Una sociedad secreta es una organización que exige a sus miembros ocultar ciertas actividades, como los ritos de iniciación para los candidatos, o los objetivos de la misma.
La sociedad puede intentar o no ocultar su existencia. El término generalmente excluye grupos encubiertos, como servicios de inteligencia o insurgencias de guerra de guerrillas, que ocultan sus actividades y membresías, pero mantienen una presencia pública.
Dentro de las tres sociedades secretas más importantes de la actualidad, según algunas fuentes, se encuentran los Illuminati, los Masones y el Opus Dei.
Estas sociedades tienen diferentes orígenes, ideologías y objetivos, pero comparten algunas características comunes, como el uso de símbolos, rituales y jerarquías.
Los Illuminati fueron una sociedad secreta fundada en Baviera en 1776 por Adam Weishaupt, un profesor de derecho canónico. Su propósito era promover la educación de la razón y la filantropía y oponerse a la superstición y la influencia religiosa en la sociedad. Querían cambiar la forma de gobernar en Europa, eliminando la influencia de la religión en el gobierno y brindando a la gente una nueva fuente de "iluminación". Se cree que la primera reunión de los Illuminati de Baviera se llevó a cabo en un bosque cerca de Ingolstadt el 1 de mayo de 1776. Un detalle interesante es que usaban el búho de Minerva como su símbolo principal, representando la sabiduría.
Los Masones son una orden fraternal que se desarrolló a partir de los gremios de canteros y constructores de catedrales de la Edad Media. Su origen exacto es incierto, pero se sabe que existían logias masónicas en Escocia e Inglaterra en el siglo XVII. Los masones se basan en principios como la fraternidad, la tolerancia y el progreso humano. Tienen un sistema de grados que simbolizan el avance espiritual y moral del iniciado. Un detalle curioso es que usan la escuadra y el compás como su emblema más conocido, representando la armonía y el orden.
El Opus Dei es una institución de la Iglesia católica fundada en España en 1928 por Josemaría Escrivá de Balaguer, un sacerdote. Su misión es difundir el mensaje de que todos los cristianos están llamados a la santidad y al apostolado en su vida ordinaria. El Opus Dei tiene miembros laicos y sacerdotes que se comprometen a seguir un plan de vida cristiana basado en la oración, el trabajo y la caridad. Un detalle notable es que algunos miembros practican la mortificación corporal como medio de purificación y penitencia.
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