lunes, diciembre 01, 2008

Libros Sagrados


Información extraída de diccionarios, enciclopedias, etc. de la ciencia oficial, no son textos gnósticos, solo es para un mejor entendimiento de los libros de la gnosis.

APÓCRIFOS, LIBROS

(en griego apokryphos, 'ocultos'), denominación dada a los escritos de tema bíblico aparecidos en los primeros siglos de la era cristiana, pero que no se consideran inspirados y en consecuencia, no se incluyeron en el canon de la Biblia. Dentro de toda esta literatura, los católicos y los ortodoxos distinguen ciertos libros, que denominan deuterocanónicos. Los protestantes distinguen a su vez otros libros, los denominados pseudoepígrafos, que para los católicos son libros apócrifos. Con la ampliación de los horizontes históricos en los estudios bíblicos que se produjo en el siglo XIX, comenzó a reconocerse el valor de los Apócrifos como fuentes históricas. Escritos entre el 300 a.C. hasta el Nuevo Testamento, los Apócrifos arrojaron una valiosa luz sobre el periodo que comprende desde el final de las narraciones del Antiguo Testamento hasta el inicio del Nuevo Testamento. Son además importantes fuentes de información acerca del desarrollo de la creencia en la inmortalidad, la resurrección y otros temas escatológicos, así como de la creciente influencia de las ideas helenistas sobre el judaísmo.

BARDO TODOL.

Libro tibetano de los espíritus del Mas allá. Guía espiritual de iniciación en los desconocido. Libro Tibetano de los muertos. Libro que relata los procesos del alma después de la muerte, contiene tratados de cómo se regresa a tomar nuevamente cuerpo y de cómo emanciparse de la rueda del samsara. BARDO se traduce como estados post mortem.

BHAGAVAD-GITA

(El canto del Señor), poema sánscrito compuesto por 700 versos y dividido en 18 capítulos, considerado por la mayoría de los hindúes como su texto religioso más importante y esencia misma de sus creencias. Casi todos los filósofos hindúes importantes han escrito algún comentario sobre el Gita, y aún continúan apareciendo nuevas interpretaciones y traducciones de esta obra. El Gita, que está incluido en el Libro VI del poema épico sánscrito Mahabharata, fue escrito en forma de diálogo entre la encarnación del dios Krishna y un héroe humano, el príncipe Arjuna, en el campo santo de Kurukshetra, antes de la gran batalla de Mahabharata. Arjuna expresa su indecisión a la hora de entablar batalla contra amigos y parientes. La respuesta de Krishna es una exhortación para que Arjuna cumpla su deber, es decir que como guerrero que es, debe luchar y matar. Krishna, a continuación, explica la naturaleza del alma, el camino verdadero para llegar al Absoluto. El Gita recoge diversas doctrinas como la inmortalidad del yo del individuo (atmán) y su identidad con la deidad suprema (brahman), el proceso de la reencarnación y la necesidad de renunciar a los frutos de la propia acción personal, estableciendo las principales enseñanzas de las upanishads y la filosofía de Sankhya. El espíritu (purusha) y la materia o naturaleza (prakriti), que se divide en la triple tendencia de bondad, pasión y oscuridad, son complementarios. Krishna reconcilia las afirmaciones opuestas de sacrificio y deber mundano, por un lado, con la meditación y renuncia por otro, a través de la devoción a Dios (véase Bhakti). Este Dios aparece en un breve pasaje bajo su forma terrorífica de día del juicio final antes de transformarse en la forma humana compasiva de Krishna.

BIBLIA,

también llamada Santa Biblia, libro sagrado o Escrituras de judíos y cristianos. Sin embargo, las Biblias del judaísmo y del cristianismo difieren en varios aspectos importantes. La Biblia judía son las escrituras hebreas, 39 libros escritos en su versión original en hebreo, a excepción de unas pocas partes que fueron redactadas en arameo. La Biblia cristiana consta de dos partes: el Antiguo Testamento y los 27 libros del Nuevo Testamento. Las dos principales ramas del cristianismo estructuran el Antiguo Testamento de modo algo diferente. La exégesis del Antiguo Testamento leída por los católicos es la Biblia del judaísmo más otros siete libros y adiciones (véase la tabla adjunta). Algunos de los libros adicionales fueron escritos en su versión primitiva en griego, al igual que el Nuevo Testamento. Por su parte, la traducción protestante del Antiguo Testamento se limita a los 39 libros de la Biblia judía. Los demás libros y adiciones son denominados apócrifos por los protestantes, y libros deuterocanónicos por los católicos. El término Biblia llegó al latín del griego biblia o 'libros', forma diminutiva de byblos, el término para 'papiro' o 'papel' que se exportaba desde el antiguo puerto fenicio de Biblos. En la edad media, los libros de la Biblia eran considerados como una entidad unificada.

CORÁN

(en árabe, al-Qur'an), texto sagrado del islam. El nombre en árabe indica algo 'leído' o 'recitado'. Esta palabra puede ser una forma arabizada de origen sirio. Se aplica al libro que contiene lo que para los musulmanes fueron una serie de revelaciones de Alá (Dios) a Mahoma durante su estancia en La Meca (Makka) y Medina (al-Madinah) durante las primeras décadas del siglo VII.

CHILAM BALAM,

libro sagrado maya (Yucatán, México), del que hay diferentes versiones; la más importante es del poblado de Chumayel; el manuscrito (siglo XVI) se encontró en el XIX, quizá procedente de antiguos códices y tradición oral. Los sacerdotes (chimales) trasmitían las profecías divinas, tendidos de espaldas; Balam significa jaguar o brujo y es nombre de familia. De contenido religioso, destacan fragmentos relativos a mitos cosmogónicos; otros son rituales, los katunes, fórmulas simbólicas de iniciación; textos calendáricos e históricos sobre los principales grupos de Yucatán y la devastación causada por la conquista española. El manuscrito ha sido examinado por diversos eruditos y fotografiado; luego fue robado, destino frecuente de estos documentos. Existen varias traducciones al español y otras lenguas, entre otras destacan las de Mediz Bolio al español, Peret y Le Clézio al francés, Roys al inglés.

DIVINA COMEDIA:

La obra maestra de Dante, la Divina Comedia, la debió comenzar alrededor de 1307 y la concluyó poco antes de su muerte. Se trata de una narración alegórica en verso, de una gran precisión y fuerza dramática, en la q ue se describe el imaginario viaje del poeta a través del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso. Está dividida en tres grandes secciones, que reciben su título de estas tres etapas del recorrido. En cada uno de estos tres mundos Dante se va encontrando con personajes mitológicos, históricos o contemporáneos suyos, que simbolizan cada uno un defecto o virtud, ya sea en el terreno de la política como en el de la religión. Así, los castigos o las recompensas que reciben por sus obras ilustran un esquema universal de valores morales. Durante su periplo a través del Infierno y el Purgatorio, el guía del poeta es Virgilio, alabado por Dante como el representante máximo de la razón. Beatriz, a quien Dante consideró siempre tanto la manifestación como el instrumento de la voluntad divina, le guía a través del Paraíso. Cada una de las secciones incluye 33 cantos, excepto la primera, que incluye uno más y sirve como introducción. Este extenso poema está escrito en terza rima, una estructura en que la rima se distribuye así: ABA BCB CDC… etc. La intención de Dante al componer este poema era llegar al mayor número posible de lectores, y por ello lo escribió en italiano, y no en latín. Lo tituló Commedia porque tiene un final feliz, en el Paraíso, al que llega al final de su viaje. El poeta puede por fin contemplar a Dios y siente cómo su propia voluntad se funde con la divina. Este adjetivo, divina, no apareció en el título hasta la edición de 1555, llevada a cabo por Ludovico Dolce. La obra, que constituye un catálogo del pensamiento político, científico y filosófico de su tiempo, puede interpretarse en cuatro niveles: el literal, el alegórico, el moral y el místico. Ciertamente, es una impresionante dramatización de toda la teología cristiana medieval, pero, más allá de esta consideración, el viaje imaginario de Dante puede ser interpretado como una alegoría de la purificación del alma, y de la consecución de la paz bajo la guía de la razón y el amor.

ENOC, LIBRO DE,

colección de escritos, la obra más larga incluida en los pseudoepígrafos. El libro se atribuye como un seudónimo del patriarca hebreo Enoc. Se lo denomina también Enoc Etíope, ya que los textos se han conservado en su integridad sólo en etíope, un idioma arcaico semita hablado en Etiopía. El libro es un conjunto de diversas secciones escritas por varios autores en distintos momentos de los siglos II y I a.C. Los especialistas han llegado a la conclusión de que la obra original fue escrita en hebreo o en arameo. Poco después se tradujo al griego. Se cree que la traslación al etíope se realizó a partir del griego, en torno al 500 d.C. Partes del Enoc Etíope sobreviven en griego, latín y arameo, en este último caso en los manuscritos descubiertos en Qumrán, Jordania. El libro consta de siete secciones. La primera (capítulos 1 al 5) presenta el tema de fondo del libro, el inminente juicio de Dios. La segunda (capítulos 6 al 36) cuenta las desventuras de la horda de ángeles caídos y de los recorridos de Enoc por los lugares del castigo y de la recompensa finales. La tercera sección (capítulos 37 al 71) predice la llegada del Mesías, quien juzgará a todos, seres angélicos y humanos. Describe a su vez el paradisíaco futuro reino de Dios. La cuarta sección (capítulos 72 al 82) incluye revelaciones acerca de las criaturas celestiales, como por ejemplo los enfrentamientos que se producirán entre ellas cuando se acerquen los últimos días del mal. La quinta sección (capítulos 83 al 90) contiene las visiones de Enoc de un diluvio enviado para castigar al mundo por su perversidad y la posterior instauración del reino mesiánico. La sexta sección (capítulos 91 al 105) consuela a los justos, les insta a mantenerse así, y condena a los injustos prediciendo su final. En esta sección Enoc divide la totalidad de la historia humana en 10 semanas de diferente duración (que simbolizan otras tantas épocas), cada una caracterizada por personajes o acontecimientos especiales; por ejemplo, la cuarta semana la protagoniza Moisés; la séptima trata de una degeneración universal. En la décima y última semana el antiguo cielo será reemplazado por uno nuevo y eterno. En la última sección (capítulos 106 y 107), la culminante, vuelve a hablarse del diluvio, de la posterior repetición de la era de la depravación y de los castigos y premios que llegarán cuando el Mesías instaure su reino. Los primeros cristianos tenían en gran estima el Libro de Enoc, pero a excepción de sus poco frecuentes referencias al mismo, poco se sabía acerca de la obra hasta que a finales del siglo XVIII se descubrieron en el noreste de África tres manuscritos íntegros en etíope. Los especialistas modernos lo consideran importante porque muchos de sus conceptos e incluso su terminología, son muy similares a conceptos escatológicos posteriores y a libros y pasajes apocalípticos del Nuevo Testamento.

LA ENEIDA:

Virgilio dedicó los últimos once años de su vida a componer la Eneida, una epopeya mitológica en doce libros que relata las peripecias del héroe Eneas durante siete años, desde la caída de Troya hasta su victoria militar en Italia. En esta obra, Virgilio se propone describir su Roma ideal y, en cierto modo, prefigurar los acontecimientos de la historia romana. Eneas huye de Troya con su anciano padre, Anquises, sobre sus hombros y su hijo Ascanio de la mano. Consigue reunir una flota y zarpa con los supervivientes troyanos rumbo a Tracia, Creta, Epiro y Sicilia, antes de ser abordado en las costas de África. Allí, Dido, reina de Cartago, se enamora de Eneas y se suicida tras su partida. Tras atracar en la desembocadura del río Tíber, en Italia, Eneas da muerte a Turno, rey de los rútulos, en una lucha por conseguir la mano de Lavinia, princesa del Lacio. Según Virgilio, el pueblo romano desciende directamente de Ascanio, fundador de Alba Longa, la ciudad que más tarde se convertiría en Roma. El estilo de la Eneida y su tratamiento están inspirados en las antiguas epopeyas griegas, la Iliada y la Odisea de Homero. Virgilio también se inspiró en parte en el poema épico Argonáutica, escrito por el poeta griego del siglo III a.C. Apolonio de Rodas, así como en los Anales del poeta romano Quinto Ennio, que fue el primero en introducir el hexámetro dactílico en la poesía épica latina (Véase Versificación). Virgilio introdujo en la Eneida la musicalidad y la precisión técnica de su métrica de un modo tan sutil que su verso se ha considerado desde entonces como un modelo de perfección literaria. La Eneida está considerada generalmente como la primera gran epopeya literaria, puesto que la Iliada posee una gran riqueza artística pero contiene un gran número de recursos ya usados en la poesía oral anterior. La Eneida, a diferencia de la Iliada, no es una parte heredada de la conciencia nacional, sino más bien un intento deliberado de glorificar a Roma, por encargo de Augusto, cantando el supuesto origen troyano de sus gentes y, en especial, los logros e ideales de Roma bajo su nuevo emperador. Los elementos históricos y augustos son especialmente notorios entre los libros 5-8, la parte central del poema. La Eneida puede considerarse una obra universal, por su estructura ambiciosa, su belleza estilística y su preocupación por las tribulaciones del individuo. La Eneida fue una obra muy apreciada en su época. Durante la edad media se encontró en ella un sentido filosófico, y Virgilio fue considerado casi un vidente y un mago. Dante realiza un homenaje a Virgilio en la primera parte de la Divina Comedia, convirtiéndole en guía del poeta a través del Infierno y del Purgatorio, hasta llegar a las puertas del Paraiso. Pero fue la devoción de Petrarca por el estilo virgiliano, lo que convirtió a Virgilio en una referencia constante en el humanismo en el renacimiento.

LA ILIADA:

Las dos epopeyas narran hechos legendarios que supuestamente ocurrieron muchos siglos antes de la época en que fueron escritas. La Iliada se sitúa en el último año de la guerra de Troya, que constituye el telón de fondo de su trama. Narra la historia de la cólera del héroe griego Aquiles. Insultado por su comandante en jefe, Agamenón, el joven guerrero Aquiles se retira de la batalla, abandonando a su suerte a sus compatriotas griegos, que sufren terribles derrotas a manos de los troyanos. Aquiles rechaza todos los intentos de reconciliación por parte de los griegos, aunque finalmente cede en cierto modo al permitir a su compañero Patroclo ponerse a la cabeza de sus tropas. Patroclo muere en el combate, y Aquiles, presa de furia y rencor, dirige su odio hacia los troyanos, a cuyo líder, Héctor (hijo del rey Príamo), derrota en combate singular. El poema concluye cuando Aquiles entrega el cadáver de Héctor a Príamo, para que éste lo entierre, reconociendo así cierta afinidad con el rey troyano, puesto que ambos deben enfrentarse a la tragedia de la muerte y el luto.

LA ODISEA:

La Odisea narra el regreso del héroe griego Odiseo (Ulises en la tradición latina) de la guerra de Troya. En las escenas iniciales se relata el desorden en que ha quedado sumida la casa de Odiseo tras su larga ausencia. Un grupo de pretendientes de su esposa Penélope está acabando con sus propiedades. A continuación, la historia se centra en el propio héroe. El relato abarca sus diez años de viajes, en el curso de los cuales se enfrenta a diversos peligros, como el cíclope devorador de hombres, Polifemo, y a amenazas tan sutiles como la que representa la diosa Calipso, que le promete la inmortalidad si renuncia a volver a casa. La segunda mitad del poema comienza con la llegada de Odiseo a su isla natal, Ítaca. Aquí, haciendo gala de una sangre fría y una paciencia infinitas, pone a prueba la lealtad de sus sirvientes, trama y lleva a efecto una sangrienta venganza contra los pretendientes de Penélope, y se reúne de nuevo con su hijo, su esposa y su anciano padre.

LAS EDDAS:

Entre los más significativos ejemplos de la primitiva literatura islandesa se encuentran las Eddas y la poesía escáldica. El término Edda tiene un origen incierto, pues podría derivar de la palabra edda (gran abuela), procedente de la antigua lengua nórdica o, lo que parece más probable, referirse a Oddi, una importante sede cultural del sur de la isla, en la que residieron Saemund Sigfússon, un cultivado clérigo que, al parecer, fue el recopilador de una de las Eddas, y Snorri Sturluson, que escribió la otra. Es también posible que derive del término nórdico antiguo óthr (poesía). En todo caso, la palabra se utiliza para designar dos conocidísimas colecciones de literatura islandesa. La Edda poética o Edda mayor (siglos IX-XII) se le atribuye a Saemund el Sabio y es un conjunto de más de 30 poemas que versan sobre dioses germánicos y nórdicos y de héroes, en especial de Sigurd, la versión islandesa del Sigfrido germánico que aparece en el Cantar de los nibelungos. Algunos de estos poemas pudieron haber sido escritos fuera de Islandia, pero, con más probabilidad, fueron escritos en la isla durante el siglo XII. La segunda es Edda prosaica o Edda menor (siglo XIII) es obra de Snorri Sturluson y contiene cuentos relacionados con la mitología escandinava, por lo cual constituye una fuente de primer orden para llevar a cabo estudios sobre ella. Otras secciones de la Edda prosaica resultan interesantes guías a la hora de conocer la métrica y la dicción poéticas. La poesía escáldica, compuesta entre los siglos IX y XIII, se escribió para honrar a nobles, alabar el amor y satirizar o conmemorar acontecimientos de la época. Sus versos no son tan libres como los de las Eddas, sino que poseen una estructura estrictamente silábica y se caracterizan por el uso de complejas perífrasis que, en algunas ocasiones, crean bellas metáforas pero que, en otras, dan a la poesía escáldica un aspecto enredado, casi de acertijo.

LAS SAGAS:

Islandia es famosa por sus sagas medievales, escritas entre los siglos XII y XIV. Las sagas son cuentos que tratan de reyes noruegos o de héroes legendarios, hombres o mujeres, de Islandia y Escandinavia. Escritas en prosa, generalmente por autores desconocidos, se supone que eran recitadas por juglares antes de transcribirse por escrito, a pesar de que no han llegado hasta nosotros estos manuscritos, sino sus revisiones o ampliaciones posteriores al siglo XIII. En la Islandia medieval se escribieron cientos de sagas, que se pueden dividir en tres grupos: las sagas de reyes, como el Heimskringla de Snorri Sturluson, que relata las gestas de los dominadores noruegos desde los tiempos legendarios hasta 1177, y las sagas Knýtlinga, centradas en los reyes daneses, desde Gorm el viejo hasta Canuto IV; en segundo lugar, las sagas legendarias, básicamente romances caballerescos y fantasías (llamadas a veces "falsas sagas") de fluctuante valor literario y, por último, las sagas de islandeses, en su mayoría novelizaciones de hechos más o menos reales, ocurridos en Islandia durante la denominada "era de las sagas" (900-1150). A esta última categoría pertenecen obras de tan alto valor literario como la saga de Egill, que narra la vida del poeta guerrero Egill Skallagrimsson, la saga de la gente de Laxdale, una historia centrada en un triángulo amoroso, la saga de Gisli, la tragedia de un héroe fuera de la ley, y la saga Njal, considerada por lo general como el punto culminante de la literatura islandesa, una rica y compleja revisión de numerosos conflictos humanos y sociales. La saga como forma literaria fue utilizada en el siglo XIII para escribir textos de historia que giraban alrededor de destacados personajes de la época, las que se conocen con el nombre de la saga Sturlunga y narran las encarnizadas luchas por el poder que desmembraron la antigua comunidad islandesa. La mejor de las sagas de este conjunto, Saga Íslendica, fue escrita por Sturla Thórdarson, sobrino de Snorri Sturluson. Entre las demás obras históricas de la literatura islandesa se encuentran el Libro de los islandeses, de Ari Thorgilsson y el Libro de la colonización, compuesta en parte también por Ari Thorgilsson.

LIBRO DE LOS MUERTOS,

nombre dado en general a una amplia colección de textos funerarios de varias épocas y que contienen fórmulas mágicas, himnos y oraciones que, según los antiguos egipcios, guiaban y protegían el alma (Ka) durante su viaje a la región de los muertos (Amenti). Para ellos, el conocimiento de estos textos permitía al alma protegerse de los demonios que intentaban impedirle su progresión y pasar las pruebas establecidas por 42 jueces en la antesala de Osiris, dios de los muertos. En estos textos también se indica que la felicidad en el más allá dependía de la vida que hubiera llevado el difunto en este mundo. Los primeros textos religiosos conocidos, de carácter funerario, se encontraron en jeroglíficos esculpidos en los muros interiores de las pirámides de los faraones de la V y VI Dinastías del Imperio Antiguo, a los que se conoce como Textos de las Pirámides. Un famoso ejemplo se encuentra en la pirámide de Unas (que reinó entre los años 2428-2407 a.C.), último faraón de la V Dinastía. Durante el primer Periodo Intermedio y en el Imperio Medio algunos individuos tenían estos textos pintados en sus ataúdes, de ahí que también se conocieran como Textos de los Ataúdes. Hacia la XVIII Dinastía los textos empezaron a escribirse en papiros que se colocaban en los sarcófagos. Estos papiros solían medir entre 15 y 30 m y tenían ilustraciones en color. Esta completa colección de textos mortuorios ha superado tres revisiones o recensiones críticas: la Recensión Heliopolitana, editada por los sacerdotes de Heliópolis, con textos empleados entre la V y la XII Dinastías; la Recensión de Tebas, de textos utilizados entre la XVIII y la XXII Dinastías, y la Recensión Saite, de textos utilizados desde la XXVI Dinastía, hacia el 600 a.C., hasta el final de la época Tolomaica, en el 31 a.C. El título El Libro de los muertos induce a confusión, ya que los textos no forman un trabajo único que siga una continuidad, ni pertenecen a un solo periodo. Los egiptólogos a menudo citan esta obra para referirse a las dos últimas recensiones. Algunas de sus partes han sido traducidas con diferentes títulos.

LIBROS HERMÉTICOS,

recopilación de tratados y diálogos metafísicos que datan desde mediados del siglo I a.C. al siglo IV d.C., y se supone son las revelaciones de Thot, el dios egipcio de la sabiduría. La mayor parte están escritos en griego y en latín, y tratan de alquimia, astrología y magia negra, exponiendo creencias e ideas que predominaron durante la primera época del Imperio Romano. Los 17 tratados del Corpus Hermeticum hablan de cuestiones teológicas y filosóficas, siendo su tema central la regeneración y deificación de la humanidad a través del conocimiento del único Dios trascendente. Aunque el origen de la recopilación es egipcio, su orientación filosófica es griega (platónica).

MAHABHARATA

(en sánscrito, Gran Bharata), el más extenso poema épico de la literatura india antigua; el segundo es el Ramayana. Aunque ambos son básicamente obras profanas, se recitan de manera ritual y confieren supuestamente méritos religiosos a quienes los escuchan. El tema central del Mahabharata es la lucha entre dos ramas de una misma familia noble, los panduidas y los kuruidas, por la posesión de un reino del norte de la India, el Kurukshetra. El fragmento más importante del poema es el Bhagavad-Gita, un diálogo entre Krishna, la octava encarnación del dios Visnú, y el héroe panduida Arjuna, en el que reflexionan sobre el sentido de la vida. Este pasaje ha influido en los devotos del hinduismo durante siglos. El Mahabharata se escribió alrededor del año 300 a.C. y fue objeto de numerosas variaciones en torno al año 300 d.C. Está dividido en 18 libros que contienen en total unos 200.000 versos con breves pasajes en prosa intercalados. El Harivansha, uno de los últimos apéndices del poema, trata ampliamente de la vida y la genealogía de Krishna.

MAR MUERTO, MANUSCRITOS DEL,

colección de manuscritos en hebreo y arameo, que fueron descubiertos a partir de 1947 en una serie de cuevas de Jordania, en el extremo noroccidental del Mar Muerto, en la región de Qirbet Qumran. Los manuscritos, escritos en su origen sobre cuero o papiro, suman más de 600 en distintos estados de conservación. Han sido atribuidos a los miembros de una congregación judía desconocida. Los manuscritos incluyen manuales de disciplina, libros de himnos, comentarios bíblicos y textos apocalípticos; dos de las copias más antiguas conocidas del Libro de Isaías casi intactas y fragmentos de todos los libros del Antiguo Testamento, a excepción del de Ester. Entre estos fragmentos se encuentra una fantástica paráfrasis del Libro del Génesis. Asimismo se descubrieron textos, en sus idiomas originales, de varios libros de los apócrifos, deuterocanónicos y pseudoepígrafos. Estos textos, ninguno de los cuales fue incluido en el canon hebreo de la Biblia, son Tobías, Eclesiástico, Jubileos, partes de Enoc y el Testamento de Leví, conocido hasta entonces sólo en sus antiguas versiones griega, siríaca, latina y etíope.

PISTIS SOPHIA:

Fe y Sabiduría; “Nosotros, los Gnósticos, tenemos también una Biblia muy especial. Quiero referirme, en forma enfática, al PISTIS SOPHÍA, cuyo original está en copto Se le halló en el subsuelo de Egipto, la tierra de los Faraones. La Pistis Sophía contiene todas las palabras del Adorable Salvador del mundo; fue escrita por los Apóstoles, vertiendo en él, en tal libro, todas las instrucciones esotéricas crísticas que él dio a sus discípulos en el Monte de los Olivos, y en otros lugares santos. Ese libro se había venido conservando en secreto, durante muchos siglos... El Adorable dejó un cuerpo de doctrina extraordinario, formidable. A ese que está aquí adentro, a mi Real Ser Interior profundo, le ha tocado comentar cada párrafo de la doctrina del Nazareno, develar cada párrafo, explicarlo correctamente. Estamos, en estos precisos instantes, en dicho trabajo. El año entrante podremos entregar a la humanidad la Pistis Sophía develada y explicada: el cuerpo de doctrina del Adorable Salvador del mundo, el Cristo Jesús. Incuestionablemente, la humanidad va a quedar sorprendida. La doctrina del Nazareno es formidable, es Sabiduría Oculta, en el sentido más trascendental de la palabra, y ustedes, todos, van a recibir la Pistis Sophía.” SAW. Pistis Sophia, (fe y sabiduría) se divide en 148 capítulos (91 develado) y en cuatro libros: El primero y el cuarto no llevan ninguna inscripción el segundo es encabezado por el titulo de: SEGUNDO LIBRO DE PISTIS SOPHIA, además lleva una nota que dice: Parte de los volúmenes del Salvador, este mismo se repite al final del libro tercero que aparece sin encabezamiento. Según parece casi todos los escritos son de diferentes épocas y el cuarto el más antiguo. Los textos primitivos están en Copto y fue encontrada en Egipto, sólo se tiene el manuscrito SAHIDICO, que es una traducción del Copto (Primitivo texto), el Griego original no ha podido encontrarse. Fue publicada en Latín en 1851 por SHWARZE y PETERMANN. Con un código de la ciudad de Londres llamado ASQUENIANO, y cuya antigüedad se remonta al siglo III su nombre en latín es OPUS GNOSTICUM VALENTINO ADJUDICATUM EST.

POPOL VUH,

texto maya del siglo XVI (Quiché, Guatemala) vertido al español por el fraile dominicano Francisco Jiménez (comienzos siglo XVIII); Carl Scherzer lo tradujo al alemán (Viena, 1857). Hoy se conoce por la traducción al francés (París, 1861) del abate Brasseur de Bourbourg, quien lo llevó a Europa como parte de su colección americana; ahora se encuentra en la Biblioteca Newberry de Chicago. El erudito Adrián Recinos comparó y corrigió las versiones para elaborar una nueva traducción (1946), fruto de una ardua investigación y profundo conocimiento de la lengua original. Recinos explica: "El documento… contiene las ideas cosmogónicas y las tradiciones de este pueblo, la historia de sus orígenes y la cronología de sus reyes, hasta el año 1550".

RAMAYANA

(en sánscrito, 'Historia de Rama'), la menor de las dos grandes epopeyas en sánscrito de la India antigua; la mayor es el Mahabharata. Destaca por la riqueza de sus descripciones y su lenguaje poético, y consta de siete libros y unos 24.000 dísticos, traducidos a numerosas lenguas. Comenzó a escribirse probablemente durante el siglo III a.C. y es posible que el principio y el final se añadieran posteriormente. El Ramayana narra el nacimiento y la educación de Rama, príncipe y séptima encarnación del dios Visnú, y sus peripecias hasta conseguir la mano de Sita, con la que al final contrae matrimonio. Tras ser desplazado por uno de sus hermanos como legítimo heredero del trono de su padre, el rey Bharata, Rama parte al exilio en compañía de su mujer y de su otro hermano, Kakshmana. Sita es raptada por el rey demonio Ravana, que la lleva a su isla Lanka (Sri Lanka). Con la ayuda del rey mono Hanuman y un ejército de monos y osos, Rama consigue, tras una larga lucha, derrotar a Ravana y rescatar a Sita. Después recupera su trono y gobierna con sabiduría. En la posible addenda posterior, Sita es acusada de haber cometido adulterio durante su cautividad. Exiliada, a pesar de su inocencia, da a luz dos hijos gemelos de Rama, y recibe la protección del eremita Valmiki, supuesto autor del poema. Al cabo de muchos años Rama y Sita se reúnen de nuevo. Aunque el Ramayana es esencialmente una obra profana, incorpora gran parte del material contenido en los libros sagrados védicos (véase Veda). Rama, Sita, Lakshmana y Hanuman son muy venerados como encarnación ideal del heroísmo principesco, la devoción conyugal y fraternal y la lealtad. La recitación del Ramayana se considera un acto religioso, y en toda la India y el sureste asiático se escenifican fragmentos de esta gran epopeya. Conocido principalmente a través de traducciones y recensiones (la versión más famosa es la realizada por el poeta hindú del siglo XVI Tulsi Das), el Ramayana ejerció una enorme influencia en toda la literatura india posterior.

SUTRA

(del sánscrito "unión de conceptos"), texto religioso o especulativo del hinduismo o del budismo. Este término fue originado en la filosofía hindú primitiva, que era sobre todo de carácter oral y, por ello, requería fórmulas aforísticas concisas para la enseñanza y la argumentación. Se utilizaron en la mayoría de las escuelas filosóficas hindúes, siendo tal vez los más reputados los sutras del gramático Panini (siglo VI a.C.) sobre la gramática sánscrita, que constituye el análisis gramatical premoderno más completo de todas las lenguas. En el budismo el término ha sido utilizado para calificar ciertas exposiciones doctrinales, a menudo bastante más largas que los sutras hindúes, muchos de los cuales reproducen las exposiciones de Buda. En un principio también eran orales. La primera colección canónica de los primitivos sutras budistas está contenida en el Tripitaka. En el budismo mahayana este término también se aplica a discursos doctrinales atribuidos en su mayoría al Buda histórico, a pesar de que fueron compilados varios siglos después de su muerte. La literatura sutra budista, en especial la mahayana, es bastante voluminosa: la edición Taisho más extendida de textos budistas chinos, publicada en Japón (1924-1928), contiene 1.962 trabajos traducidos de lenguas hindúes y del Asia central, que suman un total de más de 32.000 páginas.

VAJRACCHEDIKA SUTRA

(del sánscrito, 'Sutra del cortador de diamante'), importante sutra del budismo mahayana, conocido también como sutra del diamante o de la joya. Este sutra es quizá el más conocido de la famosa colección de sutras Prajnaparamita ('Perfección de la sabiduría') y resume sus doctrinas primigenias. Escrito en sánscrito, el sutra del diamante se compuso en torno al siglo II d.C. y se tradujo al chino hacia el año 400 d.C. Se halla estructurado en forma de diálogo entre Buda y un discípulo ante una asamblea de monjes y bodhisattvas, y trata sobre la doctrina prajnaparamita característica del sunyata, la irrealidad de todos los fenómenos. Todos los objetos, percepciones y pensamientos están presentados como ilusiones efímeras comparables a la espuma, el rocío, las nubes o el relámpago. El sutra insta a la separación de estas cosas por medio de la transcendencia de las categorías de percepción, presentando cada caso a través de imágenes y paradojas en vez de hacerlo con argumentos para demostrar este proceso.

TALMUD

(en hebreo tardío, 'instrucción'), cuerpo de ley civil y religiosa judía, que incluye comentarios sobre la Torá o Pentateuco. El Talmud consta de un código de leyes, denominado Mishná, y de un comentario sobre la Mishná, llamado Guemará. El material del Talmud relativo a las decisiones de los sabios acerca de las cuestiones legales en disputa se conoce como Halaká; las leyendas, anécdotas y refranes del Talmud que se utilizan para ilustrar la ley tradicional se denominan Haggadá. Existen dos compilaciones del Talmud: el Talmud palestino, a veces llamado Talmud de Jerusalén, y el Talmud babilonio. Ambas compilaciones contienen la misma Mishná, pero cada una tiene su propia Guemará. El contenido del Talmud palestino fue escrito por eruditos palestinos entre el siglo III y comienzos del siglo V a.C.; el del Talmud babilonio, por eruditos que lo escribieron entre el siglo III y comienzos del siglo VI a.C. El Talmud babilonio se convirtió en el predominante porque las academias rabínicas de Babilonia sobrevivieron a las de Palestina durante varios siglos. El propio Talmud, las obras de la erudición talmúdica y los comentarios referidos a él, constituyen las mayores aportaciones a la literatura rabínica en la historia del judaísmo. Una de las obras más importantes es el Mishné Torá (Repetición de la Torá, hacia el 1180), escrito por el rabino, filósofo y médico español Maimónides; se trata de un resumen de toda la literatura legal rabínica que existía a la sazón. Los comentarios más conocidos son los realizados sobre el Talmud babilonio por el rabino francés Rashi, y por una serie de estudiosos conocidos como tosafistas, que vivieron en Francia y en Alemania entre los siglos XII y XIV, y entre los que se contaban algunos de los nietos de Rashi. El Talmud babilonio y el Talmud palestino fueron impresos por primera vez en Venecia en 1520-1522 y en 1523, respectivamente, por el impresor Daniel Bomberg. En una traducción al latín, el Thesaurus Antiquitatum Sacrarum (1744-1769), de Blasio Ugolino (historiador y anticuario italiano del siglo XVIII) pueden encontrarse 20 tratados del Talmud de Palestina.

TANTRA

(en sánscrito, 'red' o 'secreto'), un conjunto de textos y rituales religiosos esotéricos budistas e hindúes. Los tantras hindúes se escribieron después de los puranas en el periodo medieval, y están organizados en forma de diálogo entre el dios Siva y su consorte Parvati, donde le explica la filosofía y los mitos subyacentes en el ritual tántrico. Este ritual implica cambios completos en las prácticas sociales hindúes (por ejemplo, en lo referente a actos sexuales incestuosos) y cambios en el proceso fisiológico normal (por ejemplo, la eyaculación del semen fuera de la mujer para quedar en el cuerpo del hombre). También cambia la ortodoxia hindú "cinco productos de la vaca" o panchagavya (leche, mantequilla, requesón, orina y heces) utilizados para la purificación; en los tantra estos se convierten en la serie de las "cinco emes": maithuna ('intercambio'), matsya ('pescado'), mansa ('carne'), mudra ('grano tostado') y mada ('vino'). Los seguidores tántricos aprenden de un gurú cómo liberar su energía psicosexual —el poder de la serpiente enroscada (Kundalani), que se ubica en la base de la columna vertebral— a través de sucesivos puntos focales (chakras), hasta que alcanza el chakra más elevado, en la parte superior del cráneo, y experimentan en su interior la unión del dios y de la diosa. Este proceso (sadhana) comienza con una visualización sistemática de la deidad, miembro a miembro, que se materializa a través de la utilización de diagramas visuales (yantras) y de conjuros mágicos (mantras). El budismo tántrico es un aspecto del tercer estado del budismo, el vehículo del rayo o vehículo del diamante (Vajrayana), que se independizó del budismo Mahayana; se perfeccionó en el Tíbet, e influyó y se vio influido a su vez por el tantra hindú, sobre todo en Assam y Bengala. Hubo sectas tántricas en Nepal y China, aunque en la actualidad sobreviven en el norte de la India.

TAO TE-KING

(o Daodejing, Libro de la Vía y de la Virtud), el gran tratado filosófico chino, cuando abandonó China para irse a vivir a un lugar desconocido de Occidente. Con mucho, el Tao Te-King es la obra literaria más traducida del chino y tuvo una enorme influencia en el pensamiento y la cultura orientales. Este libro, que cuenta con tan sólo 10.000 caracteres, fue redactado hacia el año 300 a.C. y parece ser una antología que recoge antiguas enseñanzas, aunque la densidad de su estilo sugiere que es obra de un único autor. La mayor parte del libro está compuesta por rimas y puede ser leído como un largo poema filosófico. Enseña que “el camino” (dao) del mundo se realiza con mayor aprovechamiento abandonando las categorías y los valores en favor de la percepción espontánea. El sabio busca “no hacer nada” (wu wei) y deja que las cosas sigan su curso natural; así, como estaba destinado a un monarca, al rey que pretenda ser inteligente y apto se le recomienda que mantenga a su pueblo en la sencillez y la pasividad para que así pueda amoldarse a la naturaleza, auténtica meta del hombre.

TORÁ

(en hebreo torah, 'ley' o 'doctrina'), en el judaísmo, el Pentateuco, en particular cuando se presenta en forma de rollo de pergamino y se lee en la sinagoga. La Torá escrita, que consta de los cinco libros de Moisés (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio) son la piedra fundamental de la religión y de la ley judías. Los rollos son considerados lo más sagrado y amado por los piadosos; cada sinagoga guarda varios rollos, cada uno de los cuales puede estar cubierto por una rica tela y decorado con ornamentos de plata. Una fiesta especial en honor de la Torá, llamada Simjat Torá (hebreo, 'regocijo en la Ley') se celebra en las sinagogas con cánticos, marchas y bailes con los rollos. El término Torá también puede incluir las compilaciones y comentarios de la ley oral contenidos en el Talmud y en la Mishná, y en ocasiones se amplía para hacer referencia al Midrás y a otros comentarios de la ley.

VEDA

(en sánscrito, 'conocimiento'), denominación que recibe el conjunto de los escritos sagrados más antiguos del hinduismo, así como cada uno de los libros que lo componen. Este conjunto de escritos literarios antiguos consta ante todo de cuatro colecciones de himnos, partes poéticas separadas y fórmulas ceremoniales. Las colecciones se conocen como Rig-Veda, Sama-Veda, Yajur-Veda y Atharva-Veda. También se les llama las samhitas (que significa 'colección').

ZOHAR: CÁBALA

(en hebreo, 'tradición recibida'), en sentido genérico, misticismo judío en todas sus variantes; en su sentido específico designa dos escuelas cabalísticas: la escuela alemana, centrada en la oración y meditación, y la hispana, que derivó hacia la especulación y la teosofía esotérica que cristalizó en el siglo XIII en la península Ibérica y Provenza alrededor del Sefer ha-zohar (Libro del Esplendor), conocida como el Zohar, y de donde derivan todos los movimientos religiosos posteriores en el judaísmo. La forma más antigua conocida del misticismo judío data de los primeros siglos y es una variante del misticismo helenístico astral de la era cristiana, en el cual el adepto, a través de la meditación y la utilización de fórmulas mágicas, viajaba en éxtasis, a través y por encima de las siete esferas astrales. En la versión judía, el adepto busca una versión extática del trono de Dios, el carro (merkava) conducido por Ezequiel (Ez.,1).

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Leyes Herméticas: Cualidades Primitivas y los 4 Elementos


Dr. Spicasc

Vier Elemente, innig gesellt
bilden das Leben, bauen die Welt
(Cuatro elementos, íntimamente asociados representan la vida, construyen al Mundo) Friedrich von Schiller




Primero escucha que de todas las cosas cuatro son las raíces
Fuego, Agua, Tierra y la altura inmensa del Aire .
Todas las cosas de tales raíces surgieron
Las que serán, las que son y las que fueron.
Empédocles ( “Poema”, comienzo)


1- INTRODUCCIÓN

El presente articulo presenta una elaboración y clarificación personal de nociones tradicionales, reuniendo mucho material disperso e incorporando nuevos puntos de vista y analogías que confío resultarán de interés y utilidad tanto al astrólogo avezado como al principiante. Proporciona además una somera introducción a las Leyes Herméticas, tema fundamental para todo astrólogo preocupado por conocer la razón de los hechos y las raíces de nuestra disciplina. Persigo aquí ante todo una utilidad didáctica dado que no es fácil hallar una exposición completa y satisfactoria de los temas tratados. Un serio mal de nuestra época es, en nuestro ámbito, la “astrología light ”, la que carece de toda seriedad. Tal cosa solo acarrea desprestigio para la verdadera Astrología a la que es menester defender. Este artículo persigue precisamente ese propósito.

Aclaremos que solo rescataremos nociones de los antiguos en la medida en que sean parte de la auténtica Tradición Universal (en el sentido de René Guénon), libres de elementos espurios, las que se revelan correctas en sí mismas y en sus conclusiones. Nada de cuanto aquí se afirma debe ser considerado como dogma sino como afirmaciones que cada uno es libre de examinar, aceptar o rechazar. Los dogmas de todo tipo resultan absolutamente negativos a la corta y a la larga pues conducen a la cesación del pensar individual y al fanatismo: tales cosas no deben por cierto ser favorecidas en modo alguno. Pero recordemos que lo mismo se aplica a nuestra disciplina cuando repetimos sin discernimiento y mecánicamente recetas, técnicas y aforismos prefabricados absolutamente falsos...


2- LEY DEL TERNARIO Y LEY DE CORRESPONDENCIA Y ANALOGÍA

Comencemos exponiendo brevemente un tema que resultará de importancia en los desarrollos posteriores. Nos referimos a las Leyes Herméticas, algunas de las cuales expondremos sucintamente remitiendo a la bibliografía indicada para las restantes. Las doctrinas herméticas forman parte esencial de la Tradición Universal o Primordial también denominada Philosophia Peremnis. Esta última encierra el saber espiritual transmitido desde tiempos inmemoriales en las más diversas escuelas iniciáticas de todos los países y todos los tiempos. Este saber es esencialmente único en su contenido esencial, si bien reviste formas exteriores distintas al haberse adecuado a las cambiantes situaciones acordes al tiempo, lugar, costumbre y circunstancia. Para más detalles, que no podemos consignar aquí por razones de espacio, remitimos a las obras de René Guénon, las que son guía segura y confiable en este campo para la mayor parte de los asuntos que abarca.

Desde luego los lectores de mentalidad racionalista- y en particular los científicos- consideraran este retorno al hermetismo cosa anacrónica e impropia del conocimiento de estos tiempos. Sin embargo los que así piensan olvidan que carecemos en realidad de una posición filosófica “moderna” que provea una explicación siquiera de lejos tan completa de los hechos astrológicos. Es a los disconformes a quienes toca no criticar sino ofrecer algo mejor, Pero es más: adoptando el punto de vista científico es fácil ver que muchas conquistas de la Física Clásica y Moderna aparecen como simples casos particulares o aplicaciones de las Leyes Herméticas. De esto me ocupo en un extenso trabajo que espero poder publicar en un futuro no remoto.

Existe un Principio Hermético que se halla en la base misma de todo desarrollo astrologico. No olvidemos que esta es la primera de las tres Ciencias Herméticas, siendo las otras dos la Alquimia y la Teurgia. Este Principio al que nos referimos y al que se designa a menudo como Principio de la Naturaleza Mental del Todo, es de muy gran alcance y no corresponde desarrollarlo aquí. Lo que si debemos subrayar como caso particular o consecuencia de importancia para lo que sigue es la Ley del Ternario (o de la Tríada), la que afirma:
Cada forma expresa una fuerza y entraña una idea,
cada fuerza responde a una idea y genera una forma,
cada idea despierta una fuerza y forja una forma.

En algunos textos se prefiere con razón hablar de “mediador plástico” en lugar de fuerza (lo que es más correcto) pero la idea implícita es, desde luego, exactamente la misma. Cuanto existe se origina en una idea y surge como forma a través de lo que la expresa, materializa y concreta, es decir un imprescindible e insoslayable mediador plástico que construye o genera a la forma física expresada. Para dar un ejemplo simple, una máquina existe primero como idea en la mente de su inventor. Luego se concretará por medio del esfuerzo de ese inventor y, eventualmente, el de otros técnicos que realizarán proyectos, planos, prototipos y ensayos. Esta será la etapa del mediador plástico. El resultado final será la máquina en sí, la que será la forma expresada o material.

Así como hemos elegido una máquina como ejemplo, podríamos haber escogido un libro o una casa o tantas otras cosas. El proceso que debe atravesar una idea para llegar a ser forma material expresada es siempre el mismo.
Si aceptamos ahora otro tradicional Principio Esotérico que afirma que LO VISIBLE Y MATERIAL ES IMAGEN Y REPRESENTACIÓN DE LO INVISIBLE Y METAFÍSICO, fácil será llegar a la conclusión de que cuanto existe en este mundo y en el Cosmos entero preexiste como idea en la Mente de Dios. Este segundo Principio es, en realidad, una consecuencia lógica de postular la Armonía Universal y Total, empleando una expresión clásica. Esta Armonía nos expresa la concordancia y analogía de formas que existe entre todos los planos de existencia y todos los estados del Ser.
Pero, precisamente por aplicación del Principio mencionado, llegamos a la conclusión de que cada ente o forma manifestada o material y visible es SÍMBOLO y representación de su contraparte INVISIBLE o inmanifestada. El mundo pasa así a ser, como señalara con lucidez Salustio, un OBJETO SIMBÓLICO. Y es menester además coincidir con Jules le Bêle en cuanto que CADA OBJETO MANIFESTADO ES UN SIGNO NATURAL Y SENSIBLE DE UNA VERDAD EN EL ORDEN METAFÍSICO. Es un Principio fundamental del Esoterismo Tradicional que, a partir de esto, debemos elevarnos en el Conocimiento pasando (por medio de una suerte de inducción trascendental) de lo visible a lo invisible pues esto se posibilita precisamente por la Ley de Analogía y Correspondencia que es, en suma, la expresión de esa ARMONÍA UNIVERSAL Y TOTAL de la que después nos ocuparemos. Y el estudio de los símbolos es la vía natural e insoslayable para lograrlo, especialmente en Astrología. Eugen Drewermann señala al respecto, en forma muy acorde a la Tradición Hermética, que la Ley de Correspondencia y Analogía ha de entenderse como un hilo conductor de la investigación para la comprensión de un mundo de representaciones y semejanzas en los diferentes planos y estados del Ser.
Avanzando un paso más, destaquemos que en el ser humano hallamos esta misma trilogía: espíritu, alma y cuerpo físico. Estos tres se corresponden con las tres componentes ya mencionadas idea, mediador plástico y forma material o física. Pero, precisamente por ser lo visible imagen y representación de lo invisible, el analizar este modelo del ser humano nos lleva directamente a conclusiones sobre el Ser o Causa Primera que llamamos Dios. De esto resulta la máxima que se leía en el frontispicio del templo de Delfos: “Conócete a ti mismo”. Esta sabia sentencia se continuaba en el sancta-santorum de dicho templo donde se encontraba escrito “...y conocerás a Dios”. En realidad este asunto es muchísimo más complejo y profundo pues de la conexión interna (de esencia metafísica y trascendental) entre Dios y el ser humano resulta por analogía la necesaria unión y corrrespondencia entre el Macrocosmos y el Microcosmos. De hecho la Divinidad se halla presente en cada ser viviente y es en nosotros mismos donde debemos buscarla. Esto, desde luego, es parte fundamental de la Enseñanza Tradicional y no debe ser considerado como un dogma sino como expresión de las vivencias de múltiples seres elevados de todos los tiempos y de los más diversos lugares.

Esta Ley Hermética de Correspondencia y Analogía constituye la base y esencia de la totalidad de nuestra disciplina astrológica. Como se ha dicho antes y es necesario reiterar, aquí está implícito otro Principio Hermético inseparable del anterior: la Armonía Universal y Total del Todo manifestado e inmanifestado, que es lo que asegura el nexo de correspondencias y analogías en que se funda todo el quehacer astrológico.
Otro Principio Hermético fundamental es EL TODO EN EL TODO de los antiguos. Este Principio nos dice que el Todo está presente y se refleja en todo y así, como consecuencia, todas las cosas se reflejan en todas las cosas. La ciencia moderna comienza a reconocer lentamente este hecho. El célebre teorema de Bell (que dio por tierra con la concepción einsteniana de una realidad física consistente en elementos independientes no interactivos separados espacialmente, cosa que resulta incompatible con las leyes de la mecánica cuántica) pone en evidencia que el universo está fundamentalmente interconectado, que es interdependiente e inseparable. Como señala Fritjof Capra (en su muy interesante obra “El Tao de la Física”) este logro científico concuerda exactamente con la afirmación del sabio budista Nagarjuna quien afirmaba hace cientos de años “Las cosas derivan su ser y su naturaleza de su dependencia mutua y en sí mismas no son nada”. Es innecesario subrayar la importancia que tiene este hallazgo de Bell para la perspectiva hermético-astrológica (que todo astrólogo sigue, lo quiera o no, lo sepa o no). Este resultado ratifica cuan certero es lo afirmado por la Tradición Primordial en relación al TODO EN EL TODO. En una obra reciente (“Giordano Bruno oder der Spiegel des Unendlichen”) Eugen Drewermann ha expresado al respecto de este Principio Hermético ideas dignas de análisis para un astrólogo y que por ello citamos: “Si existe un Dios que quiere manifestarse, comunicarse y revelarse en su creación no puede hacerlo con leyes puramente mecánicas. Tendrá entonces que impulsar al mundo desde dentro y no desde fuera; tendrá entonces que poner una partícula de sí en cada átomo. Y así cada cosa particular, cada animal, cada ser humano tendrá en sí una copia del todo aunque de una manera que solo le corresponde a él de manera muy especial. Y esa imagen peculiar del conjunto ha de capacitarle para moverse como corresponde en la marcha del todo”. Pasa así a ser “la forma expresada que viviendo se desarrolla”(Goethe).

Vemos que la concepción hermética del Todo en el Todo conduce en forma natural e inmediata a la concepción hindú del Sutra-Atma o sea la Divinidad presente e inmanente en cada átomo del Cosmos. Nada podría ajustarse más a la Tradición Primordial en el sentido que le daba a esta expresión René Guénon. Pero Drewermann tiene más aciertos cuando afirma: “Si el universo se asemeja realmente a un organismo animado, se impone la hipótesis de que en lo más pequeño está contenido el Todo. Pero cada parte es una imágen del conjunto, en tanto que configurada por este y en tanto que contribuye a la configuración total... Por sobre todo aparece bien claro que la idea de una pura interacción mecánica, incluso solo dentro del mundo material, representa una increíble reducción de la realidad”. Muy adecuado es esto como tema de reflexión para quienes pretenden “explicar” la Astrologia con ondas, vibraciones y energías que jamás se detectaron ni midieron... Por otra parte, el hecho de que no se pueda existir en forma independiente y separada del resto nos pone frente a otra concepción hermética tradicional: EL MISTERIO DE LA UNIDAD. El pensar este misterio conduce en forma natural a la Fraternidad Universal. El vivenciarlo constituye una elevadísima experiencia iniciática.
Mencionemos además que dentro de la Astrología, la mas evidente y contundente aplicación que se conozca del Principio hermético del Todo en el Todo es la Astrología Espacial, descubierta por el Dr. Jorge García y quien escribe en 1980.

Pero, además, hay un asunto central que por su importancia debe señalarse especialmente en cuanto al Todo en el Todo y a la Armonía Universal y Total. Ese asunto es nada menos que la trascendencia de lo ético-moral. Si nada ni nadie se halla aislado del resto del Todo cada inarmonía del individuo no solo lo aparta de lo correcto sino que repercute en el Todo quebrando esa Armonía primordial. La inarmonía del individuo consiste no solo en una falla o falta ético-moral sino en un alejamiento o incumplimiento respecto del Dharma. Esta palabra sánscrita (para la que no hay un equivalente castellano) significa más que una regla moral. Dharma es “el conjunto de los medios correctos y eficaces, necesarios y trascendentes para alcanzar el bien y evitar el mal”. Desde luego el Dharma es trascendente por su misma naturaleza y contenido. Esto hace que la moral y la actitud del individuo sean mucho más que “una regla práctica de convivencia social” como pretendía René Guénon. Este autor se equivocaba cuando pretendía que la moral carece de trascendencia no pasando de ser una simple regla de convivencia social.


3- LEY DE POLARIDAD

Otro punto esencial de la doctrina hermética es lo relativo a la Ley de Polaridad, la que es necesario conocer precisamente en relación a los pares de opuestos, su juego e interacción recíprocas y su síntesis (Ver más adelante). Lo aparentemente paradójico aquí es descubrir que dentro de la manifestación todo es dual y tiene su polo opuesto y, lo que es más, los opuestos no difieren esencialmente en naturaleza sino que tan solo son grados diferentes de una misma cosa. Es fácil dar ejemplos a modo de preguntas: donde finaliza el calor y comienza el frío? Donde finaliza la luz y comienza la oscuridad? La misma pregunta sigue siendo válida y pertinente en relación a otros órdenes de la realidad: Donde termina la Bondad y comienza la Maldad? Donde concluye la Belleza y se inicia la Fealdad?

El acertado ejemplo de Sindbad-Weiss referente a una solución coloidal de oro merece ser repetido: al aumentar la concentración de tal solución esta recorre gradualmente todos los colores del espectro. Vale la pena además reflexionar sobre otro ejemplo: si cortamos una barra imantada no obtendremos dos polos separados sino dos barras imantadas distintas, cada una de ellas poseyendo ambos polos . Esto nos dice que los polos o pares de opuestos son inseparables entre sí pues participan de la misma naturaleza.

Del simbolismo taoista todos conocemos que el Yin contiene en germen al Yang y este último contiene en germen al Yin. También es digno de ser meditado el principio de la Medicina Homeopática (de homoios : similar, pathos : sufrimiento o mal). Tal principio afirma aquello de similia similibus curantur : lo semejante se cura con lo semejante. Tras esta afirmación se traslucen tres Principios Herméticos: el de Correspondencia y Analogía, el de Polaridad y el de Ritmo o Ley Cíclica de la Existencia. Resulta así que la oposición es solo aparente y que el paso de un extremo a otro se efectúa en forma continua por grados o estadios intermedios innumerables y no a saltos. Resulta de esta Ley Hermética como corolario que el Bien y el Mal, par de opuestos por excelencia, son solo una cuestión de grados y una creación propia e inevitable de nuestra mente al funcionar nuestra conciencia en este mundo de dualidades. Por ello afirmaba el Maestro Sri Anantram: “El verdadero Mal consiste en moverse entre el Bien y el Mal y distinguir entre ambos. El verdadero Bien es trascender a ambos”. Desde luego esto último alude directamente a la síntesis o reconciliación de los opuestos mediante la trascendencia a través de la elevación de nuestra conciencia y la espiritualización de nuestra vida: el Bien y el Mal juegan un papel solamente mientras nuestra conciencia funciona a nivel del mundo de las dualidades. Véase al respecto nuestro ensayo “René Guénon y el problema del Mal”, publicado en la revista “Hitos”.

Este Principio o Ley de Polaridad en combinación con las otras Leyes Herméticas de Vibración y de Ritmo es parte esencial de la verdadera Astrología Esotérica, la que es por supuesto algo muy distinto de las vulgaridades “light” que circulan por el mundo con ese nombre.
Mayores desarrollos sobre la Doctrina Hermética serían inadecuados en un escrito dedicado a otros asuntos y nos remitimos a “El Kybalion”. Sin embargo su mención breve es necesaria para replantear de nuevo el hecho innegable de que la Astrología es Doctrina Espiritual y Esotérica por excelencia. Negarlo es mutilar y prostituir a nuestra disciplina. Otra referencia útil y fácilmente obtenible (aún cuando de mucho menor nivel y envergadura) es “La Doctrina Secreta de los Rosacruces” de Magus Incognito.

A partir de estas premisas se torna inmediato descubrir la naturaleza y sentido de la Astrología. De todo esto nos hemos ocupado largamente en nuestro artículo “Correspondencia analógica y sincronicidad: el caso de la Astrología” (MEDIUM COELI No. 9). En el presente artículo nuestra preocupación es otra. Se trata de poner en claro la naturaleza de las CUALIDADES PRIMITIVAS y de los CUATRO ELEMENTOS. Estas nociones son básicas y fundamentales para la comprensión de los hechos astrológicos. Por desgracia las exposiciones disponibles de estos asuntos dejan que desear por una u otra causa. Esto justifica plenamente a nuestro juicio tratar de llenar un vacio tan importante de manera tan clara, completa y directa como sea posible.


4- LAS CUALIDADES PRIMITIVAS O ELEMENTALES

Una referencia útil sobre este punto desde una perspectiva puramente práctica es la obra de Boris Pâque “Traité d’ Astrologie Médicale” pero, precisamente por querer el autor ser práctico a toda costa, omite los fundamentos y la exposición se torna así dogmática. La obra de Sindbad (Friedrich Schwickert) -Weiss “Die Bausteine der Astrologie” es bien conocida en nuestro medio por la versión castellana que publicara el Dr. Adolf Weiss, omitiendo mencionar al autor principal Sindbad. En cuanto a las obras de Papus (Dr. Gérard Encausse), una de las cuales fuera traducida del frances al alemán precisamente por el Dr. Weiss, bueno será evitarlas pues su punto de vista mágico y su superficialidad poco hacen por poner en claro estos temas. Lo antes dicho justifica el esfuerzo de intentar una breve exposición que pueda resultar útil a lectores estudiosos. A otros autores “modernos” solo los mencionaremos para criticarlos pues en sus obras hallamos una serie de divagaciones inadecuadas para los cultores de la Astrología seria...

En relación a las CUALIDADES PRIMITIVAS O ELEMENTALES conviene anteponer las consideraciones que siguen. El mundo antiguo carecía totalmente de la ciencia y tecnología actuales y, por ende de su vocabulario propio. Solo eran conocidos los procesos naturales más simples y el vocabulario filosófico a menudo se adueñaba de los nombres de estos hechos físico-materiales para designar, por analogía, a sucesos y fenómenos de naturaleza tanto espiritual-religiosa como anímico-psicológica y orgánico-fisiológica.

Mucha de esta terminología sobrevive en nuestro lenguaje actual. Así es que nos referimos usualmente a una persona o bien a una recepción cálida, a un temperamento frío, a un intelecto o argumento sólido, a una exposición seca o bien árida, a un amor ardiente, a un individuo pegajoso, a los términos elásticos de un contrato, a adhesiones a ideas o causas, a fluidez de expresión o discurso, a una persona frígida, a una mirada helada, a una sonrisa radiante, a rigidez de principios o de personalidad, a una respuesta tajante o quemante, a tensión en una relación, a la movilidad social, a la difusión de información, a la ventilación de secretos, a gente trepadora. Desde luego estos ejemplos podrían multiplicarse y en todos ellos se observaría que un hecho físico es empleado para describir analógicamente un proceso o fenómeno de orden muy diferente. Como veremos luego en detalle este otro orden al que hemos aludido puede comprender a lo mental, anímico-psicológico, orgánico-fisiológico, etc.

Nada de lo que se afirma en los dichos y ejemplos anteriores es literalmente exacto pero es expresivo y representativo. Estas correspondencias simbólico-analógicas son la llave misma de la auténtica Astrología: el razonamiento astrológico es intrínsecamente analógico por la naturaleza misma de la disciplina. Pero, desde luego, sería grave disparate confundir la analogía con la realidad y pensar todos los casos anteriores en términos de procesos puramente físicos. Alan Watts decía con razón que la analogía es como un alimento que debe ser llevado hasta su justo punto de cocción y luego comido. No se puede ni se debe ir más lejos. Además, toda consideración astrológica es, por excelencia, simbolista. Sin símbolos no hay Astrología posible y es más: todo diagnóstico o pronóstico astrológico surgen como decodificación de un lenguaje cifrado de carácter simbólico , el que abarca por cierto todos los órdenes y aspectos de la existencia.

Es por esto, reiteremos, que la Astrología no puede ser causal (en el sentido de la Física) sino exclusivamente analógico-simbólica. Pero lo interesante y esencial está en la Idea tras la idea: si un aspecto, posición o dirección astrológica suscita en nuestra mente un correspondiente significado analógico-simbólico es porque tras ese símbolo hay una Mente que así ha dispuesto el ordenamiento e interrelación del Cosmos. Vale la pena reflexionar sobre esto pues aquí reside el orden implicado que se manifiesta en la Astrología.

Queremos efectuar aquí una disgresión y mencionar algunos términos astrológicos que aparecen encubiertos mucho o poco en nuestro lenguaje cotidiano. Así hablamos analógicamente de carácter jovial (de Jove, Júpiter) para referirnos a una persona alegre, de estar en la Luna (sinónimo astrológico de distracción y dispersión especialmente cuando se combina con Mercurio), de carácter marcial (de Marte) para aludir a lo varonil y enérgico, de enfermedades venéreas (de Veneris, Venus), de saturnismo para referirnos a la enfermedad causada por el plomo (metal tradicionalmente ligado por correspondencia astrológica a Saturno). También es frecuente aquello de ser el Sol para alguien (Sol: dador de vida). Incluso es usual que los médicos se refieran a los homosexuales con las palabras “uranista” o “invertido” (es sabido que Urano se relaciona muy directamente con tales casos y tambien con todo tipo de inversiones. Curiosamente es el único planeta del sistema solar que gira en torno a su propio eje en sentido contrario a todos los restantes). Los lunáticos son quienes padecen enfermedades mentales (vinculadas en todos los tiempos a determinadas configuraciones y fases lunares). Y no omitamos por supuesto hermetismo (de Hermes-Toth-Mercurio) como sinónimo de secreto o reserva. Incluso cabe aquí el humor como sucede con el dicho de antaño “Por una noche con Venus todo un año con Mercurio”.

Como otro ejemplo muy curioso de resonancias esotéricas en el lenguaje corriente actual mencionemos el siguiente. Muy pocos médicos podrían hoy explicar porque el hueso sacro ( de sacrum : sagrado) recibe semejante nombre pues el lugar de la anatomía en que se encuentra poco tiene en apariencia de sagrado. Pero los médicos de la antigüedad eran iniciados y sabían que ese hueso se encuentra en la proximidad del chakra Muladhara donde de acuerdo a la Tradicion Esotérica se transmuta la energía sexual en energía espiritual (Kundalini).

Sería muy simplista por cierto pensar que cuanto habrá de ocuparnos hoy se reduce a modalidades idiomáticas y juegos de palabras. No es así ni por asomo y la doctrina a exponer permitirá un gran enriquecimiento de conocimientos y posibilidades de comprensión y profundización en el campo astrológico. Pero, previo a tales desarrollos, resulta imprescindible ponernos de acuerdo en cuanto al significado real del vocabulario a emplear y al alcance de este último.


5- ANÁLISIS DE LAS CUALIDADES PRIMITIVAS O ELEMENTALES

Expondremos a continuación los grupos de palabras claves correspondientes a las cuatro cualidades primitivas o elementales. En este primer cuadro nos referimos al plano físico-material (elemental). Hemos seguido en esto a J. Hièroz: ”L’Astrologie selon Morin de Villefranche” con adaptaciones y agregados necesarios. Dos obras muy útiles y siempre recomendables son las de H. Selva “Traité Théorique et Pratique d’ Astrologie Généthliaque” y “La Théorie des Déterminations Astrologiques de Morin de Villefranche. También nos ha sido útil en esto la obra de Sindbad-Weiss, previa corrección de algunas “exageraciones retóricas” y que sigue muy de cerca a Selva en estos puntos.

Lo obvio en lo siguiente es, de acuerdo a lo ya expuesto, no concebir a las cuatro Cualidades Primitivas o Elementales en términos físico-materiales sino como símbolos que sugieren analógicamente las características, propiedades y fenómenos que se indican en asociación con ellas: son, ni más ni menos, modos de existir. Para favorecer esto y evitar las confusiones hemos preferido denominarlas en forma ligeramente distinta a lo habitual, empleando CÁLIDO en lugar de Caliente y FRÍGIDO en lugar de Frío. Esto es lógico dado que, en rigor, corresponde usar adjetivos calificativos y no substantivos para designar a las cuatro Cualidades Primitivas. Además resulta muy conveniente escribir sus nombres con mayúscula siguiendo a Selva para evitar confusiones con el significado físico-material usual de tales palabras.

En este punto resulta conveniente seguir a H. Selva (pero dejando nosotros de lado sus divagaciones sobre la “energía” astral: su obra data de 1900 cuando la naturaleza de los hechos astrológicos era aún muy mal comprendida por la mayoría. Desgraciadamente esto sigue siendo verdad hoy...). Para este autor la manifestación del Primer Principio o Causa Primera se realiza en forma cuadripolar, siendo precisamente las Cualidades Primitivas ya mencionadas los polos en cuestión. En rigor, de acuerdo a la Doctrina Hermética, la manifestación es siempre bipolar como el mismo Selva reconoce luego implícitamente. Dos son pues los polos de manifestación, el Principio Masculino-Activo-Positivo (que designaremos con +) y el Principio Femenino--Negativo-Pasivo (que indicamos con - ). Resultan así por combinación e interacción de ambos las cuatro Cualidades Primitivas que simbólicamente se indican como sigue

CÁLIDO + + HÚMEDO - - FRÍGIDO + - SECO - +
anteponiendo en cada caso el signo prevaleciente en esa cualidad primitiva.
Los cuadros que siguen son suficientemente claros y extensos como para sugerir con toda claridad las nociones y palabras-clave asociadas a cada una de las Cualidades Primitivas o Elementales.

CÁLIDO: Calor, expansión, dinamismo, impulso, acción, motricidad, dilatación, expansión centrífuga, difusión, penetración, impulso. De esto resulta calentamiento, combustión, expansión, dispersión, fusión y homogeneización.
En el plano orgánico-fisiológico: se traduce como animación y estimulación, manifestación de la energía vital en todas sus formas. Calor orgánico. Activación de las funciones orgánicas hasta llegar a lo febril e inflamatorio, vigorización.
En el plano anímico-psicológico: es lo vital, la actividad, voluntad, valor, decisión, apasionamiento, expansión, acción, empuje, energía, vuelo, vivacidad, fe en si mismo, actitud emprendedora, entusiasmo, excitación, estimulación, ambición impulsiva. Emotivo: el corazón y los impulsos se imponen al intelecto. Actitud activa de persuasión y captación de voluntades. Desarrollo de la naturaleza instintiva e intuitiva. Emotivo-centrífugo. Influencia activa sobre los demás por el propio yo. Egocentrismo. Optimismo, entusiasmo, alegría y ardor vitales. Formas acusadas, plenas, de contacto cálido, resaltantes, tez coloreada. Musculatura.

HÚMEDO: Humectación, fluidez, elasticidad-plasticidad, inestabilidad, relajación, disgregación, receptividad, pasividad. De esto resulta licuación, molificación (acción emoliente o de ablandamiento), suavizamiento, ductilidad, acción temperante, aligerante y refrescante, aflojamiento, dilución. El “Humidum radicale”de los antiguos. En el plano orgánico-fisiológico: activación de los líquidos orgánicos. Partícipe necesario de CÁLIDO en la generación. Aflojamiento, ablandamiento, relajamiento, atonía vital, linfatismo.
En el plano anímico-psicológico: es por excelencia lo femenino-pasivo. Lo hipersensible, receptivo e impresionable. Blando, plástico, flexibilidad y movilidad imaginativas de gran riqueza, soñador, divagador. Reacción interna a estímulos externos, impresionable y sensible, mitigante, moderador, reconciliante. Naturaleza suave de impulsos delicados, soñador, inestable, voluble y caprichoso, tendencia a la sumisión total. Abúlico, inerte, abandónico, haragán crónico. Defensa pasiva, incapaz de agresiones salvo como reacción defensiva. Gran adaptación y asimilación. Débil de carácter, necesita apoyarse en otros. Pasivo, divagación y dispersión, tendencia a la sumisión pasiva, no conflictivo (evita enfrentamientos, cobarde). Desarrollo de la naturaleza sensitiva-receptiva-imaginativa. Emotivo-centrípeto. Tendencia a la unión con los demás por la rendición pasiva, entrega y fusión. Se adapta y asimila buscando apoyo. Bondad ingenua y aceptación de la vida que a menudo provienen de su debilidad: resignación inerte, atonía vital, lasitud, desfallecimiento. Descuido, desaliño, abandono.
Formas redondeadas, contacto suave, blando y húmedo, fibras sueltas, elásticas. Tez clara, blanquecina.

FRÍGIDO: Frigidez (frialdad), fijación, concreción, coagulación, contracción centrípeta, cohesión, adhesión, atonía, inercia, cristalización, solidificación, restricción. De esto resulta enfriamiento, condensación, retracción y conglomeración, solidificación.
En el plano orgánico-fisiológico : disminución o neutralización del calor orgánico, de la vitalidad y vivacidad. Demora de los fenómenos de combustión y debilitamiento del metabolismo. Paralización, atonía orgánica y muscular, inercia, astringencia.
En el plano anímico-psicológico: concentración en todos los órdenes, condensación y defensa (auto-abroquelamiento: movimiento centrípeto reflejo en la propia salvaguardia). Inactividad, resistencia a lo externo e indiferencia. Carácter absorbente y obsesivo, pesadez y lentitud de espíritu, Reflexión y análisis como leitmotiv y manía. Impasibilidad, escepticismo, egoísmo. Desarrollo de la naturaleza reflexiva, meditativa y contemplativa. Ausencia de empatía. Tendencia a la absorción de los demás por el propio yo. Indiferente a lo externo. Lentitud, vacilación que llega al temor o al menos a la prudencia extrema, desaliento, tristeza, pesimismo. El cerebro domina al corazón, introvertido y distante. Se desarrolla y prospera a expensas de los demás: manejador.
Formas magras y enjutas. Contacto frío, tez pálida, marfilina, tinte mate, lívido.

SECO: Desecación, tensión, aridez, retención, rigidez, reacción, irritación, agregación, retracción, crispación. De esto resulta tensión, atezamiento En el plano orgánico-fisiológico: crispación, tensión de las energías orgánicas, irritación orgánica inflamatoria en combinación con CÁLIDO e irritación nerviosa en combinación con FRÍGIDO. Apetito voraz. Condensación y espesamiento de los líquidos orgánicos: trastornos metabólicos y circulatorios por esta causa. Falto de vigor y lozanía. Áspero. En el plano anímico-psicológico: decisión, precisión, rigor, obstinación y vehemencia. Carácter tenso. Posesividad y egoísmo. Vehemencia en la energía que conduce a la exageración. Actitudes incoherentes y cambios repentinos. Desarrollo de la naturaleza motivada internamente hasta el apasionamiento y obsesión y tendencia al dominio de gente y objetos materiales por el propio yo. Reacción, oposición, retención. Afán de dominio y voluntad de poder. A veces exageración. Ataques vehementes. Voluntad, apasionamiento, perseverancia, disciplina rígida y comando. Fundamentalismo absolutista. Intransigencia, maniqueísmo, intolerancia. Formas angulosas y acentuadas. Contacto firme y áspero, fibras tensas, tez grisácea, terroso, oscura, desecada, curtida, tostada.


6- LOS CUATRO ELEMENTOS

Es solo a partir del cuadro anterior (cuyo análisis y reflexión minuciosos recomendamos) es que cabe dar el paso siguiente, definiendo a los Cuatro Elementos. Para ello, sin embargo, debemos hacer algunas consideraciones preliminares que consideramos de gran importancia. Para ello necesitamos referirnos nuevamente a esa obra invalorable que es “EL KYBALION”. Todos los progresos pasados, presentes y futuros de nuestra disciplina se hallan en germen en sus páginas para quien sepa ver. Allí se lee el aforismo hermético “Todo tiene padre y madre en el Universo” (el cual equivale al ex-nihilo nihil o “Nada proviene de la nada” de Lucrecio). Precisamente de esto se tratará aquí al subrayar que en toda generación deben interactuar un principio activo-masculino-positivo y otro que es pasivo-femenino-negativo. El principio masculino es dinámico-activo y el femenino plástico-receptivo, empleando estos términos como siempre en un sentido analógico y no literalmente. El Principio Masculino se designa como CÁLIDO y el femenino como HÚMEDO. Pero en el Cosmos todo Principio activo tiene su contrario y así surgen las dos restantes Cualidades Primitivas: FRÍGIDO (como opuesto a CÁLIDO) y SECO (como opuesto a HÚMEDO). Esto es una consecuencia de la LEY DE POLARIDAD, ya mencionada. Resultan así dos pares de opuestos CÁLIDO-FRÍGIDO y HÚMEDO-SECO. La primera de estas oposiciones es considerada como MASCULINO-ACTIVA en función de su energía predominante y la segunda, HÚMEDO-SECO, como FEMENINO-PASIVA.

Al respecto de lo anterior debe evitarse cuidadosamente caer en un maniqueísmo absurdo, sosteniendo que de un extremo o polo se pasa al opuesto sin gradaciones intermedias. Esto evidentemente no es así (como la experiencia cotidiana demuestra) y para pasar de un extremo al otro nos tropezamos con infinitos matices y variantes intermedias. Por ello será burdo pretender que en determinados individuos se presenten todas las cualidades de un determinado Principio o Elemento tales como aquí se exponen. No hay, lo subrayamos, ejemplares puros. Esto también previene contra el uso de recetas mecánicas de interpretación que solo conducen al error y al ridículo. La vida es incomparablemente más rica y variada que tales aforismos tontos y rígidos.

De los cuatro Principios o Cualidades así resultantes, ninguno se puede manifestar en forma aislada o pura sin mezcla de los otros y lo mismo se puede afirmar sin vacilar de los Cuatro Elementos que trataremos acto seguido.

Las Cualidades Primitivas se combinan entre ellas para formar los CUATRO ELEMENTOS, que es lo que estudiaremos acto seguido. En estas combinaciones ninguna de las cuatro Cualidades Primitivas puede combinarse con su opuesta pues de ello resultaría anulación y/o equilibrio recíprocos. Por lo que solo quedan cuatro combinaciones posibles. Por supuesto, queda bien entendido que la palabra Elemento no tiene aquí por cierto el significado químico usual (como substancia simple) sino que con este vocablo se alude a estados del ser o modos de existir a nivel filosófico, compuestos a partir de las Cualidades Primitivas, y que se traducen y manifiestan en cualidades y actitudes características en distintos ordenes de la existencia (de manera en todo similar a lo que ocurría con las Cualidades Primitivas). De modo que cualquier interpretación literal o meramente física queda por completo excluida: todo sentido es aquí exclusivamente analógico-simbólico. El FUEGO no es aquí fuego ordinario sino un modo de ser. Lo mismo ocurre exactamente con los otros elementos Aire, Agua y Tierra los que no significan en modo alguno un gas, un líquido ni la sustancia sólida que cada día pisamos. Como bien señala Boris Pâque la preocupación esencial de los antiguos hermetistas y alquimistas era la transmutación la que referían a los elementos. Pero en realidad tal transmutación se refería en forma velada a los seres humanos exclusivamente como proceso profundo de cambio interior y elevación espiritual de la existencia. He aquí una clave verdaderamente valiosa para seguir adelante los que puedan hacerlo. La palabra transmutación (como señalaba muy explícitamente el Prof. Reichelt) tiene en esto un significado distinto al de transformación, ya que esta última solo alude a un cambio exterior y superficial que no llega a lo profundo, a la esencia.

Veamos como se generan los Cuatro Elementos (Fuego, Aire, Agua y Tierra) por combinación de las Cualidades Primitivas dos a dos.



ELEMENTOS ACTIVO-MASCULINO-POSITIVOS
CALIDO+SECO®FUEGO (predomina CÁLIDO)

CÁLIDO+HÚMEDO®AIRE (predomina HÚMEDO)

El Elemento FUEGO se genera por la combinación de la predominante Cualidad Cálido con Seco. AIRE surge como combinación de la predominante Cualidad Húmedo con Cálido. En la misma forma se interpretan los dos restantes casos. Según Henri Gouchon (en su “Dictionnaire Astrologique”) la combinación en los Elementos de las Cualidades Primitivas se produce siempre en proporción 5 a 4 pero esta afirmación resulta ciertamente muy discutible. Todo indicaría proporciones que varían no solo para cada elemento sino además en cada caso.

ELEMENTOS PASIVO-FEMENINO-POSITIVOS

FRÍGIDO+HÚMEDO®AGUA (predomina FRÍGIDO)

FRÍGIDO+SECO®TIERRA (predomina SECO)

En el Elemento FUEGO predomina la potencia expansiva, penetrante, activante, iluminante. En el Elemento TIERRA predomina la potencia de coherencia, adhesiva y centrípeta que materializa la solidez.
El hecho que la Cualidad HÚMEDO predomine en el Elemento AIRE y no en el Elemento AGUA nos dice a las claras que aquí también estas denominaciones deben ser entendidas de manera analógica y no literalmente. Las antiguas enseñanzas herméticas precisamente definían lo HÚMEDO como “lo que no posee límites en sí mismo”, lo que se aplica y corresponde mucho más ajustadamente a nuestra noción física de “fluidez” que a nuestra noción de “humedad”. El AIRE es eminentemente fluido y elástico (HÚMEDO) y expansivo (CÁLIDO): corresponde bien y representa a la combinación de esas dos Cualidades Primitivas. El AGUA (como substancia) tiene menor fluidez (o mayor viscosidad) que el aire: así vemos que al elemento AGUA le corresponde como Cualidad Primitiva dominante lo FRÍGIDO. En el Elemento AGUA corresponde destacar la potencia de disolución, de desintegración, de absorción y sobre todo de receptividad de lo que le llega.
A partir de lo anterior podemos construir un nuevo cuadro donde volcaremos las características y palabras claves correspondientes a los cuatro Elementos en relación a los distintos ordenes de la existencia.


FUEGO

Combustión, ignición, febrilidad, ebullición. Dinamización, violencia e intermitencia del movimiento, entrecortado, brusco, impactante, “quemante”, irregular, destrucción, desecación, prisa. Plano anímico-psicológico: Creación-Empuje (Igne natura renovatur integra decían los antiguos en otro contexto). Temperamento colérico (bilioso). Expansión, naturaleza dominante, entusiasmo, celo, dignidad, ambición, , actividad, energía, ardor, seguridad, ambición-empuje, ordenar, organizar, fervor, pasión, coraje, generosidad, prodigalidad, ímpetus y arrebatos, independencia, justicia, franqueza, espontaneidad, fogosidad, ardor, , extremos en devoción (y en fanatismo), auto-confianza notoria, , creer-afirmar-animar-activar. Lo negativo: temeridad a menudo descontrolada. Voluntad de poder y ansia febril de liderazgo: incita a otros. Irascibilidad, agresividad, violencia, exageración, impaciencia crónica, soberbia, parcialidad, precipitación, cólera, absolutismo, intolerancia, temeridad, descontrol, el workholic: hiperactivo en exceso, destructivo, imprevisión, en individuos inferiores la envidia es muy notoria, desconsideración, inconsecuencia, parcialidad, agresividad, combatividad atropello, arrebato, presunción, orgullo, vanidad, susceptibilidad, pasiones ardientes, imperio despótico violencia, impaciencia. Posición filosófico-estética: idealismo (doctrina platónica). Aquí (en contraposición al realismo) predomina la idea-concepto (o representación subjetiva en el espíritu) de la realidad objetiva sobre esta última. El conocimiento es fruto de la experiencia personal y directa: poco permeable para recibir consejos o aprovechar la experiencia ajena. El individuo se desvanece frente al rol que él mismo adopta y que goza representando: poco o nada de tiempo le queda para la imaginación. Sublimación real o pretendida adoptando una causa.

AIRE

Fecundación, maduración, expresión, volatilización, cocción, “ventilación”, movilidad, variación, putrefacción, generación intelectual, nutrición, atracción.
Plano anímico-psicológico: Expresión (de ex-: fuera de). Temperamento sanguíneo. Sociabilidad, filantropía, sutileza, fineza, destreza, ingeniosidad, adaptación. Diplomacia que a menudo llega a la falsedad y el cinismo. Entusiasmo y ardor puramente intelectuales. Armonía, urbanidad, buen gusto, movilidad en deseos, ideas y sentimientos, intuición y juegos con las ideas, rapidez mental, asimilación, espontaneidad, sensualidad refinada. No se involucra demasiado en nada a pesar de ser cooperativo y sociable. Flexibilidad de espíritu y de carácter, impresionabilidad, sensitividad intelectual: altamente perceptivo. Intuición, imaginación, creatividad, “Esprit”, reacciones mentales vivaces, excitabilidad intelectual, sensibilidad artístico-estética, habilidad, magnanimidad: espíritu amplio y liberal, sociabilidad, distracción, “savoir faire”, Disposición para expresarse mediante juegos de fisionomía (expresiones faciales), palabra, escritos, dibujos. Necesidad de transmitir y comunicar. Inclinación a la metáfora, el sobrentendido y el juego con ideas y palabras. Lo negativo: Escapismo mental. Salta de una idea a la otra como el pajarito de rama en rama: es colibrí o gorrión intelectual de acuerdo a su nivel. Frivolidad, superficialidad: “deslumbradores” de poco peso intelectual real, ligereza, su inteligencia y lucidez aparentes a menudo son solo un “bluff”. Frecuentemente dosis pequeñas o grandes de crueldad mental, intrigas y conspiraciones como juego intelectual, insidia. Sentimientos afectivo-amistosos muy superficiales: su principal preocupación es egocéntrica-narcisista, volubilidad en todos los órdenes. Tendencia a la impaciencia intelectual. Capacidad de análisis y juicio limitadas pues no se detiene demasiado en una sola idea o asunto: poco profundo. Donjuanismo en el hombre o coquetería extrema y refinada en la mujer, “divismo” narcisista: querer ser visto y admirado. Tendencias utopistas. Exuberancia verborrágica a veces abrumante e insoportable: charlatán. Inmadurez (poca resistencia a la frustración), infantilismo egoísta.
Posición filosófico-estética: expresionismo, como disposición de un artista o escritor a presentar o alterar la realidad de acuerdo a su elaboración, intuición e imaginación personales. El conocimiento es resultante del intercambio con la gente: interacción mental receptiva con otros. Actitud sociable y comunicativa natural

AGUA

Inestabilidad, acuosidad, desagregación, dispersión, receptividad, ablandamiento, suaviza, enfría y calienta, metabolismo, nutrición.
Plano anímico-psicológico: Impresiones. Temperamento linfático (flemático). Sensibilidad y empatía, calma, emociones fáciles, reposo. Tacto, memoria, tierno sentimentalismo, romanticismo. Altamente imaginativo. Lo negativo: Pasividad, lascividad, indiferencia, abulia, versatilidad, inconstancia, pereza, inestabilidad (naturaleza tornadiza), incapaz de esfuerzos volitivos, “dejarse llevar”, tendencia marcada a la inactividad física, cómodo, somnoliento e incluso letárgico, apatía, indolencia, abulia, incuria, desaliño, inacción, timidez, temores imaginarios, fantasía exacerbada, hipersensibilidad enfermiza. Astenia, falta o decaimiento considerable de energía y de fuerzas. Enemigo de obligaciones y horarios y a veces sensualidad exacerbada y hasta enfermiza. Delirantes, temores fantasiosos, tendencia a persuadirse por razones emotivas y subjetivas que priman sobre las objetivas, ensueños melancólicos, escapismo y dispersión mental emotivo-fantasiosos, sumisión y “dejarse guiar”, inconsciencia e irresponsabilidad, flojedad, molicie, incertidumbre, indiferencia, desinterés por el mundo real. Ambición de prosperidad material como llave de la inacción material: su alegría exige y presupone quietud pasiva y reposo.
Posición filosófico-estética: Impresionismo, centrado en volcar las impresiones recibidas de un modo subjetivo y fantasioso, a menudo divorciado de la realidad. El conocimiento es de naturaleza subjetiva y está centrado en la auto-preservación. La presencia del elemento AGUA es indispensable para que el ser humano sea algo plenamente logrado. De carecer de este Elemento es notoria la ausencia de sentimientos y sensibilidad.

TIERRA

Fijación, cohesión, adhesión, solidez y resistencia, coagulación, estancamiento, cristalización, atonía, contracción, pesantez e inercia, conglomeración, repulsión
Plano anímico-psicológico: Realizaciones, posesividad y sólida objetividad. Temperamento nervioso (melancólico) y tenso. Melancolía, reserva, modestia, prudencia, y objetividad fría, reglas fijas y obstinación, espíritu práctico, sólido, conservador y pragmático, poco o nada flexible, parsimonia, economía, reflexión, ponderación, meditación. concentración, deducción, misantropía en mayor o menor grado: proclividad a refugiarse en la “torre de marfil”. Construcción práctica y concreta, elaboración, juicio, creación elaborada y fatigosa, constancia perseverante, tenacidad, paciencia, abstracción, prudencia, frialdad objetiva. Abstracción del ambiente: concentración mental, reflexión, razón, exactitud, capacidad para examinar, analizar, comparar y juzgar. Disposición para ejecutar y obtener resultados sólidos, tangibles, mensurables y monetizables. Principios del beneficio, de la adquisición, la posesión y la acumulación como normas vitales. Atención observadora y ejecutante, don de observación. Mide y compara juntando datos y hechos. Ansia de acumular conocimientos e informaciones de todo tipo y en todos los niveles y ordenes de la vida. Lo negativo: pereza e inactividad cuando prevalece Frígido. Los afectos dependen más del sentido del deber que de emociones reales y están condicionados por la seguridad material: poca ternura, frialdad sentimental. Rigidez: tiranía consigo mismo y a menudo con los otros. Temperamento económico con tendencia a la avaricia. Su felicidad y seguridad supone y antepone el bienestar material. Predominan a menudo en individuos inferiores el interés material y el afán posesivo sobre el sentido del honor y la ética. Duda, negación, desconfianza, visión rígida de la vida. Obstinación y celo fanáticos y a menudo vengativos. Resentimientos y rencores muy duraderos. Egoísmo (egocéntrico) con tendencia al pesimismo y negatividad. Escepticismo y materialismo.
Posición filosófico-estética: Realismo aristotélico. Todo se basa en los hechos objetivos, en la solidez de argumentos y en las realidades concretas materiales del mundo exterior, no importa cuan feas o repulsivas puedan ser estas. Tendencia al materialismo posesivo. Exclusión sistemática de quimeras, sueños, utopías y fantasías. El conocimiento es resultado de la observación minuciosa, acumulación de datos y el profundo y riguroso análisis crítico-comparativo.


6.1- NOTA SOBRE LO APOLÍNEO Y LO DIONISÍACO

En su conocido libro sobre los Cuatro Elementos, Stephen Arroyo pretende hacer pasar por científicas a muchas afirmaciones incorrectas que fácilmente pueden confundir al lector desprevenido. La exposición de Arroyo es superficial y, aún queriendo aparentar ser moderna, resulta propia de siglos pasados por su apego continuo a nociones tan falsas e insostenibles como la “energía astral”. Sin embargo de su libro queremos analizar un párrafo donde trata al pasar una idea importante que merece más detalle. Marc Edmund Jones sostiene que el aire y el fuego son expresiones “manipulativas y extensionales” de la energía vital mientras que la tierra y el agua son “sustentadoras y extensivas”. Arroyo sugiere erróneamente que ambas calificaciones se ajustan respectivamente a las nociones de lo apolíneo y lo dionisíaco, provenientes de la Grecia clásica (lo de apoloniano y dionisiano corre por cuenta del traductor de Arroyo: aquí los escribimos como siempre se hizo y se debe hacer). Estas nociones son bastante más complejas en realidad. De lo apolíneo subrayaremos la olímpica serenidad, la contemplación, la plástica armonía, el orden claro y luminoso de la sabiduría y de la mesura, el orden racional y el límite justo para todas las cosas. Como subrayó genialmente Friedrich Nietzche (“El nacimiento de la tragedia” sin olvidar sus “Ensayo de autocrítica”y “Ditirambos dionisíacos”) en contraposición a lo apolíneo y formando con este en apariencia un par de opuestos hallamos a lo dionisíaco. Este consiste en impulsos de pasiones turbias y desordenadas, de la afirmación y de la fortaleza vitales y de lo heroico que avanza por sobre todas las penas y dolores, de lo creativo y destructivo propio de la voluntad vital, de contrastes y luchas, de envidias e inhumanidad, de desarmonía y exceso, de exaltación y pesimismo. Sin este lado oscuro o nocturno del alma griega no se podría entender y apreciar plenamente el aspecto luminoso y armónico que el apolíneo representa en su efectiva y plena vitalidad. Lo dionisíaco es muy peligrosamente anti-racional como se puede ver en los ataques de Nietzche a Sócrates (Ver al respecto R. Mondolfo:”El infinito en el pensamiento de la antigüedad clásica”. También resulta útil el "Wõrterbuch der Philosophie" de Eisler y Müller-Freienfels). La síntesis de este par de opuestos es lo que da origen a la tragedia ática. No es casual en todo esto que el mismo Nietzche haya sido el filósofo dionisíaco por excelencia. Carl Gustav Jung ha retomado el asunto en su célebre libro “Tipos psicológicos”. Con Nietzche subraya Jung la correspondencia de este par con el sueño (el ideal) en lo que toca a lo apolíneo y la embriaguez (Rausch: la intoxicación) en lo referente a lo dionisíaco. Pero Jung no cae en la infección dionisíaca y en su obra denuncia a Nietzche muy claramente. Lo anterior pone bien de manifiesto que Arroyo no entendió el tema ni el problema. Para quien escribe resulta que la verdadera correspondencia de este par debe buscarse en las tres gunas (o cualidades) hindúes. Estas son sattwa (espiritualidad, sabiduría, conocimiento, comprensión, percepción de la unidad del Ser en la multiplicidad, armonía, pureza, ritmo, destreza, inegoísmo, ejecución correcta e impersonal de las acciones necesarias, ofrenda) corresponde exactamente a lo apolíneo. Tamas (inercia, pesadez, escepticismo, apego a pequeñeces, corrupción, acciones incorrectas y que ocasionan daño o pérdida a los demás, materialismo, obstinación, falsedad, indolencia, rencor, pesimismo negativo, materialismo y ambición material, obstinación, falsedad )en cambio solo corresponde a una parte de lo dionisíaco. Al respecto de las gunas la mejor referencia es el Srimad Bhagavad Gita (versión Suddha Dharma Mandalam) y el gran libro de Oskar Adler “La Astrología como Ciencia Oculta”. Pero esto abre un gran interrogante que no se plantearon al parecer ninguno de los hasta aquí citados y que surge de la correspondencia de lo apolíneo y de lo dionisíaco con dos de las tres gunas o cualidades: cual es la correspondencia con la tercera guna o sea rajas ?

Rajas corresponde tradicionalmente a la percepción de la multiplicidad como permanente y desigual, la concepción del proceso del mundo como carente de objeto y sentido final, la ejecución de las acciones con codicia egoísta, violencia y apego a sus frutos de la acción, el apasionamiento, la naturaleza cruel y dominada por las dualidades de placer y dolor. Nietzche no se podía plantear este interrogante pues esta guna nada tiene que ver ni con armonía espiritualizada ni con hedonismo embriagante: no juega un rol en el nacimiento de la tragedia sino como motivo de inspiración pero si lo tiene y muy grande en la vida. La respuesta obvia es que, a la luz de las definiciones dadas, habría que desdoblar lo dionisíaco en lo rajásico y en lo tamásico pues tiene componentes de ambas gunas. Adler (loc. cit.) toma la posición correcta en relación a la Astrología al asociar las gunas a las cuadruplicidades de los signos cardinales (rajas), fijos (tamas) y mutables (sattwa).
Por último señalaré que no debe confundirse la dicotomía de Nietzche con la de Oswald Spengler. En su obra capital “La decadencia de Occidente”, Spengler subraya la oposición entre lo apolíneo y lo fáustico. Aquí las palabras tienen diferente significado que en Nietzche: lo apolíneo hace a la perfección puramente corporal y externa mientras que lo fáustico hace a la belleza interior y, en su aspecto sagrado, a la búsqueda de lo infinito, en una palabra al espíritu. Como se ve fácilmente aquí lo apolíneo en su exageración conduce directamente a posiciones antitradicionales que niegan todo lo más bello y elevado en el ser humano. Como ejemplo puede citarse al conocido astrólogo Hans Baumgartner, apolíneo a la Spengler, quien ha terminado predicando “la salvación por el cuerpo”. Para este autor el alma es quimera inexistente: el ser humano ideal pasa así a ser un bello animal con más voluntad de vida y poder que de racionalidad y nada más que eso.


7-CONCLUSIÓN

A partir de lo anterior resulta relativamente simple extraer corolarios del más grande interés para el astrólogo. Solo mencionaremos aquí una aplicación que hace a la naturaleza elemental de los astros y que permite, mediante simples deducciones a partir de lo anterior, hacernos conocer los atributos y naturaleza propios de cada uno de ellos. Para esto necesitamos conocer la constitución elemental de los planetas en cuanto a proporciones de cada Cualidad Primitiva en cada uno de ellos. En esto las cifras varían según los autores. Resulta más conveniente y objetivo mencionar los valores que cada uno consigna para su discusión.
Como detalle curioso mencionaré que Karl Brandler-Pracht, esoterista y astrólogo eminente, fue el maestro del Prof. Carlos Reichelt (maestro a su vez de quien escribe) en Berlín allí por 1919-20. Me he permitido agregar mi propia estimación de algunos valores ya que no siempre he coincidido con los importantes autores citados y, además, se carecía de estimaciones para Plutón.

ASTRO CALIDO FRIGIDO HUMEDO SECO
LUNA 5 6 [5.5 *]
MERCURIO 1.5 1 [1.5 *]
VENUS 0.5 4 [3.5 *]
SOL 5.5 2
MARTE 2.5 3
JUPITER 1.5 [1 *] 1
SATURNO 3.5 3 [1.5 *]
URANO 4 ** 2 ** [0 ***] 2 *** [0 **]
NEPTUNO 3 ** 5 **
PLUTON 3 *** 3 ***

Las cifras sin indicación son atribuidas a Morin por Sindbad-Weiss.
(*) Según Hièroz. (**) Según Brandler-Pracht
(***)Según Dr. Spicasc.

Nota: Señalemos que el orden adoptado para los planetas es el de la cadena cinética, la que es importante en distintos desarrollos que no trataremos aquí.

No obstante los valores consignados en el cuadro es menester resaltar lo que todos saben: cada astro posee cualidades propias (su analogía natural o general) que no puede ser deducida totalmente de su naturaleza elemental (como sería lo ideal) sino que es, desde luego, materia experimental o sea conocimiento que surge de la observación de los hechos.

Es fácil ver que en varios puntos no existe acuerdo entre los autores citados. El tema merece discusión pues clarificar este asunto propende a un objetivo muy deseable como es la sistematización de la Astrología. La cuestión está abierta. A partir de este cuadro y sus variantes puede comenzarse un análisis pormenorizado de la naturaleza esencial y correspondencias de cada astro y de sus indicaciones y analogías generales de acuerdo a su estado cósmico (celeste y terrestre). Esto, tratado de acuerdo a la Teoría de Determinaciones de Jean Baptiste Morin de Villefranche, ha sido y será tema de otras publicaciones de quien escribe. Remitimos a la sección sobre Morin en esta misma página web. Por último, deseo dedicar el presente artículo a todos los estudiosos serios que puedan aprovecharlo plenamente.

La Terapias Regresivas de Apoyo a los Enfermos de Cáncer

En lactualidad una de las enfermedades mas devastadoras que se conocen y con mayor índice de mortalidad en el Planeta; por esta razón no es de extrañar que el solo hecho de mencionar esta palabra nos asuste y nos lleve, en el caso de padecerla, al abatimiento y la desesperanza, pasando desde ese momento a asumir el rol de consumidor pasivo de fármacos, cediendo el control de nuestra enfermedad a otros y entregándonos a la espera del momento final.


Luis Martínez


El cuerpo humano está generando continuamente células cancerosas, pero tenemos un sistema inmunológico adiestrado de manera automática que se encarga, a través de los leucocitos, de buscar y destruir estas células invasoras cuando aparecen. Cuando este Sistema se debilita, el ADN sufre una mutación y estas células dañinas comienzan a reproducirse de manera muy acelerada apoderándose de nuestros órganos, actuando de la misma forma que un ejército invasor que toma primeramente el control de una Región (un órgano concreto de nuestro cuerpo) y si este ejército celular descontrolado no se frena, irrumpirá en el resto de regiones que forman la unidad del País; para ello, estas tropas invasivas celulares viajarán por los vasos sanguíneos o linfáticos adueñándose de otros órganos lejanos al primer foco asaltado, produciéndose la temida metástasis.
Aunque se desconoce con exactitud qué detonantes producen esa mutación del ADN, mediante la observación clínica hemos constatado que una parte importante del problema puede ser de origen psicosomático.

Es frecuente que sean personas que sufren una lucha dual entre su hemisferio derecho que desea expresar emociones profundas desde el interior del Ser y mediante la confrontación con su hemisferio izquierdo, éste logra reprimir y censurar estos sentimientos, marcando otra dirección o pautas de comportamiento social al deseado por el individuo. Este conflicto interno produce un cúmulo de impactos que desconciertan al sistema inmune ocasionando bloqueos persistentes que afectan a esos centinelas constitutivos de nuestra potente inteligencia defensiva, debilidad que acelera el proceso invasivo del tumor.

En los últimos 20 años, la investigación ha dado unos pasos de gigante en el conocimiento del cáncer, pero lo cierto es que a pesar de estos avances, las opciones de las que dispone en la actualidad la Medicina moderna (científica) para luchar contra esta invasión de células malignas son limitadas e inciden en la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, aunque estas dos últimas opciones no son, lamentablemente hoy por hoy, todo lo selectivas que debieran, y resultan agresivas no sólo para el tumor sino también para las células sanas, dando en ocasiones, resultados demasiado debilitantes con desenlaces fatales en determinadas naturalezas. Nuestra responsabilidad, como Sociedad, es buscar todos los medios que estén a nuestro alcance para lograr detener tanto sufrimiento, y tal vez, si aunamos disciplinas terapéuticas donde trabajemos todos unidos y hagamos participe al afectado en la lucha por recuperar su salud, logremos mejorar entre todos la calidad de vida de nuestros pacientes.

La Terapia Regresiva plantea un enfoque holístico para combatir esta enfermedad, y un cambio drástico en las actitudes del enfermo debiendo asumir éste un compromiso total consigo mismo para luchar activamente por su recuperación, entendiendo que la Terapia Regresiva en una Psicoterapia de Apoyo o Complementaria y nunca sustitutiva de la Medicina Convencional (científica), con la que debemos crear equipo para lograr un único objetivo en común: mejorar la calidad de vida de nuestro paciente.
Dado que, según nuestro planteamiento, el problema se origina primero a nivel energético, a través de esas emociones retenidas y después se daña el órgano a nivel físico, la propuesta de trabajo, desde el punto de vista de la Terapia Regresiva, pasa por realizar una recapitulación completa de la vida de nuestro Cliente, haciéndole revivir diferentes episodios que se encontraban guardados en el trasfondo de su inconsciente, para que de esta forma pueda desbloquear la energía estancada en su organismo, detectando y tomando conciencia de aquellas impactos emocionales vividos en algunos momentos, que no fueron entendidos y si reprimidos y como resultado de todo ello, hoy están saliendo a la luz de manera descontrolada y provocándole un daño irreparable. En este sentido, se explican los seis Pasos de la Terapia Regresiva desde como realizar la búsqueda de las raíces enfermizas originales hasta el planteamiento de planes de acción concretos para el futuro del Paciente (según el enfoque de AETRA) y el análisis pormenorizado de cada uno de ellos.

Pero el trabajo con este tipo de enfermos requiere de un Plan de Acción Global. Por este motivo, hay que realizar también una terapia de choque que vaya directamente a atacar el Síntoma para intentar frenar el avance y evolución del Tumor maligno. Para ello, se dan las pautas para trabajar con el Escenario “El Intrabody” e intentar localizar el fallo del Sistema Sanador, además de que el paciente busque las vías apropiadas para estimular a su sistema neuroendocrino para intentar generar sustancias naturales como la interferona o la interleucina, capaces de reforzar el sistema inmunológico y combatir la enfermedad desde dentro de su organismo.