lunes, diciembre 01, 2008

Los Génes y el Alma Humana

En nuestra civilización científica y tecnológica, la Ciencia sale de los laboratorios para insertarse en lo cotidiano. Antes, cuando alguien mostraba una gran pasión por alguna actividad (la música, el baile, etc.) se decía: “... es que lo lleva en la sangre...”; y hoy lo más frecuente es oír: “...es que lo lleva en los genes...”. todo ha de expresarse en términos científicos, o justificarse científicamente para poder ser aceptado. Pero ¿puede la ciencia explicar toda la realidad?

El año 2001 ha sido el año de la publicación del “mapa genético humano”. Las expectativas del descubrimiento son amplísimas: “por fin acabaremos con el cáncer y todas las enfermedades incurables, por fin podremos saber por qué envejecemos y cómo evitarlo... por fin venceremos a la muerte”. Al día siguiente al de la publicación a nivel internacional del genoma humano se nos ofrecían reportajes en el telediario sobre la búsqueda del secreto de la inmortalidad.

Pero, ¿hemos descubierto realmente el “elixir de la eterna juventud” del que tanto hablaban los alquimistas medievales? ¿Nos llevarán los genetistas a la tan soñada victoria sobre la muerte? ¿De qué estamos hablando exactamente cuando decimos “inmortalidad”? ¿Acaso hemos encontrado la tan buscada residencia del alma... en los genes?

Cuando se produce la reproducción, lo que ocurre es la combinación de parte de los genes de la madre con parte de los genes del padre, con lo que se puede afirmar que éstos, al transmitirse de generación en generación, no desaparecen, no “mueren”. De aquí nace esa teoría del “gen egoísta”, que se ha hecho muy popular. Habrán oído en los documentales modernos:
“el león macho que se apropia de las hembras de una manada mata la anterior camada de éstas para que sean sus propios genes los que se perpetúen, y no los del macho dominante anterior...”.
Esta es una afirmación reduccionista y poco científica pues ¿acaso el león conoce que tiene genes?. Pero implica esa idea del gen egoísta: que son sus genes, impulsados a sobrevivir, los que inducen ese comportamiento en los leones.

Esto nos lleva a la pregunta: ¿Son inmortales los genes?
Evidentemente no. Los genes de aquellos individuos que no llegan a reproducirse terminan desapareciendo, e incluso parte de la dotación genética del individuo que se reproduce también se pierde, ya que sólo se combinan con los del sexo contrario la mitad de sus cromosomas. Por eso los hijos son distintos a sus padres.

Del mismo modo que no es el cerebro el que produce los pensamientos, sino el medio a través del cual éstos pueden expresarse y memorizarse, los genes no dan la vida a quien los posee. Son un medio a través del cual se manifiesta la vida, y que permiten transmitirla. Pero los cadáveres no lo son porque les hayan abandonado sus genes. Es más, parece ser que está impresa la misma vejez en ellos: la famosa oveja clónica “Dolly”, partiendo de un embrión, tenía la misma edad que aquella de la que fue clonada.
Es decir: la vejez no es un error en la naturaleza, como podríamos considerar a las mutaciones o a la enfermedad, sino que está impresa en ella. Todos los seres vivos envejecen, se gastan, mueren. Desde el hombre hasta la hormiga, o hasta el árbol, aún habiendo algunos que pueden vivir cientos y hasta mil años.

La perdurabilidad de los genes a través de las generaciones y los efectos sobre los estados de humor de las hormonas, producidas por ellos, pueden hacer pensar a algunos que lo que los “antiguos” llamaban Alma no es otra cosa que los genes, o que ésta reside en ellos.

En las revistas de divulgación nos llegan algunas veces artículos sobre la “base química del amor”, y se establecen estadísticas sobre cuáles son los caracteres femeninos que más excitan a los hombres, o las semejanzas que las mujeres puedan encontrar en los hombres con su padre (complejo de Electra...), etc... El caso es que la excitación sexual es un instinto, que, como en el caso de los animales, puede ser influido por factores de orden puramente biológico y bioquímico, como el efecto de las feromonas. Pero es imposible explicar mediante los mismos mecanismos el enamoramiento, que es un fenómeno psicológico muy complejo en que intervienen emociones y mente conjuntamente, y que no tiene como único objeto a aquellas mujeres que reúnen los mejores atributos para la maternidad ni a aquellos hombres que son los potencialmente mejores cazadores.

Pero además existen otros sentimientos y emociones, que son propios del ser humano, como los sentimientos de culpabilidad, de solidaridad, el amor no a una persona sino a la Humanidad en su conjunto, la devoción, los sentimientos místicos, las emociones artísticas,... ¿Podemos acaso explicar estos fenómenos bajo el prisma de la bioquímica? Aquel que lo pretenda solo estará haciendo elucubraciones, sin más valor que las que pueda hacer el poeta o el místico.

Pues ante la pregunta: ¿son las reacciones químicas las que producen las emociones, o son las emociones las que desatan las reacciones químicas?, tendremos que admitir que, si bien en algunos casos patológicos (depresiones, por ejemplo) la química puede cambiar el estado de ánimo, lo normal es lo contrario, que son las emociones las que dan lugar a todo el proceso de secreción de hormonas. Es decir: no sentimos miedo porque la adrenalina nos suba, sino que, porque sentimos miedo, inducimos a nuestro organismo a secretar adrenalina, la cual activa al cuerpo para que reaccione ante el peligro.

La idea de inmortalidad, frente a la mutabilidad de todo lo que percibimos con los sentidos, ha estado inherente al hombre desde el principio de su existencia. Los primeros restos arqueológicos que avalan esta afirmación son los enterramientos del hombre prehistórico, del cual sólo nos han quedado los restos de su industria lítica (técnica) y los enterramientos (a veces acompañados de adornos o flores). Esto significa que la idea de que la existencia no se acaba con la muerte es universal, y no una idea impuesta por los sacerdotes de determinadas religiones.

Según las antiguas enseñanzas, coexisten en el hombre una serie de principios de distinta naturaleza: podemos hablar de dos: cuerpo y alma; de tres: cuerpo, alma y espíritu, o de siete: cuerpo físico, cuerpo vital, cuerpo emocional, cuerpo mental concreto, mente superior, intuición y voluntad. Cualquiera que sea el autor o la cultura a la que hagamos referencia, todas ellas coinciden en lo mismo: el alma no es física, ni química... es inmaterial. No se puede medir, no se puede pesar, no se puede experimentar. No es asequible al estudio científico. Sin embargo hay un principio en el ser humano que es capaz de entenderla. Siendo de naturaleza “inteligible”, la mente puede conectarse con ella y conocerla. Por eso en todas las culturas, en todos los tiempos, en todas las geografías, siempre se percibió como algo real, a pesar de no poder percibirla con los sentidos del cuerpo.

En Oriente se enseña que es el apego al cuerpo y a las cosas materiales, cambiantes y perecederas, lo que hace que tengamos miedo a la muerte. Y es precisamente ese apego a las cosas cambiantes de la vida sensible lo que nos hace ahora buscar la inmortalidad del cuerpo en los genes y en la genética. Pero, suponiendo que esto pueda llegar a producirse, ¿hasta qué punto esto puede ser una ventaja? ¿Qué implicaciones puede tener este empeño?

First. No sabemos qué clase de efectos secundarios, debidos a las interacciones complejas entre los genes y entre las proteínas sintetizadas por ellos, podría tener una terapia genética contra el envejecimiento sobre el cuerpo -que va desgastándose con el paso de los años, frenando poco a poco la capacidad de reposición de los materiales viejos.
Second. ¿Podrían tener acceso todas las personas a este tratamiento, o serían de nuevo aquellos que pueden pagarlo los privilegiados con la inmortalidad?

Third. ¿Qué valores morales o éticos sobrevivirían en un mundo en el que uno puede comprarse la inmortalidad?
Fourth. Y ¿qué ocurrirá con el planeta si la población se dispara a consecuencia de la disminución e incluso desaparición de la mortalidad? ¿Se acabarían los nacimientos, desapareciendo los niños de la faz de la tierra? ¿Qué clase de novela de ciencia-ficción nos estamos preparando?

Hay una búsqueda de la inmortalidad muy distinta de ésta que proponen los genetistas: la inmortalidad del alma, la cual se alcanzará, como han dicho los maestros y filósofos de todos los tiempos, a través de la virtud, del trabajo interior, del esfuerzo por superar los errores y las debilidades, trocándolos en virtudes. El camino hacia la inmortalidad, que no es sencillo, ha de recorrerse mediante el ejercicio de la Voluntad, con Inteligencia y, sobre todo, con Amor: amor a la Verdad, amor a la Justicia, amor a la Humanidad. Potencias que, hoy por hoy, no se localizan en los genes, sino que son las cualidades del Alma.

Pero no olvidemos que no podemos conocer el alma mediante la ciencia. Hay que sentirla dentro, hay que creer en ella. Si esto no ocurre, de nada sirve que nos pasemos tres días explicando las distintas ideas que a lo largo de la historia han intentado describir al alma, o los razonamientos múltiples que la justifican. En el fondo es una cuestión de convicción interna, íntima. Una realidad que hay que vivir individualmente.

Los Avalorios del Demonio


El propio atanor va acompañado fundamentalmente de vasiajs destilatorias construidas especialmente para que cumplan la funcion especial y esencial de separar o unir en su caso, la materia que ha de subliminarse de la que debe licuarse. El propo-sito de tal tarea es que ambas adquieran la forma mas idonea y especial mision de que la coccion se realice de la manera exacta y oportuna en cada una de las fases de la obra.

Vasijas de este tipo han sido encontradas en en monasterios y conventos, donde fueron utilizadas por los doctos religiosos en las misteriosas operaciones que condu-cian a la obtencion de licores medicinales y el agua de la vida o "Aquae Vitae". La ma-yoria de estos brebajes comenzaron utilizandose como panaceas para las enfermeda-des -como emulos del Elixir- y terminaron convertidos en fuentes artesanales de ingre-sos. Asi se dió origen a licores como los benedictines,chartreuses, mistelas, cervezas y otras variedades locales de alcohol destilado.

El primer alambique del que se habla en antiguos grimorios, es decir las famosas "Vasijas Destilatorias" se dice que fué el ideado e inventado por la conocida y al mismo tiempo misteriosa "Maria La Judia". Este se componia de dos cuerpos y en el principal de ambos se acumulaba la sustancia que habia que destilarse, cuyo producto se con-centraba luego en el segundo.

Existia tambien el llamado Matraz, cuyo nombre procedia del griego "Mytra" que significa matriz. este instrumento o vasija es de forma esferica y se prolonga por un lado por un tubo conico. Servia y sirve para la maduracion lenta del compuesto y al pa-recer fue desarrollado y designado posteriormente por algunos alquimistas con una simple "X", por lo que los adeptos y conocedores lo bautizaron como "La Cruz de San Andres".
Tambien habia la variante del alambique denominada como "Vas Mirabile", un nombre que segun la tradicion, le fué tambien puesto por Maria la Judia a un recipiente que representaba la base misma del "Gran Secreto Alquimico", pues en el actuaba el oro que servia de contraste y el "Esperma" para la realización de la "Obra". De modo que el recipiente se comportaba como un autentico utero generador, donde se iria for-mando en la ultima fase del proceso el producto final, la Piedra o el Elixir en su caso.

Cuando era necesario llevar a cabo una destilacion prolongada, se utilizaba un alambique especial denominado "Pelicano" que servia para una sola operacion y termi-naba generalmente destrozado a fuerza de ser somtido a largos ciclos destilatorios. En antiguos grimorios se cuenta que hasta quinientas veces llegó el alquimista Thomas Charnock a utilizar, repeticion tras repeticion una destilacion con un solo pelicano.
Todo el mundo a oido hablar del "Baño Maria", es decir la operacion de someter cualquier producto a su calentamiento mediante una operacion de calor indirecto. Pues bien el nombre procede de su inventora, Maria la Judia.

El misterioso y arcano proceso alquimico y el recipiente y el agua utilizados vie-nen a representar para los alquimistas la matriz de la que nació Jesus y el liquido am-niotico que lo envolvia. Por eso algunos maestros llamaron "Encarnación del Señor" al momento en que los ingredientes, contenidos en la vasija, entran en fusión y regresan al estado primigenio de la materia.

Tambien estan los crisoles, elementos imprescindibles de todo laboratorio, sea quimico o alquimico. Que vienen a ser unos recipientes construidos en barro, porcelana o terracota, los cuales deben ser resistentes a las mas altas temperaturas, en las cua-les se produciran las fusiones. Se conocen dos tipos de crisoles. De una sola pieza o dobles. Los de una sola pieza son utilizados para colocar la materia y simplemente claentarla y producir la fusion. Y los dobles, en los que la sustancia se pone a fundir sobre el de encima, que tiene el fondo perforado, y al producirse la fusión, el metal li-cuado cae en el segundo recipiente con mayor pureza, por que en el primero han que-dado las escorias o "materias impuras".

Tampoco faltan en el laboratorio los instrumentos de medida, los cuales se utili-zan para establecer los pesos exactos y las proporciones precisas de los productos empleados, asi como la especificacion de las cantidades de temperatura y calor a tener en cuenta en cada caso. Sin embargo dichas medidas son siempre contadas de modo criptico en los "Tratados", de manera que cada alquimista, tendria que calcularlas por su cuenta y riesgo. Y asi vemos cuando leememos en antiguos grimorios o tratados como se habla de : "...que el peso del agua debe ser plural y el de la tierra singular...". Cuando se repasa el Tratado de "Los Aforismos de Basilio Valentin" se puede leer: "... Comenzamos nuestra obra con la conjuncion de los tres principios preparados segun determinada proporcion, que debe ser casi igual a la mitad del espiritu y el alma...".

Tambien se puede deducir que cualquier laboratorio que se preciara de serlo, debia de poseer balanzas y sistemas de medidas, y algun tipo de termometro medidor de temperaturas. Aunque contrasta con eso la afirmacion del misterioso Fulcanelli cuando afirma que: "...Si los pesos del Arte son conocidos del Artista, y rigurosamente determinados por el, en contrapartida, el peso de la Naturaleza es siempre ignorado, incluso por los mas grandes Maestros...".

Ademas de todo lo expuesto, el Alquimista debia almacenar en su laboratorio, o en su defecto en estancias anejas, las sustancias que habrian de servirle a lo largo del procedimiento para operar en las diversas operaciones que efectuara. Obviamente la mas abundante tendria que ser la "Primera Materia", con la que se inicia todo el proce-so y que tendria que ir emplenadose en distintas proporciones para llegar a la fase de putrefaccion y muerte, a partir de la cual daria de nuevo comienzo todo el ciclo vital, hasta la obtencion del resultado "apetecido".

Los 4 Cuadrantes

Un breve ensayo sobre psicología y psiquiatría,
sobre ciegos y un elefante.


por Lic. Alejandro Quiroga


En su libro "Breve historia de todas las cosas", Ken Wilber sostiene que todo fenómeno humano consta de cuatro facetas y no puede ser íntegramente comprendido si no se abordan las cuatro. El fundamento de estas cuatro vertientes de la realidad tiene que ver con los aspectos exterior e interior y sus formas individuales y colectivas.

Los cuatro aspectos que se deberían estudiar para comprender todas las cosas serían entonces:
lo interior-individual, lo exterior-individual, lo interior-colectivo, o exterior-colectivo
Intentemos aproximarnos a esta idea a partir de un ejemplo: supongamos que en estos momentos al lector le surge el pensamiento de buscar en internet información sobre Ken Wilber.

Lo interior-individual: Al tener ese pensamiento, lo que internamente el lector está experimentando es el pensamiento en sí, con los símbolos, significados e imágenes mentales relativas.
Lo exterior-individual: Mientras está vivenciando el pensamiento, están ocurriendo una serie de cambios en su cerebro, como ser, secresión de dopamina, aparición de acetilcolina permitiendo la transmisión del impulso nervioso en el espacio intersináptico, etc. Todos hechos que pueden ser empíricamente observables desde el exterior, utilizando, por supuesto, el equipamiento apropiado.

Lo interior-colectivo: Ahora bien, los pensamientos que circulan por la mente tienen un sustrato cultural. Si el lector habla español (por ende, piensa en español), el pensamiento se realiza a partir de una serie de símbolos y significados que serían muy distintos si el lector hablase otro idioma. Un aborigen del Amazonas sería incapaz de pensar en buscar algo por internet; sus pensamientos tendrían seguramente otros contenidos acordes a su entorno cultural.

Lo exterior-colectivo: A su vez, la cultura, también tiene sus componentes materiales (del mismo modo en que el pensamiento tiene sus correlatos cerebrales). Citando textualmente a Wilber: "estos componentes sociales concretos son las modalidades tecnológicas, las fuerzas de producción (hortícola, agraria, industrial, etc.), las instituciones concretas, los códigos y pautas escritas, las ubicaciones geopolíticas (aldeas, poblados, estados, etc.), etc."

Por cuestiones de espacio vamos a dejar el análisis de lo colectivo para otro artículo, y pondremos el foco en la dualidad interior-exterior. Si bien el cerebro se encuentra en el "interior" de nuestra cabeza, puede ser observado exteriormente por un neurofisiólogo provisto del aparataje necesario. Este médico experto puede llegar a saberlo todo sobre nuestro cerebro conectándonos a un electroencéfalograma y/o sometiéndonos a una tomografía de emisión de positrones, pero no puede conocer en absoluto los contenidos concretos de nuestro pensamiento. Este neurofisiólogo no necesita hablar con nosotros para saber nuestra tasa de neurotransmisores, mas si quisiese conocer los pensamientos que pasan por nuestra mente tendría que preguntarnos, tendría que comunicarse e interpretar lo dialogado.

Wilber afirma que la mente es la apariencia interna de nuestra conciencia mientras que , por otra parte, el cerebro constituye su apariencia externa. El cerebro es localizable físicamente, tiene un peso y unas dimensiones. Tiene, en definitiva, lo que Wilber denomina, una "localización simple".

"Se puede señalar el cerebro, una roca o una ciudad pero no es posible hacer lo mismo con la envidia, el orgullo, la conciencia, el valor, la intención o el deseo. ¿Qué es el deseo? Trate de señalarlo y verá que no puede hacerlo del mismo modo que puede apuntar a una roca porque el deseo es una dimensión interna y carece, por tanto, de localización simple.¡Pero eso no significa que no sea real! Tan sólo significa que carece de localización simple." El deseo, por continuar con el ejemplo de Wilber, no se puede ver, no es perceptible ni siquiera con algún dispositivo tecnológico como un microscopio. No se puede ver pero se puede interpretar. Dice Ken Wilber: "las superficies pueden ser vistas pero las profundidaes deben ser interpretadas".

Justamente, el psicoanálisis creado por Sigmund Freud es una aproximación interpretativa. La genialidad de Freud tiene que ver con esto y, precisamente por eso ha sido y es tan criticado: por no haber utilizado el método empírico-científico. Lo que sucede es que a Freud le preocupaba investigar la dimensión interna. A Freud le interesaban el deseo, los sueños, los actos fallidos. Desde la neurofisiología se puede investigar qué sucede en el cerebro mientras soñamos pero no era eso lo que le interesaba a Freud. A Freud le intrigaban los contenidos subjetivos del sueño, los símbolos y sus significados. Y para abordar esos aspectos no le servía el método científico; él tenía que inventar otro método. Y ese fue el psicoanálisis; práctica que impone la interpretación como medio para acceder a los significados mentales.

Por supuesto que el psicoanálisis no es único sistema terapeutico basado en la interpretación; pero es indudable que Freud fue un pionero en esto de interpretar el significado de los sueños, los actos fallidos, los síntomas, etc.Y, sin lugar a dudas, allanó el camino que luego transitaron la terapia junguiana, la gestalt, el análisis transaccional y otras.
En la psiquiatría, por su parte, el psiquiatra administra una determinada droga para compensar la conducta del paciente. Esto lo hacen mayoritariamente, en el primer encuentro. Es cierto que algunos entablan una mínima conversación con el paciente, pero no se comprometen mayormente en comprender el significado de los síntomas. En periódicas consultas, el psiquiatra irá ajustando la medicación hasta obtener el efecto deseado.
Siguiendo con Wilber: "Para quienes sustentan ese punto de vista, la depresión no tiene que ver con la ausencia de valores o con la pérdida del sentido de la vida sino con una baja concentración de serotonina. (...) El Prozac podrá, hasta cierto punto, compensar el desequilibrio de serotonina -lo cual resulta muy adecuado y, en ocasiones, sumamente beneficioso-, pero el hecho es que eso no me ayudará lo más mínimo a comprender mi sufrimiento interior, a interpretarlo."

Las aparentes discordias entre psiquiatras y psicoanalistas o psicólogos en general, se originan entonces al enfocar la atención en distintas caras del mismo fenómeno. El psiquiatra estudia el funcionamiento del cerebro (exterior-individual) y desatiende, incluso hasta negando su existencia, el mundo interior de los símbolos y significados. El psicólogo, por su parte, se centra en el funcionamiento de la mente (interior-individual) sin negar obviamente la existencia de la neurofisiología del cerebro pero no enfocando en ella.

Esta situación me recuerda al famoso cuento de los ciegos y el elefante, en el que un maharajá mandó reunir a todos los ciegos del pueblo, pidió que los pusieran ante un elefante y les pidió que tratasen de identificar qué era. Unos dijeron, tras tocar la cabeza: "Un elefante se parece a un cacharro"; los que tocaron la oreja, aseguraron: "Se parece a un cesto"; los que tocaron el colmillo: "Es como una reja de arado"; los que palparon el cuerpo: "Es un granero." Y así, cada uno convencido de lo que declaraba, comenzaron a disentir enfáticamente entre ellos.

Se dice que esta historia la contó Buda en respuesta a las reiteradas rencillas entre seguidores de distintas escuelas metafísicas y religiosas. Y se cuenta que agregó: "La visión parcial entraña más desconocimiento que conocimiento". "Aunque todos estan parcialmente correctos, dada la limitación de sus facultades, todos estan errados dada la realidad evidente."

Los Alcances de la Curación Natural

Tenía razón Marañón cuando decía que existían principalmente dos tipos de enfermedades: Las que se curan con nada y las que no se curan con nada. Resulta sorprendente una muerte súbita sin enfermedad aparente. Parece imposible que una máquina, funcionando apenas sin fallos, se pare de repente. Pero la explicación es muy sencilla: durante años, la enfermedad germinó solapadamente hasta que, llegado un momento en que la resistencia del organismo se hizo imposible, el mal estalló sin posibilidad de recuperación. Es entonces cuando el corazón falla, los riñones no filtran y la sangre no circula adecuadamente. Aquí requerimos el remedio para un desequilibrio que, con una dieta racional, alguna tisana y, en definitiva, una vida sana, no se hubiera traducido en penosa situación.

Otras veces, por el contrario, ante dolencias pasajeras y sin importancia, que con un día en cama y una dieta apropiada o sudación hubiera cedido en tres o cuatro días, habiendo dado a nuestras autodefensas la oportunidad de actuar, resulta que recurrimos a un médico que nos atiborrará de grageas, supositorios, inyecciones, etc., etc., y no percibimos que la dolencia desapareció no por la ingestión de los medicamentos, sino simplemente porque de todos modos iba a desaparecer por sí sola. Tenemos poca fe en la capacidad de autodefensa de nuestro organismo. Debemos ser conscientes de que, al menos la mitad de las veces que acudimos al médico, es innecesario; de que un treinta por ciento de las enfermedades son secuelas provocadas por la ingestión de fármacos, y de que,
aproximadamente el setenta por ciento de las intervenciones quirúrgicas, igualmente son innecesarias. Así comprenderemos una magnífica razón para aceptar que no existe brujo, santo, virgen, hechicero o curandero que no tenga en su haber numerosas curaciones milagrosas, especialmente en trastornos de origen psicosomático. Esto ha sucedido, sucede y sucederá mientras exista vida sobre nuestro planeta. Cualquier loco, desequilibrado o fanático religioso obtendrá curaciones, especialmente si hace rezar al enfermo y pretende hablar por delegación divina. El enfermo psíquico es terreno abonado para las curaciones espectaculares, puesto que su mente atenaza partes de su cuerpo e impide su funcionamiento, y solo mediante modificaciones mentales importantes es posible devolverlas a la normalidad.
Querer es poder y la fe es imprescindible para curar la mayor parte de las dolencias. El enfermo debe considerar positivo el tratamiento, debe desear sanar y mentalmente participar en la confianza de quien le atiende. El deseo intenso de sanar hace que nuestro organismo, por medio de la glándula hipófisis, segregue la hormona somatotrófica, la cual estimula el sistema inmunológico para destruir los agentes causantes de la enfermedad.
De lo anterior se deduce la importancia de no atrofiar con medicamentos las defensas; por el contrario, se las debe mantener en condiciones adecuadas y estimularlas para vencer sin medicación las pequeñas afecciones.

Hay quien ha definido la palabra "medicina" como la teoría de la interpretación y tratamiento de la enfermedad, y agrupa un conjunto de conocimientos que forman el bagaje de quienes ejercemos la profesión sanadora.

La medicina surgió espontáneamente, de la mano de hombres generosos interesados en ayudar a sus semejantes y a sus animales domésticos cuando estos también estuvieran enfermos. Con tales prácticas surgió una profesión que, al margen de las ventajas materiales que pudiera proporcionar, sirvió para ir acumulando y transmitiendo todo el conocimiento médico adquirido con la experiencia, a la vez que iba seleccionando las plantas con propiedades medicinales y alimenticias y descubría las distintas prácticas fisioterápicas.

El organismo humano es una máquina precisa y única cuyo funcionamiento se manifiesta en cada individuo con matices diferentes, aunque responda a normas comunes que determinan el equilibrio tanto físico como psíquico. En esta plenitud, la vida nos resulta agradable y nos sentimos tranquilos y felices. Dispondremos así de una protección contra la enfermedad, eficaz al propio tiempo para prevenir las molestias naturales de los años.
Es un error pensar que los efectos de una vida insana, los excesos en la comida y la bebida, el confinamiento en las grandes urbes con el resultado de un constante estrés, puedan desaparecer con la administración simple de un medicamento. Según estadísticas de la Seguridad Social, uno de cada ocho enfermos tratados en los hospitales requiere atención debido a dolencias causadas por la ingestión de medicamentos, pese a lo cual se ha conseguido escaso éxito en la política de disminuir la administración excesiva de fármacos. Como ejemplo: en un establecimiento de la Seguridad Social en un pueblo cercano a Madrid, de cada doce personas que recibía un médico, nueve se limitaban a solicitar medicamentos para una tercera persona que no podía acudir a consulta. El médico no ponía obstáculo alguno. Durante los años 1.977 y 1.978, los medios de comunicación españoles realizaron una campaña apretada para disminuir la utilización de fármacos, subrayando al mismo tiempo los peligros de la automedicación. Pero las campañas de tal tipo deberían dirigirse exclusivamente a la clase médica que, en muchos casos por recibir la "golosina del tarugo", otras veces por comodidad y la mayoría por desconocimiento de las propiedades reales de los fármacos, han fomentado lo que podríamos llamar medicación. Además, parte de las recetas debieran estar sancionadas, incluso con pena de cárcel, por la inconsciencia con que suelen ser extendidas. Durante siglos se ha mantenido la idea de que la medicina la practicaba el médico con criterios completamente cerrados sin admitir la posibilidad de un razonamiento con el paciente. El ejercicio de la medicina siguió por senderos doctrinarios, ajustándose a ellos más que a los hechos. En esta obra no aportamos ninguna doctrina nueva. Todo está descubierto. Basta con ordenarlo y aplicarlo con sentido común. Nos hemos permitido recordar la más importante de la filosofía médica en los últimos doscientos años, mucho de ello plenamente vigente. Todo, en su momento, pasó por ser definitivo, y tras una época dorada no tardó en ser renovado por algo nuevo. Como importantes, señalaremos:
NATURALISMO. Con exclusión del punto de vista médico tradicional de los conceptos sobre el organismo y su enfermedad, los naturalistas, fundándose en observaciones reiteradas sobre el comportamiento del organismo humano en la enfermedad, llegan a la conclusión de que la Naturaleza, por sí sola, es la más eficaz fuerza medicatrix y que lo ideal es abandonarse a ella.

Esta doctrina, que en apariencia parece absurda al médico alopático, puede, sin embargo, ser aceptada y aplicada en determinadas enfermedades agudas. No cabe duda que la dificultad estriba en poder diferenciar las dolencias que curan solas y las que abandonadas a sí mismas acarrearían funestas consecuencias.

ESPECIFICIDAD. La mayoría de la clase médica, en la actualidad comulgan con esta doctrina, ya que para los ONTOGENISTAS, ESPECIFISTAS y ESENCIALISTAS, la enfermedad es un ser individual, independiente, injertada accidentalmente en el organismo.

Para este tipo de profesionales de la medicina, dice Monguo: "Asimilando las enfermedades a especies naturales, se crean necesariamente entidades morbosas que no tienen con el organismo otra relación que la de un actor con el teatro donde representa".

Para los convencidos de esta teoría, la medicina se simplifica extraordinariamente ya que es suficiente buscar en el VADEMECUM un remedio para cada enfermedad puesto que tiene su individualidad perfectamente distinta y el específico idóneo para la misma.

El gran Trousseau afirmada que "era trágico envenenar a la enfermedad como si fuera un ser dañino distinto del organismo; no contar sino con el medicamento y nunca con la fuerza medicatrix colocándose en el lugar de ella. Quieren manejar y dominar todo en la economía, hasta la salud. Este es el ideal de esta especie de curanderos".

Desgraciadamente, en nuestros días la inconsciencia y comodidad de los médicos han hecho el juego a los poderosos laboratorios farmacéuticos, transformando el arte de curar en un comercio seguidor del especifismo y la polifarmacia.

HOMEOPATÍA. El creador de esta teoría fue el médico alemán Christian Hahnemann, a quien le cabe el honor de conseguir librar a la humanidad de uno de los azotes de la salud, como es la ingestión masiva de medicamentos, reduciendo con su doctrina prácticamente a la nada la peligrosa medicación que imperaba en la época.

Hahnemann actualizó las antiguas leyes de los semejantes (semilla similibus curantur), reestableciendo la relación de similitud entre los efectos de la causa mórbida o enfermedad y los efectos y síntomas patógenos de los medicamentos.

Con la puesta en escena de la homeopatía, Hahnemann intentó demostrar que el medicamento más idóneo para curar la enfermedad es el que "en el estado de salud más completo" imita los síntomas que se presentan al padecer la enfermedad. En el año 1.810 publicó "Órgano del Arte de Curar", donde expone la doctrina homeopática fundada en los antiguos preceptos:
"El arte de curar es la imitación de la Naturaleza".
"La medicina debe obrar en el sentido de la Naturaleza".
"Se gobierna a la Naturaleza favoreciendo sus tendencias".
"Si se contraría a la Naturaleza no se consigue ningún efecto".
Debemos tener en cuenta que la aceptación de la terapéutica homeopática se debió en gran parte a que liberaba al enfermo de crueles prácticas médicas que en aquellos años se utilizaban, como eran las sangrías, purgas, vomitivos, clisteres, cauterizaciones, drogas, etc., ya que se unían a la imperceptible medicación unas normas higiénicas y alimenticias
permitiendo que la Naturaleza obrase de manera efectiva sobre las enfermedades.

La administración de dosis infinitesimales de droga no hace más que corroborar lo demostrado por no pocos estudiosos: a) Que todo medicamento produce en el hombre sano dos efectos opuestos, según se administre en dosis pequeñas o elevadas) Que toda sustancia que empieza excitando un nervio puede acabar paralizándolo.

DISIMETRÍA. Con la doctrina dosimétrica de Burgraeve, no pocos han visto una modificación o transformación de la homeopatía. Esto no es del todo cierto, ya que la Dosimetría es una doctrina VITALISTA y tiende siempre a mantener la incitación vital. Burgraeve se ocupa prácticamente solo de la fiebre, no reconociéndola aparentemente ninguna causa concreta. Para él, el secreto de curar la enfermedad está basado en YUGULAR LA FIEBRE, que no deja de ser la constante preocupación de los dosimetrías.

Los tres principios fundamentales de la Dosimetría son:
a) No es necesario la especificidad de la enfermedad.
b) Yugulación de la fiebre.
c) Estimular la energía vital y las autodefensas.

Una de las características de esta doctrina es la administración de medicamentos, que se efectúa a dosis pequeñas (algo mayores que en homeopatía) y sucesivas hasta conseguir la curación del paciente.
SOLIDISMO Y HUMORISMO. Las innumerables disputas entre solidistas y humoristas se han venido manteniendo hasta principios de nuestro siglo. El Solidismo, cuya paternidad está atribuida a Brown, trabaja sobre las teorías de la irritabilidad de Haller y Cullen. Se remonta a tiempos de los Asclepiales griegos.

Para Brown, todo se limita al espasmo o a la atonía. Según sus palabras, "el médico únicamente debe fijar su atención en los trastornos que pudiera sufrir la INCITACIÓN para volverla a su estado normal".Atribuía a una especie de relajación de las fibras (diátesis asténica) el origen de la enfermedad y limitaba su materia médica únicamente a los agentes capaces de modificar la incitación y por tanto reanimarla.

La escuela italiana, de la que fue Rasori su máximo exponente, afirmaba, al contrario que Brown, que la enfermedad se debía a un exceso, y en lugar de aplicar la medicación estimulante aplicaba una sedante.

Con el Humorismo llegó, desgraciadamente, la quimiatría; ya que con el estudio del papel que desempeñaban los cuatro humores, sangre, bilis, pituita y atrabilis, se llegó a la conclusión de que la enfermedad era causa de la alteración de estos humores, y todo el arte médico (humorista) se afanó en descubrir medicamentos químicos desobstruyentes, fundentes y exutorios, creando la polifarmacia.

FISIOLOGÍA. A Brouseais se le atribuye la reforma de la medicina en el siglo XIX. Hizo desaparecer la mayoría de las doctrinas médicas que antecedieron a su época. Para Brouseais no existe la enfermedad propiamente dicha, no es un ser independiente; es, simplemente, un accidente ocasionado "por una acción intempestiva de las modificaciones íntimas de nuestra economía".

La Fisiología lo explica todo. En estado normal, nos muestra cómo funcionan nuestros órganos; en estado patológico, nos enseña como funcionan estos mismos órganos accidentalmente, alterados y trastornados.
Brousseais limitaba al máximo los medicamentos y afirmaba que la verdadera medicina debiera ser fisiológica, que la terapia es, simplemente, una rama de la higiene, que las medicaciones están extremadamente simplificadas, y que de la materia médica deben ser eliminadas la mayoría de los agentes más perjudiciales que útiles.

MICROBIANA. Con los descubrimientos de Pasteur cambia por completo el concepto de enfermedad. Al aplicar a la patología los resultados de sus investigaciones sobre las fermentaciones, Pasteur demuestra que la mayoría de las enfermedades infecciosas se deben a la penetración en el organismo de gérmenes (microbios, bacterias, bacilos, etc.). Pronto, una legión de experimentadores siguen sus pasos, y para una gran parte de los médicos, lo importante para sanar la enfermedad es descubrir el microbio que la provoca, considerando al organismo como un gran caldo de cultivo.
Pasados unos años, la teoría microbiana fue una más entre las doctrinas que pasan desde hace milenios; fugazmente nos dejó su parte de verdad y otra vez pudimos comprobar que es un despropósito generalizar para todas las enfermedades el remedio que es peculiar a una sola. El genial Bouchard acostumbraba decir: "Por muy importante que sea un descubrimiento médico, jamás derrocará la medicina; cabrá siempre dentro de los dominios de esta ciencia".

EMPIRISMO. Con la terapéutica empírica, la aplicación de la medicina se convierte en arte ya que para la elección de un tratamiento, más que en las bases científicas, el empírico se basa en las observaciones de hechos curativos análogos y en seguir el proceso del enfermo muy directamente. Así se explicaba cómo el viejo médico de cabecera de nuestros abuelos sanaba las dolencias con los mismos agentes terapéuticos que en mano de cualquier otro hubieran fracasado. Es fácil asegurar que las bases de la actual terapéutica científica están cimentados sobre el empirismo.
De forma empírica se descubrió la quina, la ipecuana, la digital, etc. La razón por la cual curaban determinadas dolencias importaba poco; lo importante es que tenían esa propiedad y se administraban extendiéndose su uso.

ESCÉPTICO Y OPTIMISTA. Con el abuso de los medicamentos y sus terribles consecuencias, cada día es mayor el número de personas que mantienen estas posiciones o conceptos.

Los primeros, desalentados porque piensan que ninguno de los medicamentos es positivo para la curación de la enfermedad. Los segundos consideran que cualquier medicina que les recete el médico será suficiente para curarlos. Como todo en la vida, las dos tendencias tienen algo de falso y algo de verdadero. Son numerosos los agentes terapéuticos de probada eficacia y que deben ser administrados en determinadas dolencias. También debemos decir que es errónea la suposición, de los optimistas, de que todas las enfermedades se curan con los medicamentos.
Es importante tener en cuenta, si pretendemos hacer un juicio crítico sobre los fármacos, que hay un sin fin de enfermedades que siguen regularmente un curso favorable sin necesidad de medicación alguna.

DOCTRINA DE LAS INDICACIONES. Se aplica el nombre de INDICACIÓN, en terapéutica, al juicio que formamos frente al paciente teniendo en cuenta, por un lado, la enfermedad, o sea el proceso patológico con sus diferentes factores constituyentes, y por otro lado, los diferentes agentes terapéuticos que podemos utilizar para curar la enfermedad.
Todas las doctrinas expuestas tienen su parte de verdad, como también tiene sus virtudes la medicina tradicional del pueblo. La medicina natural intenta aprovechar todo lo bueno y positivo que las distintas escuelas, doctrinas o prácticas, puedan aportar para restaurar la salud.
En los últimos dos siglos, la Naturopatía ha prevalecido de forma más o menos afortunada gracias a la entrega de numerosos hombres, con desigual éxito, que no les importó sufrir las denuncias y persecución de algunos elementos de la clase médica, que por fortuna en nuestros días van desapareciendo. Ya quedan un poco lejanas las afirmaciones del maestro Brant: "La puerilidad de algunos ilusos empeñados en que el Naturismo debiera enderezar sus esfuerzos, especialmente, a la catequización de los médicos facultativos, me resulta tan tonta como, por ejemplo, si el cristianismo, en vez de propagarse por igual en todo el mundo, dirigiera sus esfuerzos, principalmente, a catequizar monjes, musulmanes o rabinos judíos. ¿A qué empeñarse en catequizar, principalmente, a aquellos cuyos prejuicios contra la medicina Natural son tan arraigados?".
Cada día son más los médicos que reconocen la superioridad de una medicina no agresiva, preventiva de la enfermedad y que colaboran con los profesionales. Especialmente en los casos de dolencias psicosomáticas y crónicas.

Desgraciadamente, esta actitud por parte de una minoría de personas que anteponen la salud y el amor a sus semejantes, choca con el actual planteamiento de la medicina en general. Son tan cuantiosos los intereses que se mueven en torno a la salud y son tan fuertes las presiones que las multinacionales farmacéuticas ejercen sobre quienes viven de la medicina, que se han permitido ignorar durante siglos técnicas terapéuticas tan eficaces, económicas e inofensivas como la hidroterapia, climatoterapia, herboterapia, talasoterapia, cinesiterapia, dietoterapia, etc.
Las razones expuestas para ello, en su mayoría poco loables, van encaminadas, en nuestros días, a ridiculizar y desprestigiar a los profesionales que trabajan con dignidad el vasto campo de las medicinas naturales. Su reiterado razonamiento de que con los tratamientos naturales, al no ser diagnosticada y tratada la enfermedad en profundidad, se prolongue esta hasta un punto en que su curación sea de todo punto imposible, no es cierto. Nada más falso. La práctica totalidad de los pacientes que acuden a un naturópata, lo hacen cuando están desmoralizados y han perdido por completo la fe en los tratamientos y medicamentos que le han venido administrando el médico del Seguro o los diversos especialistas. Con un poco de comprensión, saber escucharles y la eliminación de los fármacos, es más que suficiente para aliviar a la mayoría de los enfermos.

Entrevista a Javier SIERRA


Javier Sierra nació en Teruel en Agosto de 1.971 -es Leo con ascendente en Géminis-.
Ya desde muy niño mostró inclinaciones hacia la comunicación, introduciéndose en el mundo de la radio a los doce años y comenzando a publicar sus primeros reportajes con apenas dieciséis. Más tarde, se trasladó a Madrid donde estudió Ciencias de la Información en la Universidad Complutense y estableció los contactos necesarios que después le permitirían desarrollar su profesión de informador, viajero e investigador.
Hasta la fecha lleva recorridos casi una veintena de países y ha dado el equivalente de veinte vueltas al mundo "en busca de mis desafíos", como gusta llamar a los misterios a los que se enfrenta.
Fruto de esa intensa actividad, en 1.990 fue --junto con Enrique de Vicente, José León Cano y Ángel García-- fundador de la revista Año Cero. Entre 1.996 y 1.998 ocupó el cargo de subdirector de la revista Más Allá, para ser nombrado director en septiembre de ese último año, justo el día en que La dama azul, su primera novela (Martínez Roca, 1.998) se presentó en Madrid. Es, por tanto, uno de los directores de una revista de gran difusión más jóvenes de Europa, pese a que, insiste, lo suyo es viajar, estudiar y escribir.
Ha publicado ya cuatro ensayos --Roswell: Secreto de Estado (Edaf, 1.995); ¿Qué se oculta tras los Expedientes-X?, con E. de Vicente (Aguilar, 1.996); Los guías del cosmos (Aguilar, 1.996), y la España extraña, con J. Callejo (Edaf, 1.997)-- y dos novelas: La dama azul (Martínez Roca, 1.998) y Las puertas templarias (Martínez Roca, 2.000). Ha colaborado asiduamente en programas de radio y televisión relacionados con los enigmas de este y otros mundos, siendo en la actualidad asesor del espacio Crónicas Marcianas que dirije Javier Sardá en Telecinco. En estos momentos reside a las afueras de Madrid, junto a un mágico bosque de encinas, y tiene otros siete libros en preparación.

¿Quién es Javier Sierra?
Por encima de todo, un curioso. Un ser humano que, desde muy niño, disfrutó buscando respuestas por sí mismo y al que la Providencia -sea ésta lo que sea- terminó empujando a la arena de la divulgación. Cargo a mis espaldas seis libros (el séptimo está ya en camino y tiene que ver mucho con Egipto), cuadernos de viajes por una veintena de países, decenas de reportajes y la dirección de la revista Más Allá desde hace un par de años.
¿Por qué llama tanto la atención del público en general una cultura milenaria como la de Egipto?
Porque está emparentada íntimamente con nosotros. No hay más que visitar el Museo Egipcio de Turín para darse cuenta de que los antiguos egipcios vestían, se perfumaban o comían casi de la misma manera que nosotros. Bebían cerveza, sus mujeres fueron las primeras en maquillarse por pura estética y su vida social presentaba tremendos paralelismos con la nuestra.
¿Crees que sería necesario revisar toda la historia de la humanidad, o por el contrario eres de la opinión que poco o muy poco de lo que aparece en los libros de textos se aparta de la realidad?
Lo que verdaderamente hará revisar los libros de historia respecto a Egipto es la cuestión de su origen. Cuando los egiptólogos acepten las pruebas presentadas por la geología y la arqueoastronomía acerca de la edad de la Esfinge y la función de las pirámides, habrá que plantearse que el origen de Egipto reside en una época "mítica" que arrancó hacia el undécimo milenio antes de Cristo.
Soy de la opinión -gracias a los análisis de la erosión de la Esfinge conducidos en 1.991 por el profesor Robert Schoch de la Universidad de Boston- que ese león de piedra fue tallado hace entre 7.000 y 12.000 años, mucho tiempo antes del nacimiento de Egipto. Que fue esculpido allí para marcar los equinoccios y el este geográfico, al igual que tiempo después se levantarían las pirámides para marcar la situación de Orión en el Sur geográfico. Se trata de verdaderos puntos geodésicos de gran antigüedad.
¿Qué crédito concedes tú a la mitología y a las leyendas de las antiguas culturas, a la hora de investigar nuestro pasado?. ¿Son sólo folklore?
Se trata de una valiosísima herramienta para un investigador. Por ejemplo, mientras que para los egiptólogos modernos la historia de Egipto arranca con el reinado del rey Menes (el faraón Escorpión), para los propios egipcios esa historia arranca mucho antes: durante el reinado de los dioses -los neteru- y más tarde con el de sus descendientes, los Compañeros de Horus, que rigieron el país durante once mil años... Su presencia explicaría algunas singularidades egipcias como su avanzado desarrollo en los primeros estadios de su cultura... Pero los egiptólogos desdeñan ese dato como "mito".
Después de numerosos viajes por todo el mundo, ¿qué es lo que siente un hombre como tú cuando contemplas la Gran Pirámide?. ¿Se ha exagerado su grandiosidad?.
No existe -en tierra firme, al menos- ninguna construcción humana en la Tierra tan impresionante como la Gran Pirámide. Cuando uno piensa que mientras se edificaba ese prodigio de ingeniería, nuestros antepasados ibéricos se refugiaban aún en cavernas y pintaban gacelas sobre sus paredes... no puedes evitar que un escalofrío te recorra las entrañas.
Diferentes investigadores ponen en duda la construcción de las Pirámides de Gizeh por parte de los gobernantes de la IV Dinastía. ¿Cuál es tu opinión al respecto, y qué otros lugares de Egipto señalarías como claros ejemplos de circunstancias anómalas en la historia de Egipto?
Tampoco yo estoy seguro sobre la datación oficial de las pirámides en tiempos de la IV Dinastía. Las obras de ese periodo son anacrónicas respecto a las pirámides erigidas antes y después. El salto entre la pirámide de Zóser, de la III Dinastía, a la Gran Pirámide es el equivalente a pasar del coche de caballos al último modelo de BMW con ordenador a bordo. Y la involución posterior a las pirámides de la V Dinastía -casi todas desfiguradas o hundidas en el desierto- convierte esa datación en un verdadero desafío al sentido común.
Algo parecido sucede con el Templo de la Esfinge. ¿Por qué construyeron un recinto sólo con bloques de 200 toneladas, y abandonaron después esta técnica de construcción?.
Lo dicho: no tiene sentido... A no ser -como sugiere John Anthony West- que esas construcciones fueran un legado de un remoto y espléndido pasado.
¿Existen indicios que nos hagan sospechar de la utilización de sofisticada tecnología por parte de los antiguos egipcios, o más bien son producto de la imaginación calenturienta de diferentes investigadores?
Indicios hay. La misma orientación de la Gran Pirámide precisa de instrumentos ópticos de precisión para lograr tal exactitud. Fíjate sólo en un detalle: observa un muro cualquiera de ladrillos, o los azulejos de tu cuarto de baño. Verás, si los miras atentamente, que presentan una desviación. Se trata de piezas de poco peso, que se manejan con una mano. En la pirámide esa desviación es imperceptible en los bloques de revestimiento, sin ir más lejos. Eso demuestra que pusieron un cuidado extremo, casi sobrehumano, para ejecutar su obra. Por no entrar en cuestiones como la energía eléctrica, la astronomía... De todo eso me ocuparé en un libro que aparecerá en noviembre.
¿Cuál crees que es la razón para que la egiptología oficial mantenga cómo un "tabú", la existencia de una metrología aplicada por los antiguos egipcios en construcciones como la Gran Pirámide, o la increíble destreza a la hora de trepanar y cortar la piedra, y que un egiptólogo de la talla de Petrie denunciase en su momento en obras como "Egiptian Metrology" y "Pirámides y Templos de Gizeh", donde incluía el "Informe Baker"?
No es que sea "tabú". Un egiptólogo bien informado conoce esos datos. Lo que ocurre es que se trata de datos incómodos, que se arrinconan para no tener que replantearse su visión reduccionista de Egipto. Además, debe considerarse que esa destreza en el trabajo de la piedra es extraordinaria sobre todo durante el periodo de las grandes pirámides, y se perderá después.
¿Por qué desde el año 1.993 permanece sin traspasarse la supuesta puerta que descubrió el ingeniero alemán Rudolf Gantenbrink, en el canal sur de la Cámara de la Reina?
Ese es un misterio político. Creo que a los egipcios no les gusta que los grandes descubrimientos los hagan extranjeros -eso por un lado-, aunque creo también que en ese asunto tiene mucho que ver el miedo escénico a enfrentarse a un descubrimiento arqueológico ¡en la Gran Pirámide! ¿Y si lo que se descubre tras la "puerta de Gantenbrink" contradice lo que se cree de ese monumento?
Dos buenas razones, ¿no?
Pongámonos ahora "conspiranoicos". ¿Crees que hay alguna mano oculta a la que no le interesa descubrir nuevas cámaras y otros hallazgos, como los de Gantenbrink o los realizados por los técnicos de la Universidad japonesa de Waseda?
¿Mano oculta? Recomiendo que leas el libro "Secret Chamber" de Robert Bauval -el ideólogo de la "teoría de la Correlación de Orión- que Nacho Arés está traduciendo en estas fechas y que antes de navidad se publicará en español. Ahí descubrirás que casi todas las grandes empresas de investigación relacionadas con la Gran Pirámide fueron financiadas por Rosacruces y seguidores de Edgar Cayce. Ellos buscaban confirmar sus tesis "espiritualistas" y cuando rozaron un hallazgo... se les detuvo.
Después de haber escuchado diferentes teorías sobre quién construyo la Gran Pirámide, ¿podrías decirnos con cual te quedas?
Creo que fue construida por antiguos Egipcios, siguiendo una tradición milenaria y preegipcia, con una "tecnología" -entrecomillo la palabra, pues no es rigurosamente exacta aquí- que heredaron.
¿Cómo explicarías la existencia en diferentes partes del mundo de construcciones piramidales, cuál crees que es el nexo de unión?
Pertenecen a esa tradición milenaria a la que me refiero, cuyas obras se dejaron sentir siglos después de acabarse la última pirámide en Egipto y que se perpetuó hasta en la época de construcción de las catedrales. Investigué a fondo este asunto para mi último libro "Las puertas templarias", y novelé los resultados... porque son ciertamente increíbles.
Gran parte del tesoro cultural del antiguo Egipto permanece repartido entre numerosos museos del mundo entero. ¿Serías partidario de devolver al gobierno egipcio todo este patrimonio, o por el contrario piensas que está mejor conservado en sus actuales ubicaciones?
El legado de Egipto es Universal, por lo tanto creo que es bueno que puedas acceder a los tesoros de este pueblo en todo el planeta. La historia es como es. Otra cosa es que a Egipto le faltan recursos para preservar su patrimonio y seguir investigando. ¿Por qué el primer mundo no se conciencia de ese tesoro y aporta dinero a ese fin? ¿No le debemos todos buena parte de nuestra esencia como civilización a ese pueblo? ¡Pues hagámoslo!
Hablemos de sueños. Imagina que eres nombrado el sustituto de Zahi Hawass, y que tienes todo el respaldo necesario del gobierno egipcio para llevar adelante el proyecto que quieras. ¿Qué es lo primero que harías?
¡Abrir la "puerta de Gantenbrink"!

Los Deseos de Prosperidad Pueden Potenciarse

El ritual de año nuevo 1

Cuando está a punto de presentarse un nuevo año en nuestras vidas tenemos por costumbre realizar una serie de celebraciones tradicionales para darle la bienvenida. Cenamos con la familia o con los amigos, asistimos a fiestas, cantamos por las calles y, sobre todo, nos tomamos las doce uvas de la suerte y nos deseamos un próspero Año Nuevo. Los deseos de prosperidad a veces resultan frases hechas que decimos por costumbre sin poner demasiado énfasis en nuestras palabras. Simplemente las decimos porque eso es lo que se dice ese día. Sin embargo hay una manera mejor y más eficaz para que esa frase alcance una auténtica dimensión y nuestros deseos, nuestros auténticos deseos, sean empujados hacia su realización.


Es el Ritual del Año Nuevo.

Este ritual, que Meigaweb pone a disposición de quien lo solicite a través de su tienda virtual, utiliza la técnica de la magia a través de las velas. La magia de las velas no es algo que el hombre contemporáneo haya desenterrado para divertirse sin más. Ya nuestros antepasados utilizaban el fuego en casi todas sus celebraciones y sus rituales en el momento de realizar una petición o como ayuda para conseguir que sus deseos fuesen satisfechos y sus objetivos cumplidos. Hacían magia. Dirigían su fuerza interior con el fin de influir en los seres y en las cosas. Y se ayudaban del fuego. Exactamente lo mismo que podemos hacer nosotros.

Si nos decidimos a realizar este ritual para conseguir nuestros fines y que se cumplan nuestros buenos anhelos para el Año Nuevo tenemos que tener en cuenta algo que es muy importante: el proceso de concentración. Es la mejor manera de dirigir nuestro pensamiento hacia el fin que se quiere conseguir. Para ello debemos poner todo nuestro esfuerzo, pensar en un objetivo claro y dar por hecho que el resultado va a ser el que deseamos. El objetivo principal en el Ritual de Año Nuevo es que el año entrante sea mejor que el saliente. Es por tanto un ritual propiciatorio, de afirmación, con el que queremos potenciar y avanzar hacia algo mejor en todos los sentidos. Para conseguirlo utilizamos una serie de elementos que en este caso van a ser cuatro velas de unas determinadas formas y colores y el altar (soporte donde vamos a colocarlas).

El color de las velas es importante porque encierra toda una simbología que hay que conocer. La vela blanca en forma de pirámide de seis caras simboliza la limpieza y la purificación. Con ella eliminamos todo lo negativo que nos rodea y ayudamos a que el Año Nuevo sea un período limpio y esté libre de los malos augurios. Las velas esférica plateada y dorada nos indican la transición de un metal precioso (la plata) a otro metal precioso (el oro) mucho más valorado. Simboliza el paso hacia algo mejor. La vela color rojo la utilizamos para potenciar esa transición. Por último el soporte para las velas, el altar, está pintado con todo el espectro de colores del Arco Iris que juntos se transforman en blanco, el color de la pureza


El ritual de año nuevo 2

Este ritual de Año Nuevo se puede realizar también el día de Navidad con la condición de que tengamos las velas encendidas durante siete horas como mínimo. Pero el momento más indicado es llevarlo a cabo aproximadamente dos horas antes de que se acabe el año (encendido de las velas) y terminarlo diez minutos después de traspasar la barrera del año nuevo (momento en el que se apagan las velas). Esa noche, nuestra noche mágica, colocaremos el altar en un lugar adecuado y firme. Lentamente, sin prisas, vamos distribuyendo cada vela en su lugar correcto. La vela blanca exagonal en el centro de la parte superior del altar, la vela plateada en el lado izquierdo, la vela dorada a la derecha y la roja en la parte de abajo (tal como indica la foto que muestra Meigaweb). Nos reunimos alrededor del altar con nuestra familia o con nuestros amigos, si es nuestro deseo, o permanecemos en soledad si no nos apetece compañía o no la tenemos. Procedemos al encendido de las velas en el sentido de las agujas del reloj, primero la plateada, luego la exagonal, en tercer lugar la dorada y por último la roja (siempre se procede de esta manera en los rituales de afirmación).

Ahora es el momento para la concentración. Dirige tu pensamiento hacia el objetivo que quieres conseguir procurando no distraerte en otras reflexiones, expresa verbalmente tus aspiraciones para el año nuevo o pronuncia un texto que tú mismo has podido escribir para esta ocasión y en donde expresas lo que quieres que ocurra (también puede ser un texto elegido de algún libro con el cual te identifiques completamente y sirva a tus propósitos). Luego imagínate que ya lo has conseguido, que ya es una realidad, visualiza sin temor que tus deseos se han cumplido. Se respira una atmósfera de paz. Algo mágico está ocurriendo, tu fuerza mental, ayudada por el fuego, camina hacia un desenlace favorable, lo estás viendo, lo estás sintiendo, lo estás descubriendo.

La duración del ritual podemos establecerla nosotros siempre que nos tomemos el tiempo necesario y no vayamos con prisas. Las prisas es el enemigo número uno de los rituales. Cuando hemos terminado el periodo de concentración volvemos tranquilamente a disfrutar de esa Nochevieja recuperándonos del esfuerzo mental que hemos realizado. Tomamos nuestras doce uvas de la suerte y pasados diez minutos apagamos las velas sin soplar sobre ellas. Y... ahora sí... ya podemos desear a todos un próspero Año Nuevo porque esa frase hecha, ahora tiene un auténtico y profundo sentido. ¡Feliz Año Nuevo!.....


Ritual de Amor

El Ritual de Amor que Meigaweb ha ideado para todos los enamorados del mundo en este día tan señalado tiene varios objetivos. Por un lado pretende aumentar la inclinación emocional y sensual de una pareja para que permanezcan unidos estrechamente compartiendo cada instante de sus vidas. Por otro lado podemos utilizarlo con el fin de atraer de forma irresistible al ser que anhelamos despertando su interés por nosotros. Y por último, en el caso de que existan problemas dentro de la pareja, este Ritual de Amor ayuda de una forma eficaz a que se solucionen los conflictos y se restaure la paz y la pasión.

El Ritual de Amor está formado por tres velas y un altar. Una de las velas es roja, símbolo del amor ardiente de la pareja; las otras dos son de los colores zodiacales de cada uno de los miembros de la pareja. Si no conocemos nuestros colores zodiacales se pueden sustituir por dos velas blancas que simbolizan la pureza. El altar encierra toda la simbología del acto que vamos a realizar. Está formado por un círculo rojo que simboliza los hechos consumados, nuestro objetivo cumplido. Dentro del círculo se circunscribe un triángulo, la figura perfecta, la más fuerte, la que nunca se puede volcar, siempre está en pie. El triángulo es uno de los símbolos más importantes del mundo cuando nos referimos a la magia y las matemáticas. Es la visualización del número 3, y este número simboliza la vida y el nacimiento. Por eso en este Ritual de Amor, de alguna manera, se camina por él, nos enganchamos a cada uno de sus tres lados para conseguir nuestros buenos propósitos. En los dos vértices inferiores del triángulo hay dos números, el 2 y el 3, lugar donde colocaremos las velas zodiacales o las blancas. Del número 2 parte una flecha hacia el número 3, y viceversa, símbolo de la atracción entre las personas que realizan el ritual. Las flechas van al encuentro la una de la otra y arrastran con ellas el afecto, la pasión, potenciando el acercamiento. Dos flechas más, que parten de las posiciones 2 y 3 avanzan por el triángulo, ambas hacia el número 1, lugar en el que por fin se unen en el amor sensual. El color de fondo del altar es el marrón, símbolo de la Tierra. Seis pequeños triángulos rodean a cada uno de los tres números dibujados en el altar. Son verdes, color que aleja las malas vibraciones para que nos podamos concentrar mejor en nuestro objetivo.

Ya tenemos todos los elementos necesarios para empezar el ritual. Estamos plenamente convencidos de lo que vamos a hacer y, además, queremos hacerlo. Encendemos un poco de incienso, si lo deseamos o lo tenemos a mano, e incluso podemos poner aquella música con la cual nos conocimos o queremos empezar nuestra relación. Colocamos el altar en un sitio seguro y distribuimos las velas: la roja en la posición 1 y las zodiacales o blancas en las posiciones 2 y 3. Encendemos las velas en el sentido de las agujas del reloj, primero la 1, luego la 3 y finalmente la 2. Y al mismo tiempo que encendemos las velas pronunciamos por cada una de ellas la frase siguiente: "a través de la fuerza del triángulo se cerrará el círculo que servirá para la unión de (decir el nombre de cada uno)". Dirigimos nuestro pensamiento hacia nuestro objetivo (el amor, la unión), visualizamos el fin realizado, nuestros deseos cumplidos. Y así pasamos un rato empapándonos de afecto, de sensualidad, de pasión y comunión con el otro. Las imágenes que vienen a nuestra mente seguramente serán placenteras, deliciosas. Saboréalas, deléitate con ellas, créetelas, goza del momento. Cuando hemos terminado dejamos que las velas se consuman totalmente y guardamos los restos hasta que voluntariamente queramos que se rompa el conjuro, para lo cual sólo tendremos que destruirlo


RITUAL DE AMOR para El Día de San Valentín
Fiesta de los enamorados (I)

Posiblemente la tradicional celebración del día 14 de febrero como la fiesta de los enamorados o Día de San Valentín procede, una vez más, de una vieja celebración pagana. En la antigua Roma, el 15 de febrero de cada año se celebraba una festividad denominada las Lupercales en las que se honraba a Fauno Luperco, dios ítalo de los pastores, con la finalidad de asegurar la fertilidad de los campos y los rebaños. El lugar de la celebración estaba ubicado en la gruta del Lupercal, situada en la ladera noroeste del Platino, donde se cree que los gemelos Rómulo y Remo, legendarios fundadores de Roma, habían sido amamantados por una loba. En aquel lugar los lupercos, cofradía de sacerdotes que profesaban culto a este dios, sacrificaban una cabra y un perro. Uno de los sacerdotes, con su cuchillo manchado con la sangre de la cabra, tocaba la frente de los lupercos para posteriormente limpiar la mancha con un mechón de lana empapado en leche. En ese instante los lupercos emitían una carcajada ritual. Luego organizaban una procesión rodeando al Palatino en la que, desnudos y provistos de correas hechas con la piel de la cabra que acababan de sacrificar, golpeaban a la multitud, en especial a las mujeres, porque pensaban que de esta manera se volverían fecundas. Estos juegos, además, eran un pretexto para diversiones licenciosas.

Con el paso del tiempo el Papa Gelasio I prohibió y condenó, en el año 494, la celebración pagana de los Juegos Lupercales. Quiso cristianizar esta festividad y la sustituyó por el 14 de febrero, fecha en la cual murió martirizado un cristiano llamado Valentín, en el año 270 d.C. De esta manera San Valentín pasó a ser el protagonista absoluto de esta fecha y ocupó un lugar destacado en el calendario.xxxLa vida, martirio y muerte de San Valentín, como la de todos los santos, hizo correr chorros de tinta durante la Edad Media. En esta época los relatos sobre la vida de los santos eran muy populares. Con ellos se pretendía difundir la fe cristiana entre los lectores centrándose en los milagros que realizaban sus protagonistas. Sin embargo en ese intento de perseguir la fe y captar discípulos a base de ensalzar las vidas de los héroes de sus historias, los escritores perdían el horizonte de la realidad y abandonaban el rigor histórico, de manera que sus historias acababan convirtiéndose en fábulas y leyendas que pasaban a formar parte del conjunto de tradiciones y costumbres populares. Por eso San Valentín, como todos los santos, tiene su propia leyenda. Y en ella se cuenta que allá por el año 270 d. C., durante el corto reinado (268-270) del emperador romano Claudio II el Gótico, un sacerdote cristiano de Roma, llamado Valentín, se manifestó en contra de los decretos imperiales. Y es que Claudio II dictó una ley en la cual prohibía contraer matrimonio a los hombres jóvenes porque pensaba que los solteros eran mejores soldados, rendían mejor en la guerra y además no ponían pegas a la hora de separarse de sus familias, cosa que, al parecer, no ocurrían entre los soldados que habían contraído matrimonio y habían formado una familia. El sacerdote desafió al emperador y siguió celebrando en secreto matrimonios entre los jóvenes enamorados que acudían a él. Cuando Claudio se enteró, mandó apresarlo y encarcelarlo. Intentó por diversos medios persuadir a Valentín para que renunciase al Cristianismo y sirviese al Imperio y a los dioses romanos. Pero Valentín no renunció a su religión y el emperador dictó una sentencia que se llevaría a cabo en tres fases. Primero sufriría una paliza, luego le lapidarían y finalmente le decapitarían. Y así fue. Valentín murió el 14 de febrero del año 270 d.C. Pero ocurrió que durante su cautiverio, el carcelero, viendo que Valentín era un hombre instruido, le pidió que diese lecciones a su hija Julia, ciega de nacimiento. Valentín accedió y, además de enseñarle aritmética e historia romana, le habló de Dios. Un día Julia le explicó a Valentín que constantemente le pedía a Dios la gracia de recuperar la vista. Valentín le contestó que Dios siempre hacía lo mejor para nosotros si creemos en El. Y se arrodillaron juntos para rezar cuando de repente una luz brillante iluminó la celda y Julia recuperó la vista. En la víspera de su muerte Valentín le escribió una última carta a Julia donde le pedía que se mantuviera cerca de Dios y la firmó "de tu Valentín". Al día siguiente, 14 de febrero, Valentín fue ejecutado.

Y así fue como empezó la tradición de enviar mensajes de amor en el Día de San Valentín, el santo que perdió su vida por favorecer la unión de los enamorados. Desde entonces comenzaron a circular por todo el mundo intercambios de misivas y obsequios para expresar amor y amistad a los seres más cercanos.

Y ¿qué mejor mensaje de amor y de unión que aquel que nos proporciona un ritual que potencie y eleve este sentimiento?. .....


RITUAL DE AMOR para El Día de San Valentín
Fiesta de los enamorados (II)

El Ritual de Amor que Meigaweb ha ideado para todos los enamorados del mundo en este día tan señalado tiene varios objetivos. Por un lado pretende aumentar la inclinación emocional y sensual de una pareja para que permanezcan unidos estrechamente compartiendo cada instante de sus vidas. Por otro lado podemos utilizarlo con el fin de atraer de forma irresistible al ser que anhelamos despertando su interés por nosotros. Y por último, en el caso de que existan problemas dentro de la pareja, este Ritual de Amor ayuda de una forma eficaz a que se solucionen los conflictos y se restaure la paz y la pasión.

El Ritual de Amor está formado por tres velas y un altar. Una de las velas es roja, símbolo del amor ardiente de la pareja; las otras dos son de los colores zodiacales de cada uno de los miembros de la pareja. Si no conocemos nuestros colores zodiacales se pueden sustituir por dos velas blancas que simbolizan la pureza. El altar encierra toda la simbología del acto que vamos a realizar. Está formado por un círculo rojo que simboliza los hechos consumados, nuestro objetivo cumplido. Dentro del círculo se circunscribe un triángulo, la figura perfecta, la más fuerte, la que nunca se puede volcar, siempre está en pie. El triángulo es uno de los símbolos más importantes del mundo cuando nos referimos a la magia y las matemáticas. Es la visualización del número 3, y este número simboliza la vida y el nacimiento. Por eso en este Ritual de Amor, de alguna manera, se camina por él, nos enganchamos a cada uno de sus tres lados para conseguir nuestros buenos propósitos. En los dos vértices inferiores del triángulo hay dos números, el 2 y el 3, lugar donde colocaremos las velas zodiacales o las blancas. Del número 2 parte una flecha hacia el número 3, y viceversa, símbolo de la atracción entre las personas que realizan el ritual. Las flechas van al encuentro la una de la otra y arrastran con ellas el afecto, la pasión, potenciando el acercamiento. Dos flechas más, que parten de las posiciones 2 y 3 avanzan por el triángulo, ambas hacia el número 1, lugar en el que por fin se unen en el amor sensual. El color de fondo del altar es el marrón, símbolo de la Tierra. Seis pequeños triángulos rodean a cada uno de los tres números dibujados en el altar. Son verdes, color que aleja las malas vibraciones para que nos podamos concentrar mejor en nuestro objetivo.

Ya tenemos todos los elementos necesarios para empezar el ritual. Ha llegado el 14 de febrero, día de los enamorados, y estamos plenamente convencidos de lo que vamos a hacer y, además, queremos hacerlo. Con nuestra pareja elegimos un momento tranquilo del día donde no vamos a tener interrupciones. Encendemos un poco de incienso, si lo deseamos o lo tenemos a mano, e incluso podemos poner aquella música con la cual nos conocimos o empezamos nuestra relación. Colocamos el altar en un sitio seguro y distribuimos las velas: la roja en la posición 1 y las zodiacales o blancas en las posiciones 2 y 3. Encendemos las velas en el sentido de las agujas del reloj, primero la 1, luego la 3 y finalmente la 2. Y al mismo tiempo que encendemos las velas pronunciamos por cada una de ellas la frase siguiente: "a través de la fuerza del triángulo se cerrará el círculo que servirá para la unión de (decir el nombre de cada uno)". Dirigimos nuestro pensamiento hacia nuestro objetivo (el amor, la unión), visualizamos el fin realizado, nuestros deseos cumplidos. Y así pasamos un rato empapándonos de afecto, de sensualidad, de pasión y comunión con el otro. Las imágenes que vienen a nuestra mente seguramente serán placenteras, deliciosas. Saboréalas, deléitate con ellas, créetelas, goza del momento. Cuando hemos terminado dejamos que las velas se consuman totalmente y guardamos los restos hasta que voluntariamente queramos que se rompa el conjuro, para lo cual sólo tendremos que destruirlo.

RITUAL DE AMOR para El Día de San Valentín
Fiesta de los enamorados (I)

Posiblemente la tradicional celebración del día 14 de febrero como la fiesta de los enamorados o Día de San Valentín procede, una vez más, de una vieja celebración pagana. En la antigua Roma, el 15 de febrero de cada año se celebraba una festividad denominada las Lupercales en las que se honraba a Fauno Luperco, dios ítalo de los pastores, con la finalidad de asegurar la fertilidad de los campos y los rebaños. El lugar de la celebración estaba ubicado en la gruta del Lupercal, situada en la ladera noroeste del Platino, donde se cree que los gemelos Rómulo y Remo, legendarios fundadores de Roma, habían sido amamantados por una loba. En aquel lugar los lupercos, cofradía de sacerdotes que profesaban culto a este dios, sacrificaban una cabra y un perro. Uno de los sacerdotes, con su cuchillo manchado con la sangre de la cabra, tocaba la frente de los lupercos para posteriormente limpiar la mancha con un mechón de lana empapado en leche. En ese instante los lupercos emitían una carcajada ritual. Luego organizaban una procesión rodeando al Palatino en la que, desnudos y provistos de correas hechas con la piel de la cabra que acababan de sacrificar, golpeaban a la multitud, en especial a las mujeres, porque pensaban que de esta manera se volverían fecundas. Estos juegos, además, eran un pretexto para diversiones licenciosas.

Con el paso del tiempo el Papa Gelasio I prohibió y condenó, en el año 494, la celebración pagana de los Juegos Lupercales. Quiso cristianizar esta festividad y la sustituyó por el 14 de febrero, fecha en la cual murió martirizado un cristiano llamado Valentín, en el año 270 d.C. De esta manera San Valentín pasó a ser el protagonista absoluto de esta fecha y ocupó un lugar destacado en el calendario.xxxLa vida, martirio y muerte de San Valentín, como la de todos los santos, hizo correr chorros de tinta durante la Edad Media. En esta época los relatos sobre la vida de los santos eran muy populares. Con ellos se pretendía difundir la fe cristiana entre los lectores centrándose en los milagros que realizaban sus protagonistas. Sin embargo en ese intento de perseguir la fe y captar discípulos a base de ensalzar las vidas de los héroes de sus historias, los escritores perdían el horizonte de la realidad y abandonaban el rigor histórico, de manera que sus historias acababan convirtiéndose en fábulas y leyendas que pasaban a formar parte del conjunto de tradiciones y costumbres populares. Por eso San Valentín, como todos los santos, tiene su propia leyenda. Y en ella se cuenta que allá por el año 270 d. C., durante el corto reinado (268-270) del emperador romano Claudio II el Gótico, un sacerdote cristiano de Roma, llamado Valentín, se manifestó en contra de los decretos imperiales. Y es que Claudio II dictó una ley en la cual prohibía contraer matrimonio a los hombres jóvenes porque pensaba que los solteros eran mejores soldados, rendían mejor en la guerra y además no ponían pegas a la hora de separarse de sus familias, cosa que, al parecer, no ocurrían entre los soldados que habían contraído matrimonio y habían formado una familia. El sacerdote desafió al emperador y siguió celebrando en secreto matrimonios entre los jóvenes enamorados que acudían a él. Cuando Claudio se enteró, mandó apresarlo y encarcelarlo. Intentó por diversos medios persuadir a Valentín para que renunciase al Cristianismo y sirviese al Imperio y a los dioses romanos. Pero Valentín no renunció a su religión y el emperador dictó una sentencia que se llevaría a cabo en tres fases. Primero sufriría una paliza, luego le lapidarían y finalmente le decapitarían. Y así fue. Valentín murió el 14 de febrero del año 270 d.C. Pero ocurrió que durante su cautiverio, el carcelero, viendo que Valentín era un hombre instruido, le pidió que diese lecciones a su hija Julia, ciega de nacimiento. Valentín accedió y, además de enseñarle aritmética e historia romana, le habló de Dios. Un día Julia le explicó a Valentín que constantemente le pedía a Dios la gracia de recuperar la vista. Valentín le contestó que Dios siempre hacía lo mejor para nosotros si creemos en El. Y se arrodillaron juntos para rezar cuando de repente una luz brillante iluminó la celda y Julia recuperó la vista. En la víspera de su muerte Valentín le escribió una última carta a Julia donde le pedía que se mantuviera cerca de Dios y la firmó "de tu Valentín". Al día siguiente, 14 de febrero, Valentín fue ejecutado.

Y así fue como empezó la tradición de enviar mensajes de amor en el Día de San Valentín, el santo que perdió su vida por favorecer la unión de los enamorados. Desde entonces comenzaron a circular por todo el mundo intercambios de misivas y obsequios para expresar amor y amistad a los seres más cercanos.

Y ¿qué mejor mensaje de amor y de unión que aquel que nos proporciona un ritual que potencie y eleve este sentimiento?. ..


SAN VALENTÍN, DÍA DE LOS ENAMORADOS. Todos los días de la vida

Un año más Meigaweb quiere compartir con vosotros este día tan especial dedicado a todos los enamorados del mundo. Durante esta jornada consagrada al amor entre la pareja se suelen intercambiar mensajes y obsequios con el fin de demostrar nuestros sentimientos. Hay quien piensa que el Día de San Valentín, Día de los Enamorados, es sólo un pretexto comercial destinado a enriquecer los bolsillos de unos cuantos. Por un lado es cierto. De hecho nadie debería decirnos cuándo realizar un obsequio a la persona amada o si debemos declarar nuestro amor por medio de regalos, de palabras, o de hechos. Cada uno expresa el amor a su manera y cuando quiere, porque el amor es un sentimiento atemporal, sin fechas concretas para practicarlo, sin espacios cerrados para sentirlo, sin límites para manifestarlo, sin barreras para entregarlo. Es cierto. Sin embargo el calendario está repleto de fechas consagradas a otras actividades mucho más triviales que aceptamos sin poner objeciones. Entonces ¿por qué no dedicar un día al amor de pareja?. No es necesario hacer un desembolso económico si no se quiere, hay muchos obsequios que no cuestan dinero. Podemos agasajar a nuestra pareja con una frase delicada, sentida y profunda, con un simple "te quiero", que a veces tanto nos cuesta expresar. Podemos sentarnos tranquilamente a charlar de nosotros mismos, de nuestra relación de pareja, analizar nuestra vida en común, los logros, los fallos. Pararnos, olvidarnos de las prisas y las ocupaciones, y hacer proyectos en común. Mirarnos a los ojos y descubrir que la mirada del otro todavía es capaz de halagarnos y de trasmitirnos seguridad. Susurrar al oído cálidas frases que estimulan el afecto y la ternura. Acariciar su cuerpo sintiendo que el tacto es un perfecto aliado de la pasión. Aquietar el murmullo cotidiano y reconocer que la persona con la que compartimos la vida es la persona con la que realmente queremos estar.

Cierto, tal vez el regalo material no es lo más importante y posiblemente ni siquiera es necesario. Los obsequios si no van acompañados de sentimientos de amor se convierten en objetos vacíos, en trastos que se arrinconan en una esquina desierta de nuestra existencia. A veces una palabra, una frase o un gesto es suficiente. Sin embargo es muy frecuente que esa palabra, esa frase o ese gesto es lo que más nos cuesta entregar y lo que raramente recibimos. ¿Por qué nos cuesta tanto decir "te quiero" cuando las palabras no ocupan lugar ni cuestan dinero? Quizás esta fecha destacada, consagrada al amor, es un buen momento para empezar a decirlo, para desbloquear nuestras emociones dejando fluir libremente los sentimientos, para aprender a ser más expresivos con nuestra pareja, para hacer el esfuerzo de comunicar los deseos más íntimos, para no ser tacaños con las palabras. Si así lo hacemos jamás olvidaremos que un día 14 de febrero de un año determinado descubrimos que nosotros también somos capaces de expresarnos a través del amor. Y seguramente nos daremos cuenta que trasmitir nuestros sentimientos a la persona con la que compartimos la vida es una actividad tan placentera y gratificante que no desearemos desprendernos de ella el resto de nuestra vida. Desnudar nuestras emociones a través de un "te quiero" produce unos efectos mágicos insospechados. Y de esta manera, todos los días del año estaremos en disposición de celebrar el Día de San Valentín, Día de los Enamorados, nuestro día.

Si queréis aprovechar este día tan especial para iniciar una relación más íntima con vuestra pareja, Meigaweb os propone su exclusivo Ritual de Amor y sus velas acorazonadas que os ayudarán en la conquista de vuestras emociones. Tanto el ritual como las velas, con su luz, su color y su simbología, os aportarán un ambiente relajado y un auxilio a la hora de dirigir vuestros pensamientos hacia el fin que deseáis conseguir que es, ni más ni menos, ese sentimiento de amor tan demandado por todos nosotros

Los 5 Venenos



Gendun Rimpoche



¿Qué es la emoción?

Es importante ser claro acerca de lo que queremos significar con la palabra emoción.

Nosotros utilizamos la palabra diariamente para describir algo que puede ser identificado inmediatamente, una definitiva sensación en la mente que es tanto una reacción como una fuerza impulsora. En Budismo sin embargo, la emoción es mucho mas que esto. Es un estado mental que empieza en el instante en que la mente funciona de un modo dualista, mucho antes de que la persona normal sea consciente de ello.

La emoción es el aferramiento habitual que nos hace catalogar automáticamente nuestras experiencias de acuerdo a si nuestro ego las encuentra atractivas (deseo), no atractivas (enfado), o neutrales (ignorancia). Cuanto mas aferramiento haya, mas fuerte será nuestra reacción, hasta que alcancemos un punto donde finalmente se rompa dentro de nuestra mente consciente y se manifieste como las sensaciones obvias que normalmente llamamos emociones.

Las reacciones anteriormente citadas son calificadas como los tres venenos, a los cuales se añaden aquellos de considerar nuestra propia experiencia como predominante (orgullo) y juzgar nuestra propia posición en relación al objeto percibido (celos), para dar en total los cinco venenos. La palabra veneno es utilizada porque estas reacciones envenenan nuestra mente e impiden la aparición de su sabiduría intrínseca.
Por tanto, al leer las instrucciones de Chagme Rimpoche como son expresadas aquí por Lama Gendun, debemos tener cuidado de comprender cada palabra sobre las cinco emociones en el sentido mas amplio posible. No haciéndolo así hacemos imposible para nosotros el aferrar la plena importancia de la enseñanza

Aquellos que practican el Vajrayana, las enseñanzas tántricas secretas, tienen un compromiso sagrado de no rechazar las emociones del apego, la ira, la ignorancia(1), el orgullo y la envidia o los celos.

La razón para que esto sea así tiene que ver con que si las rechazan, nunca tendrán la posibilidad de descubrir su sabiduría intrínseca. Al abandonar los cinco venenos, abandonamos, al mismo tiempo, cualquier posibilidad de realizar las cinco sabidurías, puesto que ellas se encuentran en el mismo lugar de las emociones. Esa es la razón por la cual, cuando nos comprometemos con las prácticas tántricas, debemos trabajar con los diferentes objetos que dan surgimiento a las reacciones emocionales. Los objetos mismos del apego, el odio, etc., se convierten en los medios para la liberación de los conflictos emocionales.

En términos prácticos, esto significa que cuando uno de los cinco venenos aparece en la mente, tenemos que mirar directamente su esencia hasta entender que en verdad no tiene una existencia real. Percepción, emoción y sabiduría Las emociones aparecen debido a las condiciones creadas por nuestra mente confusa. Nuestra conciencia fundamental, que en el momento presente se encuentra en un estado de total ignorancia, proyecta a partir de sí la idea de un mundo experimentado por medio de los cinco sentidos, los cinco órganos de los sentidos y sus relaciones activas con los objetos externos. Debido a nuestros hábitos previos, la mente proyecta imágenes que considera separadas de ella misma. Entonces, éstas se convierten en formas que actúan como objetos para la vista, sonidos para el oído, y así sucesivamente.

La presencia de estos objetos aparentemente independientes hace que la mente se perturbe, permitiendo la aparición de las emociones. Por ejemplo, cuando nuestros ojos ven una forma, la cosa no se queda ahí: inmediatamente reaccionamos frente a ella. Cuando la forma nos parece agradable, nos sentimos atraídos. Si la encontramos desagradable o repulsiva, la rechazamos y queremos alejarnos. Lo mismo aplica a toda la información sensorial, es decir, a todo lo que oímos, olemos, probamos o tocamos. Cada vez que los órganos de los sentidos entran en funcionamiento deberíamos mirar directamente la esencia real de lo que está sucediendo. Gradualmente llegaremos a ver que el objeto que estamos percibiendo no es más que la mente trabajando. El objeto es la mente, no se diferencia de ella y, por lo tanto, no hay necesidad de crear ninguna dualidad artificial manteniendo una distinción clara entre sujeto y objeto.

Si miramos la esencia de esta carencia de dualidad, la verdadera naturaleza del objeto y de la mente que lo percibe, descubriremos la esencia misma de la mente. Esta percepción de la esencia de la mente tiene lugar cuando todos los pensamientos previos se han detenido y el siguiente pensamiento aún no ha aparecido. La mente se encuentra en el presente espontáneo, su propia realidad. Es la mente la que ve su propia esencia y es a esto a lo que le damos el nombre de sabiduría primordial. Su presencia, entonces, aclara las emociones atómicamente. Es como encender una vela en un cuarto oscuro: tan pronto como la luz se hace presente, la oscuridad desaparece por sí sola.

En forma similar, el simple hecho de que la sabiduría esté en la mente hace que las emociones se desvanezcan por completo. Si tenemos éxito en meditar así, en ese mismo instante veremos la sabiduría inherente a cada emoción y, por ende, nos liberamos de su aspecto negativo. Esto es lo que se conoce como la aparición y la liberación simultánea de las emociones. Cada uno de los cinco venenos se reconoce como una de las cinco sabidurías. Sí, por el contrario, no logramos ver el aspecto de sabiduría del evento que está teniendo lugar en la mente, una vez más quedamos atrapados en la dualidad. Seguimos el pensamiento, nos dejamos influenciar por él y empezamos a reaccionar ante el objeto aceptándolo o rechazándolo, hasta que la mente queda invadida por la confusión y las emociones y terminamos teniendo que experimentar el sufrimiento que sigue. Dice en el texto que si renunciamos a los cinco venenos será imposible encontrar la sabiduría. La actividad de las emociones es la actividad de la mente. Cada emoción que aparece no es más que la mente misma en acción y, por lo tanto, si rechazamos las emociones estamos rechazando, al mismo tiempo, la mente. Sólo a través de su actividad descubrimos la actividad de la sabiduría y, entonces, al rechazar la actividad emocional de la mente, rechazamos la posibilidad de encontrar su actividad de sabiduría. Esto nunca nos llevará a realizar la realidad última de la mente.

Abandonar los cinco venenos es un camino menos directo a la iluminación. Es el camino que siguen los sravakas (practicantes realizados del camino Hinayana). Sin embargo, ver la verdadera naturaleza de las emociones en la medida en que se presentan no es una tarea fácil. Si solamente nos permitimos mirar las emociones que aparecen en nuestra mente, una detrás de la otra, en la forma usual, no somos diferentes de lo que éramos antes. Nada ha cambiado. Si de verdad gozamos con nuestras emociones, incrementando deliberadamente su fuerza hasta que nos intoxican completamente, nos estaremos comportando como alguien poseído y, en consecuencia, acumularemos el karma de un demonio.

También puede suceder que nos convirtamos en ese tipo de personas que cada vez se sienten más orgullosas de su habilidad para lidiar con las emociones. Puesto que su entendimiento no se ha desarrollado plenamente, incrementan el poder de las emociones. Entre más fuertes se vuelven, más grande se hace su orgullo. Y las cosas no paran ahí. Pese a no estar libres de confusiones emocionales, estas personas sostiene que sí lo están y se auto erigen en ejemplos para otros. Motivadas por un gran orgullo, buscan hacer crecer su reputación, que las reconozcan como importantes y famosas por su "adecuado" manejo de las emociones. Cada vez más confusas, acumulan un karma que crece cada instante en negatividad.
Un Buda para cada emoción

Si logramos mirar directamente la realidad de cada uno de los cinco venenos, en la medida en que aparecen, reconoceremos que no son otra cosa que las cinco sabidurías. En el veneno de la ira y el odio percibiremos la sabiduría como espejo que corresponde al Buda Dorje Sempa. Mirando directamente la naturaleza del orgullo, encontraremos la sabiduría de la igualdad y al Buda Ratnasambhava. En la naturaleza del deseo descubriremos la sabiduría discriminativa y al Buda Amithaba. Si miramos los celos y la envidia, veremos la sabiduría que todo lo logra y al Buda Amoghasiddhi. Y si miramos la ignorancia, encontraremos la sabiduría del dharmahatu y al Buda Vairocana. Estos Budas también corresponden a las diferentes energías elementales del cuerpo, cada una de las cuales está asociada con una emoción.

Ver a través de las emociones produce no sólo la realización de un aspecto de la sabiduría sino que transforma el elemento correspondiente del cuerpo en cada uno de los cinco Budas. En el Vajrayana no abandonamos las emociones. Simplemente miramos su naturaleza o esencia, a partir de lo cual éstas se transforman automáticamente en las cinco sabidurías y, espontáneamente, generamos las mentes de los cinco Budas arquetípicos. Este tipo de práctica la emplean quienes meditan de acuerdo con la tradición del Mahamudra o el Dzogchen.


Un remedio para todas las enfermedades

Mirar directamente la esencia o naturaleza de una emoción es un método que puede aplicarse en todos los casos, de la misma manera en que podemos utilizar una sola medicina para curar cien enfermedades. El practicante con grandes habilidades utilizará este método para "inflar" las emociones en el instante en que alguna de ellas aparezca en la mente. Esto equivale a arrojar una diminuta chispa de fuego en un montón de heno seco: inmediatamente se encenderá y será completamente destruido. Aunque la chispa original es pequeña, puede quemar cualquier cantidad de heno.

De la misma forma, una pequeña chispa de sabiduría puede quemar toda la confusión de la mente y las emociones asociadas con ella, hasta que lo único que queda en la mente es realidad última. Aquellos practicantes de medianas capacidades deben utilizar este método de la siguiente manera: tan pronto como una emoción aparezca en la mente en el momento de la meditación, deben examinarla directamente, con una mirada desprovista de cualquier revestimiento. La emoción se calmará inmediatamente y perderá poder sobre el practicante.

Se dice que este proceso equivale a reconocer la no dualidad del agua y las olas. En la superficie del mar se pueden ver muchas olas de diversos tamaños y formas. Sin embargo, el contenido de las olas es la misma agua del mar. En realidad, no hay distinción entre las olas y el agua. De igual forma, todas las emociones que aparecen en la mente no son otra cosa que la mente misma. Por lo tanto, no hay razón para que debamos rechazar la emoción o para que la consideremos diferente a la mente.

El practicante promedio podrá entender esto y, al experimentar directamente el hecho de que las emociones son simplemente la mente, éstas se calmarán por su propia cuenta. El practicante de capacidades ordinarias podrá hacerse consciente de la emoción en el momento en que ésta aparece en la mente. No deberá involucrarse en la emoción y dejarse tomar por ella que es lo que usualmente sucede. Es como alguien loco que de pronto recupera el juicio. Libre de su locura, su conciencia ordinaria regresa. En forma similar, tan pronto como esta persona se da cuenta de la presencia de una emoción, aplica la práctica que considere apropiada en ese momento y circunstancias. Ser concientes de la emoción, incluso de manera parcial, aunque no nos libera nos da el punto de arranque para la aplicación posterior de otros enfoques para trabajar con las emociones.


NOTA

(1)Para nosotros es difícil considerar la ignorancia como una emoción, pero si pensamos cuidadosamente, podemos ser influenciados por la ignorancia como por el deseo y la ira. La ignorancia no es algo neutral sin efectos o consecuencias, es un estado definido de la mente que hace que actuamos en una forma determinada. La ignorancia ocurre cuando no somos capaces de ver las cosas como realmente son. Esta incapacidad de reconocer lo que está sucediendo puede ser consciente o inconsciente: unas veces se presenta como inocencia y otras como indiferencia, es decir, no querer ver deliberadamente lo que está pasando. Puede involucrar factores como una confusión general acerca de lo que está ocurriendo o la formación de visiones totalmente erradas. También tiene que ver con el apego.
La ignorancia a veces puede ser muy cómoda ("la ignorancia es una bendición", dicen. Si nos miramos de cerca, podemos encontrar estas actitudes en gran cantidad de nuestros comportamientos). Desde el punto de vista budista, la ignorancia nada tiene que ver con la inocencia o la bienaventuranza. Por el contrario, es la causa principal de nuestro sufrimiento y, por ello, es que se incluye de forma explícita entre los cinco venenos

Los Atlantes de Tula


Cuentan algunas leyendas que los toltecas (en nahuatl significa: "maestros constructores") después de abandonar misteriosamente la ciudad de Teotihuacán, construyeron una réplica a pequeña escala de lo que sería su nueva capital, allá por el año 800 d.C. Su fundador fue Quetzatcóalt, a quien las mismas leyendas describen como un hombre "blanco y barbado". A esta ciudad la denominaron Tollan (lugar de muchos barrios), y durante muchos años fue el foco principal de la civilización en Mesoamérica, reinando una dinastía de reyes-sacerdotes descendientes del dios Quetzalcóatl. Para muchos investigadores Tollan fue una ciudad mítica, más propia de la fantasía que de la realidad. No fue hasta finales del siglo XIX que se procedió a su descubrimiento en un lugar llamado en la actualidad Tula, próximo a la ciudad de México D.F. (unos 80 kms) y de la antigua Teotihuacán (unos 65 kms).

Los primeros trabajos arqueológicos para desenterrar los misterios de la antigua Tollan se iniciaron a comienzos de los años cuarenta de la mano del arqueólogo mexicano Jorge R. Acosta. Al igual que Teotihuacán, la ciudad de Tollan se estructuraba sobre un eje norte-sur sobre el que se ubicaban un gran número de edificios ceremoniales orientados en dirección este-oeste. Al sur del eje principal existe una gran plaza cuadrada presidida por un gran altar, donde se encuentran dos pirámides de cinco pisos y una cancha donde se practicaba el juego sagrado de la pelota. En la mayor de las dos pirámides de esta plaza se encontraron algunos objetos de oro, pero fue en la menor de las dos pirámides, bautizada con el nombre de Pirámide de Tlahuizcalpantecuhtli (estrella de la mañana) dedicada al dios Quetzalcóatl, la "Serpiente Emplumada" donde fueron localizadas enterradas en una profunda zanja cuatro colosales estatuas de casi cinco metros de altura a las que se denominó "los atlantes de Tula"
Cada uno de estos "atlantes" (cuyo nombre proviene de la diosa Atlatona) esta constituido por cuatro piezas o bloques que encajan milimétricamente unos con otros. En su base, el primer bloque se corresponde a las piernas y pies. El segundo y el tercero de los bloques forman el tronco, y por último, el cuarto de los bloques representa la cabeza cubierta por un tocado de plumas. Llaman poderosamente la atención algunos detalles de la indumentaria de estos colosos, como por ejemplo la presencia de dos objetos de gran tamaño sobre las orejas de las figuras. El pecho está cubierto por una gran placa con la figura de un ser alado, del mismo modo y en la parte posterior a la altura de los riñones, otra placa en esta ocasión circular y con la presencia de un rostro humano, ha despertado la curiosidad de los investigadores, que no llegan a ponerse de acuerdo sobre los dibujos que rodean el rostro del disco: mientras que para unos sólo son serpientes entrelazadas, para otros son símbolos de alguna escritura aún sin descifrar.

Otro de los aspectos que más confunden a los expertos es la identificación de los rasgos faciales y su inclusión en algún grupo racial, algo que por el momento no se ha logrado. Guerreros, dioses, reyes, ídolos, etc, son algunos de los calificativos que se han usado para identificar a los "atlantes", los cuales muestran diferencias anatómicas en sus caras a pesar de mantener la misma expresión, lo que les concede una personalidad propia a cada uno de ellos.

Los toltecas fueron un pueblo de artistas, sabio y culto, pero muy pragmático y austero, lo que les sirvió también para que desarrollasen el arte de la guerra, pudiendo construir así un imperio. Sus guerreros fueron temidos por sus enemigos, y entre sus armas figuraba la presencia de un lanzador ligeramente curvo en su extremo de dardos o flechas conocido con el nombre de "atl-atl". En todas las representaciones encontradas hasta el momento donde aparecen los guerreros toltecas, empuñaban y manejaban con la mano izquierda estos artefactos bélicos.

En los gigantes o "atlantes" de Tula los expertos han identificado también la presencia de los "atl-atl", por lo que oficialmente estos colosos serían la representación de un grupo de guerreros míticos. Sin embargo, si observamos detenidamente esta teoría, no termina de encajar. En su mano derecha cada uno de los atlantes porta un extraño objeto y en su izquierda otro objeto que ha sido calificado como unas flechas. Es sabido como decíamos anteriormente que, los toltecas usaban el "atl-atl" con la mano izquierda y no con la derecha como lo hacen los "atlantes", y que las flechas que portan en la mano derecha difícilmente pueden serlo pues son curvas.

Curiosamente en uno de los pilares recubiertos de relieves que fueron encontrados junto a las figuras de los "atlantes" y que hoy están situados junto a ellos sobre la pirámide, aparece la figura de un individuo que porta un objeto a la espalda como si se tratara de una mochila o depósito, y que maneja un objeto idéntico al que portan cada uno de los cuatro "atlantes". No hay quien falte en asegurar que este extraño objeto es una "pistola lanzalllamas o un soplete de plasma", pues de él parte una especie de llama que el individuo dirige sobre una piedra.

Las leyendas que hacen referencia a la fundación de Tollan por parte de Quetzalcóatl, relatan que en torno al año 1.000 d.C este dios y sus seguidores fueron expulsados de la ciudad por la presencia del dios Tezcatlipoca. En su marcha hacia el sur, este grupo de exiliados hicieron de Chichén Itzá su nueva capital, fusionando su cultura y tradiciones con los mayas.

En la antigua capital, Tollan, se inicia progesivamente una decadencia que culmina en el siglo XIII con la aparición en escena de los aztecas, los nuevos conquistadores venidos del norte, quienes adoptaron muchas de las costumbres y tradiciones toltecas.