sábado, diciembre 17, 2011

La Conspiración O.V.N.I.


Por Manuel Carballal

En junio de 1987, durante el congreso anual de MUFON (la más importante asociación civil de estudios OVNI en USA) se hacían públicos los documentos más polémicos en la historia de la ufología: el memorándum Majestic-12. Dicho informe, compuesto por un grupo de ocho microfilms, se presenta como un documento facilitado por el presidente Truman a su sucesor, detallando las autopsias y análisis a cuatro cadáveres alienígenas y a un platillo volante estrellado en Roswell en julio de 1947. Poco después, esos informes serían desarrollados en un disparatado libro , The Matrix, que conmocionaría a la ufología mundial: se trataba de la historia de un supuesto pacto secreto entre los alienígenas y el gobierno norteamericano...
Tres años después, también en un congreso de MUFON, William Moore, conocido escritor y ufólogo norteamericano (coautor de El incidente y El Experimento Filadelfia), hacía una confesión explosiva. Según su aparente arrepentimiento, llevaba nueve años contratado por los servicios de inteligencia americanos para actuar como “topo” en la comunidad ufológica, transmitiendo a las agencias gubernamentales los descubrimientos más relevantes de los investigadores e intoxicando a la vez con información falsa a los interesados por el fenómeno OVNI. Ese día, la ufología mundial dio un giro de 180º, y algunos expertos lúcidos comenzaron a entrever la gran trascendencia que tenía el factor militar en esta disciplina.
Como detalla acertadamente Javier Sierra en La conspiración OVNI; Historia de un Watergate ufológico (S.E.P., 1990) el trabajo de intoxicación de William Moore comenzó con el desdichado Paul Bennewitz.

“Bennewitz, propietario de una pequeña sociedad productora de componentes electrónicos, la Thunder Scientific Company, comienza a ser estrechamente vigilado por los Servicios de Inteligencia de la Base Aérea de Kirtland, a raíz de una serie de experimentos que realizó, a primeros de 1980 con una mujer que fue abducida en mayo de ese mismo año en las inmediaciones de Cimarrón (Nuevo Méjico). Suponía Bennevitz que los extraterrestres que secuestraron a la testigo, le habían implantado una especie de microaparato con el objeto de controlarla a larga distancia, y suponía igualmente que utilizando los medios electrónicos adecuados podría interceptarse la señal que, pretendidamente, partiría de ese ingenio insertado en el cuerpo de la abducida hasta alcanzar la nave alienígena. En compañía del Dr. Leo Sprinke, mundialmente conocido por sus investigaciones en este campo, llevó a cabo sus primeros intentos de interceptación. Finalmente, logró captar una señal que, supuestamente, era originada desde el interior de esta persona, pero que luego se vería que procedía de las cercanas instalaciones del almacén de armas nucleares de Manzano, en el interior de la Base Aérea de Kirtland. Esto, unido a los extraños avistamientos de luces no identificadas entrando y saliendo de esta base, llevó a Bennevitz a pensar que los alienígenas se habían instalado en aquella zona militar restringida. (?)

Paralelamente, los militares de Kirtland -que por aquel entonces se encontraban trabajando en los preliminares de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) o “Guerra de las Galaxias”- detectaron que un “topo” se había colado en su sistema informático...y el intruso no era otro que un ciudadano llamado ¡Paul Bennevitz! Fue entonces cuando APOSI contactó con Moore para espiar a Bennevitz, y, tras cerciorarse de su afición por la ufología, decidió suministrarle todo tipo de información aberrante sobre pactos entre los extraterrestres y las Fuerzas Armadas para que sus afirmaciones de que había detectado “algo raro” en Kirtland no despertaran las suspicacias de los rusos, con el aliciente añadido de un momento histórico en el que el mundo vivía todavía los estertores de la guerra fría”.
Los rumores del pacto secreto de USA con los alienígenas se extendió rápidamente. ¿Qué otra explicación podía tener que las señales recibidas a través del implante hecho a un abducido proviniesen de una base militar americana?
El “tratamiento” de intoxicación con el que sometieron las agencias de inteligencia a Bennevitz funcionaron a la perfección, y el “espía” terminó sufriendo tratamiento psiquiátrico. “El Gobierno volvió loco a Bennevitz -terminó confesando Moore- para detener todo el proceso...”

A ese incidente siguió una vasta campaña de desinformación por parte del Gobierno norteamericano contra la comunidad ufológica. Desinformación que aún continúa. Pero el daño ya estaba hecho. El descubrimiento de Bennevitz abría una puerta a un aspecto estremecedor del fenómeno OVNI: la manipulación de la población civil tras el mito extraterrestre...

Sería demasiado complejo sintetizar todos esos manejos en estas líneas, que sólo pretender invitar a la reflexión al lector. Son muchos los aspectos de este entramado que se ha tejido en torno a la ufología desde sus orígenes en los años 40, e incluso antes. Pero sí conviene citar algunos aspectos especialmente significativos. Con esta nueva dimensión, de tipo “espionaje-militar” del fenómeno OVNI, surgieron casos muy significativos, aunque tal vez erróneamente interpretados.
Una de las “pruebas” del pacto entre USA y las EBEs (Entidades biológicas Extraterrestres), fué encontrada por los ufólogos en la ultrasecreta base aérea de Groom Lake conocida como “Area 51”

El número correspondiente a marzo de 1994 de la revista científica americana Popular Science dedicaba toda su portada precisamente al “Area 51”. En el extenso artículo que publicaba esta revista tan poco sospechosa, se hacía eco de la observación de extrañas aeronaves que se habían visto sobrevolando la zona. En los alrededores de Groom lake se organizaron auténticos turnos de vigilancia ufológica que, tras horas de escrutar los cielos, ha dado sus frutos con fotos y filmaciones de aeronaves no convencionales.

Aunque algunos personajes, como el polémico físico Bob Lazar aseguran que tras haber sido contratados para trabajar en la base como personal de mantenimiento, llegaron a ver naves discoidales “una de ellas -decía Lazar- similar a las fotografiadas por Billy Meier”.

La historia es más larga y compleja. Pero elementos como las “comunicaciones” entre el implante de la abducida y la base Kirtland, detectados por Bennewitz, o los “platillos” y otras naves no convencionales observados en el “Area 51”, son prueba evidente para algunos ufólogos norteamericanos de que el gobierno ha hecho un pacto con los alienígenas para intercambiar tecnología extraterrestre a cambio de un “permiso de abducción”.

Quizá, sólo quizá, la respuesta pueda ser mucho más sencilla. Quizá los “platillos” y los OVNIs triangulares sean, sencillamente, aeronaves sofisticadas, pero terrestres. Y quizá las abducciones -o algunas abducciones- sean experiencias ilegales de manipulación genética por parte de científicos militares. O quizá...
Manipulación En 1979, se publicaba en Zaragoza (Editorial Alvarez Esbec) un libro sorprendente: Bases de OVNIs en la Tierra.

El libro, escrito en primera persona, pretendía ser la biografía de un joven español e hijo de americanos (su padre sería un oficial de la base de Torrejón) reclutado por la CIA y adiestrado para convertirse en un ufólogo y contactado, según fuese preciso, al servicio de la Inteligencia yanki.

A lo largo de 223 páginas, el autor, que firma como Douglas O’ Brien explica cómo la CIA le habría facilitado documentación ufológica, credenciales de la FSR, amenazas a testigos que vieron demasiado, cómo había organizado “Alertas OVNI” cerca de bases enemigas para poder fotografiarlas con la excusa ufológica, etc. Al final, los remordimientos por sus acciones, y la convicción final de que, después de todo, también existían OVNIs extraterrestres, llevaría a este “espía”a confesar públicamente sus acciones a través del citado libro. Ciertamente, el relato es apasionante como novela de suspense y como una auténtica premonición de los aspectos militares del fenómeno OVNI que se destaparían diez años más tarde.
Por fin, en Abrin de 1994, pude identificar, localizar y reunirme con el verdadero autor del libro, Francisco Javier Esteban, en la ciudad Zaragoza.
Esteban, en la actualidad miembro de la asociación negativista ARP, me explicó que el libro era una novela construida con información ufológica extraída de infinidad de fuentes, mas una dosis de fantasía. Sin embargo, el argumento de Bases de OVNIs en la Tierra se haría realidad, aparentemente, justamente dos lustros después de su publicación también en España.

El “affaireSouza” Sábado 9 de diciembre de 1989. Haro (Logroño). Con lágrimas en los ojos, Jefferson Souza, joven de origen brasileño pero afincado en USA, hacía una sorprendente confesión: “Yo estoy en una posición muy difícil. Se espera que hable de determinadas cosas y me es muy difícil hacerlo... pero tengo que hacerlo. Pienso que ya basta de tantas historias, de tantos cuentos... Es hora de hablar de manipulaciones. De manipulaciones de personas con personas, de gobiernos con personas...Yo no sé si es el momento ni el lugar, pero yo un día tenía que explotar”.
Aquella jornada histórica se había iniciado horas antes. Cuando yo llegué al hotel Los Agustinos, invitado a aquel I Congreso de Parapsicología y Ufología de la Rioja, Enrique de Vicente (director de la revista Año-Cero) estaba esperándome en el hall.Visiblemente excitado, más aún que de costumbre, me acompañó a la habitación. “Casualmente” nos habían colocado en la misma. Eso inquietó aún más a Enrique, quien asegurando que tenía algo importantísimo que decirme, se negaba a hacerlo en la habitación. “No podemos hablar aquí, salgamos fuera...”. Se iniciaba entonces para mí una especie de película de espías y OVNIs absolutamente increíble.
Según me explicaba De Vicente, Jefferson Souza, sobre quienes varios investigadores teníamos sospechas, se había derrumbado durante la comida, confesándole a Enrique ser un agente de desinformación adiestrado ufológicamente por la CIA.
Jefferson Souza había llegado por primera vez a España un año antes, presentándose en Cataluña como contactado, y narrando su increíble historia. Nadie podía imaginar entonces el peligro que supondría para la ufología española meses más tarde, y el inexplicable protagonismo que alcanzaría en el país. Pero vayamos por partes.

Durante su conferencia-confesión en Haro, Souza entonaba un “mea culpa”, excusándose por haber engañado y mentido a algunos conocidos investigadores españoles, entregándoles información “preparada” por sus superiores para que, así deformada, se publicase y circulase entre los ufólogos españoles y europeos. Su misión era la de construir las creencias que convenían sobre los OVNIs.

Según Souza, las agencias de inteligencia eran conscientes del gran valor sociológico que el mito extraterrestre tiene en la sociedad occidental, y había descubierto su valor potencial para manipular a masas de individuos creyentes en los OVNIs.

Aquella noche, después de la cena y de la entrega de los Premios Paracelso, y tras conseguir despistarnos del resto de los ponentes y comensales, Jefferson Souza, Enrique de Vicente y yo, nos reunimos en una discreta sala del hotel con la intención de profundizar en las revolucionarias afirmaciones del americano-brasileño. Durante casi cinco horas, Enrique y yo (más tarde se nos uniría Sinesio Darnell) pudimos bombardear a preguntas a Souza sobre quién le pagaba, qué información debía distribuir, etc. Todo está grabado.

Jefferson afirmaba haber acudido a Haro, en este segundo viaje a España, con la intención de “reclutar” a algunos investigadores españoles (De Vicente y yo, entre ellos) para participar en esta mascarada. En mi caso, ésta era ya la tercera vez que alguien intentaba sobornarme para cometer un fraude ufológico. Yo jamás acepté estas proposiciones, pero sé que otros lo han hecho; de ahí mi escepticismo en muchos aspectos del fenómeno OVNI. Si la información que barajamos es falsa, las conclusiones originadas por ella jamás podrán obedecer a la verdad.
Según decía Souza, siendo un niño había sido abducido y sometido a un implante. Más tarde descubrió que sus captores no eran alienígenas, sino militares norteamericanos, y que él, como muchos otros niños brasileños había sido utilizado como “conejo de indias”. Siempre según su relato, años después fue “reclutado” por la CIA y trasladó su domicilio a USA. Allí, al igual que el personaje de Bases de OVNIs en la tierra, fue instruído para introducirse en el mundo de la ufología y actuar como agente de intoxicación. Sabiendo que la mayoría de los autores no investigan, sino que se limitan a publicar refritos de otras fuentes, basta introducir un dato en una publicación o conferencia, etc, para que otros divulgadores la retomen y la reproduzcan constantemente, siendo enriquecida y distorsionada con el paso del tiempo. Es lo que yo llamo el efecto “bola de nieve”.
Según aseguraba Souza, algunas abducciones eran experiencias totalmente reales y físicas, pero los raptores no son extraterrestres, sino científicos norteamericanos que usan los cerebros de los abducidos como laboratorio. Los implantes -afirma Jefferson- son de tecnología japonesa extremadamente sofisticada y actúan creando un vínculo terrible entre el abducido y sus captores, como descubrió casualmente Paul Benewitz (ver Secuestrados por los OVNIs, Espacio y Tiempo,1992).

Por otro lado, el supuesto ex-ufólogo a sueldo nos habló del “Proyecto Némesis”, un hipotético experimento psicosocial consistente en crear grupos de disciplinados “soldados” reclutados a través de hipotéticos contactados. Souza afirmaba que las agencias de inteligencia americanas hacía muchos años que fabricaban “platillos volantes” (en eso no mentía) y que los habían utilizado en una particular misión. Una vez seleccionado un personaje de gran carisma natural, se le convencía de haber contactado con alienígenas, lo cual es sumamente fácil cuando se tiene esa tecnología. Si un “platillo volante” aterriza en el patio de tu casa, y un individuo de dos metros sale del interior y le dice que es extraterrestre, lo más probable es que le creas a pies juntillas.

Una vez hecho esto, el “contactado fabricado” entregaría su vida a la trascendente misión de difundir los mensajes de los “Hermanos del Cosmos”. El “Proyecto Némesis” se encargaría de apoyar al contactado facilitándole todas las pruebas necesarias: avistamientos -previa cita de sus “platillos volantes”-, fotos, filmaciones, algún mineral extraño (debidamente manipulado en los laboratorios siderúrgicos de la CIA), etc. Souza mencionaba casos como el de Billy Meir, como ejemplo del “Proyecto Némesis”.

Realmente, las afirmaciones de Souza eran increíbles, y el vértigo de la conversación, agotador. Todo lo que alguien pudiese creer sobre el fenómeno OVNI era demolido en aquella conversación. Pero Souza continuaba mintiendo y, de haber sido realmente un intoxicador gubernamental, al verse descubierto por De Vicente, no había dejado su papel, sino que lo había disfrazado de arrepentimiento. Los sucesos que tuvieron lugar en los días sucesivos demostraron que, fuese lo que fuese, Jefferson Souza mentía como un bellaco, y su destructiva actuación en España no tenía buenas intenciones.

Dos días después, el lunes 11, yo pensaba viajar a la montaña de Montserrat (Barcelona) para continuar la investigación que venía realizando sobre los contactos OVNI con Luis José Grifol. Pero antes, aprovechando el ofrecimiento de unos amigos de llevarme, quería visitar Desojo, un pequeño pueblo navarro donde se emplazaba otro grupo de contacto: Adonai. Cuando comenté mis planes, Souza se mostró extremadamente interesado en acompañarme para conocer a estos contactados. Tendría, pues, durante las siguientes 48 horas, oportunidad de interrogar a fondo a Souza.
Así pues, al día siguiente salíamos juntos hacia Desojo en el coche de ese matrimonio amigo. Ellos nos dejarían a Jefferson y a mí en la estación de ferrocarril de Logroño.

Cuando, ya bien entrada la noche, los cuatro nos despedimos de Lice Moreno, líder de Adonai (quien, por cierto, no se había dejado seducir por Souza), protagonizamos una anécdota significativa, entre las muchas que se produjeron en el viaje.
Apenas habíamos recorrido unos kilómetros cuando Jefferson llamó nuestra atención: “¿Os habéis fijado que hace un rato que nos sigue ese coche?”. La verdad es que, por mucho que nuestro conductor acelerase o redujese, este vehículo seguía detrás de nosotros. La tensión llegó a tal extremo que, en algún punto de la carretera entre Desojo y Logroño, nuestro conductor dio un volantazo sacando el coche de la carretera. Entre la polvareda vimos que el otro vehículo aceleraba, perdiéndose en la noche. Al menos durante un rato...

Souza sabía, y sabe (aquí es donde quiero llegar) utilizar a las personas y estimular sus emociones en su beneficio. Sin embargo, no deja de ser curioso que cuando llegamos a Logroño, pasada la medianoche, se produjo otra “anécdota”.
Visiblemente inquietos, mis amigos nos dejaron en la estación de ferrocarril y continuaron camino hacia su casa. La estación estaba desierta. No había absolutamente nadie. El tren no pasaba hasta la 1:30 de la madrugada, así que sugerí a Jefferson que me esperase en la estación con las maletas mientras yo buscaba algún bar donde comprar algo de comer y de beber, porque todavía no habíamos cenado.
Salí de la estación y tardé un rato en volver. Cuando regresé, me sorprendió encontrar a Jefferson hablando animadamente con alguien. Estaban sentados de espaldas y no me vieron llegar. Cuando estaba a un par de metros, Souza me descubrió, pero yo había podido escuchar que estaban hablando en inglés. El otro individuo, un joven vestido de manera informal, se disculpó y se marchó. Jefferson me comentó: “Qué coincidencia ¿verdad?, otro americano aquí...” Sí, la verdad es que era una casualidad encontrar a otro americano en la estación de tren de Logroño a la 1:30 de la mañana...

Al día siguiente nos despedimos en la estación de Sants. Aunque deberíamos vernos esa noche en Montserrat. Y allí vería, por primera vez, un ejemplo de la hábil manipulación de Souza con los contactados. En la montaña organizó ya el “show” y consiguió dividir a los fieles seguidores de José Luis Grifol en dos bandos, uno de los cuales lideraba, obviamente el mismo Souza. Aquel meteórico protagonismo me hizo intuir sus intenciones.

Requeriría mucho espacio desmenuzar las andanzas de Souza por España, pero en sólo unos días había sido entrevistado en programas de TV y radio, así como en semanarios nacionales.

Fui testigo de su empeño de enemistar a investigadores, contando mentiras de uno a otro; dividió grupos de contacto consolidados hace años erigiéndose en líder... Era alucinante su rapidez en captar adeptos, y el secreto era sencillo: sabía dar a cada cual lo que quería.

Dada la gravedad que revestía el asunto, y después de entrevistarse con investigadores como Antonio Ribera, Andreas Faber Kaiser, etc, que habían conocido a Souza en su anterior viaje a España, convocamos una reunión en Tarrasa para el 15 de Diciembre. Allí, Javier Sierra, Josep Guijarro, componentes de los grupos AFK, UNIFA y otros, debatimos durante ocho horas el problema Souza. La conclusión es que, realmente podría tratarse de un intoxicador actuando para alguna asociación no identificada (que igual podría ser la CIA que un grupo de escépticos profesionales).
Mientras tanto, su apariencia inocente y su origen yanki habían conseguido que, en unos pocos días, hubiese dado una conferencia y organizado tres grupos de seguidores en varias poblaciones catalanas. Sin embargo, con sus grupos se comportaba de una forma y, fuera de ellos, de otra. Lo que él no podía prever es que yo estaba recopilando todas las grabaciones de sus intervenciones en radio y TV de sus conferencias, e incluso de sus reuniones privadas. En total, más de una docena de horas de grabación que, una vez contrastadas, evidencian sus elaboradas mentiras.
El día 13 de diciembre, por mediación de Enrique de Vicente, que aún estaba conmocionado por la confesión de Souza, se grababa una entrevista a Jefferson para emitirla en el programa Espacio en Blanco, a condición de que fuera radiada una semana después. Esto debería dar tiempo a nuestro personaje para salir del país y recuperar su archivo. La entrevista se emitió el día 23, y en ella el “intoxicador” decía cosas como : “Quiero dejar bien claro que yo hablo por este micrófono por mi libre voluntad, y me desarraigo de cualquier compromiso adquirido anteriormente. Hay unas fotografías que son microfilmes en mi archivo, y creo que es la salvaguarda que yo tengo. Espero que emitan este programa por lo menos el día 20, que me dará tiempo a tenerlo en mis manos. Mi archivo es lo único que me salva... hay copias de sueldos, pagos... La CIA no perdona”.

Sin embargo, en una conferencia que daba paralelamente en San Félix de Codines, creaba un nuevo grupo de trabajo llamado “ADN” que, según sus propias palabras, estaría respaldado por dos universidades americanas: “Nosotros tenemos dos universidades entre nosotros, siendo una de ellas la Universidad de Los
Angeles, a través de unos amigos personales míos que, por medio de la división de parapsicología, colaborará con nosotros. Por tanto, tendremos apoyo académico...” Y digo yo ¿cómo demonios un pretendido ex-agente de la CIA, perseguido por asesinos a sueldo, va a trabajar tranquilamente con una universidad de la propia CIA?
Durante casi seis meses, estuve investigando a Souza y descubrí que estaba realizando similares “chanchullos” en otros países, como Francia, Brasil, Argentina o USA, donde eran ya famosas sus turbias actividades como, por ejemplo, la “Misión Vega”, que llevó a cabo en Nueva York dañando psicológicamente a varios contactados. En una carta fechada el 18 de diciembre de 1989, la investigadora Mónica Williams lo definía de forma muy acertada: “Souza no es agua clara...” Lo que, sin embargo, nadie sabía es de dónde sacaba el dinero para los increíbles viajes que hacía por todo el mundo. En una semana podía visitar España, Méjico, Alemania y USA, sin que nadie le conociese oficio alguno. Aunque, también debo decirlo, trabajó como “sanador” en Cataluña durante un tiempo... Al parecer, como buen abducido, los extraterrestres le habían desarrollado su nivel vibracional...
En el colmo del absurdo, Jefferson Souza aparecía reseñado en el catálogo de productos de UFO Library. En una selección de grabaciones magnetofónicas, de conferencias de grandes contactados, como Sixto Paz, Edward Meier, George Adamski, Benjamin Creme, etc, aparecía el contactado Jefferson Souza. Y, al mismo tiempo, en el núm. 297 de “Mufon UFO Journal” (la revista publicada por la organización ufológica más importante del mundo), Walter Andrus nombraba a J. Souza como el Director de Mufon en España...

En cuanto reuní algunas de estas pruebas, decidí denunciar públicamente las actividades de Souza, y así lo hice en un reportaje publicado en la desaparecida revista Karma-7 y en una emisión del programa de radio El Gran Sabbat, el mismo que utilizara el propio Souza.

Sin embargo, dos años después Jefferson volvió a actuar en España. En una serie de cartas que pude interceptar, se puede ver claramente que en agosto del 92, nuestro personaje volvía a la carga.

En esta ocasión Souza intentaba contactar con grupos de investigadores jóvenes, pero muy prometedores, actuando más en la sombra. En una carta del momento, el muy sinvergüenza decía “Disculpe el malo español, todavía lo estoy aprendiendo”, cuando dos años antes lo hablaba perfectamente.

En otra sustanciosa carta dirigida al grupo ANJOMA (tres jóvenes amigos apasionados por el misterio) de Cádiz, y fechada en septiembre del 92, Souza decía cosas como: “Yo trabajé en NSA (Nacional Security Agency). Sí, recibí directamente instrucciones para ofrecer una propuesta de empleo a Mr. Enrique de Vicente, distribuir información falsa sobre un inexistente proyecto llamado Majestic. Mi viaje tenía tres rumbos: Barcelona, País Vasco y La Rioja. Debí contactar unidades “X” en un gran grupo ufológico en Madrid y unidades “Y” en Galicia”.
“... en Haro debería hacer una ponencia sobre el Majestic. Yo cargo muchas cosas en mi conciencia, y me acuerdo de que, al hablar con Mr. Enrique de Vicente, varios pensamientos se me vinieron como ¡Basta de engaños! ¡El es un estudioso serio que hace lo que mejor puede en su país! Mismo así, sí le hice la propuesta (esta era mi primordial misión), la cual rechazó, lógicamente” .

“Fue (yo) visitado por agentes armados más tarde, después de una larga charla con Mr. de Vicente, Mr. Carballal, Mr. Darnell...”.

“A mi retorno a América, fuí severamente castigado (incluso físicamente).”
“Y el episodio de Radio Barcelona fue el primero de muchas inquisiciones y crucificaciones del nombre de Jefferson de Souza, que aquí, gracias a la ayuda de NSA, soy sinónimo de agente de la CIA o Maestro de la Desinformación. De Vicente, Carballal, Sierra, Guijarro, antes aliados míos (o por lo menos yo así lo pensaba), se vuelven en mi contra por presiones de otras personas en falso testimonio o afirmaciones mías que el NSA me obligó a hacer...”.

Resulta absolutamente imposible saber hasta dónde miente Jefferson Souza y cuándo empieza a decir la verdad. No se puede afirmar categóricamente que sea un instrumento de intoxicación de las agencias de inteligencia americana, de alguna organización privada, o que estemos ante un infantil fabulador, pero su caso ha supuesto un excelente ejemplo de hasta qué punto es manipulable el fenómeno OVNI. Sobre todo, el affaire Souza es una seria invitación a la prudencia y al sentido crítico, porque de lo contrario, somos fácil presa para los engaños y fraudes más sorprendentes que podamos imaginar, y el riesgo es grande. Nos jugamos nuestra cordura y nuestra libertad.

Era Extraterrestre el Dios Crsitiano??



J.J. BENITEZ

El Dios Cristiano

Si difícil nos resulta admitir siquiera la posibilidad de que seres extraterrestres tuvieran una presencia y notable influencia hace miles de años en una cultura y ubicación tan lejanas como las de la antigua civilización maya, cuánto más difícil nos ha de resultar superar todas nuestras ideas preconcebidas, inculcadas en nuestro interior por nuestra educación y cultura.

Quizá podamos admitir que los mayas recibieron la visita de seres extraterrestres a los que veneraron como dioses y de los que recibieron conocimientos y sabiduría durante siglos. ¿Pero qué pasa si son nuestras propias creencias, o las de nuestra cultura, las que se ven medidas por el mismo rasero?.

Como adelantamos ya en la introducción de esta serie de artículos, admitir la naturaleza extraterrestre de Dios, definiéndolo como un ser corporal de carne y hueso no tiene por qué afectar a su carácter, virtudes ni naturaleza. Seguiría siendo un ser superior, poseedor de conocimientos y técnicas aún hoy sobrenaturales, y lo que es más importante, poseedor del mensaje y las finalidades que impregnaron sus hechos en el pasado.

Aquel que sea un auténtico creyente no debería preocuparse por la naturaleza última de Dios, sea una nube de vapor, un concepto mitológico derivado de la observación de la naturaleza, un extraterrestre o un espabilado escondido detrás de una piedra y hablando a través de una estatua. Lo importante de una creencia es el mensaje, la finalidad, el objetivo a que conduce, que en el caso del cristianismo es el amor y la paz entre los hombres. Y este mensaje no es en absoluto incompatible con una posible naturaleza extraterrestre de Dios.

El prestigioso autor español J.J. Benítez presenta en varios de sus libros la teoría de que también el dios cristiano tiene un origen extraterrestre.
En sus estudios, el investigador sugiere la posibilidad de que exista una o varias "razas" extraterrestres de un nivel intelectual y tecnológico muy superior al nuestro que desde hace miles de años vienen visitando nuestro planeta e influyendo, lo más discretamente posible, en nuestra evolución intelectual y espiritual.
Estos seres, infinitamente más cercanos que nosotros a la Perfección absoluta habrían estado preocupándose por nosotros desde antes de que el mundo existiera y vendrían tutelándonos para ayudarnos a avanzar por el camino de esa Perfección, aunque siempre respetando la libertad individual y la necesidad, imprescindible en cualquier aprendizaje, de equivocarse para poder encontrar la verdad.

El autor busca sus fuentes tanto en los textos de la Biblia como en los llamados Evangelios Apócrifos, reconocidos por la Iglesia como redactados por un autor sagrado aunque no investidos de la inspiración divina. Por supuesto que la calificación de un texto como dotado o no de esa inspiración depende únicamente de criterios humanos, los responsables en cada momento de su calificación. De hecho, después de haber sido ocultados y luego perseguidos, la misma Iglesia Católica les reconoce hoy a estos textos un gran valor, especialmente en lo referente al desarrollo de algunos puntos concretos que los Evangelios Canónicos no desarrollan suficientemente.

Idéntica finalidad persigue J.J.Benítez, en especial en lo referente a extender las informaciones que los libros oficiales presentan sobre la concepción y nacimiento de Jesús de Nazaret. Para ello utiliza los Evangelios apócrifos de Santiago, de Mateo, el Libro sobre la Natividad de María, el Evangelio de Pedro y el Armenio y Arabe de la Infancia de Jesús, todos ellos reconocidos por la Iglesia Católica como parte de la Tradición.

El Pueblo de Yahvé

Cuando estos seres extraterrestres asumieron, hace unos 4000 años, la tarea de preparar la llegada de un portador de su mensaje, empezaron por buscar una zona y un pueblo adecuados para la tarea que les esperaba. Se decidieron por una raza nueva habitante entre el Nilo y el Tigris. Esta zona era el foco cultural más importante del planeta, poblado por las, entonces, civilizaciones más avanzadas: Egipto, Babilonia, Nínive y Ur.

En vista de que todos los pueblos estaban influidos ya por diferentes creencias y religiones, fue preciso crear una nueva nación.
"Yavé dijo a Abraham: Vete de tu tierra, y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. De ti haré una nación grande y te bendeciré." (Génesis 12, 1-3).

Varios siglos después, la nación judía comprendía a seiscientas mil personas. Todos ellos, y sus rebaños, fueron trasladados por el desierto en lo que ha dado en llamarse el Exodo.

"E iba Yahvé al frente de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos en el camino y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos…" (Exodo, 13 21-22).
Los egipcios no dejaron marchar a los judíos fácilmente. Eran unos excelentes esclavos, e hicieron falta varias plagas e incluso una matanza de los primogénitos egipcios para liberar al pueblo. Aún así, después de su partida no tardaron mucho en arrepentirse y salir en su persecución, alcanzándolos junto al Mar de Suf.
"Levantóse el Ángel de Yavé que marchaba al frente del ejército de Israel, y se puso detrás de ellos. Levantóse también la columna de nube de delante de ellos y se colocó a la espalda, intercalándose así entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelitas. Era nube y tinieblas (por una parte), y (por la otra) iluminaba la noche, de modo que no pudieron acercarse aquellos a éstos en toda la noche.." (Exodo 13, 19-20).
Lo que sucedió después, es sobradamente conocido.

Evidencias

Existen aproximadamente doscientas apariciones de ángeles en el Antiguo y Nuevo Testamento. Siempre son jóvenes de gran belleza y de ropas brillantes. Su aspecto, sin embargo, es tan humano que a veces pasan inadvertidos.
"el ángel de Dios se presentó a Joaquín rodeado de un inmenso resplandor…" (Libro sobre la Natividad de María).
"Y sucedió que, al ofrecer Joaquín su sacrificio, juntamente con el perfume de éste y, por decirlo así, con el humo, el ángel se elevó hacia el cielo" (Apócrifo de San Mateo)

Sobre la infancia de María, criada en el Templo de Jerusalén, resultan reveladores algunos fragmentos del Libro sobre la Infancia de María (cap. VII):
"Diariamente tenía trato con los ángeles. Asimismo gozaba todos los días de la visión divina, la cual la inmunizaba contra toda clase de males y la inundaba de bienes sin cuento. "

"(…) Y María permaneció en el templo como una palomica, recibiendo alimento de manos de un ángel." (Protoevangelio de Santiago, VI)
"fue enviado por Dios el ángel Gabriel, para que le anunciase la concepción del Señor y para que la pusiera al corriente de la manera y orden como iba a desarrollarse este acontecimiento.

Y así que hubo hasta ella, inundó la estancia donde se encontraba de un fulgor extraordinario (…) La Virgen, que estaba bien acostumbrada a ver rostros angélicos y a quien le era familiar el verse circundada de resplandores celestiales (…)
El ángel, por inspiración divina, vino al encuentro de tales pensamientos…" (Libro sobre la Natividad de María).

Después de terminado el Exodo, transcurrieron casi 500 años sin producirse apenas apariciones de ángeles, nubes y gloria de Yavé. Lo que antes era tan cotidiano para este pueblo, desapareció hasta unos quince años antes del nacimiento de Cristo.

Influencias

Primero durante el Exodo, y después en Jerusalén, los sacerdotes consultaban la voluntad de Yahvé en los lugares que éste mismo había destinado a tal fin.
La Tienda del Encuentro primero y luego el Santo de los Santos en el Templo, era el lugar sobre el que descendía la nube. "Y cuando Moisés entraba en el Tabernáculo, bajaba la columna de nube y se detenía a la puerta del Tabernáculo, mientras Yahvé hablaba con Moisés." (Exodo 33, 9-10)

"En todas sus marchas los hijos de Israel levantaban el campamento cuando la nube se alzaba de encima de la Morada (…) Porque durante el día estaba sobre la Morada la nube de Yahvé, en la cual durante la noche había fuego, viéndolo toda la casa de Israel en todas sus marchas" (Exodo 40, 36-38).

El mítico Templo de Jerusalén fue construido también según las órdenes de Yahvé, "Y sucedió que al salir los sacerdotes del Santuario, la nube llenó la Casa de Yahvé; y los sacerdotes no pudieron permanecer allí para ejercer su ministerio, a causa de la nube; pues la gloria de Yahvé llenaba la Casa de Yahvé" (Libro Tercero de los Reyes 8, 10-11)
Moisés subió al monte Sinaí, por mandato divino, donde permaneció durante cuarenta días. "Subió, pues, Moisés al monte, y la nube cubrió el monte. La gloria de Yahvé reposó sobre el monte Sinaí y la nube lo cubrió por seis días. Al séptimo día llamó Él a Moisés de en medio de la nube. Y parecía la gloria de Yahvé ante los ojos de los hijos de Israel como un fuego devorador sobre la cumbre del monte. Moisés entró en la nube y subió al monte. Y permaneció Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches" (Exodo 24, 15-18)

Allí, fue minuciosamente aleccionado acerca de cómo construir la Morada y la Tienda del Encuentro, mostrándole incluso planos o modelos. También fue instruido sobre el descanso sabático, y al marchar le entregó los diez mandamientos "Después de hablar Dios con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos tablas del Testimonio; tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios." (Exodo 31, 18)

Los vestigios que las Santas Escrituras, incluso en sus versiones canónicas, nos han dejado, son innumerables. Basta ojear los libros del Antiguo Testamento, en especial los primeros, con una mentalidad suficientemente receptiva para encontrar indicios que si bien no demuestran nada, ni tampoco lo pretendemos, pueden en cambio servir para dejar abiertas las puertas a otras posibles concepciones o interpretaciones.
El completo código de conducta que son los diez mandamientos, suficientes para una convivencia perfecta; el tratado sobre la salubridad de los alimentos en aquella época y geografía que se puede consultar en el Levítico; la higiene sexual que supuso el rito de la circuncisión; y sobre todo, la evidencia de que en aquella época la presencia de Yahvé y sus enviados era algo plenamente cotidiano.
Los evangelios apócrifos muestran importantes informaciones acerca de cómo la misma virgen María fue concebida por lo que hoy llamaríamos concepción in vitro o tal vez inseminación artificial. De cómo fue criada en el Templo de Jerusalén recibiendo a diario la visita de los ángeles que la alimentaban. Y, en última instancia, de cómo Jesucristo pertenecía a una familia genéticamente escogida y protegida, fue concebido de la misma forma que su madre y vigilado y controlado durante toda su infancia.

En cualquier caso, tal vez sea suficiente para empezar a considerar alternativas razonables.

El Nacimiento

"...Y en aquel momento la estrella aquella, que habían visto en el Oriente, volvió de nuevo a guiarles hasta que llegaron a la cueva, y se posó sobre la boca de ésta. Entonces vieron los magos al Niño con su Madre.." (Protoevangelio de Santiago XXI, 3)
Sobradamente conocida es la historia del nacimiento de Jesús de Nazaret. Al menos, en la versión oficial transmitida tanto por la Iglesia como por la tradición piadosa de los creyentes.

Sin embargo, resulta interesante revisar algunos detalles aportados en su mayoría por diversos evangelios apócrifos, y que si bien no cambian aspectos significativos de dicha historia pueden resultar reveladores en cuanto a la naturaleza de sus artífices.

Camino de Belén, la urgencia del parto los obliga a refugiarse en una cueva "en la que nunca había entrado el sol".

"Más, en el momento mismo en que entró María el recinto se inundó de resplandores y quedó todo refulgente, como si el sol estuviera allí dentro. Aquella luz divina dejó la cueva como si fuera el mediodía. Y mientras estuvo allí María, el resplandor no faltó ni de día ni de noche." (Apócrifo de San Mateo)

"Y yo, José, me eché a andar, pero no podía avanzar; y al elevar mis ojos al espacio, me pareció ver como si el aire estuviera estremecido de asombro; y cuando fijé mi vista en el firmamento, lo encontré estático y los pájaros del cielo inmóviles; y al dirigir mi mirada hacia atrás, vi un recipiente en el suelo y unos trabajadores echados en actitud de comer con sus manos en la vasija. Pero los que simulaban masticar, en realidad no masticaban; y los que parecían estar en actitud de tomar la comida, tampoco la sacaban del plato; y, finalmente, los que parecían introducir los manjares en la boca, no lo hacían, sino que todos tenían sus rostros mirando hacia arriba". (Protoevangelio de Santiago, XVIII)

También había unas ovejas que iban siendo arreadas, pero no daban un paso, sino que estaban paradas, y el pastor levantó su diestra para bastonearlas con el cayado, pero quedó su mano tendida en el aire. Y al dirigir mi vista hacia la corriente del río, vi cómo unos cabritillos ponían en ella sus hocicos, pero no bebían. En una palabra, todas las cosas eran en un momento apartadas de su curso normal." (Protoevangelio de Santiago, XVIII)

"Al llegar al lugar de la gruta, se pararon, y he aquí que ésta estaba sombreada por una nube luminosa. (...) De repente, la nube empezó a retirarse de la gruta y brilló dentro una luz tan grande que nuestros ojos no podían resistirla." (Protoevangelio de Santiago, XIX)

"Finalmente, dio a luz un niño, a quien en el momento de nacer rodearon los ángeles…" (Apócrifo de San Mateo)

"En aquel momento se pararon todas las cosas, silenciosas y atemorizadas (...) Y en cuanto salió la luz, la doncella adoró a Aquel a quien reconoció haber ella misma alumbrado. El niño lanzaba de sí resplandores, lo mismo que el sol. Estaba limpísimo y era gratísimo a la vista, pues sólo Él apareció como paz que apacigua todo...
Aquella luz se multiplicó y oscureció con su resplandor el fulgor del sol, mientras que esta cueva se vio inundada de una intensa claridad…
Yo, por mi parte, quedé llena de estupor y de admiración y el miedo se apoderó de mí, pues tenía fija mi vista en el intenso resplandor que despedía la luz que había nacido.

Y esta luz fuese poco a poco condensando y tomando la forma de un niño, hasta que apareció un infante, como suelen ser los hombres al nacer.
(...) vi que tenía limpio el cuerpo, sin las manchas con que suelen nacer los hombres, y pensé para mis adentros que a lo mejor habían quedado otros fetos en la matriz de la doncella (...) Me acerqué luego a la doncella, la toqué, y comprobé que no estaba manchada de sangre." (Liber de infantia Salvatoris)
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Un Ritual de Palo Mayombé en Cuba


Por Manuel Carballal

Eleguá aqui boru aqui boi a boi bochiche oluami omatielli olua atacasorde alacomaco mani bata adoridale jolo yaguna eleku unsuku ubeleku sukun a la róyo usu eye. (Salutación lucumí al oricha Elegua)

Un mulato de aspecto feroz, con el cuerpo decorado con llamativos tatuajes, firmas de los orichas, colocó ante mi el cuenco con la sangre del carnero que acababan de sacrificar. Poco antes había arrancado la cabeza de un gallo con los dientes y todavía tenía los labios enrojecidos por la sangre que le caía por la comisura de los labios hasta el pecho. A mis pies se encontraba la cabeza y las cuatro patas que acababan de arrancar del cordero sacrificado. Todos los ojos estaban clavados en mi. Rosa, la palera que nos había invitado a asistir al ritual me taladraba con su poderosa mirada. Vieja amiga, sólo me había puesto una condición para permitirnos asistir y fotografiar la celebración: "Tienen que participar con nosotros en todos los actos". Y como uno sólo tiene una palabra, tomé el cuenco con las manos cruzadas como es rigor en Palo Monte, después inspiré, cerré los ojos y bebí la sangre. Y cuan Santo Sacramento de la comunión, la sangre del cordero nos "bautizó" permitiéndonos acercarnos un poco más a los secretos de la poderosa Regla de Palo Monte.

Los imprevisibles acontecimientos que se suceden en toda investigación son los que llevan a uno a estas situaciones.

Días atrás, y a más de 350 kilómetros de distancia, en Guanabacoa (la mata de la brujería cubana) habíamos tenido el privilegio de poder asistir a un ritual de tambor que iba a celebrarse ese día. A pesar de la entrañable amistad que nos une con el santero Esteban Valdés, nuestro padrino en la Regla de Ocha, no nos fue permitido fotografiar el secreto ritual. No es bueno que los secretos sean divulgados indiscriminadamente, y los tambores, tan sagrados en santería como lo son en el vudú, el ñañiguismo u otros cultos africanos, no debían ser fotografiados. Como tampoco debían serlo los nuevos creyentes que se iniciaban esa tarde. Habría otros rituales, y otras celebraciones que podríamos fotografiar y filmar, como ya lo habíamos hecho en anteriores viajes a Cuba. Pero la diferencia entre un santero o un palero auténticos, como Esteban Valdés, y un falsario, es que el primero respeta los secretos de su religión, y el segundo no duda en vender esos secretos a cualquier turista curioso por un puñado de dólares.

Durante más de seis horas, hasta bien entrada la noche, los tambores bramaron sin cesar, mientras casi un centenar de espíritus libres, descendientes de esclavos africanos, cantaban y bailaban en honor de los orichas (dioses del panteón yoruba). Y solemnes letanías en dialecto lucumí, la lengua de los antiguos negros arrancados del continente negro en nombre de un dios blanco y "civilizado", homenajeaban a Eleguá, Changó, Yemayá, Ochún, Babalé Aye, etc.

Uno a uno los neófitos desfilaron ante el altar de Esteban Valdés, y después ante los tambores sagrados, a los que saludaban reverentemente echándose al suelo completamente, cuan sacerdote que recibe su ordenación.
Los espléndidos trajes rituales de Oya, Changó y Obatalá desfilaron ante nuestros ojos vestidos por los nuevos iniciados, cuyas edades oscilaban entre un niño de 11 años y una mujer de unos sesenta. En la santería afro-cubana no hay edad mínima ni máxima para abrazar la religión.

De pronto, entre la muchedumbre, alguien grita y comienza a moverse espasmódicamente. Ha sido cabalgado. Los orichas se comienzan a dejar sentir su presencia. Los animales que les habían sido sacrificados anteriormente, y cuyo sacrificio no nos fue permitido presenciar en esta ocasión, habían sido de su agrado.

Una de las iniciadas, tocada con las ropas del temible Changó, Señor del Fuego y de la Guerra, había sido iniciada anteriormente en la Regla de Palo Monte o Palo Mayombe, una religión afro-cubana más dura y rígida, a ojos europeos, que la santería. Aquella mujer, perteneciente a la clase social más acomodada de La Habana, y cuya identidad obviaremos por propia petición, no tubo inconveniente en mostrarnos su "rayado". El "rayado" es el rito de iniciación por excelencia en la Regla de Palo Monte, durante el cual el neófito es herido con un cuchillo en varias partes de su cuerpo. Las profundas cicatrices en el pecho, brazos y piernas de aquella aparentemente frágil burguesa cubana, resultaban temibles.

Afortunadamente para ella, tras tan dura prueba, que había superado sin un lamento de dolor, como ha de ser entre paleros, había conseguido permiso para hacerse la cirugía estética y disimular así parcialmente las heridas del "rayado". No podía suponer yo en ese instante que pocos días más tarde podría asistir personalmente a algunos de los legendarios ritos secretos del Palo Mayombe, como el "baile de cuchillos", la suelta de palomas o la "alimentación" de una Nganga.

Pero eso sería una semana más tarde. Ahora estábamos sumergidos en un ritual santero de tambor en Guanabacoa. Y de pronto me descubrí a mi mismo, absolutamente inmerso en el rito. Rodeado de docenas de negros, trigueños y mulatos, literalmente sumergido en la masa, me sorprendí siguiendo el lenguaje de los tambores. Mas de cien personas, apiñadas en un cuarto de no más de 20 metros cuadrados, nos movíamos al unísono conducidos mágicamente por la música. Y lo que más me fascinó es que, cuando quise darme cuenta, estaba flanqueado por montones de niños. "Pioneros" de 7 o 9 años que vibraban con los tambores entre risas, como si solo estuviesen jugando. Para ellos la santería no tenía nada de morboso o terrible, una imagen a la que estamos habituados en Europa. Para los niños la santería, la religión, es tan alegre, sana y divertida como la música o la danza caribeña, pero mucho más trascendente. Y así, bailando en espiral, como si fuésemos una gigantesca serpiente, nos dejamos llevar por los orichas.

Palo Monte en Trinidad

Ochosi achó nifuwew iyá-n iyeguire odemata ode baru baroliyo akiko mosiere kama -r- Ikú kama arene kama areyo kama arofo. (Salutación lucumí al Oricha Ochosi)
Rosa Sánchez es una de las paleras más importante de Trinidad, una hermosa villa colonial ubicada a unos 350 km. al sur de La Habana. Cuando nos dio su permiso para asistir y fotografiar un ritual de Palo Monte nos entusiasmamos. Muy pocos europeos han tenido la fortuna de presenciar, y menos aún de fotografiar, los ritos paleros. La condición para asistir a la reunión era que participásemos activamente en todos los actos, y tan solo se nos prohibió fotografiar a Rosa Sánchez al lado de su "prenda", la poderosa nganga (caldero mágico confeccionado con restos humanos y otros elementos), durante los sacrificios de los animales. Por razones que no podemos comprender eso, según Rosa, podría perjudicar su energía (?).
Y a la hora establecida nos personamos puntualmente en el lugar acordado.
Además de nuestra querida amiga, aproximadamente dos docenas de paleros y paleras, con los cuerpos decorados con pinturas rituales, aguardaban nuestra llegada para iniciar la ceremonia. Entre los presentes ancianos de 60 o 70 años, y niños que no pasaban de los 12. Siempre impresiona encontrarse niños de tan corta edad participando activamente en ritos tan duros, a nuestros ojos, como la Regla Conga, o Regla de Palo Monte. Pero la sonrisa de sus labios dejaba claro que no se sentían impresionados por aquel mágico contexto que, al fin y al cabo, es el mundo en que están acostumbrados a vivir.

Por fin, Rosa reclamó la atención de todos, y desapareció tras una puerta. Había comenzado la celebración.

En pocos minutos comenzaron a desfilar, uno por uno, todos los paleros frente a esa puerta que, al llegar nuestro turno, averiguaríamos que daba a un discreto patio trasero de la casa. Tres golpes en la puerta y seña y contraseña suenan respectivamente a un lado y otro de la puerta. Cada palero debe responder correctamente al rito cuya antigüedad se pierde en la noche de los tiempos, una noche oscura como la piel de los africanos esclavos que llegaron a cuba a bordo de los cargueros negreros trayendo como único equipaje permitido por los traficantes su religión. Mas tarde, bajo la opresión de "ministros de Cristo", se vieron obligados a disfrazar sus dioses con el santoral católico, convirtiendo al travieso Eleguá -Guardian de los caminos- en el Niño de Atocha; a la sensual Ochun en la Virgen de la Caridad del Cobre; al temible Changó en Santa Bárbara; a el sabio Babalu Aye en San Lázaro; a la maternal Yemayá en la Virgen de Regla, y así un sinfín se orichás que tuvieron que ser sincretizados con los santos católicos a golpe de látigo.

Pero en ese instante ya no hay látigos, ni torturas, ni asesinatos en el nombre de Dios, y los orichás podían descender libremente sobre los creyentes sin necesidad de sus disfraces católicos. Y los paleros comenzaron a cantar en dialecto lucumí, al son de los tambores, los himnos y salutaciones para sus dioses. Cánticos yorubas heredados de generación en generación, desde los primeros esclavos arrancados de África hace casi 500 años, hasta sus descendientes, los paleros que nos rodeaban.
Apenas a un metro de mí, tronada en una especie de altar lleno de ofrendas, se encontraba la temible nganga de Rosa Sanchez, su "caldero de poder". Según me había contado la veterana palera en un anterior viaje a Cuba, su nganga tenía extraordinarias facultades y mucha energía y, según afirmaban, había llegado "a mover pesados objetos sin que nadie los tocase". Nganga, prenda, caldero, aquella especie de cacerola presentaba, desde su presidencia del ritual, un aspecto inquietante. Y más inquietante aún cuando se conoce su contenido: plantas y raíces, piedras mágicas, huesos de animales, fórmulas mágicas... y restos humanos...
Había llegado el momento de "dar de comer a la prenda". La nganga "tenía hambre", y antes de continuar la invocación a los orichas había que contentar al "señor". Eso significaba que la sangre de los sacrificios estaba a punto de correr, y abundantemente. Algún desdichado animal estaba a punto de morir...

Muerte y posesión en Palo Monte

Oba kosó kisi ekó akama sía okuni buburu buburuku ki ton lo oguo oba chocotó ka`guó cabo si illé. (Salutación lucumí al Oricha Changó)
Con ánimo de conseguir algunos planos generales en el reducido recinto crucé el patio, entre los paleros que bailaban ya agitadamente al son de los tambores. Y allí atrás, atado a un árbol, estaba el cordero cuya sangre alimentaría la nganga, y a nosotros, poco después. Balaba desesperadamente, como si adivinase la suerte que le aguardaba.

Casi instantáneamente llegó Rosa quien, sin ápice de duda en sus manos, desató al animal y se lo colocó sobre los hombros. Con el desconcertado cordero en volandas, y bailando al son de la música, la palera cruzó todo el patio para depositar la víctima del sacrificio ante la nganga. Lo más sorprendente es que el cordero se quedó quieto, acostado en el suelo ante la prenda, sin mover un músculo, esperando la muerte.

Poco a poco, casi imperceptiblemente, el ritmo de los tambores se acelera, y los cánticos en lucumí siguen ese ritmo, igual que los pies de los paleros que bailan cada vez más frenética. Nosotros, torpes europeos, no estamos acostumbrados a ese ritmo. Además el calor nos empapa las camisetas. Hemos pillado la estación seca en Cuba, y estamos al borde de la deshidratación.

El ron comienza a rodar. Mezclados con los paleros, tarareando al ritmo de las letanías lucumis que no entendemos, intentamos mantener la mente despejada para no perder detalle de la celebración. Sin embargo el ron de caña es fuerte. Duro de tragar. Al menos para nosotros. Los paleros, sin embargo, engullen del cuenco el ron como si fuese agua.

Por supuesto, la nganga también "bebía" ron, escupido por los paleros sobre ella. Y "fumaba". Rosa "fumeaba" la nganga con un gran cigarro puro. Metiendo en la boca la parte encendída soplaba con fuerza proyectando una gran nuve de humo -y con ella, en teoría, su energía- sobre la nganga. El humo del tabaco, y el ron, se sumaban al trepidante ritmo de tambores y al agobiante calor para crear una atmósfera casi onírica a nuestro alrededor.

Por fín uno de los paleros tomó al cordero en brazos sobre la nganga, y otro sacó de algún sitio un largo y afilado cuchillo. Con habilidad de carnicero el improvisado matarife atravesó el cuello del animal rajando las venas. La sangre comenzó a manar a borbotones regando la nganga. Una vez había "bebido" la prenda, se llenaron unos cuencos de madera con la sangre que seguía manando del moribundo cordero.
Primero bebió la "madrina", y después nos pasaron el cuenco a los "invitados de honor". Vacilantes, pero obligados por el compromiso contraído, llevamos el cuenco a los labios. Y sentimos el dulce, y por dulce inesperado, sabor de la sangre.
El ritmo de los tambores acelera aún más. La danza es frenética. El ron y el tabaco siguen corriendo, y por fin los orichas hacen su aparición. Uno de los paleros es poseído por los dioses. Con bruscas contracciones se revuelve por el patio. Toma un gallo y le arranca la cabeza con los dientes. La sangre le resbala por el rostro y cae sobre la nganga.

El poseso no es un campesino, ni un ignorante lugareño. Se trata de Jesús Pérez Sánchez, un doctor en medicina que poco antes había estado examinando la mano que me había roto durante la visita a una zona selvática repleta de cuevas, que fueron utilizadas por Che Guevara y Fidel Castro durante la revolución contra el dictador Batista, y siglos antes por los indios tainos, que en sus paredes reflejaron con pinturas rupestres, sus leyendas sobre dioses blancos llegados del cielo... pero esa es otra historia.

Es un tópico incierto, como casi todos los tópicos, afirmar que las religiones afro-cubanas están relegadas a la clase más humilde y menos culta, y la posesión del Dr. Pérez, a la sazón padrino de un conocido pintor y artista de Trinidad, es un buen ejemplo.

Y mientras el médico-palero era poseído por los orichas, otro gallo es tomado por el matarife que le corta en dos la cabeza clavándole la hoja del cuchillo dentro de la boca. En medio del frenesí el poseído es izado sobre los hombros de algunos paleros entre gritos de alegría. Están contentos de poder saludar a los dioses. A diferencia de las grandes religiones en la Regla de Palo, como en el vudú, la Santería o el Candomblé, no hay un intermediario entre la divinidad y los creyentes. No hay un ministro, un sacerdote o un pastor que condicione el contacto con lo trascendente. El palero puede enfrentarse cara a cara con los dioses, e incluso puede llegar a recibirlo en su propio interior. Eso es la posesión.

Sangre, sudor y sonrisas

Aguanillí irebeyo ama kan oke aguana ashe irisha oké oló moforibale oké. (Salutación lucumí al Oricha Ogún)
Para un observador extranjero, ante lo expuesto, el Palo Mayombe puede parecer un credo primitivo, sangriento y cruel. Y lo es. Pero es mucho más. Algo que nos sorprendió sobremanera fue observar la alegría y las sonrisas de los paleros. No había expresiones sobrias ni feroces durante los cánticos. Tan solo nosotros parecíamos sorprendidos, o hasta incómodos, por la sangre derramada. El baile, la música y la fiesta, que en definitiva es lo que supone toda celebración de Palo Monte, derrocha alegría. Y veíamos esa alegría reflejada en los ojos de los paleros, especialmente de los niños, que a pesar de su corta edad no se sentían impresionados por la crudeza del rito, y disfrutaban de él plenamente.
Y ese carácter alegre y vital del Palo nos sería mostrada en otra etapa del ritual. Dando un giro de 180 grados la apariencia tenebrosa del rito se torna luminosa durante la celebración de la "suelta de las palomas".

Varias palomas son repartidas entre los paleros. El ritmo de los tambores varía, adquiere otro tono más sereno. Y al ritmo de la percusión se va formando una fila constituida por los paleros que portaban paloma y por nosotros. De esta forma, moviéndonos como una larga serpiente, cruzamos el patio y luego toda la vivienda, hasta salir a la calle. Siempre al ritmo de los tambores. Una vez fuera, y a una voz de Rosa Sánchez, todas las palomas son soltadas llevando en su vuelo las peticiones de los creyentes hasta los cielos donde moran los orichas. Y seguimos su vuelo hasta perderse en el cielo entre aplausos y gritos de júbilo. Todas las palomas han echado a volar y ninguna se ha quedado en tierra o en los tejados, y eso es un buen augurio. Ailín, la palera más joven, que no alcanzará los 11 añitos, da saltos de alegría gritándole a las palomas que vuelen, que vuelen hasta Yemayá, hasta Ochún y hasta Oya, hasta el trono del mismísimo Obatalá, y les trasmitan los saludos de los paleros de Trinidad.

Pero la ceremonia no había terminado, nos quedaba todavía un último acto de la obra: el "baile de los cuchillos".

No todos los paleros pueden celebrar esta operación, por el peligro que radica. Rosa nos invita a que uno de nosotros, concretamente mi compañero Miguel Blanco, vende firmemente los ojos del bailarín. Y así lo hace. Mientras Miguel procede al vendado de los ojos, asegurándose de que resulte imposible ver nada a través de la venda, el bailarín escucha los consejos de Rosa. La veterana palera le pide absoluta concentración en los que va a hacer. Después se encara con el responsable del tambor, un atlético prieto, y con dureza en el tono le recuerda su responsabilidad en este rito. "Si tu dejas de tocar, o aflojas él se va a cortar. Si tu te cortas el se corta". La escena se antoja casi absurda para el extranjero, pero así es el Palo Mayombe. El bailarín caería en una especie de trance y comenzaría a golpearse el cuerpo con dos afilados cuchillos -uno de los cuales había servido para matar a los animales del sacrificio. Si los tambores atraían a los orichas, y estos protegían al bailarín, este no se cortaría. Y no se cortaría ni al golpearse con los cuchillos ni al blandir un temible machete en una frenética danza que también presenciaríamos.
Sin embargo, en un momento determinado, el esfuerzo requerido era mayor que las ya escasas energías, y el ritmo del tambor aflojó un poco. Tal vez los nervios de saberse observado por ojos extranjeros, los nuestros, hizo que el ritmo del tambor se alterase. Al final de la celebración me acerqué al bailarín que presentaba una herida en su brazo izquierdo. Por primera vez en su vida -según me dijo- se había cortado durante el "baile de los cuchillos".

Las afiladas hojas del "baile de los cuchillos" son reales y auténticas, como los sacrificios rituales, la sangre que bebimos, las sonrisas de los niños, o la energía que se desprende del ritmo de los tambores sagrados. No hay hipocresía ni fabulación conformista. El Palo Mayombe es así; duro, vital, cruel, alegre, impecable... como la mezcla genética que llevan en la sangre los paleros cubanos. Mezcla de la salsa o el merengue, la esclavitud, el sol del Caribe, y la rememoranza de una patria africana perdida en la memoria, y en las cicatrices heredadas en el alma de los hijos y nietos de los guerreros congos que llegaron a las plantaciones de algodón hace 500 años. El Palo Mayombre es dulce y amargo, alegre y temible, vital y mortal... como la vida misma.

Fraudes en la Tv



LUIS ALFONSO GÁMEZ
ELCORREODIGITAL
MAGONIA
Sábado, 25/03/2006

Niñas fantasma, mentiras y peritajes inexistentes 'made in' Iker Jiménez

Las niñas fantasma del cementerio de Navalperal de Pinares (Ávila) debutaron en Internet en mayo de 2005, en sospechosa coincidencia con la campaña de promoción de Camposanto, primera novela de Iker Jiménez. El periodista publicaba la imagen "después de un año de estudios minuciosos"."La fotografía de las niñas ha causado gran asombro a los profesionales de la informática y la fotografía que la han estudiado. Si bien en un principio todos, por lógica, pensamos en un fraude o en algún tipo de ilusión gráfica, a lo largo de este año los detalles observados en el lugar y el estudio exhaustivo de éstas tomas nos demuestran que estamos a un 99% de posibilidades de admitir que eso efectivamente estaba allí", decía Jiménez hace casi un año. Sin embargo, por esas fechas, nada sabían de la imagen ni los dos peritos que salieron en Cuarto milenio el pasado 22 de enero ni la Guardia Civil, cuyo coronel jefe del Servicio Criminalística, José Antonio García Sánchez-Molero, fue, según Jiménez, "una de las primeras grandes autoridades que tuvieron acceso a estas fotografías".

Para empezar, la carta del coronel García Sánchez-Molero -mostrada en televisión de forma confusa- tiene fecha del 27 de julio de 2005, dos meses después de que Jiménez asegurara que había expertos que llevaban estudiando las imágenes un año. Además, la misiva -como puede comprobarse en la transcripción adjunta- tampoco es la conclusión de un examen pericial, sino una carta de agradecimiento por el envío de un libro y un cederrón, en la que el militar indica a Jiménez que, "en principio, es bastante difícil determinar la autenticidad de una fotografía digital, sobre todo si el supuesto montaje se ha realizado con el necesario cuidado". Y añade: "En cualquier caso realizaremos sobre ellas un primer estudio que nos indique el camino a seguir". Seis meses más tarde, el pasado 22 de enero, el misteriólogo de Cuatro decía en televisión: "Después de muchos análisis, (los expertos de la Guardia Civil) no han llegado a una determinación concreta. No saben cómo se ha hecho exactamente ese montaje. Tengo que decir también que gran parte de los analistas que han visto las fotografías coinciden también en que, si es un montaje, es un montaje excelente, un montaje en el que se ha trabajado mucho y durante mucho tiempo para dar ese efecto. Pero ¿es o no es (un montaje)?", se preguntaba Jiménez sin dar, claro, el nombre de ningún experto y atribuyendo al instituto armado algo que no había hecho. Además, como ha demostrado Mauricio-José Schwarz, fabricar una foto de fantasmas es algo sencillo con unos mínimos conocimientos.

La Guardia Civil no hizo ningún análisis

Tras la emisión de Cuarto milenio, escribí al instituto armado. Me interesé por su implicación real en los hechos y pedí una copia del informe del examen de las fotos. "Se han presentado los hechos como si la Guardia Civil hubiera hecho un análisis de esas fotos, y no es así", me ha explicado recientemente un portavoz la Dirección General del cuerpo, después de consultar con sus colegas del Servicio de Criminalística. "No existe ningún informe ni nada parecido. La Guardia Civil no ha analizado esas fotos. Eso es una tergiversación", ha añadido la misma fuente. Así pues, Jiménez mintió en su programa sobre la participación en el caso de la Guardia Civil, cuyos expertos se limitaron a apuntar lo que dice el coronel García Sánchez-Molero en la carta: que siempre es posible falsificar una fotografía digital. El periodista esotérico ocultó, además, información clave a los dos peritos que aparecieron en su programa de televisión el 22 de enero. Javier Pagès ni Eugenio Picón no supieron de los hechos de Navalperal de Pinares hasta que a principios de enero se pusieron en contacto con ellos desde Cuarto milenio, según han declarado
ambos a Schwarz y a mí, que hemos trabajado juntos en este caso y compartido todos los datos. Los expertos no tuvieron acceso tampoco a toda la información. Sólo recibieron de Jiménez la foto en la que se ve a las niñas fantasma. Hasta que Schwarz y yo no se la enviamos, no conocían la otra imagen del cementerio sin fantasmas, cuya información interna prueba el fraude.

Los datos EXIF -como se denomina esa información técnica- demuestran que las dos fotos fueron tomadas a las 4 horas, 14 minutos y 2 segundos del 29 de agosto de 2004. La cámara Sony DSC P92, que fue la que utilizaron los protagonistas, no puede, sin embargo, sacar dos instantáneas en un mismo segundo. Además, las dos fotos fueron manipuladas posteriormente con el programa Adobe Photoshop CS. Todo esto lo demostró Schwarz -que hoy también publica sus conclusiones sobre esta escandalosa historia- el 20 de diciembre del año pasado a partir de copias digitales de las imágenes que llegaron a su poder y de las que Pagès y Picón sólo conocieron la que no tiene fantasmas cuando se la mandamos nosotros. ¿Por qué Jiménez escamoteó información a los peritos? Porque, si hubieran comparado la información EXIF de las dos fotos se habrían dado cuenta de que todo era un fraude, de que alguien había ampliado la instantánea el cementerio de Navalperal sin fantasmas y pegado a las niñas en ella. Sin esa información, todo lo que podían decir los peritos es lo que dijeron, que la fotografía fantasmal había sido manipulada con un programa de retoque fotográfico y, por tanto, no podía descartarse el fotomontaje.

Sin originales que examinar

Los dos expertos que aparecieron en Cuarto milenio pidieron desde el primer momento a Jiménez que les enviara los archivos originales, las fotos grabadas en la tarjeta de memoria de la cámara a partir de las que se habían obtenido las manipuladas con el Adobe Photoshop CS. "Yo reclamé al programa las fotografías originales, tal como salieron de la cámara, y parece ser que no las tenían, que no existen", dijo Pagès días después de la emisión del programa. Al no conocer la foto del cementerio sin fantasmas y no tener acceso a los archivos digitales originales, los peritos no podían pronunciarse sobre la autenticidad de las instantáneas. Cuando Pagès fue informado por nosotros de la existencia de la foto sin niñas y accedió a la información EXIF, concluyó que todo parecía indicar que la imagen con los fantasmas era un recorte de la foto sin ellos en la que se habían pegado las niñas. Él ya había plasmado ya antes sus dudas en su bitácora y no le sorprendió ni la existencia de la foto sin espectros ni el reciente anuncio, en la web del periodista esotérico, del hallazgo de la imagen original de la que se habían recortado las niñas para pegarlas en el cementerio abulense.

Iker Jiménez aseguró, en Cuarto milenio el 22 de enero, que había puesto en su web las fotos "a disposición de todo el mundo para que pudieran analizarlas. Nuestra opción era clara: absoluta presencia de luz y taquígrafos para saber qué era eso". Mentira. Una cosa es lo que anunció en Internet -y repitióen la tele- y otra lo que en realidad ha hecho. Porque el reportero paranormal de Cuatro no ha enviado las fotos de las niñas fantasma a todos los que se las han pedido, además de inventarse un análisis de la Guardia Civil y ocultar información a dos peritos. Nunca creí que fuera a mandar copias de las fotos a cualquiera y por eso no me tomé en serio hace unos meses su oferta en Internet. Sin embargo, cuando repitió el ofrecimiento en el canal de televisión de Sogecable, decidí pedirle por correo electrónico los archivos digitales de dos imágenes: la del cementerio sin fantamas y la del camposanto con ellos.

Le pedí los originales el pasado 29 de enero, en un mensaje que le volví a mandar el 3 de febrero. En ambos casos, advertí a Jiménez de que tenía ya los archivos digitales de las imágenes mostradas por él en la tele y en Internet -los mismos sobre los que había trabajado su equipo-, pero que prefería disponer de los originales tal como salieron de la cámara. "Mi intención es someter esas dos imágenes a diversos análisis por especialistas y dispongo ya de dos ficheros que corresponderían a esas fotos. Sin embargo, para no hacer perder el tiempo a
los peritos ni que luego haya quien diga que no son las mismas fotos, me interesaría contar con archivos procedentes de ti", le expliqué en un mensaje que acababa diciendo: "Imagínate que los expertos consultados por los malvados escépticos, descartan el fraude, ¿no sería todo un aval para este misterio? Naturalmente, si consigo algún peritaje, daré a conocer los resultados del mismo sean cuales sean". Jiménez ha dado la callada por respuesta a esta petición, como hizo antes con la cursada por Schwarz en diciembre.

La oportuna 'aparición' de las niñas

El pasado sábado, Jiménez anunció en su web el hallazgo de la foto de la que se habrían recortado las niñas y que no habían contado nunca con los originales porque la cámara y la tarjeta original se habían averiado. ¿Por qué el director de Cuarto milenio ha tardado casi un año en contarnos que las fotos originales no existen? A mí, me suena a la típica justificación para encubrir un fraude. Además, no es casual que Jiménez revele ahora la existencia de la foto antigua de la que se recortaron las niñas. Estudiosos honrados de lo paranormal buscan desde hace meses esa imagen en Internet y en libros, y hace nueve días Lois López Vilas publicó un anuncio al respecto en El Ojo Crítico, un fanzine publicado por el misteriólogo gallego Manuel Carballal, que tiene de escéptico lo mismo que Jiménez, pero con el que no puede ni verse. ¿No es mucha casualidad que Jiménez haya dado con esa foto un par de días después de ese anuncio? Para mí, sí. Tras la sistemática manipulación y ocultación de información por parte de los equipos de Milenio 3 y Cuarto Milenio -los programas que dirige y presenta en la Cadena SER y Cuatro, respectivamente-, resulta difícil de creer que estemos ante una simple coincidencia.

Jiménez sostiene en la actualidad que la foto de las niñas fantasma de Navalperal es lo que ya concluyeron hace meses en sus análisis López Vilas, Schwarz, Macías Pajas, Gerardo García-Trío y Rafael Cabello: un fraude. Da así la razón a quienes desde el principio sospecharon de la autenticidad de la foto. Y eso que él hace un año decía: "El estudio exhaustivo de éstas tomas nos demuestran que estamos a un 99% de posibilidades de admitir que eso efectivamente estaba allí". ¿Dónde está ese "estudio exhaustivo"?, ¿cómo justifica el haberse inventado un análisis de la Guardia Civil que nunca existió?, ¿pensó en serio alguna vez que nadie iba a darse cuenta de que había escamoteado información vital a Pagès y Picón? ¿desde cuándo tiene en su poder la foto antigua de las niñas?, ¿quién pegó a las pequeñas en la instantánea del cementerio de Navalperal de Pinares?, ¿ha visto y examinado alguien la cámara averiada o tenemos que seguir creyendo en su poco fiable palabra? Éstas son algunas de las preguntas que quedan todavía por responder de lo que se vendió hasta hace unos días como un gran enigma y que, en realidad, se sustentaba en una chapucera -en el mejor de los casos- investigación, en la ocultación a los expertos de información que demostraba el engaño, en la mentira y en la tergiversación. Todo, con el único objetivo de que los ingenuos pasen por caja, como ha hecho nuestro protagonista en el caso de la leyenda de Ochate y la de las caras cambiantes de Bélmez. ¡Es el negocio de lo paranormal y una nueva muesca en el extenso historial de Iker Jiménez como vendedor de falsos misterios!

El Timo del Diario de Ana Frank


CONOCE TODA LA VERDAD

Pedro Varela: Carta Nº 10 Otoño/Invierno 1996

Pedro Varela:
El siguiente texto es fruto de un trabajo universitario de investigación presentado por Pedro Varela mientras cursaba sus estudios de Historia Contemporánea, incluído dentro de una documentación más extensa solicitada por el profesor de la materia en torno a los orígenes y consecuencias del Juicio de Nuremberg ante el Tribunal Militar Internacional. El texto fue igualmente publicado como Carta circular con el objeto de ofrecer a los vecinos de la Calle Séneca de Barcelona la posibilidad de cotejar otras informaciones que compensaran las ya de por sí unilaterales recibidas hasta el momento desde la "Plataforma Cívica Ana Frank" y otros profesionales del victimismo político. Se trata también del único texto escrito por Pedro Varela, de entre todos los incluídos en la acusación que contra él ha coleccionado la policía autonómica catalana y la fiscalía, del que podrían extraerse opiniones personales, a pesar de que se citan en todo momento las fuentes de información. El Fiscal General de Catalunya, Sr. Mena, opina que en el "caso Varela" "persigue el odio y no una idelogía". Cabe preguntarle al Sr. Mena y a todos los lectores que ahora tienen a su alcance esta "prueba del delito", ¿en qué momento denota esta investigación de Pedro Varela odio de ningún tipo? Lea y decida por sí mismo.

EL CASO DE ANA FRANK

"El mito, ¿o tendríamos que decir el timo de Anne Frank?, es probablemente ambas cosas a la vez, a raiz de las investigaciones que hemos podido resumir al respecto. Conocida en el mundo entero por su famoso Diario, Anne Frank es sin duda la "víctima del Holocausto" más celebrada. En lo que se refiere a su impacto en el público -- afirma el "caza nazis" judío Simon Wiesenthal --, el Diario de Anne Frank es "más importante que los juicios de Nuremberg" (The Washington Post, 1 de Abril de 1979, pág. H3) (1). Organizaciones de influencia y la mayoría de los medios de comunicación occidentales, promueven un culto casi religioso por Anne Frank. El mensual británico History Today (edición de Marzo de 1995), afirma que "El impacto del "Diario" ha sido inmenso, especialmente en las jóvenes generaciones, niños de colegio, adolescentes y estudiantes. En Alemania desarrollaron una especie de culto a Anne Frank en los años cincuenta similar a los movimientos despertados por Santa Teresa y Santa Bernadette. En 1957, la emoción de masas fue canalizada en un peregrinar de dos mil jóvenes, desde Hamburg a Bergen-Belsen, incluso lloviendo, durante la ceremonia en la que se depositaron flores en las fosas comunes, en una de las cuales fue enterrada Anne Frank" (2). Pero lo cierto es que el caso de Anne Frank no es diferente al de muchos otros judíos sujetos a la política de medidas antisemitas en tiempo de guerra llevadas a cabo por las potencias del Eje, no en menor medida justificada por la declaración de guerra que la nación judía realizó contra Alemania ya en 1933, es decir seis años antes de iniciarse el conflicto bélico (3).

Como parte del programa de evacuación de los judíos de Europa occidental, la niña de 14 años y otros miembros de su familia fueron trasladados por tren de Holanda al campo de trabajo de Auschwitz-Birkenau (actualmente en el sur de Polonia). Varias semanas más tarde, ante el avance del ejército soviético -- junto a otros muchos deportados judíos -- fue evacuada en ferrocarril de Auschwitz más de 400 kms. dirección occidente, al campo de Bergen-Belsen en Alemania del Norte. Fue allí donde junto a otros compañeros del campo, Anne cayó enferma de tifus, enfermedad de la que murió a mediados de Marzo de 1945. No fue ejecutada ni asesinada. Anne Frank pereció -- al igual que millones de no judíos en Europa durante los meses finales del conflicto --, como otra víctima indirecta de la guerra más devastadora. Su padre, Otto Frank, cayó igualmente enfermo de tifus y fue transferido por los alemanes a la enfermería del campo de Auschwitz, donde se recuperó. Finalmente formó parte de los miles de judíos que débiles o enfermos quedaron allí al abandonar los alemanes el campo, cuando en Enero de 1945 los soviéticos arrollaron el mismo. Otto Frank murió en Suiza en Agosto de 1980. Pero si la política alemana hubiera sido realmente la de asesinar a Anne Frank y a su padre, nunca hubieran sobrevivido a Auschwitz. Su caso, todo lo trágico que se pueda considerar, no merece ser falseado por intereses políticos y económicos. La pretensión de la así misma autotitulada "Plataforma pro Calle Anne Frank", "proponiendo para esta calle -- Séneca -- el nuevo nombre de Calle Anne Frank, con una breve anotación que remarque su condición de símbolo de las víctimas del Holocausto" no se tiene en pie, como veremos.

La primera víctima de la guerra fue la verdad, cuya tergiversación era utilizada como arma de guerra psicológica. "No sé cuánto tiempo más podremos mantener que los alemanes están matando judíos en cámaras de gas. Es una mentira grotesca, como la de que los alemanes en la I Guerra Mundial fabricaban mantequilla con los cadáveres de sus enemigos"... "Se trata de una mentira que puede poner en peligro nuestra propaganda". Esta fue la respuesta del jefe de la propaganda británica a Winston Churchill, desaconsejándole firmar dicha acusación contra Alemania, propuesta por el P.W.E. (Political Warfare Executive), departamento inglés responsable de la "guerra psicológica". La idea fue recogida inicialmente según los rumores propagados por polacos y judíos en agosto de 1942. "El "Foreign Office" enseguida se dió cuenta de que se trataba de una mentira, pues los polacos y los judíos siempre estaban mintiendo para predisponer a Inglaterra contra Alemania" (4). No obstante el P.W.E. decidió utilizar y ampliar estas historias como base en la guerra propagandística contra los alemanes. Es dentro de este contexto de "guerra psicológica" y de "propaganda de atrocidades" en el que hay que enmarcar la historia de Anne Frank.
Pero no únicamente. Como bien indica Felderer (5) en su momento no sólo ha servido para denigrar a Hitler y la Alemania nacionalsocialista, también se ha demostrado útil a la causa de los israelíes en Medio Oriente, otorgándoles la sensación de que sus pretensiones sobre Palestina eran legítimas. Anne era el símbolo de los niños judíos perseguidos. Harwood añade que con esta y otras historias similares, se ha pretendido acobardar todo nacionalismo (6), a partir de ese momento siempre sospechoso de criminal, en favor de un internacionalismo útil a las pretensiones de la Alta Finanza de un gobierno mundial.

¿QUIEN FUE EL AUTOR DEL "DIARIO"?

Pero, ¿quién escribió el Diario de Anne Frank?

Se dice que "inicialmente, la publicación del Diario fue rechazada por numerosos editores" (7). Desde 1952, en que fue editado por vez primera en París -- la primera edición holandesa apareció en el verano de 1947 (8) --, se han hecho más de cincuenta ediciones en todos los idiomas importantes, contabilizando hasta la fecha más de 25 millones de ejemplares vendidos (9), muchos de ellos a la fuerza (10), amén de una hollywoodense película de gran éxito, obras de teatro y numerosas adaptaciones transmitidas por radio y televisión. Pretende ser el verdadero diario íntimo de una niña judía de Amsterdam, de 12 años de edad, escrito durante la ocupación alemana, mientras permanecía escondida con su familia en los fondos de una casa; posteriormente fueron arrestados (4 de Agosto de 1944) y trasladados a campos de concentración, donde Anne Frank falleció a los 14 años de edad, en Marzo de 1945, víctima de una epidemia de tifus que se extendió en la zona (11). Señalemos aquí que la detención de los Frank la llevó a cabo la policía holandesa (Policía Verde) y que Anne fue trasladada primeramente al campo de tránsito para deportados judíos de Westerbork (Holanda), posteriormente, el 2 de Septiembre de 1944, al campo de trabajo de Auschwitz-Birkenau y en Diciembre del mismo año a Bergen-Belsen (12), donde el fin de la guerra y el caos inherente producido por los bombardeos aliados sobre ciudades y los medios de comunicación y avituallamiento llevarían al hambre y el tifus. Es decir que fue paseada por toda Europa. Uno se pregunta si no suponía todo esto un esfuerzo por perder la guerra, puesto que en un momento de máxima necesidad, los alemanes se dedicaban a trasladar a los presos de naciones enemigas de campo en campo, con el consiguiente consumo del escaso combustible que hacía falta en el frente y utilización de numerosos trenes útiles en otros menesteres. Y si la intención de los alemanes era "exterminar" a la población judía, tampoco se comprende que Anne pasara tres meses en Auschwitz sin ser "gaseada" para ser trasladada a Bergen-Belsen, que en ningún caso era un campo de exterminio (según el Institut für Zeitgeschichte de Munich, instituición paraoficial del gobierno alemán, ni en Bergen-Belsen ni en todo el antiguo territorio del Reich existieron cámaras de gas para el exterminio de seres humanos) (13). Añadamos que el padre, Otto Frank, fue hospitalizado en Auschwitz para ser curado de sus dolencias (14). Resulta en cualquier caso sorprendente este interés de los alemanes para que los teóricamente destinados a la cámara de gas entraran en ella gozando de salud. Según Otto Frank, el "Diario" fue encontrado por casualidad, por él mismo, escondido en una cavidad que, casualmente, se hallaba entre la viga y el techo del lugar donde habían estado recluídos, antes de caer en poder de los alemanes. Ese encuentro fortuito ocurrió, según Otto Frank, bastante después de finalizada la guerra, en 1952 (15), si bien esta fecha no coincide con la de publicación de las primeras ediciones (1947) (16). Para Wolfgang Benz (44) el diario fue hallado por Miep Gies, una vecina de los Frank en las Prinsengracht 263 de Amsterdam, el mismo 4. 8. 44, día de la detención.
Se dice que Anne Frank escribió su diario a escondidas. Así lo afirma en su prólogo George Stevens, quien afirma no sólo que el diario era pequeño, sino también "que del pequeño diario sólo Anne tenía conocimiento" (17). Aquí surge un problema, ¿cómo es que un libro que, según las ediciones, tiene unas 230, 240 ó 290 páginas, puede ser incluído en un diario pequeño que podía ser escondido detrás de unas libretas de apuntes del colegio? A pesar de hallarse en un desván relativamente pequeño, ninguno de los acompañantes la vió escribir (18), lo cual no deja de ser dificil, teniendo en cuenta que se trataba de un escrito voluminoso. Otros autores no coinciden sobre este punto (19). Según el historiador catalán J. Bochaca, que una niña de doce años escriba, en la segunda página de su diario, un ensayo filosófico sobre las razones ontológicas que la impulsan a hacerlo; así como que una niña de tan corta edad sea capaz de redactar una historia de la familia Frank, sin notas a la vista; que confinada en una buhardilla esté al corriente de la legislación y las medidas antisemitas de los "nazis", incluyendo fechas, números de decretos y nombres propios; supone un caso impar en la historia de la literatura universal (20). El mismo autor hace notar que las ediciones inglesa y alemana del "Diario" difieren tan fundamentalmente, que las diferencias no pueden ser atribuídas, racionalmente, a criterios de traductor. "La verdad sobre el diario de Anne Frank fue revelada, inicialmente, por la publicación sueca "Fria Ord", en 1959, en una serie de artículos diarios aparecidos en marzo. En abril de aquel mismo año, la revista americana Economic Council Letter (15 de Abril de 1959) resumió los artículos de su colega sueco, con la siguiente gacetilla: "La historia nos proporciona muchos ejemplos de mitos que tienen una vida más rica y más larga que la verdad, y que, sin duda, pueden llegar a ser más efectivos que la verdad" (21). Nuestras dudas aumentan cuando leemos en el New York Times del 2 de Octobre de 1955, que en el diario de Anne Frank "sólo figuraban aproximadamente 150 inscripciones" donde se consignaban "cronológicamente las sensaciones e impresiones de una adolescente" ("mamita me trata a veces como un bebé, lo que no puedo soportar") y "adicionalmente muy pocas que no podrían considerarse como pertenecientes a esa categoría" ("temo mucho que nos descubran y que seamos fusilados") (22). No obstante ello, continúa Richard Harwood, el "Diario" publicado consta de 293 páginas y su texto no concuerda con la relación, que acabamos de citar, entre numerosas inscripciones propias de una adolescente y "muy pocas" de mayor o menor referencia política. De hecho, no sólo las observaciones de carácter político del diario, sino su contenido general y su estilo, presuponen un conocimiento de interrelaciones históricas, juicio y arte de la expresión poco comunes incluso entre adultos. La edición "original" del Diario nunca fue publicada, puesto que el padre, Otto Frank, decidió expurgar el mismo de fragmentos escabrosos de una adolescente o de críticas a la madre de Anne. Más tarde este debió admitir que además de la escritora judía Anneliese Schütz e Isa Cauven"para colmar algunas lagunas en el diario debió requerir los servicios del periodista holandés Albert Cauven" (23). Incluso el poco sospechoso semanario Der Spiegel, instrumento principal en la "reeducación" del pueblo alemán, debía admitir que "el "Diario" en su conjunto no es auténtico". Para el Spiegel queda claro que "aquello que ha hecho emocionar al mundo, no proviene enteramente de la mano de Anne Frank. En la edición el "Diario" ha sido transformado por numerosas manipulaciones..." (24). La investigación oficial llevada a cabo por la Dra. Hübner deduce que el "Diario" publicado está compuesto de 177 capítulos (cartas), que proceden de cuatro diferentes fuentes: 4 del Diario, 5 de un libro de relatos, 69 de dos diarios, que la Dra. Hübner define como primera elaboración del Diario, 99 procedentes de hojas sueltas, que la investigadora define como segunda elaboración del Diario.

JUICIO ESCLARECEDOR

Mayores sospechas nos asaltan, lógicamente, al estudiar el pleito en que se enzarzaron el conocido escritor judío norteamericano Meyer Levin y el padre de Anne Frank. El juicio transcurrió entre 1956 y 1958 ante el County Court House de la ciudad de Nueva York, obteniendo el demandante Meyer Levin un fallo a su favor que condenaba a Otto Frank a abonarle una indemnización de 50.000 dólares de la época por "fraude, violación de contrato y uso ilícito de ideas"; el pleito, que se arregló privadamente después de la sentencia por obvio mútuo interés, versaba sobre la "dramatización escenográfica" y venta del "Diario". El juez, así mismo judío, era Samuel L. Coleman, quien dictó sentencia en el sentido de que Otto Frank debía pagar a Meyer Levin "por su trabajo en el diario de Anne Frank" (25). Para cualquier interesado, todo lo referente al caso Levin-Frank está archivado en la Oficina del Condado de Nueva York (N. Y. County Clerk's Office) con el número 2241-1956 y también en el New York Supplement II, Serie 170, y 5 II Serie 181 (26). Así pues, la sentencia del juez -- y juez judío -- en el sentido de que el autor del Diario es Meyer Levin y no la niña, existe (27). Lo que interesa hacer notar es que de la lectura de la numerosa correspondencia privada de Otto Frank y de Meyer Levin que fue aportada al juicio como prueba de las partes, surge la grave presunción "juris tantum" de que el "Diario" "es substancialmente una falsificación" (28), y que el autor material de esa falsificación fue el igualmente judío Meyer Levin. Levin, en legítima defensa de sus derechos de autor, además de demandar al Sr. Frank por cuatro o cinco millones de dólares por su labor de parafrasear el manuscrito "para el fin que tenía que cumplir...", pleiteó igualmente contra el productor de cine Kiermit Bloombarden, pues en la película -- del mismo título que la obra -- aparecen también escenas escritas por él y que no estaban contenidas en el Diario original (29). Meyer Levin había sido corresponsal en España durante la guerra civil de 1936 a 1939 y más tarde enviado de la Agencia Telegráfica Judía durante los enfrentamientos con los palestinos entre 1945 y 1946. La Enciclopaedia Judaica le reconoce como "el primer escritor en poner en escena el Diario de Anne Frank (1952)" (Vol. 11, pág. 109) (30).

UN BOLIGRAFO PREMATURO

Pero no acaba aquí todo, y nuestra duda se convierte en decepción cuando descubrimos, como lo ha hecho el historiador británico David Irving tras su investigación (31), que en el "Diario" de Anne Frank había tinta de bolígrafo. Así lo determinaron unos expertos que acudieron expresamente a Suiza para comprobar el manuscrito original en posesión de Otto Frank. Según estos, parte de los diarios habían sido escritos con bolígrafo -- inventado en 1949 y cuya aparición en el mercado data como temprano de 1951 -- algo imposible al haber fallecido Anne Frank de tifus (32) en 1945. Dos ciudadanos alemanes, Edgar Geiss y Ernst Roemer, pusieron públicamente en duda, una vez más, la autenticidad del famoso "Diario". Ante ello el Tribunal del Distrito de Hamburgo encargó a la Oficina Federal Criminal Alemana (BKA) un examen de los textos para determinar científicamente si la escritura de éstos se había llevado a cabo durante los años 1941 a 1944, basándose en los análisis del papel y la escritura del manuscrito original. Este análisis químico-técnico fué llevado a cabo en abril de 1981, bajo la dirección del Doctor Werner (33). A pesar de su publicación, la ley del silencio de los "mass-media" intentó dar la menor publicidad posible a los resultados de los análisis. Sí lo hizo el New York Post del 9 de Octubre de 1980 mencionando el hecho. Según este análisis, las correcciones, comentarios y añadidos en las hojas de parte del manuscrito fueron hechas en tinta azul, negra, roja, a lápiz y en BOLIGRAFO de tinta negra, verde y azul. Como comentarios y texto principal son de una misma mano, recordémoslo, el libro fue escrito por alguien después de la guerra o cuando menos lo finalizó pasada la contienda. El original consta de tres libretas encuadernadas y 324 páginas sueltas (34).

DIFERENCIAS EN LA ESCRITURA

Un calígrafo pudo comprobar, además, que todo había sido escrito por la misma mano y que, por tanto, no podía ser la de Anne Frank. Se trata de Minna Becker, períto calígrafo judía, quien afirmó ante el juez, repetidamente, que toda la escritura del diario pertenece a una misma mano (35). Para dilapidar este tema sólo ha hecho falta acceder a las cartas auténticas que Anne Frank escribió de niña a unas amigas, publicadas en los Estados Unidos; la letra de estas cartas sí tiene el aspecto normal de una niña de 10 ó 12 años, lo que no es el caso del "manuscrito original", que nos revelan a un autor de mayor edad. Las cartas fueron adquiridas por el "Instituto Simon Wiesenthal" y, siempre según David Irving, sí son auténticas, no así el diario (36). Bochaca confirma asímismo, como han hecho posteriormente otros autores, refiriéndose a Paul Rassinier, que la escritura que se afirma es la de Anne Frank, reproducida en el libro Spur eines Kindes, de Ernst Schnabel, difiere totalmente de la escritura de Anne Frank en el manuscrito original. El Profesor Faurisson, de la Universidad de Lyon, cuya especialidad es la crítica de textos y documentos, y que mantuvo varias conversaciones personales con el padre de Anne Frank, insiste en este tema otorgándole el peso suficiente para llevar al escepticismo sobre el "Diario" de Anne Frank. Su primer trabajo sobre el caso fue publicado en francés en 1980. Una traducción del mismo apareció en el verano de 1982 en el volúmen del The Journal of Historical Review con el título "Is the Diary of Anne Frank Genuine?" (págs. 147-209). Entonces señalaba dos ejemplos de la letra manuscrita atribuida a Anne Frank, ambos escritos cuando esta contaba aproximadamente 13 años, pero extrañamente la primera (datada el 12 de Junio de 1942) parece mucho más madura y similar a la de un adulto que la supuestamente escrita sólo cuatro meses más tarde (10.10.42). Respondiendo a dicho escepticismo sobre la autenticidad del "Diario", el State Institute for War Documentation de Amsterdam (Rijksinstituut voor Orloogsdocumentatie -- RIOD), publicaba un libro en 1986 que incluía el facsimil de una carta supuestamente escrita por Anne el 30 de Julio de 1941. El descubrimiento en los EE.UU. de otros varios ejemplos de la letra manuscrita fue anunciado en 1988. El mismo incluía dos cartas fechadas el 27 y el 29 de Abril de 1940 y una postal, escritas a alguien en Danville (Iowa). Estas últimas, como las del 12. 6. 1942 y 10.10.1942, creaban un nuevo problema al Instituto de Documentación de Guerra de Amsterdam, dado que la letra manuscrita que aparece en ellas es completamente diferente que la escritura de adulto de la carta del 30 de Julio de 1941, así como la mayor parte del manuscrito en cuestión. Estos descubrimientos confirman la creencia del Prof. Robert Faurisson de que la letra manuscrita de "adulto" atribuída a Anne es, en realidad, muy parecida a la letra manuscrita de una de las personas que oficialmente "ayudaron" a Otto Frank a preparar el "Diario" para su publicación después de la guerra. Para Mª Paz Lopez y su artículo en "La Vanguardia", estas diferencias de escritura son normales (!) en un adolescente (ver las reproducciones adjuntas). Igualmente soslaya, al tratar el tema del informe pericial encargado por el RIOD, el tema de la escritura a bolígrafo, mencionando exclusivamente las anotaciones a lápiz del padre. Podemos concluir pues, que no se trata de un "Diario", sino de una novela, basada en un manuscrito escrito después de la guerra por Otto Frank o sus colaboradores, y redactado por Meyer Levín, con algunos añadidos posteriores del holandés Albert Cauven (38). El historiador alemán Udo Walendy es definitivo: "El Diario de Anne Frank -- durante años lectura recomendada tabú para escuelas y público -- es una falsificación" (39).

ANNE FRANK A LA FUERZA

Conviene advertir aquí que para evitar dudas y desbancar las crecientes sospechas sobre la autenticidad del libro, fue impuesto por las autoridades alemanas actuales como "lectura obligatoria" en las escuelas (¡increíble negocio para los propietarios de derechos -- Fondo Anne Frank -- y editores!) y se llegó al extremo de adoptar medidas disciplinarias (retiro de la "venia docendi") contra maestros y profesores que osaran manifestar sus dudas al respecto (40). El Profesor Stielau, de Hamburgo, fue expulsado de su cátedra, en 1957, por el mero hecho de haber osado poner en duda la autenticidad del Diario. ¡Increíble!. Todavía en 1976, el padre de Anne, Otto Frank, lleva a cabo acciones y denuncias contra Heinz Roth, de Odenhausen, en un juicio tendente a prohibir publicaciones que sostengan que el diario, tal como se publicó, no puede haber sido escrito por una niña de 12 años. Ejemplos éstos que demuestran cuán estrecho es el margen de la libertad de pensamiento cuando se rozan ciertos temas tabú (41).

UN TIMO MORAL

Richard Verrall (que publica bajo el nombre literario de Harwood) advierte que la falsedad del mito de Anne Frank va mucho más allá, es muchísimo más profunda que la eventual falsificación del texto. Reside en la "unilateralidad" y en la "recurrencia infinita" del tema: una perfecta aplicación política de la propaganda actual del viejo tema de la niña inocente atrapada por la maldad exclusiva de los otros, pero que triunfa incluso después de muerta. El mito de Anne Frank, por la fuerza de su impacto sobre la sensibilidad colectiva, se convierte no sólo en símbolo de la "inocente" nación judía perseguida, sino más aún y contra todas las reglas de la lógica, en "prueba indiscutible" de la maldad intrínseca, inmedible, de los perseguidores. Reconozcámoslo pronto, en efecto, no importa desde un punto de vista humano que el "Diario" de Anne Frank sea una falsificación o no. Esta niña falleció, víctima del tifus -- y no en una "cámaras de gas" inexistente en Bergen o convertida en "pastillas de jabón" que se han revelado una falacia, todo hay que decirlo --; y el padecimiento y muerte de cualquier niño es siempre lamentable. Pero es importante constatar que los posibles sufrimientos de una niña judía de 14 años, en tiempo de guerra, no son más significativos por el "hecho" de que hubiese escrito un diario, que los sufrimientos tanto o más terribles de otros posibles niños judíos; o que las desgracias infinitamente más numerosas de otros niños alemanes, italianos, japoneses, polacos, rusos o de otras nacionalidades que han sufrido horriblemente por muchos otros motivos en esa misma guerra: despedazados, quemados vivos a millones, mutilados o inválidos para toda la vida a causa de los bombardeos masivos de población civil efectuados por los aliados contra ciudades abiertas alemanas; abandonados en medio del caos ante la muerte o desaparición de sus padres; violados, corrompidos por la barbarie de buena parte de las tropas enemigas. Sólo en el Holocausto alemán de Würzburg, durante los últimos días de la guerra, fueron quemadas 5.000 personas, de entre las cuales más de 100 niñas y mujeres se llamaban Anna, convertidas en cenizas durante la noche del 16 de Marzo de 1945 (44). ¿Pero quién se acuerda de tal suma de horrores sufridos por los no judíos? ¿Quién llora por el niño alemán que, en Dresde, junto a otros 250.000 civiles, mujeres y niños principalmente, corre aullando envuelto en el fuego inextinguible del fósforo líquido? ¿Quién por la niña alemana violada varias veces hasta la muerte por una sucesión de bestias animadas a ello por el judío soviético Ilya Ehrenburg? ¿Quién escribe novelas lacrimógenas por los no menos reales e inocentes niños japoneses de Hiroshima y Nagasaki? ¿Quién por los niños de la misma edad de Anne Frank, masacrados en Paracuellos del Jarama, que en su propio país tampoco cuentan con una calle?. Nadie. No hay "best sellers" para ellos, no hay "dramatizaciones", ni 50 ediciones, ni cine, ni teatro, ni bombardeo televisivo, ni campañas en su nombre, ni recogidas de firmas, ni movilizaciones entre los partidos políticos del sistema y sus parlamentarios, ni manifestaciones públicas cincuenta años después, ni nadie que quiera recordarles cambiando el nombre de una calle, por pequeña que esta fuera. ¿Por qué? ¿Tal vez porque no cuentan con un lobby que haga del dolor un negocio sin precedentes? ¿Porque les falta la conveniente orquestación de los "mass-media", que hacen del sufrimiento ajeno un arma política, con la intención de desarmar moralmente a quienes denuncian semejante hipocresía? ¿O deberíamos ser más atrevidos y decir que, simplemente, porque no son judíos? Entonces habría que denunciar y perseguir igualmente a aquellos que por dinero o por oscuros intereses políticos y personales hacen, con los niños que han padecido en el pasado, discriminaciones en razón de su raza, religión o ideas políticas de los padres y sólo se acuerdan de unos niños muy concretos y minoritarios, soslayando a los demás. Se trata, sin duda, de un agravio comparativo.

¿UNA CALLE PARA UNA NIÑA O PARA UNA FALSIFICACION?

"El Ayuntamiento de Bergen niega el nombre de Anne Frank a una calle". Efectivamente La Vanguardia informaba de un caso similar al que nos ocupa con el pobre Séneca, con ocasión del intento de imposición de una "Calle Anne Frank" en la ciudad de Bergen, en cuyo municipio se encontraba el campo de Bergen-Belsen, y cuyo ayuntamiento se ha negado de plano a dar el nombre de Anne Frank a la calle que lleva al monumento recordatorio del campo. La propuesta fue hecha después de que años atrás se intentara dar -- sin éxito -- dicho nombre a una escuela (42). Con todo, entre el 12 de Mayo de 1995 y Otoño de 1996, la autodenominada "Plataforma cívica (!) Anna Frank" bombardeaba a las 230 familias que habitan en la calle Séneca de Barcelona con la petición de cambio de nombre y recogida de firmas consiguiente para solicitar su apoyo en semejante despropósito y lograr dicha permuta del Ayuntamiento y su Consejo Municipal del Distrito. El fin confesado de la campaña es "boicotear las actividades de la Librería Europa", es decir la libertad de expresión de los demás. Según los organizadores cuentan con el apoyo de más de sesenta organizaciones. Pero aparte del cabezal impreso de un papel de cartas y algunos grupos marginales, las manifestaciones no son en absoluto numerosas (43) y mucho menos representativas de los ciudadanos de Barcelona o los habitantes de la calle Séneca, que no se sienten identificados con los "libertarios" y anarquistas violentos del Barrio de Gracia, ni con los homosexuales, las lesbianas o la extrema izquierda incendiaria, cuyo único hecho patente ha sido arruinar la calle Séneca con pintadas indecibles y reiteradas de bajo nivel cultural, cuando no lanzando piedras y cócteles molotov con grave riesgo para los vecinos. Una triste historia, ciertamente. Un señor se hace millonario a costa de su hija, muerta, haciéndola pasar como autora de una novela que ella no ha escrito. Y encima debe ser puesto ante los tribunales para que pague al auténtico autor. El periodista Gil Mugarza recomienda acertadamente que lo más decoroso y oportuno en relación con la desventurada muchacha, ajena a cuanto haya podido ser un lucrativo éxito editorial y un gigantesco éxito político y económico para la causa sionista, es el dejarla descansar sencillamente en paz. Es lamentable que la jóven, muchos lustros después de su muerte, deba ser sacrificada nuevamente, una vez tras otra, víctima de especulaciones que utilizan a los muertos para solaz y distracción de los vivos."

NOTAS:
(1 y 2) Weber, Mark: Anne Frank. Publicado en The Journal of Historical Review de Mayo/Junio de 1995, pág. 31.
(3) Daily Telegraph 24.3.1933 y Daily Express de misma fecha.
(4) Irving, David: Pruebas contra el Holocausto. Conferencia en el Hotel Majestic de Barcelona, el 17 de Noviembre de 1989.
(5) Felderer, Ditlieb: Il Diario di Anna Frank: una Frode. Edizioni La Sfinge, Via Marchesi, 30, Parma (Italia), 1990, pág. 6.
(6) Harwood, Richard (Richard Verrall): ¿Murieron realmente seis millones?. Historical Review Press, Inglaterra, 1977.
(7) Enciclopaedia Judaica, citada en Felderer, opus. cit. Pág. 14.
(8) Benz, Wolfgang: Legenden, Lügen, Vorurteile: Ein Wörterbuch zur Zeitgeschichte. DTV Deutscher Taschenbuch Verlag. 2ª Edición, 1992 y Felderer, pág. 13: Enciclopedia Brockhaus, Vol (6-450).
(9) Paz Lopez, María: La niña que contó lo inexplicable. La Vanguardia de Barcelona, el Miércoles día 15.3.95, pág. 2 de "Revista". Según Benz opus. cit., esta cifra en 1992 era de 16 millones.
(10) Bochaca, J.: "El mito de Anne Frank". Revista Cedade No 170 de Marzo de 1989. Págs. 18 a 20.
(11) "Anne Frank "Diary" a fake". Publicado en el periódico Holocaust News, No 1, pág. 3, del Centre for Historical Review. London. Así mismo Enci. Judaica pág. 53 y Felderer op. cit.
(12) Enciclopaedia Judaica, pág. 53. Jerusalén, Israel, 1971-1972.
(13) Roth, Heinz: Anne Frank's Tagebuch, ein Schwindel., 1979.
(14) Enciclopaedia Britanica. Citado por Felderer.
(15) Bochaca, opus cit.
(16 y 17) Felderer, opus. cit. pág. 13 y pág. 22.
(18) Bochaca, opus cit.
(19) Paz Lopez, opus. cit.
(20) Bochaca, J.: "El mito de Anne Frank". Revista Cedade p.18-20.
(21) Bochaca, J.: El mito de los seis millones. Ed. Bausp, Barcelona, 1978; pág. 100.
(22) Harwood, opus. cit.
(23) Bochaca, opus. cit. y también Felderer, opus. cit. p. 14.
(24) Citado por "Kommentare zum Zeitgeschehen". Folge 269. September 1993, p. 65.
(25, 26, 27 y 28) BOCHACA, J.: "El mito de Anne Frank". Revista Cedade. Págs. 18 a 20.
(29) Gil Mugarza, Bernardo: "Requiem por Anne Frank", Arriba, 9.5.59.
(30) Felderer, opus. cit. Pág. 15.
(31) Irving, David: "Pruebas contra el Holocausto". Hotel Majestic, Barcelona, 17.11.89.
10
(32) Paz Lopez, opus cit.
(33) Bochaca, opus. cit.
(34) New York Post del 9 de Octubre de 1980.
(35) Bochaca, opus cit.
(36) Irving, opus. cit.
(37) Ver Faurisson, Prof. Robert: "Anne Frank's Handwriting". Publicado en el The Journal of Historical Review, Vol. 9, Nr 1, Spring 1989. Pag. 97-101. IHR, California. Pruebas caligráficas. Y Vol. 3, Nr 2, summer 1982: "Is the Diary of Anne Frank Genuine?" así como "Le Journal d'Anne Frank est-il authentique?" en Serge Thion, Vérité Historique ou Vérité Politique? Paris, La Vielle Taupe, 1980.
(38) Bochaca, opus. cit.
(39) Roth, Heinz: Anne Frank's Tagebuch, ein Schwindel. Odenhausen, Julio de 1979.
(40) Bochaca, opus cit.
(41) Harwood, opus. cit.
(42) Gil Mugarza, opus cit.
(43) En su mayoría, a la media docena de homosexuales, lesbianas, o marginales de extrema izquierda habituales, se suman una cantidad casi siempre doble de periodistas y cámaras, dispuestos a extrapolar el hecho, para mayor beneficio de aquellos que después de salir en las fotos, aspiran a ser subvencionados por el Ayuntamiento y la Generalitat en base a impuestos que pagan los ciudadanos de a pie.
(44) Die Bauernschaft, Junio de 1995.