viernes, noviembre 28, 2008
Principios del Desarrollo de un Sanador
Nuestro interés en el desarrollo del sanador tradicional nos llevó a examinar los principios que dirigen el mismo. Utilizando el método de historias de vida fuimos descubriendo que la educación de los sanadores tradicionales enfatiza una serie de principios que ellos llaman "desarrollo de facultades". A continuación se describen estos principios:
I. El sufrir como una experiencia que nos capacita para ayudar a otros y facilita la comprensión de sus problemas
El desarrollo de facultades concibe el sufrimiento de una manera positiva debido a que se considera que por medio de este "se fortalece el espíritu" y desarrollamos compasión hacia el sufrimiento de otras personas. Es en este contexto que se habla de las pruebas de la vida y de la importancia de encontrar un significado al sufrimiento. El sufrir es visto como un aspecto fundamental de la vida, el cual nos va fortaleciendo para trabajar como sanadores.
Un dato interesante es que varios sanadores tradicionales reportaron haber sufrido una crisis emocional y durante el proceso de superar esta crisis es que empiezan a desarrollar facultades. Es decir que en el caso de estos participantes el haber sufrido este desequilibrio emocional fue lo que los motivó a elegir la vocación de sanador. Más aún, para resolver su crisis fue necesario comprometerse a ayudar a otros. Este tipo de sanador es lo que se conoce en la literatura como el "wounded healer", porque ha resuelto convertirse en sanador para "curarse" de su problema y resolver su crisis emocional.
Si sabemos que uno de los requisitos más importantes para establecer una relación de ayuda es la empatía, ¿qué medio más efectivo para desarrollarla que haber sufrido? ¿No comprendemos mejor una situación o problema cuando la hemos experimentado en carne propia? Nuestro sufrimiento nos ayuda a ser más compasivos y a establecer relaciones de ayuda más efectivas.
II. Importancia de la dimensión espiritual
Para el sanador tradicional la realidad de una dimensión espiritual o transpersonal está basada en experiencias vividas, no solo en creencias basadas en fé. Para los sanadores los seres espirituales no son conceptos abstractos ni símbolos para explicar la realidad. Ellos pueden ver los espíritus, escuchar sus voces y experimentar su realidad en el trance mediúmnico. Están constantemente interaccionando con la dimensión espiritual, lo que los lleva a integrar esta dimensión a sus vidas.
La familiaridad e intimidad con el mundo espiritual se manifiesta de varias formas en las vidas de los sanadores. Algunos médiums se refieren a sus guías espirituales como amigos y otros piensan que sus guías espirituales fueron sus familiares en otras vidas. Los médiums también se refirieron a sus guías espirituales utilizando el concepto de familia invisible.
Ellos describen que sus guías espirituales les ofrecen orientación y apoyo cuando confrontan una situación difícil. Señalan sentirse con más confianza y poder cuando están acompañados de sus guías espirituales. Se refieren a sus guías espirituales como maestros que los inspiran y motivan a desarrollar su potencial. Los guías espirituales son considerados también como una fuente de creatividad pues a través de ellos los sanadores reciben poemas, canciones y mensajes. Uno de los sanadores reportó haber escrito un libro que fue "dictado" por los espíritus.
Para los sanadores tradicionales una relación auténtica y efectiva con el mundo espiritual provee los recursos necesarios para asistir a otros en sus problemas. Del mundo espiritual es que se obtiene el poder para convertirnos en agentes de ayuda.
III. Orientación de servicio:
El servir a otros es lo que le da significado al desarrollo del sanador. Ellos expresan esta orientación de distintas maneras. Una mujer sanadora llamada Miriam señaló que ella quiere convertirse en una médium de 24 horas y que se acuesta en paz cuando ha ayudado a alguien a ser feliz. Para ella como para otros sanadores ser un sanador es un estilo de vida dedicado a ayudar a la comunidad. Un sanador de 85 años declaró que el continuaría ayudando a las personas hasta el momento de su muerte y añadió lo siguiente: "No necesito ni mis ojos, oídos y manos para trabajar como sanador. Lo que necesito es mi voluntad y deseo de ayudar a otros". Doña Gela en varias ocasiones ha trabajado hasta las dos y tres de la mañana debido a la gran cantidad de gente que busca sus servicios.
Esta misma orientación de servicio es lo que lleva a muchos sanadores a no cobrar por sus servicios o pedir lo que la persona le pueda dar. El modelo de desarrollo de facultades enfatiza que el dinero que reciba el sanador por su trabajo, si alguno, debe ser algo suplementario y no lo debe hacer más rico que a los otros miembros de su comunidad. Dentro de este modelo se refuerza el principio de que los buenos sanadores no cobran por su trabajo porque el poder que ellos tienen es un don que tiene que compartirse gratuitamente. Generalmente, se sospecha de las intenciones de los sanadores que cobran por sus servicios.
IV. El desarrollo del carácter es más importante que el aprendizaje de técnicas:
Desarrollo de facultades tiene como principio que el carácter del sanador es el aspecto central del proceso de ayuda. El aprendizaje de técnicas debe ocurrir dentro del contexto del desarrollo del carácter. Los sanadores efectivos no son aquellos que sólo aprenden las técnicas de ayuda sino aquellos que transforman su carácter en el proceso de ayuda. Como uno de los sanadores expresó: "La honestidad es la única técnica que yo utilizo en mi trabajo".
Convertirse en sanador tradicional significa desarrollar características tales como respeto, amor, compasión, honestidad y compromiso con el trabajo de ayuda. Para trabajar como sanador es necesario "preparar el espíritu". Este concepto envuelve el desarrollar cualidades morales y lograr conciencia sobre nuestros defectos y debilidades. De acuerdo a los sanadores hay que preparar el espíritu porque uno no puede dar lo que no tiene. Se necesita cultivar el carácter para aumentar el poder de sanación y la efectividad como agente de ayuda. Un sanador señaló lo siguiente: "De nada vale que te hayas leído todos los libros del mundo, si no te has desarrollado espiritualmente".
Un sanador efectivo es definido mayormente por la presencia de virtudes y cualidades morales. El modelo de desarrollo de facultades considera que los sanadores deben cultivar las siguientes cualidades:
1. Humildad:" No se debe creer que el poder de ayuda le pertenece al sanador." "Uno tiene que ayudar a otros sin pedir que se nos reconozca por ello." "Uno no debe creerse que se lo sabe todo".
2.Honestidad: "Un sanador debe reconocer que a veces es imposible ayudar a alguien."
3.Amor: "El amor hacia la humanidad es la base del desarrollo de facultades. Trata de desarrollar en ti mismo un amor bien grande".
4. Perdón: "Uno tiene que perdonar a aquellas personas que han tratado de causarle daño a uno."
5. Respeto: "El respeto a otros no está basado en lo que tienen sino en lo que son."
6. Tolerancia: "Uno tiene que aprender a no juzgar ni a criticar a otros."
Estos atributos no solo se usan para describir a los buenos sanadores, sino que también representan valores importantes en la cultura puertorriqueña.
Desarrollo de facultades como modelo para preparar profesionales de ayuda recalca la importancia de que el sanador examine su vida y que reflexione sobre las implicaciones morales de su conducta. Sobre este asunto uno de los sanadores manifestó: "La lucha más grande es conmigo mismo, porque al trabajar conmigo puedo ser de ayuda a otros."
V. Asociación entre el desarrollo de la capacidad de ayuda y la vulnerabilidad:
A medida que el poder del sanador aumenta, éste es más vulnerable a utilizarlo para otros propósitos que no sean el de ayudar. El desarrollo de facultades recalca que el sanador tiene que utilizar sus facultades sólo para hacer el bien o si no se corre el riesgo de perderlas. Los sanadores se enfrentan con clientes que les piden si pueden realizar algún trabajo de brujería y tienen que decidir si es aceptable utilizar sus facultades para hacerle daño a otros. Los sanadores también pueden perder sus facultades si rehusan ofrecer ayuda a aquellos que la necesitan.
VI. Realidades múltiples
Desarrollo de facultades apoya el paradigma de realidades múltiples en la educación y el desarrollo del sanador (Baron, 1983; Berger, 1977). Este paradigma señala que la realidad ordinaria es una dentro de un número de realidades y estados de conciencia. La educación del sanador tradicional esta basada en una concepción diferente de lo que es la salud mental y lo que es la realidad. La salud mental no se concibe como la capacidad de estar en contacto con la realidad, sino como la capacidad de vivir en un mundo de realidades alternas pero con el control de conectarse con cada una de estas realidades voluntariamente. Relevante a esta discusión es una recomendación ofrecida por Rogers (1980):
Considero que en el futuro nuestras vidas y nuestra educación se basarán en el principio de que hay tantas realidades como personas y que nuestra prioridad es aceptar esta hipotésis y proceder de este punto (pp. 104-105).
VII. Todas las personas tienen el potencial de convertirse en sanadores
La capacidad de ayudar a otros se considera un don que puede ser desarrollado por cualquier individuo. Aquellas personas que en determinado momento de sus vidas necesitaron ayuda se pueden convertir en el futuro en sanadores debido a que han aprendido a superar sus problemas y pueden compartir lo aprendido con otros. "Desarrollo de facultades" no establece una separación profunda entre sanador y paciente porque se reconoce que estos roles son reversibles. Un sanador comentó lo siguiente: "Yo no entiendo que yo tenga algo especial. Lo mismo que yo tengo lo tienes tú. Yo creo que todo el mundo nace con la misma capacidad. Yo creo que no soy privilegiada".
VIII. El sanador es un instrumento a través del cuál se manifiesta la energía de sanación:
El proceso de sanación en el modelo de desarrollo de facultades es básicamente uno en donde se remueve energía negativa del cliente y se intercambia por energía positiva. El sanador es un canal de energía y por lo tanto no es responsable del éxito o fracaso del proceso de ayuda.
El sanador tiene que aprender a controlar la " energía de sanación" para utilizarla de manera efectiva. Tiene que preparar su espíritu para convertirse en un canal de energía de sanación. Los llamados "despojos" se utilizan para eliminar la energía o vibraciones negativas del cliente y a la misma vez impregnarlo con energía positiva. Se concibe la enfermedad como un desequilibrio en el sistema energético del individuo. La responsabilidad del sanador es colaborar en el equilibrio de este sistema.