Dr. Óskar Salazar
Cuando una persona decide seguir el Camino del Tao, está de hecho siguiendo un Camino de Vida, un Arte de Vivir.
Aprender y practicar son los ingredientes esenciales de éste estilo de vida; los cuales debemos utilizar e integrar conscientemente en la fluidez de nuestra vida cotidiana.
Aprender y practicar, requieren una disciplina y un esfuerzo constantes.
Desarrollar la constancia, es una virtud muy importante en el sentido que es un reflejo de tu sinceridad.
Si un alumno comienza su aprendizaje y su práctica con sinceridad, no habrá frontera alguna que pueda limitar el desarrollo de la verdadera conciencia y de la verdadera compresión.
Si el alumno acepta seguir el Tao como un estilo de vida, entonces tiene la responsabilidad de desarrollar una gran comprensión y experiencias fructíferas.
Debemos saber escoger qué es lo que necesitamos aprender con respecto a nuestra propia búsqueda interna.
Es mejor guiarse por la calidad de tu práctica y de tu aprendizaje y no por la "Cantidad de información" o de métodos o técnicas que eres capaz de absorber.
Establecer los fundamentos correctamente es el aspecto primordial en el aprendizaje y en la práctica. Un fundamento correcto quiere decir tener la capacidad de comprender los principios universales y restaurar aquello que es natural en nuestro cuerpo y espíritu a través de las cualidades esenciales que transmiten todos los métodos de entrenamiento.
Con una buena base, aprender y practicar se vuelven cada vez más fáciles.
Estudiar los textos clásicos y practicar los ejercicios energéticos constituyen los dos aspectos principales del aprendizaje.
Los textos clásicos nos ayudan a tener una comprensión profunda a nivel espiritual de aquello que es Real y de los principios fundamentales que rigen las leyes universales.
El cultivo de la energía interna a través de los diferentes ejercicios nos da la "Experiencia directa" y permite penetrar en otros estados de consciencia para nuestra transformación espiritual, física, emocional, etc. hasta que nos realicemos profundamente.
Todo aquello que ha sido "Comprendido" durante el aprendizaje de la teoría, debe ser confirmado y realizado a través de la práctica. Y aquello que es experimentado durante la práctica, debe ser profundamente comprendido con el conocimiento espiritual. Esto se llama un equilibrio natural.
Después de todo, aprender y practicar, forman parte de la vida ordinaria de un taoísta. Todo lo que hace un taoísta en su vida es aprender y practicar. Vivir es la Práctica y Morir es también la Práctica.
Los principios naturales del Universo guían la vida de un taoísta, esto hace de él un hombre ordinario.
Sin embargo, en la profundidad y la dimensión estos principios básicos, hacen de él un hombre extraordinario. Se puede decir que la vida de un taoísta es al mismo tiempo ordinaria y extraordinaria.
Es un estilo de vida.
No es más complicado que esto.
