
Autor: Texto Pablo Villarrubia Mauso
UN GAUDI AMAZÓNICO
En la periferia de la Amazonía está el último Jardín del Mundo. Un jardín mágico-esotérico, donde vive la increíble doña Romana.
Este es un viaje al fondo del alma
Una mujer sexagenaria había logrado crear un nuevo orden para el Universo, una nueva cosmología concentrados en un pequeño paraíso terrenal, en el "Jardín del Fin del Mundo", como se le conoce popularmente. Aquella mujer de raza negra, descendiente de los esclavos africanos en Brasil, Romana Pereira da Silva o simplemente doña Romana fue el motivo que me llevó a viajar desde el corazón del estado Amazónico de Tocantins, de su capital Palmas, hasta un pueblo perdido entre serranías verdosas y campos de sabana, a unos 300 Km de distancia.
Un grueso sobre repleto de sellos me había llegado meses antes a Madrid con algunos recortes de periódicos enviados por una funcionaria del gobierno de Tocantins donde aparecía un jardín cuyas estatuas y otros monumentos estaban relacionados con una compleja simbología esotérica.
Las fotos me mostraban un conjunto de surrealistas y abigarrados objetos hechos con materiales tan elementales como piedras, cemento y alambres que me recordaban las obras de Antonio Gaudí, evocando las imágenes más arquetípicas de la humanidad.
Tienes que ir al Jardín - me aconsejaba la psicóloga e espiritualista Tania Cavalcanti en Palmas, antes de partir hacia Natividade, el municipio donde se asentaba el jardín de 10.000 metros cuadrados.
Aquello es una muestra de la humanidad en todas las Eras. Creo que doña Romana tiene una increíble facilidad para acceder al inconsciente colectivo. Ella me dijo que eligió aquél lugar porque lo considera sagrado. Está a los pies de la sierra de Natividade, cubierta de bosques, cascadas, piedras de cristal y muchos animales.
El Edén terrenal
Tania parecía describirme una especie de Edén Terrenal perdido en un lugar al cual raramente llegan forasteros.
- ¿Cuales son los dioses de doña Romana ? le indagué.
- Ella habla de seres que viven dentro de la tierra, los intraterrestres y de mensajeros de otros planetas. También rinde culto a Oxum, a Oxossi, a Yemanjá, es decir, a los orixás afrobrasileños, pero también reza a Cristo, a la Virgen María...en fin, practica un curioso sincretismo religioso.
- ¿Y que pretende doña Romana con este jardín?
- Ella cree que aquél espacio se salvará de la destrucción parcial de la Tierra por un gran cataclismo cósmico. Ella está recogiendo semillas, almacenando agua y amontonando ropas para algunos de los supervivientes.
- ¿Y qué tipo de catástrofe profetiza?
- Ella habla del cambio de posición del eje de la Tierra. Estos cambios se los cuentan unos seres de otro plano dimensional. De hecho, una vez, doña Romana previó un terremoto en Natividad. Eso es imposible en aquella región. Pues al cabo de poco tiempo ¡ sí que hubo un terremoto!
- Me imagino que doña Romana debe ser una especie de guru ¿ no lo es?
- No, no, es una persona muy tímida, no tiene afán de protagonismo ni quiere formar un grupo multitudinario y compacto a su alrededor. De hecho está relativamente aislada y tiene pocas personas que la ayudan a mantener el jardín. Es muy pobre y vive de donativos.