miércoles, julio 15, 2015

Qué es la "Zona de Comodidad o Confort"??

Jorge Ripoll Matterson

Una de las claves para el crecimiento personal, está directamente relacionada con nuestra disposición, o no, a salir de nuestra "Zona de Comodidad". Nuestra "Zona de Comodidad" es el espacio inmaterial donde nos sentimos más cómodos en lo que hacemos en nuestra vida, nuestro trabajo y nuestras experiencias y hasta nuestra rutina por más monótona que sea.

Es esa sensación carente de ansiedad y del sentido del riesgo, lo que más tarde veremos como “Estado de Transparencia”. Podría definirse como "Sentirse Cómodo", pero a la vez podría convertirnos en esclavos grises y agobiados de la rutina. Aquel conocido refrán de “Más vale malo conocido que bueno por conocer”, es una expresión típica de esa “Zona de Comodidad”.

Es un aparente estado de comodidad
que te lleva a la muerte en vida.
Justificación perfecta para NO hacer, NO creer,
NO crecer, NO arriesgarse… NO VIVIR


Pero aquí cabe la pregunta:
¿Cómo podemos sentirnos cómodos, siendo esclavos de la rutina a la vez? Pudiera parecer contradictorio, pero no lo es, sobre todo si consideramos que esa comodidad que sentimos proviene precisamente de lo predecible que se ha vuelto nuestra vida, por haberse convertido en rutinaria.
¿Suena aburrido?, Tal vez…
El sentirnos cómodos tiende a crear un falso sentido de bienestar y seguridad, en el cual encontramos justificación para evitar todo lo que se encuentre un paso más allá de lo que consideramos la frontera de nuestra zona de comodidad, de todo aquello que nos represente un riesgo o una amenaza, es el punto donde nos fabricamos los “pero…”, “y si…”, “y si no…”, “Mmmm, no se…”, “Pero mirá que…”, etc.
Esta actitud temerosa limita severamente nuestro crecimiento personal hasta punto tal de abortarlo totalmente. Definitivamente no podemos crecer sin arriesgarnos.
Tú eliges!!…Quizás…
Estés a un pensamiento de cambiar tu vida.

Las zonas de comodidad tienen fronteras, cuando las cruzamos nos sentimos incómodos, temerosos, inseguros, ansiosos, angustiados, desprotegidos, vulnerables, sin suelo bajo los pies. Cualquier cosa o persona que nos haga sentir incómodos de alguna manera traspasa nuestra zona de comodidad, nuestras barreras, nuestros límites, límites impuestos por nosotros mismos o por los demás, atornillados por la sociedad o experiencias propias.
Estas zonas no definen lo que es bueno o malo, conveniente o no, positivo o negativo, beneficioso o perjudicial. Su único propósito de existencia es proteger nuestra comodidad perceptual personal. Pueden variar radicalmente de una persona a otra, lo que para una persona es cómodo para otra pude resultar incómodo y viceversa. Convengamos que la Zona de Comodidad de un deportista de riesgo, no es la misma que la de un sedentario empleado de oficina, por ejemplo.

¿Pueden esas zonas incluir estándares, prácticas, convicciones o comportamientos que se desvíen de lo socialmente aceptable?... Por supuesto que sí, así como también pueden excluirlas, dependerá de los paradigmas de cada tipo de sociedad. Las zonas de comodidad están definidas principalmente por las preferencias personales.
Importancia
Al adoptar una actitud complaciente y sobreprotectora con nosotros mismos, y conformarnos con permanecer en nuestra zona de comodidad cediendo ante nuestras preferencias personales, limitamos nuestro proceso de crecimiento. Él permanecer demasiado tiempo en nuestra zona de comodidad nos condiciona, y cuando sólo pensamos en intentar algo nuevo nos sentimos incómodos, inseguros, ansiosos, nerviosos y frecuentemente nos retractamos antes de darnos la oportunidad de probarnos ante nuevas situaciones que podrían brindarnos experiencias desconocidas y enriquecedoras.
Si no estamos aprendiendo, probando nuevas cosas, y consecuentemente creciendo, nuestras habilidades y capacidad pudieran estar deteriorándose. Ese es el precio de la comodidad.
Cada vez que salimos de nuestra Zona de Comodidad, no la estamos dejando atrás, sino que la estamos expandiendo, una y otra vez, tantas veces como en la medida que experimentemos y nos arriesguemos… La Zona de Comodidad expandida nunca vuelve a su tamaño original.
Aprendizaje
Debiéramos tener una actitud positiva hacia el aprendizaje y el crecimiento ó evolución, se trata de asumir la vida con una actitud de constante mejora personal.

No importa la opinión de los demás, “ninguna opinión de nadie sobre nosotros es más importante que la de nosotros sobre nosotros mismos…”. Ya basta con aquello querer agradar y depender de la aprobación de otros, si a los otros les agrada o están de acuerdo, es buena, si les parece mal o están en desacuerdo, es mala… Si para tu corazón es buena, lo es.

Tu verdad es absoluta y únicamente tuya,
no necesita de la aprobación de nadie para tener valor,
su valor único es que es tuya,
y no es más ni menos importante que la de otros.


Esa actitud positiva no es accidental, las personas exitosas saben cómo crear y mantener actitudes y motivaciones positivas para sí mismas. Ellas no esperan que las cosas les sucedan, ellas llevan las riendas de sus vidas y voluntariamente crean cambios positivos.Y convengamos que no me refiero al éxito material, personalmente considero que el verdadero éxito de la persona, es “darse cuenta” y ser quien realmente es, hacer lo que verdaderamente le hace feliz y “pensar, decir y actuar” de manera coherente y homogénea… Raro de encontrar verdad?...
Acumular bienes materiales, prestigio, fama… Es mucho más fácil. Ése es el éxito que nos ha vendido la Sociedad de Consumo, el “Marketing”, la Tv, la publicidad… Y así todo el entorno de lo que algunos llaman “Matrix”.

Algunas personas, esperan que las cosas buenas les sucedan… Las exitosas… Van por ellas.

Cualquier cambio, necesariamente, implica aprendizaje y viceversa. Son compañeros inseparables, no puede existir el uno sin el otro. Si aprendemos, cambiamos, y si cambiamos aprendemos. Al aprender cosas nuevas nuestra consciencia se expande, y nuestra realidad se modifica para permitir que el cambio se manifieste, ya sea porque vemos con nuevos ojos y algo de lo invisible anteriormente se hace visible, o bien porque nuestra realidad cambia… O quizás ambas sean lo mismo?.

Una mente que ha aprendido algo…Jamás vuelve a su estado original.
A. Eistein.


El aprendizaje para ser efectivo debería ser “Consciente Vs. Inconsciente”, “Activo Vs. Pasivo”. Debería ser algo que se desea lograr en vez de algo que simplemente "nos sucede", buscado, programado, decidido, no improvisado, casual, emergente. Aunque debemos ser conscientes de que nada sucede ni deja de suceder por nada.

Si el aprendizaje no es consciente, no permite mejorar, se convierte simplemente en una tarea más que no tiene aplicación efectiva y funcional en nuestra vida. El aprendizaje no es algo que debería dejarse al azar. Idealmente podríamos trazarnos conscientemente la meta de asimilar nuestras experiencias y aprender de ellas, de otra manera nos estaríamos dejando la puerta abierta para repetir nuestros errores una y otra vez, y posiblemente con consecuencias cada vez peores. O peor aún, podríamos continuar haciendo, por hábito, las cosas que ya sabemos que funcionan, o no, mientras nos privamos del privilegio de buscar activamente nuevas ideas, innovaciones y crecer.

Ante un suceso, si quedamos en la auto-compasión, el lamento, buscando culpable, justificaciones, etc., estaremos estancados, encerrados en un círculo vicioso e indefectiblemente condenados a repetir las consecuencias de ese suceso. Ahora bien, si nos hacemos responsables de esas consecuencias, buscamos la lección, la experiencia, la descubrimos y asumimos, estaremos listos para la próxima lección y seremos un “micro-poquito” mejores.

Los Sueños
La realidad que conocemos de la vida está basada en sueños, los sueños que alguna vez otros o nosotros tuvimos, debemos diferenciarlos perfectamente. Todos los avances que conoce la humanidad y sociedades modernas existen porque una vez alguien se atrevió a soñar que era posible crearlos, y los forjó. Soñar podría ser la cosa más simple en la vida, pero necesita del respaldo de la acción para convertirse en realidad. La creación básicamente es un proceso de dos pasos, para crear cualquier cosa en este plano de tres dimensiones, (3D), que consideramos como realidad, necesitamos primero crearlo en nuestra mente. Consideramos que vivimos en un mundo físico donde podemos ver y tocar las cosas, aun así, la realidad existe primero en la mente, de manera absolutamente inmaterial y tenemos la capacidad de moldearla de acuerdo a nuestros deseos.

El que desea, sueña… el que sueña, cree…el que cree, crea.

Para manifestar algo necesitamos primero concebirlo. Tal vez uno de los ejemplos más notables de este principio en nuestra historia reciente, como el caso de Martin Luther King, quien dijo "Tengo un sueño”,("I have a dream"), y luego se dedicó a hacerlo realidad. Ese es un ejemplo claro de ser una persona coherente, tuvo un sueño, (pensamiento), lo dijo, (palabra, comunicación), se sentía identificado con este sueño, (sentimiento), y le dedico su vida a hacerlo realidad, (acción).

Convirtiendo los Sueños en Realidad
Por lo anteriormente expuesto es claro que el ser humano puede lograr lo que se proponga, siempre y cuando esté dispuesto a salir de su zona de comodidad para aprender las cosas que necesita saber para alcanzarlo y de vivir en coherencia con ese sueño. Los seres humanos somos sumamente adaptables y es nuestra ventaja para construir mejores vidas para nosotros, nuestra adaptabilidad para aprender y cambiar. Es importante prepararnos para sentirnos incómodos al traspasar la frontera de nuestra zona de comodidad, es mucho más fácil aprender cosas nuevas cuando nos preparamos para ello con anticipación. La mayoría de las personas detiene su proceso de aprendizaje cuando comienza a sentirse incómoda con las nuevas ideas.
No me gusta… Tengo miedo… No es el momento… Pero si…?... Y si no…?... Y así podríamos seguir la lista interminable de excusas para quedarnos donde estamos.

Irónicamente es justo en ese punto cuando el verdadero aprendizaje comienza. Convertir nuestros sueños en realidad es algo tan sencillo como expandir nuestra zona de comodidad. Esto podemos lograrlo más fácilmente probando pequeñas cosas nuevas frecuentemente, tales como:
-Ir al trabajo por una ruta diferente.
-Hacer las compras en una tienda diferente.
-Probar comidas nuevas.
-Dormir en una postura diferente.
-Tomar la decisión consciente de experimentar… etc.

Al asumir estas nuevas actividades estaremos expandiendo nuestras fronteras un poco cada día, y allí justamente es donde el crecimiento comienza. A medida que nos demos permiso de intentar cosas nuevas nuestra confianza aumenta, esto nos hará sentir bien y poderosos al haber enfrentado y sobrevivido al desafío. Cuando adquirimos la confianza de ser capaces de "sobrevivir" a las nuevas ideas y a los cambios, entonces nos podremos permitir probar aun más cosas nuevas. Recordemos que “Siempre” somos capaces de lograr mucho más de lo que creemos. Cuando alimentamos coherentemente un sueño lo suficiente, atraeremos lo que sea necesario para manifestarlo.

Piensa, sueña, cree, quiérelo en tu corazón…
El Universo se predispondrá para hacerlo realidad.


Si hacemos del crecimiento personal un hábito de por vida, notaremos que cada vez nos sentiremos más relajados al acercarnos a nuestros supuestos límites personales, hasta que estos últimos se disuelvan y nos demos cuenta que el único riesgo que corríamos al salir de nuestra zona de comodidad… era alcanzar nuestro propio éxito. A partir de ese momento nuestra zona de comodidad se vuelve tan amplia como el universo entero, ¿Quién podría señalarnos límites entonces?... Y además, recordemos, la Zona Mágica, donde absolutamente “todo es posible”… siempre está más allá de nuestra Zona de Comodidad, en el horizonte.
Ahora, estamos instalados en nuestra Zona de Comodidad y debemos estar preparados para abandonarla, en menor o mayor medida para emprender este viaje inicial a través del aprendizaje con los ojos puestos en tratar de cambiar o revertir parte de nuestra realidad actual para de esa manera reconvertir nuestro futuro hacia lo que verdaderamente deseamos.

Quién se arriesga… Puede perder.
Quién no arriesga… ¡¡ Ya perdió !!