domingo, noviembre 30, 2008

Entrevista a Daniel TAROPPIO, Creador de la Terapia de la Danza Primal


psicólogo argentino creador de la Danza Primal
para el Especial de la Revista Uno Mismo sobre Terapias Corporales,
Periodista Andrea Muñizaga
Revista Uno Mismo

Versión Completa (sin editar):


¿Cómo define la Danza Primal?

La Danza Primal es una puerta que nos abre a espacios tan vastos y profundos que es muy difícil definirla con límites precisos. De hecho, un elemento esencial en su práctica consiste en trascender las definiciones y límites arbitrarios que nos imponen y que imponemos sobre nosotros mismos.

Haciendo algo de esfuerzo y simplificando mucho, podríamos decir que la Danza Primal es un sistema de Desarrollo Personal e Interpersonal basado en un modelo integral de la persona, la sociedad y el cosmos, entendiendo lo integral en el sentido en que lo expone Ken Wilber, es decir, no como una mera suma de aspectos sino como un abrazo que incluye la amplitud y la profundidad de la vida.

Actualmente a todo se lo llama integral. Así como hay terapias llamadas integrales, hay también lavaderos de ropa, restaurantes y kioscos integrales. Deberíamos empezar a preguntarnos muy seriamente qué es realmente lo que entendemos por integral. A fin de no extenderme remito a los interesados en este tema a la obra de Wilber.

La Danza Primal promueve la sanación y desarrollo de la persona y la sociedad mediante la integración de sus dimensiones biológicas, emocionales, afectivas, intelectuales, creativas y espirituales en la más profunda acepción de estos términos.

En este sentido la Danza Primal es integral tanto en sus concepciones y objetivos, lo cual es bastante sencillo, como en sus métodos y técnicas, lo que no es tan sencillo. Es fácil hablar de integralidad, pero desarrollar modelos y prácticas integrales que incluyan todas las dimensiones y potencialidades humanas es un enorme desafío.

En la práctica de la Danza Primal se incluye tanto lo corporal como lo verbal; la danza como el canto, lo personal como lo social, lo intelectual como lo intuitivo, lo mundano como lo espiritual, la luz como la sombra, la creatividad como la disciplina, el arte como la ciencia, lo femenino como lo masculino. Procuramos fervientemente que la Danza Primal sea tan rigurosa como la más dura de las ciencias, tan creativa como la más bella de las artes y tan liberadora como el juego de los niños.



¿Se afirma que la Danza Primal despierta y armoniza nuestras energías desde un nivel molecular, desde lo más profundo de nuestro ser biológico? ¿Qué significa esto concretamente?


Es importante empezar aclarando que cuando en nuestras publicaciones nos referimos a lo molecular, y seguidamente a “lo más profundo de nuestro ser biológico” no estamos haciendo un planteo biologista sino trascendente. Tanto las más antiguas tradiciones espirituales como las modernas Psicologías Transpersonal e Integral (en las cuales se asienta la Danza Primal) afirman que la totalidad del Universo podría comprenderse como el entramado de tres reinos o dimensiones fundamentales de la existencia: lo grosero ( o denso), lo sutil y lo causal. En la actualidad hablaríamos de materia, energía y conciencia. Y esto no es un planteo esotérico o místico; son cada vez más los físicos (incluyendo a Premios Nóbel como David Bohm) que consideran a la conciencia como un elemento constitutivo del Universo, si no su misma esencia. Desde esta perspectiva, una auténtica práctica meditativa (que es lo que la Danza Primal procura ser), más allá de los símbolos, las imágenes, los cantos o cualquier elemento cultural-religioso, debería brindar un acceso conciente al reino causal, es decir, a la dimensión de la conciencia pura, del Ser. Al hacerlo, una buena meditación está aportando beneficios en todos los demás planos: el físico, el energético, el biológico y el mental, pues todos son manifestaciones del plano fundamental, único, de la conciencia.

El modelo de la Danza Primal afirma que la forma más directa de acceder al plano energético y sutil es realizando una plena conciencia del plano físico, es decir, enraizarnos en la unidad cuerpo-aquí –ahora. Una vez actualizada la plena conciencia corporal, la dimensión energética del organismo comienza a revelarse espontáneamente, y con ella se despierta la percepción de los chakras, los meridianos y todas sus manifestaciones. Desde esta conciencia sutil, el paso a lo Causal se hace cada vez más sencillo, aunque requiere constancia y dedicación.

El plano físico-grosero es la dimensión de los cambios, del devenir, del tiempo y el espacio, de lo relativo, de lo impermanente, de lo pasajero, de todo lo que está destinado a esfumarse. Por ello es también el plano de la angustia, del temor existencial.

El plano Causal, que abarca y se manifiesta en el plano grosero es la dimensión del Ser, del sin tiempo, del eterno ahora. Es el plano al que accedemos durante el dormir sin sueños. Es la Fuente Primal, de la que provienen todas las cosas y de la que obtenemos el descanso, la renovación, la vitalidad más profunda. Este plano no está en otro lugar fuera del mundo cotidiano, sino que es su mismo fundamento omnipresente.

La esencia de la Danza Primal consiste en acceder experimentalmente a esta dimensión trascendente-inmanente mediante los movimientos arquetípicos, la respiración conciente, la expresividad, el canto, la música étnica, el encuentro con los otros y también el silencio y la quietud corpomental, todo dentro del infinito espacio de la actitud meditativa, de la plena conciencia del Ser.

En toda práctica de Danza Primal llega un momento, que puede durar segundos, minutos o mucho más tiempo, en que sin esfuerzo ni lucha interior, el ajetreo de nuestra mente se aquieta súbitamente y nos sentimos deliciosamente lanzados al infinito espacio interno de la quietud y el silencio. Esto es meditación en el más puro sentido del término, aunque no recurramos a ningún tipo de imágenes ni prácticas “religiosas” en sentido confesional, pues respetamos las creencias personales de cada alumno. Sólo en la meditación podemos despertar y armonizar nuestras más profundas energías.

La mayor parte de nuestra vida está absorbida por las necesidades de los planos físicos y mentales. Cuando no sabemos discriminar lo urgente de lo importante, nuestra mente convierte todo lo cotidiano en preocupaciones, angustias, nostalgias y aprensiones. Compulsivamente, nos ocupamos más y más de lo que nos aflige sin comprender que el mejor camino para encontrar soluciones es dejar de fabricar problemas, y que la mejor manera de hacer esto es detenernos y buscar descanso en otros planos de existencia.

Hace tiempo que hemos comprendido que cuando una enfermedad se manifiesta en el plano físico, es porque lleva mucho tiempo produciéndose en el plano energético, y que es mucho más efectivo buscar el equilibrio en ese plano en lugar de tratar la enfermedad ya instalada.

Del mismo modo, podemos comprender que el acceso al plano Causal nos brinda contacto con la más poderosa fuente de sanación, energía y creatividad que podamos imaginar: lo que nosotros llamamos la Fuente Primal.

Los métodos que nos abren al contacto con esta Fuente son la vía más directa para recuperar nuestro equilibrio físico, emocional y mental.



¿Qué es la Fuente Primal?

A lo largo de los siglos hemos ido creando una infinidad de conceptos e imágenes para intentar transmitir esta experiencia. Por su puesto, ningún concepto puede abarcarla ni expresarla, sólo puede apuntarla para que los buscadores y buscadoras se lancen hacia ella. No podemos decir que son sinónimos, pero sí podemos apreciar matices de lo que concebimos como la Fuente Primal en lo que Lao Tse llamó el Tao (La Madre de todas las cosas), lo que Buda denominó el Vacío, lo que Aristóteles llamaba el Motor inmóvil; algo encontramos en lo que el Budismo Tibetano denomina Rigpa, en el Gran Espíritu de los nativos americanos o en el Espíritu Santo del cristianismo.

La Fuente Primal constituye el origen, el camino, el fin y la naturaleza esencial de todo lo que existe. Es el Ser puro sin atributos, la Conciencia absoluta. Y constituye Aquello que somos en lo más profundo de nosotros mismos.

La Fuente Primal es esa dimensión a la que accedemos cada noche durante el dormir sin sueños, es decir, durante el único momento del día en que verdaderamente descansamos (aunque lo hagamos de manera inconsciente). Unos pocos minutos en ese estado de cesación mental y absorción en el Principio, aporta más descanso y renovación celular, mental y existencial que horas de reposo superficial; que cualquier alimento, que cualquier técnica artificial de relajación.

Al brindarnos acceso a nuestra herencia genética y al armonizar nuestras energías, la Danza Primal aporta muchos beneficios en cuanto a nuestra salud física, emocional y relacional. Pero el fin último de esta danza es abrirnos las puertas de nuestra naturaleza esencial, de nuestro verdadero ser, de nuestras raíces kósmicas, más allá de nuestras formas pasajeras; pero lo fundamental es que no pretendemos alcanzar esto negando la vida sino abrazando nuestra humanidad y el mundo tal como son.






¿De qué manera este método permite tener acceso a profundas fuentes de potencial e inspiración, en apenas minutos?

Todos los elementos que acabo de describir, al integrarse metódicamente, se potencian mutuamente y desplieguen un enorme poder transformador. Los movimientos arquetípicos, activados por la respiración conciente, la música étnica, el encuentro grupal y la meditación permanente, permiten un acceso inmediato a la Fuente Primal de la que todo emana. Esto permite percibir en minutos lo que antes parecía llevar años de práctica, pero por su puesto, estabilizarse en esos estados de conciencia expandida requiere un trabajo permanente, responsable y sistemático. De lo contrario se convierten en meras experiencias aisladas sin poder transformador. Lamentablemente, muchas técnicas no logran trascender este nivel de la mera experiencia emocional, que puede ser muy intensa, apasionada y entretenida, pero no transforma.


¿Cuáles son los movimientos y sonidos originales, arquetípicos o primales que activan los centros energéticos y qué origen tienen?

Los Movimientos y Sonidos Primales son matrices fisicodinámicas de naturaleza arquetípica, que encarnan principios cósmicos, actuando como interfaces entre lo Causal y lo humano. Estos movimientos y sonidos se fundan en principios trascendentes y al mismo tiempo se van plasmando a lo largo de los milenios en cada ser vivo, en cada cultura que los actualiza en la vida cotidiana, mediante acciones cargadas de significado vital, emocional, afectivo y trascendente.

En gran parte los recibimos genéticamente, pero su origen último no es biológico sino cósmico, o mejor sería llamarlo Kósmico, tal como se comprendía al universo antes de que la ciencia moderna lo redujera a mera materia sin sentido ni finalidad. Los Movimientos y Sonidos Primales encarnan los Principios Kósmicos y los traducen en formas anatomofisiológicas plenas de sentido, en comportamientos ancestrales, en gestos, en manifestaciones que despiertan en nosotros de manera inmediata una conciencia ampliada. Se relacionan con los campos morfogenéticos de los que habla Rupert Sheldrake.

Son Movimientos y Sonidos Primales el gesto victorioso de un guerrero, el acunamiento de los brazos de una madre, el susurro de los amantes, el postrarse ante lo divino, las oraciones y los mantras, el alzarse de las cenizas, el saludo en Namasté, los cantos sagrados, las manos que ofrendan, el grito de victoria, los ojos que imploran, los lamentos indios.


¿Cómo es una sesión de Danza Primal?

Hay das formas básicas de sesión.
La primera es la que utilizamos en grandes grupos, por ejemplo en congresos y clases de presentación. Y es la misma forma que utilizamos en las prácticas diarias en nuestros hogares. Se trata de una forma estandarizada que viene contenida en los Cds de Danza Primal, los que incluyen un manual que explica los pasos de la práctica. Digamos que es la forma “envasada”.

Este tipo de sesión comienza con una meditación-centración, en la que una música de contenido místico nos invita a recogernos en nuestro ser más íntimo y observar ecuánimemente nuestro aquí y ahora.

A continuación nos incorporamos y realizamos una breve hiperventilación que activa nuestra energía.

Lugo la música nos va guiando por un viaje a lo largo de nuestros centros de energía o chakras, los que vamos despertando mediante la actualización de los Movimientos y Sonidos Primales y siguiendo los siete principios fundamentales que nos orientan en la Danza:

1. conciencia y sensibilización (actitud meditativa durante toda la práctica)
2. respiración conciente,
3. focalización (en cada chakra y sus funciones físicas y mentales),
4. integración (de todo el cuerpo, el espacio y los otros),
5. expresión (libre manifestación de todo lo que emerge),
6. sonorización (libre expresión de sonidos primales),
7. imaginación creativa (actitud de apertura a los contenidos inconscientes que emergen durante la danza).


Mediante este trabajo, vamos despertando las que hemos denominado “siete capacidades básicas de la persona plenamente viva”, que son una versión psicológica de las funciones atribuidas tradicionalmente a los siete chakras o centros de energía de los que nos habla el Yoga.

1. Centro Bajo. Capacidad de Confianza Básica
2. Centro Pélvico. Capacidad Extática o de Gozo
3. Centro Medio. Capacidad Emotiva y Poder Personal
4. Centro Cardíaco. Capacidad Afectiva
5. Centro Laríngeo. Inteligencia Creativa
6. Centro Frontal. Capacidad Intuitiva
7. Centro Coronario. Trascendencia

Para más detalles sobre los principios y capacidades básicas sugiero consultar la entrevista que aparece en Uno Mismo nº 162 de junio del 2003

La otra forma de sesión es la que realizamos habitualmente en nuestros cursos.
No se trata de algo tan estandarizado sino de una inmersión mucho más profunda en la experiencia de cada chakra y todas sus dimensiones (físicas, mentales y espirituales). En estas sesiones instrumentamos una gran cantidad de ejercicios individuales, en parejas y grupales que se van ajustando al momento y necesidades de cada grupo.



¿Por qué las terapias corporales tienen tanta potencia, en relación a las terapias verbales?


Las terapias más potentes no son las corporales sino las integrales. Una terapia meramente corporal en la que no se incorpora el lenguaje no es potente, parece potente, pues produce disociación, experiencialismo sin integración y, en algunos casos, graves problemas éticos, pues es la palabra la que establece acuerdos, pautas y compromisos a cumplir.

La verdadera potencia terapéutica está dada por el enfoque integral donde todas las manifestaciones y potencialidades humanas son consideradas y estimuladas. En nuestro enfoque le damos una importancia central a aprender a comunicarnos eficientemente con nosotros mismos y con el otro.

A toda persona que esté realizando una terapia o camino de crecimiento que no incluye en la misma proporción, ni más ni menos, lo verbal, le sugiero que busque otra o que la complemente con una terapia en la que pueda verbalizar, poner en palabras, razonar, evaluar y comprender. Lo otro es muy peligroso para la integridad personal y social.

En cuanto a la importancia de la integración de lo corporal en las terapias, la misma está dada por el hecho de que las terapias corporales permiten el acceso a niveles del psiquismo que son incluso previos, evolutivamente, a la aparición del lenguaje. Es decir que mediante lo corporal podemos acceder a capas muy profundas de la personalidad y producir cambios que eran difíciles de imaginar en la era de las terapias exclusivamente verbales. En la actualidad podemos acceder no sólo a las etapas más tempranas de la infancia, cuando el lenguaje recién comienza a estructurarse, sino incluso a los primeros días de vida, a la experiencia del trauma del nacimiento y hasta a la vida intrauterina.

Obviamente que todo esto está abriendo un campo de exploración, desarrollo personal y sanación enormemente amplio, lo que nos está enfrentando día a día con la necesidad de ampliar nuestros mapas de la mente y de la psicoterapia.

La Danza Primal procura ser un sendero más en esta enorme cartografía de la experiencia interior, que las terapias corporales nos están ayudando a desplegar.


A su juicio ¿Cuál es la relación de los chilenos con su cuerpo? ¿Existe miedo a despertar los centros energéticos? ¿Cómo lo viven?


Mmmm.... no me gustan las generalizaciones...... tenemos muchos alumnos en Chile, y entre ellos ha habido y hay psicólogo-as, médicos, bailarine-as, terapeutas corporales, terapeutas florales, sacerdotes, artistas, periodistas, etc. Obviamente, cada uno de ellos, como grupos y como individuos, se relacionan con sus cuerpos de maneras muy diferentes, encarnando en cada grupo casi todas las formas posibles.

Si tú me presionas a hacer una generalización y me pides que compare al típico rotito chileno con una garota de Ipanema o con otro chileno, pero de Isla de Pascua, obviamente vamos a encontrar diferencias; del mismo modo que si comparamos la cueca con el mambo. Pero te cuento algo muy interesante.

Cuando realizamos nuestros intensivos de verano en Argentina, se reúnen muchos alumnos de todos los países, tropicales, caribeños, sureños, del Atlántico y del Pacífico. Y si yo te invitara a ti y te pidiera que distinguieras en un gran grupo a una chilena de una colombiana, en muchos casos te resultaría difícil.
Esto significa que los Movimientos Primales son universales y que cuando nos conectamos con ellos estamos llegando a una raíz común transnacional y transracional.

Pero volviendo a tu pregunta, percibo que en los últimos años está cambiando muy rápida (aunque no sé si tan profundamente) la relación de los chilenos con sus cuerpos. Puedo verlo no sólo en los grupos sino en las revistas, en las publicidades callejeras, en la poca televisión que alcanzo a ver cuando vengo a Chile. Este cambio, movido por muchas causas, no todas tan serias y profundas como las terapias corporales, tiene bastante de snobismo, destape e intrascendencia, lo cual es comprensible dada la historia chilena. Pero debajo de esta superficialidad percibo un movimiento menos aparente, lento y sostenido hacia una conciencia mucho más asentada en la corporalidad. Obviamente en los grupos de trabajo corporal esto es más evidente, pero la llegada de las capacitaciones a las empresas, a las municipalidades, a los colegios y la irrupción del Movimiento de Desarrollo Personal e Interpersonal en la Universidades chilenas, lo que las está colocando en un lugar pionero en Latinoamérica, está produciendo un despertar de lo corporal al que le auguro un maravilloso futuro, para bien de todos los chilenos.

Un aspecto de la corporalidad chilena que quisiera poner en consideración por lo preocupante está ligado a los nuevos hábitos alimenticios de la clase media de este país. Cuando estoy en lugares públicos percibo que la ingesta de hidratos de carbono y comida chatarra en Chile es superior a la media que observo en otros países latinoamericanos y muy superior a la que aprecio en Europa. La cantidad de obesos que se puede observar en las calles chilenas es similar a la que se observa en Estados Unidos o Alemania (dos países que influencian mucho la alimentación de este país). Esto me parece un tema a tener muy en cuenta por parte de las autoridades sanitarias y los educadores.



Según su experiencia en terapia corporal ¿Cómo somos los chilenos? Y ¿De qué modo se refleja en nuestro cuerpo?

Nuevamente me invitas a generalizar. ¿Quién es “el chileno”?, ¿Iván Zamorano, Cecilia Bolocco, , el Chino Ríos o el profesor Rosas? ¿Hay alguna relación entre la corporalidad del Coco Legrand y la de Jaime Guzmán? Pues bien, todos ellos son chilenos. ¿Vamos a hablar de la corporalidad del Santiaguino, de la del pescador de Lebu o de la del minero de Calama?. Conozco chilenos introvertidos y conozco extrovertidos, acomplejados y autosuficientes, humildes y engreídos. Conozco chilenos que parecen argentinos y chilenos que parecen bolivianos. Y todo esto se ve en sus cuerpos.

Si tú quieres, puedo decirte que a nivel muy general, en las calles, en el metro, la corporalidad chilena expresa una carencia de alegría, de expresividad lúdica, de felicidad vital. Esto se percibe en todas las grandes ciudades, pero en algunas se más evidente. Obviamente, se ve más en Santiago que en Bahía. Te diría que para que en una fiesta chilena se perciba la alegría de una fiesta colombiana tiene que correr mucho más alcohol, y esto es preocupante, pues está indicando que a nivel popular tenemos que alienarnos para soltarnos; no podemos hacerlo fácilmente, necesitamos una ayuda química.

Tampoco se percibe que fluya la agresividad. En las calles, a excepción de los micreros y ciertos conductores, que la mediatizan en sus máquinas todopoderosas de atropellar, los chilenos se ven más atados, como mordiendo los dientes mucho más que en otras grandes ciudades. Por supuesto, lo ideal no sería que la suelten insolentemente como en Buenos Aires o Sáo Paulo, sino que fuera menor y más metabolizada.

Considero que frente a todos estos desequilibrios, las terapias corporales tienen mucho por decir y por hacer. Dentro de este fecundo movimiento, la Danza Primal viene a hacer su humilde aporte para quienes buscan en el cuerpo aquello que lo constituye y, al mismo tiempo, lo trasciende: su esencia y su trascendencia.


Daniel Taroppio