viernes, noviembre 28, 2008

Secretos del Lenguaje Corporal


Fuente: Francisca Iñiguez, Terra Chile.

Cruzar los brazos, caminar erguida, jugar con el pelo o bajar la mirada son conductas que muchas veces realizamos en forma inconsciente. Cada uno de estos actos tiene su origen en el lenguaje corporal, el que muchas veces contradice nuestras palabras. Veamos lo que se dice al respecto.

(Mujereshoy) ¿Alguna vez se ha planteado que, según gente experta en el tema del lenguaje corporal, casi el 65 por ciento de la comunicación con las otras personas se basa en los gestos y movimientos que realizamos y que éstos pueden tener un significado muy diferente a lo que realmente queremos expresar?

De acuerdo a un artículo difundido por Terra-Chile, al comunicarnos emitimos, en forma inconsciente, un sinnúmero de señales que pertenecen al leguaje propio del cuerpo del que no podemos hacer caso omiso cuando lo que se busca es conocer a otras personas o expresarnos de manera coherente.

Veamos un ejemplo, ¿a quién no le ha pasado que conoce a alguien, pero sin saber por qué asegura que no hubo química entre ambas personas? En efecto, la primera impresión está estrechamente ligada a los gestos que realizamos y no debemos olvidar que sólo hacen falta unos pocos minutos para hacerle “la cruz” a alguien.

El lenguaje no verbal es en parte adquirido, nace con nosotros, forma parte de nuestras costumbres o lo imitamos de quienes nos rodean. Nuestros gestos y movimientos muestran nuestro estado de ánimo y reflejan la manera en que nos relacionamos con el resto.

La forma en que miramos, sonreímos, caminamos, movemos nuestras manos y nos sentamos, son algunos de los secretos que pertenecen al lenguaje corporal. Es importante conocer los significados de algunos de ellos, porque pueden ayudarnos a interpretar nuestros gestos propios o saber, ¿por qué no? en qué realmente está pensando la pareja, el jefa o la jefa.


Algunos de los secretos

El artículo de Terra entrega la siguiente pauta acerca del significado de los gestos más comunes que realizamos.

Mirar hacia abajo: Cuando hablamos con alguien y sabemos que está mintiendo, tendemos a desviar la mirada hacia el suelo. Este gesto quiere decir que desconfiamos de lo que el otro dice.

Caminar derecha: Por lo general, caminamos con los hombros hacia delante y la espalda curva, lo que muchas veces implica molestias a la columna. Y es que andar erguida no sólo es bueno para la salud, también deja en evidencia la seguridad y confianza en nosotras mismas.

Jugar con el cabello: Muchas mujeres tienen la costumbre de jugar con el pelo cuando se encuentran frente a alguna persona que les gusta. Este gesto representa coquetería, pero también puede reflejar inseguridad.

Cruzar los brazos: ¿Te has dado cuenta que cuando discutimos con nuestra pareja tendemos a cruzar los brazos? De ser así, hay que tener ojo, ya que ese movimiento quiere decir que estamos en una postura cerrada, crítica y en una actitud defensiva.

Movimientos afirmativos con la cabeza: Siempre que estamos de acuerdo con algún comentario, afirmamos moviendo la cabeza. Sin embargo, estos gestos revelan diferentes mensajes según su ritmo. Por ejemplo, cuando una persona nos habla y entendemos lo que dice, por lo general, movemos la cabeza en forma rápida, ya que estamos interesadas en lo que nos explica. Por el contrario, cuando no estamos de acuerdo con los argumentos que nos plantean la movemos mucho más despacio.

Comerse las uñas: Es muy común que cuando nos ponemos nerviosas, la primera parte del cuerpo que atacamos son las uñas. Según los expertos, este comportamiento deja en evidencia nuestra inseguridad y nerviosismo.

Cruzar las piernas y balancear los pies: Suele ocurrir que cuando estamos en una reunión muy aburrida, cruzamos las piernas y balanceamos los pies, lo que muchas veces es un acto involuntario. Cuando estamos sentadas, nos sentimos incómodas y nuestro único pensamiento es que llegue el minuto en que podamos irnos a la casa.

Señales de superioridad: Dicen que quienes se creen superiores al resto, con frecuencia prefieren mantenerse de pie cuando las otras personas están sentadas. Además, inclinan la silla, interrumpen a los otros y tienen un tono de voz que resalta.

Saber reconocer estas señales es crucial a la hora de enfrentarnos a otras personas, asistir a una entrevista de trabajo e incluso discutir con la pareja, ya que nos permite conocer comportamientos y estados de ánimo que no resaltan a simple vista.