viernes, noviembre 28, 2008
Principios Metafisicos: Las Leyes
Mediante el Conocimiento Espiritual vamos comprendiendo las Leyes Universales que gobiernan los mundos y sus humanidades a la vez que debemos pensar que todos esos mundos se rigen por las mismas Leyes.- Es importante que comprendamos, que admitamos, que todo el Universo se rigen por las mismas Leyes.- Vamos a tratar el tema aunque sea someramente para vislumbrar algo mas de la metafísica. Lo que llamamos "Leyes Universales" son en realidad Principios, porque de ahí parten todas las manifestaciones del Universo.
"Los principios de la verdad son siete :el que comprende esto perfectamente posee la clave mágica ante la cual todas las puertas del Templo se abrirá de par en par" -EL KYBALION
1. El Principio de Mentalismo
Dios creó el Universo con la Mente, por lo tanto El es Mente, y no puede crear otra cosa que mente, la semilla de naranja, da naranjo, Todo lo creado está involucrado en todo. Comprobamos que el Todo, el Uno, el Absoluto , como se quiera llamarlo, está substancialmente involucrado en todas las manifestaciones de la vida diaria al cual hemos denominado universo material a última instancia espíritu el cual es incognoscible , indefinible e indestructible, comprobamos también que es inteligente e infinito, con la única y primordial característica: expresar el Bien.
Al considerar su origen mental se explica el mundo de fenómenos mentales y psíquicos, sin explicación para el público en general.
2. Principio de Correspondencia
" Todo tiene que ver con todo", cualquier aspecto de la Vida que queramos analizar, nos encontramos que de alguna manera esta relacionado con otro aspecto de la vida.
Hay un axioma hermético que afirma : Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba y recordemos a Platón que afirmaba que todo lo manifestado en el mundo material, es una copia imperfecta de lo que está en el plano arquetípico de las ideas
En tiempos de Abraham el maestro Hermes Trismegisto aseguraba que toda la información sobre un hombre se podía encontrar en solo una gota de su sangre y que dentro de cada hombre se hallaba representada la totalidad del universo. Formuló entonces un principio al que llamó La Ley de la Correspondencia que decía:“Como es arriba es abajo, y como es abajo es arriba”. Con estas palabras creó Hermes un método deductivo que permitió vislumbrar la grandeza del universo creado, donde lo más grande de lo más grande es igual a lo más pequeño de lo más pequeño. Donde todos los niveles de existencia comparten la misma esencia, organizados en un sistema de hologramas dentro de hologramas, dentro de hologramas, hasta el infinito.
Por eso desde ese entonces para los más sabios existía ya la convicción de que el camino más corto para la exploración del cosmos era mediante el viaje hacia el interior del hombre: “Conócete a ti mismo y conocerás el universo”. Según la publicación “El Tao de la Física” del científico Frityof Capra: con la meditación como único método de investigación, los antiguos Vedas llegaron a formular, en términos poéticos, los principios de la Física Cuántica. Y esto ocurrió tres mil años antes que nuestros científicos modernos llegaran a las mismas conclusiones por medio de las matemáticas.
La Ley de la Correspondencia tiene aplicaciones sin fin. Por ejemplo: considerando en un hombre el cuerpo físico como el “abajo” y su mente como el “arriba” decimos: “como es el pensamiento de un hombre así es su cuerpo”. Puede ser: “mente sana en cuerpo sano”, o cuerpo enfermo como manifestación de pensamientos distorsionados. Afortunadamente en las enseñanzas de Hermes “el tres veces sabio” la enfermedad viene de la mano con el remedio: “Cambia el pensamiento y sanarás tu cuerpo”.
Es evidente que en un hombre existen aspectos visibles e invisibles. Todos podemos palpar el cuerpo físico, pero no hay forma de ver o tocar un pensamiento. Solamente podemos deducir que este existe por los efectos que produce. Según la Ley de la Correspondencia, si así es en el microcosmos, acá abajo, igual debe ser en el macrocosmos, allá arriba. En el espacio exterior podemos ver objetos físicos, tales como: planetas, sistemas solares y galaxias. Pero no es posible descubrir tras de ellos la mente que los dirige. Solo por deducción podemos tener la certeza de que existe.
En el cuerpo humano todo es mente. Cada célula es inteligente y guarda la información que precisa. Además tiene la habilidad de comunicarse instantáneamente con las demás células. Estas capacidades son reales, pero no podemos verlas ni tocarlas. Por ejemplo: nos aporreamos el dedo gordo del pié e inmediatamente el sistema nervioso y el cerebro lo saben. Como resultado el dedo golpeado recibe la dosis adecuada de aquello que necesita para cicatrizar la herida y combatir una posible infección.
De la misma manera, en el universo también Todo es Mente. Cada célula del macrocosmos, llámese hombre, planeta, sistema solar o galaxia, posee proporcionalmente el grado de inteligencia que necesita. La interconexión entre ellas y la Mente que las gobierna también es perfecta: el Todo afecta las partes y las partes influyen a su vez en el Todo. Es un hecho que “ni un pelo de nuestro cabello cae, sin que el Creador lo sepa”. Igualmente, puede ser que un hombre sea más pequeño que la más microscópica brizna de polvo en la galaxia, pero si un ser humano cambia, invariablemente estará alterando la esencia misma de todo el universo.
3. Principio de Vibración
Uniendo este tema con el anterior comprobamos que en el universo todo vibra, las ideas de Platón, la Mente, llegando al átomo. El pensamiento positivo vibra a un nivel altísimo, sus colores son brillantes, claros, luminosos. El pensamiento negativo vibra despacio y sus colores son opacos. Los estados de ánimo vibran y lanzan al espacio esas vibraciones en sonidos y en colores. Todos los estados mentales se lanzan al exterior del cuerpo que los crea, van golpeando cuerpos afines como hacen los instrumentos musicales, y estas vibraciones afectan en bien o mal a otras mentes, aumentando los estados emocionales y mentales que está en tono con ella.
LA LEY DE VIBRACIÓN
Según la Ley del Ritmo, que vimos anteriormente, todo en la creación tiene un movimiento orbital de rotación, lo mismo partículas subatómicas, que astros y galaxias. Con la “Ley de la vibración” ahora complementamos lo anterior: “Nada esta inmóvil, todo se mueve, todo vibra”. Además nos da una clave importante para comprender la existencia de las distintas dimensiones: “la velocidad del giro define las características de manifestación”
Para comprender esto en una forma sencilla observemos el movimiento de una rueda. Si esta gira lentamente, nos dejara apreciar su forma física. Si aumenta la velocidad, se comenzara a oír una nota baja, que ira subiendo gradualmente en la medida en que la velocidad aumenta. Cuando sobrepasa la nota mas alta que el oído humano puede escuchar, hay un silencio profundo. Pero, conforme aumenta mas la velocidad, el sonido se volverá color y paso a paso se hara visible todo el espectro, desde el rojo hasta el violeta. Si la rueda se acelera mas todavía, se alcanzara la no percepción de rueda alguna, y solo se captara una total inmovilidad.
Tu mismo, como holograma del universo, eres energía en vibración. Tu cuerpo físico, tus emociones, pensamientos y hasta tu espíritu son solo distintas frecuencias, u octavas, de esa energía que tu eres. En ti están representadas todas las dimensiones que existen, que difieren entre si solo en el grado.
Pertenecer a una dimensión determinada significa tener la frecuencia de vibración correspondiente a esa realidad. Cuando la velocidad de giro por algún motivo se acelera, una vez traspasado el punto critico que separa las dimensiones, ocurre una rotunda transformación, y las características de manifestación cambian. Por ejemplo: si la frecuencia en que vibra nuestro planeta subiera hasta un determinado punto, este dejaría de ser un mundo de tercera dimensión, y se convertiría en uno de cuarta o quinta dimensión. Y en el proceso desde luego arrastraría consigo a toda la vida que sostiene.
En su rumbo cósmico nuestro sistema solar se mueve ahora hacia un acercamiento gradual al centro galáctico. Por ello energías de una frecuencia altísima, procedentes del sol central, están ahora impactando nuestro sol, y desde allí viajan hacia la Tierra. Los efectos de estas energías están haciendo las veces de acelerador de partículas, y el aumento de nuestra vibración es ya mesurable. En nuestro mundo el magnetismo ha caído en una forma dramática, mientras que las frecuencias suben mas cada día, en correspondencia con esto también el factor tiempo se acelera.
Es posible que estemos ya en camino hacia a una experiencia extraordinaria que la estirpe humana no conoce: un cambio dimensional planetario. Si así fuera, no hay nada que temer. Solo significa que veremos lo que nadie ha visto hasta ahora. Pensaremos y comprenderemos cosas que antes no nos era posible pensar o comprender. Implica que las frecuencias mas bajas como: miedo, o limitación se derrumbaran y comenzaremos a vivir la unión con nuestro espíritu y con el espíritu de todos los demás. A este siguiente escalón evolutivo le han dado el nombre de “ Ascensión” o “Iluminación”. Significa que la promesa hecha al hombre será cumplida, porque: “en menos de un parpadeo tendremos un nuevo cielo y una nueva Tierra”.
4. El Principio de Polaridad.
En el Universo todo es doble, tiene su opuesto, lo semejante, los opuestos son lo mismo, todas las verdades son medias verdades, toda oposición puede reconciliarse. Las tesis y las antitesis son idénticas en naturaleza. Dios es Padre - Madre, tiene los dos principios, luego es andrógino, son el Tai - Chi.
La ley de la polaridad
Cuando un electricista hace una conexión no se pone a reflexionar cuál de los cables es bueno y cuál malo, cuál es el pecaminoso y cuál el escogido por Dios. Simplemente sabe que trabaja con dos fuerzas, una de polaridad positiva y otra negativa. Separadas son inocuas, pero si se las junta ocurrirá el milagro. Y lo que sucede a niveles de electricidad es la constante en el universo: existen dos poderes opuestos que se apoyan mutuamente para producir perfección. Su interacción se define como la “Ley de la polaridad”, o “Ley del dos”. Esta ley opera en forma muy sencilla, sin embargo la humanidad no ha tenido hasta ahora la sabiduría de tomarla en cuenta. Por ello hemos pasado por: guerras, segregación, persecuciones, injusticias y calamidades en milenios de historia.
Cuando el momento llegó para que el hombre comprendiera los secretos de la polaridad tuvimos un maestro a nuestra disposición, el Buda. Nació como príncipe, pero voluntariamente se convirtió en mendigo, tal vez para tener la vivencia del Yin y el Yang, como él llamó a estas dos fuerzas constructoras. Enseñó el Buda que la felicidad es posible, siempre y cuando escojamos transitar por el camino del medio. Desgraciadamente los hombres, en vez de poner en práctica su sabiduría, le rindieron culto y volvieron religión sus enseñanzas. Entonces como Budistas se vieron impulsados de vuelta a la balanza, pues al estar en pro de algo siempre habrá quienes estén en contra. Y lo que el Buda había legado, como forma de integración, dividió al mundo en dos corrientes: oriente y occidente, los partidarios de la Ley del dos, y los fanáticos de un solo Dios.
La Ley de la polaridad es el mecanismo por medio del cuál el universo mantiene su estado de equilibrio. Podemos comprenderla simplemente observando el fluir de todo lo que nos rodea. A nivel subconsciente nuestro cuerpo sabe, nuestras reacciones involuntarias siempre unifican la polaridad para obtener mejores resultados. Si vas a correr hacia adelante, tu cuerpo se echa primero hacia atrás. Si intentas saltar hacia arriba, tu cuerpo toma el impulso yendo primero hacia abajo. Si llorando llegas hasta el final de tus lágrimas entonces reirás; y si riendo alcanzas el extremo de tu risa entonces llorarás. Si te duchas con agua fría saldrás con calor, pero un baño con agua muy caliente te producirá frío. El abuso de comida te conducirá a una dieta estricta, y la dieta estricta de vuelta al abuso de comida. Hemos salido a explorar el espacio exterior y se nos han revelado los misterios ocultos de nuestro propio mundo, mientras que los hombres sabios buscan dentro de sí mismos y pueden llegar a percibir el universo entero. En el juego del amor vemos parejas que al primer encuentro se detestan, y cuando el odio es total entonces se enamoran y se casan. Mientras que, al unirse los más enamorados, el extremo del amor invariablemente les enseña a odiarse, hasta que el divorcio los separe.
Por eso a la “Ley de la Polaridad” se la llama también la “Ley del Péndulo”. Oscilamos de un extremo al otro porque no comprendemos que si nos polarizamos totalmente en un solo lado, la vida nos lanzará automáticamente hacia el extremo opuesto. Esto ocurre porque nuestra tarea es aprender por contrastes. Por ejemplo: sabremos qué es la luz únicamente si antes hemos visto oscuridad. La tristeza pone en relevancia la alegría. Comprenderemos lo que es bondad si existe la idea de lo que es maldad. La enfermedad nos brinda la percepción nítida de lo que significa la salud.
Por eso todas las situaciones que vive un ser humano son igualmente valiosas. Que sean agradables o desagradables no interesa, solo cuenta el bagaje de sabiduría que cada experiencia nos aporta. Aceptado esto, nos haremos voluntarios del camino medio, porque aplicaremos la sazón del buen cocinero a cada aspecto de la vida: agregar una pizca de azúcar a los platos de sal y una pizca de sal a los platos de dulce. Reconoceremos entonces que siempre hay algo de fealdad en la belleza y algo de belleza en la fealdad, algo de verdad en la mentira y algo de mentira en la verdad.
Así tendremos flexibilidad para aceptar el punto de vista antagónico “del otro”. Con la conciencia de que en el exceso de riqueza solo vamos a encontrar pobreza, cambiarán los parámetros para evaluar el éxito. Ya no llamaremos “macho” a un hombre por su agresividad y fuerza, sino por la capacidad de demostrar ternura y expresar sus emociones. Caso similar al de un vehículo que requiere su mayor potencia, no para alcanzar máxima velocidad, sino para que, como carroza funeraria, pueda avanzar muy lentamente sin que su motor se apague o tiemble
5. Principio del Ritmo.
En la Naturaleza todo el flujo y reflujo, como las ondas, como las olas, si hay cresta, hay vano, si hay vano tiene que haber una cresta. En el Todo, todo vibra, es el movimiento de la Vida. Al haber vibración tiene que haber ritmo. El equilibrio rítmico trae la armonía, en todas las cosas, en las personas.
LA LEY DEL RITMO
Como consecuencia de las oscilaciones entre un extremo y otro, creadas por la polaridad, el universo se ve sometido a ciclos que se cumplen inexorablemente con un ritmo determinado. “Todo fluye y refluye, todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende. La medida de su movimiento hacia la derecha es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación”. Con estas palabras definió Hermes Trismegisto lo que él llamó “La ley del ritmo”.
Esta simetría armoniosa está también dispuesta en hologramas, que son, en este caso, ciclos dentro de ciclos. Un hombre, por ejemplo, a nivel microscópico vive el ciclo de vida de sus células, y simultáneamente el que marca los cambios en su cuerpo, desde el nacimiento hasta la muerte. En el mismo momento le estarán afectando también: el ritmo propio de la Tierra, que divide su vida en día y noche, actividad y descanso. El almanaque lunar de 28 días, que rige la fertilidad de la mujer. La rotación de la Tierra alrededor del sol que causa las estaciones. Y los ciclos de explosiones solares cada 11 años, que provocan niveles cambiantes de electromagnetismo.
Para percibir los ciclos del macrocosmos nuestra capacidad está limitada por el tiempo. Entonces estos nos afectan, ya no como individuos, sino como especie. Cuando a nivel cósmico un ciclo se completa, todo el universo, incluido nuestro sistema solar, experimenta un cambio de nivel. Ocurre un salto cuántico hacia una realidad más refinada y expandida. Esto lo comprenderemos fácilmente si tomamos como modelo un ser humano. En un hombre estos saltos cuánticos ocurren cada siete años. Entonces en muy corto tiempo un ser humano se transforma: a los 7 años en un ser racional, a los 14 en el adolescente, y luego a los 21 ya es adulto. Así mismo le ocurre al universo. Con cada etapa cósmica cumplida el Todo se transforma, y esa mutación se evidencia también en cada una de sus partes.
Este es el milagro del momento en que vivimos. Estamos ahora saliendo de la noche cósmica y renaciendo a la luz de un nuevo día. Durante los próximos doce años de transición estaremos observando como nuestro pequeño mundo azul, rebozante de vida, vive un momento dramático de cambio. Somos nosotros, los hombres de esta generación, quienes seremos los testigos de este salto trascendental, que en pocos años llevará la vida, que la Tierra alberga, a un nivel superior de existencia. Y en el caso de la raza humana al completo despertar espiritual, que abrirá su corazón al universo.
En lo profundo de su ser cada miembro de la familia humana sabe que estos no son tiempos normales. Muchos juzgan con la visión miope de quienes no perciben más allá de lo aparente. Por eso no pueden apreciar que el exceso de violencia tiene como segura consecuencia el retorno del péndulo a la vivencia plena de la paz, y el amor. Esa es la próxima etapa que nos corresponde, y su visión seductora ya debe comenzar a anidar en nuestra mente, desde donde debemos apoyarla y nutrirla con todo el poder del pensamiento.
6. El Principio de Causa y Efecto
Nada de lo que ocurre en la Vida, en las personas, en las cosas, ocurre espontáneamente. Todo tiene una causa, no hay causa sin efecto, ni efecto que no tenga una causa, en lo físico y en lo espiritual.
En lo físico lo vemos a cada instante, si explotó una caldera, el fuego; si se cae algo, el soporte no lo soportó. En lo espiritual, lo vemos en nuestro comportamiento con nuestro entorno. Muchedumbre que se dejan llevar por palabras o voluntades ajenas, una discusión, se produjo porque hubo una causa anterior, lo estamos viendo de continuo en nuestra vida.
"Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a una ley no conocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley".
El Kybalion.
Este principio encierra la verdad de que todo efecto tiene su causa, y toda causa su efecto. Afirma que nada ocurre casualmente y que todo ocurre conforme a la Ley.
La suerte es una palabra vana, y si bien existen muchos planos de causas y efectos, dominando los superiores a los inferiores, aun así ninguno escapa totalmente a la Ley. Los hermetistas conocen los medios y los métodos por los cuales se pude ascender más allá del plano ordinario de causas y efectos, hasta cierto grado, y alcanzando mentalmente el plano superior se convierten en causas en vez de efectos. Las muchedumbres se dejan llevar, arrastradas por el medio ambiente que las envuelve o por los deseos y voluntades de los demás, si éstos son superiores a las de ellas. La herencia, las sugestiones y otras múltiples causas externas las empujan como autómatas en el gran escenario de la vida. Pero los Maestros, habiendo alcanzado el plano superior, dominan sus modalidades, sus caracteres, sus cualidades y poderes, así como el medio ambiente que los rodea, convirtiéndose de esta manera en dirigentes, en vez de ser los dirigidos.
Ayudan a las masas y a los individuos a divertirse en el juego de la vida, en vez de ser ellos los jugadores o los autómatas movidos por ajenas voluntades. Utilizan el principio, en vez de ser sus instrumentos. Los Maestros obedecen a la causación de los planos superiores en que se encuentran, pero prestan su colaboración para regular y regir en su propio plano. En lo dicho está condensado un valiosísimo conocimiento hermético: que el que sea capaz de leer entre líneas lo descubra, es nuestro deseo.
PRACTICA. En tu vida hay situaciones que te gustaría cambiar. Identifica las causas que le dieron origen. Provoca otras causas y con esto, cambia los efectos.
7. El Principio de Generación
Todo lo que existe, ligado al Principio de Polaridad, produce generación, siempre hay un par de opuesto, el principio masculino y el principio femenino.
En el mundo cotidiano se manifiesta como "sexo", pero en el mundo invisible es solo "Principio" .-
En las Leyes aquí expuestas tan sucintamente está el funcionamiento del Universo, quien quiera conocer las filosofías de ellas, deben internarse en el conocimiento hermético, el cual tiene todas las soluciones de la Vida.
Justamente, para llegar a esas Leyes es el Conocimiento Espiritual, si dijimos que estas son para todo el Universo, de hecho estamos aceptando la pluralidad de los mundos. Naturalmente, también debemos admitir que no todos son iguales en Evolución.
Porque también la racionalidad no dice que el más antiguo debe ser mas evolucionado que otro mas moderno, o por haberse retrasado en su progreso.
Si aceptamos lo anterior la pregunta es: ¿Por qué uno es mas evolucionado que otro?
La respuesta es simple.- El que se adapta a las Leyes Universales en menor o mayor grado, de las que venimos hablando, lógicamente tendrá un diferente grado de Evolución, y cuando decimos que tiene que haber un mundo mas adelantado que el nuestro no hay una expresión que simplemente pueda negarlo.-
Entonces llegamos al punto en que es indispensable enseñar, aprender y aplicar el Conocimiento Espiritual.-
¿Pero quién enseña, de dónde sale ese Conocimiento Espiritual?
Un maestro para ser maestro, primero fue alumno, después se graduó y fue maestro.
Luego enseñó. Es como lo vemos en la vida diaria, así también ocurre en lo espiritual.
Todos somos alumnos. ¿ El aula?: es nuestro planeta tierra.-¿El tiempo de la graduación?.- Depende de nuestra aplicación y adaptación a las Leyes Universales.- ¿Cómo las conocemos? Hay una sola manera: vivirlas.- La experiencia es la base de la sabiduría.
Como la vida es tan corta para aprender tantas cosas se impone la Ley de Experiencias, que no es otra que la Ley de reencarnación.- Una y otra vez vuelve el alumno a la escuela de la Vida, nuestro amado planeta tierra; ¡ cómo no amarlo, si mediante él vamos a conseguir nuestra ansiada libertad eterna!
A través del tiempo se consigue la graduación, la Maestría, cuando el alumno vive en sí las Leyes Universales y Divinas y mediante una ceremonia que se realiza en el plano etérico, mas precisamente en el Templo de Luxor, se gradúa de Maestro Ascendido.-
Aquí está la respuesta a la pregunta de más arriba: de quién enseña y de dónde sale el Conocimiento Espiritual.-
La Ley de la Generación
"El Género está en todo; todo tiene sus principios masculino y femenino; el Género se manifiesta en todos los planos" enseña la última de las leyes Herméticas. Con este postulado el maestro "tres veces sabio" nos guía por los distintos niveles de creación, observando allí como la dualidad se funde en la unidad para engendrar un nuevo ser. Esta ley, que concierne a la procreación, también nos muestra la existencia de impulsos de atracción y repulsión que son las fuerzas que sostienen los movimientos de gravitación, tanto a nivel de las minúsculas partículas, como en el de los gigantescos super universos.
Dentro de los propósitos cósmicos engendrar la vida es el ritual trascendental más sagrado. A nivel microscópico la fuerza de atracción hace girar los corpúsculos negativos, o electrones, alrededor del positivo, o protón. Después del obligado cortejo ambos se combinan, y ocurre la creación de un nuevo átomo. En las especies animal y humana la danza de la vida se repite con los espermatozoides siendo atraídos por el óvulo. Cuando uno de los espermas logra la penetración, sucede el milagro de la concepción.
En los niveles macro cósmicos rige el mismo sistema de procreación. En la Enciclopedia Británica encontramos lo siguiente:" en tiempos remotos el bombardeo de cometas, con impacto en la Tierra, pudo haber tenido un papel muy importante en la formación de la atmósfera y los mares. Adicionalmente estos cometas pueden haber suministrado las moléculas orgánicas necesarias para el desarrollo de la vida".
El método de fertilización es entonces el mismo, trátese de electrones, espermatozoides o cometas que fecundan protones, óvulos o planetas. Ahora llevaremos el principio de Generación desde lo conocido hasta lo desconocido, apoyándonos en la Ley de la Correspondencia: "como es arriba es abajo, y como es abajo es arriba". Porque solo de esta manera llegaremos a comprender su aplicación primordial. Dice Hermes Trismegisto: "la creación misma del universo obedece también a la Ley de la Generación".
Añade además:"la Generación se manifiesta en todos los planos". Esto quiere decir que las posibilidades de creación desde la mente y desde el espíritu son también gobernadas por las mismas normas. Este ha sido un conocimiento oculto desde los tiempos del antiguo Egipto. Hay secretos de alta magia involucrados, pues esta ley pone a nuestro alcance la clave para comandar el Fiat sagrado con la potestad del sabio.
Veamos un ejemplo: procrear a niveles sutiles también es el resultado de la unión de dos opuestos. En este caso: el pensamiento, que es actividad y movilidad, representa la polaridad masculina, mientras que las emociones, como expresión de receptividad y reposo, encarnan el principio femenino. Para producir físicamente lo que tu desees, debes unir estas fuerzas: pensamiento + emoción = manifestación. Así tu proyecto será concebido primero en los planos sutiles. Luego, si la ley de la correspondencia lo autoriza, el universo lo apoyará, y acomodará las circunstancias de manifestación (proceso de gestación). Transcurrido el tiempo necesario, invariablemente verás la materialización de aquello que creaste.
La Ley del Perdón
Hacer un llamado a la Ley del Perdón, es cumplir con el Edicto Divino por medio del cual un individuo puede obtener la remisión de sus propias transgresiones personales de la Ley de la Vida, o la de cualquier otra vida para la cual él quiera pedirle. La aplicación del Perdón es sencilla en extremo, porque significa purgar el alma de todo Karma imperfecto como preparación para la completa sumisión del ser externo al Cristo Interno. El estudiante primero debe invocar la Presencia Divina "YO SOY, y luego a uno o más de los Seres Divinos del Séptimo Rayo, el cual es el Rayo de la Misericordia y el Perdón. Después debe pedir la transmutación o cambio de todas las imperfecciones conocidas o desconocidas a la Perfección de alguna Cualidad o Virtud de DIOS. La Ley del Perdón debe siempre anteceder cualquier forma de Decreto hecho por un individuo o grupo
LA LEY DEL PÉNDULO
Resulta interesante tener un reloj de pared en casa, no solo para saber las horas sino también para reflexionar un poco.
Sin el péndulo el reloj no funciona; el movimiento del péndulo es profundamente significativo.
En los antiguos tiempos el Dogma de la Evolución no existía, entonces los sabios entendían lo de que los procesos históricos se desenvuelven siempre de acuerdo con la ley del péndulo.
Todo fluye y refluye, sube y baja, crece y decrece, va y viene de acuerdo con esta ley maravillosa.
Nada tiene de extraño que todo oscile, que todo esté sometido al vaivén del tiempo, que todo evolucione e involucione.
En un extremo del péndulo está la alegría, en el otro el dolor; todas nuestras emociones, pensamientos, deseos, oscilan de acuerdo con la Ley del Péndulo.
Esperanza y desesperación, pesimismo y optimismo pasión y dolor, triunfo y fracaso, ganancia y pérdida, corresponden ciertamente a los dos extremos del movimiento pendular.
Surgió Egipto con todo su poderío y señoría a orillas del río sagrado, más cuando el péndulo se fue al otro lado, cuando se levantó por el extremo opuesto cayó país de los faraones y se levantó Jerusalem, la ciudad querida de los Profetas.
Cayó Israel, cuando el péndulo cambió de posición y surgió en el otro extremo el Imperio Romano.
El movimiento pendular levanta y hunde imperios, hace surgir poderosas civilizaciones y luego las destruye, etc.
Lo real, la verdad es lo que nos interesa; más esto no es cuestión del péndulo, no se encuentra entre el vaivén de las teorías y creencias.
La verdad es lo desconocido de instante en instante, de momento en momento.
La verdad está en el centro del péndulo.