sábado, noviembre 26, 2022

Las Islas Canarias y el Misterio de "San Borondón"

Las Islas Canarias siempre han estado rodeadas de misterio y de leyendas que con el paso del tiempo han elevado a este paraíso natural en uno de los lugares más enigmáticos del mundo. El misterio de la casa del niño en Las palmas, el naufragio del Fausto, los avistamientos ovnis o la mágica isla de San Borondón son tan solo algunos de los muchos misterios para los que aún no se ha encontrado una solución.

En esta ocasión nos quedamos con el misterio de la isla de San Borondón, conocida popularmente como la octava isla.

Supuestamente se encuentra a 10º 10’ de longitud y 29º 30’ de latitud, ubicación que dio el historiador de Canarias Fray Juan de Abreu Galindo y que trazaría en el año 1367 el cartógrafo veneciano Zuane Pizzigano y el matemático, cosmógrafo y astrónomo florentino Paolo dal Pozzo Toscanelli en el año 1476.

Pero el misterio de esta isla comenzaría muchos siglos antes, donde en el siglo II d.C. Ptolomeo ya habló de Aprósitus, definiendo a una isla que aparece, desaparece y a la que no se puede llegar.

Cuatro siglos después de Ptolomeo, entre los celtas se hablaba de una tierra prometida para los bienaventurados, una isla de total felicidad y fortuna. El 22 de marzo del año 516, el monje irlandés Saint Brendan de Clonfert, su discípulo Saint Maclovio y aproximadamente unos 20 monjes más partieron en una expedición para encontrar esta isla.

Según se puede leer en los testimonios de Brendan, en su viaje atravesaron diferentes islas y en una de ellas había un demonio que lanzaba fuego (lo que seguramente se refería al Teide).

Pero lo más importante de esta expedición fue cuando tras desembarcar en una isla, los monjes encendieron un fuego para calentarse, pero al poco tiempo notaron que la isla comenzó a moverse, lo que hizo que la abandonasen. Posteriormente decidieron ponerle el nombre de la isla de Saint Brendan, lo que con el paso del tiempo acabó derivando en San Borondón...

Lo enigmático de esta isla no es su emplazamiento sino que tiene una característica que desconcierta a la comunidad internacional, la isla aparece y desaparece. Históricamente hay muchos testimonios que aseguran que esta isla existe, pero aún así, continúa siendo todo un misterio.

UNA ISLA QUE APARECE Y DESAPARECE

Uno de esos testimonios es el del marinero portugués Pedro Vello, quien relató que en una de sus rutas hacia Brasil, estando próximos a Canarias, los fuertes vientos le obligaron a buscar resguardo en la isla de San Borondón, donde se dice que desembarcaron y llegaron a encontrar huellas humanas.

En el año 1526 dos marineros de Gran Canaria llamados Fernando Álvarez y Fernando de Troya fueron a la búsqueda de la isla y no la encontraron, todo lo contrario a lo que sucedió treinta años después con el navegante portugués Roque Nuñes, quien aseguró haber divisado la isla aunque no llegó a desembarcar.

La expedición que salió en busca de la isla en el año 1560 con Hernando de Villalobos, Gaspar Pérez de Acosta y fray Lorenzo Pinedo tampoco obtuvo buenos resultados. Estas y muchas otras expediciones posteriores, hicieron que Juan de Mur y Aguirre, capitán general de las Islas Canarias, ordenase poner en marcha otra búsqueda en el año 1721, pero no fueron capaces de encontrar la isla a pesar de ir a las coordenadas donde se debía encontrar.

Los principales testimonios no se remontan únicamente a muchos siglos atrás en el tiempo sino que el misterio continúa en tiempos más modernos. Por ejemplo, en el año 1958 un conocido diario publicó una fotografía en la que supuestamente se veía la isla de San Borondón, aunque era una fotografía tomada a una gran distancia y a no muy buena resolución.

En el año 1983 otro testimonio reveló que la isla fue divisada entre La Gomera y El Hierro durante al menos dos horas, algo que sorprendió a las personas que la descubrieron.

Aseguraron que lo que más le llamó la atención es que nunca habían visto algo entre esas dos islas, solo mar, aunque también pensaron que podía tratarse de alguna clase de espejismo provocado por la reflexión del calor sobre el agua, nubes bajas o cualquier otra causa, pero al día siguiente ya no había nada en ese lugar.

CONTACTO FÍSICO CON LA ISLA DE SAN BORONDÓN

Uno de los hechos más recientes sobre esta misteriosa isla nos lleva a principios de la década de los años noventa, cuando la embarcación de una conocida compañía de transporte de pasajeros entre las islas, chocó con algo que ni su radar ni su sonar consiguió detectar.

En el diario de a bordo del barco llamado Princesa Teguise, se reflejó su encontronazo en el mar revelando que a unos 25 kilómetros de tierra chocaron contra algo indeterminado que no pudieron ver, lo que provocó 19 heridos.

Posteriores investigaciones aseguraban que casi con total seguridad el barco había colisionado con algún cetáceo de gran tamaño, pero cuando se revisó el casco no se encontró ningún indicio ni restos de sangre.

Hoy en día la isla de San Borondón continúa siendo un misterio que ya forma parte de ese encanto y enigmas que siempre han tenido las Islas Canarias.