sábado, marzo 19, 2022

La Guerra Espiritual en La Biblia

CONOCIENDO A NUESTRO ADVERSARIO.

Ninguna estrategia sería completa sin conocer algo del enemigo al que se pretende hacer frente. No hemos de vivir obsesionados por Satanás y sus demonios, pero tampoco hemos de ignorarlos y permitirles actuar impunemente. Son lo que podríamos llamar la parte negativa del cuadro que la Escritura nos presenta. Vamos a examinar al enemigo (Satanás y sus demonios) bajo tres aspectos: 1. Pasado, 2. Presente y 3.Futuro.

EL ENEMIGO – SU PASADO.

1. Isaías 14:12-17, nos da información sobre Lucifer, "hijo de la mañana".
- Su nombre es Lucifer ("portador de luz" o "brillante"). Versículo 12.
- Cayó del cielo y fue arrojado a la tierra. Versículo 12.
- Su actividad debilitaba a las naciones. Versículo 12.
- Su arrogancia y soberbia provocó su caída. Versículos 13-17.

2. Ezequiel 28:11-17, nos da más detalles acerca de Satanás, usando al rey de Tiro como símbolo suyo. La descripción que se nos hace deja pocas dudas acerca del personaje:
- "era el sello de la perfección, lleno de sabiduría y acabado de hermosura". Versículo 12.
- Vivió en Edén. Versículo 13.
- Parece haber estado íntimamente familiarizado con instrumentos musicales (algunos especulan sobre la posibilidad de que estuvieran incorporados en su propio cuerpo). Versículo 13.
- Era perfecto en todos sus caminos. Versículo 14.
- Su corazón se enalteció a causa de su hermosura. Versículo 17.
- Como resultado, fue arrojado por tierra. Versículo 17.

3. Resumiendo estos pasajes, podemos decir que:
- Satanás era un ser creado lleno de sabiduría y un líder entre los ángeles del cielo. (Se ha sugerido que era uno de los tres arcángeles juntamente con Miguel y Gabriel).
- Parece que tenía cierta responsabilidad musical y que podía bien ser el director de los coros celestiales.
- El orgullo fue la causa de su caída.
- Su iniquidad y rebelión ha influido en toda la tierra, y sigue haciéndolo.

4. Jesús y Satanás...
En el episodio de la tentación del Señor Jesús que hallamos en Mateo 4 y Lucas 4, la tercera y última tentación que el Señor sufrió fue la oferta que Satanás le hizo para que lo adorara. Este es el asunto principal en toda la tierra: ¿a quién vamos a adorar?

Jesús respondió con un "Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás". Por fin se había descubierto la verdadera intención del diablo... él desea que el mundo le adore a él y no a Dios. La principal actividad que él y sus demonios llevan a cabo en toda la tierra es oponerse a la adoración del Dios verdadero, y desviar hacia sí esa adoración.

El dios de este siglo

Satanás se presenta en el Nuevo Testamento como el poder que domina la vida terrenal de la humanidad no redimida y se le llama el dios de este mundo. 2 ª Corintios 4.4. 1ª Cor. 2:12; Efesios 2:2 y 1ª Juan 4:6.
Ángeles caídos
Apocalipsis 12:4 " Y su cola arrastraba la tercera parte.."

EL ENEMIGO – SU PRESENTE.

1. Todavía quiere ser adorado. (Mateo 4 Y Lucas 4).
2. Todavía se alza contra el conocimiento de Dios. (2ª Corintios 10:4-5).
3. Es ante todo mentiroso y acusador. (Juan 8:44; Apocalipsis 12:10).
4. Es el tenaz adversario de los hijos de Dios. (1ª Pedro 5:8).
5. Nuestra lucha es contra él y sus demonios. (Efesios 6:10).
6. Huye cuando se le resiste. (Santiago 4:7).
7. Jesús vino a deshacer las obras del diablo. (1ª Juan 3:8).

Resumiendo, podemos decir que el diablo y sus demonios son nuestros enemigos, que no sólo se oponen a que adoremos a Dios, sino que buscan desviar nuestra adoración hacia Satanás. Debemos resistirle con determinación y adorar sólo a Dios. 

EL ENEMIGO – SU FUTURO.

1. La muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo ha sentenciado el futuro de Satanás y sus huestes.
- 1ª Juan 3:8 declara: "Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo".
- Apocalipsis 12:7-11; 20:7-10. Satanás es vencido por los santos, y finalmente es arrojado para siempre al lago de fuego.
- La profecía de Isaías prevé que Satanás será "derribado hasta el Seol, a los lados del abismo" (Isaías 14:15).
- Ezequiel también confirma el fin del diablo: "... espanto serás, y para siempre dejarás de ser" (Ezequiel 28:19).
Cuando Satanás le recuerda a un hijo de Dios su pasado, éste puede recordarle a él su futuro.

2. Destino final
Apocalipsis 20:10 "...Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él"

3. Propósito fundamental de Satanás

Es triple:
Robar la Palabra sembrada en los corazones. Mar.4:15.
Hacer que los seres humanos renieguen de Dios. Job 2:4,5.
Busca que los seres humanos le adoren. Lc.4:7. D. Los métodos de engaño de Satanás.
Sembrar duda sobre lo que dice el Señor. Génesis 3:1
Usar las Escrituras incorrectamente . Mt. 4:6
Usar la astucia. 2ª Corintios 2:11
Causar problemas a los creyentes. Lc.13:16
Acusar falsamente al pueblo de Dios. Job 1:9,11; Zacarías 3:1
Tentarnos para que pequemos. 1º Crónicas 21:1.
Cegar el entendimiento de los seres humanos 2ª Corintios 4:4.
Aparecer disfrazado como un ángel de luz. 2ª Corintios 11:14.

El diablo es un enemigo feroz que desea la adoración que solo pertenece a Dios. Su tenaz oposición está llamada al fracaso seguro. Puesto que Satanás es un acusador mentiroso que dice mentira de continuo, los cristianos debemos declarar de forma continua la verdad de Dios y cantar sus alabanzas. (Hebreos 13:15; Salmo 34:1; Apocalipsis 12:11).

GUERRA ESPIRITUAL

Llamamos guerra espiritual al conflicto que se libra entre dos reinos. A la batalla espiritual que transcurre en el reino terrenal, y el reino celestial. En el nivel terrenal está la confrontación de las fuerzas del mal de Satanás con el orden creado de Dios. Esto incluye tratar con demonios y espíritus que habitan en personas y animales, que reivindican localizaciones territoriales, objetos, edificios, etc., y ejercen una influencia malévola sobre cualquiera que quiera inmiscuirse en el territorio que han declarado suyo. La Iglesia ha recibido la autoridad en cada uno de estos reinos para atar y destituir estos intrusos satánicos.

En el reino espiritual, hay una guerra colosal y constante entre los ángeles de Dios y los poderes demoníacos de Satanás. Las oraciones de los creyentes sirven para que los ángeles de Dios estén haciendo retroceder a los ángeles caídos de Satanás.

Esta guerra incluye la negación de maldiciones intencionadas o no, y asimismo revocar pactos hechos con Satanás y otros poderes demoníacos a través de males de ojo, vudú y otros métodos.

Sólo la Iglesia posee esta autoridad, a través del poder de la resurrección de Jesucristo de los muertos, dio a la Iglesia ese poder como cabeza sobre todas las cosas. Efesios 1:19-23.

Colosenses 2:15.
"y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz".

CONFRONTACIÓN ENTRE DOS REINOS

1. Los dos reinos

Los Evangelios nos enseñan que dentro del calendario de Dios el tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios se ha acercado (Mr.1:15). Precisamente, una señal inequívoca de ello (que no aparece en ningún relato del Antiguo Testamento) es echar fuera demonios. Jesús dijo: "Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros" (Lucas 11:20).

Definitivamente, la proclamación del Evangelio es un desafío contundente contra Satanás. El Reino de Dios tiene que avanzar, pero en ese avance se habrá de enfrentar a otro "reino", el de Satán (Jn.14:30; Col.1:13) a quien además, se le atribuye el título de "príncipe de la potestad del aire" (Ef.2:2) esfera en la cual, la Palabra de Dios ha de moverse por medio de la proclamación.

Por tanto, nuestro objetivo como iglesia es hacer la obra de Jesús, y eso conlleva deshacer las obras del diablo (1ª Jn.3:8 comp. Jn.14:12). Debemos aceptar el reto de cumplir, en toda su extensión, la denominada "Gran Comisión" que implica la conquista y restauración de todo aquello que Satanás ha usurpado, es decir, las almas.

2. El por qué de la reprensión a Satanás

El Apóstol Pablo nos enseña una de las claves que impide el avance del Evangelio. Se trata de una obra satánica en las mentes de los hombres que hace que la Palabra que anunciamos llegue distorsionada o prejuiciada (2ª Cor.4:3,4) viene a ser una venda, o ceguera, que impide que las personas puedan tomar una decisión por Cristo en plena libertad. En esta área, es importante e imprescindible, la labor intercesora. De ahí, que ante la puesta en marcha y desarrollo de cualquier actividad evangelizadora, debe existir un ataque directo al diablo y, en ocasiones público, ordenándole en el Nombre de Jesús soltar las mentes y lugares cautivos.

EL ÁMBITO LEGAL DE SATANÁS

El ámbito legal en el cual Satanás tiene permiso de Dios para moverse es el pecado. Es en el pecado donde el diablo ejerce su dominio, su potestad (1ª Jn.3:8; 5:19).

Hablar de pecado es hablar de tinieblas (Jn.3:19-21). Por eso, las tinieblas no son lugares lejanos a la naturaleza humana, sino que pueden estar dentro del hombre o la mujer (Lc. 11:35). Satanás legalmente puede moverse y actuar en las tinieblas que evidencian la ausencia de "Luz", es decir, de Dios. Dios es Luz, y donde Él está, Su Señorío y Santidad impiden la presencia de toda actividad diabólica. Por esta razón, resultó necesario que fuésemos trasladados de la potestad de las tinieblas al "Reino de su Luz", en el cual Dios ejerce su voluntad y protección sobre nosotros (Col.1:13; 1ªJn. 5:18b).

Según 1ª de Juan 3:8 y 5:19, toda persona que no está entregada a Jesucristo es susceptible a la intervención directa del diablo en su vida. Una vida de pecado es puerta abierta a posibles ataduras o posesiones.

Sin embargo, algo trágico puede suceder cuando un hijo de Dios consciente y reiteradamente participa en las obras de las tinieblas. Las consecuencias en ocasiones son terribles. El "Reino de Dios" funciona bajo unas leyes, y para que estas leyes (que legislan nuestras responsabilidades y privilegios) sean operativas, es necesario vivir dentro de las fronteras del "Reino de Dios", ya que fuera de las mismas, funcionan las leyes de las tinieblas, o dicho de otra manera, la ley del pecado y de la muerte (Rom. 8:2).

En este sentido, el Apóstol Pablo, declara: "y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas" (Ef.5: 11) ni tampoco "deis lugar al diablo" (Ef. 4:27). Esta participación del pecado puede ser corregida si urgentemente acudimos al Señor (1ªJn.1:9). Ocultar la falta nos acarreará, no precisamente libertad, sino esclavitud (Rom.6:13,16) dicho de otra manera, influencia o dominio de Satanás (ataduras).

Pero no va a ser solamente el Apóstol Pablo el único que nos advierte del peligro y de la posibilidad de ser víctimas, por causa del pecado, del enemigo de nuestras almas. Santiago nos insta a "resistir al diablo" (Stg.4:7) y el Apóstol Pedro nos dice: "resistid firmes en la fe" y "sed sobrios y velad" (1 Ped. 5:8-9), "porque nuestro adversario anda buscando presas para devorar".

No obstante, y además de todo lo expuesto, debemos añadir y enseñar enfáticamente el aspecto más positivo:
Que todo lo que es nacido de Dios vence al mundo (1ªJn.5:4).
Porque Él, que está en nosotros, es "mayor" que el que está fuera (1ªJn.4:4).
De manera, que lo único que tenemos que hacer es permanecer en Él y no practicar pecado(1ªJn.3:6,9; 1ª Jn 5:18 )
Y estemos seguros que su unción no nos va a faltar en ningún momento frente a la adversidad (1ªJn.2:20; Rom.8:11).

¿CÓMO ACTÚA SATANÁS?

El objetivo de Satanás en la vida de los hombres siempre será el mismo; "hurtar, matar y destruir" (Juan 10:10). El medio que usará también es invariable: "la mentira" (Juan 8:44). Pero nosotros, por medio de la "Verdad", hacemos la obra de Jesús que el propio Espíritu Santo se encargará de ejecutar, impartiendo libertad y vida abundante (Jn.8:32,36; 10:10b).

Pero pensando en la ministración personal, nos conviene hacer distinción de cuatro maneras principales en las cuales el diablo puede actuar contra una vida: la opresión, el tormento, la posesión y la enajenación.

1. La Opresión.

Los casos más comunes de encontrar son las personas que están oprimidas. Es el método inicial, y más común, que Satanás usa para llegar a producir una atadura o posesión en una persona. Se trata de una persecución externa y permanente que pretende doblegar la resistencia del individuo con el fin de esclavizarle a una misma tendencia pecaminosa, a un temor, complejo, debilidad, culpabilidad o rechazo de Dios. Normalmente, lo que el diablo hace, es aprovecharse de momentos de aflicción o debilidad, para oprimir y conseguir, así una fisura que le permita introducirse en la vida de una persona (1ª Ped.5:89).
En esta fase, la actividad del enemigo es más bien externa y está producida por las maldiciones, los pactos, la práctica de ciertos pecados o la desobediencia a la Palabra de Dios.

2. El Tormento.

Ya en este caso, la actuación del demonio no es tan sólo externa. Habrá que resistirle, pero también sacarlo, echarlo fuera (Mt.15:21-28 comp. Mr.7:29).
Las personas atormentadas padecen, por regla general, de profundos temores, y desconfianza. No duermen, sufren depresiones crónicas, suelen tener deseos de morir y llevan a cabo intentos de suicidio. Realmente sobresalen en las facciones de su rostro los rasgos de tristeza, ansiedad, amargura y temor.
Por lo general, el aspecto de las relaciones ya viene a ser muy deteriorado. Los matrimonios están severamente afectados y la soledad es una característica común.

3. La Posesión.

Cuando usamos el término posesión es importante que estemos seguros de lo que estamos hablando. Este hecho es característico en las personas que, aunque poseen momentos de lucidez, en el momento de la manifestación del espíritu inmundo, pierden el control de sus actos y no suelen recordar lo que les sucedió (Mr.9:14-26).
Lo más común es que se manifiesten al mencionar el Nombre de Jesús, o también, en momentos donde la presencia de Dios está fuertemente manifiesta por medio de la alabanza, la oración o la proclamación de la Palabra de Dios. Pero lo sorprendente es que ha ocurrido, en algunos casos, en personas que nunca manifestaron nada hasta encontrarse directamente con el poder de Dios. Dicho sea de paso, debemos decir que no siempre los poseídos se manifiestan en las reuniones, ya que una manifestación es fruto de lucha espiritual. Cuando la lucha no existe, tampoco hay manifestación.
Entonces, ¿Cuándo se produce la manifestación?. Por la experiencia acumulada, podemos suponer que hay cuatro razones más sobresalientes:
a. Ante una reprensión directa contra el espíritu que está en la persona.
b. Cuando la persona, con problemas espirituales, abre su corazón al Señor, reconociendo su pecado, reclamando el poder de la Sangre de Cristo y aceptando el señorío de Jesucristo.
c. En ocasiones la manifestación se produce por causa de que los mismos demonios provocan un enfrentamiento contra el Espíritu Santo por medio de trabajos opositores (conjuros, maldiciones, etc.) y a través del propio agente, es decir la propia persona poseída.
d. Otra razón indudable es que, en ocasiones, el diablo ignora "dónde se mete", por lo que cuando la presencia de Dios cae con fuerza, los demonios no pueden resistir y se "queman" manifestándose.

4. La Enajenación

Se trata de una posesión completa: alma, cuerpo y espíritu. Precisamente, es todo lo contrario a estar lleno del Espíritu Santo. Los enajenados comúnmente se conocen como personas locas o lunáticas. Con toda seguridad, nos podríamos atrever a decir que los centros psiquiátricos pueden llegar a ser auténticos cuarteles generales de espíritus inmundos.
Respecto a este nivel, Jesús mencionó que este género no sería posible echarlo fuera sin una especial capacitación espiritual. El recurso para esta capacitación mencionado por el Señor es la oración y el ayuno (Mt.17:14-21; Mr.5:5-20).

LA ENFERMEDAD Y LOS DEMONIOS

Las Escrituras evidencian casos de enfermedades que son producidas por espíritus, como el caso de la mujer que por dieciocho años estuvo encorvada, o el caso de un hombre al que se le expulsó un espíritu que le producía mudez (Lc.13:10-16; Mt.9:3234).

Sin embargo, debemos dejar claro que no todas las enfermedades son causadas por demonios. También, en este caso, los Evangelios hacen una clara distinción entre el hecho de sanar enfermos y el de echar fuera demonios (Mt.4:23-24; Lc.9:1).

¿QUIÉN PUEDE ECHAR FUERA DEMONIOS?

Como ya dijimos al principio de este manual, echar fuera demonios es parte de la "Gran Comisión" (Mr.16:15-18) por tanto, como ésta fue encomendada a la Iglesia, el Ministerio de Liberación pertenece a la Iglesia y sólo en sujeción a ella es posible su administración.

Realmente, el secreto de las señales y milagros (incluyendo echar fuera demonios) consiste en creer que el Señor ya dio Poder y Autoridad a la Iglesia. "Habiendo reunido a los doce, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios" (Lc.9:1); "He aquí os doy potestad de hollar serpientes, escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará" (Lc.10:17). "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto id..." (Mt.28:18, 19). Sólo en comunión con la Iglesia podemos apropiarnos de lo necesario para ser testigos fieles. En primer lugar debemos ser llenos del Espíritu Santo, (Lc. 24:49; Hch.1:8 comp. 1ª Cor. 2: 4,5) y en segundo lugar debemos tener en cuenta que el poder sólo actúa en el nombre de Jesús: "Y estas señales seguirán a los que creen... en mi Nombre echarán fuera demonios..." (Mr.16:17). Sin embargo, a todo lo dicho, hay que añadir que por causa de las repercusiones del ejercicio del Ministerio de Consejería, conviene que quienes lo desarrollen estén bajo la sujeción y el pleno reconocimiento de las autoridades de la iglesia local.

NUESTRO FIN ES LA LIBERACIÓN, NO LA MANIFESTACIÓN.

EL ESPÍRITU SANTO EN LA GUERRA ESPIRITUAL

El papel del Espíritu Santo en la guerra espiritual es su misma esencia, porque los dones espirituales que se usan en el ministerio de liberación, para romper maldiciones, pactos satánicos, males de ojo, limpiar objetos o terrenos, atar espíritus y demonios, enfrentarse con principados y potestades, etc., se llevan a cabo solamente por el poder del Espíritu Santo y en el Nombre de Jesús.

Colosenses 2:14,15. "anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz".

Mateo 12:28.

"Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios."

La oración es la central eléctrica de Dios para la derrota de Satanás.
- Lucas 9:1. Jesús da autoridad sobre los espíritus malos.
- Lucas 10:17-20. Es un informe de que la autoridad concedida ha sido ejercida con resultados positivos.
- Efesios 1:15-23. Jesucristo ha sido elevado sobre todo principado, poder y autoridad, ha sometido todas las cosas bajo sus pies, y le ha dado por cabeza sobre todas las cosas a LA IGLESIA, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que lo llena en todo.

NUESTRA ARMADURA PARA LA BATALLA

1. El Nombre de Cristo. Juan 14:13
"Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré."
Hechos 3:6
"Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda."
Hechos 16:18.
"Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora".

En el Nombre de Jesús echamos fuera demonios, sanamos enfermos, proclamamos el evangelio con poder, liberamos el poder del Espíritu Santo. Porque Cristo conquistó a Satanás en la cruz, Su Nombre les sirve en todo momento a los nacidos del Espíritu para triunfar contra Satanás.

2. La Armadura de Dios Efesios 6:10-18.

a. El cinturón de la verdad.- La Verdad es el factor unificador y fortalecedor de la vida. El primer ataque de Satanás fue a la sinceridad de Dios. Ataca en esta esfera y busca involucrarnos en verdades a medias y mentiras. Si los creyentes toleran mentiras, o verdades a medias en sus vidas, la primera pieza de la armadura, de la que cuelga todo lo demás, es inútil.
b. La coraza de Justicia. Una conciencia limpia hacia Dios y los hombres. La coraza protege nuestros órganos vitales
c. El Calzado del evangelio de la paz. Paz conmigo mismo y con otros me capacita para llevar el evangelio de paz.
d. El Escudo de la fe. Protección, de la duda, incredulidad
e. El Yelmo de la salvación. Protege la mente, la esfera del pensamiento.
f. La Espada del Espíritu. La Palabra de Dios
g. Toda oración. Esta arma imparte eficacia a todas las demás, la oración persistente, alerta, intensa, de fe. Es orar sin cesar. Romanos 8:26,27.

Efesios 6:11,12.

"Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.

Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes."

En nuestras iglesias de vez en cuando nos encontramos algún pacifista, queriendo quitar de nuestras canciones alusiones a la guerra espiritual.

El enemigo se le conoce por treinta títulos en la Biblia , los más conocidos son:
Satanás: Significa "adversario" u "oponente".
El Diablo: Literalmente significa "peludo".
Diábolos: (griego) significa "calumniador", "acusador maligno".
Belcebú: En el Nuevo Testamento, un dirigente de los demonios. Literalmente significa "señor de las moscas": uno que preside la corrupción, corrompe toda la vida política, social, la doctrina cristiana, introduciendo doctrinas de demonios. Belcebú, es un príncipe, pero es de menor rango que Satanás . Mateo 12:24 La Serpiente: Apocalipsis 12:9; Isaías 27:1; Mateo 23:33;

2 Corintios 11:3

Homicida: Juan 8:44; Juan 8:37-38; Juan 10:10; Apocalipsis 7:14.
León rugiente: 1 Pedro 5:8
Ángel de Luz: 2 Corintios 11:14
Mentiroso: Juan 8:44
Tentador Mateo 4:3; 1 Tesalonicenses 3:5
Dragón: Apocalipsis12:3,4,7,9
El Maligno: 1 Juan 5:19
Acusador de los hermanos Apocalipsis 12:10
Dios de este siglo: 2 Corintios 4:4
Príncipe de este mundo Juan 12:31
Príncipe de la potestad del aire Efesios 2:2

A LA OFENSIVA: EN PRIMERA LINEA DE BATALLA

Nuestra postura

Como iglesia debe ser siempre ofensiva. Atacar, atacar y siempre atacar. El ministerio público de Jesús comenzó con su bautismo, su primer acto de ministerio implicó el más alto grado de guerra espiritual a nivel estratégico. " Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo" Mateo 4:1.

La venida de Jesús fue un acontecimiento tan radical, debido a que Satanás había gozado hasta entonces de un poder amplio aquí en la Tierra. Esto no supone pasar por alto el hecho de que Jesucristo es, en última instancia, el Rey de reyes , el Señor de señores y el Creador de todo universo. Si pensamos que Satanás tiene un poder formidable en nuestros días, debemos darnos cuenta de que más poder tenía aún cuando vino Jesús.

El Señor anunció que Él estaba comenzando el Reino de Dios y se enfrentó al enemigo en una batalla que continúa en la actualidad. Satanás sabía muy bien que el Hijo de Dios aparecía "para deshacer las obras del diablo" (1ª Juan 3:8 ), y estaba furioso de que invadieran su reino. Pero Jesús no sólo invadió el reino del diablo, sino que lo derrotó decisivamente en la cruz como tan vívidamente lo describe Pablo en Colosenses: "Y despojando a los principados y potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz" (Colosenses 2:15).

Incluso antes de la cruz, Jesús pudo decir que hasta entonces, nadie en los tiempos del Antiguo Testamento había sido mayor que Juan el Bautista, "pero el más pequeño en el Reino de los Cielos, mayor es que él" (Mateo 11:11).

También pudo anunciar la victoria unos tres años antes de que se cumpliera realmente en la cruz, porque el diablo ya había sido derrotado en aquel choque de poder que conocemos como " la tentación de Jesús"

En vez de ocuparse de sus asuntos y permitirle a Satanás que escogiera el momento y el lugar del ataque, Jesús tomó la iniciativa y pasó a la acción inmediatamente después de su bautismo. Antes de anunciar su programa en la sinagoga de Nazaret, llamar a sus doce discípulos, predicar el Sermón del Monte, alimentar a los Cinco Mil, o resucitar a Lázaro de los muertos, sabía que le era necesario librar una decisiva batalla espiritual en el nivel estratégico.

El lugar que Jesús escogió para ello es significativo. Fue " al desierto", que era considerado como el territorio de Satanás. El diccionario de Teología del Nuevo Testamento dice de( "eremos" e[rhmo",) la palabra griega traducida por desierto: "un lugar de peligro mortal... y de poderes demoníacos", y sólo cuando el juicio de Dios ha caído, se obtiene victoria sobre el desierto y sus espíritus malignos.

Recordemos que cuando David fue a pelear con Goliat, después de recordarle por qué tenía la autoridad sobre él (no en lo físico obviamente, sino en el terreno espiritual), su primer paso ofensivo fue ocupar primero (ganándole a Goliat) LA LÍNEA BATALLA. " Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y echó andar para ir al encuentro de

David, David se dio prisa, y corrió a la línea de batalla contra el filisteo". (1º Samuel 17:48 ) ¿ Por qué quería ganar este lugar, si sólo pretendía pegarle con la piedra enviada por la honda? No fue por conveniencia sino por una verdad espiritual en el campo estratégico. Nosotros no somos atacados por el diablo; es el diablo el que es atacado por nosotros. Hoy debemos reaccionar así ¡¡siempre atacar, ganar, prevalecer!! No le dejemos nunca, por comodidad ganar la línea de batalla. Debemos entrar en el campo del enemigo y pisotearlo.

C. LA CONQUISTA DE NUESTRA CIUDAD

Cada una de las siete iglesias del Apocalipsis recibió un mensaje distinto, sin embargo, todos esos mensajes tienen algunas cosas en común. Por ejemplo, cada carta comienza con algunas frase descriptivas acerca de su autor, Jesucristo. Todas ellas afirman que su contenido es "lo que el Espíritu dice a las iglesias." Y lo más importante para nosotros, en cada una de ellas aparece un único verbo: vencer.

Si vencemos como Jesús quiere que lo hagamos: ( ver Apocalipsis 3 y 4)
Comeremos del árbol de la vida. ( Mensaje a Efeso )
No sufriremos el daño de la segunda muerte. ( Mensaje a Esmirna )
Comeremos del maná escondido. ( Mensaje a Pérgamo )
Tendremos autoridad sobre las naciones. ( Mensaje a Tíatira )
Seremos vestidos con vestiduras blancas. ( Mensaje a Sardis )
Seremos columnas en el templo de la nueva Jerusalén. ( Mensaje a Filafelfia )
Nos sentaremos con Jesús en su trono. ( mensaje a Laodicea )

¿Qué significa vencer? El término griego es "nikao", raíz del nombre de Nicolás, corriente en la cultura griega. Significa "conquistar", y es una voz prominente de guerra. Cuando Jesús nos llama a vencer, nos está llamando a la guerra espiritual. El Diccionario de Teología del Nuevo Testamento dice que "nikao", casi siempre presupone el conflicto entre Dios o Cristo y las potestades demoníacas contrarias. Una de ellas es el texto de Juan 16:33, donde el Señor afirma: " Yo he vencido al mundo". Este es un pasaje tremendamente tranquilizador, porque nos recuerda que la guerra misma ha terminado y que el ganador y el perdedor ya han sido designados. Nuestro trabajo no consiste en ganar la guerra (Jesús lo hizo en la cruz) sino en llevar a cabo una operación de limpieza del territorio. El Señor espera de nosotros que venzamos en esto.

Debemos luchar para ver nuestra ciudad, nuestros pueblos, toda nuestra región aragonesa y nuestro país, como se encuentran en realidad. Resulta decisivo discernir aquellas fuerzas espirituales en las regiones celestes que están modelando nuestras vidas visibles sobre la tierra.

Una fortaleza es donde el diablo y sus fuerzas se han parapetado. Destruir dichas fortalezas constituye, obviamente, una acción de guerra ofensiva. Según parece, Dios quiere que ataquemos esas fortalezas del mismo modo que Jesús invadió el territorio de Satanás en el desierto para realizar su definitivo choque de poder. Charles Kraft hace una útil distinción entre tres clases de enfrentamientos espirituales. Todos ellos se encuentran en 2ª Corintios 10:4,5, y son: El choque de verdad, el choque de lealtad y el choque de poder. El choque de verdad consiste en "refutar argumentos" y el choque de lealtad en " llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo". y el choque de poder en "destruir todo principado que actúa sobre las vidas". La oración de guerra necesita ser dirigida contra estas fortalezas.

Tenemos claro las promesas del Señor para nuestra Iglesia Betel, y no tan sólo las conquistamos, sino que las poseemos. El Señor nos ha dicho que nos entrega los "principales lugares de reunión" ¡Vamos edificando la iglesia de los cinco mil! Adelante, caminemos juntos y hagamos retroceder al diablo en su camino.