Recientemente se descubrieron nuevas tumbas localizadas cerca de las tumbas denominadas "de los constructores de las pirámides", en el área sudeste de la Esfinge de Gizeh y al sur de Heit El Ghorab (Muro del Cuervo).
Encontramos alrededor de 15 nuevas tumbas de los artesanos que trabajaron las piedras. Las tumbas están hechas de ladrillos de arcilla, algunos con forma piramidal y los esqueletos estaban situados debajo de la estructura superior de ladrillos.
Estas tumbas recientemente descubiertas revelan mucho acerca de la vida y muerte en el Antiguo Imperio, así como los enterramientos de la realeza y nobleza al norte del muro y alrededor de las pirámides.
Las nuevas tumbas están hechas de ladrillos de arcillas, reforzados con trozos de piedra caliza, basalto y granito. Al parecer se utilizaron materiales desechados de las pirámides. Se han encontrado tumbas con largas cámaras abovedadas y dos falsas puertas a través de las cuales el difunto se comunicaba con el más allá.
Los restos de esqueletos nos hablan acerca de sus vidas. Representan el 80% de la población; reyes, reinas y nobles sólo suponían el 20%.
El estudio de los esqueletos indica que hombres y mujeres eran igualmente representados, la mayoría de las veces enterrados en posición fetal y con la cara vuelta hacia el este y la cabeza en dirección al norte.
El estudio preliminar muestra que muchos hombres no vivieron más de 30 a 36 años y se pueden apreciar vestigios de artritis degenerativa en la columna vertebral, particularmente en la región lumbar y las rodillas, indicios de haber realizado trabajos duros como los del campo. Se encontraron vestigios de fractura de huesos, especialmente cúbito, radio y fíbula, tanto en miembros de las clases inferiores como superiores. Muchas de las fracturas habían curado completamente, con una buena alineación del hueso, lo que indica que habían sido usadas férulas inmovilizadoras. Vimos dos casos, ambos hombres, que mostraron signos de amputación de la pierna izquierda y del brazo derecho, con signos de haber curado correctamente.
Las evidencias halladas tanto en las tumbas como en el tratamiento médico de estos artesanos es contrario a la creencia común de que los faraones utilizaron esclavos para construir las pirámides, una idea tan vieja que se remonta hasta Herodoto.
El escenario de los esclavos forzados a latigazos recibió apoyo del relato bíblico de Moisés y del Éxodo, así como del historiador del siglo I, Josefo. En nuestra época, Cecil B. de Mille galvanizó a las masas con sus películas, reforzando la falsa creencia popular.
En realidad, los obreros de las pirámides no eran esclavos sino campesinos reclutados en base a un sistema rotatorio, y que trabajaban bajo la supervisión de expertos artesanos y obreros, quienes no solo construyeron grandes pirámides sino también diseñaron y construyeron sus propias tumbas más modestas.
http://www.uk.sis.gov.eg/online/html9/o070723m.htm