Manuel Almendro
Manifiesto Transpersonal.
Haciendo Memoria Haciendo Caminos: Grandezas y miserias.
La psicología transpersonal a revisión.
© Journal of Transpersonal Research, 2009, Vol. 1, pp 87-96 ISSN: 1989-6077 JTR - 87
Resumen
En este escrito se hace balance de una perspectiva de más veintiocho años en el campo de las nuevas psicologías y entre ellas de la psicología transpersonal. Es una reflexión crítica sobre lo que ha pasado en este ámbito, especialmente en Europa y en parte en América. ¿Qué es la Psicología Transpersonal dentro de sus múltiples vaguedades, qué diagnóstico y qué tratamiento podría necesitar, y qué se está haciendo al respecto?
Es por lo tanto una reflexión que plantea la posible muerte de esta psicología, la resurrección del cadáver o tratar de crear un nuevo camino para salir de la fantasía, el oportunismo insoportable y la falta de rigor.
Es la primera pregunta que te hacen: ¡Y tú! ¿Desde cuándo estás en esto…?
Tal vez uno ha estado siempre en “esto”, en lo que genuinamente y confusamente llamamos transpersonal. Como si desde la infancia la flecha marcara el camino, aspecto que podemos apreciar en personas tan distantes como la mística Teresa de Jesús y científicos como David Bohm, Frijtof Capra y muchos otros. Lo expresen ó no. Y esto fue lo que me pareció enormemente significativo: que en estos científicos conocidos y en otros menos conocidos no fue tanto el encontrarse con el fin de la materia o las charlas de Krishnamurti –como es el caso de los nombrados- sino que en todos ellos la vivencia de lo infinito apareció en sus infancias. Lo que vino después fueron detonantes de algo que ya estaba en germen y probablemente en el sin tiempo.
Por ello no hay nada mejor que hacer memoria.
Érase una vez… en los comienzos de los años setenta en la facultad de psicología de la universidad de Barcelona que escuchábamos los primeros relatos de lo que sucedía en California. Internet no existía, ni por supuesto capital para trayectos intercontinentales. Eran comentarios rellenos de ilusión. Y fue ya a mediados de los años setenta cuando entré en profundidad en el zen, con maestros como Deshimaru y posteriormente Poep y Seon Sa Nim, Dhiravansa etc., maestros de la tradición oriental. Y como soy un poco tenaz salté el charco al inaugurar la década de los ochenta por una flecha que me llevaba al mundo indígena. De esto he dado cuenta en colaboraciones y especialmente en mi último libro Chamanismo, la vía de la mente nativa. Algunos chamanes que conocí cuando aún vivían solitarios hoy ya salen en el cine y por internet. Pero no es esto de lo que aquí quiero hablar.
Efectivamente los años ochenta fueron proclives para saber quiénes eran esos californianos de los que apenas se barruntaban palabras. Apareció el nombre de Stanislav Grof, me apunté a su formación aprovechando mis estancias en Oaxaca y California, por cierto mucho más barata que la que se está dando en Europa. Sumando a todo ello el saber quién era Maslow, Naranjo, Wilber, etc. Y se inició la andadura. Primero la tarea de explicar por aquel entonces qué era la psicología transpersonal. Curiosamente hoy ya hay que explicar lo que no es. De todo ello salió el libro Psicología y Psicoterapia Transpersonal escrito en 1992 corregido y entregado a la editorial Kairós en 1993, y que se publica en 1994/1995.Fue importante para mí apercibirme de que la psicología transpersonal no era un bandera seguidista -aunque alguien lo quiera ver así- sino un punto de convergencia en el tiempo de muchas voluntades que tenían “eso” entre los dedos y que al final encontró un nombre. Siguiendo el rastro me puse en contacto con la asociación francesa, con Marc Alain Descamps, que participaría en el libro La Consciencia Transpersonal y que me dio dos nombres que estaban también interesados: Fernando Rodríguez Bornaetxea que iniciaría posteriormente la primeras clases de psicología transpersonal en la facultad de psicología de San Sebastián y David González Raga traductor de Kairós. Finalmente junto al junguiano Enrique Galán conformamos ATRE, la asociación transpersonal española con varios congresos en Canarias, Madrid y Barcelona. Y ya que estamos en el comienzo de una nueva revista decir que se publicaron varios números a cargo primero de Eduardo Miño y después de Sinesio Madrona de una calidad puesta de manifiesto por muchos lectores.
Pero ¿qué es lo transpersonal?
Durante años los franceses mantienen una revista cuyo título es Qu´est-çe que le transpersonnel?. Como ya hemos comprobado lo transpersonal es lo que no cesa de ser definido. Ahora bien esta apertura acarrea consecuencias agridulces en parte porque no se puede poner puertas al campo y en parte por la falta de escrúpulos basado en el todo sirve. Lo más grave ha sido las grandes desilusiones que al final han acabado pasando factura a partir de la dispersión y del fraude. Como consecuencia he comprobado que se han perdido personas importantes en el trayecto, personas que habiendo comenzado con buena voluntad han acabado abandonando el proyecto. Por ello antes de entrar en el qué es lo transpersonal creo que es necesario echar un vistazo a ¿cómo está lo transpersonal?
La decepción no está solo en relación a la problemática ya expuesta por Sam Shapiro de la universidad de Hawaii a partir del abuso del término psicología transpersonal como un paraguas para todo. También en Wilber en the demise of transpersonal psychology .*-sin entrar a valorar a fondo estas opiniones- poniendo de manifiesto el oportunismo espiritualoide que se cuela por no haber entereza y rigor, dejadez que acaba desvirtuando el proyecto, perdiéndose así la oportunidad de la apertura correcta al no regir ese rigor necesario en el aporte tanto a nivel intelectual como vivencial. Para ir contestando a esta pregunta necesito seguir haciendo memoria. A partir de 1990 ATRE acudió a las primeras reuniones de EUROTAS –LA European Transpersonal Association- participando en sus inicios y fue primero Fernando Rodríguez y después Jaime Llinares, vicepresidente, los encargados de representarnos ya que en septiembre regularmente me encontraba trabajando en América. Al principio siempre ha gobernado en estos caminos de inicio la fascinación de lo nuevo y por ello todo marcha sobre ruedas. Recuerdo de aquellos tiempos especialmente mis comunicaciones fluidas y continuas, y algunas visitas, por ejemplo a Ian Gordon Brown a Londres del que guardo un sentimiento entrañable. Gordon Brown fue un estupendo presidente de EUROTAS. Ha sido la única persona que había leído a un autor español: Vicente Beltrán Anglada. Gordon Brown murió prematuramente y dejo las cosas a medias tanto en su escuela en Londres como en EUROTAS. Al poco tiempo y de forma directa empecé a escuchar las primera disensiones, descalificaciones. Esto se resolvió en principio con la presidencia de Laura Boggio Gilot que a su vez era presidenta de la asociación italiana, mujer que considero bastante capaz y prudente como para llevar los entresijos de una asociación tan compleja. Pero todo acabó en ruptura. Un grupo se quedó con el nombre y el otro grupo creó la ETPA -European Transpersonal Association- con la idea de centrarse más en la psicologia. Yo atónito en mi consulta recibía faxes y llamadas que discurrían a gogo sobre acusaciones y contestaciones. Como podemos comprobar puro yoga; es decir unión mística, pura consciencia sin fronteras (Es una ironía). Está claro que hubo pugna transpersonal …muy poco transpersonal. ¿Qué quiero decir recordando todo esto? Primero, que el mundo transpersonal es muy dado a esconder el pecado; que jamás se ha hablado de esto siendo considerado como tabú, cuando es ahí en donde está la espina. Así que tenemos que aceptar que las asociaciones transpersonales de Europa manejan la misma relación que las asociaciones de fútbol. Quizás estaría bien reconocerlo y bajarnos del pedestal de los elegidos. Si las cosas están así en Europa bien está echar un vistazo a lo que sucede en Estados Unidos. Me quito el sombrero hacia aquellos pioneros representantes de lo transpersonal, especialmente en California. Al movimiento que da comienzo Anthony Sutich, Maslow, Bateson, y posteriormente nombres como Grof, Walsh, Vaughan, Wilber, Tart, Naranjo, Krippner, Shapiro etc. sobre los que siento una gran admiración y respeto y a los que denomino cariñosamente como los legendarios. Varios de ellos leen en español. Creo que aunque fue un grupo un poco cerrado -según algunas filtraciones- fueron capaces de generar unas bases sobre las cuales crecimos los demás y entre estos me cuento. Fundaron al final de los años sesenta la primera asociación internacional ITA –Internacional Transpersonal Association- . Los americanos son muy dados a nombrar lo internacional en sus organizaciones aunque después no lo practiquen demasiado. Se comienzan las primeras publicaciones como ReVision, el Journal of Transpersonal Psychology y son los que inician el movimiento con un éxito merecido. Editoriales como Shamballa, academias de estudio como California Institute of Integral Studies, Say Brook, International Transpersonal Psychology son representantes de esa creoda transpersonal en estos momentos en California.
* Shapiro, S. Legitimization and the transpersonal vision. Australian Journal of Transpersonal Psychology Vol.8, 68-72, 1989. *Wilber, K. On critics integral institute. A shamballa interview with Ken Wilber. Shamballa publications. Ca. 2000
Manifiesto Transpersonal. Haciendo Memoria Haciendo Caminos: Grandezas y miserias.
Ahora bien, del espíritu innovador de esa época ¿Qué queda? Conocí directamente la California de los años ochenta en adelante y creo que me llegaron restos del ambiente expansivo de los años sesenta y setenta en mis estancias prácticamente ininterrumpidas. Pero no fue hasta el año 2005 que pude por fin liberarme de compromisos de trabajo y emplearlo en vivir California. Decepción es la palabra que resume mi andadura. Lo transpersonal expansivo y creativo se había convertido en lo transpersonal chic, una moda para quien pueda pagársela. Entre algunas opiniones privadas de los legendarios estaba la critica de que estos chicos “no prestan atención al pasado” o simplemente “lo transpersonal sigue el ritmo decadente de nuestros días” con el ejemplo gráfico de que “cualquier americano aquí en San Francisco lo único que le preocupa hoy es no acabar como un homeless”, es decir no acabar recogiendo cartones. Otras críticas fueron más duras.
Puestas así las cosas sobre cómo está el paciente podemos pasar a ¿que es lo transpersonal? y si este derrotero existencial esta produciendo desavenencias, creo que al menos en lo teórico sí que podemos acercar posiciones. La puesta en práctica ya es otra cosa, es el más duro de los yogas. Veamos:
Para los que se inician en saber qué demonios es esto de lo transpersonal y para los que no están muy al tanto y porque lo creo necesario -dado lo que se está viendo- se estableció que lo transpersonal significa ir más allá del ego pero a través de lo personal. No se trata de huir de la responsabilidad de lo personal para cantar como los ángeles en forma de postal.
Y más cosas que resumo:
Establecer puentes entre la ciencia y la espiritualidad
Síntesis entre ciencia moderna y sabiduría antigua, lo que conlleva un puente entre oriente y occidente sin olvidarnos de las franjas intermedias
Síntesis y encuentro entre los opuestos. Lo que tiene que ver con el significado milenario de religare, yogas, sutras. Tratar de aproximarnos al origen en vocablo de Salvador Pániker.
Tratar de enfocar la totalidad sin fronteras y recalco, sin escamotear la responsabilidad de lo personal.
Recuperación de la sabiduría milenaria, el legado por ejemplo del misterio y el sentido de la vida puesto de manifiesto en textos tan antiguos como necesarios de relecturas, me refiero al Guilgamesh, en Babilonia, al Tato te King de Lao Tsé (me impresiona el nº xxxviii), Confucio, en la antigua china; los Upanishad en la India, o tratando de acceder al compás del universo como los derviches y ¿por que no? a la sabiduría del cristianismo que siempre despreciamos por tenerlo más a mano.
Está bien apercibirnos de que no somos ni los únicos ni los primeros. Que ya en el albor de nuestra civilización Platón, Pitágoras, Plotino, Pseudodionisos de Areopagita etc. y tantos otros entraron en el misterio.
Nada de esto parece tener eco en los congresos transpersonales europeos que he presenciado. Entonces ¿que está pasando?
Necesitamos establecer para aclararnos de un diagnóstico y de un tratamiento. Allá vamos. Parece que desciende la espada de Damocles. Ya la veo…
Diagnóstico
La patología transpersonal tendría que ver con ciertos presupuestos, muchos de ellos percibidos personalmente o bien a través de espectadores ocasionales, participantes a congresos, simpatizantes o miembros de asociaciones:
Carta al Ser. Desde principios de los años setenta y por más de veinte años he asistido a congresos nacionales e internacionales, pasando de una asistencia continuada a esporádica y de aquí a alguna asistencia muy especial. Haciendo balance me doy cuenta que en bastantes ponencias y talleres lo que se proporcionaba era un trabajo desde fuera hacia adentro. En otros casos se presentaba algo impactante que con el paso del tiempo comprobaba que se iba diluyendo. Pocas eran las aportaciones dirigidas hacia una transformación estructural, integral y profunda de la persona. Tal vez porque lo que se puede ofrecer es la parte que uno ha podido constatar. Tras veintiocho años en la psicología profesional y pudiendo constatar que los nuevos caminos que se abren en este campo esta formado por gente buscadora pero con muy poca base y de constitución evanescente, con demasiada provisionalidad y facilismo, me da la impresión que quizás sólo un 10% estaría por una transformación integral. Así que la oferta mayoritaria de congresos y jornadas se entienden más como golosinas que como un alimento de base. Un amigo lo explicaba así en un evento de estos “aquí hay demasiada gente en la estación pero muy pocos dispuestos a coger el tren”. Por eso me hago la pregunta ¿por qué la gente que puebla este tipo de grupos –llamémosle espirituales- son tan fácilmente inflamables en el momento y faltos de compromiso en cuanto a sus acciones? o más fuerte Why Manuel we have a lot of borderline people in the transpersonal? comentaba medio en broma un amigo californiano. He observado que estos grupos tan volubles en ambientes espirituales o socio espirituales se reducen sin embargo en grupos de meditación como el zen y es porque aquí se demanda una interiorización y muy poca puesta en escena. Observo con respeto movimientos como el de Deepak Chopra en el sentido de expandir una nueva relación humana en el mundo, pero entiendo que si no hay una transformación radical previa, difícil será que el barco llegue a puerto. Transformación es compromiso. Por lo tanto observo muchos de estos mundos importados de Estados Unidos que si bien ofrecen una expansión sin exclusiones –he participado de ellos- adolecen de trivialidad y de mundos evanescentes. ¿Cómo es posible que la mayoría de los participantes a estos eventos desconozcan la profundidad del pensamiento europeo desde Platón, la profundidad del “camino-caduceo Apolo-Dionisos”, R. Llull, hasta Victor Hugo, Huxley, Jünger, Jüng, sin olvidar la mística española y europea? Es insoportable la trivialidad consumista de lo espiritual y asfixia toda vía de transformación. Con cierta dureza una persona me decía hace muy poco “es que quien está en la transformación no va a esos sitios”
Concreto y recalco:
Tendencia hacia lo mágico-esotérico con disfraz espiritual. Me refiero a un facilismo, un simplismo de corte emocional fácilmente sugestionable y en según qué casos vendible. Pura New Age. Esto hace que los eventos transpersonales se conviertan en buena parte en proyecciones de la ignorancia que siembran dispersión y entiendo que difícilmente se puede edificar sobre un barrial movedizo. Se tiende a un bluf espiritual que niega la sombra, pura nata inconsistente.
Universalismo ingenuo que nos lleva a ¡todo vale! Y como consecuencia se cuela el oportunismo y la carencia de rigor en las exposiciones: ponencias, comunicaciones etc., por evidente carencia de conocimiento, preparación, compromiso y entrega. Hablando esto con personas de confianza los comentarios abundan en que hay un porcentaje elevado de personas que dan ponencias, talleres sin preparación, acuden a alguien preparado para después “vender” e seminario al fin de semana siguiente; también que hay quien se apuntan a los transpersonal por un día y luego desaparecen. Y que han accedido a ello por amiguismo más que por organización. Como consecuencia hay abandonos por parte de gente comprometida. Si además recordamos las disputas por el poder, desavenencias que han generado confusión y separaciones anti transpersonales ¿Cómo vamos a acabar un evento o comunicaciones de eventos con lo de ¡besos y abrazos! ¡os quiero mucho! en medio de un suflé espiritual que rechina. He sido testigo de personas que han abandonado el asiento en frente de mis narices renegando de esta parafernalia y de esta puesta en escena. Es cierto también que personas ajenas al movimiento transpersonal que trabajan con cristales, naipes,
rituales de brujería etc., están utilizando el nombre de psicología transpersonal, incluso en programas de radio y TV. Siempre está bien en confiar que el tiempo acabará aclarando el paisaje…esperemos.
Esta parafernalia ¿A dónde nos lleva? Pues a olvidarnos de los peligros de las trampas de lo transpersonal que autores tan renombrados como Daniel Goleman, Frances Vaughan, en la arena transpersonal; Thérèse Bosse, Thomas Merton en el campo espiritual, entre otros, han puesto ya de manifiesto. Me refiero a que escritos muy tempranos ya nos avisan de la inflación del ego (a partir e Jüng), de la indigestión del proceso, fingidores de realizaciones, del peligro de los egos espirituales, el yo poderoso, el yo melaza, las cestas espirituales en las que todo cabe etc..
Universidades. Se han hecho pesquisas para tratar de que la psicología transpersonal pueda entrar en la universidad, superar las resistencias del aparato científico y abrir puertas en ese recinto imprescindible. Dada la situación este panorama no aparece despejado. Pero no es sólo por nuestros errores. Tengamos en cuenta que el materialismo científico desprecia abiertamente todo lo que tenga que ver con una línea abierta hacia la consciencia, puesto que ésta es indefinible y ello devuelve al materialismo científico –que no es la ciencia ¡ojo!- su propia parcialidad y fragmentación. Una anécdota: Al comienzo de los años noventa asistí a la formación de S. Grof en California como ya he dicho. Grof es un hombre muy atractivo en sus exposiciones pero algunas me las saltaba para pasear admirando el Pocket Ranch al norte de California en el que se impartieron durante algún tiempo estos seminarios. En uno de mis paseos, Barbara Findeisen, la directora me invitó a entrar en su oficina que estaba con las puertas abiertas dado el calor reinante. Y me comunicó que ya en California “si querías conseguir ayudas económicas no podías hablar nada de psicología transpersonal, respiración holotrópica…porque no recibes ni un solo dólar.” Es obvio que esto pone de manifiesto que las cosas en California estaban cambiando y que además en el mundo reduccionista se ve a lo transpersonal como algo a desechar.
Degradación social de lo transpersonal debido a la mezcolanza y ansiedad por encontrar salidas a la angustia de ser humano de hoy día, en medio de la sobre información reinante. Hay mucha demanda y como consecuencia se produce una oferta en buena medida oportunista. De nuevo tengo que remontarme a mi experiencia. Desde hace años escucho por correos u opiniones en directo sobre la degradación de lo transpersonal que ciertas personas perciben vía internet o en cualquier evento social. Sin embargo esta apreciación tan negativa se para en el momento en que han leído algo con fundamento. Claro que irremisiblemente la sospecha ya está sembrada.
Los problemas que existen entre los que solo valoran la teoría y los que sólo valoran la práctica. Hacer una apología de la teoría y resguardarse en ello es tan descabellado como hacer lo mismo a partir de una apología de la experiencia. Por una parte es fácil asistir a una apología de gourmet intelectual muy fina y deslumbrante pero poco arriesgada a entrar en el territorio. Sus defensores acaban convirtiéndose en una élite. Aquí tendríamos a intelectuales transpersonales que devalúan la experiencia y que la pueden rebajar a lo mágico-mítico-simbólico y prerracional. Así sucumbimos al teoricismo. Por otra parte podemos encontrarnos con representantes que sólo valoran la práctica y se vanaglorian de la experiencia, es el experiencialismo. Muchas veces bajo la proclama de que todo está dicho y de que ¡soy un iluminado! YO, ¡los demás no! Y aunque hasta cierto punto se puede entender que lo esencial en lo transpersonal ya está dicho y que estamos mareando la perdiz es conveniente ir desmadejando conceptos adecuados a nuestro momento cultural. Parece que un buen puente y acuerdo entre estas dos formas de entender el proceso es decisivo.
La falacia anti-trans. El Lenguaje. Aquí me tengo que detener. Las lenguas son instrumentos creados por la naturaleza para la comunicación imprescindible de los seres humanos. También para los transpersonales. El problema que tenemos es que se cae en que se puede ser transpersonal pero no “trans-english”. Es decir lo que no está en inglés no existe. Este es un problema que reduce la calidad de la comunicación y además determina la preponderancia de una lengua, de sus contenidos y de su contexto. A partir de establecer esta preponderancia como válida se determinan
cuáles son las líneas por dónde ha de discurrir el pensamiento y las ideas – me refiero especialmente a las líneas editoriales- . A partir de aquí es muy posible caer en el error de imponer una tónica de pensamiento, una moda en el sentido literal –la de su contexto- y devaluar con esas gafas de ver esa realidad a otras tónicas de pensamiento y realidades por el hecho de que forman parte de otro momento vivencial o perspectiva cultural. Es una guerra que se puede ganar por la cantidad más no por la calidad. Lo cognicéntrico y lo etnocéntrico de nuevo a debate, dualismo que yo prefiero llamar egocéntrico (no peyorativo) y omnicéntrico. Y entiendo que una publicación tenga que someterse a ciertos intereses estratégicos por cuestiones de supervivencia, pero se ha de tratar de ir más allá. Es evidente que la forma de redactar de un norteamericano (quizás extensible a los anglosajones) es diferente a la de un europeo no anglosajón. Para no caer en la falacia anti-trans debemos ser trans-lenguaje, lo que implica e respeto por todos ellos.
Tratamiento del paciente:
Creo que es decisivo el que se fundamenten en la teoría y en la práctica las vías definitorias sobre qué es la Psicología Transpersonal.
Es necesario establecer correspondencias empíricas entre consciencia y materia. No sólo por su valor en sí sino también por exorcizar a lo transpersonal de la fantasía, el oportunismo insoportable y la falta generalizada de rigor.
Es imprescindible así mismo y en la práctica saber establecer la relación entre lo universal y lo particular; y viceversa. Es decir no podemos supeditarnos hoy día al mundo transpersonal anglosajón porque ello representaría una pobreza de tal calibre que todos saldríamos perdiendo.
Las raíces de lo transpersonal son europeas, se dice a menudo. ¿Cómo, pues, vamos a olvidarlas? Es decir los húngaros, los alemanes, los españoles etc.; es decir cada país, cada cultura, ha de partir de su propio legado transpersonal a lo largo de su historia. Investigar y reconocer el propio legado y sólo así se puede entender y compartir los diferentes legados que irían desde lo particular a lo universal sin sometimientos. Si no se sabe apreciar el propio legado es muy fácil caer en la ceguera de la propaganda y la fuerza mercantil de los poderosos. Un ejemplo: “we have everything” contestaba un editor americano cuando varios editores europeos le comunicaban que aquí ya se estaban publicando ideas importantes en el ámbito de lo transpersonal. Imposible la comunicación.
En Europa no nos podemos olvidar de ciertos rasgos transpersonales que se perciben en escritores como Dostoievski, Gogol en Rusia –además del genuino Nalimov ya dentro de lo transpersonal actual- que lo hemos conocido gracias al IJTS; el propio Quijote en España según algunos de lectura cabalística y de por supuesto los místicos, no sólo de España sino de Europa, como M.A. Descamps estableció en el libro La Consciencia Transpersonal. En autores clásicos como en el caso de Goethe también se perciben tintes transpersonales y especialmente y de lleno en lo transpersonal tenemos a K.G. Dürckheim, en Alemania; Inolvidables son los trabajos de Gödel, R. Guenon, y T. Brosse, en Francia, etc. A lo largo de la historia de cada país encontraremos personajes que han tratado la verdad sin haber usado la palabra transpersonal, sin embargo si han estado en el contenido. Doy por sabido el legado de Jüng, y Assagioli. Pero la sorpresa me llegó leyendo al Doctor Juan Rof Carballo que ¡ya en 1952! estableció la necesidad de una psicología transpersonal. Él se convierte en el pionero haciéndose eco de todo ello en los años noventa planteando el proceso humano a partir de generar primero la urdimbre constitutiva personal para llegar posteriormente a la urdimbre cósmica. No olvidemos a J.L.Pinillos que habla de la pérdida de los universales como causa de la apropiación materialista de la realidad, o la aportación del nobel I. Prigogine y de Isabelle Stenguer con la propuesta de un nuevo reencanto con la Naturaleza, o la aportación no sólo epistemológica de S. Pániker sino además de puente por su editorial, pionera y notable, para todo los hispano lectores; hecho extensible hoy a Cl. Naranjo. No
olvidemos a Luis Cencillo, recientemente desaparecido, un investigador en silencio cuyo trabajo será reconocido años depuse de su muerte..triste país éste.
Hay muchos más. Lo transpersonal se puede rastrear de manera prolífica a lo largo del pensamiento europeo.
Necesitamos ser trans-lenguaje y por lo tanto trasn-english. Los idiomas son puentes que la Naturaleza traza, pero si se sucumbe a la preponderancia de una cultura el puente se convierte en barrera. Es obvio que no todo el mundo ha de hablar catalán, castellano, húngaro, polaco…porque es humanamente imposible y que es por lo tanto evidente que las publicaciones han de hacerse en los propios idiomas y en inglés para el resto. Pero esto no significa que tenga que haber supeditación. Por ello creo conveniente que los textos y especialmente sus resúmenes pudieran ir en todos los idiomas posibles y que hubiera comisiones de trabajo que como la escuela de traductores de Toledo del rey Alfonso X el sabio –por algo lo sería- se encargara de ello. Pura comunicación y acercamiento a las vidas de esas personas a través de sus idiomas. Esta propuesta ya la envié a EUROTAS hace no menos de diez años. Este respeto lingüístico lo considero condición imprescindible.
posibles estrategias y ejemplos:
o IJTS. International Journal of Transpersonal Studies. Un día a mediados de los años noventa recibí una llamada desde la Universidad de Hawaii. San Shapiro profesor de meditación me habló de esta revista y de que iba a hacer un viaje por Europa, que vendría a visitarme a España. Así fue, compartimos mesa y mantel, y me comunicó que lo transpersonal significaba de forma decisiva la interrelación. Creo que San Shapiro es una de las personas que encarna el genuino legado. El Journal que tanto Sam como Ph.I. Gross sacaron adelante hoy es dirigido por Harris Friedman y Glenn Hartelius vía internet. Creo que esta publicación sigue manteniendo el legado y podría convertirse en el mejor puente intertranspersonal. Incluso podría ser factible que saliera en varios idiomas.
Universidades. Es imprescindible entrar en las universidades. Para ello se han de generar trabajos consistentes. Este trabajo está por hacer en Europa a escala media. He hablado durante años y sigo hablando sobre ello con representantes universitarios –incluido algún premio nobel-. Hay apertura por parte de ellos si se ofrece rigor. En España ya estamos dando varios pasos a pesar del contratiempo por el ajuste del tratado de Bolonia. No cabe duda que la mejor manera de llevar la psicología transpersonal adelante y diferenciarnos del abuso mágico es realizar un buen trabajo. Una asociación con fundamento no puede tener como sede la cocina de una casa entre amiguetes ocasionales. El compromiso pide algo más.
o John Moore University en Liverpool. Aquí se esta dando ya por parte de los profesores B. Lancaster y M. Daniels un master que podría ser la avanzadilla en otros lugares de Europa en caso de que consideren oportuno desarrollar una línea abierta. En España ya estamos dando varios pasos a pesar del contratiempo por el ajuste del tratado de Bolonia.
o Oxígeme se ha transformado en asociación internacional de hispano hablantes y embrión de un master universitario. El potencial Ibero americano que Oxigeme y Alubrat (Asociación Luso Brasilera) pueden dar es digno de consideración. Oxigeme esta constituido hoy ya por personas de Argentina V. Gadwell; Peru. E, Gastelumendi; Ecuador, R.Midero; México. A,Mª Gonzalez y R. Aluni y España. Con proyectos como el próximo congreso en Monterrey (México)
o Efectivamente que hay personas con capacidad de organizar eventos y expandir lo que se denomina como lo transpersonal horizontal pero es necesario que se expanda también dada la parafernalia espiritualista lo transpersonal vertical. Y efectivamente tenemos autores y organizadores que trabajan tanto a niveles prácticos como teóricos –cosa que se demuestra por los años dedicados a ello- como J. Rowan, M. Daniels. B. Lancaster, y el incansable J. Drew, en Inglaterra, la dulce Tanna en Polonia; M.A. Descamps en Francia; L.Boggio, en Italia; W, Bleichner, I. Jahrsetz en Alemania; V. Rodrigues en Portugal –hoy presidente de EUROTAS- sin olvidar a M. Simoes, P.Veiguinha con los que hemos compartido congresos, reuniones y algunas de estas críticas; En esta lista involucraría a más personas y países. Entre todo ellos me cuento. También en el ámbito de lo transpersonal en España es justo dar constancia de escritores con una base de trabajo y preparación envidiables como C. Aguirre, A.Pacheco, J. Pigem, J. Esteban, V.Merlo, JL Romero, O. García, J. Castillo, E, Galán, Albareda y Romero, Raquel –la correcaminos wilberiana- el Xavi y su revista de Ulises interiores, etc., y otros que daremos a conocer próximamente. Y sin olvidarnos de A. Pániker que además es editor. (Lo siento, me encantan los nombres de personas pero no puedo poner a todos) Me estoy refiriendo a escritores y al valor de sus trabajos y por el hecho relevante que supone ofrecer libros-ideas que puedan llegar a muchas manos y que esas manos sientan la dignidad de pasar esos libros a otras manos. Efectivamente entre lo transpersonal horizontal están las iniciativas de generar encuentros, revistas como a la que va dirigida este artículo, claro que es necesario saber hacerlo bien, sin neurosis, de forma abierta y respetuosa, sin oportunismos. Ya que por el hecho de que estemos en una idea transpersonal abierta no hay que dejar de ser prudentes y magnánimos pero también enteros –de entereza-. El proceso transpersonal no se debería poner en manos de personas arribistas que sin aportaciones sólo pretendan figurar en los carteles barajando eventos más como un ego político que como un servidor de la idea. Por sus obras los conoceredes decía don Juan Manuel allá por el siglo XIII-XIV. Siendo presidente de ATRE no tuve mas remedio que apercibirme de que algunos que se presentaban como expertos en lo transpersonal no eran más que ilusionados que hacía dos meses se habían enterado de su existencia. Esto es moneda común en el ambiente voluble de lo transpersonal. De hecho me he encontrado por Europa a personas que habiendo formado parte del movimiento en poco tiempo se han olvidado y lo admiten con un ¡I am in another bussines! La entereza de la que hablo es lo que me mueve a no quedarme callado como si constituyéramos un coro de angelitos transpersonales siempre con el comodón ¡os amo a todos! Entiendo que pueda ser osado pero menos entiendo actitudes ancladas en la bondad incorpórea, tibia y cómoda, de sonreir siempre hasta que no pudiendo más sueltan el escopetazo.
o No quiero quedarme en la crítica a lo transpesonal chic actual de California puesto que nos llegan los trabajos de una segunda generación –me gusta llamarlo así- trabajadora muy bien representada por ejemplo por Lukoff, Ferrer, Sovatsky, Schmitz etc.. con los que podemos compartir el unirnos en lo transpersonal horizontal.
o Es obvio que no todo el mundo que esté en un proceso de búsqueda ha de pasar expresamente por lo transpersonal y sus libros y congresos etc., puesto que hay personas que de forma sencilla ya lo han encontrado en el centro de yoga de su barrio. Los apostolados mejor con valeriana.
o Creo que es importante saber establecer además de una psicología transpersonal una psicoterapia y continuar generando un corpus teórico y práctico que trabaje desde una perspectiva holista e integrativa. Tendríamos que saber articular las numerosas tecnologías al respecto y además establecer en lo posible el momento adecuado para usarlas en beneficio de las personas en proceso.
Cuando publiqué el primer libro íntegro sobre Psicología Transpersonal, escrito hace ahora dieciséis años, un personaje de talla internacional me comentó un día: eres un pionero, tendrás problemas. Lo he entendido con el tiempo y es el único elemento de explicación que tengo para determinadas actitudes de personas tan desconocidas que ni siquiera las reconocería por la calle. Pero esto forma parte del signo humano y por lo visto se repite por los siglos de los siglos. Pero todo lo criticado y lo dejado por criticar en realidad se resume a algo muy sencillo:
o La Psicología como disciplina se dice que está en mantillas, que es una ciencia muy joven que ha de ganar méritos para ser reconocida entre las grandes ciencias. Si así está la Psicología ¿En dónde estará la psicología transpersonal? Creo que los problemas se derivan de que está aun en la fase de la concepción. Y hay demasiadas nodrizas sin niños. El tiempo pondrá las cosas en su sitio.
Quiero pedir perdón a todos aquellos que se hayan sentido molestos por estas opiniones que las envío al viento como esos banderines tibetanos con el fin de que si es posible sirvan para algo. Tengo muy presente la frase bíblica de que quien esté limpio de pecado que tire la primera piedra. Es lo que he visto y lo que he vivido. Por ello también este escrito es una despedida de todos estos dieciocho años en el trasiego transpersonal europeo, de los que me quedo con el conocimiento recibido.
¿Saldrá la psicología transpersonal de todo este atolladero? ¿Se salvará el vocablo y el acto? ¿O todo esto dará lugar a otro movimiento?
En este adiós quiero ofrecer estas últimas palabras a Rumold Mold con el que he estado en contacto desde el principio y que inesperadamente ha muerto a pesar de su brío impactante. Ha muerto entre emails de idas y venidas, en medio de su tenaz idea de crear un grupo de ayuda en psicoterapia. Hizo llamados en los congresos para crear este grupo y a veces nos hemos encontrado solos mano a mano dirimiendo este asunto. Como máximo hemos llegado a ser cuatro. Y todo porque es prácticamente imposible que se pueda ofrecer lo que no se tiene. Para formar en psicoterapia se ha de ser profesional experimentado en ello. Es inviable si solo se cuenta con buena voluntad, unas prácticas de yoga o de respiración holotrópica. No sólo porque es insuficiente sino porque esto ya lo pueden encontrar los estudiantes en sus propio países.
El reto es grande y está por hacer, largo es el camino.
Manuel Almendro* es Doctor en Psicología. Psicólogo clínico. Miembro de la EFPA (European Federation of Psychology Associations). Es pionero y fundador de la psicología transpersonal en España. Telef./ Cont. 34 91 445 65 65 Madrid Telef. 34 679 10 86 14. Barcelona. España. correo@oxigeme.com www.oxigeme.com
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