Samael Aun Weor
Distinguidos caballeros, distinguidas damas, daremos comienzo a nuestra plática de esta tarde.
Entre el terreno de lo psicológico y parapsicológico existen, ciertamente, sorpresas extraordinarias. En momentos en que inicio esta plática, me viene a la memoria el caso insólito de Eusapia Paladino de Nápoles.
En presencia de esta mujer se sucedían fenómenos parapsicológicos extraordinarios. Sabios escépticos materialistas de toda Europa viajaron hacia Nápoles con el propósito de desenmascarar el fraude, como lo decían en aquellos días. Realmente tal caso asombraba. Para analizar las cuestiones meramente parapsicológicas de Eusapia Paladino, hubo que organizar todo un laboratorio. No faltaban allí básculas delicadísimas, papel fosforescente, yeso, placas fotográficas muy sensibles, aparatos de música entre cajas de acero debidamente electrizadas con alta tensión, etc.
Este caso parapsicológico era formidable. Eusapia Paladino fue sentada en una silla muy especial: de lado y lado se colocaron postes de acero, se le envolvió en alambres de cobre hasta las orejas. Los agujeros de las orejas, donde van siempre los aretes de las mujeres, fueron traspasados con alambre, su tez, su cuerpo entero, con el propósito de conjurar cualquier fraude. Se le ató a los postes de acero en forma tal que cualquier movimiento se hacía imposible. Si intentaba durante los experimentos parapsicológicos mover siquiera un dedo, resonaba un timbre.
Se examinó el cuerpo de la presunta paciente. La urea, normal; no se encontró albúmina en sus riñones; la sangre, negativo total; el funcionamiento hepático, normal; no se hallaron cálculos en la vesícula biliar, el examen iridológico, demostró un organismo sano.
El caso era, pues, formidable. En presencia de Eusapia Paladino, una mesa violando la Ley de la Gravedad, se suspendió en la atmósfera; se sacaron fotografías del hecho, se comprobó hasta la saciedad el fenómeno. Quienes asistieron eran escépticos materialistas, tipos incrédulos en un ciento por ciento, y sin embargo, la ley de la gravedad había sido violada. No presentaba la paciente en este caso concreto, sino únicamente cierto temblor nervioso, más bien de tipo histérico. No creo que hubiese llegado hasta el temblor de tipo epileptoide. No poseía cultura de ninguna especie; intelectualmente era una mujer analfabeta.
Continuando con aquellos experimentos de tipo parapsicológicos, acaeció que una bandolina que se hallaba en el suelo del laboratorio, flotó en la atmósfera circundante. Lo más extraordinario es que resonaba con una música armoniosa, como si manos metafísicas la estuviesen haciendo vibrar. El examen hecho en tal caso no demostró fraude. Quienes estaban eran tipos fanáticos, pues eran absolutamente escépticos; incrédulos en un ciento por ciento, y la bandolina flotaba en el ambiente circundante. La madre de Botazzi (la madre de un científico, muerta ella hacía algunos años ), apareció en medio del laboratorio; le sacaron fotografías. Los científicos no se dejaron llevar de las emociones inferiores, usaron sus placas, sus reflectores, etc., etc.; además las placas fotográficas no eran susceptibles de alucinación. Podríamos aceptar la palabra alucinación, pero no es concebible en las placas fotográficas puedan pasar por el proceso de la alucinación.
Se trataba de asuntos científicos que debían ser rigurosamente comprobados. Fue fotografiada la difunta. También se obtuvieron moldes de rostros en yeso, moldes de manos aparentemente invisibles en yeso. Todo este material didáctico fue rigurosamente registrado.
Fenómenos, pues, insólitos dentro del terreno mismo de lo parapsicológico. Los movimientos nerviosos podían acusar histerismo en la paciente. No se registraron temblores nerviosos de tipo epileptoide. Todo esto, pues, lo hago notar aquí ante Uds. dentro del terreno exclusivo parapsicológico. Claro, aquellos científicos incrédulos regresaron a sus países de origen absolutamente convencidos de lo metafísico. De pronto no pudieron ellos sentar teorías, se limitaron a registrar fenómenos. Y creo que esto es más que suficiente para reflexiones, o se puede inferir de tales fenómenos alguna teoría interesante, es innegable. Teoría, significa procesión de ideas. En este caso, cada cual es libre de sentar su teoría, yo me limito a citar fenómenos.
En Estados Unidos- California- Melbille, acaeció otro hecho también insólito que traigo esta tarde aquí para reflexión. Todos hemos oído hablar del William Crookes, el hombre que presentó la materia radiante en sus tubos de ensayo; un científico de renombre.
Acaeció en aquel pueblo también algo que está fuera de lo normal. Ciertas piedras eran arrojadas a casa de una familia distinguida, a casa de las señoritas Fox, y lo más interesante es que esas piedras entraran por una ventana y salieran por otra, con movimientos pues fuera de lo común, fuera de lo normal. William Crookes, llamado a este tipo de investigaciones de tipo parapsicológicas, notó que cuando tales fenómenos ocurrían en aquella casa, dos jóvenes o señoritas caían en un trance psíquico muy especial. Resolvió examinarlas detenidamente. Se notó en estos casos movimientos nerviosos de tipo epileptoide, y esto es bastante interesante. Llegaban estas damas no sólo a la hipnosis, sino a un estado más avanzado, penetraban hasta la catalepsia.
Quienes han estudiado algo de hipnología universitaria, sabrán diferenciar muy bien entre lo que es un trance hipnótico y un trance de tipo cataléptico. Podría decirles a Uds. que considero al trance hipnótico como la introducción dijéramos al estado cataléptico. Suele ser un poco difícil llevar a un paciente al estado cataléptico. Dentro del terreno de la vida real, muchas veces se ha sepultado a un sujeto en estado cataléptico.
Y me viene a la memoria, en estos momentos algo que acaecía en Puebla. Allí existía un sepulturero muy interesante, o un jefe de panteón -para ser mas claro- muy interesante. Antes de permitir la sepultura de alguien, exigía que se dejase al ataúd con el difunto una noche dentro de la capilla, con el propósito de darle la oportunidad, por si acaso - por si las moscas como dicen -, a que volviera en sí. Este hombre, al fin, declaró a través de la radio que por lo menos un cincuenta por ciento de los candidatos a sepultura habían resucitado. Un poco atrevido en su concepto. Aún más, se atrevió a citar nombres y apellidos de doctores que dictaron, que firmaron certificados de defunción. Por aquellos días se estaba formando un gran problema con motivo de sus declaraciones en Puebla. Al fin le prohibieron a este hombre seguir hablando.
Esto debe invitarnos a la reflexión. ¿Qué diremos nosotros de las momias de Guanajuato?. Muchas aparecen en actitudes insólitas, como tratando de abrir una caja, o volteadas boca abajo. Se ve que a muchos, pues, se les ha dado sepultura en estado de catalepsia. Que la ciencia hipnológica universitaria capacite a un profecionista para llevar al paciente hasta el estado cataléptico, no es imposible, pero ante todo el profecionista tiene que volverse idóneo en hipnología. De lo contrario no sería posible llevar a un paciente hasta el estado cataléptico.
Bueno, para no desviarnos tanto del tema, continuaré diciéndoles a Uds. que aquellas señoritas Fox llegaban hasta el estado cataléptico. En los análisis hechos, sí existía en este caso, movimiento nervioso epileptoide. Esto nos invita a la reflexión. Nos acordamos de aquellos posesos del Evangelio Crístico, con convulsiones de tipo epiléptico. En todo caso, sí se anotó pues el movimiento nervioso epileptoide en las señoritas Fox de Melbille. Por lo demás, el análisis no demostró ningún órgano afectado en particular. El análisis cerebral dio buenos resultados y en general, toda su historia clínica dijéramos era normal. Cuando estas damas caían en catalepsia se obtenía cierta materialización fantasmal fuera de lo común.
William Crookes era un físico extraordinario. Construyó para el efecto, o hizo para el efecto, organizó un laboratorio específico de vinil. A ellas las metió en la cámara negra, debidamente encadenadas, con el propósito de asegurarse de la imposibilidad de cualquier fraude. Una vez en catalepsia aquellas damas, venían los fenómenos.
Sin embargo, el Dr. William Crookes tengo entendido que apelaba en parte a la hipnología, hasta llevarlas al trance. Posteriormente, haciendo mayores esfuerzos, conseguía la catalepsia.
En estado cataléptico apareció en pleno laboratorio una dama que decía llamarse Katie King, muerta hacía no sé cuántos años. Todos los científicos que vinieron a los experimentos parapsicológicos del Dr. William Crookes, eminente físico (descubridor de la materia en estado radiante) era gente escéptica, no había allí religiosos ni fanáticos de ningún tipo. La cuestión era exclusivamente científica. Las fotografías que se tomaron fueron exactas, se logró fotografiar a Katie King. Estuvo materializándose durante tres años consecutivos en el laboratorio del eminente físico. Se dejó someter a toda clase de análisis científicos, y después de tres años, lentamente y en presencia de todos los sabios, se desmaterializó dejando, sin embargo, un bucle de cabello allí como testimonio. Dijo: he cumplido una misión, he demostrado que más allá de la tumba hay algo, algo distinto, algo diferente. A eso he venido, y ya cumplida mi misión, me retiro; Abrazó a todos los sabios y en presencia de todos ellos, lentamente, se fue desmaterializando. Como para que no creyeran que se trataba de simples alucinaciones, dejó un bucle de cabello.
Ante hechos insólitos tan crudos, tan realistas, francamente no concibo como puede existir todavía el escepticismo materialista, máxime cuando en la Universidad de Ciencias Psíquica de Londres existe muchísima documentación parapsicológica.
Algo que nos asombra es que por esta época, de la escéptica Rusia Marxista Leninista esté viniendo ahora la mayor cantidad de material didáctico parapsicológico. Han inventado los rusos un aparato extraordinario mediante el cual es posible percibir y hasta fotografiar el fondo vital orgánico. Tal fondo vital, visto a través de ese aparato, recibió en Rusia el nombre específico, definido, de CUERPO BIOPLÁSTICO. Se le ha estudiado en relación con los órganos, se le ha estudiado fuera de los órganos, se ha fotografiado al Cuerpo Vital detenidamente.
No hay duda de que el Cuerpo Bioplástico o el Cuerpo Vital es lo mismo.
Lo curioso del caso, es que los indostanés ya conocían, antes del invento de este aparato, al cuerpo bioplástico, sólo que lo denominaban Lingam Sharira.
Y me viene a la memoria en este momento un experimento parapsicológico notable. Un sujeto pasivo, en trance cataléptico, pudo proyectar fuera de sí mismo, a unos cuantos metros, al cuerpo bioplástico. Un periodista que se hallaba en esa sesión científica, sacó su pistola y disparó contra tal cuerpo que se había hecho visible y tangible a pocos metros frente al sujeto cataléptico. Lo interesante de esta cuestión es que la bala, hubiera ido a parar exactamente al ventrículo izquierdo del corazón del sujeto cataléptico. Obviamente éste murió. Pero yo le preguntaría, y les preguntaría a Uds. como personas cultas: ¿ Cómo es posible que una bala disparada a distancia contra un objeto A, aparezca de pronto en una persona B situada al lado del que ha disparado?. Tal vez - dirían Uds. - podría sucederles el hecho si hubiesen sido víctimas de una alucinación, o si el sujeto pasivo hubiera intentado un truco, colocándose él mismo de blanco para la bala. Pero el caso es que el sujeto pasivo estaba al lado del periodista, junto al sujeto pasivo había otros controlando el experimento.
Esto escapa perfectamente a las leyes a la física, como escapa el mesón K, por ejemplo, a la Ley de la Paridad. Bien saben Uds. que en física ha llamado la atención que el famoso mesón K se burle de la Ley de la Paridad. Parece interferido, el mesón K, por leyes de un universo que yo llamaría "universo paralelo"; considero que el concepto de universos paralelos resiste cualquier análisis, máxime cuando se le ahonda de entre los misterios del mesón K.
Bien, obviamente vemos pues, que el cuerpo bioplástico tiene realidad. Eminentes hombres dedicados a la ciencia de la parapsicología, ahondaron por este camino de los rusos, han descubierto cuatro cualidades específicas del cuerpo vital o cuerpo bioplástico: a) está íntimamente relacionado con los procesos bioquímicos, tanto de asimilación como de eliminación. b) Se encuentra asociado también a los procesos relacionados con la sexología, ya sea dentro del terreno de la fecundación o de los simples partos. c) Hay relación del cuerpo ese con los procesos de la luz, del color, del calor, del sonido, de las percepciones, etc. y d) Está relacionado con la imaginación y la voluntad.
Yo creo que Don Immanuel Kant, el filósofo de Königsberg, el autor maravilloso de la "Crítica de la Razón Práctica" y de la "Crítica de la Razón Pura", tuvo gran razón al asegurar la necesidad de un "Nexus Formativus" para el organismo humano. Tal "Nexus Formativus", sería incuestionablemente el cuerpo bioplástico ese. Ahondando por este camino, llegamos a la conclusión que un cuerpo bioquímico-fisiológico-anatómico, no puede existir sin un "Nexus Formativus". Tampoco yo podría concebir la existencia de este edificio si no hubieran cimientos para los muros, para las paredes.
Pero hay algo que todavía no hemos tocado. Me viene a la memoria el caso de Katie King, materializada en pleno laboratorio, o la madre de Botazzi, el gran científico italiano, materializada también en aquél otro laboratorio de Nápoles.
No hay duda que existe un yo psicológico. Miars o Mers nos habla francamente del yo subliminal. Cada cual es muy libre de pensar como quiera, pero no encontraríamos realmente una explicación lógica que resistiera un análisis, si no aceptáramos el famoso ego de los psicólogos. No es posible concebir una máquina que pueda, por sí misma, tener procesos analíticos definitivos; que tenga emociones; que tenga psiquis, si no existiese un sujeto de tipo más bien psicológico, "metafísico", dirían los religiosos.
Allá los religiosos con su metafísica, respeto las religiones, pero no me estoy metiendo por ahora en eso.
Quiero ceñirme en forma estricta a la cuestión psicológica y, de paso, tocar problemas de tipo parapsicológico.
Cuando uno sondea a un sujeto pasivo en una sesión de hipnología puede descubrir que existe el subconsciente, el pre-consciente. Sobre los términos "subjetivo y objetivo", "consciente y subconsciente", hay mucha discusión actualmente.
Los psicólogos, dijéramos del siglo pasado, consideraban consciente todo lo que se relacionaba con las percepciones físicas ordinarias, los procesos del razonamiento, los procesos emocionales, etc. Consideraban como subconsciente aquellos procesos que escapan a la percepción diaria. Para ellos subconsciente serán los sueños; subconsciente serán los fenómenos meramente telepáticos, etc. Pero la psicología revolucionaria va más lejos, considera consciente lo Real, aquello que se halla relacionado con los fundamentos mismos de los procesos psicológicos, aquello que está íntimamente vinculado a los intuítos de Kant, a las experiencias directas de lo Real, a los éxtasis de los Santos. Y no quiero con esto hacer demagogia y convertirme en un émulo de muchos sapientes, no.
Únicamente quiero hablar en forma concreta y exacta.
Objetivo es lo real, lo espiritual.
Subjetivo es lo que no tiene realidad, o lo que tiene una realidad circunstancial; aquello que verdaderamente pertenece al diario bregar por la existencia.
Esto que digo, en modo alguno puede satisfacer a los académicos, debido al hecho concreto de que en la Academia se considera Objetivo y Real a lo físico y a las percepciones sensoriales externas. Y Subjetivo a lo que no puede tener realidad física, concreta.
Hago esta aclaración para especificar bien el sentido de esta plática.
En todo caso, el YO de muchos psicólogos, el Yo de la psicología experimental, no lo considero algo plenamente "Objetivo". Digo que es "Subjetivo" en un ciento por ciento, y que pertenece a la región del Subconsciente.
Hay asociación entre lo "Subjetivo" y lo "Subconsciente"; lo "Subjetivo" es "Subconsciente". Lo "Objetivo" es "Consciente".
Considero que el yo es Subjetivo.
Los teósofos piensan que existe un yo de tipo superior y lo denominan Alter-Ego. También aceptan un yo Inferior. Creen - dicen ellos - que el Yo Superior debe dominar al yo inferior. Que cuando eso se logra nos convertiremos en algo así como Mahatmas en el Indostán, es decir, hombres de tipo superior.
Allá los teósofos con sus conceptos, yo pienso sencillamente que superior e inferior son dos secciones de una misma cosa. Yo Superior, Yo Inferior son dos secciones de lo mismo. En todo caso el ego, el yo, es subjetivo: tiene un principio y tiene un fin.
El yo, en sí mismo, en modo alguno, es algo dijéramos, permanente, como suponen muchos psicólogos. El yo es algo pluralizado.
La Doctrina de los Muchos del Tíbet, vale la pena tenerla en cuenta.
Creen los tibetanos que dentro de nosotros existen muchos yoes.
Esto no lo aceptaría jamás la psicología moderna de tipo occidental.
La doctrina de la multiplicidad del yo es tibetana. No hay duda también de que los egipcios aceptaron tal doctrina, y a los diversos yoes los denominan los Demonios Rojos de Seth.
Así pues, dentro de nosotros hay una multiplicidad de yoes, Los tibetanos hablan de los "Agregados Psíquicos" en la doctrina de los muchos.
Considerando las cosas desde ese punto de vista, llegamos a la conclusión de que el yo no es algo permanente. Obviamente nadie podría aceptar un yo psicológico si no lo ha visto desde el punto de vista sensorial.
Pero, si he citado en alguna forma los fenómenos de la parapsicología, los fenómenos obtenidos en Nápoles y en Estados Unidos, lo he hecho con el propósito de que Uds. entiendan que sí ha sido comprobada la realidad de un yo, que inclusive continúa después del sepulcro.
Sólo añado a ese punto de vista, dijéramos, fenomenológico, la doctrina tibetana de los muchos. Considero que dentro de cada uno de nosotros hay muchos yoes. Obviamente, esto podría darnos una explicación concreta del porqué de las contradicciones psicológicas en los seres humanos. "¡Yo me voy a comer!" dice el yo del estómago. "¡No, no es eso lo que quiero!" dice el yo intelectual: "Voy a leer un poco". De pronto interviene un tercero en discordia y asegura: "Voy a dar una caminata en vez de comer o de leer"; es el yo del movimiento.
Hay pues una serie de contradicciones psicológicas dentro de nosotros que bien vale la pena tener en cuenta. Además, deben saber Uds. Caballeros y damas, que la máquina orgánica está muy bien hecha. Tenemos un Cerebro Motor e Intelectual; tenemos un Centro Emocional, y eso nadie me lo puede negar.
Si el Centro Intelectual está ubicado estrictamente en el cerebro, el Emocional se halla ubicado exactamente en el corazón y Sistema Nervioso Gran Simpático en general.
Tenemos un Centro Motor, que está centrado o ubicado en la parte superior de la espina dorsal; tenemos un Centro Instintivo que está en la parte inferior de la espina dorsal y tenemos el Centro Sexual.
Que cada uno de esos Centros tenga su mente específica eso es innegable, lo vemos en los funcionalismos.
Incuestionablemente, la máquina orgánica es un poco compleja. Las Impresiones llegan al cerebro, son remitidas por el ego o por el yo a cualquiera de los centros de la máquina. Puede suceder que el yo envíe las impresiones en forma equivocada a un centro que no le pertenece, y entonces tenemos un error manifiesto en la personalidad.
Suele acaecer, señores, de que muchas veces se confunde un centro con otro, por ejemplo: Una mujer atiende muy bien a un hombre, de pronto, porque le cae muy simpático, le brinda atenciones específicas de toda clase, etc. Claro, aquellas impresiones llegan al Centro Intelectual del hombre, pero, puede suceder, que el ego o yo remita tales impresiones al Centro Sexual, por ejemplo, y entonces el sujeto sienta por esa mujer atracción sexual; o que las remita al Centro Emocional y entonces el sujeto llega a creer que esa mujer, por el hecho de haberle brindado tales atenciones, está enamorada de él. Equivocado así, recrimina amores a la mujer. Si la mujer nunca ha pensado enamorarse de él, sino que lo ha atendido por simple amistad, por simple cortesía, queda tremendamente sorprendida cuando el sujeto viene a requerirle el amor.
Yo conozco a alguien por ahí, cuyo nombre no menciono, que siempre vive en esa equivocación. Se equivocó una vez y se sigue equivocando mil veces. El hombre, cada vez que ve a una dama que le atiende, cree que está enamorada, y de hecho le requiere de amores. Las damas por lo común, quedan terriblemente sorprendidas puesto que ellas no se han enamorado de él. Así ha conseguido este hombre que gentes que le tenían estimación, ahora le aborrezcan. Conclusión: ya está bastante grandecito y no ha logra conseguir mujer.
Vean Uds. Pues cuán fácil es enviar las impresiones que llegan a través de los sentidos a un Centro que no le corresponde.
Si no tuviéramos el yo psicológico, si solamente existiera dentro de nosotros el material psíquico, estoy seguro que, en este caso, las impresiones serían remitidas exactamente al centro correspondiente de la máquina orgánica. Pero desgraciadamente el yo psicológico suele confundir la "gimnasia con la magnesia".
Incuestionablemente el yo psicológico es un manojo de prejuicios, temores, odios, apetencias, recelos, fornicaciones, adulterios, etc., etc., etc.
Conclusión: el yo psicológico está compuesto por un cúmulo de yos también de tipo psicológico. Cada yo tiene los tres cerebros: el Intelectual, el Emocional y el Motor-Instintivo-Sexual.
Conclusión: Cada uno de los yoes que en nuestro interior cargamos, parece una persona diferente; es una persona diferente.
Todos esos yoes que en nuestro interior cargamos riñen por la supremacía, quisieran ser los amos, los señores, y cuando uno de ellos logra el control total de la máquina orgánica, cree que ha triunfado, pero no tarda el momento en que otro lo desplaza.
Consideradas las cosas desde este ángulo, miradas desde este punto de vista, ciertamente no tenemos nosotros todavía un verdadero sentido de responsabilidad moral.
El yo que jura amor eterno a una mujer, es desplazado más tarde por otro que "no tiene velas en el entierro"; total, el sujeto se retira y la mujer queda decepcionada.
El yo que hoy jura amor por una gran causa, es desplazado más tarde por otro que no tiene que ver nada con ese juramento; el individuo se retira y sus amigos quedan bastante confundidos.
No tenemos verdaderamente continuidad de propósitos.
Cuantos sujetos ingresan, por ejemplo, a una facultad, por ejemplo la facultad de medicina. Estoy seguro que no todos los que ingresan van a salir profesionistas. Algunos se cansan, no vuelven, otros no pueden con la materia, pero es difícil encontrar a alguien que tenga continuidad de propósitos. Así sucede con todas las otras materias facultativas. Si existiera continuidad de propósitos, pues todos podríamos llegar a la meta, pero realmente muchas veces comenzamos a hacer algo y nos cansamos. Pronto cambiamos de idea.
-¿Por qué?-
Porque otro yo desplaza al Yo que se había interesado por tal, tal o cual proyecto.
La consciencia normal no es la subconsciencia. El yo es subconsciente en un ciento por ciento, y la esencia o material psíquico está embotellado en el yo subconsciente. Debido a eso, el yo subconsciente es colectivo o grupal. Resulta en el fondo satírico, porque debido al yo subconsciente, la esencia, el material psíquico, o sea, la consciencia se halla embotellada, se procesa en virtud de su propio embotellamiento; se hace subconsciente, y en algunas veces, se torna infra-consciente y llega hasta el inconsciente psicológico.
Nosotros necesitamos auto-explorar este yo pluralizado de la psicología, necesitamos de la auto-observación psicológica.
Cuando alguien acepta que tiene una psicología, comienza a auto-observarse.
Desgraciadamente muy pocos aceptan que tienen una psicología, aceptan más fácil que tienen un cuerpo físico porque lo pueden tocar, lo pueden oler, pero no aceptan tan fácilmente que tienen una psicología, porque eso no se puede ver a simple vista, no se puede tocar.
Pero si alguien aceptara que tiene una psicología podría cambiar. Cuando alguien acepta, de hecho comienza a auto-observarse, comienza a hacer uso del sentido de la auto-observación psicológica. Cuando alguien comienza a hacer uso de tal sentido, se torna distinto a los demás, se vuelve diferente.
Si uno llegara a aniquilar completamente al yo psicológico, el material psíquico, la consciencia, podría despertar, y la consciencia despierta desarrolla de hecho el sentido espacial.
El sentido espacial confiere en sí mismo, no solamente los cinco sentidos ordinarios, sino a muchos otros sentidos que la ciencia oficial ignora.
Despertada la consciencia, tal sentido espacial se desarrolla. Pero para que la Consciencia despierte se necesita desintegrar al yo pluralizado de la psicología.
Ese yo pluralizado puede desintegrarse si empezamos con la auto- observación psicológica.
Es en el terreno de la vida práctica, en relación con nuestros familiares en la casa, o en la calle, o en la escuela, o en el templo, o en el campo, donde nuestros defectos escondidos afloran espontáneamente, naturalmente, y si nos hallamos en estado de alerta-percepción, alerta-novedad, entonces los vemos.
Defecto descubierto debe ser enjuiciado analíticamente, debe ser abierto con el bisturí de la autocrítica, así podremos comprenderlo.
Cuando uno ha comprendido íntegramente un defecto en todos los niveles de la mente, en todos los recovecos del entendimiento, entonces puede desintegrarlo.
Es fácil desintegrar un defecto cuando se ha comprendido íntegramente.
Defecto desintegrado es yo desintegrado: equivale a desintegrar un agregado psíquico, y el porcentaje de conciencia o material psíquico embutido entre tal agregado queda, de hecho, liberado.
Normalmente la gente tiene un 3% de consciencia despierta y un 97% de subconsciencia.
Pero si desintegramos algunos agregados psíquicos aumentaremos el porcentaje.
Si la humanidad tuviera un 10% de consciencia despierta, ya no habían guerras en el mundo; y cuando uno consigue tener siquiera un 50% de consciencia despierta, logra la percepción objetiva real de los fenómenos naturales.
Las gentes comunes y corrientes no logran la percepción objetiva de los fenómenos. Estoy absolutamente seguro que de todos los fenómenos físicos que acaecen a nuestro alrededor, solamente logramos percibir una millonésima parte.
No hay duda de que actualmente nuestra consciencia se encuentra muy enfrascada dentro del ego. Si lográramos en realidad aniquilar el ciento por ciento del famoso ego o yo pluralizado, lograríamos también el despertar absoluto de la consciencia en un ciento por ciento. Una consciencia completamente despierta es una Consciencia Objetiva; ya no es una consciencia subjetiva. Tampoco pertenece al terreno de lo infra-consciente o de lo inconsciente, o del mero preconsciente freudiano. Es una consciencia verdaderamente objetiva en el sentido trascendental de la palabra.
Hombres de conciencia objetiva fueron un Hermes Trismegisto, un Quetzalcoatl, un Gautama en la India, un Pitágoras en Grecia, un Zaratustra en Persia, etc.
La consciencia objetiva despierta en un ciento por ciento. Nos permite experimentar directamente eso que no es de la mente, eso que está más allá del cuerpo de los afectos y del entendimiento, eso que es lo Real, la Verdad.
Las gentes comunes y corrientes no perciben jamás un fenómeno en su forma completa, íntegra o uni-total. Para percibirlo se necesita gozar de la consciencia objetiva, porque sólo la consciencia objetiva logra la percepción integral de tal o cual fenómeno.
Normalmente nosotros vemos una flor, admiramos su geometría, y si hemos estudiado un poco de química, sabemos la fórmula química de tal flor, se la aplicamos a la flor durante nuestro análisis. En una palabra vemos en la flor lo que hemos estudiado, lo que aprendimos en el aula de estudio, lo que nuestros profesores nos enseñaron, pero no vemos la flor en sí misma tal cual es, sino, nuestras teorías depositadas en la flor.
Esto molesta mucho a Marx, pero Kant tiene razón cuando afirma que no percibimos las cosas en sí.
¿Cómo podrían Uds. asegurar que están viendo este vaso?.
Ciertamente están percibiendo la imagen de este vaso; pero el vaso en sí mismo no lo están percibiendo.
Estoy seguro que Uds. no están viendo los átomos de este vaso, los electrones, los neutrones, los protones, etc.
Estoy absolutamente seguro de que Uds. no están viendo el movimiento molecular o atómico en el vaso. Están viendo imagen del mismo, pero no están viendo a la cosa en sí, el vaso en sí.
De manera que esto que disgusta tanto a Marx en su Dialéctica Materialista es para él, desafortunadamente, algo que no podría de ninguna manera documentar.
Don Imanuel Kant, al decir que no vemos las cosas en sí mismas, está afirmando algo crudamente real; vemos las imágenes de las cosas, pero no las cosas en sí mismas.
Dentro del terreno de lo meramente parapsicológico, nosotros tenemos que entender los funcionalismos de la mente en forma más profunda. No se trata de creer o no creer, porque eso de que yo creo y esto de que no creo puede dejarse para asuntos de religiones, pero nosotros no estamos en asunto de religiones.
Los sabios de la parapsicología avanzada, y revolucionada, clasifican a la mente en tres aspectos: primero Mente Sensual; segundo Mente Intermedia y tercero Mente profunda, Mente Interior.
La Mente Sensual elabora - como dice Immanuel Kant, el filósofo de Königsberg - sus conceptos de contenido mediante los datos aportados por los sentidos, es decir, mediante las percepciones sensoriales externas.
La Mente Intermedia contiene en sí misma eso que se llama creencias.
La Mente Interior está cerrada normalmente en los seres humanos.
En cuanto al Gran Kabir Jesús que cito ahora en forma oportuna, calificaba a la Mente Sensual como la levadura de los Saduceos materialistas o incrédulos. Ciertamente la Mente Sensual no podría saber nada de lo Real, de la Verdad, de lo Divinal, puesto que elabora sus conceptos de contenido - como lo asegura don Immanuel Kant en la "Crítica de la Razón Pura"- exclusivamente con los datos aportados por los cinco sentidos. No puede saber nada que se salga de los cinco sentidos. Por eso se le denomina Mente Sensual; es la levadura de los Saduceos materialistas de aquella época de Jeshuá Ben Pandirá.
En cuanto a la Mente Intermedia se le clasificó en aquélla época como la levadura de los Fariseos, porque cualquier creencia, nada más, sin comprobación científica de ninguna especie.
El Sujeto Sr. XX concurre a su rito, a su culto, a su secta, a lo que sea por cumplir, porque se ha comprometido o porque su familia pertenece a tal secta, pero jamás se auto-explora psicológicamente, nunca jamás en la vida se preocupa por eliminar los defectos de tipo psicológico, aparenta una cosa y es otra: he ahí al fariseo, o al yo fariseo. Y en cuanto a la Mente Interior, ya cambia la cuestión. Ciertamente la Mente Interior propiamente dicho, analizada en la parapsicología revolucionaria, es diferente, es capaz, y se ha podido eso corroborar con fenómenos parapsicológicos extraordinarios, es capaz de percibir por sí misma y en forma directa los fenómenos naturales, íntegros, uni totales.
Alguien podría, por ejemplo, no saber nada de química y conocer de inmediato un fenómeno químico, aunque no utilizase los términos químicos, a condición, claro está, de haber abierto la Mente Interior. Alguien podría no haber estudiado física jamás, pero, sí abierto la mente interior, puede percibir el fenómeno físico en forma íntegra, aunque, quizás use otros términos distintos a los que comúnmente denominamos términos físicos.
Quien ha abierto la Mente Interior, puede naturalmente experimentar eso que no es del tiempo, eso que es la verdad. Pero para abrir la Mente Interior se requiere ante todo haber eliminado el Yo subliminal, haber destruido todos esos agregados psíquicos que en su conjunto constituyen el Mí Mismo, el sí mismo, el Yo Psicológico.
Pasar por la aniquilación Budista sería loable. Quien se resuelve a pasar por la famosa aniquilación budista, es decir, por la auto-destrucción del Ego Psicológico, pues logra el absoluto despertar de la Conciencia. Cuando la Conciencia despierta radicalmente, entonces, como consecuencia o corolario se abre la Mente Interior.
Esta no se fundamenta en la fe del carbonero, ni en las creencias, ni en los conceptos materialistas, etc., tiene como único fundamento la Conciencia Despierta.
Una Conciencia Despierta es una conciencia que puede captar todos los fenómenos cósmicos y transmitirlos a la Mente Interior, en esas condiciones la Mente Interior puede articular.
Sería posible esto mediante la aniquilación Budista.
Esa madre de Botazzi, fotografiada en un laboratorio de Nápoles, no es más que el Yo pluralizado haciéndose tangible en pleno laboratorio. Esa Katie King, fotografiada, estudiada en los Estados Unidos por el famoso químico William Crookes, en el fondo, no es más que un agregado psíquico de alguien que murió, un yo psicológico materializado físicamente, visible y tangible ante los científicos.