miércoles, julio 29, 2009

El Budismo Tibetano



El budismo tibetano denominado también lamaísmo, comprende el budismo desarrollado en los Himalayas. También conocido como Vajrayana y budismo tántrico. Esta forma de budismo es seguida por el 6% de todos los budistas, siendo una de las escuelas budistas más practidas y es una de las mejores conocidas en Occidente.
El budismo Mahayana entró en el Tíbet gracias al gurú indio Padmasambhava en el siglo VIII. Hasta ese momento, existía en el Tibet una religión de carácter animista y mágico, llamada Bön. Con el auge del budismo la religión Bön no desaparecerá, pero se iniciará una transformación de la misma. Parte de la creencia Bön influyó también en el budismo tibetano. La tradición Mahayana o Gran Vehículo no se limita a buscar la liberación personal, sino que tiene como finalidad la liberación de todos los seres y para ello busca alcanzar el estado de Buddha.
El budismo se desarrolló en el Tibet con rapidez. Esta enseñanza quedará integrada en un budismo llamado Vajrayana o budismo tántrico. El budismo tibetano considera al Vajrayana un tercer vehículo además de los dos referidos en la tradición Mahayana: el Hinayana o Theravada y el propio Mahayana. El budismo Vajrayana es parte del camino Mahayana, sin embargo sus practicantes no sólo buscan la iluminación para liberar del sufrimiento a todos los seres, además desean alcanzar el estado de Buddha lo antes posible, incluso en esta misma vida.
El Vajrayana sólo se conservará en el Tibet, sur de China y Japón. Mientras que en China y Japón son una escuela entre otras, en el Tibet este tipo de budismo se convertirá en el principal. Este se deberá, entre otras cosas, a que en el desarrollo del budismo Mahayana, en el Tibet se dará preeminencia doctrinal a partir del siglo VIII a los trabajos provenientes de India enfrente de aquellos provenientes de China. Por tanto, el budismo Vajrayana tiene en el Tibet su lugar principal y natural. El Tibet y su capital Lhasa, se convertirán por ello en un epicentro budista de peregrinación para muchos budistas de toda Asia.
El linaje es muy importante en el budismo tibetano, ya que garantiza que las enseñanzas están vivas, es decir, que se han transmitido de docente a discípulo desde tiempos de Buda y que siempre se ha hecho de forma pura, realizando completamente su comprensión.
En el budismo tibetano surgen diversas escuelas y enfoques doctrinales, pero varias de ellas desaparecerán o se verán asimiladas. Actualmente hay cuatro escuelas principales, y recientemente, la practica de la religión Bön ha sido integrada por el lamaísmo como parte del legado del budismo del Tibet.

* En el siglo VIII surge la escuela Nyingma o “de los Nyingmapas”, también llamada “de los gorras rojas”. Fundada en el S. VIII a partir del legado de los primeros introductores del budismo en el Tíbet. El maestro indio Padmasambhava fue el primero que según la tradición tibetana sometió a las deidades de la naturaleza del Tíbet y otras fuerzas, haciendo al budismo religión oficial.

* En el siglo IX apareció la tradición Kagyu (tradición oral) también conocida como gorras negras. Fundada por Gampopa, uno de los discipulos del santo y poeta tibetano Milarepa (1040-1123), a partir de las enseñanzas esotéricas y contemplativas derivadas de los mahasidas indios Tilopa y Naropa llevadas al Tibet por Marpa, el maestro de Milarepa. La Escuela kagyu de los Karma Kagyu está dirigida por S.S. Karmapa Pag. Oficial

* En el siglo XI surgió la escuela Sakya (denominada así por su monasterio de origen) fundada por Konchok Gyalpo. Sus principales maestros descienden de los primeros discípulos de los maestros indios Padmasambhava y Shantarakshita y procedían de una familia de las clases dirigentes, los Khön, de la región meridional de Tsang.

* En el siglo XIV y a raíz de la reforma espiritual de Lama Tsongkhapa —considerado una emanación del Buda de la Sabiduría, Manjushri—, nació a partir de la tradición kadampa la orden de los Gelug o Geluk-pa, llamados los gorros amarillos. Tsong Khapa (1357-1415) fue un renovador de las enseñanzas del gran maestro bengalí del S. XI, Atisha. Tsong Khapa hizo todos los esfuerzos posibles para aglutinar un enfoque más ortodoxo y agrupador de las enseñanzas del Tibet.