viernes, julio 01, 2022

Perderlo es Tenerlo

Zen Master Seung Sahn

Este es un extracto de una charla ofrecida por el Ven. Gran Maestro Zen Seung Sahn a los miembros de HwaGye Sa, nuestro templo en Seúl, la noche anterior al Día de la Conmemoración de la Iluminación del Buda. Tradicionalmente los Budistas permanecen toda la noche practicando meditación, imitando al Buda antes de su Gran Iluminación. 

(Levanta el bastón Zen sobre su cabeza, y luego golpea el podio con el bastón)

Lograr la iluminación es perder la iluminación. Perder la iluminación es lograr la iluminación.

En nuestro mundo todo tiene nombre y forma. Todo lo que tiene nombre y forma sigue el flujo del tiempo y del espacio – cambiando, cambiando, siempre cambiando. Ni una cosa permanece igual. El Buda nos enseñó que nuestro mundo es impermanente. Si logramos la impermanencia completamente entonces podemos encontrar la única cosa que no cambia, la única cosa inmóvil. Dado que todo está cambiando, la montaña se vuelve agua, el agua se vuelve montaña. Todo aparece y desaparece. Llamamos a esto la ley de aparecer y desaparecer. Entonces, lograr la iluminación es perder la iluminación. Perder la iluminación es lograr la iluminación.

Hace cien años toda la gente reunida aquí hoy no estaba viva. Durante los últimos cien años todos ustedes nacieron y aparecieron como una persona coreana o como una persona occidental. ¿Pero dentro de cien años, estarán aun vivos? ¡No! Ustedes deberán morir. Entonces vemos que todo está cambiando, cambiando. Su cuerpo pronto se habrá ido. ¿Dónde está el maestro de este cuerpo? ¿Dónde irá el dueño de este cuerpo? Para encontrar la respuesta a esa pregunta han venido aquí a Hwa Gye Sa. Se han hecho miembros de Hwa Gye Sa. Cantan y practican Zen aquí con otras personas.

(Levanta el bastón Zen sobre su cabeza, luego golpea el podio).

¿Cuál es el sentido de este golpe? Esto significa ninguna iluminación que lograr, ninguna iluminación que perder. Hace mucho tiempo un Patriarca eminente dijo: “mantengan una mente que sea clara como el espacio”. Si vemos más profundamente en nuestra verdadera naturaleza e intentamos encontrarla, entonces vemos que es completamente vacía – vacía y clara como el espacio. “Completa vaciedad sin nada que lograr” es nuestra mente original – nuestra sustancia original. Esto es de donde venimos y es a donde vamos. Por esta razón no hay nada que lograr; nada que perder. Todos los opuestos son cortados: bueno, malo, correcto, incorrecto, sagrado o profano. Si todos los opuestos son cortados, le llamamos a eso completa vaciedad. Ese es nuestro rostro original, el punto primario.

Para lograr este punto todos nosotros nos hemos reunido aquí para quedarnos toda la noche practicando hasta el Día de la Iluminación del Buda. Ven mucha gente occidental aquí con narices grandes. Ellos han estado muchas noches durante el Kyol Che practicando hasta muy tarde en la noche. Hay también cuatro personas rusas practicando aquí. ¿Cómo es que nuestros miembros de Hwa Gye Sa no vienen y practican más? ¿Aun si se quedan esta sola noche, es suficiente? Debemos hacerlo. Debemos lograr de dónde venimos y adonde vamos. Nos reunimos aquí para iluminarnos a nosotros mismos...

Si practican duramente entonces e verdadero camino aparece frente a ustedes muy claramente. Entonces aunque pierdan su cuerpo, aun así su camino es claro. Entonces debemos lograr eso. Debemos lograr nuestro verdadero ser. Todos nosotros deberíamos quedarnos esta noche y preguntarnos “¿Qué soy?” Después de todo, ¿Quién está acarreando este cuerpo? Si siempre mantenemos esta gran pregunta lograremos una cosa pura y clara. Si lo logramos, entonces logramos nuestro verdadero ser.

(Levanta el bastón Zen sobre la cabeza, luego golpea el podio con el bastón).

¿Cuál es el significado de esto?

Esto significa que la iluminación es sólo la iluminación. Lograr la iluminación es sólo lograr la iluminación. Perder la iluminación es sólo perder la iluminación. No hace mucho tiempo, el gran Patriarca Song Chol Sunim dijo: “La montaña es la montaña, el agua es el agua”. Primero dijimos que la montaña es el agua, que el agua es la montaña. Luego fuimos al lugar donde no hay montaña, no hay agua. Ahora decimos: “la montaña es la montaña, el agua es el agua”. Este es el lugar de lograr mi verdadero ser. Entonces, la montaña es sólo la montaña, el agua es sólo el agua. Nuestro verdadero ser es como un espejo limpio – un gran espejo redondo. En este espejo limpio todo es reflejado. La montaña es sólo la montaña reflejada; el agua viene, sólo el agua es reflejada. Si vaciamos completamente nuestra mente es como un espejo limpio. Entonces todo en nuestro mundo está reflejado en mi mente: la montaña es reflejada, el agua es reflejada, todo es sólo reflejado. Llamamos a esto “la verdad así”, el mundo de verdad. También decimos que es verdadera forma o sólo verdad.

Primero, hablamos sobre el mundo de la impermanencia. Lograr la iluminación es perder la iluminación. Perder la iluminación es lograr la iluminación. La montaña se vuelve agua, el agua se vuelve montaña.

Luego fuimos al mundo de la vaciedad. Lograr es vaciedad; también, no lograr es vaciedad. La montaña es vaciedad y el agua es vaciedad. Completa y verdadera vaciedad.

Luego, dando un gran paso más desde el mundo de la vaciedad llegamos al mundo de la verdad. Aquí todo es así como es. La montaña es la montaña; el agua es el agua. Lograr la iluminación es sólo lograr la iluminación; perder la iluminación es sólo perder la iluminación. Llamamos a eso verdad.

Ahora han aparecido tres mundos diferentes. De estos tres mundos, ¿cuál es el correcto? Una vez más: la montaña es el agua, el agua es la montaña. Ese es el mundo de la impermanencia. Luego, no-montaña, no agua. Ese es el mundo de la vaciedad. Y finalmente la montaña es la montaña, el agua es el agua – mundo de verdad o de momento. Si tenemos tiempo y espacio, entonces todas las cosas existen. Si trascendemos tiempo y espacio, entonces llegamos al mundo de la vaciedad. Dando un paso más, llegamos al mundo de la verdad. En el mundo de la verdad todo lo que vemos, oímos, olemos, gustamos y tocamos está siempre enseñándonos. Cada momento es verdad. El cielo es azul, el perro está ladrando: guau, guau, el azúcar es dulce. Este es el mundo de la verdad.

Entonces, ¿Cuál de estos mundos es el correcto? ¿Cuál es el mundo que logramos? ¿Cuál es el mundo de la iluminación? Si alguien dice que encontró el que es correcto, entonces este pesado bastón Zen te golpeará treinta veces. Sí, hay un mundo correcto. Pero, si dices que lo encontraste, este palo te golpeará treinta veces. Si dices que no puedes encontrarlo, entonces este palo también te golpeará treinta veces. ¿Por qué es esto? Ya sea que lo encuentres o no, serás golpeado treinta veces. ¿Por qué? ¡KATZ! (golpe).

Afuera la nieve está brillando blanca. Adentro las luces eléctricas hacen posible que nos veamos los unos a los otros muy claramente. Con esto mi charla dharma está terminada.

Aquí vemos que ha aparecido un mundo más. Llamamos a este mundo el mundo de la función. Afuera la nieve es blanca, adentro las luces eléctricas brillan claramente. Entonces, hablamos sobre la impermanencia, el mundo cambiante. Luego hablamos sobre la completa vaciedad, el mundo de vaciedad. Finalmente hablamos sobre el mundo verdad -todo es verdad. Luego, yendo del mundo de verdad a través del ¡KATZ! – punto primario- llegamos al mundo del momento, función. Llamamos a esto el Gran Camino del Bodhisattva. Entonces, primero lograr la verdad, luego lograr el camino de bodhisattva. Mundo tras mundo, vida tras vida, hago el voto de seguir el camino del bodhisattva, hasta que todos los seres se vuelvan Buda. Hago el voto de seguir el Gran Camino del Bodhisattva hasta que todos los seres sean liberados del sufrimiento. ¡Ese es el gran voto de Ji Jang Posal, el Gran Voto del Bodhisattva.

Llevando este voto, vivimos nuestra vida. Ese es nuestro propósito en nuestra vida. Y no sólo en esta vida, sino vida tras vida, hasta que todos los seres sean liberados. Así es como deberíamos vivir. Entonces mi propósito en la vida es muy claro. Tomo el desayuno a la mañana temprano y el almuerzo tarde en el día – ¿para qué? ¿Por qué vivo en este mundo? Consideremos esto ahora mismo. En el mercado de Dongdaemun y en el mercado de Namdaemun mucha gente viene y va todos los días…muy ocupados, muy codiciosos. Aparte del tiempo que dedican a hacer dinero, no tienen tiempo. ¿Por qué vives en este mundo? Todos ustedes que se han reunido aquí hoy en la noche del Día de la Iluminación del Buda; ustedes son exactamente como el Buda: ustedes también quieren lograr su verdadero ser. Se reunieron aquí para practicar así como lo hizo el Buda bajo el árbol Bodhi. Están aquí para descubrir qué son.

Entonces, realmente pregunten “¿Quién soy?” Esta es mi cabeza, esta es mi mano, este es mi cuerpo. ¿Pero es esto yo? ¿Cuál es el verdadero yo? ¿Cuál es la única cosa que ha traído a este cuerpo a HwaGyeSa y ahora está sentándose en este salón del dharma? ¿Cuál es esa única cosa? Deben descubrir esa cosa, la única cosa que trajo a este cuerpo aquí. Si sólo están apegados a alguna clase de cosa material, si están sólo conmovidos emocionalmente por alguna clase de cosa material, entonces, ¿en qué se diferencian de una vaca o de un cerdo? ¿En qué nos diferenciamos de cualquier animal? “Esto es una persona” nos decimos. “Esto no es un animal”. Pero debemos comprender nuestra función humana antes de poder llamarnos a nosotros mismos un ser humano. Debemos entender nuestro modo correcto de ser humanos antes de poder decir que no somos apenas un animal. El Buda vio la estrella de la mañana y se iluminó. Cuando vio la estrella de la mañana, logró su verdadera naturaleza humana – el modo de un ser humano. Si logras tu naturaleza humana, entonces puedes ser llamado un ser humano.

El Budismo no es realmente una religión. Nuestro Budismo significa lograr algo, lograr la iluminación. Miren este mundo… miren nuestro país, Corea. Miren todas las cosas de este mundo cambiante. Recientemente varias personas querían volverse el presidente de Corea. Ellos gastaron un montón de dinero y tiempo pero no pudieron volverse el presidente. Si vemos de cerca podemos ver mucha gente en este mundo que está gobernada por los cinco deseos de comida, sueño, sexo, dinero y fama. Mucha gente vive sólo por estas cosas. Si abandonan esos deseos, pueden encontrar el camino correcto.

Deberíamos preguntar: “¿Cómo puedo lograr el verdadero camino? ¿Cómo puedo liberar a todos los seres?” ¡Esa es la pregunta importante! Necesitamos un gran voto. Necesitamos un gran voto y una voluntad fuerte para liberar a todos los seres. Aunque yo muera, si hago este gran voto, este voto me traerá de nuevo como ser humano. Nuevamente buscaré el camino del bodhisattva; nuevamente vendré a Hwa Gye Sa; nuevamente lograré mi verdadero ser; nuevamente liberaré a todos los seres. Debemos hacer un gran voto para liberar a todos los seres. Si no hacemos este gran voto, entonces, después de morir, ¿Cómo renaceremos? ¿Qué nos sucederá? No se queden en los cinco deseos. ¡Dejen los cinco deseos y vivan en el mundo del gran voto del bodhisattva!

Mañana es el Día de la Conmemoración de la Iluminación del Buda. Al igual que El Buda, nos hemos reunido aquí para lograr algo. - Alguien intenta entonar el mantra: Kwan Seum Posal[1], Kwan Seum Posal, Kwan Seum Posal - ¿Quién está intentando Kwan Seum Posal, quién es ese? ¿Quién está cantando? ¿Qué es esa cosa que canta? ¿Qué es esa cosa que intenta Kwan Seum Posal? Llamamos a eso “no sé”; llamamos a eso “cortar con todo pensamiento” – antes de pensar. Venimos aquí e intentamos mantener una mente antes del pensamiento.

Durante seis años el Buda mantuvo “¿Qué soy?” y mantuvo “No sé”. Pero frente al Buda muchas mujeres hermosas estaban danzando; aparecieron demonios, aparecieron muchas cosas. Él comprendió que todas esas cosas venían de su mente. Aparecían y desaparecían una y otra vez. Si no tengo mente, entonces no aparece nada. Así que, les pregunto a ustedes, miembros de Hwa Gye Sa, ¿tienen mente o no? Si dicen que tienen mente, este palo los golpeará. Si dicen que no tienen mente, este palo también los golpeará. ¿Dirán que tienen mente o dirán que no tienen? ¡Deben comprender cómo responder! Si quieren comprender cómo responder, deben practicar el Zen seriamente y con sinceridad.

Hace mucho tiempo el Buda Shakyamuni se sentó bajo el árbol Bodhi durante seis años. Luego una mañana vio una estrella y se iluminó. En nuestro mundo han aparecido varias clases de religión: Judaísmo, Cristianismo, Islam. Hoy mucha gente cree en estas religiones. En los tiempos del Buda, también, había varias clases de religión. Pero el Buda abandonó todas esas creencias y fue a la montaña. Sólo se preguntaba: “¿Qué soy yo?” Luego logró la iluminación. Entonces el Budismo es una religión de iluminación, no de creencia. Por supuesto, decimos que alguien se vuelve Buda o que alguien logra el dharma. Todas estas cosas son necesarias, pero son sólo palabras de enseñanza. Originalmente Budismo significa lograr mi verdadero ser, lograr “Buda es mente, mente es Buda”. ¡Ustedes deben lograr esto! ¿OK?

El Sexto Patriarca, Hui Neng, a diferencia del Buda, tenía una situación muy humilde. Cada mañana ayudaba a su madre; iba a las montañas, recogía leña, vendía la leña, obtenía dinero y compraba comida. Él no se casó; sólo iba a la montaña cada día y mantenía a su madre – una mente muy sencilla. Pero vean nuestras mentes; son muy complicadas. Tenemos muchas cosas que hacer: ahorrar dinero, hacer inversiones, etc. Pero la mente del Sexto Patriarca era muy simple… demasiado simple.

Un día volviendo a su casa después de vender la leña, encontró a un monje que estaba recitando el Sutra del Diamante. Mientras pasaba por allí escuchó al monje recitar la línea: “No te apegues a nada que surja en tu mente”. ¡BOOM! Se iluminó, logró su verdadero ser y “¿qué soy?”. Él jamás había aprendido los caracteres chinos ni estudiado los textos Budistas. Lo único que hacía era ir a las montañas y traer leña para ayudar a su madre. Pero logró la iluminación al escuchar una línea del Sutra del Diamante.

Luego le preguntó al monje: “¿Qué es ese libro? ¿Qué texto está leyendo?”

“Este es el Sutra del Diamante. Si vas al Norte, encontrarás al Quinto Patriarca, Hong Ren. Él tiene miles de discípulos y enseña el Sutra del Diamante.”

Hui Neng volvió y le contó a su madre lo que había sucedido. Después de organizar el cuidado de su madre, viajó hacia el Norte hasta que encontró el templo del Quinto Patriarca. Dijo: “He venido aquí a practicar con usted. Quiero aprender el dharma de usted”.

El Quinto Patriarca respondió: “¿De dónde vienes?”

Hui Neng dijo: “He venido desde el Sur”.

“¿Desde el Sur? ¡Ah, los bárbaros del Sur no tienen naturaleza de Buda!” Entonces Hui Neng dijo:

“Los seres humanos tienen Norte y Sur, pero, ¿hay norte y sur en la naturaleza de Buda?”

Qué modo hermoso de responder. Estas son las palabras de una persona iluminada – destacables. ¿Cómo pudo esta clase de frases surgir de alguien que sólo trabajaba en las montañas cortando madera y ayudando a su madre? Sólo pueden aparecer si logras algo, si te has iluminado a ti mismo. En este punto el Quinto Patriarca ya comprendía su mente y dijo: “Ve al molino de arroz y trabaja”. Más tarde, como todos aquí saben, el Quinto Patriarca le dio la transmisión secretamente.

Entonces, ¿Cómo logras la mente iluminada? Al Buda le llevó seis años, pero el Sexto Patriarca escuchó sólo una palabra y logró la iluminación. Algunas personas sólo escuchan una palabra – y ¡BOOM! – se iluminan. La gente puede lograr la iluminación en un solo instante; no siempre lleva seis años. Todos los días nosotros cantamos, todos los días nos sentamos en el salón del Dharma. ¿Cómo es que no tenemos gente iluminada? ¿Cómo es que no hemos logrado la gran iluminación? Nuestras mentes son complicadas, esa es la razón. La mente del Sexto Patriarca era muy simple, entonces él logró la iluminación fácilmente. A una mente complicada le lleva mucho tiempo. Sin embargo, miramos, vemos, y aunque lleve tiempo, podemos lograr la iluminación.

Entre los discípulos del Buda, Ananda era uno de los más sobresalientes. Conocido por su memoria fenomenal, recordaba todo lo que el Buda había enseñado –como un grabador. Si le dijeran a él: “En ese momento, en ese lugar, ¿Cuál fue la enseñanza del dharma?” él podría decirles precisamente. En los tiempos del Buda no había sutras. No fue sino hasta después de la muerte del Buda que los sutras fueron escritos. Mucha gente quería escuchar sobre lo que había enseñado el Buda, entonces le preguntaban a Ananda. Un problema era que Ananda no había logrado aun la iluminación. Una vez quinientos grandes Arhats se reunieron para recopilar los sutras. Todos esos grandes monjes se habían reunido, pero Ananda no podía unirse a ellos porque aun no había logrado la iluminación. Él se acercó a su hermano veterano Mahakasyapa y le preguntó: “Hermano mayor, aparte del kasa dorado y de los cuencos, ¿Qué más te transmitió el Buda? ¿Qué más obtuviste del Buda?”

Mahakasyapa dijo: “Ananda”

Ananda respondió: “Sí”

“Clava el mástil al frente de la puerta”

Entonces, ¿Qué significa esto? Él preguntó a Mahakasyapa qué había obtenido del Buda y Mahakasyapa dijo “clava el mástil al frente de la puerta”.

Ananda se fue y durante siete días sólo practicó. No comió. No se acostó. Se mantuvo constantemente erguido y meditó sobre este asunto. Este es el origen del Yong Men Jong Jin de siete días que están haciendo ahora nuestros monjes occidentales. Mañana, cuando veamos la estrella de la mañana, todo terminó. El séptimo día se dice que Ananda logró la iluminación. Entonces los quinientos Arhats le dieron la bienvenida a Ananda en su asamblea. Mahakasyapa dijo: “Sin abrir la puerta, entra”.

¿Qué significa esto: “sin abrir la puerta” cómo puedes entrar? El significado es que todos los quinientos Arhats estaban finalmente dispuestos a aceptar a Ananda en su asamblea. Entonces todos los sutras fueron compuestos. Cada sutra dice: “Así he oído”. Esas son las palabras de Ananda. “Así he oído” significa “escuché del Buda tal y tal enseñanza en tal y tal momento”. Si ven los sutras hoy, todos ellos tienen esta cita.

El Primer Patriarca fue Mahakasyapa. El Segundo Patriarca fue Ananda. Pero Mahakasyapa se hizo monje mucho después que Ananda. Ananda dejó el hogar y se hizo monje veinte años antes que Mahakasyapa. Aunque Ananda se hizo monje antes que Mahakasyapa, a causa de dharma él se convirtió después en el discípulo de Mahakasyapa, y se convirtió en el Segundo Patriarca. Así que esta es la historia de la segunda transmisión dharma.

Durante siete días hemos estado practicando muy duramente. Mañana a la mañana, veremos la estrella de la mañana, entonces lograremos algo. ¿OK? Espero que todos ustedes se iluminen. Así es como el dharma de Buda fue transmitido a través de Mahakasyapa a Ananda.

Luego, consideremos al Gran Maestro Zen coreano, Sosan Dae Sa. Él era originalmente de la provincia Pyong Ando en lo que hoy es Corea del Norte. Cuando era niño demostró gran inteligencia, así que a una edad temprana su padrino lo llevó a Seúl, donde él, podría aprender los textos confucianos. Después de varios años de estudio se presentó al examen del servicio civil. Se le pidió que escribiera un ensayo para el examen. Él también escribió los ensayos para sus amigos. Cuando volvieron los resultados de la prueba se sorprendió mucho: ¡todos sus amigos pasaron; sólo él no pasó! Intentó nuevamente; escribió muy bien y terminó todos los ensayos. Pero nuevamente no pasó. Hizo el examen una tercera vez – nuevamente fracasó. ¿Por qué era esto? Entonces finalmente comprendió: era a causa de su proveniencia. Él venía de Pyong Ando- la parte Norte de Corea. Todos sus amigos eran de otras partes de Corea: Chungchon Do, Kang Won Do, etc.

Después de varios intentos, su padrino le sugirió que debería ir a algún lugar donde pudiera descansar y sólo leer libros. El joven quería ir a Hein Sa y su padrino estuvo de acuerdo. Al llegar al templo Hein Sa encontró muchos, muchos libros que podía leer. Por supuesto, todos ustedes saben que en Hein Sa están los 84.000 sutras. Él encontró que leer sobre Budismo era más interesante que el confucianismo o el taoísmo. Los Sutras Budistas hablaban de cómo resolver problemas humanos reales. Súbitamente comprendió qué afortunado había sido por no haber podido obtener una posición en el gobierno. Si hubiera sido así, nunca habría conocido la maravillosa enseñanza del Buda.

Un día Sosan fue enviado a la ciudad para comprar pinceles y tinta. Al regresar al templo tuvo que responder a un llamado de la naturaleza. El templo tenía un edificio de letrina en estilo antiguo, muy elevado sobre el suelo. Se decía que la letrina estaba tan alta que si caía excremento cuando un viajero se iba de Taejon, ¡no terminaría de caer hasta que el viajero llegara a Seúl! ¡Así de alto era el edificio de letrina! Entonces, mientras Sosan Daesa estaba defecando sobre el agujero, sucedió que miró hacia abajo, muy abajo! – y vio varios animalitos. Tan pronto como su excremento fresco golpeó el fondo, gusanos, ratas, varias clases de animales corrieron y se sumergieron en ella, comiendo vorazmente. Después de contemplar esta escena durante un momento, tuvo la impresión de que la gente en el mercado no era diferente. Ellos siempre están buscando algo, siempre persiguiendo algo, siempre yendo por algo nuevo, siempre intentando sacar provecho de algo. Ahh… su mente se abrió. Él comprendió algo. Hasta ahora, pensó, he sido exactamente como uno de esos gusanos, buceando en el excremento fresco; siempre buscando otra pila de excremento. Ahora es momento para mí de practicar realmente. Sólo leer sutras no es suficiente – eso no me puede ayudar. Debo hacer alguna práctica seria. ¿Qué soy? ¿Quién soy?

Con esto, él decidió hacerse monje. Afeitó su cabeza, se puso la túnica gris, y fue a la Montaña Myo Hyang San. Allí practicó muy duramente. Primero hizo un retiro de cien días, luego hizo otro. En el primer retiro de cien días su mente realmente no se abrió. En el segundo retiro de cien días, todo apareció claramente frente a él. En ese momento su mente se abrió ampliamente y vio que el mundo está siempre girando, girando, girando. Todo está cambiando siempre. Pero dentro de ese cambio hay una cosa que no está cambiando. Para encontrar esa única cosa que no cambia, debemos lograr nuestra verdadera naturaleza.

¿Qué logró Sosan? Una mañana despertó muy temprano para hacer un kido. Desde lejos escuchó un gallo cantando (¡ki ki ri ki!), y logró su verdadero ser. Escuchando el sonido de un gallo cantando dijo: “He terminado el gran trabajo de vida y muerte. Todos ustedes que no han logrado la iluminación, mañana por la mañana intenten escuchar el sonido de un gallo cantando. Escúchenlo y terminen el trabajo de un gran hombre”. Se volvió muy famoso en la historia de Corea. Él y Samyan Taesa ayudaron a liberar al país de la invasión japonesa de 1592. Esa es la historia de Sosan.

El Maestro Zen Pao Chi practicó muy duramente pero aun así todo era confuso frente a él. Un día en un funeral escuchó la campana del pregonero del funeral. Mientras el monje tañía la campana cantaba. En cuanto Pao Chi escuchó este canto –¡BOOM!- su mente se abrió, logró la iluminación. La línea que abrió su mente fue: “En el frente de la puerta yace la tierra de calma”. Escuchando esta línea, se iluminó.

Muchas historias de maestros logrando la iluminación se relacionan con escuchar algo. El Maestro Zen Bao Zho fue interrogado por su maestro: “¿Cuál es tu rostro original antes de haber nacido?” Se quedó despierto muchas noches, intentando desesperadamente responder esta pregunta, pero sin provecho. En su camino al mercado un día vio a dos personas peleando. Eventualmente un hombre se disculpó ante el otro, diciendo: “Verdaderamente he perdido mi cara”. En ese momento Bao Zho logró el despertar. Logró “perder su rostro”. Entonces comprendió verdaderamente su rostro original. Si mantienes esta gran pregunta, entonces en cualquier momento, en cualquier lugar, puedes iluminarte. El Sexto Patriarca se iluminó escuchando el Sutra del Diamante. Bao Zho se iluminó escuchando a dos personas peleando. También ustedes pueden escuchar un pájaro o el mugido de una vaca – cualquier clase de sonido- y lograr la iluminación.

Mañana es el Día de la Conmemoración de la Iluminación del Buda. Este es el día en que el Buda vio una estrella y se iluminó. Si realmente quieren lograr la iluminación, entonces la gran pregunta debe volverse muy fuerte. Debe ser sincera y honesta. Si tienen esta gran pregunta: “¿Quién está cantando Kwan Seum Posal? ¿Quién se está sentando en Zen?” entonces es posible iluminarse.

En estos días estoy siempre enseñando que los seres humanos no son seres humanos. Los seres humanos deben actuar correctamente, entonces ellos se vuelven seres humanos. Momento a momento, ¿Qué haces? ¿Cuál es tu dirección correcta? Momento a momento, ¿cuál es tu vida correcta? ¿Cómo encuentras tu camino correcto? ¿Cómo liberan a todos los seres del sufrimiento? Llegamos a este mundo con las manos vacías. ¿Qué hacemos en este mundo? ¿Por qué llegamos a este mundo? Nuestro cuerpo es una cosa vacía. ¿Cuál es la única cosa que acarrea a este cuerpo? ¿De dónde viene? Deben comprenderlo… deben encontrarlo. Si quieren encontrarlo, deben preguntarse: “¿Qué soy yo?” Mantener siempre esta gran pregunta. El pensamiento debe desaparecer. Deben llevarse todo su pensamiento; cortar todo su pensamiento. Entonces su verdadero ser aparece; entonces su verdadera mente aparece. Todos reunidos aquí esta noche, pregúntense sinceramente “¿Qué soy yo?”, y mantengan este gran no saber. Tal vez ustedes intentan Kwan Seum Posal, o quizás intentan Om Mani Padme Hum[2], pero sólo si lo hacen con completa sinceridad, esta gran pregunta – esta mente de no saber- explotará. ¡Entonces lograrán la iluminación!

En este mundo, ¿Cuánta gente quiere practicar realmente? Mucha gente no practica en absoluto. Todo el día y toda la noche pelean y sólo ejercitan su deseo, su ira y su ignorancia. Cuando pierdan este cuerpo, no tendrán nada para llevarse. Cuando este cuerpo desaparece, ¿qué se llevarán con ustedes? ¿Qué harán? Si este no saber es claro, entonces el lugar adonde vayan es claro. Entonces ustedes comprenden su trabajo, comprenden por qué nacieron en este mundo. Entonces comprenden qué hacer en este mundo. Cuando hacen esto, entonces pueden volverse un ser humano. Esta noche les daré una tarea – un kong an para que trabajen. Hace mucho tiempo un monje le preguntó al Maestro Zen Un Mun: “¿Qué es Buda?” Un Mun dijo: “Excremento seco en un palo”. ¿Qué es esto? ¿Qué significa esto en el mundo? Excremento seco en un palo. Si se mantienen practicando… ¡ahh! ¡Buda es excremento seco en un palo! Todo en este mundo es Buda. Todas las cosas – no sólo el excremento seco en un palo, sino todo en el mundo. Todos son Buda.

Entonces les pregunto, ¿cuán largo es este palo de excremento seco? Deben lograr esto, entonces podemos decir que ustedes son realmente un discípulo Zen. ¿Cuánto tiempo hace que está este excremento seco en el palo? – deben encontrar eso. Es muy importante encontrarlo. Entonces ustedes pueden comprender su rostro original. Pueden comprender lo que los trajo a Hwa Gye Sa. Pueden encontrar el rostro original de Buda. Pueden tener la energía para liberar a todos los seres y pueden mantener el gran voto del bodhisattva. Vida tras vida el gran camino del bodhisattva se abre para ustedes. Todos ustedes, miembros de Hwa Gye Sa, pregúntense “¿Qué soy yo?” Mantengan una gran mente de no saber. Esta noche nos quedaremos despiertos toda la noche, logrando nuestro verdadero ser, logrando la verdad universal, y liberando a todos los seres del sufrimiento.

El Maestro Zen Seun Sahn canta mientras golpea con el bastón Zen tres veces.

Haciendo el voto de unirnos a todos los seres sensibles a través del universo,

Entramos juntos en el Océano de Amitaba de los Grandes Votos.

Na Mu Ah Mi Ta Bul

Para liberar a todos los seres en los innumerables mundos,

Juntos, ustedes y yo, en el mismo momento, logremos la Budeidad.

Na Mu Ah Mi Ta Bul

[1] El nombre del Bodhisattva Avalokitesvara, que se usa como mantra.
[2] El mantra de seis sílabas de Avalokitesvara, el Bodhisattva de Gran Compasión.