sábado, enero 29, 2022

Feng Shui: Conceptos, Principios y Práctica

Zhizing Wang

Visión sobre el Feng Shui de uno de los maestros vivos más importantes que residen en occidente.

Así como la arquitectura trata mayormente acerca de los materiales de construcción y las funciones físicas de un edificio, Feng Shui trata más sobre el espíritu del edificio. Así como el diseño de interiores se enfoca más sobre vestir y maquillar una casa, Feng Shui está más preocupado por la sensación energética y la salud interna de la misma casa. Si la arquitectura y el diseño interior están centrados principalmente en el edificio mismo y sus accesorios, Feng Shui se preocupa más sobre la atmósfera y el entorno del edificio. El Ch’i es el concepto que los antiguos chinos usaban para describir a lo invisible incluyendo conceptos como espíritu, impresión, atmósfera, sensaciones, energía y campo de energía, etc.. En este sentido Feng Shui trata acerca del Ch’i del edificio y de su entorno.

Por ejemplo, algunas veces cuando alguien conoce a otra persona escuchamos decir cosas como “Esta persona no me gusta” ¿Cómo puede esta persona decir que no le gusta alguien que no conoce lo suficiente? Obviamente lo ha dicho observando la expresión y el espíritu (que los chinos llaman Ch’i) de esa otra persona. Por esto Feng Shui es también llamado Xiang Zhai, que significa “Lectura de una casa”.

Feng Shui está basado en una filosofía que cree en la armonía entre el ser Humano y el entrono natural. Los usos más antiguos que se conocen se encuentran en el libro clásico llamado Zang Shu llamado también “El libro de Burial”, escrito por Guo Pu (276 – 324 n.e.) un Maestro de Feng Shui de la la Dinastía Jin.

Feng Shui ha sido definido de la siguiente forma: “Feng Shui es tomar ventaja del Sheng Ch’i (Ch’i de la vida). El Ch’i se disipa cuando se encuentra con el Viento (Feng) y se queda cuando se encuentra con Agua (Shui). Nuestros ancestros han aprendido a acopiarlo de manera que no se disipe, haciendo que permanezca circulando. Esta es la razón por la que esta práctica es llamada Feng Shui.” Podemos ver a través de este concepto clásico que el Ch’i se encuentra en el centro de la definición y la práctica del Feng Shui.

En la naturaleza Feng Shui trabaja sobre dos aspectos: Primero para armonizar y aprovechar el Sheng Ch’i, que es un Ch’i activo, vivo y bueno. En segundo lugar anular y transformar el Sha Ch’I que es un Ch’I dañino, estancado y negativo.

Feng Shui es al la vez una ciencia y un arte. Es una ciencia en el sentido que existen leyes naturales que debemos seguir a la hora de construir un edificio o de vivir en una casa. Si seguimos estas leyes nuestra vida será sana y próspera. Sin embargo si no lo hacemos podemos vernos afectados por desastres o sufrir consecuencias negativas por ello.

Feng Shui es una antigua práctica que contiene mucho de la sabiduría interna que ha sido olvidada en los tiempos modernos por la arquitectura y el diseño. Este tipo de conocimiento es complementario a los que nos ofrecen hoy la ciencia moderna y la tecnología.

De todas maneras el ignorar la sabiduría contenida en el Feng Shui no trae necesariamente malas consecuencias; sin embargo si tomamos en cuenta los aspectos del Feng Shui en nuestra residencia, habrá más posibilidades de crear un entorno de trabajo o de residencia mucho más armónico y rico. En este sentido Feng Shui es una práctica artística y creativa. Sin ella podríamos no hacer nada malo, pero con ella seguramente que haremos algo positivamente bueno.

En lugar de preocuparnos demasiado sobre lo que está mal con el Feng Shui de nuestra casa, este arte trabaja creando un hogar o una oficina más sensitiva, delicada, confortable, atractiva y bella.

Feng Shui fue una práctica de la realeza china desde el principio. Como el Emperador tenía todos los recursos materiales y humanos a su alcance y a su disposición, los principios del Feng Shui están basados en la perfección y el idealismo enfatizando en la armonía, el balance, el placer la estabilidad, la reverencia por la naturaleza, la seguridad, el confort, la gracia, la grandiosidad, la cortesía y la conveniencia.

Aunque el Feng Shui se originó en la antigua China y tomó sus raíces de la tradición, su esencia y su práctica han ido más allá. Uno no tiene que adoptar actitudes orientales o cambiar nuestro estilo de vida para incluir el Feng Shui en nuestra vida. Al contrario, una buena práctica de Feng Shui debe estar integrada con nuestra forma original de vida cuando es aplicada. Debido a sutil la naturaleza de la práctica de Feng Shui, este requiere no solamente mucho conocimiento e información sobre el tema sino también una capacidad inusual de percibir el Ch’i o el campo sutil de la energía de la casa y su entorno. Esto es como cuando se trata de antigüedades, el experto podrá decir si se trata de una pieza genuina o de una falsificación mientras que a los ojos de un neófito puede parecer exactamente genuina. Esta clase de percepción aguda del Ch’i del edificio es la llave a la buena práctica de Feng Shui. Un experto con una percepción directa podrá diagnosticar tanto una casa como a una persona, dando las sugerencias apropiadas basadas en la situación particular, en lugar de dar fórmulas fijas, cambiando el Feng Shui con una energía curativa.

Debido a la naturaleza sofisticada de la práctica de Feng Shui, un proyecto puede necesitar ser trabajado de varios ángulos diferentes. Hay una descripción clásica en un libro histórico acerca del emperador Wu de la Dinastía Han que convocó a grupo de los expertos especializados en diversos aspectos de Feng Shui para discutir la boda de una princesa: Cada uno de ellos encontró diferentes aspectos sobre la boda, dependiendo cada una de ellas de la visión personal de cada maestro.