesperada y aterrorizada por el comportamiento irracional de su propio hijo, huyó de él. En su carrera tropezó, y al caer al suelo se golpeó los senos de los que brotaron dos manantiales que llegaron a formar los grandes mares y océanos de la Tierra. De su vientre dañado y roto por la caída surgieron el resto de los orixas. Yemayá es pues la madre de todos los orixas, la reina del agua, de los mares y de los lagos. Es la madre de todos, domina la maternidad y es el símbolo de la fertilidad.

El panteón yoruba está dividido en Orixas Mayores y Orixas Menores. Los Mayores representan a los Santos de mayor envergadura y los Menores a los Santos de menor importancia. Todos están relacionados con la creación del Mundo y cada uno de ellos tiene una parcela de actuación. Tienen sus propias características y virtudes específicas. Pueden ser creadores y destructores y sus acciones en algunos casos son buenas y en otras ocasiones malas. Las andanzas de estos dioses están recogidas en leyendas denominadas patakíes en las que se narran los hechos y aventuras que tratan de explicar la creación del Mundo y el significado de la Naturaleza y del Cosmos (tal como lo hace la mitología griega o romana). Cada orixa gobierna un aspecto de la vida humana y un aspecto de la Naturaleza. Se les invoca igual que a los santos católicos y, como a ellos, se les ofrecen sacrificios y se les hace algún tipo de ceremonia. Durante estas celebraciones se practican danzas (cada orixa tiene su propia danza), se canta, se hace música, se realizan ofrendas y se utilizan infinidad de objetos. Y todo esto para conseguir la ayuda de los orixas que pueden guiar al hombre por un camino mejor, conseguir bienes materiales y espirituales y proteger a la raza humana.

Los africanos llevaron cientos de dioses al continente americano. Muchos de ellos desaparecieron, otros se fusionaron, de manera que hoy subsisten realmente unos veinte o treinta orixas

Primer Orden (Orixas mayores)

Religión Católica Religión Yoruba

1 Santa Bárbara Changó
2 San Cristóbal Aggayú
3 Virgen de la Caridad del Cobre Ochún
4 San Agustín Olodumare
5 Virgen de las Mercedes Obbatalá
6 San Francisco de Asís Orunmila
7 Niño de Atocha
San Antonio de Padua
San Martín de Porres Elegguá o Elebwa
8 Virgen de la Candelaria
Virgen del Carmen
Santa teresa de Jesús 0yá o Yansá
9 Virgen de la Regla Yemayá
10 San Lázaro Babalú Ayé
11 San Juan Bautista
San Jorge
San Pablo
Santiago Apóstol Oggún
12 San Humberto
San Norberto Ochosi
13 Rita de Casia Obá



SEGUNDO ORDEN (ORIXAS MENORES)

14 San Isidro Orixá Oke
15 San Cosme y San Damián Los Ibbeyis (mellizos)
16 Virgen del Camino
Santa Ana (madre de la Virgen María)
Virgen del Carmen Naná Burukú
17 Arcángel Rafael Inlé
18 Virgen de Montserrat
Santa Clara de Lima
Virgen de los Desamparados Yegguá
19 San Antonio Abad
San Silvestre Osaín



El mundo de los espíritus

Para poder entender la Santería y, si llega el caso, practicarla, es fundamental creer que existe un mundo espiritual, un mundo donde los espíritus son capaces de comunicarse con nosotros. Son las almas de nuestros antepasados, de aquellos que ya murieron y que vagan por el Universo.

La doctrina que recoge estas creencias se llama espiritismo y fue un tal Allan Kardec quien la fundó. Según este maestro de Lyon, en el ser humano hay tres partes fundamentales: el alma o espíritu, el cuerpo o envoltura material, y el periespíritu que es una especie de envoltura fluídica y ligera que une el cuerpo con el espíritu. Cuando un hombre muere lo único que se destruye y desaparece es su cuerpo, pero el espíritu y el periespíritu se mantienen unidos como una especie de fluido invisible que puede materializarse a voluntad del espíritu. El espíritu junto con el fluido que lo rodea puede instalarse en el cuerpo de los vivos, tomar posesión de ellos, para comunicarse.

Algunos estudiosos del espiritismo afirman que los espíritus vagan por el espacio y tienen una influencia directa sobre los acontecimientos internos y externos. Poseen la facultad de penetrar en las cosas o en los seres humanos e influir en su manera de actuar. A veces pensamos que es el azar quien mueve los hilos de nuestra existencia, sin embargo dentro del espiritismo se piensa que el azar no es ni más ni menos que la herramienta que utilizan los espíritus para comunicarnos algo. Esos augurios, esos sucesos, a veces extraños, que encontramos en la vida cotidiana son signos, señales que recibimos desde ese mundo invisible de los espíritus. Son muchas las cosas que pueden interpretarse como augurios: el vuelo de las aves, palabras al azar, intuiciones, sensaciones corporales, fechas, letras, números, ruidos, crujidos, etc. Cuando nos viene a la cabeza un pensamiento repentino o percibimos una sensación inusual de una manera especial en un momento importante, es un augurio. Esas señales pueden advertirnos de peligros, indicarnos qué camino seguir ante una disyuntiva, orientarnos en un determinado momento, y explicarnos infinidad de hechos. En definitiva, nos ofrecen información en momentos críticos y siempre nos conectan con el mundo invisible, allí donde habitan los espíritus.

Estos seres incorpóreos se convierten en dañinos o benefactores. Los espíritus benefactores son aquellos que han recibido un tratamiento adecuado por parte se sus seres queridos (les han ofrecido misas, han rezado por ellos o les han dado luz a través de las velas). Los espíritus dañinos son aquellos que no han recibido toda esta clase de atenciones, no han obtenido luz para alcanzar el lugar donde deben desarrollarse en plenitud, o simplemente están condicionados por la actitud y el comportamiento que tuvieron en vida. Estos espíritus malévolos pueden se utilizados mágicamente para provocar males a las personas. Aunque afortunadamente con la ayuda de un santero pueden ser anulados.

Para entrar en contacto con los vivos suelen hacerlo a través de una persona clarividente o médium quien ayudado por un guía espiritual (espíritu con el que está identificado) recibe los mensajes de los espíritus. El médium ofrece su cuerpo, su voz y su inteligencia para que "los otros" (antepasados, dioses o demonios) se expresen. La Santería piensa que los espíritus de los muertos pueden ejercer influencias positivas o negativas sobre los vivos dependiendo si el espíritu es bueno o malo.


La adivinación

La adivinación es un aspecto muy importante dentro de la santería porque constituye una forma de comunicación entre el santero y los orixas. El santero utiliza fundamentalmente tres métodos: El Coco, El Cauri y el Tablero de Ifa. En los tres casos el santero realiza una interpretación de códigos, símbolos y sistemas numéricos que están relacionados con las leyendas de los orixas (patakí). En el caso del Cauri y del Tablero Ifa se utiliza un código numérico denominado Diloggun donde cada número está relacionado con un patakí.

El Coco: Consiste en un grupo de cuatro trozos de coco que tienen cada uno de ellos una cara blanca y otra oscura. El santero, después de invocar al orixa específico, o espíritu, los arroja sobre el suelo. Al caer pueden producir cinco combinaciones diferentes dependiendo del número de trozos que caigan con la cara blanca hacia arriba o boca a bajo. Cada combinación tiene una interpretación diferente. Es un sistema con el que se obtienen respuestas rápidas.

El Cauri: El cauri es la concha de un pequeño molusco que en otras épocas se utilizaba como moneda y también como amuleto. Representan la boca de los orixas. Al arrojarlos pueden adoptar diferentes formas. Cada forma representa un número que está relacionado con un patakí. La interpretación se realiza dependiendo de lo que exprese el patakí. Se puede leer hasta el número 12.

El tablero de Ifa: Consiste en una tabla redonda en cuyo borde se han marcado los cuatro puntos cardinales que representan los cuatro vientos y las cuatro esquinas del mundo. Sobre la tabla el santero echa polvo de hueso, cacho molido o ñame pulverizado y en él se trazan líneas y puntos. De las combinaciones de puntos y rayas surge el oráculo. Existen 16 signos principales y 240 signos menores que el santero tiene que interpretar para realizar sus vaticinios.


LAS OFRENDAS

En santería suelen hacerse ofrendas a los santos. Consisten en frutas, vegetales y plantas, y en algunas ocasiones animales. Estas ofrendas constituyen un gesto de devoción del creyente que quiere comunicarse con los dioses. La sangre de los animales representa siempre algo hermoso, bueno y generoso. Constituye el alimento de los orixas y el vehículo que transmite las peticiones de los fieles. El sacrificio de animales, tan criticado y menospreciado por otras culturas y credos, se realiza sólo cuando los problemas son de extrema gravedad. Cuando un animal es sacrificado durante la celebración de un ritual se hace con el máximo respeto. No representa una masacre indiscriminada de animales (como ocurre en algunos lugares del planeta) sino una exigencia que el orixa plantea para curar una enfermedad o librar a una persona de cualquier desgracia.


LA SANTERÍA NO ES MALÉFICA

La Santería no persigue ni permite trabajos de Magia Negra o Brujería. Nunca pretende perjudicar a nadie. Sus trabajos están destinados siempre a favorecer a las personas, solucionar problemas, aliviar males y evitar sufrimientos. Sus seguidores rinden culto a los santos identificados con los orixas a quienes invocan por medio de rituales para conseguir beneficios materiales o espirituales, como en otras religiones. Tal vez el desprecio y aprensión que algunas personas demuestran hacia ella es sólo fruto de la ignorancia y del mal uso que un puñado de farsantes han hecho de ella. Cuando se entra en el mundo de los patakíes se descubre un universo místico y espiritual lleno de simbolismo, enseñanzas y consejos que orientan a los seres humanos en su deambular por la vida.


¿QUIÉN ES EL SANTERO?

El santero es el sacerdote de la santería. Es esa persona o médium por la que pasan los espíritus. Son los intermediarios entre las divinidades o espíritus y cualquier persona que necesite ayuda. Se les suele consultar sobre temas muy diversos, a veces para resolver una enfermedad, otras para asegurarse de infidelidades en la pareja o por problemas económicos. En otras ocasiones para descubrir hechizos o mal de ojo y deshacerse de ellos para que dejen de perjudicar a la persona.

Para ser santero hay que realizar una serie de ceremonias de iniciación que pueden llegar a durar más de una semana -dependiendo del santo- y cumplir, al pie de la letra, las normas establecidas por los Yorubas. Estas normas o mandamientos son las que Olodumare ordenó a Obatalá con el fin de que el ser humano no se destruya a sí mismo, pues fue creado con muchas debilidades. A diferencia de los mandamientos Cristianos no incluyen exigencias relacionadas con el sexo.

Los once mandamientos yorubas

1.- No robarás.
2.- No matarás (excepto si se hace en defensa propia).
3.- No comerás carne humana.
4.- Vivirás en paz con el prójimo.
5.- No codiciarás las propiedades de tu vecino.
6.- No maldecirás mi nombre.
7.- Honrarás a tu padre y a tu madre.
8.- No pedirás más de lo que te pueden dar y serás feliz con tu destino. 9.- No temer a la muerte, ni te quitarás la vida.
10.- Enseñar mis mandamientos a tus hijos.
11.- Respetarás y obedecerás mis leyes.

Normalmente cada santero está dedicado a un espíritu en particular que puede visitarle en sueños y durante los rituales. La relación que tienen con ese espíritu puede llegar a ser una actividad muy creativa. Dentro de la Santería existen categorías jerárquicas. En Cuba, por ejemplo, el santero mayor o Sumo Sacerdote recibe el nombre de Olúo; el Adivino Mayor se llama Babalao; las dos categorías siguientes son el Babalocha y el Aleyo.


¿CÓMO TRABAJA EL SANTERO?

Para resolver los problemas de las personas que los visitan, los santeros pueden recurrir a métodos como el Bembe, las rogaciones de cabeza, los rituales y la adivinación donde se invoca a los dioses (orixas) o a los espíritus que lo guían.

El Bembe: El Bembe consiste en una celebración donde se practican cantos, danzas, golpes de tambor y ofrendas (frutas, velas, flores, alimentos o sangre de animales) destinados a invocar a los dioses o espíritus con el fin de que se unan a la fiesta y tomen posesión de uno de los sacerdotes. Si el santero tiene bien desarrollada la mediumidad el espíritu toma posesión de su cuerpo y entra en trance. A este hecho se le denomina Montar el Muerto. En algunas ocasiones puede ocurrir que estando invocando a los buenos espíritus en una sesión espiritual, uno de los presentes sin ser un médium y desconociendo que puede desarrollar su mediumidad, cae de repente en trance. Los santeros entran en trance siempre con el fin de ofrecer ayuda a sus clientes. Pueden diagnosticar y curar enfermedades, ayudan a solucionar problemas personales, familiares, o profesionales, pueden descubrir hechizos o los efectos perjudiciales de la magia negra, entre otras tareas destinadas a socorrer a los demás.

Rogacioanes de cabeza: Las rogaciones de cabeza es uno de los trabajos más comunes que realiza el santero. Cosiste en unos preparados a base de diversas sustancias, principalmente el coco, que se colocan sobre la cabeza de la persona con el fin de que se cumpla algún deseo o se resuelva un problema.

Rituales: Los rituales son también prácticas muy habituales dentro de la santería. Para llevarlos a cabo el santero debe tener un buen conocimiento de las plantas y de sus propiedades y de la relación que existe entre éstas y los orixas. De esta manera puede utilizarlas convenientemente en baños, frotaciones o infusiones para beber, según el fin. Otras sustancias que se utilizan en santería son la manteca de cacao, el aceite de maíz, la manteca de coco, el azúcar de caña, la harina de maíz, el agua bendita, la pimienta, la miel y los caracoles. Existen rituales específicos dedicados a los diferentes dioses. Vamos a exponer algunos rituales consagrados a Obatalá.