sábado, septiembre 03, 2022

Revisemos la Historia

Jose Marí Riu

En las puertas de un nuevo siglo y en plena revolución tecnológica, asistimos casi a diario a nuevos descubrimientos en todos los campos de la ciencia que en muchos casos vienen a derribar viejos dogmas y hacen tambalearse principios hasta ahora inamovibles (¿Quién dijo que no podía superarse la velocidad de la luz?). Estos "principios de fe" establecidos por élites y grupos de poder cuyo máximo interés ha radicado en mantener un estatus de privilegio y dirigir el control del progreso humano, han sido y son hoy en día, un lastre que dificulta la libertad de pensamiento en un constante proceso de manipulación.

Y es que, 2.000 años de cristianismo en lo que conocemos como mundo occidental, han deformado y acomodado a su filosofía una historia que como ahora mismo sucede, ha sido escrita por vencedores a golpe de espada y fuego, destruyendo todo aquello que por extraño o desconocido no cuadrase dentro de sus intereses.

Bibliotecas rebosantes de libros herejes y templos repletos de ídolos paganos han sido completamente arrasados. Pueblos, gentes y culturas diezmadas en nombre de la "única verdad" de un dios y la gloria de algún gobernante de turno, señor del bien y del mal que, al son de algún himno patrio constituyen el principio y el final de todo texto histórico, a fin de cuentas un pasquín propagandístico. Es por ello que la objetividad y la realidad de unos hechos históricos siguen siendo hoy por hoy una utopía. Los condenados a la hoguera por sus herejías hace unos siglos, lo son ahora también, pero en vez de ser arrojados a las llamas, lo son a la burla y al desprestigio del resto de la comunidad. Su único delito entonces como ahora, pensar por sí mismos, y poner en duda "la verdad absoluta" de su contexto histórico.

Nuestra única pretensión al escribir estas líneas, no es más que la de recordar que nada de lo escrito en los libros de historia debe constituir un punto y final, sino acentuar nuestro sentido crítico y exigir una constante revisión que nos acerque, dentro de lo posible, a unos hechos que por lejanos en el tiempo no debemos permanecer ajenos, pues son en muchos casos la clave fundamental que nos permitirá construir un futuro mejor gracias a la experiencia del pasado...

A continuación os invitamos a leer y reflexionar sobre los siguientes comentarios extraídos de un trabajo de nuestro amigo José Marí Riu, que de una manera sencilla pero contundente nos habla de la necesidad de revisar nuestra historia.

Vivimos en un mundo donde desgraciadamente se menosprecia el autentico conocimiento del pasado, exponiendo que nuestra cultura y nuestra Ciencia están constantemente en plena evolución, y que descendemos de hombres primitivos. Pero las evidencias de los restos arqueólogicos encontrados,sobre todo megalíticos, objetos fuera de su tiempo y lugar, etc. no cuadran en absoluto con una civilización prehistórica y en evolución. Es absurdo y hasta ingenuo creer que nuestros primitivos antepasados se dedicaban a construir con grandes bloques de enormes pesos (desde cientos de kilos hasta cientos de toneladas), unas construcciones que si bien se enmarcan dentro de lo puramente religioso o astronómico, son un tanto fuera de lugar precisamente por su peso y volumen de las mismas, así como por su extraña arquitectura.

Si algo ha caracterizado a la supuesta época prehistórica era la supervivencia, y creemos poder asegurar que en una situación de falta de recursos en la alimentación, no era muy lógico dedicarse a la construcción de semejantes templos, templos que por otra parte requieren de grandes conocimientos para su realización, así como de poseer medios muy avanzados para su construcción. Es absurdo estar pensando constantemente que estos hombres primitivos perdían su tiempo y esfuerzo en arrastrar semejantes piedras sobre rodillos de madera, o intentar alzar con poleas y cuerdas, y todo ello para realizar un calendario agrícola, un lugar ceremonial o como calendario astronómico, o también como centro funerario. Y si así lo hicieron se demuestra sin lugar a dudas que ellos poseían unos altos conocimientos, y que probablemente ésta forma de construcción, así como otros de los muchos conocimientos que poseían, fueron el resto de otras culturas más antiguas. Así se refleja, a través de leyendas, etc., que dichas culturas habían huido o desaparecido, bien por grandes cataclismos o bien, incluso algunas por las grandes guerras de la antigüedad. Y si no amigo lector, contraste usted mismo los pueblos indígenas que fueron descubiertos en los últimos siglos, que viviendo ignorados por nosotros, vivían una supuesta época primitiva, dedicándose principalmente a la alimentación y a lo puramente básico, con una excepción: la coquetería personal, la danza y lo puramente religioso; que era en síntesis la base de su cultura. Que sepamos salvo excepciones, éstas personas construían normalmente sus casas con elementos naturales y prácticos, (madera, paja, ramas de árboles, adobe, huesos de grandes dimensiones, piedras de pequeño tamaño, pieles, etc...), y su vida era y es todavía para algunos muy práctica, y no se dedican absolutamente para nada a levantar y confeccionar grandes bloques de muchas toneladas y transportarlos a lugares lejanos. Por lo que con ello se evidencia claramente que los pueblos que construyeron Dólmenes, Túmulos de grandes dimensiones, Templos Megalíticos, Taulas, Talayots, Nuragas, Alineaciones y Círculos Megalíticos, etc., tenían que tener grandes conocimientos y necesidades distintas a las de la simple supervivencia.

Menospreciar nuestro pasado e ignorar lo que realmente pudo haber sucedido es involucionar en un futuro, pues si no somos capaces de aprender de los errores del pasado, nunca nuestra sociedad puede avanzar con equilibrio, y la muestra de ello está en que nuestra cultura está en completa decadencia. Es actualmente una sociedad sin valores y con una clara pérdida de identidad, rodeada de un inmenso "supuesto" conocimiento e informaciones de todo tipo que lejos de aclarar, muchas veces confunden mucho más. Desgraciadamente estamos inmersos en un mundo de innumerables intereses ocultos que mueven la humanidad a su antojo, sobre todo en la cultura, la cual es la base de toda civilización, ya que no hay quue olvidar que "Conocimiento es Poder", y que quien tiene este poder puede hacernos hacer ver lo que quiera a través de sus innumerables tentáculos. Siempre digo que lo más importante es seguir el instinto propio y no seguir para nada lo que piensa la mayoría, pues a veces ésta mayoría puede estar muy equivocada en sus conclusiones, sobre todo cuando los intereses ocultos la mueven a su antojo.

Muy probablemente el mundo megalítico no es una evolución de la Prehistoria, sino la Prehistoria es una decadencia del mundo megalítico motivado por razones desconocidas. Al igual que probablemente las construcciones piramidales no evolucionaron como dicen muchos autores, sino que fueron monumentos únicos en su género y construidos directamente sin pasar por fases evolutivas (hago referencia a las mejores del mundo conocidas, como las de Gizéh), y en un intento de imitación podemos observar atónitos como la mayoría de las pirámides del antiguo Egipto y Sudán están en estados deplorables, (cuando las de Gizéh se encuentran en un estado de excelente conservación. además de poseer perfección en su construcción, y ser de un impresionante tamaño), habiendo además distintos tipos de pirámides, (mastabas, escalonadas, acodadas e incluso unas pequeñas que les denomino yo pirámides puntiagudas, que son de más fácil construcción), en las cuales se ve claramente un intento de imitación que para desgracia del pueblo egipcio no dio los resultados que deseaban. Probablemente el pueblo egipcio que nosotros conocemos, nunca construyó las grandes pirámides, sino que se las encontró en su lugar de origen, e intentó imitar lo que pudo. Pero pirámides no solo hay en Egipto y México, sino que la base piramidal en sus diversas formas, pirámides clásicas, escalonadas, mastabas, zigurats, plataformas piramidales, templos piramidales e incluso montañas artificiales en forma de pirámide, etc., las hay en muchas partes del mundo, muchas de éstas construcciones son desconocidas por la mayoría, y sorprenderán a más de uno.

Hombres del siglo XXI.

Un mismo tiempo, dos mundos.

Nos preocuparemos de la tecnología avanzada del pasado y porqué se habla o se ha escrito tan poco sobre ello, y de que existen muchas más evidencias de las que parece a primera vista, que demuestran que éstas culturas estaban muy avanzadas tanto científica como culturalmente, ahora eso sí, hay que tener muy en cuenta que los conceptos de la época eran muy distintos a los actuales, por ello se hace muchas veces muy difícil comprenderla. Pero no hay que olvidar que cada época tiene sus propios conceptos y principios, sus costumbres y leyes, y lo que hoy nos parece normal, en un futuro no muy lejano será probablemente absurda toda nuestra forma de pensar, de actuar y de ser. Basta con mirar hacia atrás 50 ó 100 años simplemente y observaremos sin ningún género de dudas, que existen enormes diferencias, no tan solo en la tecnología, sino en la cultura y la forma de pensar y actuar. Muchos jóvenes no entienden muchas veces porqué las personas mayores actuaban de aquella forma, y les parece ridículo. Con toda probabilidad en un futuro no muy lejano a ellos les pasará lo mismo. Pues si miramos atrás cientos, miles o quien sabe (?) millones de años, ¿Cuánto habrán cambiado las formas, los conceptos, la estética, la ciencia, etc...?, y aunque ésta fuera más adelantada que la nuestra puede haberse desarrollado con principios y necesidades diferentes.

Por ello es muy difícil entender nuestro remoto pasado, y cuando se sacan conclusiones muy a la ligera o incluso conclusiones científicas, éstas no averiguan casi nunca los pensamientos de aquellas personas, ni sus sentimientos, ni sus anhelos y sueños, ni tan siquiera su procedencia. ¿Podemos imaginar un hombre de Neanderthal o de Cromañón, cohabitando en un mundo donde a ciertas distancias existían culturas avanzadas?. Para algunos ésta idea se le hace inimaginable, pero ¿es que acaso en los últimos decenios, el hombre moderno y culto, no ha estado cohabitando con muchos pueblos que vivían casi, o como en la prehistoria, algunos de ellos ignorados por completo?, ¿es por ello acaso que ambas culturas pertenecen a épocas diferentes?. Evidentemente no, lo que ocurre es que cada una ha vivido al margen de la otra. ¿Qué ocurrirá si dentro de varios miles de años, unos arqueólogos de aquella época descubren las diversas culturas de éste siglo XX?, probablemente las vean y califiquen de diferentes épocas, pues sería incomprensible seguramente para ellos que distintas culturas en diversos grados de evolución convivieran en una misma época. Pues al igual como lo expuesto hay muchos nuevos puntos de vista que van evidenciando que nuestro pasado fue muy diferente, y que cuando se toma un camino en una investigación de un tema tan complejo como este, quienes así realizan este trabajo deben ser flexibles y con mente abierta, no dando ni exponiendo verdades sobre algo que ni ellos han vivido, ni sentido, y que por lo tanto tienen muchos puntos para cometer más errores que aciertos.

Nadie está en posesión de la verdad absoluta, pero quizás todos aquellos que nos dedicamos a la investigación en cualquiera de sus formas, tenemos una pequeña verdad que decir, y si somos capaces de quitar la paja del grano, podremos con mucha paciencia ir descubriendo poco a poco algo de nuestro fabuloso pasado. Esta publicación no desea convencer a nadie, solo desea exponer que existen innumerables evidencias de que existieron otras humanidades muy diversas, con altos conocimientos. El resto que cada persona se haga sus propias conclusiones. Es evidente que hay personas que quieren ver y otras que no quieren ver. Para éstas últimas, ni ésta publicación ni ninguna otra de éstas características, le harán cambiar de opinión; ni tan siquiera la evidencia más increíble podría hacerles cambiar, pues quien se agarra a elementos clásicos, es temerosos y por tanto cualquier idea que pueda romper sus clásicos conceptos, le llevarían a una crisis personal. Nuestro mundo es y ha sido tan sumamente complejo en cualquiera de sus formas a lo largo de la historia, que es preciso que nos detengamos a replantearnos muy seriamente, si uno en cualquier investigación que se lleve a cabo, se puede parar y decir que no hay nada más que investigar sobre cualquier causa. Siempre hay detalles que pasan desapercibidos y estos muchas veces pueden hacer cambiar las teorías que se tenían sobre cualquier civilización. Algo así parecido sucedió a principios de nuestro siglo, cuando una oficina que patentaba inventos, había llegado a la conclusión de que había que cerrar puertas, pues nada más se podía inventar. En un enorme error cerrar puertas, quizás tengamos que aprender a eliminar estas puertas, y a tener siempre abierta la mente a nuevas posibilidades. Las Ciencias Humanas en cualquiera de sus formas, siempre pueden evolucionar o involucionar en innumerables caminos, la mente al igual que la creatividad tienen una profundidad infinita. Pues si nunca cerramos las puertas al conocimiento del pasado, si nunca ponemos nuestros clásicos topes, quizás entonces tengamos una visión mucho más heterogénea del pasado, y con ello podremos descubrir facetas increíbles del mismo, que pueden ayudarnos en muchas ocasiones a no cometer tantos errores.

Debo decir, que no creo que nadie esté capacitado para despreciar una evidencia tan clara, como que nuestro mundo ha sido y es, visitado por seres de distintas procedencias ajenas a nuestro mundo conocido, y que estos en muchas ocasiones han jugado un papel muy importante en la evolución o involución del mundo que conocemos. Es realmente patético ver como se intenta por todos los medios posibles, despreciar y desprestigiar una evidencia tan clara, a no ser que quienes lo digan se consideren pequeños dioses únicos en el inmenso Universo y con la verdad absoluta. Millones de avistamientos, innumerables escritos antiguos y evidencias físicas a lo largo de la historia conocida, creemos que demuestran claramente que algo hay de verdad en todo ello, ¿o es que acaso todos mienten?. Que haya habido aprovechados, falsificadores, charlatanes, etc..., este no es motivo como para desacreditar todo lo demás. ¿O es que acaso, los historiadores, arqueólogos, investigadores, etc. son todos de una intachable conducta?. Esto es una solemne tontería, pues se sabe perfectamente que algunos de ellos retocaron y cambiaron ciertas cosas, con el fin de que sus teorías pudieran tener una coherencia y convencer con ellas a los demás. ¿Es motivo ello para desacreditar a todos los demás?, evidentemente no, pero sí para preocuparse, pues con ello se ve claramente que no todo el monte es orégano.

Creo sinceramente amigo lector, que lo importante es tener una visión personal sobre éstas cuestiones, pues siempre hay muchas personas que tienen una manía persecutoria, que es la de convencer a los demás de lo que muchas veces desgraciadamente ni ellos mismos están convencidos; pero que convenciendo a los otros se convencen a si mismos, dando pie a crear en muchas ocasiones, teoría u opiniones, en las cuales otras personas se basan sobre ellas, creando lógicamente una confusión de graves consecuencias futuras. Despreciar las evidencias del pasado, es ignorar la realidad, y esto es quizás lo que nuestra actual civilización más de esmera en hacer, en querernos hacer ver lo que ciertos grupos de poder desean, y con ellos manipularnos con fines e intereses muy concretos. Si no luchamos personalmente contra éstas imposiciones, pronto va a quedar poco de la libertad de pensamientos, y seremos lo que estos grupos de poder quieren, simples máquinas de trabajar, que no pensamos y que todo nos lo dan hecho y digerido, para que no nos molestemos en nada, Se nos distrae, se nos miente, se nos confunde, se nos dan respuestas interesadas, y se nos tiene en un circulo vicioso permanente, para hacernos perder nuestros orígenes y realidades, y con ello tenernos manipulados para fines concretos que muchas veces desconocemos.

La importancia de conocer y remover el pasado, ésta motivada con que a través de ello, podemos encontrar muchas respuestas a las muchas incógnitas de nuestras vidas, quizás la de que algún día podamos encontrar nuestros verdaderos orígenes y donde la civilización perdió su rumbo o se equivocó de camino, y quizás donde perdimos nuestra verdadera razón de ser.