miércoles, noviembre 19, 2008

Cuales 10 Mandamientos??

Felipe Woichejosky

Uno de los secretos mejor guardados en las discusiones de los Diez Mandamientos (dice Cliff Walker), concierne al hecho de que (según la historia) Moisés quebró el primer par de “tablas” * en un ataque de enojo, porque los Israelitas escogieron rendir culto al becerro de oro.

Según el cuento, después de que Moisés quebró las tablas, Dios le dijo que le haría un nuevo juego que contendrían “las mismas palabras que estaban en las primeras tablas” [ Ex. 34:1 ]. Sin embargo, a poco que examinemos los segundos Diez Mandamientos, comprobaremos que de ninguna manera se parecen a los del primer juego. Difundir este conocimiento es aplicar un duro golpe a las pretensiones de enseñar los Diez Mandamientos en escuelas y parroquias.

El ateísmo positivo anima a los lectores a imprimir y distribuir este artículo. Aunque sabemos que la premisa principal del teísmo se agrieta día a día, es bueno que las muchas personas -que no han pensado demasiado en estas cosas-, sepan que existen y como son. Así, mostrándolas, es posible que las diferencias bíblicas vayan más allá de lo que cualquier discusión sobre las principales premisas del teísmo puedan hacerlo.

La discrepancia –no mencionada– es la que existe entre los Diez Mandamientos originales, expuestos en el capítulo 20 del libro del Éxodo, y el recauchutaje listado en el capítulo 5 del Deuteronomio. En el Éxodo 20 se requiere guardar el Sábado ** porque “... en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día.” Pero en el Deuteronomio, los judíos deben recordar que fueron siervos “... en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido,” : por consiguiente, el Mandamiento de Jehová (Dios) es que debe guardarse aquel día. Nada se dice el Deuteronomio sobre Dios que descansa después de los seis días que le demandó crear el universo.

* Las “tablas” de la ley eran bloques de piedra que medían aproximadamente 48x96x24 cm (ancho, largo y profundidad) y pesaban alrededor de 340 kg. cada una de ellas. (www.judaicasite.com/ Rab. Abraham Serruya)

** Shabat, (del hebreo shavat, ‘descansar’, ‘cesar’), día sagrado de descanso que, para los judíos y algunas confesiones cristianas, se observa en sábado, y para la mayoría de los cristianos en domingo. El origen del shabat es incierto, pero de algún modo está vinculado al shappattu babilónico, durante el cual tiene lugar el plenilunio el día 15 de cada mes, y se produce el ciclo babilónico de los días del demonio (cada séptimo día). Resulta tentador suponer –dice Isaac Asimov– que el Shabat tuvo para los judíos un nuevo significado.


¿Cuales Diez Mandamientos?

Protestantes

1.No tendrás dioses ajenos delante de mi.
2.No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que hay arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas, ni les darás culto; porque yo soy el Señor, tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
3.No tomarás el nombre del Señor, tu Dios, en vano; porque no dará por inocente el Señor a quien toma su nombre en vano.
4.Acuérdate del día del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra; mas el séptimo es Sábado para el Señor, tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el Señor bendijo el día sábado y lo santificó.
5.Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que el Señor, tu Dios
6.No matarás.
7.No cometerás adulterio.
8.No hurtarás.
9.No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
10.No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.


Católicos

1.Amarás a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo.
2.No tomarás el nombre de Dios en vano.
3.Santificarás las fiestas.
4.Honrarás a tu padre y a tu madre.
5.No matarás.
6.No cometerás actos impuros.
7.No robarás.
8.No dirás falso testimonio ni mentirás.
9.No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10.No codiciarás los bienes ajenos.


Judíos

1.Yo soy el Eterno, tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre.
2.No tendrás otros dioses ante mi faz.
No harás para ti escultura ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni de lo que está abajo en la tierra, ni de lo que está en las aguas debajo de la tierra.
No te postrarás ante ellas ni las servirás, porque Yo soy el Eterno tu Dios, Dios celoso, que revisa la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y la cuarta generación de los que me aborrecen;
y que usa de misericordia en millares de generaciones para aquellos que me aman y guardan mis mandamientos.
3.No pronunciarás el nombre del Eterno, tu Dios, en vano, porque el Eterno no tendrá por inocente al que pronuncie su nombre en vano.
4.Acuérdate del día del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra; mas el día séptimo es sábado (consagrado) al Eterno, tu Dios; no harás obra alguna tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu bestia, ni tu prosélito que habita dentro de tus puertas (ciudades); porque en seis días hizo el Eterno los cielos y la tierra, el mar y todo cuanto en ellos hay, y descansó en el séptimo día; por tanto, el Eterno bendijo el día del sábado y lo santificó.
5.Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra, que el Eterno tu Dios te da.
6.No matarás.
7.No cometerás adulterio.
8.No hurtarás.
9.No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
10.No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo.

Primeras Tablas (Éxodo 20)
(“las que Moisés había quebrado.”)

1.Yo, Yahveh, soy tu Dios, que te ha sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre. No habrá para ti otros dioses delante de mí.
2.No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra. No te postrarás ante ellas.
3.No tomarás en falso el nombre de Yahveh, tu Dios.
4.Recuerda el día del Sábado para santificarlo.
5.Honrarás a tu padre y a tu madre.
6.No matarás.
7.No cometerás adulterio.
8.No robarás.
9.No darás testimonio falso contra tu prójimo.
10.No codiciarás de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.


Segundas Tablas (Éxodo 34) (“las palabras que estaban en las primeras.”)

1.No te postrarás ante ningún otro dios, pues Yaveh se llama Celoso, es un Dios celoso.
2.No te harás dioses de fundición.
3.Guardaras la fiesta de los ázimos*; siete días comerás ázimos como te he mandado, al tiempo señalado, esto es, en el mes de Abib**; pues en el mes de Abib saliste de Egipto.
4.Todo lo que abre el seno es mío, todo primer nacido, macho, sea de vaca o de oveja, es mío.
5.Seis días trabajarás, mas en el séptimo descansarás; descansarás en tiempo de siembra y siega.
6.Celebrarás la fiesta de las semanas: la de las primicias de la siega del trigo, y también la fiesta de la recolección al final del año.
7.No inmolarás con pan fermentado la sangre de mi sacrificio.
8.No quedará hasta el día siguiente la víctima de la fiesta de Pascua.
9.Llevarás a la casa de Yahveh, tu Dios, lo mejor de las primicias de los frutos de tu suelo.
10.No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
*
*Ázimos = panes sin levadura.
Abib = Marzo-Abril del calendario gregoriano. “Nisan” en la actualidad. La palabra Abib significa “grano de trigo” y señala la época del año en que aparecen los cereales.


Biblia de Jerusalén.
Diez Penalidades (ponga esto en el salón de clases)

1. Ex. 22.20 El que ofreciere sacrificio a dioses excepto solamente a Jehová, será muerto.
2. Lv. 24.16 El que blasfemare el nombre de Jehová, ha de ser muerto.
3. Ex. 31.15 Cualquiera que trabaje en el día de reposo (Sábado), ciertamente morirá.
4. Ex. 21.15 El que hiriere a su padre o su madre morirá.
5. Ex. 21.17 Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre, morirá.
6. Ex. 22.19 Cualquiera que cohabitare con bestia, morirá.
7. Lv. 20.13 Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos.
8. Lv. 20.10 Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.
9. Mr. 16.16 El que no creyere será condenado.
10. Ma. 2.1-4 Ahora, pues, oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento. Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ... He aquí, yo os dañaré la sementera*, y os echaré al rostro el estiércol de vuestros animales sacrificados.

* Sementera = tierra sembrada, cosa sembrada. Antiguo y Nuevo Testamento, antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisión 1977 de la Versión Reina-Valera

Algunas consideraciones adicionales:

En primer lugar, surge de este breve análisis que lo que se pregona es una falsedad: los tan mentados Diez Mandamientos que a ustedes (y a mí) nos enseñaron, no son los que suponemos debieran ser.

Cabría esperar de quienes pensamos y sentimos que hacen de la verdad un culto (los sacerdotes), la ausencia total de mentiras. Sin embargo, esto no es así. Nos han engañado siempre, y lo siguen haciendo.

Los Diez Mandamientos que hoy tendríamos que observar (de no haberse perdido) son los que fueron guardados en el arca y aparecen en el libro del Éxodo, en el capítulo 34, versículos 14 al 26. Dudar de esto es dudar de la palabra de Dios, y de su bien amado Moisés: “Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros a tomarla.”. [ Dt. 6.1 ]

Se comentaba en la primera página que Moisés destrozó el primer juego de tablas (bloques de piedra) donde habían sido grabados los mandamientos. Esto ocurrió cuando él (Moisés) bajaba alegre del monte Sinaí trayendo en sus manos las dos “tablas” –que pesaban alrededor de 340 kg. cada una de ellas–. Esta información se puede confirmar y obtener a lo largo del mundo en cualquier instituto rabínico de enseñanza bíblica. Resulta por demás llamativa la descomunal fuerza que debía tener Moisés, para portar tan fácilmente 340 kg. en cada mano, y tampoco deja de llamar la atención que característica tan fuera de lo común, no haya merecido comentario alguno en ninguna de las Biblias conocidas. Cuando menos, debía haberse destacado en algún lugar.

Por otra parte, que poco respeto demostró Moisés por la obra de su Dios, al destruirla en un periquete al ver que su gente se divertía. No olvidemos que las tablas “eran obra de Dios y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas.” [ Ex. 32.19 ] ¿Se habrá enojado al pensar los días de fiesta que perdió?.
De la comparación de los mandamientos saltan a la vista los cambios que la Iglesia Romana ha efectuado. El Segundo Mandamiento fue de plano eliminado por razones obvias, ya que prohíbe expresamente la veneración y culto de la multitud de imágenes de Jesucristo, una multitud de versiones de la Virgen, y cuanto menos, un largo par de miles de Santos –muchos de ellos comprobadamente criminales–, que la Iglesia deberá decidir en breve que hacer con su status canónico, de acuerdo a las recientes palabras de perdón pronunciadas por su máxima e infalible autoridad. Dejar de lado toda este verdadero arsenal de figuras e imágenes –fuente de ingresos– y necesidad ineludible para conservar su carácter de religión idólatra.

También hizo caso omiso del Cuarto Mandamiento, olvidando deliberadamente el Sábado: el texto insertado “Santificarás las fiestas” la habilita para exigir la asistencia a misa todos los domingos y demás días de festividad (no olvidemos que hubo un tiempo en que las festividades fueron fijadas por la Iglesia), no existe en toda la Biblia un solo pasaje o indicio en el que se les mande a los cristianos que guarden el domingo, o que transfieran el sábado judío a ese día. “Y no hay ni una sola oración en el Nuevo Testamento que pueda siquiera sugerir que se incurra en alguna penalidad por violar la supuesta santidad del domingo”, Timothy Dwight, “Teología: explicada y defendida” (1823), vol. 3, pág. 258.

Es igualmente importante destacar que al decir la Iglesia “No cometerás actos impuros” (en lugar de “No cometerás adulterio”) comete, en primer lugar, –un verdadero acto de adulteración–, y en segundo lugar, modifica la voluntad divina, ya que la prescripción solo alcanzaba a las relaciones extra maritales. La Iglesia –obsesionada por las cuestiones sexuales– va más allá del deseo del Dios bíblico y convierte en impuro y deleznable todo lo relacionado con el sexo, y no vacila en calificar cualquiera de sus manifestaciones como –monstruosas, enfermizas, diabólicas o nauseabunda– como lo hiciera en su momento uno de sus más connotados (y depravados) padres, Agustín de Hipona.

“No dirás falsos testimonios.” La Iglesia Católica agregó “...ni mentirás.”, cometiendo así un atropello (otro más) a la verdad, ya que falsear gravemente los Mandamientos en su forma y alcance –y las Sagradas Escrituras principalmente–, constituye una verdadera y colosal mentira.

En su libro “Mentiras fundamentales de la Iglesia Católica” Pepe Rodríguez señala, que al haber eliminado (la Iglesia) el Segundo Mandamiento, le faltó uno para completar la decena, cosa que solucionó desdoblando el Décimo Mandamiento en noveno y décimo respectivamente.
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Recordad: “No cocerás el cabrito en la leche de su madre.”, Jehová, Ex. 26.26