martes, junio 20, 2023

Los 7 Rayos

Mensajes del Maestro "Saint Germain"

1. INTRODUCCIÓN.

Quisiera mencionar el propósito que me impulsa a comunicarme con ustedes. Dentro de los designios del plan divino, la educación de los pueblos es primordial, para garantizar que la Voluntad de Dios se cumpla en la tierra. La educación de los pueblos ha sido, desde siempre, una preocupación constante dentro de la jerarquía de Maestros. Por esta razón, una de las labores más importantes que cada uno de los directores de la jerarquía emprende en la tierra, es, justamente, la de instruir a aquellos discípulos que se encuentran afinados a las vibraciones en que cada uno de los Maestros se desenvuelve.

Impartiré una serie de lecciones dedicadas exclusivamente, a entender los métodos bajo los cuales la jerarquía actúa, en su papel de instrucción a la humanidad. Tocaré muchos de los puntos que ya anteriormente han tratado ustedes, tales como la afluencia de energía, la instrucción directa, la inspiración con las grandes mentes de la tierra e, igualmente, el contacto indirecto a través de hermanos de Shamballa, con aquellos otros que están influyendo en las decisiones mundiales.

Esclarecer la metodología que la Jerarquía sigue en su labor de instrucción, es un punto que consideramos esencial en la formación de los estudiantes de la luz. El entendimiento de estas formas de trabajo, los llevará a desechar algunas opciones que venían considerando como estudiantes de la luz y, a la vez, a retomar algunas otras que tal vez habían olvidado, pero que son las que los llevarán, directamente, a la alineación de los propósitos humanos con los divinos.

Como encargado de la instrucción del planeta, me corresponde definir líneas de acción, procedimientos y metas a las que todos podemos ajustarnos. Compartimos un mismo ideal; tanto ustedes como nosotros buscamos exactamente lo mismo, la iluminación completa de la raza humana. Cuando la enseñanza se torna en luz y disipa las tinieblas en que el hombre camina, la tierra se vuelve un paraíso y las maravillas que antes se escondían, surgen ahora plenas y dispuestas a hacer más ágil el camino de los estudiantes.

Estudio de los Siete Rayos.

En estas pláticas abordaremos cada uno de los Siete Rayos, explicando, con ciertos detalles, cuáles son los propósitos que se persiguen en cada uno de esos siete grandes departamentos. Entenderemos, que los discípulos que conscientemente trabajan en cada uno de esos aspectos, no siempre lo hacen al abrigo de alguna escuela espiritual, es probable que no pertenezcan a ninguna sociedad de enseñanzas, pero, muy en su interno, ellos saben que están cumpliendo con los designios divinos. Muchas de mis palabras caerán en los oídos de discípulos, pero muchas otras llegarán hasta donde deban llegar, hasta aquellos hermanos que caminan libres de la influencia de cualquier escuela, siguiendo una luz que los ilumina internamente.

Cada uno de mis Hermanos, directores de Rayos, tiene funciones perfectamente definidas, que cumplen con la mayor diligencia posible. La interpretación de los designios divinos que llegan a través de las emanaciones de nuestro Logos Solar, son responsabilidad de cada uno de ellos, pero, como directores, tienen la capacidad para retransmitir, en la frecuencia adecuada, todo lo que el plan divino ha dispuesto para esta hora...

Las energías del Logos Solar se adaptan a la Tierra.

El mecanismo de adaptación de las energías del Logos Solar, para la humanidad terrestre, es, sin duda, un proceso interesante. El Logos Solar transmite su plan en forma de energía de alta frecuencia; cada uno de los directores toma esa energía y la transforma, concediéndole la polaridad que requiere, de acuerdo al Rayo en que esté trabajando. Esta luz, ahora cualificada con los aspectos específicos de cada uno de los Rayos, baja hasta las mentes de los grandes iniciados de la humanidad. Ellos, a su vez, perciben la luz y la transforman en emociones; estas emociones de orden elevado son, a su vez, retransmitidas más abajo y cuando las mentes de la humanidad más avanzadas y armonizadas, en cada uno de los departamentos, recibe esas emociones, son transformadas en acciones y, de esta forma, llegan al mundo convertidas en ondas, convertidas en ideales, convertidas en conductas. En este proceso de ajustes y reajustes de las energías, la voluntad divina va descendiendo, hasta ponerse al acceso de la mente del hombre.

La humanidad, sin embargo, una vez que una acción o una idea llega hasta sus dominios, empieza a actuar en dualidad, se forman polémicas y el libre albedrío humano puede, o no, tomar la decisión si está de acuerdo a los planes de Dios; de ahí que la importancia de los instructores de la humanidad, se vea cada vez acrecentada. Los formadores de criterios, los normadores de conductas, los inspiradores espirituales de la humanidad, son aquellos discípulos nuestros que tienen la capacidad para entender los designios divinos en su más alta pureza y los transmiten en forma de principios, en forma de leyes y reglamentos, que son un claro reflejo de los principios divinos.

Cada departamento desarrolla una labor múltiple; si bien tiene una característica específica, colabora con el resto, para, de esa manera, formar una gran labor que, combinada, pueda dirigir los destinos de la humanidad. La separación en 7 departamentos, obedece, principalmente, a la séptuple naturaleza de las emanaciones divinas; sin embargo, la sociedad humana es una sola y forma, en sí misma, una amalgama de seres humanos que vibran en cada una de las 7 grandes energías, aunque sin haber desarrollado las cualidades que son necesarias para recibir, de una manera pura, la inspiración de alguno de los Rayos, es decir: los seres humanos normales, no entrenados, son aquellos que vibran en diferentes frecuencias, se armonizan o desarmonizan con cada uno de los Siete Rayos; todavía no emiten la nota adecuada que les permita identificarse con el Rayo al que pertenecen, y todo esto dificulta, en gran parte, la labor que Shamballa viene desarrollando.

¿Por qué existen las escuelas espirituales?

Por esta razón, las escuelas espirituales del mundo buscan intensificar la chispa divina del hombre, a fin de que, el ser humano, armonice su personalidad con alguno de los 7 aspectos divinos y, de esta manera, pueda asociarse al trabajo de alguno de los directores de Rayo. Mientras esto no ocurra, el individuo no está capacitado para trabajar dentro del ashram de alguno de los Maestros; su frecuencia vibratoria le hará confundir todo lo que reciba y no será capaz de mantener la unión con el resto del grupo. Por esta razón, las escuelas espirituales trabajan en los Siete Rayos, buscando siempre purificar la luz interior que emana desde adentro de cada ser humano, preparando para que, llegado el momento, pueda sumarse a las filas de los servidores de la luz conscientes. Pero mientras esto ocurre, las escuelas siguen con su labor, muchas veces callada, pero de una gran utilidad al servicio del Padre.

Dispónganse pues, a escuchar, la forma en que cada uno de los departamentos de Shamballa trabaja en medio de la humanidad. Que cada una de estas frases, que cada una de estas palabras, encuentre el eco apropiado dentro de ustedes, para que puedan identificarse como estudiantes en alguno de los departamentos.

Mi luz y mis bendiciones los acompañarán a lo largo de esta lectura. Así será por siempre.
Junio 13, 1993.

2. LA FUNCIÓN DE LA JERARQUÍA.

Vamos a iniciar nuestra trabajo mencionando algunos puntos que son vitales para entender la función que la Jerarquía de Maestros tiene dentro de la humanidad.

La Jerarquía de Maestros.

1o.- En primer lugar, la Jerarquía es el fruto de la unión del PADRE SOLAR con la humanidad, el germen masculino de la Voluntad Divina, encarnado en el Logos Solar, fue sembrado en las simientes de la Madre Tierra, surgiendo primero como humanidad y después como la Jerarquía de Maestros. De esto resulta, que nosotros nos hemos constituido en los hermanos mayores de la humanidad, aquellos que, en el recorrido de regreso a su fuente de origen divina, hemos alcanzado algunos pasos más que todos ustedes. Entiéndase entonces, que la Jerarquía delinea el sendero de retorno al Padre.

La conciencia desintegrada del hombre y la síntesis de la sabiduría.

2o.- La humanidad evoluciona en diferentes campos del saber humano, de la ciencia, del arte, de la filosofía y de la religión; sin embargo, todas las subdivisiones que en los campos de actividad humana puedan hacerse, serán arbitrarias puesto que los hombres trabajan con una energía séptuple que, combinadas, dan un sinfín de variantes de esos conocimientos. El estudiar verdades parciales, aun cuando sea con fines didácticos, crea en el hombre una conciencia desintegrada y lo hace perder la visión de conjunto que es la única que puede llevarlo de regreso al Padre. Por lo tanto, la Jerarquía busca la síntesis de la sabiduría humana y divina, conserva al hombre como un ser completo y busca las causas de las causas para poder entender los efectos de los efectos. Si en esta búsqueda se apela al conocimiento de las diferentes ciencias humanas, se deberá entender que se está haciendo bajo un enfoque integral y no con el objetivo de interesar al hombre con el estudio de una determinada ciencia parcial humana.

Vínculo entre los seres humanos y los Maestros de la Jerarquía.

3o.- Siendo la Jerarquía el fruto de una humanidad que evoluciona, inspirada en el camino marcado por el Logos Solar, cada hombre y cada mujer del planeta mantiene un vínculo constante con esas conciencias superiores de los hermanos mayores. Ese vínculo que permanece latente en todo momento en cada ser humano, puede ser activado a través de una disciplina personal y del enfoque sistemático de la atención humana hacia la voz de su conciencia; en cierta forma, representa el eco de los impulsos espirituales provenientes de las altas esferas de la Jerarquía. En pocas palabras, el hombre necesita descubrir e investigar su mundo interno, a fin de poder encontrar y activar la conexión que mantiene con sus hermanos mayores.

La Jerarquía trabaja con siete campos diferentes de energía.

4o.- La Jerarquía tiene, en sus manifestaciones, una séptuple función que obedece principalmente a la naturaleza misma del Logos Solar, quien, aun siendo la síntesis del Logos Galáctico, trabaja a través de siete oleadas secuenciales de energías con cualidades diferentes, cada una sintetizando a las anteriores y promoviendo la aparición de las subsiguientes. Los ciclos se repiten una y otra vez desde el principio de los tiempos y hasta el final de los mismos. Aun cuando estas dos palabras no signifiquen nada en lo absoluto para nosotros, esta manifestación representa, para la humanidad, la posibilidad de alinearse con siete campos diferentes de energía, las cuales proveerán los impulsos necesarios para manifestar, de una manera exacta, los planes divinos dentro de la sociedad humana.

La energía trabaja sobre la humanidad.

5o.- El influjo de estas oleadas de energía sobre la humanidad consciente, ocasiona movimientos planetarios a través de los cuales, la sociedad humana, busca alcanzar mayores niveles de armonía o bien de conocimiento, sin entender, específicamente, a qué obedecen estos impulsos. Todos los grandes acontecimientos sociales de la humanidad, desde los bélicos hasta los artísticos, religiosos o científicos, no son sino el eco de diferentes oleadas de energía que llegan a la superficie del planeta y crean reacciones en los niveles intuitivos y emocionales de la humanidad.

Los tres grupos de la humanidad:

La humanidad consciente de los impulsos energéticos.

6o.- La humanidad pudiera ser dividida en tres grandes grupos, siendo el primero de ellos, aquellos de ustedes que ya son conscientes de los impulsos que estas oleadas de energía están provocando en su interno, han alcanzado cierto dominio de sus emociones y pensamientos y, por lo mismo, dirigen sus vidas de una manera consciente hacia objetivos fijados por ustedes mismos. A esta porción de humanidad, que hago la aclaración, no necesariamente pertenece a grupos espirituales, sino que están diseminados en todos los campos de la actividad humana, a todos ustedes, estos impulsos los favorecen, pues, en cierta forma, sirven a los propósitos ya definidos internamente por cada uno de ustedes.

La humanidad gobernada por las emociones.

Una segunda porción de la humanidad, gobernada principalmente por sus emociones, que aun carece de una dirección prefijada por ellos mismos, que trabajan su vida al arbitrio de las circunstancias que la misma les impone, a todos ellos, estas oleadas de energía les producen reacciones que están totalmente fuera de control de ellos mismos; las energías inciden directamente sobre los egregores que cada uno ha formado, sus áreas de personalidad son activadas o desactivadas, dependiendo de la actividad que tengan con la energía que impera en ese momento y, por lo mismo, constituye la generalidad de la humanidad, el mayor porcentaje. Son los causantes de las guerras, de la criminalidad y de todos aquellos movimientos que, de una manera o de otra, irrumpen, desarmonizando las colectividades humanas.

La humanidad gobernada por el instinto animal.

Una tercera porción de la humanidad, más pequeña, la constituyen aquellos seres humanos que se encuentran imposibilitados de un razonamiento superior, que se encuentran totalmente enajenados, porque, de una manera o de otra, han sacrificado sus atributos humanos y se guían directamente por sus pasiones o emociones animalizadas. Esta porción de humanidad permanece, prácticamente, insensible a estas oleadas de energía. Dentro de esta clasificación se encuentran las personas que están bajo los influjos de alguna droga o de ciertos vicios mentales, o bien, desequilibrados y, en general, todos aquellos a quienes su mente no obedece y se guían únicamente por instinto. Este último grupo es una minoría y, por el momento, no es de interés para el estudio que estamos iniciando.

El grupo intermedio constituye la gran mayoría de los seres humanos, son los responsables de la historia de la humanidad, de sus grandes movimientos y de sus grandes fallas.

Y el primer grupo que también es una minoría, son quienes marcan el camino, son quienes dicen por donde hay que andar; representan las antenas de la humanidad y su función, al igual que la nuestra, es de servir de intermediarios entre nosotros y el resto de la humanidad. Esa es la función de esa porción de seres humanos.

Ahora bien, habiendo entendido la función de la Jerarquía, como grupo regulador entre la voluntad del Logos Solar y los seres humanos, hay otro punto de vital importancia que es necesario mencionar:

La manifestación del Logos Planetario es la Hermandad Blanca.

El Logos Planetario, quien es el receptor oculto de la voluntad del Logos Solar, trabaja a través de su cuerpo de manifestación que somos nosotros. La gran Hermandad Blanca constituye el cuerpo de manifestación de ese Logos Planetario y siendo que El trabaja en los planos internos, debemos entender, que su función abarca no únicamente la esfera de actividad humana, sino, igualmente, la de cada uno de los reinos que habitan y conforman este planeta. Así como existe una jerarquía de Maestros para la humanidad, existe otra para cada uno de los reinos, juntos formamos el gran concilio del Logos Planetario, el amado Sanat Kumara, juntos trabajamos para hacer una realidad, la Voluntad Divina, en esta pequeña creación de su universo.


Nuestro estudio estará únicamente enfocado a los diferentes departamentos de la jerarquía humana y, tal vez, en estudios posteriores, podremos incluir algo acerca de los reinos que conviven con el hombre, en esta maravillosa creación divina.

Aquí dejaré mis palabras, con la intención de que puedan descifrar las claves ocultas, que necesariamente son dadas como semillas, para las mentes de los verdaderos discípulos.

4. EL PRIMER RAYO: DESTRUCTOR Y PREPARADOR DE FORMAS.

Habíamos ya mencionado las premisas sobre las cuales basaremos nuestro estudio. Quisiera hoy mencionar algunos aspectos de trabajo que se desarrolla bajo el Primer Rayo.

Hablando en términos simbólicos, el Primer Rayo es un Rayo de Aspecto que conforma, estructura, da coherencia y dirección a los movimientos del reino mineral y de todas las formas de vida superiores que se encuentren alineadas a su vibración. Siendo en el orden el primero de los Rayos, su función viene a ser la de preparar el camino para los siguientes. En ocasiones se le ha dado en llamar el Rayo de los destructores, pues al igual que el campesino hace con su terreno antes de sembrar la semilla, este Rayo remueve, destroza y prepara la tierra, para recibir la simiente de los siguientes Rayos. Algunas de sus funciones son las de eliminar especies vegetales, minerales y sociedades humanas que han terminado ya su ciclo de evolución. Algunos imperios que caen, lo hacen bajo la influencia del Primer Rayo, algunas especies animales que se extinguen, al igual que otros vegetales, son, igualmente, ocasionados por la función de este Rayo. La desintegración de ciertos minerales de propiedades radiactivas, son justamente otras de las características derivadas del funcionamiento de este Rayo.

La cualidad fundamental del Primer Rayo.

El Primer Rayo tiene como cualidad fundamental el ejercer la voluntad divina, es el primero y más alto catalizador de la voluntad del Logos en sus diferentes reinos de manifestación; es el que cierra los ciclos anteriores y abre los nuevos; es el que cierra el círculo en el momento de la consumación de los tiempos; es el que trabaja en el momento mismo en que un ser humano abandona la tierra; es, igualmente, el Rayo que trabaja durante toda la vida sobre aquellas personas cuya misión pareciera ser la de los verdugos, la de los ajusticiadores de la humanidad. Sin embargo, a pesar de estas características que pudieran dar la impresión de ser un Rayo terrible de destrucción, tratemos de entender el principio bajo el cual opera la voluntad divina a nivel galáctico.

Visión global de los Siete Rayos.

El Primer Rayo prepara el terreno para que los constructores de las formas aparezcan.

El Segundo Rayo entonces, inicia su labor seguido posteriormente del Tercero, el cual alimenta, de una manera gratificadora, a la simiente que ha sido depositada sobre las cenizas del fruto del Primer Rayo.

El Tercero, con la energía del amor y la inteligencia activa, es el encargado de alimentar las semillas que fueron depositadas por los sembradores del Segundo Rayo.

Viene después el Primer Rayo de atributo, el Cuarto, el que sintetiza los primeros tres. De esta manera, la semilla empieza a recibir la energía sintetizada de la Voluntad del Padre, que es el Primer Rayo del amor, del aspecto femenino del Padre, que es el Segundo, y la energía del Hijo que es el que cultiva, el gran cultivador del universo simbolizado por el Tercer Rayo. Estas tres energías: Padre, Madre e Hijo, son las que reciben las semillas que ya están abriendo y germinando en la tierra, durante el período de actividad del Cuarto Rayo.

Finalmente viene el Quinto, con la esencia sintética del conocimiento de las formas, aquél que desglosa, de una manera clara, los atributos que deberá conocer la semilla a fin de poder madurar y dar fruto. Vienen después el Sexto y el Séptimo, que no son otra cosa que cualidades que empieza a desarrollar la semilla; la primera para distinguir entre el camino interno y el externo, y la última, la del Séptimo, cuyo ceremonial y procedimiento especial confiere, a las semillas, las cualidades que son necesarias para cerrar los ciclos que fueron iniciados durante el período del Primer Rayo.

El Séptimo Rayo es el último Rayo que trabaja sobre la humanidad terrestre y sobre todos los reinos; su función es sintetizar, en procedimientos, lo que antes fue dado esotéricamente; su función es llevar, al mundo de las formas, los conceptos que antes fueron trabajados en los cuerpos superiores. Todo este camino, del Primero al Séptimo, será más claramente explicado en las siguientes lecciones. Por ahora y a través de la lente panorámica que acabamos de dar, pasemos a entender cuál es la función del Primer Rayo.

La función del Primer Rayo.

Si bien es el destructor de las formas que han cumplido ya con su proceso de evolución, es también el que prepara el camino para que el sembrado de las semillas sea más eficiente. Todos los movimientos bélicos del planeta corresponden al trabajo de este Primer Rayo; todas aquellas personalidades humanas que son profundamente transformadoras, transmutadoras, aquellos que luchan contra la esclavitud, aquellos que tienen fuertes intereses independentistas, anhelos de libertad, son justamente inspirados por este mismo Rayo. Grandes militares son las personalidades preferenciales de este Rayo.

¿Cómo es que actúa, en el nivel de la personalidad, este Rayo?

En primer lugar, aquellas personas que tienen afinidad con la naturaleza de esta emanación divina, perciben su influencia en su corazón. Siendo el corazón uno de los centros magnéticos generador de emociones más importante del ser humano, es, en ese punto, en donde este Rayo actúa, promoviendo, de una manera intensa, el anhelo de la libertad, el anhelo de justicia, el anhelo de ejercer la voluntad divina por encima de todas las voluntades humanas. Las personas no entrenadas, de este Rayo, se manifestarán con problemas, debido a que su propio criterio limitado lo identificarán ellos como el correcto y los procedimientos que seguirán serán generalmente violentos, haciendo que esta persona se convierta en un peligro para la sociedad.

Pero, en el estudiante iluminado por la voluntad, iluminado por la sabiduría divina, en ese ser, esa energía del Primer Rayo, lo llevará a alcanzar alturas pocas veces imaginadas por los estudiantes de la luz. Su percepción de lo que es la voluntad divina, le permitirá dirigir sus pasos de una manera inequívoca, dentro del maya de la sociedad humana, a la vez, que una gran firmeza de voluntad se manifestará en su carácter; nunca dudará en tomar una determinada acción, puesto que está percibiendo claramente la voluntad divina. Por otra parte, nunca le faltarán fuerzas para mantenerse erguido en los caminos que deba de seguir, porque esta energía provee, no únicamente la claridad de percepción de la voluntad divina, sino la energía necesaria para poder pasar por el desierto terrestre, por esa selva enmarañada de pasiones humanas, con un pie firme, apartando todos los peligros y obstáculos que pudieran aparecer en el camino. Esta es la luz que persiguen aquellos que son inspirados por el Primer Rayo.

El trabajo del Primer Rayo en la creación universal.

No únicamente a nivel de personalidad es interesante el estudio de este primer aspecto del Logos Divino, hay muchas otras áreas, en donde el trabajo de este Primer Rayo es interesante para el estudio de todos ustedes. Veamos por ejemplo, cómo es que este Rayo trabaja a nivel galáctico: Es el Rayo que origina los choques de galaxias; es el Rayo que promueve la desintegración de unos elementos en otros; es el Rayo que hace que algunas estrellas exploten y se conviertan en supernovas; es el mismo Rayo el que ejerce la influencia magnética de los hoyos negros sobre el resto de las estrellas vecinas; es el Rayo que promueve los cambios a niveles galácticos; es el Rayo de las colisiones estelares; es el Rayo de las explosiones solares; es el Rayo que hace que la creación se vaya transformando, destruyendo las formas caducas para preparar el ingreso de las nuevas.

La influencia del Primer Rayo en el mundo mineral.

A niveles de los reinos subhumanos, en el reino mineral por ejemplo, es este Primer Rayo el que ocasiona la desintegración de los materiales radiactivos. Igualmente, es este Primer Rayo el que trabaja en la erosión del reino mineral ocasionado por las aguas del mar, por ejemplo, o de los ríos, dentro de los continentes; es la misma fuerza la que socava las grandes montañas a través de los vientos y todo ejemplo de erosión está influenciado por este Primer Rayo. Sin embargo, entendamos que las erosiones no son únicamente negativas, sino que preparan el camino, el terreno, hacia nuevas formas de vida, nuevas formas de existencia de los diferentes reinos en el planeta; es un agente transformador, es un agente depurador y es, igualmente, un agente que busca acomodar las formas caducas hacia las nuevas creaciones del plan divino.

La influencia del Primer Rayo en el mundo vegetal.

En los reinos vegetales igualmente, esta energía se deja sentir, cuando, alguna de las poblaciones de ciertas especies se ve de pronto amenazada por otra. El efecto de los depredadores en el reino vegetal, es un efecto provocado por este Primer Rayo. A nivel bioquímico, las transformaciones originadas por los ataques de ciertas sustancias emanadas de vegetales, sobre otras, a fin de destruirlas o asimilarlas, es, justamente, otro de los efectos de este Primer Rayo.

Las batallas ecológicas que libran ciertas especies vegetales en busca de una mayor energía solar y que son capaces, incluso, de matar vegetales superiores, es otra de las actividades que desarrolla este Primer Rayo. La supervivencia, la lucha por la supervivencia en el reino vegetal, que se ve dramáticamente representada en todas las comunidades y ecosistemas de las selvas y en otras en donde la cantidad de especies es alta, es otra de las actividades que este Primer Rayo desarrolla dentro del reino vegetal.

La sobrepoblación de algas, la sobrepoblación de ciertas especies cuyos propósitos, a nivel físico, son únicamente la de depurar algún ecosistema, o bien, el resultado de alguna contaminación, podemos igualmente, identificarlas, como efectos de este Primer Rayo. Sin embargo, dentro de la naturaleza autoequilibrante del reino vegetal, tenemos que entender, que primeramente actúa el Rayo de la voluntad, para, posteriormente, ser seguido por el Rayo de los sembradores, por el Rayo del equilibrio que viene a ser el Segundo. En toda operación de la naturaleza, en todo trabajo a nivel ecológico, primero actúa el Rayo de la voluntad y después lo sigue el Rayo de los sembradores.

Aunque esto muchas veces no sea evidente a la luz de los discípulos espirituales, debemos entender, que la multiplicidad de formas que tiene cada uno de los Rayos para trabajar en los diferentes reinos, no es fácilmente identificable, debido a que las ciencias que los seres humanos han desarrollado, mantienen una clasificación totalmente diferente, que impide ver el proceso como un todo integral; de esta manera, es muy difícil entender, cómo el Primer Rayo se ve seguido por el Segundo y por el Tercero y cómo, la combinación de los tres, pueden restablecer el equilibrio ecológico en un determinado ecosistema.

La influencia del Primer Rayo en el mundo animal.

Buscando ahora la manifestación de este Primer Rayo en el reino animal, obtendríamos también datos interesantes. La aniquilación de ciertas especies animales, por las actividades que el ser humano ha venido desarrollando y que ha creado la contaminación de los ecosistemas, es otro de los efectos que este Primer Rayo está teniendo sobre el reino animal. Si bien es cierto que toda actividad contaminante del ser humano debería ser limitada e integrada dentro de un plan maestro de desarrollo para la humanidad, con su ecosistema, también es cierto, que la ingenuidad con la que actúan los seres humanos es, muchas veces, el efecto de leyes superiores de las cuales son inevitablemente víctimas ciertas especies de animales y, de esta manera, vemos trabajar a este Primer Rayo a través de la humanidad, tomándola como un instrumento para terminar con la vida de aquellas especies animales que han cumplido con su función en la tierra. Todo esto quiere decir, que aun la humanidad inconsciente, es un fiel instrumento de la voluntad del Logos Galáctico.

La influencia del Primer Rayo en el reino humano.

Una porción de la humanidad que está cada vez más consciente de la responsabilidad que tiene al habitar este planeta, son aquellas personas que están ahora impulsando los movimientos de equilibrio ecológico alrededor de la superficie de la tierra; estas personas trabajan con otro aspecto de la voluntad divina, trabajan bajo el Segundo Rayo, son los constructores de formas, pero su labor, inevitablemente, fue la consecuencia del ya deteriorado medio ambiente que la humanidad inconsciente dejó en su pasado.

Nuevamente podemos ver el efecto del Primer Rayo sobre esa humanidad inconsciente y cómo, el Segundo Rayo, viene siendo ahora cada vez más penetrante, en la conciencia de los humanos. Veremos, conforme pase el tiempo, que estos grupos crecen hasta ser la mayoría y, entonces, veremos al Segundo Rayo actuar, sobre aquellos ecosistemas que ya han sido previamente preparados por este Primer Rayo. Así pues, veremos ser construidos sobre la tierra, agrandes parques ecológicos, grandes lugares de recreo, en donde los animales, los vegetales, los minerales y los hombres, podrán convivir en completa armonía. Estos parques del futuro serán una belleza digna de la más alta creación humana, pero eso será hasta que los grandes constructores, aquellas mentes iluminadas, puedan manifestar, de una manera limpia, al Segundo Rayo de los sembradores.

Las guerras.

En el reino humano, como ya lo habíamos mencionado, la fuerza del Primer Rayo actúa generalmente en los aspectos bélicos de la sociedad. Todas las guerras son generalmente inspiradas por el Primer Rayo, su función no es únicamente la de establecer un desequilibrio en la sociedad humana, sino, más bien, conmocionar la conciencia del hombre, para hacer resurgir las reservas espirituales que cada ser trae consigo. Las luchas en el mundo físico se transforman en batallas de conciencia dentro de cada ser humano y en esa búsqueda de una nueva realidad, de un nuevo mundo más equilibrado, más justo, más lleno de amor, los seres humanos van creciendo y las cicatrices que dejan las guerras, se transforman en simientes de una nueva sociedad, se transforman en las flores que después podrán adornar a las sociedades del mundo dentro de un clima de paz. Las guerras, aun cuando son, muchas veces, fruto de los egoísmos humanos, dejan, como huella, el terreno preparado para que las nuevas conciencias, más elevadas, puedan surgir y crear las bases de un mundo más equilibrado.

¿Cómo es que este Primer Rayo trabaja a través de los discípulos de la humanidad?

Tal como expliqué anteriormente, el Primer Rayo y todos los Rayos, trabajan a través de círculos concéntricos de hermanos que hacen que las energías vayan, desde el Logos Galáctico, hasta la conciencia más inconsciente del ser humano; al principio como ideales, después, como acciones, pero, todas las ideas que provienen del Logos Galáctico, son transformadas en acciones concretas dentro del reino humano y, de esta manera, aquellas personas que tienen afinidad con la energía de este Rayo, van encontrando su camino dentro de la interminable y complicada red del maya humano.

5. EL PRIMER RAYO.

El Rayo de la Personalidad.

Tal como ya lo mencionamos, el Primer Rayo trabaja destruyendo las formas caducas y preparando el terreno para la llegada de los sembradores.

El contacto de la Jerarquía.

El trabajo de la Jerarquía oculta del planeta, no se limita exclusivamente a entrenar discípulos en el conocimiento espiritual; la Jerarquía mantiene contactos con diferentes seres humanos avanzados en su evolución personal y que se desenvuelven en distintos campos de actividades humanas.

El Primer Rayo, entonces, trabaja con las mismas características en cada uno de los campos en que el ser humano se desenvuelve; así pues, es interesante notar, cómo es que el discípulo del Primer Rayo, va estableciendo ese contacto interno con nosotros.

Aun cuando ya se ha mencionado, que en los círculos exteriores de la Jerarquía se establecen los primeros contactos con aquellos humanos que se encuentran preparados para recibirlos, existen otras formas de establecer los primeros contactos con personas.

Los Rayos de cada ser humano.

En el mundo interno del hombre, existen mecanismos mediante los cuales, el ser puede, momentáneamente, conectarse a la fuente de su propio Rayo inspirador. Cada ser humano se ve impulsado en su vida, principalmente, por dos Rayos: El Rayo que dirige su personalidad y que específicamente lo ha orientado en su vida externa y, por otra parte, el Rayo que gobierna la evolución de su ser interior, el Rayo del Alma.

Cuando el Rayo del Alma es el primero, entonces, el ser recibe impulsos momentáneos que son sumamente poderosos y lo pueden llevar a cambiar el rumbo de su vida, en repetidas ocasiones, en el transcurso de la misma. Cuando es la personalidad la que está gobernada por el Primer Rayo, entonces, el ser manifestará tendencias, hasta cierto punto, violentas, o bien, con un alto sentido de justicia social.

Cuando hablamos del Rayo de la Personalidad, tenemos invariablemente que referirnos a las personas no entrenadas y a las personas entrenadas, como dos aspectos distintos de manifestación de este Rayo, propios de la naturaleza del hombre. En el Rayo del Alma, esta distinción no es necesaria, puesto que en las personas no entrenadas, o poco evolucionadas, el Rayo del Alma no tiene mayor influencia en su vida.

El Rayo del Alma y el Rayo de la Personalidad.

Cuando el ser ha alcanzado un cierto nivel de despertar espiritual, entonces, el Rayo del Alma compite, hasta cierto punto, con el de la personalidad, para tomar el dominio o control de la vida del discípulo. Esta lucha se mantiene por un largo tiempo, hasta que el discípulo se convierte en un iniciado y, entonces, el Rayo del Alma empieza a dirigir su trabajo en el mundo de las personalidades.

El Primer Rayo concede características, como lo mencionamos anteriormente, que pueden determinar el curso de la vida de una persona; sin embargo, el Rayo de la Personalidad, aun cuando tiene ciertas influencias cósmicas, es un Rayo que ha sido desarrollado por la propia evolución material del individuo, es decir: si bien, el Rayo del Alma se determina en el momento mismo de la creación de un ser humano, el Rayo de la Personalidad va cambiando en cada una de las diferentes venidas del hombre a la tierra.

¿Qué determina el Rayo a que pertenecerá la personalidad de un individuo?

La respuesta es: ciertos momentos cósmicos que acontecen en el instante del nacimiento y, por otra parte, la educación que recibe en su familia. Estos dos factores tendrán una gran influencia en el Rayo de la Personalidad. En ocasiones el ser nace con determinado Rayo por influencias astrológicas, pero, la educación que recibe, inhibe totalmente las características de ese Rayo del nacimiento y lo impulsan a trabajar sobre otro, teniendo, entonces, un Rayo de personalidad distinto al que tenía en el momento de su nacimiento.

No pasa lo mismo con el Rayo del Alma, pues éste, es una característica propia, del individuo, por el momento mismo de su nacimiento como ser espiritual. Recordemos que la creación de seres humanos y de prácticamente cada criatura del universo, son hechas en oleadas de energía y semillas emanadas desde el centro de nuestra galaxia; así pues, el Rayo del Alma es invariable, inmutable y, tarde o temprano, el discípulo, al reconocerlo, intentará acercarse al grupo que corresponde a su evolución espiritual, al ashram de su maestro, el director de su Rayo.

En las primeras etapas del discipulado, los estudiantes deben dominar el Rayo de la Personalidad; deben descubrirlo, encauzarlo, hacer una perfecta expresión de su vida en la tierra, utilizar los aspectos positivos del mismo y neutralizar aquellos que tienen que ver con los aspectos negativos.

Manifestaciones del Primer Rayo en el ser inconsciente y en el ser consciente.

En el Primer Rayo, tenemos una diferenciación muy clara: por una parte, la persona inconsciente, no preparada, el Primer Rayo la transforma en un ser violento, en un ser autocrático, en un ser decidido a cumplir su voluntad a pesar de todo y de todos, mientras que un ser entrenado, un estudiante de la luz, el Primer Rayo le conferirá el poder conocer y adentrarse en los misterios de la voluntad divina; manifestará un criterio sumamente amplio y equilibrado acerca de la justicia y del amor, como dos pilares indispensables en la vida de los seres humanos; manifestará una fuerza de voluntad a prueba de todo y su vida, muchas veces, será un ejemplo de lo que los más altos principios de justicia pueden lograr en la tierra; llegan a ser grandes líderes, porque su vida es un ejemplo difícilmente seguido por el resto de las personas.

Este es el caso de los discípulos del Primer Rayo, revolucionarios por naturaleza, con aspiraciones de libertad por encima de cualquier otro ser humano. La libertad, para un discípulo del Primer Rayo, no es negociable jamás, constituye su más alto tesoro y por él, dar la vida, no significa sino pagar un precio que está muy por debajo del real. Esas son las cualidades de los discípulos del Primer Rayo.

La forma como la Jerarquía trabaja en este departamento, es, por una parte, contactando a los discípulos y, por la otra, inspirando a las mentes iluminadas de la humanidad. Los grandes estadistas, los grandes estrategas, aquellos que imponen decisiones dolorosas, muchas veces, son inspirados por este Rayo. El trabajo de esta energía, sobre el campo de la política, se traduce, invariablemente, en movimientos de revoluciones sociales e independencia de grandes colectividades humanas. Bajo este Primer Rayo se crean los tribunales internacionales; bajo este Primer Rayo, igualmente, se toman las decisiones dentro de los grandes foros de países; bajo este Primer Rayo, se toman decisiones que tienen que ver con la guerra o con la paz en los países del mundo. Muchos de los movimientos separatistas que están sufriendo algunos países del mundo, son motivados por las energías de este Rayo. La incursión de terceros países, en las guerras internas de otros, son inspiradas por otro de nuestros Rayos.

Diferencia entre el Primer y el Tercer Rayo.

Como más adelante veremos, el Tercer Rayo de la inteligencia activa, es el motor que mantiene en movimiento a la sociedad humana. No piensen que todo lo que signifique guerra, revoluciones o transformaciones, son el fruto del Primer Rayo. Para identificar específicamente cuáles son las acciones impulsadas por el primero y cuáles son por el Tercero, simplemente analicen los objetivos de cada uno de los movimientos. Cuando el objetivo es destruir las formas que ya no son aplicables a los tiempos modernos, estamos hablando del Primer Rayo. Cuando el objetivo es restablecer la armonía y el orden de las sociedades, puede ser que estemos hablando del fruto del Tercer Rayo.

¿Quiénes determinan el cómo y el porqué de estos movimientos de las sociedades humanas?

La Jerarquía de Maestros, en sus grandes concilios, analiza cuidadosamente cada una de las actividades que está desarrollando el ser humano en la tierra; nosotros observamos los impulsos que yacen detrás de cada una de las revoluciones y movimientos bélicos del planeta. El porqué, lo tenemos pefectamente claro, puesto que podemos leer los motivos que cada uno pueda tener. El cómo es lo que nosotros cuestionamos. Si bien, un movimiento puede tener repercusiones negativas o contrarias a la voluntad divina, la Jerarquía, entonces, impulsa, a través de las mentes adelantadas de la tierra, nuevas opciones, nuevas formas de trabajar, o bien, acciones tendientes a neutralizar un movimiento que empieza a gestarse y que puede ser de consecuencias negativas para la trayectoria que la humanidad deba seguir.

Por otro lado, cuando la Jerarquía observa estancamiento en el progreso humano, condiciones que, por un lado llevan a la degradación del hombre y, por otro, lo mantienen sumido en una inconsciencia; la Jerarquía también puede decidir experimentar, algún tipo de actividad revolucionaria, con el objeto de sacar a un pueblo del marasmo y reintegrarlo a la espiral evolucionista de la humanidad.

Sin duda, el trabajo de la Jerarquía de Maestros es amplio e interesante para el discípulo, pero, por ahora, hemos cubierto únicamente el Primer Rayo; en la siguiente lección, trabajaremos con el Segundo Rayo.

6. EL SEGUNDO RAYO.

Los seres humanos y las energías cósmicas.

Siempre es agradable tener a un grupo de personas deseosas de entender los misterios de la sabiduría divina; sin embargo, cuando ese deseo se ve traducido en acciones y éstas se enmarcan dentro de un plan maestro para el desarrollo de la humanidad, el sentimiento es muchísimo más alto; no es solamente el sentirse agradable, sino el sentir un pleno gozo de poder estar trabajando en estrecha colaboración la Jerarquía y los seres humanos.

Importancia del estudio de la historia de la humanidad.

Desde este lugar en donde nos encontramos, los problemas de la humanidad se observan de diferente manera, ustedes se encuentran influenciados inevitablemente por las noticias, los medios de comunicación y las opiniones que, acerca de los problemas, vierten algunos políticos, economistas, o presidentes de países, es decir, observan los problemas a través de la lente de unos cuantos de ustedes. Sin embargo, la historia de la humanidad nos proporciona las bases para el entendimiento de los acontecimientos actuales y, a la vez, nos permite hacer ciertas deducciones sobre el futuro de la humanidad.

El conocimiento del plan divino, por otra parte, nos permite entender la naturaleza de las fuerzas que, en forma secuencial, irán llegando a la tierra en los próximos años y, a la vez, poder predecir, con cierta exactitud, las repercusiones que estas energías tendrán en la sociedad humana.

Si bien, el comportamiento de un individuo aislado es difícil de predecir, la forma como una colectividad se comportará es relativamente sencillo, si conocemos bien la cualidad de la energía que está incidiendo sobre ella. La psicología de las masas es mucho más certera que la psicología del individuo. Así pues, esta panorámica, cimentada en las bases que acabo de mencionar, es la que nos permitimos transmitirles, hasta donde es posible, a fin de que ustedes cuenten con los mismos elementos de juicio que nosotros tenemos y, de esta forma, sus pasos, sus acciones, sus vidas personales, puedan ser orientadas en acorde a los principios divinos.

Trabajo del Segundo Rayo.

Comentábamos en la lección anterior, que la forma de trabajo del Primer Rayo, impulsa a los seres humanos a movimientos revolucionarios o transformadores. La energía del Primer Rayo modifica y derrumba todo aquello que se encuentre próximo a terminar su ciclo de existencia, preparando el terreno para la llegada del Segundo Rayo. Esta nueva energía toma los elementos que fueron dejados previamente y los impulsa a una reorganización, los impulsa a una reestructuración, para formar creaciones de un orden más elevado y para fines más en acorde a la voluntad divina.

Cómo trabajan las energías de los Rayos sobre la humanidad.

Para que entendamos un poco mejor la forma en cómo las energías y los Rayos trabajan en la humanidad, veamos que las energías, como vibraciones que son, trabajan sobre los cuerpos superiores de los individuos. Estas energías colorean a los vehículos astral y mental de los seres humanos. El grado de sensibilidad de un ser, hacia estas energías, determinará el impacto que las mismas tendrán sobre él. Una vez que el vehículo astral o mental se encuentra impresionado por estas energías, es decir, ha absorbido parte de las vibraciones de estos Rayos, se traducen en flujos de energía descendentes que llegarán, a través del cuerpo etérico, hasta incorporarse a las energías que circulan en el cuerpo físico del hombre.

Estas energías que no son otra cosa que átomos de luz, producen pensamientos, impulsos, motivaciones, sensaciones o sentimientos, en cada una de las neuronas del cerebro. El cerebro entonces, responde, generando asociaciones que van acordes a esos átomos de luz que, en cierta forma, podríamos decir, encarnan la voluntad divina. Dichas asociaciones representan, para la mente consciente humana, ideas nuevas, impulsos nuevos y, por lo mismo, se traducen en acciones que buscan materializar lo que antes fue dado en ideas y que representa la voluntad divina de esta hora.

Un individuo puede no ser sensible a estas energías, pero, como las mismas trabajan sobre millones de seres humanos simultáneamente, pronto vemos que un gran porcentaje de la colectividad humana, empieza a dirigir sus pasos, sus acciones, hacia determinados puntos y, así pues, la sociedad va caminando, reorientando sus pasos, hacia el cumplimiento de la voluntad divina.

Aunque este proceso pudiera parecer lógico y sencillo, se complica cuando la tierra se ve agitada por mareas de pasiones o de inquietudes derivadas de algún movimiento bélico, alguna crisis económica o algún tipo de situación política, que pueden hacer tensas las relaciones entre países. Igualmente, en ciertos acontecimientos tanto deportivos como artísticos, pueden afectar la forma como los seres humanos asimilarán las energías provenientes de los Rayos Cósmicos.

Los seres humanos producen mareas astrales.

Los seres humanos producen oleadas de energía que ya anteriormente habíamos denominado como mareas astrales. Esas mareas astrales corresponden, análogamente, a los flujos de pequeñas olas que se producen en todas las playas; esas pequeñas olas son las que, en cierta forma, producen los mayores efectos sobre las arenas y las rocas de las playas.

Las grandes mareas cósmicas de los Rayos, llegan como olas más grandes. Siguiendo el mismo ejemplo, las olas provenientes de los Rayos, serían mucho mayores a las pequeñas oleadas producidas por los seres humanos; sin embargo, son menos frecuentes y su efecto se deja sentir de una manera diferente.

Si bien, las mareas astrales son continuas, de poca intensidad y afectan enormemente las personalidades y conductas de los hombres, las mareas cósmicas tienen un efecto más lento, pero más definitivo, esto es, dan una dirección preferencial a las pequeñas mareas humanas que se generan continuamente. De la combinación de ambas, se producen los acontecimientos que, después, marcan la historia de la humanidad.

Función del Segundo Rayo.

Por decir: El Rayo número dos es el Rayo de los sembradores, es un Rayo que impulsará a la humanidad a la creación de nuevas formas de gobierno, o bien, de nuevas formas de arte, o de nuevas formas de filosofía, o de nuevas formas de ciencias. Las pequeñas mareas astrales humanas, tomarán esos impulsos y provocarán movimientos colectivos de intensidad variable, que estarán afectando la vida cotidiana de la humanidad. Pero, conforme pase el tiempo, se observará que, estas mareas astrales humanas, realmente, lo que están haciendo, es siguiendo el impulso de ese gran Rayo cósmico que es el número dos y provocarán el surgimiento de nuevas formas de arte, ciencias, política, religión o cualquier otro campo de actividad humana. Esta es la forma como trabajan las energías del cosmos, en combinación con las propias, generadas por los seres humanos.

Formas de captar las oleadas cósmicas de los Rayos.

Siguiendo con nuestro estudio, podríamos, muy bien, dividir a los seres humanos en varias categorías:

Tal como mencioné anteriormente, una pequeña porción de seres humanos, son capaces de tomar las energías provenientes de los Rayos y dirigirlas, de manera consciente, hacia acciones concretas que van acordes al plan divino. Estos hermanos trabajan de una manera consciente con la Jerarquía; ellos son las mentes iluminadas de la humanidad, hermanos que trabajan, muchas veces, desde el silencio, desde la oscuridad, evitando cualquier contacto con la sociedad, que pudiera ocasionarles alguna desviación en su labor oculta. Esas personas trabajan en los niveles mentales y muchas veces en los niveles físicos de la tierra. Algunos de ellos llevan vida pública y se constituyen en líderes de la humanidad; todos ellos son guardianes del plan divino; todos ellos son ángeles que han descendido a la tierra, para cuidar las semillas que el Padre viene sembrando desde el principio de los tiempos y que serán la bendición de la humanidad al final de ellos.

Muchos otros, simplemente, perciben la naturaleza de los Rayos y sienten cuáles deben ser las acciones correctas en este momento histórico. Estas mentes, también iluminadas, aunque hasta cierto punto inconscientes de que existe un plan divino, trabajan como instrumentos de Dios y sus acciones son las que van escribiendo las páginas del libro de la historia y van acercando a la humanidad hacia el reconocimiento de la voluntad divina.

La gran mayoría de los seres humanos permanecen inconscientes a estas energías; sin embargo, sus pasos, inevitablemente, irán detrás de los líderes quienes sí perciben lo que debe hacerse. Estas grandes porciones de humanidad, aunque, inconscientes de la energía que están recibiendo en sus vehículos superiores, siguen, invariablemente, las tendencias que marcan las energías cósmicas. Y así, toda la humanidad, como una gran colectividad de seres, va cumpliendo, paso a paso, los designios divinos y el plan maestro sigue adelante.

Estudien estas palabras y observen cómo pueden entender los acontecimientos mundiales a través de la lente de estas nuevas enseñanzas.

7. EL SEGUNDO RAYO: AMOR-SABIDURIA.

El Segundo Rayo refleja el segundo aspecto de Dios, el aspecto de Amor Sabiduría, y se han tenido que juntar dos palabras, para poder incluir la suma total de los efectos que la cualidad de este Rayo, produce en la humanidad. Si bien, el Primer Rayo de la voluntad alinea las actividades de los reinos para hacerlos coincidir con la voluntad del Logos Solar, en este segundo aspecto de Amor Sabiduría, la energía del amor atrae y cohesiona todos aquellos aspectos de la manifestación de las diferentes vidas, alrededor de la semilla de la sabiduría. Así pues, siendo el núcleo la sabiduría, la fuerza del amor cohesiona, ya sea las conciencias de los hombres o las diferentes formas de vida, alrededor de esta sabiduría.

Hablando en símbolos, una vez que el Rayo destructor ha hecho caer las formas caducas y ha preparado el terreno para la nueva siembra, la semilla de la sabiduría se siembra y la fuerza del amor cohesiona los ingredientes que posteriormente darán forma a las nuevas creaciones, en los diferentes reinos de la naturaleza, incluyendo al humano. Estas nuevas formas llevarán un núcleo de sabiduría que garantizarán la permanencia y la manifestación armónica de estas formas, cuando sea llegado el momento de florecer.

Dentro de los misterios divinos, la fuerza del Rayo constituye un rosario de enigmas, que van llevando de la mano al iniciado, hasta plantarlo de frente, cara a cara, con su Padre.

El camino de los Rayos es, sin duda, un camino complicado, pero, aquellos que han logrado apreciar el tesoro oculto en estos misterios, no vacilan en enfrentar esta empresa.

Rayos de Atributo o Rayos Menores, comprendidos entre el Cuarto y el Séptimo, constituyen la primera escalera que el iniciado debe viajar, a fin de alcanzar los tres primeros Rayos de Aspecto.

Los Rayos Mayores y Menores.

Como una diferenciación básica de los Rayos Mayores y los Menores, podríamos decir lo siguiente:

Los tres primeros Rayos constituyen las tres caras del Padre, los tres aspectos de su personalidad, mientras que los cuatro menores, representan las múltiples formas en que los aspectos del Padre se manifiestan en los planos inferiores. Recuerden siempre que el UNO es triple en su naturaleza y cuádruple en su manifestación. Esa sencilla frase tiene el poder de despertar, en ustedes, un cúmulo de sabiduría que mantienen encerrada, por herencia de la humanidad.

No creo que sea preciso recordarles que cada ser humano ha recibido, en herencia, todo lo que sus antecesores han logrado comprender de la sabiduría divina. Esa herencia se mantiene dentro de su memoria espiritual, misma que pueden alcanzar, gracias a los ejercicios de meditación y concentración que anteriormente han sido revelados a ustedes por otros de mis hermanos.

Después de este breve paréntesis, regresemos nuevamente a la naturaleza del Segundo Rayo.

La naturaleza del Segundo Rayo.

El Segundo Rayo viene a ser, para la humanidad, el Rayo que la impulsa hacia nuevas fronteras de realización humana.

La fuerza del amor es la fuerza que impulsa al mundo hacia la conquista de nuevas y más grandes realizaciones.

La sabiduría.

La sabiduría no debe entenderse como la revelación de ciertos secretos; la sabiduría es una palabra que queremos que signifique algo mucho más allá de simples conceptos. La sabiduría es el poder que se encierra en la facultad del hombre de alinearse con el propósito divino. La sabiduría es la fuerza que permite al hombre caminar, inequívocamente, por el sendero de la voluntad de Dios; no es la suma de conceptos, no es la capacidad de poder entender las ciencias de la tierra, tampoco es la facilidad de poder transformar en conceptos, asimilables por el hombre, los más altos misterios de Dios; la sabiduría no es una facultad mental, la sabiduría es una facultad espiritual, algo que permite al ser, como ser integral, ser un instrumento dócil de la voluntad divina.

El hombre sabio es aquél que manifiesta la voluntad del Logos, no únicamente en sus palabras, no únicamente en sus actos, sino en cada partícula de manifestación de su ser integral, incluyendo la manifestación de sus diferentes órganos de su cuerpo físico, la manifestación de sus diferentes cualidades mentales, la manifestación de cada una de sus más pequeñas emociones, la manifestación de cada partícula de intuición, la manifestación de todas aquellas funciones, cualidades y operaciones que se realicen dentro de cada uno de sus cuerpos. El hombre sabio es un símbolo de manifestación perfecta de Dios en la tierra.

Ahora bien, esta fuerza de amor sabiduría, cuando es llevada a la manifestación dentro de los diferentes reinos de la tierra, produce movimientos en el planeta que es interesante estudiar. Por ejemplo: Es debido a esa fuerza que la humanidad encuentra nuevas formas de expresión, tanto en la política como en la economía, como en el arte o en la ciencia, como en la filosofía o bien, en la literatura. Cada una de las actividades del hombre encuentra nuevas formas de expresión, a través de este Rayo de amor sabiduría.

El amor.

La fuerza del amor entendida como una fuerza de cohesión, debe ser intuida por los discípulos de luz, como esa fuerza que es capaz de atraer átomos de luz divina hacia planos más toscos de materialización, es decir, todos aquellos iniciados o aspirantes a las iniciación, que sean capaces de percibir esa fuerza, podrán entender que es, gracias a ella, que las grandes revelaciones, las grandes intuiciones, los grandes ideales, vienen a la luz, a la manifestación, en el mundo de las formas, todo, gracias a que este Rayo atrajo hacia sí, las partículas que provienen de las altas esferas cósmicas que, utilizando la mente de algún ser humano privilegiado, dio a luz nuevas formas de manifestación de verdades más altas.

El amor, en su más pura expresión, no puede ser entendido como la atracción egoísta entre dos seres, entre un ser y alguna cosa, o entre dos cosas; el amor es una fuerza atractiva que no distingue ni particulariza sus efectos, el amor es y será eternamente universal, la fuerza de atracción atrae por igual todas las cosas de la creación.

Cómo se manifiesta la energía del Segundo Rayo.

Cuando el discípulo atrae hacia sí ese Segundo Rayo y lo manifiesta, la energía atractiva impulsada por el mismo Logos Solar que es el principal emanador de esta energía, en este planeta, complementa su emanación con una multitud de átomos de luz que, una vez en el cerebro humano, son transformados en grandes ideales y conceptos, que seguramente aportan nuevas creaciones dentro del mundo de las formas.

La vibración de este sistema solar.

Tal como se mencionó en la Doctrina Secreta y posteriormente se reconfirmó a través de los escritos de nuestro Hermano El Tibetano, este sistema solar vibra con la fuerza del Segundo Rayo. De los Siete Rayos en los que fue hecha la creación, este segundo aspecto de Amor Sabiduría, corresponde a la creación de nuestro sistema solar; así pues, nuestro Logos Solar trabaja primordialmente bajo el influjo de este Segundo Rayo y por esta razón, es, a través de esta energía, que nuestro sistema solar alcanzará su total realización cuando sea llegado el momento.

Por analogía, aquellos seres humanos que hayan sido creados en el segundo aspecto, encontrarán cierto grado de facilidad en su evolución personal, puesto que su naturaleza vibra en analogía con la naturaleza del Logos Solar.

No quisiera que mis palabras fueran malinterpretadas y aun cuando esto es inevitable, dado los diferentes grados de evolución de las personas que se encuentran escuchando y leyendo esto, quisiera aclarar, posteriormente, a qué me refiero cuando digo, cierto grado de facilidad.

Entendamos, gracias a la ciencia de las analogías, que todo ser humano que vibre en el mismo aspecto que nuestro Logos Solar, encontrará menores dificultades en sus creaciones, de maya, espejismo e ilusión, para poder caminar en su sendero de retorno hacia el Logos Solar; sin embargo, encontrará mayores dificultades cuando trate de manifestar alguno de los otros Siete Rayos. El camino de todos los iniciados pasa, necesariamente, por cada uno de los Siete Rayos; así pues, las facilidades que tiene en el Segundo, se ve compensado por las dificultades adicionales que tendrá al recorrer el resto de los Rayos. Este concepto espero poder aclararlo posteriormente.

8. EL SEGUNDO RAYO. LA FUERZA CONSTRUCTORA.

La alineación del hombre con el ser planetario.

El estudio de los Siete Rayos no es sencillo, ni pretendemos que sea únicamente asimilado desde un aspecto meramente mental; ésta, como todas las series de instrucciones anteriores, buscamos que sean transmitidas, de tal forma, que ustedes puedan percibirlas de una manera integral, total.

El uso de parábolas o ejemplos de analogías, es una de las herramientas más poderosas con que nosotros contamos, puesto que, al hacer uso de ellas, no únicamente conceptos son percibidos, sino una serie de asociaciones que engloban aspectos emocionales y que se encuentran archivados en su cerebro y pueden ser accesados con el objeto de comprender mejor, la idea que se busca transmitir. En ocasiones incluso, los nombres de las cualidades o de los mismos Rayos deben ser modificados, para que puedan percibir, en cierta forma, lo que nosotros estamos queriéndoles transmitir. Un ejemplo físico es el nombre de este Segundo Rayo, Amor Sabiduría. Aun cuando, para sus mentes, pudieran parecer conceptos totalmente diferentes, cada uno de ellos asociado a emociones totalmente diferentes, la suma de los dos da una ligera apreciación de lo que viene a ser la cualidad de este Segundo Rayo.

Amor Sabiduría pudiera, tal vez, comprenderse mejor, como una fuerza que une al hombre a los propósitos divinos. Por una parte, es la fuerza que da cohesión al hombre, que atrae por magnetismo y e encuentra encerrada la facultad del amor y, por la otra parte, escondido en el propósito divino, se encuentra la facultad de la sabiduría.

La fuerza amorosa gravitacional.

Los seres humanos, desde el principio de su manifestación, han manejado la fuerza del amor. La misma madre tierra que aporta los elementos constituyentes de sus cuerpos, mantiene bajo resguardo su preciado tesoro, a través de la atracción gravitacional, siendo ésta una de las manifestaciones del amor universal.

Los seres humanos, gracias a su cuerpo físico, no pierden el contacto con la tierra; su atención, entonces, se ve enfocada sobre el mismo campo físico sobre el que deben trabajar.

No ocurre lo mismo con los seres que se encuentran en manifestación en otros planos de la creación; los seres no encarnados ponen su atención, no únicamente en el plano físico, sino en las otras creaciones del Padre, así, su atención se ve desviada y su avance no es tan rápido como en el caso de los seres encarnados.

La función del cuerpo físico del hombre.

Existe un propósito en el hecho de que los seres humanos se manifiesten a través de un cuerpo físico.

La función de la raza humana en el planeta tierra, es, entre otras, de trabajar para elevar la vibración de este planeta. La madre tierra entiende perfectamente esto y los ha venido dotando de un cuerpo físico cada vez mejor capacitado, para el ejercicio de esta misión. Por otra parte, cada cuerpo físico que los seres humanos abandonan, dentro de su proceso normal de maduración y muerte, es un cuerpo físico que se reintegra nuevamente a la superficie del planeta, pero que, ahora, lleva una serie de cualidades heredadas de ese ser divino que lo habitó. Esas cualidades pasan a formar parte del patrimonio de la tierra, y, con el tiempo, se constituyen en los elementos integrantes de nuevos cuerpos físicos; de esta forma, el cuerpo de manifestación de la madre tierra se enriquece con las experiencias y las energías que, segundo a segundo, va acumulando la raza humana.

De la misma manera, el reino animal y el reino vegetal, contribuyen con su parte dentro de este continuo proceso de enriquecimiento.

Siendo el ser humano un agente transformador de la superficie del planeta, representa, para la madre tierra, un aspecto de enriquecimiento particular; mientras que por una parte se enriquece de las experiencias que cada ser humano le aporta, por otra parte, se ve afectada por las imprudencias y la inconsciencia de algunos seres humanos, al modificar, de una manera negativa, las condiciones del medio ambiente. A niveles energéticos, esto constituye un desequilibrio que la madre tierra tiene que resolver.

Los desequilibrios energéticos del planeta responden a las acciones humanas.

Los desequilibrios energéticos son sentidos por los chakras del cuerpo planetario y producen reacciones que, tarde o temprano, se manifiestan en el mundo físico de los seres humanos. Estas reacciones de la madre tierra son las respuestas del ser planetario, ante las acciones de los seres humanos.

La evolución del planeta y su dimensión de tiempo.

Démonos cuenta, sin embargo, que el ser humano vive en una dimensión de tiempo diferente a la del planeta. Para la tierra, el tiempo transcurre más lentamente, por esta razón, muchas veces, los seres humanos no se dan cuenta de las repercusiones que, a la larga, tendrán sus acciones; sin embargo, una vez que se ha llegado hasta cierto punto, la reacción se hace inevitable y la madre tierra reaccionará a su manera, a fin de volver a nivelar las cargas energéticas que el ser humano ha venido desestabilizando. Menciono todo esto, porque, en el Segundo Rayo de Amor Sabiduría, la alineación del propósito humano con el propósito divino, implica necesariamente la alineación, igualmente, con el propósito planetario.

Siendo la tierra un ser, el propósito divino se manifiesta en ella a través de un proceso de evolución continua y gradual; esa evolución acepta a todos los reinos que en ella se manifiestan y, por esta razón, los propósitos superiores imperan siempre sobre los propósitos de las razas inferiores. Así pues, los propósitos planetarios siempre estarán por encima de los propósitos humanos.

El hombre, durante muchos años, ha pensado que tiene un cierto dominio sobre el planeta, pero ese dominio es temporal. Ante sus ojos, que no perciben la realidad en que el tiempo se mueve en la tierra, piensan que puede hacer ciertas cosas y controlar los efectos que sobre el planeta están ocasionando; sin embargo, la tierra tiene su tiempo para responder y no se guía bajo esas emociones humanas tan características y caprichosas, sino que lo hace, atendiendo a desequilibrios energéticos que nada tienen que ver con credos particulares, razas específicas o individuos; su propósito siempre ha sido alinearse a la voluntad divina y aun cuando los seres humanos se consideren reyes de la creación, no tienen ni la capacidad ni el poder para enfrentarse a la voluntad del Logos Planetario. De la misma manera como un ser humano puede ir, consultar un doctor, tomar alguna pastilla o algún remedio e inmediatamente borrar de su torrente sanguíneo a millones de microbios que estaban ocasionándole alguna infección, de la misma forma, la tierra, puede equilibrar sus fuerzas con una simple reacción de su cuerpo. Nada podrá perturbar el camino que el ser planetario ha decidido para sí mismo.

El planeta es un ser vivo.

El ser humano, como especie, ha caminado en la tierra sintiéndose dueño y señor. Las voces que actualmente se levantan en favor de la ecología de las leyes que gobiernan a la naturaleza, son las voces de los primeros seres conscientes de que su planeta tiene vida y de que ellos son habitantes dentro de otro ser vivo. No pasará mucho tiempo sin que los gobiernos tomen conciencia de este hecho y, entonces, la humanidad deberá cambiar y las prioridades que dictarán las decisiones en cada pueblo, deberán tener siempre presente este hecho. La tierra vive y tiene mecanismos de defensa que actuarán en contra de los seres humanos, si estos no se alinean a tiempo con el propósito divino. La fuerza del Primer Rayo es uno de los mecanismos de defensa que la tierra utiliza, para destruir todo aquello que le impide seguir manifestando los propósitos de Dios.

Construir sin destruir: la gran magia de los iniciados del Segundo Rayo.

La fuerza del Segundo Rayo, la fuerza de los constructores, actúa inmediatamente después del primero, aunque, en ocasiones, puede trabajar para evitar la respuesta drástica de una fuerza del Primer Rayo. Los grandes constructores del mundo tienen la facilidad de, incluso, retomar aquellas manifestaciones contrarias a la naturaleza divina y moldearlas, modificarlas, a fin de que estén acordes a los propósitos de evolución. La magia de estos grandes constructores, estriba en que perciben claramente el propósito de Dios dentro de ellos mismos. Construir sin destruir es la magia de los más grandes iniciados de este Segundo Rayo.

Por otra parte, la manifestación tosca de esta energía, en aquellos seres que aún son inconscientes de la verdad divina, podemos observarla en aquellas personas gobernadas por la pasión, gobernadas por deseos obsesivos, o bien, que son presas de sentimientos de amor egoísta, que incluso llegan a consumirles la vida, simplemente porque no entendieron que la verdadera naturaleza del amor es siempre universal.

9. EL SEGUNDO RAYO: EL RAYO DE LOS INSTRUCTORES.

Si bien, el Segundo Rayo es el Rayo de los constructores, también lo es de los instructores. Siendo el Rayo en el que vibra nuestro sistema solar, es natural que el amor y la sabiduría fundidos, se compenetren en cada átomo de materia de toda esta familia solar. Los seres humanos, cuyas creaciones han venido bajo el influjo de este Rayo, traen, por consecuencia, una afinidad especial con la energía que mora en cada rincón de este sistema. Aquellos espíritus, hijos del Segundo Rayo, encuentran su natural y óptima expresión en cada una de las creaciones de este sistema solar.

La mejor manifestación de amor-sabiduría.

Los instructores de planetas, aquellos seres que han hecho de su vida un libro viviente y han expresado sus enseñanzas, no únicamente a través de las palabras, sino en cada una de sus acciones, son fieles exponentes de lo que este Rayo puede hacer sobre los seres humanos; la forma como ellos trabajan, en medio de la humanidad, constituye un claro ejemplo de la forma como el amor y la sabiduría deben ser entendidos, como dos caras de una misma moneda. Si el amor une, la sabiduría funde; si el amor atrae, la sabiduría da la comprensión de cómo es que esto se hace posible.

El amor es la fuerza que proporciona la cohesión a cada una de las moléculas que conforman las materias de este cuerpo planetario.

La sabiduría es la esencia misma de las cosas; la sabiduría es ese mecanismo mediante el cual, cada uno de los reinos de la naturaleza, se alinea con el propósito divino y dirige su evolución, ya sea consciente o inconscientemente, hacia el cumplimiento de ese plan maestro. La sabiduría no es una palabra que deba ser asociada exclusivamente al hombre; hay sabiduría en los reinos de la naturaleza, hay sabiduría en todos los reinos, en todas las creaciones, en cada hijo de Dios.

Así pues, la sabiduría de la tierra consiste en apegarse a los lineamientos divinos; la sabiduría de las piedras, la sabiduría del agua, la sabiduría de los árboles y de los pájaros, es, precisamente, esa característica que les permite vivir en acorde a la voluntad divina. El amor y la sabiduría juntos, forman la garantía del cumplimiento del plan divino en todos los niveles de la creación.

El código genético espiritual del hombre.

Hemos hablado anteriormente, que cada ser humano trae inscrito en su memoria genética, no únicamente el mapa de lo que será su evolución posterior, sino, igualmente, las instrucciones que lo llevarán a evolucionarse hasta alcanzar la realización como ser humano, para, posteriormente, buscar una mayor expresión de manifestación en otro reino superior. Ese código espiritual, lleva compendiada toda la información que es necesaria para avanzar, a través de cada uno de los procesos de evolución espiritual por los que es preciso pasar, a fin de alcanzar ese alto grado de expresión.

En los instructores del mundo, ese código genético se encuentra claramente accesado por su mente humana; esto significa que son conscientes del plan divino para la humanidad, y el tener esa visión del futuro de la humanidad, les permite elaborar conceptos, filosofías, enseñanzas, que, siendo apropiadas para la hora en que están manifestándose, preparan el camino para el día glorioso en que la humanidad alcance su realización total.

El magnetismo de los instructores.

El poder percibir el futuro de la humanidad de una manera total, con certeza absoluta, permite, al ser humano, adquirir la fuerza de convicción necesaria que, transformada en palabras, arrastra al ser humano común. El magnetismo propio de los grandes instructores surge de esa convicción y de la visión que tiene del plan, de tal forma que les permite establecer, coherentemente, una filosofía que es adecuada al momento en que están viviendo y constituye el siguiente paso en la evolución social y espiritual de la porción de humanidad a la que alcanza su esfera de influencia. Así, los pueblos van siendo guiados localmente por sus guías particulares y, a nivel planetario, por los grandes mesías de la humanidad.

Ocasionalmente, descienden a la tierra instructores con propósitos definidos para formar fraternidades, escuelas, organizaciones o grupos, cuya misión es enderezar los rumbos, o bien, impulsar un movimiento hacia el objetivo del plan divino. Estos seres que se invisten como instructores de la humanidad, funcionan, generalmente, en el Segundo Rayo; son los constructores de vidas, los constructores de mentes, los constructores de sociedades y pueblos enteros, son quienes forman el futuro de la humanidad; a ellos, la humanidad les debe, en gran medida, su evolución actual, y es muy conveniente que, a tales grandes personalidades, se les reconozca como faros de luz que han dejado su huella en la historia de la humanidad.

Enfocar su atención en esas grandes vidas, inspira a una multitud de seres humanos y los induce a retomar un camino que tal vez hayan perdido. La sociedad no mantiene por mucho tiempo el sendero recto, gusta de experimentar, de establecer nuevas opciones, muchas veces, sin tener claro el objetivo final. De esta diversidad de actitudes y de preferencias surge la confusión y de la confusión, la oscuridad y, entonces, un pueblo pierde el rumbo y empieza a resonar fuerte la voz de la materia y los vicios y la degradación van haciendo presa de estos espíritus que, sin tener la meta a la que quieren llegar, buscan el placer momentáneo, olvidándose de la vida espiritual que mora internamente.

Las almas encerradas en cuerpos a los que no pueden dominar, elevan un callado pero intenso llamado; ese llamado a los cielos, constituye la voz de alarma para que, uno de los grandes inspiradores e instructores de la humanidad, pueda descender en el momento adecuado y marque nuevamente el rumbo que es preciso seguir para continuar con el plan divino.

Así pues, la humanidad sigue avanzando, caminando dos pasos primero y deteniéndose después, subiendo a pequeños impulsos y tratando de establecer un camino propio, tratando de adquirir una personalidad que les permita auto guiarse sin ser dependientes de los grandes maestros que, periódicamente, descienden a establecer el rumbo. Poco a poco, la humanidad va adelantando, va adquiriendo una mayor madurez y empieza a ser dócil a sus propios llamados espirituales.

La voz interna.

El día en que la voz del Maestro interno sea escuchada, ese día, la humanidad sabrá guiarse internamente y no necesitará de instructores externos; hasta en tanto no llegue ese momento, será preciso que nuestros enviados recojan las inquietudes de esos espíritus que moran encarcelados en cuerpos físicos y los convierta en enseñanzas, en luz, para que las conciencias conjuntas, humanas, puedan reconocer el sendero que deben tomar para llegar a donde el plan divino les ha marcado.

Agosto 29,1993.

10. EL TERCER RAYO: EL RAYO DE LA INTELIGENCIA ACTIVA.

Si bien, el Primer Rayo se caracteriza por el aspecto voluntad o poder del Padre, el Segundo manifiesta el aspecto de amor sabiduría. Tal como mencionamos, el Primer Rayo pertenece a los destructores de formas que han cumplido ya con su parte dentro del plan maestro de la evolución. Al Segundo Rayo pertenecen los constructores, aquellos encargados de construir los nuevos moldes, las nuevas formas, a través de los cuales habrá de manifestarse la voluntad divina.

El Rayo que impulsa los cambios y la evolución.

Surge entonces, como una natural consecuencia de esta evolución, el Tercer Rayo, Rayo al que se le ha denominado de la inteligencia activa. Es el Rayo dinámico por excelencia, el que impulsa los cambios, el que proporciona la fuerza necesaria para cambiar los rumbos que la evolución va teniendo; es la fuerza que impulsa, la energía que da movimiento a todo lo existente; su acción la ejerce en todos los reinos y en cada uno de ellos promueve los cambios, promueve el movimiento, promueve la evolución.

El Rayo de la mente abstracta.

El Rayo de la inteligencia activa trabaja, en la humanidad, a través de las mentes de aquellos hermanos que se encuentran con un mayor desarrollo mental o intelectual. La frecuencia de vibración de este Rayo exige, del discípulo, una mayor actividad para capturar las altas vibraciones de las energías cósmicas. En su aspecto más puro, el Tercer Rayo pertenece a la mente abstracta, pertenece a todos aquellos conceptos que pueden revelar los misterios de la evolución divina, que descubren el gran arcano del conocimiento oculto, pero no lo hace en palabras ni en conceptos, eso pertenece a la mente concreta, ese es terreno del Quinto Rayo, sino que lo hace intuitivamente a través de luz pura, revela los secretos a través de mecanismos superiores que únicamente la mente abstracta o superior puede percibir.

El cerebro humano y las ondas de alta frecuencia.

Quisiera hacer un paréntesis para explicar los mecanismos a través de los cuales, el cerebro, puede captar estas ondas de alta frecuencia:

Todas las ideas que el cerebro humano percibe, son hechas a través de pequeños cambios microscópicos en la información que las neuronas transmiten unas a otras; pequeños cambios, a nivel bioquímico, son los que, en última instancia, transmiten las ideas. Sin embargo, estos cambios son producidos por el efecto de las energías y, por lo mismo, cuando hablamos de la mente abstracta, realmente lo que estamos diciendo es que son, las propias energías, las que producen los cambios en los niveles cerebrales. Esto significa que el discípulo percibe las verdades, gracias al influjo de las energías sobre sus células cerebrales; son las propias energías que el discípulo desea captar las que, al interaccionar con los átomos que conforman las células del cerebro, producen substancias que después ponen a funcionar una serie de mecanismos biológicos, que dan como resultado ideas concretas. Sin embargo, el concepto, las palabras, no son sino el vestido de una enseñanza que ya fue percibida en los niveles superiores de la mente.

La actividad mental de todo ser humano podría ser dividida en dos grandes fases:

Una fase que es insubstancial, que se realiza independientemente de las actividades biológicas del cerebro y de la cual se ocupa únicamente la substancia etérica y superior. La actividad mental que se desarrolla con substancia etérica, es la que, en última instancia, promueve la aparición de la intuición, mientras que todo aquello que tenga que ver con la actividad molecular del cuerpo humano, se referirá, necesariamente, a la mente concreta.

Así pues, si quisiéramos hacer una distinción más clara, tendríamos que empezar diciendo que el Tercer Rayo actúa sobre la parte etérica de la mente del discípulo. Después, y gracias a la interacción que existe entre el cuerpo etérico y el físico, esta influencia etérica ejerce su acción sobre la parte física del cuerpo humano; el cerebro entra en actividad y las ideas que antes eran abstractas, pueden ser puestas en palabras, en conceptos y llevadas a una materialización mediante los procesos que ya todos conocemos.

La acción del Tercer Rayo sobre el hombre.

Este Tercer Rayo de la inteligencia activa, impulsa a un ser humano a reordenar su vida, hacerla más eficiente y reinstaurarla dentro del camino que su Maestro interno le va marcando.

A nivel macrosocial, la humanidad, igualmente, se ve influenciada por el efecto de este Tercer Rayo y si bien, los constructores de las formas, hijos del Segundo, promueven la aparición de nuevos moldes e instituciones, a través de los cuales se puede manifestar el siguiente paso de la instrucción divina, es, gracias al Tercer Rayo, que la humanidad entera se pone en movimiento para hacer esto posible.

Como podrán ustedes pensar, eso significa, que aun los destructores de formas, hijos del Primer Rayo, requieren de la energía de este Tercer Rayo para llevar a cabo su tarea y la respuesta es, definitivamente: el Tercer Rayo es la energía en movimiento y, por lo mismo, es la materia prima con la que trabajan en el resto de los Rayos.

Recuerden que los Rayos no se encuentran separados en ningún momento, únicamente los separamos para su estudio, para su comprensión; en ningún momento, un discípulo del Primer Rayo, o Segundo o de cualquier otro, podrá trabajar ignorando al resto. Los Rayos se encuentran entremezclados y trabajan formando múltiples combinaciones, porque, de otra forma, la evolución sería imposible. Sin embargo, la separación resulta útil para entender cómo es que la reacción trabaja; de esta manera, separamos de sus componentes primarios las energías que continuamente están incidiendo en la superficie de la tierra y que son las causantes de la evolución del hombre y del planeta.

El Tercer Rayo promueve el cambio en todos los reinos.

En el reino mineral promueve la erosión, promueve la formación de nuevas construcciones de minerales, es responsable de la desintegración de los átomos, del crecimiento de los cristales, de la transmisión de la electricidad, del movimiento de los vientos y de las corrientes marinas; es lo que dinamiza a la naturaleza, lo que mantiene al planeta en continuo movimiento, la que forma las montañas, los valles y los ríos, la que permite a la lluvia caer, la que hace que los mares se evaporen; es la energía que impulsa a las hormigas en su trabajo, a las abejas en sus vuelos, al rocío cuando cae como suave manto sobre la vegetación; es la energía que permite al pensamiento pensar, la que permite al hombre respirar, la que actúa a nivel celular produciendo la energía necesaria para que el hombre, haciendo uso de ella, se desplace a cualquier lugar; es la energía que mueve al cosmos. Si tuviésemos que emplear una sola palabra diríamos, movimiento, vibración, y si observamos desde muy adentro de nosotros mismos, surge igualmente una palabra, como sinónimo de esta inteligencia activa. Es el tiempo, porque siendo el tiempo lo que separa la causa de su efecto, constituye, igualmente, el resultado de la acción de este Tercer Rayo.

El uso consciente del Tercer Rayo.

Así pues, el manejo de este Rayo produce un dinamismo que puede llevar a un ser humano a convertirlo en un gran realizas por del plan divino, pero, igualmente, lo puede convertir en un gran desarmonizador de la vida planetaria. El Rayo por sí solo no orienta hacia la construcción del plan divino, únicamente provee la materia prima para que el movimiento se dé. Siempre será la mente del hombre la que defina en qué sentido va a usar esa energía y por esta razón, es que el uso consciente de este Rayo, debe ser cuidadosamente planeado, a fin de que corresponda con los altos designios de la voluntad divina.

Como el material presentado no es fácil de asimilar, les sugiero que estudien cuidadosamente los conceptos y después los trasladen hacia su mente superior, a fin de que se vayan sintonizando con la energía de este Rayo y puedan tener los beneficios que esto aporta.

11. EL TERCER RAYO: LA ILUMINACIÓN MENTAL.

En el Tercer Rayo, las mentes abstractas de los hombres son iluminadas y la energía de iluminación se traduce en pensamientos positivos que pueden concretar, en acciones, cada uno de los lineamientos del plan divino. La iluminación mental es un proceso mediante el cual se obtiene una mayor capacidad para realizar cosas a través de ideas inteligentes.

El Tercer Rayo es el palpitar del corazón divino.

El Tercer Rayo es el Rayo de los filósofos, es el Rayo de quienes buscan penetrar en los grandes misterios del universo, es el Rayo de aquellos iniciados que se empeñan en penetrar dentro de los arcanos de la filosofía espiritual; no es por decir, de alguna manera, el Rayo de lo práctico, es más bien, aquello que puede dar origen a las ideas prácticas, pero no es el Rayo que traduce en acción, sino más bien, el que genera los impulsos que después serán puestos en acción por alguno de los Rayos Secundarios; es el aspecto motriz del Padre, es la (Madre) cósmica de la vida, es la armonía de las esferas, es el palpitar del corazón divino, eso es el Tercer Rayo.

En los seres humanos hay quienes, impulsados por este Rayo, rasgan los velos de las más altas filosofías y crean complicados sistemas de pensamiento con teorías profundas y proporcionan la clave a muchos de los misterios. Sin embargo, dichos conocimientos aún están lejos de ser prácticos, el lenguaje es un vehículo obscuro para transmitir ideas que son de una altura muy elevada. En su aspecto negativo, este Rayo puede ocasionar hombres fríos y calculadores que menosprecian otros valores en los seres humanos, pensando que únicamente el cultivo intelectual hace valer a un ser humano.

El Tercer Rayo revela los misterios.

Sin embargo, un Tercer Rayo bien polarizado en la tierra, puede conceder grandes beneficios a toda la humanidad, sus profundos conocimientos de esas regiones misteriosas de la vida y del universo, le permiten traer a la tierra los grandes secretos que dirigen la vida de la creación, son los grandes reveladores de misterios. Muchas veces, convertidos en profetas son quienes leen en las líneas de la mano de Dios, los que ven al futuro tan claro como el presente, los que entienden los designios de los planes divinos, los que sienten en ellos mismos el impulso de la acción, impulsados por la visión que tienen del plan maestro mundial. Así pues, ese Tercer Rayo de aspecto, es la personalidad del Padre que motiva a la evolución.

12. EL CUARTO RAYO: LA ARMONÍA A TRAVÉS DEL CONFLICTO.

Los Rayos Primarios y los Secundarios.

Hemos venido hablando hasta ahora, de los Rayos Superiores, los Rayos de Aspecto o los Rayos Primarios, como se les ha dado en conocer. Si bien los Rayos Primarios constituyen las tres personalidades del Padre, los Rayos Secundarios son quienes originan la multiplicidad de formas que configuran la vida en todos los reinos. Los Rayos Primarios no vienen a la manifestación de una manera pura, son los Rayos Secundarios quienes hacen su aparición en estas primeras etapas de la evolución de los planetas.

La actuación de los primeros Rayos sobre el aspecto forma, tiene que ser, necesariamente, a través de intermediarios que gradúen sus energías a una frecuencia que sea asimilable y conveniente, para las diferentes formas de vida que se manifiestan en el plano físico. La actuación de un Primero, Segundo o Tercer Rayo directamente sobre la humanidad, sería de tal magnitud, que probablemente entorpecería el camino que la humanidad viene andando y lejos de ayudar, provocaría un desvío de los planes que se tienen preparados.

Por el contrario, los Rayos Secundarios corresponden, más perfectamente, a las diferentes personalidades que es posible encontrar en la tierra; sin embargo, debemos aclarar, tal como ya fue mencionado anteriormente, que la mayoría de las personas manifiestan cualidades y vicios de cada uno de los Rayos, no son manifestaciones puras de algunos de los Rayos y esto se debe a que la etapa actual de la evolución de la humanidad, aún no ha alcanzado el completo predominio del Rayo del Alma sobre la vida humana. Sin embargo, algunas de las cualidades que se mencionarán en estos Rayos Secundarios, podrían ser identificadas como predominantes en los aspectos internos de la personalidad de los estudiantes de luz; esto se debe principalmente, a que son este tipo de personas, las que más han trabajado sobre sus almas y, por lo mismo, reconocen las cualidades esenciales que vienen de ellas.

El trabajo interior del discípulo.

No perdamos de vista que cuando un discípulo estudia su alma, estudia su vida interior, lo hace a través de su propia personalidad que es el vehículo que él mismo ha desarrollado para actuar en la tierra. El simple hecho de realizar una meditación no implica desapego de la personalidad, la personalidad sigue modulando, cualificando, las meditaciones que los discípulos hacen sobre sí mismos; así pues, el discípulo, aun cuando medite en los planos internos, estará actuando a través de una personalidad formada por recuerdos y experiencias de su propia vida física. El desapego será una consecuencia de este trabajo interior, constante y disciplinado. Sin embargo, dentro de este valioso estudio, los discípulos van reconociendo cualidades que son propias de ellos, cualidades que son distintas a sus compañeros discípulos y que pueden ser derivadas del Rayo del cual su alma trabaja.

Empecemos entonces, el estudio de estos Rayos Secundarios y tratemos de captar la enorme importancia que esto tiene dentro de la psicología esotérica.

El trabajo del Cuarto Rayo.

El Cuarto Rayo es el Rayo de los artistas, el Rayo del color y la forma, es el Rayo donde se unen las energías superiores de los primeros tres Rayos de Aspecto, con el mundo tridimensional, las energías sutiles en contacto con las energías toscas de la materia. El Cuarto Rayo se denomina la armonía a través del conflicto, un nombre que se le ha asignado desde hace muchos siglos atrás y que mi Hermano DJWAL KHUL reveló hace tiempo en sus escritos.

La armonía a través del conflicto es un nombre que, en forma de parábola, refleja perfectamente lo que este Rayo provoca en cada uno de los reinos y dentro de la personalidad humana. Es el Rayo del artista que puede mezclar, de una manera genial, la fogosidad de su espíritu interno que busca liberarse y la sublima paz que alcanza cuando su obra maestra es terminada. Representa al ser humano que, movido por una fuerza interior que arrebata en acciones, puede, al cabo de un cierto tiempo, lograr la paz a través de la manifestación correcta de esa fuerza. Es el modulador por excelencia, el transformador de energía, el que reduce la graduación de energía que se requiere para que la humanidad entera pueda recibir, en forma normal y sin verse afectada, las altas energías que provienen de los Rayos Primarios. Es aquél que disuelve las dificultades y hace imperar la paz en donde antes todo era agitación.

El Rayo de la armonía, de la belleza y del arte.

En sus aspectos negativos, las personalidades de este Cuarto Rayo, son personas impulsivas, poco mentales, altamente emotivas y capaces de tomar decisiones que después lamentarán por el resto de sus días, personas incapaces de dominar su carácter tempestuoso. Sin embargo, en su aspecto más puro, los seres del Cuarto Rayo, son aquellos que reflejan en sí mismos, la armonía y la belleza, toman las formas desordenadas de la vida, toman los sonidos en completo caos y los transforman, para lograr crear una obra de arte tanto en la música como en la danza, como en la pintura o como en cualquier otra manifestación artística. Son los grandes escultores que dan forma a las piedras deformes, los grandes pintores que, a través de gamas multicolores, producen armonías que fácilmente evocan, en aquellos que observan, emociones de plenitud y de belleza inefable. Es el Rayo, muchas veces, de seres solitarios, porque se sienten incomprendidos por las multitudes, porque sólo ellos observan esos panoramas que internamente se les revelan, sólo ellos pueden captar la música de las esferas y cuando carecen del entrenamiento necesario para hacerla partícipe al resto de la humanidad, su frustración los puede llevar a límites de la locura; prefieren cerrarse en su belleza interior, que vivir en un mundo en donde el caos, la anarquía y el desorden reinan por doquier.

El Rayo que disuelve el conflicto y hace la luz.

En el camino del discípulo, el Cuarto Rayo es el que pone orden dentro del conflicto, es el Rayo que sintetiza, en pequeñas frases, las grandes Leyes del universo que explican las aparentes paradojas que ocurren en él. Es ese arte que los discípulos desarrollan para dirimir los conflictos provenientes de teorías opuestas, de enseñanzas contradictorias. Es aquél que disipa las dudas de las mentes turbadas, con unas cuantas palabras, arrojando la luz en donde antes era obscuridad. Por eso, este Rayo es del artista, por esa razón, este Rayo se la denomina la armonía a través del conflicto.

El Rayo que armoniza a través de la magia del verbo.

A nivel de humanidades, el Cuarto Rayo se manifiesta de muchas formas: En los grandes negociadores, en los grandes estadistas, en los grandes líderes que indican el camino y son capaces de uniformizar las diversas opiniones que provienen de sectores diferentes de los pueblos; aquellos que unifican, en uno sólo, los múltiples intereses de sus seguidores; aquellos que son capaces de despertar, a través de la magia de su verbo, las más grandes acciones en los seres humanos. Pero todo eso será posible, si las personas de este Rayo están debidamente entrenadas. Desarrollar las habilidades para comunicarse, será el objetivo primordial dentro del entrenamiento de los discípulos del Cuarto Rayo. Darse cuenta que ellos perciben una realidad diferente a la del resto de los seres humanos, es iniciar el camino, correctamente, de estos seres. Así pues, escuchen y aprendan:

"Es el Cuarto Rayo el que puede generar la armonía ahí en donde exista el conflicto".

13. EL CUARTO RAYO: TRANSFORMADOR DE ENERGÍA.

Comentábamos acerca del Cuarto Rayo, de sus atributos y de la forma como opera en algunas personalidades humanas. Nos corresponde ahora estudiar su efecto sobre los diferentes reinos de la naturaleza y aunque su estudio no sea sencillo, intentaremos poner en claro los efectos, a nivel macroscópico, que su actividad ocasiona y promueve los diferentes grados evolutivos de las formas que se manifiestan en este planeta.

El Cuarto Rayo es el que armoniza los conflictos, es el Rayo en donde se conjugan tanto los Mayores como los Rayos Menores, es un punto de confluencia, actúa como un transformador de energía, y de la misma manera como una imagen se invierte en un cierto punto focal, cuando es reflejada en un espejo cóncavo, de la misa manera, los Rayos Primarios se unen en un cierto punto para transformarse en los Rayos Secundarios. Este punto de unión es, justamente, donde actúa el Cuarto Rayo, como un sintonizador de los primeros tres y, a la vez, el portal de entrada para los otros tres.

Aspecto general de los Siete Rayos.

Si pudiésemos dividir los Siete Rayos en una gráfica, tendríamos dos triángulos invertidos en donde sus vértices se tocan; el Rayo número cuatro estaría en ese punto en donde ambos vértices se están tocando. Los Rayos Primarios provendrían del triángulo superior y los Rayos Secundarios serían emanados a través de ese vértice que se encuentra en el centro.

El trabajo del Cuarto Rayo sobre la atmósfera terrestre.

Los Rayos Primarios no se manifiestan de una manera pura en el mundo de las formas, sino que lo hacen a través de los Rayos Secundarios. Tenemos pues, que el Rayo Cuarto actúa principalmente en los niveles altos de la estratosfera, su área de influencia, como fuerza, trabaja sobre la atmósfera y es, gracias a esta energía, que los Rayos Cósmicos Solares, así como otros provenientes de diferentes partes de la galaxia, son transformados y transmutados a una frecuencia que sea adecuada a los diferentes reinos que constituyen al planeta tierra.

El Cuarto Rayo regula la actividad atmosférica, es el Rayo que ocasiona las perturbaciones en la atmósfera, que después serán convertidas en huracanes, pero, igualmente, es quien armoniza los diferentes climas que se encuentran a lo largo y ancho del planeta. No es necesario decir, que los excesivos niveles de contaminación que el hombre ha depositado sobre su atmósfera, interrumpe el trabajo de este Rayo y, por la misma razón, el Cuarto Rayo no puede, por sí sólo, armonizar la atmósfera con una rapidez suficiente, como para equilibrar la desestabilizadora actividad humana.

El Cuarto Rayo en el reino mineral.

En el reino mineral, sin embargo, el Cuarto Rayo ha venido trabajando, desde hace muchos millones de años, con el propósito de reordenar y reestructurar los arreglos moleculares de los diferentes minerales; gracias a su acción, es que los cristales tienen la forma que hoy tienen; gracias a su acción, los pequeños caos que se manifiestan en la estructura de la materia, van siendo organizados y ordenados de acuerdo a principios cósmicos de la creación. Este es el papel del Cuarto Rayo en el reino mineral.

El Cuarto Rayo en el reino vegetal.

Por otra parte, en el reino de los vegetales, el Cuarto Rayo regula las actividades que tienen que ver en la lucha ecológica. En todo pequeño nicho ecológico existen pequeñas o grandes batallas por la supervivencia; esto presenta conflictos, a nivel de individuos, de una cierta especie, y en todo lugar donde se manifieste un conflicto, se hallará presente siempre el Cuarto Rayo, intentando lograr la armonía y restablecer el equilibrio que se hubiera perdido. Las grandes selvas no son otra cosa que inmensas comunidades de organismos, luchando unos contra otros, en busca de la supervivencia. El Cuarto Rayo equilibra esas fuerzas y evita que alguna especie supere claramente a las demás y rompa un equilibrio que es ya de por sí delicado.

El Cuarto Rayo y los órganos reproductores.

Las actividades que emplea este Rayo, de una manera esotérica, desembocan principalmente sobre los órganos reproductores; de esta manera, cada una de las especies es controlada en cuanto al número de individuos se refiere. No es así cuando la razón de la sobrepoblación de cierta especie se debe a una contaminación ajena al propio nicho ecológico. Más claramente, cuando es el ser humano quien ha contaminado la naturaleza, el Cuarto Rayo funciona de una manera inversa, promoviendo la aparición de ciertos microorganismos que pudieran acelerar el proceso de asimilación del contaminante; de esta manera, el equilibrio se restablece y, rápidamente, las diversas comunidades que forman esa pequeña parte de la naturaleza, vuelven a los niveles normales de equilibrio. Es el Cuarto Rayo, entonces, el regulador por excelencia, del equilibrio en la naturaleza.

El Cuarto Rayo en el reino animal.

En los animales, por otra parte, el Cuarto Rayo actúa de una manera similar a la mencionada en el reino vegetal, pero, en esta ocasión, su actividad se desplaza hacia los cuerpos internos de cada uno de los seres del reino; su actividad es meramente etérica y busca, principalmente, mantener un equilibrio ecológico dentro del organismo de cada uno de los individuos, es decir, mantiene la salud en los reinos animales. Recordemos que las enfermedades, tanto en los animales como en el hombre, no son otra cosa que desequilibrios ecológicos entre las diferentes comunidades de seres vivos que habitan dentro del organismo. El Cuarto Rayo, entonces, trabaja en estos niveles y, por la misma razón, este Cuarto Rayo puede ser invocado también, para sanar a cualquier ser vivo y restablecer el equilibrio ecológico en las diversas comunidades vegetales y minerales.

14. LA EMANACIÓN CÓSMICA Y EL QUINTO RAYO: LA MENTE CONCRETA.

El estudio de los Rayos.

El estudio de los Rayos es, sin duda, una introducción a la cosmología esotérica. La Voluntad Divina, traducida en emanaciones cósmicas, impulsa a toda la creación dentro de un programa maestro que no es revelado en toda su extensión a ninguna de las criaturas del universo. La comprensión total de los aspectos incluidos en este plan maestro, implicaría la identificación plena, completa, con cada una de las emanaciones, a la vez que una compenetración total con la fuente que origina estas oleadas de energía.

El ojo de la galaxia.

Ya hemos mencionado que la creación ha sido construida en base a siete emanaciones primarias, bajo cada una de éstas, algunos seres y creaciones fueron dados a la manifestación. El sistema solar llegó bajo la emanación segunda y por eso decimos que pertenece al Segundo Rayo, pero las emanaciones que hicieron posible la llegada a la existencia de este sistema solar, de cada uno de los planetas y de cada uno de los seres humanos, provinieron de ese centro al que llamamos el ojo de la galaxia y así, cada galaxia tiene un centro que reproduce, en octavas menores, las siete emanaciones primarias que proceden de la fuente prístina de la evolución.

Por debajo del ojo de la galaxia se encuentra, a su vez, el Logos Solar, quien por su parte, igualmente, reproduce siete emanaciones y sus frutos se reflejarán en los diversos reinos de la naturaleza en cada uno de sus planetas. El ser humano, como ser espiritual, es el fruto de la emanación del ojo de la galaxia, a través del proceso ya descrito anteriormente en otras series de los Sembradores Cósmicos, sin embargo, el cuerpo físico del ser humano, fruto de la tierra en la que habita, ha sido el resultado de las emanaciones provenientes del Logos Solar. Podríamos entonces decir, que el plan cósmico de la evolución del hombre, como ser espiritual, está inscrito dentro de los planes de la galaxia, mientras que el plan cósmico para la evolución del cuerpo físico del hombre, está inscrito dentro de los planes maestros del Logos Solar.

¿Por qué disociamos el cuerpo físico del hombre, del ser espiritual humano?

La razón es que son dos entidades diferentes. El cuerpo físico evoluciona siguiendo sus propias leyes naturales y forma parte de un proceso en el cual el planeta tierra está inmiscuido. La entidad espiritual humana tiene, por su parte, otro ciclo de evolución y es un pasajero temporal dentro del vehículo terrestre.

La evolución del ser humano es un concepto que debe ser entendido en función de las diversas manifestaciones que tiene cada uno de los planos; su cuerpo físico evoluciona bajo su propio plano, aun cuando, momentáneamente, coincidan en un tiempo y espacio trabajando juntos en una misión, mientras el ser espiritual permanece encarnado. Una vez que el ser abandona el plano terrenal, su cuerpo permanece en él, se desintegra y sus componentes pasan a formar parte de la materia original de donde fueron tomados de la tierra. En este proceso la tierra enriquece su vibración, gracias al trabajo cooperativo que ha establecido con cada una de las entidades encarnadas, mientras que el ser espiritual que ha regresado a su morada, ha recibido una experiencia rica que le permite seguir su evolución en su camino de regreso al Padre.

Los cuerpos del hombre tienen sus propias leyes de evolución diferentes entre sí.

Por otra parte, los vehículos etérico, astral y mental del ser humano, tienen, así mismo, sus propias leyes de evolución, aunque de naturaleza distinta. El vehículo etérico está formado por sustancias que, en parte, pertenecen al planeta tierra y en parte han sido aportadas por la condensación o precipitación de las energías que provienen del Yo superior humano; este viene a ser un proceso de intercambio, las energías que han descendido a través de este vínculo que une a la Amada Presencia del hombre con su vehículo etérico, ha trabajado íntimamente con las energías tomadas por el cerebro humano, a través del cuerpo físico, y de esta forma han logrado reunir un vehículo de manifestación muy útil, durante el período encarnante del ser espiritual.

La suerte de este vehículo etérico dependerá, enormemente, de la calidad de energía de la que ha sido formado. Cuando esta energía pertenece a los planos superiores en gran medida, el vehículo etérico, entonces, regresa a las moradas espirituales y de esta forma contribuye a la espiritualización del planeta tierra, puesto que podríamos verlo como una sublimación de los elementos groseros terrestres, de los cuales, en parte, está conformado este vehículo etérico y que ahora ha ascendido a otra escala de evolución.

De esta manera, el planeta tierra ve trascendida su naturaleza y su vibración se ha elevado a otros niveles. Así pues, los vehículos etéricos que van desprendiéndose del planeta tierra, constituyen un proceso a través del cual, este astro, va cambiando su manifestación hacia otra dimensión. La labor de los iniciados es altamente apreciada dentro de este proceso y, por lo mismo, tanto la meditación como la oración, son dos prácticas que coadyuvan fuertemente dentro de este esfuerzo al que la tierra se haya entregada.

La evolución es uno de los misterios que busca revelar el Quinto Rayo. Siendo este Rayo la emanación correspondiente al conocimiento concreto, es de vital importancia, para los estudiantes, entender cómo es que esta energía trabaja dentro de los vehículos internos del hombre.

La mente concreta y el chakra frontal.

El Quinto Rayo de la mente concreta estimula la actividad del chakra mental y fortalece ese vínculo existente entre los vehículos superiores y la mente del hombre. Siendo el cerebro el asiento donde reside la mente humana, el chakra frontal está altamente estimulado por este Quinto Rayo.

Mientras más se cultive la intelectualidad del hombre, más fortalecido se ve este chakra frontal, sin embargo, el maya puede hacer una fácil presa del estudiante que, sin tener claro los criterios espirituales, se entrega, sin orden ni luz, al estudio de las filosofías que explican las razones de la existencia humana; los laberintos mentales en los que fácilmente puede caer confundido el estudiante, lo llegan a imposibilitar de aceptar cualquier otra idea que tenga que ver con la aceptación de la naturaleza espiritual humana. El materialismo, la dialéctica y todas esas corrientes que buscan explicar la existencia del hombre, en base, exclusivamente, a lo que los cinco sentidos pueden captar, constituye, sin lugar a dudas, uno de los grandes problemas a los que el discípulo se enfrenta una vez que se ha topado con ellos.

Si existe un problema verdaderamente difícil de trascender, es el que representa la mente lógica de un estudiante analítico. Si la luz espiritual no se halla presente dentro de sus razonamientos, la mente se encerrará a sí misma en un fanatismo que impedirá, por todos los medios, que el ser humano pueda librarse de esa confusión y lo encerrará en una existencia ciega a cualquier principio espiritual; esto irá limitando, cada vez más, los flujos energéticos que unen a los vehículos espirituales con la mente concreta y pronto, el ser, estará totalmente desconectado, sufriendo de un fanatismo ilógico hacia el conocimiento concreto.

15. EL QUINTO RAYO. EFECTOS INDESEABLES.

La mente del hombre es tan compleja, que su estudio podría tomar, fácilmente, muchos años, para poder comprender los diversos mecanismos mediante los cuales cumple con las funciones que le corresponden.

La atención sobre el mundo de las formas.

El Quinto Rayo de la mente concreta tiene un curioso efecto sobre la humanidad, pues enfatiza los aspectos físicos y materiales de las percepciones que el hombre está continuamente experimentando, es decir: El hombre aísla y enfoca su atención sobre los estímulos que provienen de sus cinco sentidos físicos y menosprecia, y aun pasa desapercibidos, todos aquellos otros que reciben sus cuerpos etéricos superiores. El hombre ha centrado su atención hacia el mundo de las formas, y recuerden lo que anteriormente se ha mencionado acerca de que la atención no es otra cosa que el movimiento del asiento de conciencia, hacia esa región del capullo astral que permite la alineación de las fibrillas del capullo astral, con los seres y cosas del mundo físico. Aconsejamos a los estudiantes referirse a las lecciones anteriores, dadas en serie, de nuestros Hermanos DJWAL KHUL Y JOSUÉ, para que recuerden estos conceptos.

Si la atención se centra específicamente en los aspectos del mundo físico, la mente humana va memorizando, exclusivamente, hechos y experiencias tridimensionales, lo cual va formando una área de personalidad específica, cuyos elementos son, exclusivamente, físicos. Esa área de personalidad, como lo mencionó nuestro Hermano HILARIÓN, se convierte en dominante y, con el tiempo, vamos teniendo a un ser humano que únicamente entiende lo que ocurre en el mundo de las formas y para quien el mundo espiritual no es sino una utopía, algo imaginario e irreal.

La creación del maya.

Como un efecto colateral de este Quinto Rayo, podríamos decir que cuando el ser humano busca incorporar nuevos conceptos a su bagaje mental, éstos buscan hacerse compatibles con las ideas ya aceptadas dentro de esa área específica de personalidad que se encuentra operando en ese momento; este esfuerzo puede encadenar las nuevas experiencias a las anteriores y formar un todo coherente que se explique a sí mismo, constituye el fenómeno del maya.

El fanatismo.

El fanatismo tanto religioso como científico, no es sino el resultado de esta tendencia mental a querer explicarse todo en los mismos términos ya aceptados y que han construido áreas de personalidad específicas. Es por esta razón, sumamente difícil, liberar del fanatismo a una persona a través de razonamientos; la única forma de lograr romper esas tendencias de autoconservación, es hacer pasar al discípulo a través de experiencias nuevas, que puedan servir de enlace entre una área de personalidad dominante y otra que tal vez esté formada de una manera incipiente.

Importancia de practicar la enseñanza.

Una vez que los conceptos de la sabiduría espiritual son incorporados en la mente de algún ser humano, éstos van asociándose, unos a otros, hasta formar una pequeña área de personalidad; el que pueda o no convertirse en el área dominante, dependerá, enormemente, de las experiencias que esta persona vaya acumulado a lo largo de su camino. Es por esta razón, que nosotros los instructores de la humanidad, ponemos una atención especial en los aspectos vivenciales de la enseñanza. Mientras la enseñanza sea únicamente un ejercicio mental y no se ha llevado a la práctica, su utilidad resultará nula y únicamente contribuirá a hacer más fuerte el fenómeno del maya dentro de la vida del individuo. La enseñanza espiritual, carente de experiencias, se convierte, a sí misma, en una mera teoría comparable a cualquier otra y, por lo mismo, susceptible de ser refutada.

Importancia de la meditación.

Así pues, este Quinto Rayo debe ser entendido como aquél que ilumina a la mente concreta de los discípulos y les da una tendencia a enfocarse en el mundo de las formas. Trascender este Quinto Rayo a través de la práctica de la meditación profunda, acompañada de un cambio de actitudes y acciones, congruentes con la filosofía, es una de las más rápidas y efectivas formas de alcanzar el dominio y la expansión de esta energía, dentro de los vehículos internos del hombre.

16. EL QUINTO RAYO. RAYO ALINEADO CON LA ENERGÍA LUNAR Y CON EL TERCER OJO.

Decíamos, que el maya es difícil de vencer debido a la tendencia que la mente humana tiene de querer soportar y mantener como válidos los marcos de referencia que ha construido a lo largo de su vida, esa tendencia ha permanecer con las mismas creencias y valores es lo que impide en el ser humano crecer y aceptar nuevos conceptos como válidos en su visión del mundo.

Todo tiene su razón de ser.

Por otra parte, sin embargo, esas mismas tendencias le han permitido al ser humano constituir una civilización basada en principios universalmente aceptados y que aunque van modificándose con el paso de los años, constituyen las raíces sobre las que se construye todo el sistema de creencias humanas, por lo tanto, no debemos entender que sea esto del todo negativo.

Por una parte es necesario a fin de que la humanidad forme un todo coherente, y por la otra, constituye una limitante para que únicamente aquellos que han logrado trascender ciertos niveles de evolución puedan alcanzar nuevas verdades y nuevos estados de conciencia.

Recordemos que uno de los principios básicos de la filosofía espiritual, es que las cosas tienen una razón de ser, y en ningún momento pueden ser clasificadas como positivas o negativas.

Cómo se puede vencer al maya.

En un aspecto universal, el Quinto Rayo trabaja en la humanidad, proveyendo precisamente esas tendencias, está fuertemente alineado con la energía lunar e igualmente con el tercer ojo humano, por esa razón, al maya se le vence abriendo el tercer ojo y venciendo las influencias lunares.

Hablo de vencer en el sentido esotérico de la palabra; vencer significa conquistar, dominar, controlar. Recordemos lo que anteriormente se había mencionado acerca de las energías lunares; éstas constituyen la imagen polarizada de las energías solares, son el reflejo de las energías provenientes del Padre Solar y por lo mismo se hallan complementadas con la energía del astro que al igual que la tierra es un fruto de la creación del Padre, bajan en una escala inferior, en una octava inferior, aunque constituyen una analogía para unos seres humanos de lo que para otros es el Logos Solar, es la imagen en el espejo, aquella que sirve de luz guía para ciertas sociedades y ciertos seres que aún no han encontrado la luz original, por lo mismo representan las causas y la raíz del maya en el mundo.

Aunque estas palabras puedan no ser del todo claras a muchos de ustedes, he querido mencionarlas porque representan una clave para ciertos estudiosos que las requieren para seguir avanzando en su camino; recuerden que nada es negativo ni positivo en su forma universal, todo tiene su razón de ser y la energía solar y la energía lunar son complementarias, aunque el ser humano deba decidir el camino que finalmente seguirá para llegar a la luz.

Un laberinto conduce al portal del Quinto Rayo.

El Quinto Rayo, es el Rayo de los misterios, es el que sirve de puente entre el conocimiento concreto y la sabiduría universal, es la puerta por la que se penetra a la fuente Divina del conocimiento; podríamos decir que el portal de entrada al Quinto Rayo está precedido por un laberinto, laberinto que es concebido en la mente del iniciado, como todas las creaciones mentales a las que debe enfrentarse antes de llegar a su verdadero Maestro.

La telaraña del maya se esconde en el laberinto del portal del Quinto Rayo, una mente analítica, tendrá laberintos bien construidos, una mente emotiva tendrá laberintos de niebla, una mente intuicional, caminará directamente hasta la entrada del templo.

La más alta aspiración del discípulo.

En ciertos momentos del estudio de iniciación, el discípulo debe enfrentar una serie de verdades expuestas no en conceptos, sino en imágenes, no en ideas, sino en alegorías, no a maestros, sino a su propio ser; poder llegar hasta estos momentos tan especiales en la vida del discípulo debidamente preparado y con el corazón ardiente iluminado por las tres llamas, debe ser en todo momento, su más alta aspiración.

El camino para llegar a la ascensión.

Hace muchos años fue escrita la Divina Trinosofía, libro de claves que desafiaba no únicamente a la mente analítica, sino igualmente a aquellos motivados por una alta inspiración divina, describía el sendero por el que debe pasarse para llegar a los Dioses. Hoy les digo que ese camino se encuentra en un punto intermedio entre el corazón y la mente, está bordeado por laberintos y nieblas que se iluminan en juegos multicolores, a veces en estrechos pasillos y otras en llanuras nebulosas.

El ser humano debe aprender a caminar en medio de todos estos obstáculos guiado exclusivamente por su intuición, cerrando los ojos muchas veces a sus propios pensamientos y deseos a fin de seguir esa luz superior que proviene de los cuerpos a los que ha logrado alinearse hasta llegar a su Amada Presencia. No es posible llegar hasta la ascensión, si la atención está puesta todavía en los aspectos inferiores del intelecto y las emociones humanas. Caminar con paso firme iluminado internamente es la única manera de llegar hasta la ascensión.

En este Quinto Rayo, se esconde el gran secreto que conduce a través de esas llanuras y laberintos, su descubrimiento, representa un punto importante en la vida de los iniciados y por lo mismo es preciso meditar y descubrir estos caminos que alegóricamente hemos descrito.

Sirva esta comunicación, para todos aquellos estudiantes de la ley que se encuentran sumergidos en un estudio serio de sí mismos, empeñados en alcanzar la corona de la ascensión.

17. EL SEXTO RAYO: LA VIDA INTERIOR, LA DEVOCIÓN Y EL AMOR.

El Sexto Rayo es el Rayo de la devoción, el Rayo del amor a Dios, el Rayo de los místicos y también el Rayo de los fanáticos. Sus características principales se pueden observar en los seres humanos, en la riqueza de la vida interior de aquellos que vibran con su energía.

Características del Sexto Rayo.

El Sexto Rayo en cierto aspecto es la analogía del Segundo, el amor universal que se manifiesta en el

Segundo Rayo es enfocado plenamente hacia la vida interior de la persona, el mundo interior se vuelve tan real como el exterior, las emociones intensas y sus propias verdades llevadas al extremo de considerarlas universales, son las características de este tipo de personas.

A nivel de humanidad, los hombres y mujeres del Sexto Rayo son ardientes defensores de sus creencias y principalmente las de orden religioso, aunque en ocasiones puedan abordar los temas filosóficos e idealistas, generalmente su riqueza se manifestará en creencias de orden religioso, un gran número de sacerdotes y guías espirituales pertenecen a este Rayo, algunos de ellos manifestándolo en forma positiva y espiritual, apegándose a la disciplina del ascetismo, alejándose del mundo tridimensional para intentar llegar a la divinidad por simple atracción magnética.

El fanatismo religioso.

Pero también existen los fanáticos religiosos, los creadores de sectas, incluso aquellos que son capaces de matar o morir defendiendo su fe sin ningún propósito altruista, simple y sencillamente sintiendo que es lo correcto; aquellas personas que buscan convencer y se enfrascan en todo tipo de polémicas creyendo, ingenuamente que sus verdades pueden ser impuestas a otros. El fanatismo toma entonces aquí, en este Rayo, su máxima expresión y puede llegar a provocar excesos, como los ocurridos durante la época de la Inquisición.

La cohesión entre los reinos de la naturaleza.

A nivel planetario, el Sexto Rayo actúa como fuerza de cohesión entre los diferentes reinos de la naturaleza; como analogía inferior del Segundo Rayo, esta fuerza de cohesión permite el intercambio de substancia de seres entre los diferentes reinos que habitan este planeta. Recuerden que cada uno de los reinos alimenta a sus vecinos, así pues, formas minerales se transmutan y pasan a formar parte del reino vegetal, a través del proceso de la alimentación; igualmente, los vegetales cuando han terminado su ciclo de manifestación se desintegran y enriquecen ahora al reino mineral; lo mismo sucede entre el reino vegetal y el animal, y lo mismo entre el reino animal y el humano; igualmente, son posibles los intercambios entre el reino humano y el mineral, el vegetal y el animal, y así mismo, el reino humano tiene también intercambio de energía y materia con los reinos superiores.

El intercambio energético se da a través de las energías mentales y los cuerpos superiores, el intercambio de materia se produce mediante ciertos fenómenos que tienen que ver con la electricidad. El aura humana es de naturaleza eléctrica. Existe un proceso continuo de transformación de materia humana a materia etérea y viceversa. Estos continuos procesos se dan a través de los flujos de energía que bajan de los cuerpos superiores y suben a través de los canales que ya hemos identificado previamente en otras series.

La regulación de los flujos energéticos.

El Sexto Rayo tiene como función importante la regulación de estos flujos de intercambios entre los distintos reinos y, por lo mismo, es un activador, al igual que el Tercer Rayo, de las corrientes que descienden y ascienden, conectando a cada una de las manifestaciones de este planeta con los centros cósmicos que dirigen la vida y los destinos de esta región del universo.

En ciertos aspectos, el Sexto Rayo es también un Rayo del amor, el Rayo de la cohesión, el Rayo que atrae la energía hacia el centro de las formas. En el hombre, esto se manifiesta con una riqueza de vida interior, en las plantas esto se puede observar como la fuerza que regula el metabolismo, esos intercambios de materia, entre lo exterior y el organismo interno de la planta; en los animales igualmente, y en las piedras, es el responsable de se magnetismo que mantiene una piedra unida a un centro energético en su interior.

El Sexto Rayo y el Cristianismo.

El Sexto Rayo es el que inspiró al Cristianismo durante toda su manifestación en la época de Piscis; las verdades traídas por nuestro hermano Jesús, abrieron ante los ojos de los hombres un mundo espiritual, que había permanecido escondido dentro de cada ser. A niveles energéticos, esto significó que la atención que los seres humanos ponían en el mundo de las formas, empezaba ahora a equilibrarse al estar atendiendo igualmente las necesidades de su ser interior. Así pues, los flujos energéticos que la humanidad manifestaba, ya no únicamente iban de lo interno hacia lo externo, sino que igualmente, cerraban ciclos regresando hacia lo interno del hombre. El propósito de este movimiento religioso espiritual fue, precisamente, acelerar la evolución de los seres humanos, enfocando las energías y su atención en los aspectos internos del ser; el Sexto Rayo permitió al hombre redescubrise a sí mismo, viendo hacia dentro algo que había ignorado durante toda su historia.

El Sexto Rayo y las escuelas espirituales.

Para los discípulos de la luz, el Sexto Rayo es un Rayo de gran ayuda, su manejo permite la estudiante estrechar el contacto con su Maestro interno, le permite abrir los canales de comunicación y empezar a desarrollar un amor espiritual hacia todo lo bello y grande que hay en toda la naturaleza humana. Por esta razón, el trabajo del Sexto Rayo dentro de las escuelas espirituales es grandemente apreciado; el primer término, porque alinea correctamente las voluntades humanas con las voluntades divinas; en Segundo lugar, porque modula las relaciones humanas al estarse enfocando principalmente en los valores espirituales, más que en los resultados materiales.

Esta energía suaviza los conflictos humanos, estimula el acercamiento y promueve la meditación y la oración en altos niveles. Por todas estas razones, es conveniente que cada uno de los discípulos trabaje sobre el Sexto Rayo, principalmente a través de la meditación con su ser interior y tratando de esclarecer el misterio de los intercambios de energía y materia entre los diferentes reinos que conforman a esta creación.

18. LOS RAYOS DE ASPECTO Y LOS RAYOS DE ATRIBUTO.

Tal como mencionamos, el Sexto Rayo es el Rayo de la devoción, el Rayo del amor a Dios. Es el Rayo en el que se encuentran elevadas nuestras más altas creaciones. Esas virtudes que unen al hombre con su creador; pero siendo un Rayo de atributo, la manifestación del mismo, entre los seres humanos, constituirá una inclinación de carácter, más que una cualidad del espíritu, es decir, los Rayos de Aspecto, trabajan principalmente sobre los aspectos internos de la personalidad humana; es decir, aquellos derivados del yo superior del ser, mientras que los Rayos de Atributo tienen su máxima manifestación en la personalidad que desarrolla el discípulo a lo largo de su vida.

El Rayo de la Personalidad.

Todo ser humano manifiesta un Rayo de atributo y uno de aspecto. Aún cuando el Rayo del Alma sea alguno de los Rayos Secundarios, su manifestación se dejará sentir principalmente en la personalidad y, en estos casos, el Rayo de aspecto será el que mayor actividad tenga con el Rayo de atributo o secundario en el que se encuentre trabajando el discípulo; es decir, un ser humano manifestará en su personalidad algunos de los Rayos Secundarios y sentirá la influencia de su guía espiritual o superior en alguno de los tres Rayos de Aspecto; cuando el discípulo va descubriendo cuáles son sus manifestaciones, asociadas a cada uno de los Rayos, entonces puede tener una idea clara de cuál es su camino espiritual, sin olvidar que la personalidad desarrollada en su vida presente, puede ser la hija o el fruto del Rayo secundario, bajo el cual haya nacido y que será independiente del Rayo del Alma.

Ahora bien, en aquellos casos en que el ser humano haya sido creado espiritualmente bajo alguno de los Rayos de Atributo, entonces este mismo Rayo será el que se manifieste en su personalidad. En estos casos, los discípulos no tendrán dificultad en encontrar cuál es este Rayo; sin embargo, el Rayo del Alma no se le dará, hasta no haber profundizado suficientemente, a través de la meditación y el contacto superior.

Diferentes Rayos influyen sobre los seres humanos.

Hemos dicho anteriormente, que no es uno, sino varios los Rayos que tienen influencia sobre las personas, a esto habríamos de sumarle las influencias que los mismos Rayos tienen sobre la raza humana, sobre el país en el cual haya nacido, sobre la ciudad, y aún aquel, que sobre el período de tiempo en el que se haya nacido, ejercería su mayor influencia.

Todo esto constituye una combinación de fuerzas, que sumadas y analizadas debidamente, puede dar una explicación del porqué de las cambiantes personalidades humanas; estos estudios, complementados con la psicología esotérica, pueden dar la explicación a cada uno de los conflictos humanos. La historia de la civilización no es otra cosa que el resultado de fuerzas cósmicas conjugadas e interactuando sobre un cúmulo de personalidades con cualidades específicas.

El equilibrio en la evolución de la humanidad.

La mayor afluencia de energía de un determinado Rayo predispone, a ciertas personalidades humanas, a desarrollarse notablemente, hasta el grado de tener una influencia importante en la historia de los acontecimientos humanos. Así pues, los ciclos cósmicos garantizan que grandes porciones de humanidades sean exaltadas periódicamente, constituyendo de esta manera, un factor de equilibrio en la evolución de la humanidad.

Sin embargo, hablando a nivel individual, los seres humanos tienen su propio desarrollo; el cual, cuando los hace conscientes de los efectos que sobre ellos están teniendo las fuerzas cósmicas, logran ponerlas en control y, en ese instante, controlan su evolución y su futuro, lo que puede dar lugar a que ese ser se constituya en líder y empiece a gobernar a la humanidad, independientemente de las fuerzas que provienen del cosmos. Eventualmente, este será el caso para todos los seres humanos y hablaremos entonces de un despertar de la humanidad, que será el momento en que la sociedad humana pueda escribir su propia historia hasta cierto punto independiente de las fuerzas que inciden desde el exterior.

Los efectos del Sexto Rayo en la humanidad.

El Sexto Rayo dejó en la humanidad grandes religiones, grandes movimientos, que buscaban la adoración a un ser cósmico creador o bien a la naturaleza, enriqueció las vidas interiores de los seres humanos y a la vez creó en sus aspectos negativos a grandes fanáticos que arrastraron multitudes hacia algunas tragedias. Podríamos decir el nazismo, durante la segunda guerra, fue uno de los efectos del Sexto Rayo trabajando en el área del fanatismo. Algunos delas grandes guerras étnicas que todavía se mantienen vivas, son también el resultado del manejo de esta energía en sus aspectos negativos.

La entrada del Séptimo Rayo y sus tendencias.

El Séptimo Rayo ha entrado y las características propias del mismo influirán de una manera muy deferente en la humanidad; el formulismo, el orden, la ceremonia, el ritual, serán por decir algunas pocas, las características primordiales de esta energía. Las relaciones diplomáticas se verán grandemente favorecidas, el refinamiento en las costumbres y una alta moral serán el resultado de la energía entrante.

19. EL SÉPTIMO RAYO: EL RAYO QUE PROVOCA EL CAMBIO.

El estudio de los Rayos y sus manifestaciones en la naturaleza constituye una de las piedras angulares sobre las que se construye el gran edificio de la filosofía espiritual entender la multiplicidad en la unidad es uno de los grandes misterios que se revelan ante la mente del discípulo cuando ha alcanzado un cierto grado de comprensión acerca de los Rayos.

La creación a través de los libros sagrados y de la ciencia.

Desde siempre se ha mencionado en los libros sagrados que Dios emanó de sí mismo toda la creación y que esas emanaciones fueron dadas en etapas. La Biblia menciona 6 días y uno de descanso, los hindúes hablan del ritmo del corazón de Dios, haciendo una clara alusión de la naturaleza discontinua de la creación; la ciencia moderna habla de dos grandes periodos, uno de expansión y otro de contracción del universo. Todos los pensadores de la humanidad en diferentes tiempos, lenguajes y lugares, han percibido que la creación fue hecha en etapas y, que de la misma manera, cada cosa creada debe reflejar en su naturaleza más íntima esas propiedades de discontinuidad; es decir, periodos, etapas, movimientos de flujo y reflujo, ciclos que se repiten, evoluciones que se van moviendo en saltos, y sin embargo, cuando todo este proceso es al fin percibido por el yo superior del hombre, entonces las puertas del entendimiento se abren y la gran visión aparece ante sus ojos.

Los pequeños saltos que el universo da en su movimiento, no son otra cosa que una evolución en permanente y continua expansión; los pequeños saltos, vistos desde la perspectiva del infinito, semejan un movimiento continuo y sin interrupciones, de la misma manera como un trozo de película está compuesto de miles de fotografías, que cuando son proyectadas a cierta velocidad, dan impresión de ser un movimiento continuo.

Esta es la paradoja evolucionista, en este punto es donde la transmutación y la evolución se unen, en donde ambos conceptos se consiguen. Las evoluciones no son sino pequeñas transmutaciones que producen un continuo de expansión. Así los Rayos, aunque cada uno distinto de los demás, sus emanaciones son tan seguidas unas de otras, que a los ojos del espíritu inmortal, pareciera ser la misma luz adquiriendo distintas tonalidades. Los ciclos se suceden uno tras otro y sus efectos van conformando el curso de la historia.

El Rayo de la magia.

Toca ahora, estudiar al Séptimo Rayo, el que cierra el ciclo, el punto donde todo es transformado; es el Rayo de la magia por excelencia, no porque ejerza una influencia milagrosa sobre el aspecto forma de la materia, sino más bien, porque es el Rayo a través del cual actúan las fuerzas mayores y transmutadoras del universo; es el Rayo que provoca el cambio, el que acelera el movimiento, el que da el impulso final a esos pequeños saltos cuánticos que la materia y la sustancia dan, al pasar de un ciclo al siguiente.

Propiedades del Séptimo Rayo.

Se ha hablado intensamente de las propiedades transmutadoras de este Rayo, y múltiples ejemplos se pueden dar de que, efectivamente, su manifestación en la naturaleza es justamente la de transmutar, la de cambiar, la de elevar, acelerar, mover de un lugar a otro, modificar conciencias, expandir la luz, disolver la ilusión; todo esto, gracias a que a través de su manifestación, es posible a las altas energías del universo trabajar sobre los planos más toscos de la materia.

El Séptimo Rayo es el puente a través del cual descienden las grandes energías y ejercen su acción sobre los cuatro elementos. Se ha hablado de que su manifestación en el planeta puede ser visualizada como un fuego de color violeta, y la realidad es que la tonalidad violeta la toma del ejercicio de sus propiedades.

Las emanaciones cósmicas carecen de color.

De hecho, a lo largo de esta serie sus mentes han estado continuamente preguntando acerca de los colores de los Rayos, hoy les digo que los colores de los Rayos son únicamente válidos en el mundo de las formas, las emanaciones cósmicas carecen de color, poseen propiedades y cualidades y, únicamente, cuando descienden a la tierra y entran en contacto con la materia, es que toman la tonalidad con que han sido identificadas. Aunque hay varias versiones acerca de los colores de los Rayos quisiera que ustedes adoptaran aquella que se menciona en los libros de Emet Fox y su discípula Cony Méndez. La razón fundamental es que existe una prioridad muy alta en disolver el maya, el espejismo y la ilusión, entre los discípulos del mundo; si bien los colores de los Rayos son descubiertos a medida que el discípulo va adelantando en su camino espiritual, también es cierto, que la multitud de mentes aceptando una determinada idea, crea en el espacio psíquico una energía tal, que hace realidad sus pensamientos; así pues, los discípulos deberán seguir el camino que ya ha sido trazado por la psiquis de la humanidad y, únicamente después de la tercera gran iniciación, el discípulo podrá ir percibiendo, lo que a su juicio, será su verdad personal acera de la naturaleza de los Rayos y sus manifestaciones en el mundo de las formas.

Busquen y estudien siempre todo lo que escuchen, lean o experimenten; recuerden que aún las experiencias personales de cada discípulo son pasadas a través del filtro de su propia conciencia. La capacidad intelectual del hombre ha sido uno de los logros de la evolución, sin embargo, es la fuente del maya y, por lo mismo, cada discípulo deberá ser cuidadoso en la forma como interpreta sus experiencias personales, en la forma como estudia las enseñanzas del espíritu y en la forma como aborda cada uno de los problemas que la vida le va presentando.

El Rayo de la transmutación.

Efectivamente, el Séptimo Rayo es el Rayo de la transmutación, el Rayo de la llama violeta, esa fuerza que fue concedida al planeta como parte de un proceso catalizador de la evolución humana, como parte del plan maestro, que un día, hace muchos siglos, fuera trazado para esta humanidad. Los mentores de la tierra han delineado cuidadosamente cada una de las diferentes etapas por las que va avanzando esta humanidad, y era necesario, que en este tiempo, existiera un vehículo, un instrumento, que permitiera al hombre salir del estado del maya en que se encontraba y penetrar directamente en la luz, el poder, para disolver todas las angustias e inquietudes mentales.

Este poder reside en la llama violeta, si bien este fuego puede actuar sobre materias enfermas, sobre situaciones no deseadas y sobre múltiples condiciones del mundo tridimensional, sus mayores beneficios y efectos podrán ser vistos a niveles mentales: disolver las angustias, las inquietudes, las confusiones y todas aquellas sensaciones, que tienen sus raíces en la mente, son rápidamente armonizadas a través de la llama violeta.

El poder de la voluntad.

No únicamente esta energía puede hacer este tipo de trabajos, antiguamente fue concedido a la humanidad otro poder: el poder de la voluntad. Esta otra energía cuya aportación proviene del Primer Rayo, es una energía azul que puede ser igualmente trabajada coma la llama violeta, la energía azul concede voluntad y la acrecienta, y despierta en el interior del hombre, una fuerza tal que le permite afrontar cualquier obstáculo que le impida alcanzar su propia meta, esta energía fue concedida al hombre hace aproximadamente 12 mil años, la manifestación de cada Rayo es de aproximadamente dos mil años; cuando el Primer Rayo se encontraba en manifestación, la fuerza de la voluntad se hizo presente entre los seres humanos y, desde entonces, ha permanecido entre ellos, hoy se dice: utilicen el poder de la energía azul para acrecentar su voluntad, y utilicen a la llama violeta para purificar, limpiar o transmutar cualquier condición, emoción o pensamiento, que esté causándoles desarmonías.

Cualidades del Séptimo Rayo.

Las cualidades de este Rayo son el orden, el ceremonial, los rituales, la magia, el protocolo, el apego a los procedimientos y todo aquello que tenga que ver con la diplomacia y la educación, el Séptimo es, sin lugar a duda, el Rayo de los refinamientos, el Rayo de los pequeños detalles, el Rayo de los protocolos e igualmente en su aspecto más elevado es el Rayo del magister, del taumaturgo, de aquel que hace suyo los secretos del universo y los maneja con el poder de su propio ser espiritual, es el que usa la vara mágica que atrae las fuerzas del cielo y las pone a trabajar sobre su mesa cuadrada, sobre sus cuatro elementos, sobre el mundo en el que se manifiesta. Es el Rayo del que opera sobre la materia consciente de su naturaleza espiritual, por esa razón veremos proliferar en las siguientes décadas a los magos, a aquellos verdaderos magos que se apoyan en sus poderes mentales, en sus poderes internos y actúan sobre las materias modificándolas, creando situaciones, promoviendo los cambios, agentes liberadores, podríamos decir, de condiciones no deseadas, instrumentos de voluntades superiores, portadores de energía que acelera el proceso evolutivo.

Este es el Séptimo Rayo, un don que la humanidad aún está por descubrir, un poder que por el momento únicamente los iniciados utilizan, una energía disponible para todos, aunque desaprovechada por muchos.

20. LOS RAYOS Y LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD.

Cada uno de los Rayos por sus cualidades específicas encuentra eco en algunas cuestiones de la humanidad. Su manifestación en la tierra, tiene que ver con el grado de sensibilidad que los seres humanos han alcanzado en su presente etapa de evolución; así mismo, la sociedad que determina la particular expresión que cada uno de los Rayos tomará, al momento de manifestarse entre los hombres. Las reglas de la moral, las condiciones políticas, el status cultural, todo eso influye para lograr una mayor o menor expresión del Rayo.

El estudio de las causas de los acontecimientos históricos.

Para los observadores internos, la historia que la humanidad va escribiendo puede ser observada como una serie de efectos que las distintas energías van teniendo sobre la psiquis del hombre. Cuando la historia es estudiada desde sus causas, el oculto significado de los movimientos de los pueblos toma el verdadero sentido y, entonces, es fácil observar que las revoluciones no son fortuitas, es precisamente que algunos pueblos se dejan influenciar por otros, y ambos lo están haciendo motivados por las mismas energías. Los movimientos sociales que tienen que ver con el arte, con la economía, con la vida pública y privada, son igualmente explicables desde el mundo de las causas.

La cultura.

El grado de culturización de un pueblo determina la forma en que se habrá de manifestar una determinada energía; igualmente, la presencia en determinadas regiones de ciertos espíritus prominentes capaces de manifestar la misma expresión de un Rayo particular, pueden igualmente influir la historia de una manera determinante. Así pues, los planes de la evolución de la humanidad se van tomando en función de todas estas características.

La presencia de algunos grandes iniciados en ciertas áreas del gobierno, de la sociedad, de los distintos países obedecen, simplemente, al impulso que nosotros deseamos reforzar en el camino de la evolución de la humanidad. Por otra parte, los vicios, las aberraciones y los comportamientos contrarios a la evolución, son igualmente el fruto de las mismas energías actuando sobre vehículos imperfectos. Estos efectos pueden llegar a ser importantes si se les descuida e, incluso, pueden ocasionar desvíos en el sendero que un pueblo ha de seguir, en estos casos, es preciso que cada sociedad encuentre los mecanismos para integrar a los individuos marginados dentro de la corriente histórica que se está escribiendo.

La economía.

El proceso de integración tiene mucho que ver con la educación e igualmente con el equilibrio económico de sus integrantes, por lo que podemos deducir que dos prioridades básicas en el ejercicio de la administración de los pueblos son, por una parte, la cultura y, por otra, la suficiencia de recursos indispensables para la vida de todo individuo; es decir, el bienestar social.

Importancia del estudio de los Rayos.

Como iniciados y estudiantes de la verdad, el estudio de los Rayos representa una de las materias más importantes para entender el significado oculto de la historia. Mi hermano Djwal Khul describió hace tiempo los periodos históricos en que cada uno de los Rayos entraba y salía de la manifestación en la tierra, igualmente mencionó algunas de las características fundamentales de cada uno de estos Rayos. Con lo que hasta hoy hemos expuesto y que pueden usarlo como complemento del tratado que Djwal Khul escribiera hace tiempo, pueden ustedes formar un buen material para iniciar un proceso de comprensión de la historia. Esto podrá servirles para entender el por qué del Renacimiento, el por qué del Oscurantismo, el por qué del Cristianismo, el por qué de los problemas económicos del presente siglo y, en cierta forma, podrán inferir algo acerca del futuro de la humanidad.

Los Rayos y la historia individual.

A nivel personal, podrán ustedes estudiar igualmente su historia personal, tomando en cuenta que en el momento del nacimiento, el Rayo de su madre tiene una gran influencia sobre su propia vida. Posteriormente, a partir del Séptimo año de vida, el ser humano va manifestando el Rayo de su propia alma, mismo que quedará opacado por la manifestación del Rayo de la Personalidad, que a los catorce años estará tomando el dominio de la vida del ser.

Un proceso de maduración tendrá lugar entre los catorce y los veintiún años y permitirá que el Rayo de la Personalidad encuentre su máxima expresión, de ahí en adelante será éste el que predomine y determine las actitudes a tomar, pero una vez el ser humano ha iniciado el proceso del reencuentro consigo mismo a través de una disciplina espiritual, el Rayo del Alma vuelve a tomar poder y pudiendo, en determinadas ocasiones, desplazar al Rayo de la Personalidad, aunque esto no sea sencillo y sea una tarea larga.

Epílogo.

El estudio de los Rayos representa una oportunidad de penetrar en los más sagrados secretos de los planes divinos. Hagan de él su materia de estudio, tómenla seriamente, profundicen y encuentren sus propias conclusiones; una vez que lo hayan hecho, sumérjanse en meditación profunda y verifiquen si éstas corresponden a lo que su intuición o su maestro personal les mande.

Cierro con estas palabras la serie acerca de los siete Rayos y deseo mencionar que, al igual que todas las anteriores, surge de una necesidad que nosotros hemos captado entre esa pequeña porción de humanidad que constituyen los estudiantes de la luz. Vaya para ellos como una pura expresión de mi amor y que la luz violeta que todos han invocado permanezca eternamente encendida en sus vidas. Que así sea.

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