viernes, noviembre 28, 2008
María: Posible Canal Intermediario
La Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas, realiza un experimento en la casa de las caras de Bélmez con una relevancia crucial en las hipótesis de formación de las caras hasta nuestros días y para las futuras investigaciones.
Por : Pedro J. Fernández ( Coordinador SEIP Murcia - Consejo SEIP Internacional )
La Parapsicología moderna centra más su atención en las causas a través de las cuales se produce uno de estos acontecimientos de origen anómalo, que en la naturaleza que pudiera haber lanzado su manifestación. Sin embargo, "Las Caras de Bélmez" rompen los estereotipos de un fenómeno extraño. No se trata de algo que adquiera un perfil efímero sino por el contrario duradero, objetivo y en constante e imperecedera evolución. Son de tal magnitud las pruebas que afloran desde el suelo de esta casa que ya no nos queda más remedio que escudriñar sobre quién o qué es el responsable de la reorganización molecular del agua para formar intencionada e inteligentemente los retazos de rostros delineados con una estremecedora perfección. Ante tal incógnita, las posturas racionalistas han fracasado en su intento de explicación frente alos planteamientos trascendentalitas. Y a la vista de los hechos, La Parapsicología parecía haber encontrado un término con el que expresar la supuesta interacción inconsciente de un individuo para crear imágenes sobre una determinada superficie: se consolidaba así el vocablo "Teleplastia"- posible exteriorización no controlada de una imagen producida en algún lugar de nuestro cerebro y posterior plasmación a distancia sobre una superficie sin que exista manipulación física alguna-. Pero esta denominación no ha convencido a algunos que piensan que llamar teleplastias al "fenómeno Bélmez" supone presuponer su origen sin una demostración que así lo ratifique.
No obstante, 31 años de "caras" han servido para tener en cuenta muchos detalles que, si bien no certifican nada, sí invitan a moldear una hipótesis dirigida hacia la relación visible entre la dueña del inmueble y los rostros de su cocina. Para este planteamiento hemos de reunir las piezas de un complejo rompecabezas que comienza en 1971 con la enfermedad desarrollada en María Gómez: las fiebres de malta. Un trastorno físico y mental capaz de alterar la conciencia dando lugar así a una supuesta liberación endocoloplástia. Es curioso observar que el máximo número de caras perfectamente delineadas se formaron durante los primieros cinco años, el mismo tiempo que de forma aleatoria María no se "despegó" de tal enfermedad. Las formas aparecidas reflejaban sufrimiento y dolor como si a través de ellas se estuviera proyectando la vida de nuestra protagonista, una vida marcada por la desdicha y la malaventura.
Por otra parte, la historia certifica el desvanecimiento de las formaciones durante el internado de María en el hospital de Jaén. ¿Es ella el hilo conductor de la manifestación?, ¿es quién incide directamente y de forma desconocida en la conservación visual de los rostros? Los hechos acaecidos en un periodo de siete días nos invitan a pensar afirmativamente cuando, al causar alta en el hospital, las caras recuperan la potencialidad inicial. Pero existen más indicios que apuntan a una manifestación teleplástica...
¿Por qué a mí?
Una de las preguntas que siempre nos ha planteado la anciana no es otra que "¿por qué a mí? ¿por qué yo? ¡O Dios me ha querido mucho, o no me ha querido nada!.
Las constantes sobre las que se han trabajado y que corresponden a:
1.- Hallazgo de varios camposantos bajo el lugar de edificación de la casa en cuestión como también bajo los inmuebles que franquean el número 5 de la calle Real y
2.-mismo porcentaje de humedad para todos ellos, provocado por la corriente del río que pasa bajo el pueblo.... nos revelan la existencia de una variante clara: María En definitiva lo que para algunos puede ser tomado como fruto de la casualidad, para otros muchos es el resultado de la causalidad. Pero tales "causalidades" no parecen ser suficientes. Encontrar el eslabón que permite el fenómeno teleplástico supone la espera y consiguiente llegada de un avance tecnológico capaz de realizar un certificado de garantía que por el momento no poseemos. Sabemos que en la clasificación de los fenómenos extraños, los llamados psi-gamma- fenómenos estrictamente psíquicos- encierran mayor misterio que los que tienen una derivación o manifestación física. El fenómeno de Bélmez podría ser una mezcla de ambas clasificaciones. Decía Charles Rizt que las teleplastias son las facultades de objetivarse una energía procreada en el inconsciente, dándole forma a distancia sobre una superficie. Ante lo cuál podríamos bordear los precipicios de la locura al intentar descubrir el interior inconsciente que se aloja en el armazón psíquico de María.
Es por ello que la hipótesis teleplástica pueda coger más peso si de forma arriesgada la complementamos con la actuación de otras inteligencias procedentes de regiones nunca encontradas. Es el momento de hablar de un posible y extraño "radio-enlace triangular".
María asegura que los rostros son para ella tan desconocidos como pueden serlo para nosotros. ¿Podría estar siendo manipulada y utilizada por otra u otras inteligencias ajenas a ella? Ha quedado demostrado que los trazos y delineaciones manifestadas sobre el suelo de su casa poseen el don de la inteligencia; sin embargo esos trazos sólo están formados por moléculas de agua- químicamente hablando-. ¿Es el agua inteligente? Estas cuestiones nos llevan a la hipótesis de que posiblemente las formaciones de los rostros puedan ser la unión de una inteligencia desconocida que emitiera mensajes, que a su vez fueran captados y proyectados mediante un canal psíquico que intercediera sobre el entorno más cercano. María sería la antena de recepción y emisión finalizando el proceso ideoplástico en una superficie moldeada con uno de los cuatro elementos: el agua.
Estaría dispuesto a aceptar cualquier réplica a un comentario de tal trascendencia si no se diera la "casualidad" que bajo el principal escenario de la aparición existe un cementerio en el que las personas allí enterradas fueron presuntamente decapitadas; en cualquiera de los casos, entre los restos encontrados no se hallaron cráneos. ¿Es un casual que sobre un cementerio donde no hay cráneos aparezcan cientos de caras? Podría serlo pero ya son muchas las casualidades enumeradas en el presente escrito.
Dos días antes de la aparición de la primera cara en el suelo de aquella cocina, se practicaba una reforma en la iglesia que linda con el hogar de María. Curiosamente durante la excavación se encontraron restos similares a los aparecidos bajo el suelo de la cocina de la anciana. El párroco de la época ordenó el traslado de los restos al cementerio católico de Bélmez. Lo nuevamente curioso es que los vestigios encontrados pertenecían a un enterramiento datado aproximadamente del siglo XII. Si unimos las casualidades descritas podríamos tener lo que sigue: restos árabes trasladados a un cementerio de distinta creencia o religión. Cuerpos sin cráneos y aparición de caras. ¿Querrían "ellos" presentarnos el objeto de una injusticia y la disconformidad de su traslado a otro lugar de reposo? ¿Podrían haber encontrado el medio y las condiciones perfectas para su "protesta"?
Hoy por hoy es imposible certificar todo esto pero por muy racionalista que pueda considerarme no puedo desestimar la posibilidad de que ocurriera así.
María sigue cuidando de sus caras, reza constantemente para que no se marchen y sigan haciendo mutua compañía. De ser cierta la hipótesis teleplástica todo cuadra a la perfección. María se hace mayor y su ánimo se ha visto destrozado en multitud de ocasiones, al igual que las caras han ido perdiendo intensidad. Es como si se apagara una vela que ilumina a la vez a dos tipos de existencia y por lo tanto las repercute por igual.
Solo nos queda una pregunta: ¿qué pasará cuando María fallezca? Puede que en ese momento todo y cuanto se ha dicho sobre el fenómeno de Bélmez tenga que ser rectificado y nuestras hipótesis queden en errores constructivos que darán paso a nuevos postulados por quienes tomen las riendas de un caso que no puede ni debe caer en el pozo del olvido.
Ojalá alcancemos las respuestas antes del día "D" y no tengamos que "afirmar o negar" tras la llegada de esa compañera inseparable. Nos queda mucho camino por recorrer y espero de corazón disponer de un buen número de años más para seguir investigando, lo que significará que el verdadero tesoro de Bélmez de la Moraleda, MARÍA GÓMEZ CÁMARA, seguirá allí, en su particular rincón y con sus manos en el regazo mientras dialoga con un prodigio del cual posiblemente ella forme la más principal de las partes.
Este artículo proviene de Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas
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