miércoles, junio 29, 2022

Prácticas de Meditación Budista

PARA LA ENFERMEDAD

Gracias a Cecilia(una de las benditas voluntarias que oran los días jueves por todos los enfermos del listado de Actos de Amor) pude recordar una práctica Budista para la curación de enfermos. Hace algunos años realicé un curso de meditaciones budistas, en donde el Lama nos contó una historia antigua sobre un monje que enseñaba en secreto una práctica de imaginación consciente a unos enfermos que tenían lepra. La práctica consistía en que los leprosos debían imaginar el dolor ajeno o la enfermedad de alguna persona que estaba mal físicamente y sentir ese dolor en ellos mismos. Ellos se imaginaban como llegaba ese dolor, en forma de una nebulosa de color negro, a su corazón espiritual. Luego ellos, venciendo sus propios egoísmos, transformaban ese dolor, ese sufrimiento, esa enfermedad, en energía positiva, salud y amor. Entonces imaginaban como si hubiera una explosión de energía de luz brillante inundando todo su corazón, todo su cuerpo, y que esa misma luz se dirigía energizando y curando a las personas que estaban imaginando. Lo curioso de esta práctica que no solamente se curaban las otras personas si no que también algunos leprosos se llegaron a curar realizando estas práctica imaginando y amando a distancia. A todo esto, el monje tenía un hermano que era un escéptico y bastante malvado, que se ponía a escuchar detrás de la puerta las enseñanzas de su hermano monje sin que este se diera cuenta. En el trascurrir de las semanas, el monje al ver los cambios interiores para mejor que iba sufriendo su hermano, se dio cuenta de que su hermano estaba utilizando las técnicas que él estaba enseñando a los leprosos. A partir de ese momento aquel monje que comprobó el positivo cambio de su hermano, decidió divulgar esa práctica de imaginación consciente que hasta ese momento era solamente para algunos pocos y así la pudiera conocer todo el mundo".

Personalmente he utilizado muchas veces esta práctica, inclusive con mi padre que sufría de un cáncer con metástasis, tenía fuertes dolores en el final de sus días y noté que cuando realizaba la práctica se aliviaban sus dolores y la agonía...

Según Gueshe Kelsang Giatso, es posible que algunas personas malentiendan el objetivo de la práctica y piensen "Yo ya tengo suficiente con mi propio sufrimiento y no puedo tomar el de nadie más". El propósito de ésta práctica no es acumular una carga intolerable de sufrimiento, sino aumentar nuestra compasión, estabilizar nuestra experiencia de cambiarnos por los demás y acumular méritos. Puesto que la compasión es la causa de la iluminación podemos tener la certeza que con ésta práctica creamos la causa para alcanzar esa meta algún día.

Si realizamos la práctica con sinceridad no nos deprimiremos con nuestros propios problemas. Cuando nos preocupamos sólo de nuestro bienestar nos excitamos o deprimimos con facilidad.

Un saludo a todos y espero que utilicen también esta práctica para la curación y sanación de todos los enfermos que se hayan sufriendo en cada rincón del planeta.

RECONOCIMIENTO DE QUE TODOS LOS SERES SON NUESTRAS MADRES

Una vez que hayamos generado ecuanimidad, tenemos que generar amor, compasión y bodhichita. Para ello, primero debemos generar amor afectivo por todos los seres sintientes.

Con este fin comenzamos contemplando cómo todos los seres han sido nuestra madre en alguna ocasión.

PREPARACIÓN

Nos refugiamos en las Tres Joyas, generamos la preciosa motivación de bodhichita y completamos las demás prácticas preparatorias.

CONTEMPLACION 

Puesto que es imposible encontrar el principio de nuestro continuo mental, podemos deducir que en el pasado hemos renacido numerosas veces. Siendo así, esto significa que hemos tenido también innumerables madres. ¿Dónde están ahora todas ellas? Nuestras madres son todos los seres sin- tientes. Es incorrecto pensar que nuestras madres de vidas pasadas han dejado de serlo porque haya transcurrido mucho tiempo desde que se preocuparon por nosotros. Si nuestra madre muriera hoy, ¿dejaría acaso de ser nuestra madre? Todavía la consideraríamos como tal y rezaríamos por su felicidad. Lo mismo ocurre con todas las madres que tuvimos en el pasado - murieron pero siguen siendo nuestras madres -. El que no nos reconozcamos sólo se debe a que hemos cambiado nuestra apariencia externa. En nuestra vida diaria nos encontramos con diferentes seres sintientes: humanos y no-humanos. A algunos los consideramos como amigos, a otros como enemigos y a la mayoría como extraños. Este tipo de discriminación es producto de nuestras mentes erróneas y no es verificado por una mente válida. Como resultado de las diferentes relaciones kármicas que tuvimos en el pasado, algunos seres nos parecen agradables y atractivos, otros desagradables y otros ni lo uno ni lo otro. Tenemos la tendencia a aceptar estas impresiones sin vacilar, como si fueran realmente ciertas. Pensamos que las personas que nos agradan son de por sí agradables, y las que nos desagradan intrínsecamente desagradables. Esta manera de pensar es del todo incorrecta. Si las personas que nos parecen atractivas lo fueran de manera intrínseca, cualquiera que las viera las consideraría también como tales; lo mismo sucedería con las que consideramos desagradables; pero esto no es así. En vez de asentir a este tipo de mentes erróneas, es mucho más beneficioso considerar que todos los seres sintientes son nuestras madres. Al encontrarnos con alguien hemos de pensar: «Esta persona es mi madre». De esta manera fluirá un sentimiento ecuánime de afecto hacia todos los seres. Si pensamos que todos los seres sintientes son nuestras madres, nos resultará más fácil generar hacia ellos sentimientos sinceros de amor y de compasión, nuestras relaciones diarias serán más estables y positivas, y de manera natural evitaremos cometer acciones perjudiciales tales como el matar o el hacer daño. Puesto que el reconocer que todas las criaturas son nuestras madres aporta enormes beneficios, deberíamos adoptar esta manera de pensar sin vacilaciones.

MEDITACIÓN Reflexionamos de este modo hasta que generemos la convicción de que todos los seres son nuestras madres. Luego, a fin de reafirmar esta resolución, nos concentramos en ella por tanto tiempo como podamos.

DEDICACIÓN Dedicamos todas las virtudes que hemos creado en esta práctica de meditación para el beneficio de los demás seres mientras recitamos las oraciones de dedicación.

PRÁCTICA SUBSIGUIENTE Entre sesiones debemos considerar que todas las personas que veamos son nuestras madres. Esto incluye a los insectos y otros animales, así como a nuestros enemigos y demás seres humanos. En vez de clasificar a las personas como amigos, enemigos o extraños, deberíamos considerarlos a todos por igual, como nuestras madres. De este modo superaremos las actitudes perjudiciales de apego, odio e indiferencia.

5ª Práctica

APRECIO DE LA BONDAD DE TODOS LOS SERES

Una vez que estemos convencidos de que todos los seres son nuestras madres, a fin de generar amor afectivo hacia ellos, reflexionamos y recordamos lo benevolentes que han sido con nosotros. En esta meditación comenzamos contemplando lo bondadosos que han sido con nosotros cuando fueron nuestra madre, y luego contemplamos la gran bondad que hemos recibido de ellos en muchas otras ocasiones.

PREPARACIÓN Nos refugiamos en las Tres Joyas, generamos la motivación especial de bodhichita y completamos las demás prácticas preparatorias.

CONTEMPLACIÓN Cuando fuimos concebidos, si nuestra madre no hubiera querido mantenernos en su seno, podría haber cometido un aborto, y si lo hubiera hecho, ahora no dispondríamos de esta vida humana. Gracias a que tuvo un buen corazón nos mantuvo en su seno y ahora disfrutamos de esta existencia humana con todas sus ventajas. Cuando éramos un bebé nos cuidó con extremada atención. De no haberlo hecho, lo más probable es que hubiésemos sufrido algún accidente y ahora estaríamos incapacitados físicamente de alguna manera, ciegos o con algún miembro lisiado. Por fortuna, nuestra madre nunca nos descuidó. Veló por nosotros día y noche con gran amor y cariño considerándonos más importantes que ella misma. ¡Cuántas veces al día nos tuvo que salvar de todo tipo de peligros! Por la noche interrumpimos su sueño y durante el día sacrificó sus pequeños placeres por nosotros. Tuvo que dejar su trabajo y cuando sus amigos salían a divertirse, ella se quedaba en casa para cuidarnos. Gastó todos sus ahorros para proporcionarnos los mejores alimentos y ropas. Nos enseñó a comer, a andar y a hablar. Pensando en nuestro futuro hizo todo lo posible para que recibiéramos una buena educación. Gracias a su extremada bondad, podemos aprender cualquier cosa que nos propongamos. Debido principal- mente a la benignidad de nuestra madre, ahora tenemos la oportunidad de practicar el Dharma y podremos, por último, alcanzar la iluminación. Puesto que no hay nadie que no haya sido nuestra madre en un tiempo dado en vidas previas, y dado que cuando fuimos su hijo nos trató con el mismo amor y cuidado de nuestra madre actual, podemos afirmar que todos los seres han sido muy benevolentes con nosotros.

La amabilidad de todos los seres no se limita al período de tiempo en que fueron nuestra madre. Todas y cada una de nuestras necesidades diarias nos son provistas gracias a la bondad de otros. Vinimos desnudos al mundo, pero desde el primer día se nos dio un hogar, se nos alimentó y vistió, y se nos proporcionó todo lo que necesitábamos - gracias a la amabilidad de los demás -. Todo lo que disfrutamos es el resultado de la generosidad de otras personas del pasado o del presente.

Ahora, con poco esfuerzo podemos hacer uso de muchas cosas. Si consideramos las facilidades públicas tales como carreteras, automóviles, aviones, barcos, restaurantes, hoteles, bibliotecas, hospitales, tiendas, dinero y demás, es obvio que mucha gente ha trabajado muy duro para que todas estas cosas sean una realidad. Aunque nosotros aportemos muy poco o nada para que el abastecimiento de estas comodidades sea posible, éstas están disponibles para nuestro propio uso, lo que es una muestra continua de la gran benevolencia de los demás. También podemos actualizar nuestra educación secular y nuestro adiestramiento espiritual gracias a la bondad de otros seres. Todas las realizaciones del Dharma, desde las primeras experiencias hasta los logros de la liberación y la iluminación, las conseguiremos alcanzar gracias a la gran bondad de otros seres.

MEDITACIÓN Reflexionamos sobre la gran benevolencia de los maternales seres sintientes hasta que generemos un profundo y sincero sentimiento de gratitud. Meditamos entonces sobre este sentimiento de manera convergente.

DEDICACIÓN Dedicamos todas las virtudes que hemos creado durante esta meditación para el beneficio de todos los seres al recitar las oraciones de dedicación.

PRÁCTICA SUBSIGUIENTE Cuando realicemos cualquier actividad fuera de la sesión de meditación debemos mantener el reconocimiento de que todos los seres han sido y siguen siendo muy bondadosos con nosotros. Adoptando esta manera de ver a los demás dejaremos de involucramos en críticas y querellas contra el prójimo, y pronto alcanzaremos las realizaciones de amor, compasión y bodhichita.

6ª practica

GENERACIÓN DE ECUANIMIDAD 

Por lo general, nuestras actitudes emocionales hacia los demás son desequilibradas. Cuando vemos a un amigo o a alguien que nos resulta atractivo, nos alegramos de forma desmesurada; cuando nos encontramos con algún enemigo o persona que no nos agrada, inmediatamente generamos un mal sentimiento hacia ella; y cuando tropezamos con un extraño o con alguien que ni nos gusta ni nos disgusta, sentimos indiferencia. Estas actitudes desequilibradas son el obstáculo principal que nos impide generar amor imparcial, compasión y bodhichita, realizaciones fundamentales del camino maha- yana. Mientras tengamos estas actitudes, nuestra mente será como un campo árido y rocoso en el que no es posible que crezcan los frutos de las realizaciones mahayanas. Nuestra tarea principal es, por lo tanto, liberar la mente de esta inestabilidad emocional y desarrollar verdadera ecuanimidad hacia todos los seres sintientes.

PREPARACIÓN Nos refugiamos en las Tres Joyas, generamos la preciosa motivación de bodhichita y completamos las demás prácticas preparatorias.

CONTEMPLACIÓN Tenemos que recordar que, en vidas previas, el que ahora es nuestro mejor amigo en numerosas ocasiones fue nuestro peor enemigo y viceversa. Incluso en esta vida de tan corta duración, estos cambios se repiten constantemente en nuestra convivencia con los demás. No existe verdadera certeza en las relaciones. En el pasado nos hemos sentido cerca de muchas personas que ahora consideramos extrañas, y llegará un día en el que nos sentiremos alejados de nuestros amigos más íntimos. Por lo tanto, no tiene ningún sentido que sintamos apego por unos y aversión o indiferencia por otros. Pensando de este modo podemos abandonar nuestras actitudes de apego, aversión e indiferencia, y cultivar, por el contrario, un sentimiento ecuánime de afecto por todos los seres sintientes.

MEDITACIÓN 

Después de haber contemplado estos puntos generamos tres resoluciones:

Voy a liberar mi mente de actitudes desequilibradas hacia los demás. 2 No voy a generar apego, odio o indiferencia por ningún ser. 3 Voy a mantener una actitud ecuánime de afecto y consideración hacia todos los seres sintientes.

Meditamos en estas tres resoluciones de manera convergente por tanto tiempo como podamos.

DEDICACIÓN Dedicamos todas las virtudes que hemos creado en esta meditación para el beneficio de todos los seres sintientes mientras recitamos las oraciones de dedicación.

PRÁCTICA SUBSIGUIENTE Debemos mantener estas tres determinaciones día y noche, haciendo brotar un sentimiento afectuoso cada vez que nos * encontremos o pensemos en alguien. Si podemos conseguirlo, no habrá ninguna razón por la cual sentir apego u odio, y nuestra mente disfrutará de tranquilidad.

PRÁCTICA BUDISTA Nº 3

MUERTE E IMPERMANENCIA

HAY TRES MODOS DE UTILIZAR LA EXISTENCIA HUMANA DE MANERA SIGNIFICATIVA: AFIN DE ASEGURARNOS DE QUE RENACEREMOS COMO UN SER HUMANO O UN DIOS EN NUESTRA PRÓXIMA VIDA, PARA LOGRAR LA LIBERACIÓN O PARA ALCANZAR LA ILUMINACIÓN TOTAL.

ESTOS LOGROS DEPENDEN DE NUESTRO ADIESTRAMIENTO EN EL DHARMA, PERO NUESTRA PREOCUPACIÓN POR LOS ASUNTOS MUNDANOS ES TAN GRANDES QUE POCAS VECES GENERAMOS EL DESEO DE PRACTICAR. ÉSTE ES NUESTRO OBSTÁCULO PRINCIPAL. PARA SUPERARLO DEBEMOS MEDITAR SOBRE LA MUERTE.

CONTEMPLACIÓN

PENSAMOS: "EL HECHO DE QUE VOY A MORIR ES DEFINITIVO. NO HAY MANERA DE IMPEDIR QUE MI CUERPO DEGENERE. DÍA A DÍA, MOMENTO A MOMENTO, MI VIDA VA DESAPARECIENDO, COMO LA ARENA QUE SE DESLIZA ENTRE LOS DEDOS. LA HORA DE MI MUERTE ES INCIERTA, LA MUERTE ME ESPERA EN CUALQUIER INSTANTE. MUCHOS JÓVENES MUEREN ANTES QUE SUS PADRES; ALGUNOS NADA MÁS NACER; NINGÚN SER HUMANO TIENE CERTEZA RESPECTO A LAS CIRCUNSTANCIAS DE SU MUERTE. HAY MUCHAS CAUSAS QUE PUEDEN PRODUCIR UNA MUERTE PREMATURA. LAS VIDAS DE MUCHA GENTE FUERTE Y SANA SE HAN PERDIDO EN TODO TIPO DE ACCIDENTES. NADIE PUEDE GARANTIZARME QUE NO VOY A MORIR HOY MISMO".

MEDITACIÓN

DESPUÉS DE HABER REFLEXIONADO SOBRE ESTOS PUNTOS, REPETIMOS MENTALMENTE:

"QUIZÁ ME MUERA HOY, ES MUY POSIBLE QUE ME MUERA HOY" Y NOS CONCENTRAMOS EN EL SENTIMIENTO QUE ESTE PENSAMIENTO EVOCA. AL CABO DE UN RATO CONCLUIMOS "PUESTO QUE HE DE PARTIR PRONTO DE ESTE MUNDO, NO TIENE NINGÚN SENTIDO QUE ME APEGUE A LOS DISFRUTES MUNDANOS. EN VEZ DE ELLO, VOY A DEDICAR LA VIDA ENTERA A LA PRÁCTICA DEL DHARMA". ENTONCES NOS CONCENTRAMOS EN ESTA CONCLUSIÓN POR TANTO TIEMPO COMO PODAMOS.

DEDICAMOS TODAS LAS VIRTUDES QUE HEMOS CREADO EN ESTA MEDITACIÓN PARA EL BENEFICIO Y LA FELICIDAD DE TODOS LOS SERES CON LA RECITACIÓN DE LAS ORACIONES PERTINENTES.

PRÁCTICA SUBSIGUIENTE

DURANTE EL DESCANSO DE LA MEDITACIÓN HEMOS DE ESFORZAMOS EN SUPERAR LA PEREZA QUE OBSTACULIZA NUESTRA PRÁCTICA DEL DHARMA. RECONOCIENDO QUE LOS PLACERES MUNDANOS SON FALACES Y QUE NOS DISTRAEN EN NUESTRO OBJETIVO DE UTILIZAR LA VIDA DE MANERA SIGNIFICATIVA, DEBEMOS ELIMINAR NUESTRO APEGO HACIA ELLOS. DE ESTE MODO SEREMOS CAPACES DE SUPERAR EL OBSTÁCULO PRINCIPAL DE NUESTRA PRÁCTICA ESPIRITUAL.

BUDISMO: PRÁCTICA Nº2

La gran compasión

La gran compasión es el deseo espontáneo de liberar a todos los seres del sufrimiento del samsara. Una vez hayamos generado amor afectivo hacia todos los seres, si entonces contemplamos cómo están atrapados en el samsara, soportando problemas sin cesar, desarrollaremos con facilidad compasión hacia ellos. Si reflexionamos sobre este punto, nos daremos cuenta que de que todos están padeciendo terribles tormentos. Hemos de contemplar estos sufrimientos ajenos hasta que generemos en nuestro corazón un fuerte sentimiento de misericordia hacia todos los seres. A continuación meditamos sobre este sentimiento sin distracciones. Cuando hayamos generado la mente de gran compasión hacia todos los seres, hemos de pensar:

"Quiero liberar a todos los seres del samsara, pero ¿Cómo puedo conseguirlo? Mientras yo mismo permanezca en el samsara, no tendré capacidad para ayudarles. Si no soy capaz de resolver ni mis propios problemas, ¿Cómo podré solventar los de los demás? Solo un Buddha tiene el poder de proteger a todos los seres sintientes y de brindarles una felicidad sin contaminar. Por tanto, para cumplir mi deseo de liberar a todos los seres del sufrimiento, voy a alcanzar el estado de Buddha."

Podemos meditar en este pensamiento una y otra vez hasta que lo generemos de manera espontánea día y noche. Cuando sea así, habremos logrado la verdadera realización de la bodhichitta y nos habremos convertido en un bodhisattva, en un hijo o hija de los Buddhas. El mero deseo de llegar a ser un Buddha para el beneficio de todos los seres es lo que se llama "la bodhichitta aspirante".

PRÁCTICA BUDISTA Nº 1

Hay una meditación budista muy interesante para practicar." En primer lugar he de poner el esfuerzo en meditar para igualarme a los demás. He de proteger a todos los seres como a mi mismo, porque todos somos iguales en que deseamos felicidad y no dolor". "Así como yo deseo lograr una felicidad duradera, los demás seres también lo desean, y en este sentido todos somos iguales. ¿No es por lo tanto injusto desear mi propia felicidad al mismo tiempo que me olvido de la de los demás?."

"Ahora poseo esta preciosa existencia humana que es tan difícil de conseguir. Si no la aprovecho para alcanzar la Budeidad desperdiciaré una oportunidad de oro. Para lograr la iluminación tengo que igualarme a los demás. Si lo consigo, seré capaz de adiestrarme en las prácticas de tomar y dar, cultivar las preciosas mentes de compasión y bodhichita y finalmente alcanzar la iluminación."

"Aunque no seamos capaces de ayudar directamente a los demás, deberíamos intentar generar la intención de hacerlo. Si cultivamos esta aspiración cada vez con mayor intensidad encontraremos de manera natural el modo de ayudarles."

"Puesto que nadie desea el menor de los sufrimientos ni se contenta con la felicidad que posee, no hay diferencia entre yo y los demás; comprendiendo esto, ruego tus bendiciones para poder con alegría hacer felices a los demás."