sábado, diciembre 17, 2011

El Cobre... ¿Puerta a Otra Dimensión?


Aterrizaje en el Cerro del Rayo:

El presentador de "La Nueva Era" dio por finalizada nuestra intervención en el programa de televisión de Onda Algeciras donde acabábamos de participar en una mesa redonda sobre el 50 Aniversario del Fenómeno OVNI.
Minutos después, nos informaba de la interesante charla que había mantenido con un extraño interlocutor que no quiso identificarse, y que al parecer había sido testigo del aterrizaje de un OVNI a plena luz del día y a menos de 200 metros de su posición... Por lo visto había construido una maqueta a escala del objeto y quería mostrárnosla. Durante la conversación telefónica que mantuvo el testigo no dio muchas explicaciones sobre su identidad, solamente dijo llamarse "Luis" y que quería comentarnos el caso personalmente.

El lugar escogido para el metódico encuentro fue una discreta plaza publica, en las cercanías del puerto de Algeciras. Al día siguiente, me dirigí al lugar de la cita. Nada mas entrar en la pequeña plazoleta, pudimos ver junto a unos coches estacionados a un hombre de unos cincuenta y tantos años, bajito y de piel morena. Antes de que pudiera intercambiar palabra con mi acompañante, se nos acercó rápidamente y nos comentó sin preámbulos: "dije solo uno". Tras explicarle que habíamos decidido ir dos para mayor seguridad personal, Luis pareció entenderlo, y sin decir nada más, pidió que lo acompañáramos.

Su casa no estaba lejos de allí. Una vez acomodados en los mullidos cojines del sofá de su salón, "Luis" nos explicó que tras ver nuestra intervención en el programa de televisión, había decidido contarnos una fascinante experiencia que había callado durante tres décadas y que le marcó profundamente. Su condición de militar en la reserva justificaba su miedo a relatar su espectacular encuentro con un singular OVNI. Aunque no recordaba exactamente la fecha de su avistamiento, nos lo situaba en el verano de los años 1965 a 1968. Nuestro testigo, oficial en activo por entonces, se encontraba en compañía de dos conocidos, también militares, en el cerro del Rayo (monte próximo a la barriada El Cobre) disfrutando de una placida tarde de verano.
Caminando por los alrededores, los testigos se percataron de pronto, de la presencia de un extraño artefacto luminoso en el cielo que aterrizó vertiginosamente a unos 200 metros de su posición. El objeto apareció de repente, tomando suelo en el único lugar donde había una zona despoblada de árboles y rocas, precisamente en la misma cúspide del cerro. Detalle que nos recalca “Luis”, que a lo largo de la entrevista demostraría un fino olfato para la más pura deducción.

En un principio debido a la fuerte luminosidad del OVNI, producida por varias luces de colores, los testigos no conseguían ver claramente la forma de éste. Una vez que tomó tierra, el objeto se fue haciendo más nítido y "Luis" pudo apreciar perfectamente su contorno. El OVNI era muy raro, pues estaba compuesto por dos partes diferentes, separadas entre sí por varias esferas luminosas.

Se “apoyaba” en el suelo a través de tres "tubos" de luz. En la parte superior se hallaba la "cabina de mando", formada por una cúpula achatada rodeada de una serie de ventanas rectangulares que casi delimitaba su periferia por la parte inferior. Y por otro lado, tenía un grueso aro donde supuestamente (según siempre afirmaciones de "Luis") se encontraba el sistema de propulsión del objeto.
Separando ambas partes habían como hemos descrito anteriormente, unas seis bolas de luz aproximadamente, suspendidas en el aire, que despedían luminosidad de varios colores llamativos.
Presentamos aquí un excelente trabajo del Investigador de Campo José Antonio Caravaca. Un buen amigo que toma la alternativa en http://www.ikerjimenez.com/ con su peculiar estilo de indagar y contar. Incansable sabueso tras la noticia, es una de
las personas que mejor han sabido analizar la misteriosa casuística que se da cita hace años en el llamado Campo de Gibraltar. Una zona estratégica donde las observaciones de ovnis y anomalías aún más extrañas son frecuentes. Este reportaje,
aderezado con los cróquis elaborados por el propio Caravaca para la ocasión, es un verdadero viaje hacia uno de los puntos más subyugantes de nuestra geografía: El Cobre.

Un escenario solitario donde, como comprobaremos, puede ocurrir casi cualquier cosa...
03/03/2007
Reconstrucción de J.A Caravaca sobre el caso de Cerro del Rayo "Luis" ayudado por una pequeña e ingeniosa maqueta que el mismo había construido, facilitaba enormemente la descripción que estaba realizando sobre la exótica aeronave que había observado. En la cúpula superior a través de las ventanas se podía distinguir
una iluminación de color blanco tenue, pero "Luis" no pudo apreciar detalles del interior. La cúpula era de color gris claro y estaba coronada por tres pequeñas antenas. Desde la panza de esta cúpula, se proyectaban aproximadamente desde el centro, tres haces de luz blancos “de aspecto sólido”, que pasando por el interior del aro inferior tocaba el suelo posiblemente (nos vuelve a sugerir
"Luis" siempre con un espíritu analítico envidiable) se trataba del sistema de aterrizaje de la nave.

La parte inferior del objeto era un grueso aro de color gris oscuro que poseía varias "toberas" en forma de semianillo unidas a él, que expulsaban una especie de gas blanquecino que entraban y salían de estas "toberas". Detrás de este aro había tres "tubos de escapes" en forma de trompeta que despedían "llamas".
El OVNI podría tener una altura global de unos seis metros aproximadamente y un ancho de 4 metros. Tras veinte minutos de observación, en el cuales nuestro testigo pudo observar la nave desde diferentes puntos del monte, el aro comenzó a elevarse hasta casi unirse a la base de la cúpula. Separando ambos existía ahora un brillante "cordón" luminoso. “Seguidamente -nos relata "Luis"- los tres haces de luces comenzaron a retraerse y el objeto empezó a tomar altura, giró 3 ó 4 veces sobre su propio eje y tras elevarse un poco más, desapareció velozmente”. Nuestro testigo destaca que en ningún momento de la observación se oyeron ruido alguno proveniente del objeto. "Luis" concluye su relato afirmando que "aquella nave no podía pertenecer a ningún ejército de nuestro planeta, de eso estoy seguro..."
Se da la circunstancia, que en el año 1968, posible fecha del avistamiento de "Luis", en Sierra Luna, (serranía próxima al Cobre) aparecieron los cadáveres de varios animales extrañamente mutilados y sin una sola gota de sangre en el cuerpo. Nunca se encontró explicación a estas misteriosas muertes, que afectaron por igual a terneras, ovejas y cabras...

El Cobre y los OVNIs; Historia de una vieja amistad Lo que más me llamó la atención de la fantástica experiencia de Luis, fue precisamente el lugar donde ocurrió el incidente. Nada desconocido por mi. El Cobre es una cadena montañosa que rodea en parte a la localidad de Algeciras y donde se asienta una pequeña barriada. Dicha zona, es bien notoria entre los investigadores locales por su tradicional relación con los OVNIs, tanto en cantidad como en calidad de los avistamientos reportados. Frecuentemente de noche, se observan en el lugar, sobre los picos de las montañas, el vuelo errático de unas pequeñas esferas de luz blanca, que desaparecen tras realizar ágiles acrobacias aéreas. A veces son descritas también unas misteriosas bolas de "fuego" (Foo-Figthers) o esferas rojas, que merodean los valles, se
estacionan en el aire y se pierden en dirección a la bahía. El enigma que rodea a las reiteradas apariciones de estas esferas, ha dibujado un halo de misterio en torno a la zona del Cobre... "Lo lugareños, han sido testigos en muchas ocasiones -escribe en uno de sus informes el magnifico investigador de campo y gran amigo Andrés Gómez Serrano- de que sobre el pantano llamado "garganta del Capitán" (en el interior de las montañas del Cobre), han visto "evolucionar" bolas de luz, de "bailar" sobre el agua, de meterse en ella, salir disparada hasta el firmamento y perderse en la lejanía, incluso, en alguna que otra ocasión, han visto descender de la sierra bolas de luz que al tocar el suelo, han desaparecido de la vista de los testigos".

Sin dudas el Cobre era un lugar providencial para un encuentro con lo insólito. Sobre la mesa disponía ya de suficiente información sobre la zona como para emprender (a principios de 1997) una profunda investigación del tema, fruto de ella es el presente estudio que me condujo sin pretenderlo, a elaborar una particular hipótesis sobre la rica casuística OVNI reconocida en el Campo de Gibraltar.

Uno de los primeros avistamientos OVNIs recopilados en nuestros archivos, nos lo facilita el propio Gómez Serrano que fue testigo de excepción en el año 1973 del paso de una formación de “platillos volantes” sobre el Cobre y Sierra Luna. Serian las 4:15 de la mañana del 12 de marzo cuando nuestro colega nos narra los siguiente; “Vi cuatro objetos en forma de discos que circulaban en formación y en sentido perpendicular o vertical, distanciados unos de otros unos 300 mt, blancos amarillentos muy brillantes, con halos de luces rojo-naranjas fijas y azules intermitentes, dejando una estela blanca que desapareció al instante”. El 9 de marzo de 1978 un policía armada, su esposa y varios amigos, observaron sobre Botafuegos (El Cobre), el vuelo de una bola de fuego de color amarillo-anaranjada de unos 3 metros de diámetro y que giraba sobre sí misma. Se informó que un mes mas tarde, y a la misma hora se volvió a ver el mismo "objeto". El 24 de diciembre de 1980, varios vecinos residentes en la barriada de El Cobre y varios policías municipales, observaron sobre el quemadero de basuras, un OVNI suspendido en el aire totalmente inmóvil, por un espacio aproximado de unos 40 minutos. Posteriormente el objeto salió disparado en dirección a Málaga. Tras su marcha, el OVNI dejó una estela de humo en el aire de color "amarillo-oro viejo", parecida a la que dejan los reactores. Esta "curiosa" estela de humo tardó unos 20 minutos en disiparse. En los primeros años de la década de los 80, mas concretamente en los años 80, 81 y 82, la zona de Botafuegos, en el Cobre, fue escenario reiteradas veces de la aparición de extraños objetos circulares luminosos, ante la mirada atónita de cuantos se congregaban en el lugar para verlos. Atraídos como hemos dicho, por la increíble constancia con la que se manifestaban los OVNIs en la zona día tras día. Como anécdota, comentare que incluso una persona muy allegada de mi familia, acudió a una de estas “romerías ufológicas” (si se me permite el termino) y fue testigo de como una luz brillante se estacionaba sobre la vertical del vertedero de Botafuegos. “Curiosamente”, acompañando a éste familiar se encontraba un servidor, pero la impronta de la edad (10 años) me impide recordar con exactitud lo que allí ocurrió.

Años después de estos macroavistamientos, un matrimonio que se encontraban acampando en la Garganta del Capitán, fueron despertados bruscamente cuando su caseta fue fuertemente iluminada por un silencioso "objeto" esférico que se hallaba a pocos
metros en la vertical. Los alrededores se iluminaron como si fuera de día, y el OVNI desapareció tan rápidamente como había venido.

Más recientemente en el tiempo, encontramos varios casos de apariciones de esferas rojas. El ultimo de estos sucesos ocurrió el 30 de junio de 1997 cuando dos testigos observaron unas extrañas luces sobre Botafuegos (de nuevo) alrededor de la 1 de la
madrugada. Las luces en cuestión eran 2 esferas rojas brillantes, que se hallaban una encima de la otra con una inclinación aproximada de unos 45 grados. La mayor de ellas, que según apreciaciones del testigo podría ser como tres veces una estrella
normal, se encontraba a la derecha de la pequeña que era como una estrella. El color de las esferas era muy intenso, y a los testigos les pareció apreciar que estaban unidas por un finísimo halo rojizo. En todo momento las luces estuvieron estáticas sobre los picos de los montes, pero cuando intentaron apreciarlas mejor desde la carretera, las esferas desaparecieron del firmamento. Un incidente muy similar a éste, ocurrió tres años atrás en el tiempo, a escasos metros (al norte) de Botafuegos sobre el Monte de la Torre. Sobre las 23:00 del 30 de abril de 1994, Manuel vio sobre el citado monte dos luces rojas bastante brillantes, una de ellas la que mas destello daba, era tres veces o cuatro mayor que Venus. Las dos luces permanecieron estáticas durante 20 o 25 minutos, hasta que la menor que se encontraba debajo a unos 45 grados, subió lentamente y se unió a la mayor, aumentado ésta su tamaño. A los pocos minutos fue desvaneciendo su luminosidad progresivamente hasta que se desvaneció.

Aunque podríamos seguir enumerando los múltiples avistamientos OVNIs ocurridos en la zona, pasaremos a narrar a continuación los incidentes OVNIs más importantes acaecidos en El Cobre, y que han tenido como principales protagonistas a los escurridizos tripulantes de estas misteriosas aeronaves...

Pista de aterrizaje OVNI

Cróquis de lo observado por el piloto militar Antonio Manzano en un paraje de El Cobre Uno de los primeros sucesos acontecidos en El Cobre, nos remonta al 16 de octubre de 1959, cuando Antonio Manzano (100 Km tras los OVNIs J.J. Benítez), antiguo piloto militar, se encontraba de caza en los montes colindantes. Era de madrugada, cuando pudo observar un objeto en forma de "dos platos soperos uno encima de otro, con una especie de pequeña cúpula en la parte superior". "Junto a este artefacto -detalla Antonio Manzano- había un ser que yo calculo mediría mas de dos metros y que permanecía inmóvil, dándome la espalda... Me llamó la atención su traje. Parecía de vidrio o platino... Al cabo de uno o dos segundos aquel ser -de formas humanas- se dirigió hacia al objeto, desapareciendo por debajo del mismo. Lo que mas me sorprendió es que yo no podía mover un solo dedo. Me había quedado paralizado, con la linterna en la mano... Aquella situación duraría entre tres y
cuatro minutos. El tiempo que empleó el OVNI en elevarse y desaparecer de mi vista". "Eran las tres de la madrugada -continua con su relato Antonio Manzano. Recordaré toda mi vida la hora, porque el reloj -un Longines- ya no volvió a funcionar mas, se había parado a las tres. Cuando me acerque donde este aparato había estado posado, la hierba parecía mustia, como si la hubiera trillado
un caballo durante horas. Y un detalle que no se me paso por alto, yo estaba acostumbrado a oír los ladridos de los perros de los cortijos cercanos de la zona. Bueno pues en aquel momento, allí había un impresionante silencio, no se escuchaba nada, todo estaba como yo me sentí "paralizado". Apuntar que cerca de la zona donde había tenido lugar el peculiar encuentro de Antonio Manzano, se construyó posteriormente un deposito de aguas.

Pues bien, en 1978, un trabajador del Servicio de Aguas, notificó como súbitamente los motores y la instalación eléctrica del puesto se apagaron misteriosamente. Al salir al exterior, vio a unos 300 m. un objeto luminoso que flotaba a unos 80 cm del suelo. Parecía un "huevo puesto en vertical con un plato a su alrededor" y tenía unos 8 m. de diámetro. Su luz pasaba del anaranjado al verde y del verde al azul. Junto al artefacto el trabajador observa a dos seres, de aspecto humano y de 1,80 mt de estatura, que vestían con un "mono" que les cubría totalmente el cuerpo. El testigo estaba como paralizado y no podía moverse. A continuación los seres se
introdujeron en el OVNI, y éste se elevó majestuosamente perdiéndose en el infinito. Instantes más tarde nuestro asustado trabajador pudo recuperar al fin, el control de su cuerpo. Por si fuera poco todas las peripecias ocurridas en torno al deposito de marras, en 1985, fue escenario de nuevo de la aparición de OVNIs, cuando fue sobrevolado durante varios días en el mes de diciembre, por un extraño objeto multicolor, que giraba sobre si mismo. Según los testigos el objeto "era como una rueda giratoria muy grande, de un diámetro aproximado de 80 metros". Uno de los protagonistas de éste avistamiento, 4 años atrás, había estado frente a frente a una
extraña aeronave que le paralizó con un haz de luz, pero no es el momento aún de ocuparse de la experiencia de Juan González Santos...

Aterrizaje OVNI cerca del Campo de Tiro

Otro encuentro cercano con OVNIs, aunque en ésta oportunidad no hubo visión de humanoides, lo encontramos entre los años 1982- 1983 (el testigo no recuerda con exactitud la fecha del incidente). La importancia del caso, de ahí su inclusión, es que ocurriera en plena oleada OVNI en Botafuegos. José María M. de 30 años, había escuchado hablar de un avistamiento OVNI que se había producido el día anterior en la zona del vertedero del Cobre. Dicho percance fue comentado por muchas personas en su barriada.
Llegada la noche consiguió convencer a regañadientes a un amigo suyo para acudir a la zona del suceso, esperanzado en poder ver “algo”. Esta persona era Francisco L., Psicólogo cincuentón que se animó rápidamente a la intrépida "excursión". A última hora se unieron tres jóvenes más que fueron con ellos en el Seat 850 especial, propiedad de José María. Aquella noche hacía según el testigo "un tiempo de perros", ya que la lluvia caía intensamente y el cielo estaba completamente cerrada. En su viejo auto anduvieron por unos maltrechos carriles que dan acceso, entre otros lugares a un campo de tiro de propiedad militar y a un riachuelo.

Tras un dificultoso y sinuoso trayecto, al dar una curva cerrada, se toparon con lo que a primera vista le pareció a José María un rayo de la tormenta entre la vegetación . Al momento se dieron cuenta de que realmente, el reflejo lo había producido un extraño objeto que se hallaba "posado" delante de los árboles.
Algo aterrizó impunemente sobre el Campo de Tiro... A La forma del supuesto OVNI era semejante a una media cúpula, la cual presentaba un ligero achatamiento en su parte superior.
José María nos comentó que el objeto tenía la forma de un gajo de naranja. Siempre desde el interior del vehículo, los sorprendidos testigos, observaron que el OVNI poseía en toda su periferia (cerca del extremo externo) pequeños puntos de luz separados entre si no mucha distancia. Todas las luces del semicírculo eran de color verdes, exceptuando en la base que eran rojas. El testigo puntualizó que la luces no eran focos que alumbraran externamente, sino que más bien eran puntos de luz sin destellos ni intermitencias. Calculó que la distancia entre el coche y el objeto no superarían los 200 metros. Aunque no pudo especificar el color del objeto ni si éste, se encontraba sobre el suelo o a poca distancia de él. Nuestro testigo notó una fuerte sensación negativa que según él provenía del OVNI. Por ello, no estuvieron más de un minuto frente al objeto y se alejaron inmediatamente de la zona. Ya lejos del lugar del "aterrizaje" se pararon para fumar unos pitillos y así poder relajarse, mientras pensaban que podrían ver si la "nave" despegaba del lugar. Después de dos horas de espera, uno de los jóvenes juró ver al OVNI elevarse, pero sus compañeros solo pudieron ver una luz moviéndose por el firmamento.

Perseguidos por dos humanoides

Nos quedan en el tintero entre otros, el asombroso incidente del amigo Rafael Tobajas acontecido el 11 de febrero de 1980, como no, en plena oleada OVNI en la zona y que en su día fue objeto de investigación por parte del Dr. Jiménez del Oso y el periodista J.J. Benítez.
Nuestro testigo se había desplazado aquella noche a Botafuegos en compañía de su mujer y tres jóvenes para observar las evoluciones de un OVNI luminoso que merodeaba el lugar desde hacia ya varios días. Lo que Rafael Tobajas no podía imaginar en
esos momentos, es que iba a ser objeto de una espectacular persecución por parte de dos enormes seres. Pero vayamos por parte.

Tras llegar a Botafuegos, los 5 testigos observan como un objeto luminoso blanco-anaranjado se desplaza por el negro firmamento elevándose entre los montes cercanos. Minutos más tarde, este objeto comienza a dividirse en varias partes, primero en dos y posteriormente en tres, para momentos después, volver a unirse en un solo punto luminoso, mientras realizaban giros y piruetas.

Nuestros testigos estuvieron un buen rato contemplando estupefactos aquel espectáculo celeste. Hasta que de pronto, observan con la ayuda de unos prismáticos, como la luces descienden imitando la caída de hoja, y se percatan en ese momento, que delante de las mismas surgen dos extraños humanoides de más tres mt de altura de tonalidad grisácea. Mientras las luces bajan por la ladera, ven que los seres corren dando grandes zancadas sorteando hábilmente los obstáculos que se encontraban en el camino. Los movimientos de los seres eran muy pausados y los testigos aseguran que parecía como si los realizaran a cámara lenta. Los humanoides corrían a pocos metros de los OVNIs (por delante), y cuando estos dirigían su luminosidad hacia los testigos, estos dejaban de apreciar a los seres. Según Rafael Tobajas, los humanoides se detuvieron al lado de un pequeño riachuelo y parecían estar ocupados en algo, pues continuamente se agachaban y se reincorporaban.

Cuando reiniciaron su carrera lo hicieron hacia la posición de los testigos, éstos naturalmente, ante tal maniobra, emprendieron una frenética huida en coche. Los extraños seres persiguieron al vehículo del amigo Tobajas durante varios minutos, hasta que, para alivio de los amedrentados testigos, desaparecieron en la oscuridad de la noche. Añadir que los OVNIs, o sea las esferas de luz, se mantuvieron en todo momento tras los enormes humanoides. Un año después de estos increíbles hechos, un testigo que se encontraba guardando una finca en el Cobre huyó despavorido ante unos seres idénticos que emergieron en mitad de la noche.

Doble encuentro con extrañas entidades

Mucho tiempo después, durante el invierno de 1991 volvimos a escuchar historias de extrañas entidades luminosas en el Cobre. Por mediación del investigador y habitual colaborador Manuel Benítez, tuvimos conocimiento de la "terrorífica" experiencia vivida por dos reclutas de reemplazo que hacían guardia en una antigua prisión militar que existía en el Cobre (hoy día derruida). Nuestros testigos,
que prefieren mantener el anonimato, llevaban destinados en el lugar varias noches, y venían escuchando extraños ruidos de puertas que se abrían y cerraban. En una ocasión, mientras hacían una guardia nocturna, oyeron algunos sonidos que provenían de la parte trasera de los antiguos calabozos. Ambos reclutas tomaron un camping-gas como medio de iluminación, ya que la electricidad en aquel lugar estaba cortada, y se dirigieron hasta el lugar del que parecían surgir los sonidos. Había un ventanal apantallado con alambre que no dejaba ver lo que se ocultaba tras él, pero el recluta J.L. aclara que se trataba de una habitación en la que no había ningún tipo de iluminación artificial. De la ventana salía un destello de luz no muy fuerte, pero cuando ambos soldados se acercaron con sigilo para comprobar de dónde podía salir la fuente de luz, ésta se hizo mucho mas intensa, hasta iluminar todo el campo que estaba tras el complejo. Increíblemente no salía luz por debajo de la puerta de la habitación, detalle este en el que hace hincapié el testigo.

Minutos después, los reclutas observan estupefactos cómo una "silueta luminosa" aparece tras unos ventanales. Los dos soldados Cróquis de Caravaca recreando la terrorífica visión de Rafael Tobajas. Los dos extraños individuos parecían correr dentro de unas esferas de luz que surgieron tras el automóvil... se mueven con el camping-gas en la mano, y descubren que el "haz luminoso" imita sus movimientos en paralelo y siempre tras los cristales. En un determinado momento, observando con más detenimiento el haz de luz, nuestros testigos comprueban que parece esconder una extraña silueta de rasgos humanoides, se distinguen cabeza (grande) y tronco, aunque no las extremidades. Mide aproximadamente entre 2 a 2.25 m. Así mismo la figura parece estrecharse a partir del tórax. Los testigos no sabrían asegurar si
caminaba o levitaba. Instantes después la "figura luminosa" desapareció tan misteriosamente como había aparecido, sembrando el pánico en los dos jóvenes.
Recientemente en 1997, J. L. volvió a ser protagonista de un nuevo encuentro con una extraña entidad en la misma zona donde ocurrieron los acontecimientos que acabábamos de relatar. Conduciendo su motocicleta por la carretera de Botafuegos alrededor de
las 5 de la madrugada, nuestro testigo observó, como a un lado del carril había una silueta oscura de lo que parecía ser una persona de 2´5 m. de altura. Una vez rebasada la "sombra" J.L. paró su motocicleta, extrañado por la enorme estatura que debía tener aquella persona, y al volver la vista, comprobó que la "silueta" había desaparecido inexplicablemente. J.L. prosiguió su camino, y ante su sorpresa apareció de nuevo la silueta, pero en ésta ocasión, ya no se detuvo hasta que llegó a su domicilio.

Un extraordinario incidente

Tampoco podemos olvidar que a escasos kilómetros del Cobre, el 12 de Marzo de 1981 tuvo lugar la conocida experiencia de Juan González, recogida en el libro La Punta del Iceberg de J.J. Benítez, y de la que hacíamos mención anteriormente. El testigo
dirigiéndose con su vehículo por la nacional 340, vio a un lado de la carretera, un "llamativo" objeto resplandeciente, en forma de cúpula (de unos 12 metros de diámetro) con 5 ventanas circulares en su parte delantera. Una vez estacionado el vehículo, el intrépido Juan Santos anduvo en dirección al extraño artefacto para intentar identificarlo. Sin embargo, a pocos metros del objeto,
comprobó que aquello era realmente extraño. El OVNI se encontraba estacionado en un claro del campo, por detrás de los "eucaliptos" que hay en los bordes de la carretera, y se hallaba sustentado por tres patas telescópicas y una escalerilla en su parte central.

Y aquel artefacto absurdo lanzó un haz de luz contra el rostro de Juan González...
"En el costado izquierdo -comentó Juan González al veterano ufólogo Andrés Gómez Serrano -se observaba un escudo o emblema de color rojo fuerte y brillante, aunque no puedo acordarme que podía, representar". A través de las ventanillas, nuestro testigo se percató de la existencia de varios seres en el interior de la nave, "sólo podía verles del pecho para arriba ya que las ventanillas tapaban el resto del cuerpo, por lo que no pude verles las piernas. Sobre la cabeza les veía yo que llevaban un casco ajustado a la misma, parecido al que usan los submarinistas, y lo más curioso de todo ello, era que por la parte de la cara tenían como un cristal
transparente pero amoldado al rostro y destacando los rasgos de estos (...) Intenté saltar la tapia de piedras y alambres de espinos allí existente que, como usted sabe, sirven para separar las lindes y parcelaciones del campo, cuando de pronto de una de las antenas laterales de esta máquina salió una "yampá" de luz (se refiere a luz coherente en forma de flash) que me hizo detenerme en contra de mi voluntad. Intenté repetir la operación y de la otra antena salió otra "yampá" de luz que me hizo llorar, lagrimeándome mucho los ojos, y ver lucecitas de colores por todas partes además de producirme un fuerte dolor en la parte central de mi frente.
Pero lo más extraño -continúa Juan- era que no podía moverme para ningún sitio (se repite de nuevo la paralización), aunque los brazos yo los movía. De manera que me quedé quieto porque me parecía que los sujetos que yo veía dentro de aquella máquina no querían que me acercara". Tras unos 15 ó 20 minutos de observación el objeto se elevó y desapareció rápidamente en completo silencio. Juan González añadió que "durante el tiempo que estuve junto a la empalizada que divide las parcelas de terreno en este campo, y que pudo ser de unos veinte minutos en total, no escuche ningún ruido. Ni del artefacto aquel, ni de los coches circulando por la carretera general 340. A pesar de tener la carretera a unos treinta metros, no escuche ningún ruido pero tampoco vi pasar coche alguno, ni para Algeciras, ni para Tarifa. Aquello si que era extraño. El silencio que yo notaba era impresionante. No se movían
ni las ramas de los árboles ni las hojas tampoco". Este dato hay que tenerlo muy en cuenta, ya que la carretera general Cádiz- Algeciras es de las mas transitadas de la comarca. Y Juan González, con el que tuve la oportunidad de dialogar en su propia casa, me confirmó reiteradas veces que no vio pasar ni un "alma"... ¿raro?, pero no imposible...

¿Una ventana a otros mundos?...

Durante muchos años, los ufólogos locales han intentado encontrar una razón "lógica" que pudiera explicar el alto índice de casuística OVNI registrado en el Campo de Gibraltar. Inicialmente, varios investigadores planteaban ya en la década de los 60, la posibilidad de que en algún punto del océano Atlántico, existiese una base submarina extraterrestre. De ahí, que muchos avistamientos OVNIs tuvieran como escenario frecuente el mar, y se les hubiera visto con asiduidad entrar y salir de él. De ésta forma, se entendería que al estar ubicada la presunta base alienígena cerca de la Bahía de Algeciras, se produjeran un mayor numero de avistamientos OVNIs en la comarca. Esta idea parte a su vez, de la presunción de que el Fenómeno OVNI estuviera provocado por seres extraterrestres -entendidos como seres biológicos- que hubieran establecido una base de operaciones en el fondo del mar. Esta hipótesis ha sido considerada en muchos foros de opinión, calificándola, como muy apropiada para justificar la presencia OVNI en la comarca campogibraltareña.

No obstante, en contra de mis queridos y respetados colegas, y motivado principalmente por mi propia experiencia tanto en el terreno de la investigación de encuesta y teórica, no puedo compartir que la explicación mas “razonable”de todo el asunto, sea el posible asentamiento en el litoral gaditano, de una colonia submarina de científicos alienígenas, con todos los matices que ello conlleva.
Mis pesquisas sobre el Cobre, me han llevado a pensar que varias localizaciones de nuestro entorno más próximo, ejercen como “zonas ventanas” o “puertas dimensionales”, permitiendo que desde otras dimensiones o universos paralelos los “OVNIs” puedan acceder o manifestarse con mayor facilidad en nuestro mundo. Está demostrado que en distintas partes del mundo, existen unas determinadas zonas, que (se creé) debido a unas misteriosas particularidades del terreno (entre las que podían estar la concentración de ciertos minerales, líneas telúricas, agua, etc), son propicias para que se den todo tipo de actividades consideradas paranormales (1). Uno de los rasgos más frecuentes de estos "lugares fantasmas" (como son denominados popularmente) y que hallamos en el Cobre, además de la arraigada tradición en leyendas misteriosas, es la constante referencia a apariciones de extrañas bolas de fuego y esferas de luces revoloteando por la zona.
Al igual que actualmente se especula con la posibilidad de realizar viajes espaciales-dimensionales abriendo una puerta que nos condujera a otro espacio y tiempo, se estima que existen "aberturas naturales" que convenientemente utilizadas, podrían facilitar o simplificar la entrada a estos desconocidos universos. Varios investigadores defienden la hipótesis de que en estos parajes, hay una
gran aglomeración de energías terrestres y cósmicas que producirían bajo determinas circunstancias, las condiciones adecuadas para poder atravesar la fina barrera que separa a los distintos universos. Por ello seria normal, que ante la presencia de muchos de estos fenómenos anómalos, se observaran alteraciones en nuestro espacio y tiempo, provocados tal vez, por la supuesta utilización de estas puertas dimensionales o por las energías empleadas para tal fin. También se especula, como señalan otros especialistas, con que las singulares zonas ventanas, pueden servir de "gasolineras de energía" para abastecimiento de estos seres, que encontrarían en dichos "lugares mágicos" unas particulares cualidades que emplearían para tales objetivos.

Por lo tanto, por las características especiales que reúne el Estrecho de Gibraltar (unión de dos mares, dos continentes, etc.), así como principalmente por la influencia de las montañas del Cobre y las serranías colindantes, pienso que ésta comarca es "aprovechada" con cierta frecuencia por los OVNIs y otras "entidades" para acceder a nuestra dimensión desde sus lugares de origen. La hipotética "Puerta" podría estar ubicada en cualquier punto de la geografía del terreno, incluso podría estar a varios centenares de metros bajo el mar, o abarcar varios Km en el cielo, lo ignoramos, pues desgraciadamente, conocemos tanto de estas enigmáticas zonas ventanas, como desconocemos a "los" que las utilizan...