Carlos Fernández
Desde las primeras imágenes paranormales obtenidas en la pantalla del televisor a través de una experimentación sistemática; las técnicas han evolucionado, incorporando nuevos elementos a los procesos.
Uno de los métodos más populares para la obtención de imágenes paranormales en video, es el que utilizaba el alemán Klaus Schrieber. Schriber trabajaba como técnico de sistemas de seguridad contra incendio en la ciudad de Aachen. A mediados de los años ochenta, Schrieber experimentaba con la obtención de psicofonías, deseoso de captar las voces de sus seres queridos ya fallecidos. Había sufrido una larga cadena de pérdidas de familiares, donde perdió a su mujer Gertrud, fallecida poco tiempo después de que nació su cuarta hija, Karen; a los 18 años, Karen falleció después de sufrir intensos dolores y pocos años antes, su hermano Robert perdió la vida cuando contaba con 22 años en un accidente de moto.
También el sobrino de Schrieber, su cuñado, su madre y su segunda esposa. Esta cadena de desgracias motivó a Schrieber a buscar en las voces primero, y en imágenes más tarde, algo de consuelo para esta sucesión de desgracias. Schrieber había conseguido grabar algunas voces donde se le anunciaba de imágenes. Las voces le decían frases como "iremos a través del televisor" o "luego nos verá en la televisión". Fue en mayo de 1984 cuando Schrieber obtuvo una psicofonía que le invitaba a que encendiera el televisor. Desde ese momento comenzó a realizar una serie de experiencias utilizando el televisor y una cámara de video con el objetivo de conseguir las imágenes de sus seres queridos en la pantalla de su TV.
Los primeros intentos de Schreiber no arrojaron ningún resultado positivo. En un principio filmó algunos de los lugares donde su madre acostumbraba a sentarse, utilizando diferentes métodos y velocidades, pero sin ningún resultado. A pesar que Schrieber no tenía conocimientos técnicos en electrónica, ni tampoco unas fundamentadas creencias esotéricas, estaba motivado por conseguir un "contacto" con sus familiares fallecidos, armado de una gran dosis de paciencia y perseverancia...
Una psicofonía recibida por Schrieber, le puso en la pista sobre la forma en que debía orientar los aparatos. Una voz le decía "canal vacío". El investigador alemán interpretó esta frase como que debía dirigir su cámara hacia el TV, colocando éste en el canal de la propia cámara, sin emisión. Schrieber apuntó la videocámara hacia la pantalla del televisor de modo que la propia imagen de la cámara se viese reflejada en la pantalla, tal como sucede con las imágenes de dos espejos paralelos. A partir de esta configuración, elaboró un sistema más complejo con el cual afirmaba obtener imágenes que él atribuía al "Más Allá".
Esta disposición de la cámara y el televisor -ajustados de modo que la imagen no se mantenga estable- produce un fenómeno conocido como realimentación, visualizándose en la pantalla una especie de "nubes" que se desplazan de forma anárquica formando figuras de todo tipo. Schrieber llamaba a este estado de inestabilidad de la imagen "campo vibratorio".
De entre las formas que surgieron en la pantalla, Klaus creyó reconocer la imagen de su hija Karen, lo cual le motivó aun más para seguir experimentando y perfeccionando su método. Schrieber estaba convencido de que su hija había sido quien le aconsejó a través de una psicofonía, que debía utilizar un video en blanco y negro, porque "ellos" solo pueden ser vistos en estos colores.
Debido a las características propias de la televisión, cada segundo de grabación está formado por veinticinco imágenes estáticas; por lo cual en solo cinco minutos de filmación, debía revisar luego los 7.500 fotogramas que lo conformaban. Esta es una prueba de paciencia para el experimentador, que debe ocupar mucho más tiempo en el visionado que en la propia grabación.
A través de este sencillo sistema, Klaus Schrieber aseguró haber conseguido las imágenes de sus familiares fallecidos, otros rostros de personas que no ha podido identificar y hasta algunos personajes públicos ya muertos y popularmente conocidos. Entre sus imágenes más famosas, se encuentra la de la actriz Romy Schneider o la del rey Ludwick de Baviera. De todos modos, Schrieber perfeccionó aun más su método, par obtener imágenes de mayor calidad.
La configuración de Schrieber
En el transcurso de su experimentación sobre imágenes paranormales, Schrieber fue agregando otros dispositivos a la configuración inicial y afinando la distribución de los diferentes elementos. Para ello contó con el asesoramiento del ingeniero Martin Wenzel, que en un principio se mostró escéptico frente a estos fenómenos, pero que más tarde los aceptaría como válidos, continuando él la experimentación por cuenta propia.
La relación de los dispositivos que intervienen en la configuración es la siguiente:
-1) Cámara de blanco y negro, con Zoom.
-2) Amplificador de video.
-3) Video VHS capaz de reproducir imágenes fijas sin distorsiones.
-4) Televisor con control remoto blanco y negro o en color. En este último caso con el brillo ajustado a cero. El tamaño de la pantalla es de 12 pulgadas.
-5) Video VHS de buena calidad.
-6) Televisor blanco y negro de buena calidad.
-7) Micrófono de bajo ruido.
-8) Amplificador de micrófono de bajo ruido con limitador de ganancia.
-9) Lámparas ultravioleta y luz negra, de diferentes frecuencias de onda.
-10) Lámpara de luz infrarroja. -11) Papel de aluminio.
La cámara (1) debe conectarse a la entrada del video (3) a través de un amplificador (2) que amplifique convenientemente el nivel de la señal. Asimismo, la cámara debe estar situada de modo que quede un poco desplazada respecto de la perpendicular de la pantalla y algunos centímetros por encima de esta. El televisor (4) debe conectarse a la salida del video de modo que se reproduzca en él, la imagen captada por la cámara. El micrófono (7) debe pasar a través de un amplificador (8) y unirse a la entrada de audio del video. Un segundo video (5) está conectado a otro televisor, interviniendo ambos en la segunda fase de las grabaciones. Como complemento de la configuración, se colocan luces ultravioletas (9) e infrarrojas (10), que deberán incidir levemente en la pantalla del TV; controlando los reflejos a través del papel de aluminio (11).
El proceso de grabación
Para obtener los resultados deseados, el método de Schrieber exigía cambiar las conexiones de los diferentes aparatos, por lo que el investigador alemán utilizaba varios televisores y videos.
Las numerosas imágenes obtenidas por Schrieber, fruto de cientos de horas de experimentación, se pueden clasificar en dos tipos. Algunas de ellas aparecían ya formadas durante el proceso de grabación, no siendo necesario aplicarles ningún otro tratamiento. Como este tipo de imágenes eran poco frecuentes, Schrieber sometía algunos fotogramas de sus grabaciones a un segundo proceso. Primero seleccionaba aquellos fotogramas donde intuía que podía hallarse una imagen paranormal a medio formar. Con un segundo video reproducía estas imágenes en otro televisor situado junto al primero. Ajustaba los controles de brillo y contraste, así como los reflejos de las luces ultravioleta e infrarroja, y grababa con la videocámara la imagen. Este proceso podía repetirlo hasta ocho veces hasta obtener, si era el caso, una imagen paranormal.
Las otras imágenes de Schrieber
En los últimos años de su vida, Schrieber habría puesto a punto un sistema par obtener imágenes paranormales sin necesidad de la pantalla del televisor ni ningún otro dispositivo similar. Según su propio relato, se dejó guiar pos las directrices que aparentemente le dictaba desde el "Más Allá" su fallecida hija Karen. Así construyó un sistema que se basaba en los reflejos de luces una superficie plana, utilizando diferentes tipos de fuentes de luz, incluso ultravioleta.
Schrieber construyó una pantalla en su "laboratorio", donde se creaban imágenes paranormales producidas por las luces reflejadas, con un aspecto semejante a las que se formaban en la pantalla del televiso. El sistema constaba de potentes fuentes luminosas que incidían en una esfera espejada, de modo que los reflejos se mezclaban sobre la pantalla creando figuras reconocibles.
Al igual que aconteció con los sistemas de video, las imágenes que se formaban en la pantalla eran, en un principio, figuras fugaces que se observaban tan solo breves instantes. Sobre la marcha, el sistema fue reforzado con potentes fuentes de luz muy puntuales, y las "caras" fueron ganando nitidez; aunque en ningún momento alcanzaron la calidad de las imágenes registradas en video.
Con este, su último diseño, Klaus Schrieber pretendía demostrar que las imágenes que venía recibiendo desde hacía unos pocos años, no se trataban de ninguna manipulación técnica, y que igualmente podían conseguirse con métodos donde existiese una menor intervención humana. Y aunque el experimentador alemán carecía de conocimientos técnicos suficientes como para manipular una cinta de video, las suspicacias siempre estuvieron presentes entre algunos parapsicólogos y como no- de los escépticos. Klaus Schrieber falleció el 7 de enero de 1988, víctima de un segundo infarto. Y como parece ser una constante, su voz apareció con posterioridad en numerosas cintas magnéticas de varios investigadores. Incluso el día mismo de su entierro, como si fuese una macabro anuncio sobre la inmortalidad del alma.
El método de Martin Wenzel
El propio Martin Wenzel -quien había asesorado a Schrieber en cuestiones técnicas- continuó experimentando por cuenta propia, utilizando básicamente el mismo sistema que Schrieber, pero con algunas diferencias. La modificación más importante que Wenzel añadió al sistema, fue lo que él llamaba estructura básica. Se trata básicamente de un trozo de material que presenta grandes contrastes de color, es decir, que refleje al mismo tiempo zonas claras y oscuras. Para este cometido puede servir un trozo de lija de grano grueso, un paño de trama fina o simplemente un trozo de papel cuadriculado.
La "estructura básica" se coloca parcialmente superpuesta a la pantalla del Televisor, antes de comenzar la grabación. Seguidamente se la ilumina con una fuente de luz de gran potencia (puede servir una luz de cuarzo o la que produce un proyector de diapositivas sin imagen), y se enfoca la cámara sobre esta estructura básica. A continuación se gira hacia la pantalla del TV de modo que el plano captado abarque parte de la pantalla y parte de la estructura básica. Buscando los enfoques y las distancias adecuados, se podrá observar en la pantalla la imagen de la estructura y de la cámara, repetidas varias veces. Esta variante del método de Schrieber ofrece la posibilidad de que se formen numerosas figuras. A partir de estas imágenes, Wenzel seguía el resto de los pasos para tratar las imágenes, tal como hacía si colega Schrieber.
Un método complementario
En un artículo publicado en el número 29 de la revista Parasciences & Trasncommunication, y titulado Des images à structures aléatories... los franceses Guy Grais y Jean Michel Grandsire, introducen una variante en el método clásico de obtención de imágenes a través de realimentación (Método Schrieber).
Esta modificación en girar la cámara 90 grados de modo que la imagen captada por el objetivo, es reproducida en la pantalla del televisor, pero desplazada un cuarto de giro. Esta a su vez es captada nuevamente por la cámara que vuelve a reproducirla con un nuevo desplazamiento de 90 º, y así sucesivamente, creando así una forma compleja donde cada imagen reflejada sufre un progresivo desplazamiento de fase que se traduce en una figura de forma compleja.
Siguiendo este mismo método, se puede experimentar con diferentes ángulos y posicionamientos de la cámara; compatibilizandolo con algunas de las sugerencias que ya hemos reseñado, referidas a los tipos de iluminación y otros accesorios.
Las imágenes de Raffaela Gremese
La italiana Raffaela Gremese fue una de las primeras experimentadoras en conseguir imágenes paranormales registradas en video. Comenzó -como tantos otros- experimentando sobre el fenómeno de las psicofonías, impulsada por el deseo de contactar con sus seres queridos ya fallecidos. En el caso de Raffaela, deseaba oír a través del magnetofón la voz de su padre.
En el transcurso de su paciente experimentación, una de las voces le sugirió que orientara la cámara de video hacia uno de los extremos de la habitación, comenzando así a captar en video algunas imágenes de especial calidad.
Raffaela Gremese presentó sus resultados durante el transcurso de un congreso sobre investigación de voces en cinta magnética, celebrado en Udine-Italia en 1987; y organizado por el Gruppo sperimentale di Audizione Metafonica, fundado y dirigido por el médico Roberto Mangani.
Según su relato, en 1979 habría recibido una psicofonía donde escuchó la siguiente frase: "Raffaela, papá te espera en el televisor". Sin lugar a dudas, la experimentadora italiana interpretó esta frase como un anuncio de que recibiría imágenes desde el "Más Allá". Motivada por la situación, intensificó su ritmo de trabajo en busca de un contacto visual, y en unos pocos días obtuvo la primera imagen. Se trataba de una figura transparente que había surgido en la pantalla. Después de esta primera imagen, en la que creyó reconocer el rostro de su padre, Raffaela Gremese continuó intentando conseguir otras imágenes, pero con infructuosos resultados. Las imágenes no volvieron a la pantalla de su televisor.
Luego de varios meses sin conseguir resultados, una vez más fueron las voces quienes le pusieron nuevamente en alerta. Una voz, que Gremese identificó como la de su padre le aseguró que las imágenes volverían seis años después, en una mañana de noviembre. Tal como había preconizado aquella voz, en noviembre de 1986, Raffaela Gremese comenzó a recibir nuevamente imágenes en la pantalla del televisor. Según su propio relato, las voces le aconsejaron por aquel entonces sobre los medios técnicos a utilizar, sugiriéndole que cambiase el video y que orientara la cámara hacia determinados rincones de la sala.
Otro de los consejos que le dieron las voces fue el de cambiar su cámara fotográfica Polaroid -con la cual extraía de la pantalla las imágenes- por una "reflex". Le sugirieron además que le colocara determinados filtros para obtener un mayor contraste en determinados tonos, y lograr así unas reproducciones más nítidas. Las imágenes que Raffaela Gremese presenta como testimonio de sus "contactos" supera ampliamente el centenar. Sus fotografías, extraídas de la pantalla de la televisión, reflejan rostros entremezclados con los objetos propios de su casa y son, al menos para ella, una prueba de la supervivencia de sus seres queridos tras la muerte.