miércoles, mayo 25, 2022

Mapa de "Piris Reis"

Piri Muhyi I Din Re'is (Piri Reis 1.470-1.554) hijo de Hadj Mehmet, fue sobrino de uno de los más famosos piratas turcos que asolaron el Mar Mediterráneo entre los siglos XV y XVI, el pirata Kemal Reis. Al igual que él, Piri Reis ejerció esta profesion al servicio del Sultán Selim I. Conocedor de muchas lenguas como el italiano, el griego, el español y el portugués, su gran pasión fue la cartografía, llegando a publicar un libro donde recogía más de 210 mapas de todos los mares del mundo, el "Kitabi Bahriye", una gran recopilación de antiguos mapas copiados por él y obtenidos de sus saqueos marítimos o comprados a comerciantes en los muchos puertos donde desembarcó. Entre estos mapas destacaron uno hecho en 1.513 y otro en el 1.528, donde se podían apreciar todo el Océano Atlántico y sus costas americanas, africanas, europeas, árticas y antárticas. Toda su colección de mapas fue regalada al Sultán, perdiéndose desde ese momento la pista a esta colección única.

Muchos de estos mapas empezaron a reaparecer en el siglo XVIII en el Palacio de Topkapi de Estambul, pero fue a finales de 1.929 cuando se estaba realizando un inventario de los fondos del antiguo palacio cuando se descubrió un viejo mapa confeccionado en cuero de gacela de 85 por 60 cm. donde aparecían Bretaña, España, Africa Occidental, el Oceno Atlántico, parte del Norte de América, el Sur de América, la costa Antártica y que, aún estando rasgado se sospecha que también incluía Europa, Asia y Australia. Era el gran mapa realizado en el año 1.513. A éste le siguieron el resto de los mapas, así como documentación donde el propio Piri Reis explicaba que para la realización de sus mapas utilizó 20 viejos planos y 8 mapamundi confeccionados en la época de Alejandro Magno...

Los rasgos más característicos de estos antiguos mapas, son sus exactas coordenadas, un conocimiento de la longitud que no se desarrolló en el mundo moderno hasta finales del siglo XVIII, unos conocimientos de trigonometría esférica y el uso de precisos instrumentos geodésicos, todo ello impropio de la época en la que supuestamente fueron realizados.

En 1.960 el teniente coronel de los EE.UU Harold Z. Ohlmeyer, especialista en cartografía estudió estos mapas, y admitió en sus conclusiones que la costa antártica que aparece en el mapa de 1.513 tuvo que ser forzosamente cartografiada antes de que hubiera sido cubierta por la capa de hielo que presenta en la actualidad, es decir, dentro de un período que se sitúa hace 8.000 ó 10.000 años, mucho antes del conocimiento de nuestra historia escrita.

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Otros investigadores como H. Mallery, Walters, Lineham, Charles H. Hapgood y

Richard W. Stracham, aseguran sin ningún tipo de vacilación que, los mapas de Piri Reis fueron trazados con la ayuda de fotografías aéreas, tomadas a gran altura desde un satélite y elaborados a partir de un punto situado sobre la Ciudad de El Cairo. A conclusiones parecidas llegó el ya tristemente desaparecido científico espacial francés y colaborador de la NASA Maurice Chatelain, quien aseguraba que estos mapas representaban una proyección plana de la superfície esférica de la Tierra tal y como podría ser vista hoy por un astronauta situado a una gran altura sobre Egipto. Curiosamente, una foto obtenida por un satélite sobre la vertical de El Cairo a una altura de 4.300 Kilómetros, muestra la misma deformación de las costas que las copias de Piri Reis.

El profesor Sarton de la Universidad de Harvar, realizó un completo estudio de las escalas y distancias de los trabajos de Piri Reis. En su informe final aseguraba que las distancias entre los diferentes puntos eran exactas, tomando siempre como baremo la medida griega "estadio" (1 estadio = 186 metros), la escala utilizada por el navegante turco se extrajo de la medición de la circunferencia de la Tierra realizada por el sabio Eratóstenes en el siglo III a. C. Estos datos corroboraban lo expuesto por el propio Piri Reis, y es que la antigüedad de los mapas originales de los que copió, se remontaba a tiempos de Alejandro Magno. ¿Cómo fueron confeccionados unos mapas tan perfectos sin una tecnología como la actual?. ¿Cómo fue posible cartografiar la costa Antártida sin hielos, incluso reflejando las altitudes y otros accidentes geográficos que hoy se están apenas descubriendo?.

Existen otros mapas como el de Zeno (1.380) donde aparece Groenlandia sin hielos.


La misma imagen presenta el mapa de Yehudi Ibn Ben Zara (1.487) con una Groenlandia surcada de ríos, valles y montañas, que no pudieron ser confirmados hasta el año 1.947 mediante los sondeos de una expedición francesa capitaneada por Paul Emile Victor. 

El mapa Caneiro, del siglo XV, donde aparece la costa Oriental de África con toda precisión. El mapa de Andreu Benincasa, con todo tipo de detalles de la costa Norte de Europa. El mapa de Jorge Reinel (1.510) con excelentes representaciones del Océano Indico y parte de Australia. El mapa Orenteus Finaeus (1.531) donde aparecen ríos y montañas en la Antártida. El de Adji Ahmed (1.559), donde aparece el continente americano al completo.

La conclusión de todos estos mapas, de todos estos conocimientos anacrónicos, es simple y abrumadora. Y sería aún mucho mayor si no hubiesen sido devastados por el fuego y por la intransigencia e intolerancia del ser humano a lo largo de su historia, tantos libros y documentos recopilados por nuestros antepasados de otros tiempos aún mucho más anteriores y que ellos definiron como la Edad de Oro del hombre. Basta recordar que en unas pocas horas, uno de los legados más importantes de la humanidad, la Biblioteca de Alejandría, fue consumida por el fuego. Piri Reis perteneció a ese grupo de recopiladores de un saber lejano y oculto que hoy se nos antoja de leyenda y de fantasía, pero donde se pueden adivinar pequeños signos y señales de una historia que para nada tiene que ver con la que nos han contado.